El Rincón de Raimundo y Francisca. 16 años después... ¡Queremos gozo en el otoño de la vida!

Yo al ver cuando se iban cogidos del brazos...

He estado un minuto sin poder cerrar la boca xddd.

Ya está, no tengo dudas. A Raimundo le pasa algo que NO está relacionado con Francisca, lo sé. No me ha quedado ninguna duda cuando ella ha dicho que como le traicionase no se podría esconder de su ira, y la cara que ha puesto él y al decir qué porqué decía esto... No tengo ninguna duda.
Es Emilia, que se haya paranoyas y tiene miedo que se lo cuente, y Alfonso está cegado por el rencor, pero bueno, tampoco se lo puedo reprochar.
Eso es cosa de Sebastián, no creo que Francisca tenga mucho que ver, ni en el problema ni en la solución que busca Raimundo. Si que influye en el carácter o en el ánimo de Raimundo, pero al ver a su pequeña se le pasan todos los males!

A mi es que me da igual el tema entre Alfonso y Emilia, los veo tan amargados... Me deprimen, intento no pensar en ellos. Pero ha estado mal que le dijera a María que tiene que frencuentar menos, pero buenos, lo dicho, me da igual y no me incumbe. Esto es cosa de las Alfonsoemilistas, ahí no me meto.

LALALALALALALALALALALALALALA, me muerooo per ver el avanceeeeeee. Condenados anunciosD:

¿No es mejor hacer el chat el Viernes? Así todas abremos visto el capítulo y el te quiero tanto, pero como queráis<3

Ni caso que me he colado...

¡Buenas noches amoreees!
Yo voy a decir en mi defensa que no comenté ayer porque escribí una biblia enorme y al intentar subirlo mi portatil se quedó colgado y se perdió todo (Ahora mismo estoy rezando para que no me vuelva a ocurrir). Así que cogí tal cabreo que ni la Paca y decidí esperar hasta hoy
Madre mía, cualquier dirá que no nos lo pasamos bien con estas escenas ¿eh? El "momento susurrante" de los dos en la taberna me ha encantado "Eres la mujer más valiente que conozco... Y la más hermosa" "...Y tú el más cegato" Me encantaaaaan, qué monos, y luego en la plaza ya ha sido el máximo apogeo cuando se han ido cogidos del brazo después de la escampada de María y Gonzalo, "Que hablen, no hay novedad que dure cien años". Raimundo te queremooooos, guapoooo .

De Emilia y Alfonso no voy a decir nada porque me tienen bastante negra, vamos a ver, al margen de lo que pueda estar ocultando Raimundo (Que no creo que tenga nada que ver con Francisca) él ya es mayorcito por Dios y no es la primera vez que lidia con Francisca, ahí está Tristán como prueba viviente y es que encima María vive en la Casona, junto al "supuesto monstruo de Puente Viejo" según Emilia y Alfonso. Comprendo que no entiendan a Raimundo y que les parezca de locos, pero que lo dejen en paz ya hombre, que él está decidido y PUNTO REDONDO. Por cierto me encanta cuando después de discutir con Emilia tras la charla con Francisca vuelva a sonreír al mirar hacia la puerta, "ande yo caliente ríase la gente".
Tú tira "palante" Raimundo que nosotras te cubrimos .

¿Y qué me decís del avance? Cuando Francisca le dice que su odio por él todavía no ha pasado, en el jardín de la Casona... ¿Ya están picándose? Parece que sí, ¡si es que son como niños!
El viernes, día de la muerte de las Raipaquistas, día anhelado y deseado por todas, pero mortal a partes iguales, ¡estoy impaciente!

Ruth, estoy totalmente de acuerdo contigo, la relación de nuestros Rai y Paca si vende, y mucho, el otro día pillé a mi abuela y sus amigas hablando de ello como si fuera el cotilleo más normal del mundo, y aunque le siguen teniendo miedo a Francisca por ser más mala que un dolor de muelas (Para ellas) les da curiosidad y la gente confía en que Raimundo sea capaz de "volver buena a Francisca".

