Capítulo 326: Álvaro es agredido en la cárcel por culpa de Diego.

Bea acepta irse con Nacho a Oropesa del Mar.

Bárbara sigue mintiendo con la ayuda de Santi para conseguir humillar a Amaya y su marido.

Bea habla con Diego y le cuenta que se va tres días con Nacho. El director general intenta impedirlo pero ella, siendo la Directora Adjunta, hace lo que quiere. Pero él le jura que se vengará de esto que está haciendo.

Gonzalo le cuenta a Bea que vuelve a trabajar a Bulevar. Ésta le pide que mientras ella se vaya unos días de vacaciones vigile y controle a Diego, que no se salga con la suya. Gonzalo le para los pies a Diego e intentará que el director general no haga lo que le de la gana.

Bea le cuenta a las chicas que se va al final con Nacho y se alegran por ella.

Diego, sin embargo, se vengará de Bea en donde más le duele: que Álvaro sea agredido en la cárcel, pero no se lo dice.

Bea le cuenta a Carol y a su padre que se va con Nacho mañana a Oropesa del Mar, con lo cual se alegran. Carol le pide a Bea que convenza a su padre para que la deje trabajar en Bulevar; ésta lo intenta, pero es en vano.

Diego ve dificil que Cantalapiedra consiga una huella dactilar para identificar a Sonsoles. Gonzalo le prohibe a Diego que investigue a Sonsoles, pero él hará lo que le de la gana. Éste ve como se retrasan sus planes para hacerse con las acciones de Sandra.

Bea habla con Sandra y le cuenta que ha aceptado irse con Nacho. Le comunican a Sandra que se va a retrasar la adopción de Paula.

Por la noche quedan en el Luxiri Santi, Bárbara, Amaya y su marido; éste le confiesa a Santi que es un actor y que pierde el tiempo intentando seducir a Bárbara, pero éste intenta comprobarlo dandole celos a su rubia con su amiga, que lo consigue.

Cayetana intenta decirle a Jota que su relación ha terminado pero, ante tanto deseo, acaba teniendo un encuentro amoroso con el mensajero en vez de contarle que habían roto.

Al amanecer, Bea y Nacho se dirigen a Oropesa del Mar.

La venganza de Diego es que Álvaro sea agredido en la cárcel, que se cumple cuando cuatro matones le pegan una paliza hasta casi matarlo.