Rol | Los Protegidos ¡Hasta Siempre!

Lucia va con Carlitos detras de Jimena

Lucia: Jimena por favor no llores. Todos sabemos que al final vamos a encontrar a Blanca. ¡Y juro y rejuro! Que yo sobretodo la salvare. ¿No te acuerdas del sueño que tenia Blanca? Que decía que ibais todos juntos a esquiar. ¡Ese sueño se hara realidad Jimena

Lucia se va medio llorando

Sara: No...(se tumba en el sillón)

Mario entra en casa...

Mario abre la puerta tras llegar del trabajo. Había dado unas horas extras, así cobraría más dinero. Estaba feliz por esto, y deseoso de contárselo a Jimena.

Mario: ¡Hola! ¿Qué tal?

Pero una vez dentro, se da cuenta de que el cuerpo de Sara reposaba en el sofá. A su lado Culebra estaba un poco alarmado.

Mario: Pero ¿aquí qué ha pasado?

Mario se acerca a ellos.

Sara: Me encuentro mal...tengo mareos y nauseas...

Mario se lleva una mano a la cabeza, echándose el pelo hacia atrás en un gesto nervioso.

Mario: Aiii, Dios. No será lo que yo estoy pensando, ¿no? ¡Porque vosotros dos estáis juntos!

Tira del cuello de su camisa, intentando hacer escapar a esos calores que le acaban de entrar de pronto.

Mario: Decidme que no es eso.

Sara: No...(Sara lo piensa bien, si le decia a Mario eso, ocultaria su enfermedad y asi los demas no se preucuparian) SI...Mario...es eso...

Culebra le dirige una mueca a Sara

Culebra a Sara: pero que dices?

Sara: si Culebra estoy embarazada...(l guiña un ojo y Mario no lo ve)

Mario: ¡¡¿¿Qué??!! ¿Otro más? Y tú con catorce o quince años que tienes. ¡Otro chisme más para Rosa! Pero, hija, ¿a ti no te enseñaron que con esa edad aún no se puede? Que acepto que quieras ser como los chinos, con unos cuantos de hijos; pero no puedes comenzar como las mujeres en la India, que nosotros vivimos en España. Sara, que aquí las cosas son diferentes. Encima, tú ahora no puedes trabajar. ¿De dónde sacaremos el dinero?

Mario mira a Culebra, se le acababa de ocurrir algo.

Sara: Culebra se va a poner a trabajar...

Culebra: que!? yo no me pienso a poner a trabajar

Mario: Lo hubieses pensado antes de haberla dejado en ese estado. ¡Culebra, que le sacas tres años! Yo de esta casa salgo loco. Si es que no se puede tener hijos, que nada más te dan disgustos. Ya no sé ni lo que digo, porque aquí cada uno es de su padre y de su madre. Y ¡yo! soy el que me hago cargo de la situación...

Jimena esta destrozado. Mejor dicho. Hundida. No puede más. Han pasado por su cabeza innumerables horrorosas ideas de acabar con ese dolor. Pero no puede. No debe... ¡No quiere!...

Culebra: si te haces tu cargo de la situacion trabaja tu, pero yo no me pienso poner a trabajar --mira mal a Sara por ponerle en esta situacion--

Mario: Aah, ¿qué también quieres que me coma yo el marrón? Esta vez no. Y no he dicho que me quiera hacer cargo de la situación, sino que siempre soy yo quien carga con esta. Lo siento, Culebra. Te toca madurar un poquito más. Cuando aprendáis a ser responsables, me habisáis y os ayudaré encantado con lo que sea.

Camina hacia las escaleras.

Mario: Ahora, si me disculpáis, voy a ver a Jimena.

Sara: (se levanta)Culebra...lo siento... por haberte puesto en esta situación...

Culebra: ya estas contenta!? Mira lo que has hecho...

Sara: lo siento (le abraza) no estoy embarazada, solo lo dije para que no se enterara de mi enfermedad...

Jimena harta de esa habitación, llena de tantas penas y tan pocas alegrías, se encamina al baño a ducharse y despejarse un poco. Pero se tropieza con Mario, que venia un tanto rápido.

Culebra: ahora por no querer contarselo Mario me esta rayando con que me ponga a trabajar