En cuanto a lo del chat yo creo que mañana está bien porque estará muy reciente para las que podamos ver el premium, pero podemos quedar también el viernes las que podamos y así las que no ven el premium que vayan al chat el viernes y comentamos más, así no spolieamos (Al loro con la invención del verbo ) a nadie.

Bueno hermanas, un beso muy grande y un abrazo muy fuerte a todaaaas .

Making off del acercamiento entre Raimundo y Francisca en la casa de comidas

holaa!! bueno ya estoy aqui otra vez para comentar, esta vez si, las escenas de hoy!

pedazo de escenaaaaas!! he flipado en colores...

primero Francisca y Raimundo TOMANDO CAFE???????? pero cuantas veces no hemos soñado que eso pasase y HA PASADOOO! Ahi con toda la naturalidad del mundo, charlando....(mi mente ha dicho NO ES UN SUEÑO, NO ES UN RELATO) Me ha encantado especialmente Francisca, estaba radiante con su raimundo y por fin ha dado un paso al frente! y Raimundo, alias "piquito de oro" ni os cuento..."y la mas hermosa"" y los ojos de Francisca han hecho chiribitas y Mariajose ha muerto en el acto! pero es que encima Francisca se rie, aunque aun con pudor, y dice susurrando "tu el mas cegato"....¿de verdad estos guionistas no han leido algun relato colgado por aqui?. Ahi he muerto del todo!! No me digais que no son adorables! Como sigan asi de acaramelados, preparad las pamelas eh?! que las raipaquistas vamos de boda!.
Sin embargo en esta escena no me ha gustado la sonrisa final de Raimundo, no se...como misteriosa...no se si alguna mas se ha dado cuenta o habeis apreciado otra cosa diferente a mi...Ay Raimundo me tienes en un sinvivir pensando que te traes entre manos!


y luego...cuando aun no me habia recuperado....los veo DEL BRAZO por la plaza del pueblo...!Esto si que ya ha sido matador! Cuando vi a Raimundo paseando por la bicha simpre pense.."cuando llegara ese dia en qeu vaya con Francisca?" y ahora verlo...ha sido una pasada! Lo que os digo...Don Anselmo va a flipar en colores como nosotras cuando le digan que se casan.


Sobre el avance no comento nada porque ya he visto el premium y no quiero spoilear como dicen por aqui! pero es preciosa! deseando estoy ver el premium mañana para tener una muerte dulce raipaquista con la escena!


chicas sobre el chat, mañana chat y el viernes si quereis tambien...y TODOS LOS DIAS joe!! que tenemos escenas todos los dias y hay que comentarlas. Ya se que andais liadas todas, y yo la primera...que a este paso no se como voy a asistir a los juicios con cordura! En fin....igual algun juez es Raipaquista no? ;) peeeeeeeeeeero hacer un esfuercito por fa! Venga ya hablamos!


un besazo a todas!!

¡Buenas!

El capítulo de hoy me ha encantado, las carillas que ponen...aish aish y cuando se han ido cogidos del brazo me ha entrado la emoción jajaja 
No creo que Raimundo esté enfermo, él no haría eso con Francisca y muchísimo menos pienso que esté con ella por venganza, vamos que ni me lo planteo. Me preocupa el telegrama, no creo que tenga que ver con Francisca pero me tiene así así...veremos que pasa. 

Chicas, hoy estaba viendo Puente Viejo y estaba con una amiga (que es fan fan) y con mi madre y dice mi amiga "no entiendo a este hombre, después de todo lo que le ha hecho a él y a su hijo que siga detrás de ella..." y salta mi madre (que no ve la serie) toda indignada "¡Hombre, es que está enamorado, es el amor de su vida!" y yo jajajaja

Ruth gracias por el making off, por tener el canal al día, por los minis...:)
Y gracias a las del PREMIUM que no me cansaré de deciros que sois unas cracks.

Y por supuesto gracias a Ramón y María, sois enoooooormes. Hacéis que lloremos, nos riamos, nos enfademos con vuestras interpretaciones, sois dos grandes por separado, juntos ni os cuento ¡Os adoro!

