CINCO EN FAMILIA

La verdad es que no podré resistirme a ver el primer episodio de esta serie. Han sido 5 años y 6 temporadas, verano tras verano, desde 1996 hasta el 2001 viendo la serie original, a la que califico como "la serie de mi vida", por los buenos momentos, dulces, amargos que me ha hecho vivir y muchos de ellos relacionados con mi propia vida.

Desde ese primer momento que empieza la serie en la que los hermanos compran un coche de segunda mano y a Baylie se le va marcha atrás hasta el momento final del episodio "Bien está... lo que bien acaba", cuando los hermanos descubren algo detrás de uno de los armarios de la casa, algo que todo ese tiempo había estado allí. Ese momento fue el más triste y emotivo que he pasado jamás delante del televisor y creí que me iba a ahogar por un momento.

Charlie, el hermano mayor que debe hacerse cargo de sus otros hermanos, tiene un trabajo y una responsabilidad grandísima.
Baylie, que conocerá por casualidad al asesino de sus padres, el que iba borracho y provocó el accidente.
Julia, tiene alma de escritora y su pasión es la literatura, su relación con Justin es merecedora de un 10, jamás he visto reflejada una relación tan amarga y feliz como esa en la pantalla del TV.
Claudia, estudiante y le gusta el violín, como a su madre, a la que lleva siempre consigo en una foto dentro de la caja.
Owen, el pequeño, al que vemos crecer episodio a episodio, sirve de enlace para la niñera que llega en el primer episodio a cuidarlo, después de una intensa búsqueda.
Kirsten, no es uno de los personajes principales, pero desde el principio, al aparecer por la puerta sabes que irradia algo especial y estás deseando que salga en pantalla a cada momento. Suis apariciones y su relación con Charlie son de lo mejor jamás contado.
A través de sus relaciones, de situaciones comprometidas, tristes, alegres, te tocan el corazón.

Aún recuerdo la escena final del episodio 1, cuando después de 6 meses del trágico accidente, todos se juntan en el restaurante de sus padres, cada uno con sus problemas, pero por un momento, todos dejan de lado lo que hay fuera y se sientan a una mesa, una mesa en la que ahora faltan dos personas, las más importantes de sus vidas, pero deben aprender a vivir a partir de ahora ellos solos, los cinco, los cinco en familia.