PD: Chicas, con todo vuestro permiso...no sé como va esto del chat ni nada, ni que hay que hacer para estar, soy muy torpe... Jejeje

¡Un besote guapísimas!

Lo siento amores pero no sé quién ha dicho por ahí "Love is in the air" y no lo he podido evitar, y es que ahora más que nunca es cierto .

Bueno chicas, os voy dejando las escenas de hoy. Siento la tardanza, pero he llegado tarde a casa








¡¡¡LISTO!!!

Nadiaaa (por fin acierto con el nombre) ha sido Ruth, y sí, LOVE IS IN THE AIR!!

'primero Francisca y Raimundo TOMANDO CAFE????????' JAJAAJAJA, Marijo, no era café, era cocacola, mira el Making Off xd.

¿Qué cara pondrá Raimundo cuando le diga que le odia? Jodida Francisca, ella siempre tan Paca:) Yo quiero una sex scen, pplis:C dentro muchos capítulos, pero que nos den alguna:c

Esto es un no parar, es que tengo la sonrisa que ya me da un giro de 360 grados en la cara, cuando pienso que ya no se puede ser más maravilloso me confundo y llega otra escena más increible que la anterior.

La verdad es que al principio me tuve que frotar bien los ojos, estaba juntos, en la misma mesa sin discutir y tomando café (o cocacola o un sol y sombra, que más da) y tirándose los trastos de manera descarada, vamos lo que en mi tierra se llama "festejando" y ahí está nuestra Paca, fiel así misma, la he adorado cuando dice más o menos que ya que ha dado el paso (más bien zancada diría yo), como al otro se le ocurra sacar a pasear al GRU (Gen Recesivo Ulloa) y la cague, le va a arrancar los huevos de un mordisco. PACA ERES GRANDEEEEEEEE.

Y el otro a lo suyo, tirándole flores que más bien parece un jardín botánico y nuestra chica encantada, claro, como para no estarlo, que un hombretón así te diga cositas con esa voz susurrante tiene que ser...bueno mejor no lo pienso.

Y me ha gustado la mala leche que ha sacado con el pobre Pedro y con Emilia, que vuelvo a repetir que me tiene hasta los mismisimos, joer, tiene que ser la falta de sexo por que sino no se explica, pero los análisis de esa pareja en particular se los dejo a las Alfonsoemilistas. Y a mi sí que me ha gustado esa sonrisa del final, así como de "me encanta que los planes salgan bien, ya tengo a mi chica loquita por mis huesos".

Lo que siempre me ha gustado de Francisca es que nunca hace las cosas a medias, y olé sus ovarios cuando se ha agarrado del brazo de Raimundo y se han ido dando un paseo (estoy escribiendo esto y me pasa como a tí tocaya, que no se si es producto de mi mente desquiciada raipaquisticamente hablando que desde que ha vuelto mi Alejandro Montenegro estoy como enajená) y la sonrisa de satisfacción de Raimundo como para colgarla en la propaganda de un supermercado, está feliz y no lo puede disimular.

del premium como siempre, no comento, solo decir que de verdad que no se pueden ser más adorables, es que son para comérselos, de verdad, sigo con mi sonrisa alelá.

TE QUIERO TANTO... (SEGUNDA PARTE)

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Durante varias horas vagó por los parajes de su juventud y que tantos y tan buenos recuerdos le traían. Todos junto a él, junto a Raimundo. El mismo hombre del que había huido aquella misma tarde, escapando de un amor que la arrasaba, que asolaba todo a su paso. Derribando el muro de contención de sentimientos ocultados en años. Haciendo aflorar por primera vez las dudas, los temores. Los profundos miedos y cicatrices que habitaban en su alma y que creía olvidados. Superados desde el mismo momento en que él desapareció. O al menos eso es lo que había creído.

Alzó la vista cuando sin saber cómo había llegado hasta allí, los muros de la casona se presentaron ante ella. Altos e imponentes. Duros y fríos. Como ella. Eso es lo que todos habían llegado a pensar con los años. Una fachada nada más que le permitía mantener a todos alejados de su interior.

Corrió cuanto pudo pensando que así podría dejar todo atrás, más todo fue inútil. Se sintió ridícula. Si la solución fuera así de sencilla, hacía tiempo que ya habría huido de todo. Hasta de ella misma.

Llegó hasta su alcoba abriendo la puerta con fuerza. Con los ojos anegados en lágrimas nublándole la vista. Cerró con fuerza apoyándose después en el duro portón. Deslizándose poco a poco por él, mientras su cuerpo se convulsionaba por el llanto y caía desplomada en el suelo. Odiaba sentirse herida. Aborrecía sentirse vulnerable. Frágil. Nuevamente una chiquilla asustada que tuvo que sufrir un matrimonio lleno de padecimientos. De dolor y sufrimientos. Años vacíos resumidos en golpes y violaciones continuas. Humillaciones.

Raimundo había traído a su mente el recuerdo de aquellos años. Con su irrefrenable ardor, con su pasión desatada. Sintió que perdía el control y ella naufragaba de pronto en un mar de horribles recuerdos. De evocaciones que creía muertas y enterradas en lo más profundo de los infiernos. Junto a él. Junto a ese desgraciado.

Como si viviera en una pesadilla, su voz resonó burlona en su cabeza haciéndola sentir menos que nada.

- Espero que te estés pudriendo en el infierno… -. Sollozó, al tiempo que se despojaba del vestido como si éste le quemara. Apartándolo de ella. Lanzándolo lejos y deshaciendo su moño. En esos momentos soñaba con ser cualquier persona excepto ella misma.

Raimundo no es Salvador… le repetía incansablemente su mente y su corazón mientras un agudo dolor le traspasaba el pecho.

Raimundo le ofrecía el mundo entero. Salvador estaba muerto y enterrado. Pero había dejado su marca en ella de por vida, condenándola a no poder entregarse libremente al único y gran amor de su vida.

……………………….

Se disculpó con su hija excusando su no presencia en la cena alegando un terrible malestar. En realidad no había mentido. La sensación de haber hecho algo terrible sin darse cuenta lo atormentaba desde que Francisca había salido como alma que lleva el diablo de la posada. ¿Acaso sus palabras la habían incomodado? ¿O tal vez habían sido sus actos? Consecuencia de una larga espera sin sus besos. Sin el calor de su piel. Cierto era que se había dejado llevar por sus más bajos instintos. Pero tan solo había necesitado rozarla con la punta de sus dedos para volverse completamente loco. Tras horas tratando de dilucidar a qué se podía deber su reacción, llegó a la conclusión de que tal vez se había precipitado. Obligándola a compartir con él, la misma pasión que le estaba consumiendo.

¿Y si ella realmente no la compartía? ¿Y si tal vez la estaba embarcando en una relación plena cuando no estaba preparada para ello? Los miedos y las dudas comenzaron a aflorar y mermaron su entusiasmo inicial por el paso que Francisca había dado al presentarse en la posada. Lo consideró toda una declaración de intenciones en un principio. Ahora, no estaba tan seguro de que aquello hubiese sido lo adecuado.

Tal vez lo propio hubiera sido sincerarse el uno con el otro y cerrar viejas heridas antes de pensar en un futuro juntos. Mañana iría a la Casona y trataría de reparar aquel desafortunado incidente que parecía haber levantado un nuevo muro entre ellos.

…………………………………………

Se había pasado la noche acurrucada en el suelo, incapaz de moverse. Abrió paulatinamente los ojos, como despertando de un estado de sopor en el que había caído al poco de llegar a su alcoba. Le llevó varios minutos ser consciente de la situación en la que se encontraba. A oscuras, con la cama aún sin deshacer y su vestido hecho poco más que trizas a tan solo unos pasos de ella.

Se puso en pie no con poca dificultad, notando cómo sus músculos le reprendían por toda una noche en el suelo. Caminó hasta sentarse sobre la cama, poniendo sus manos sobre las rodillas y suspirando apesadumbrada.

No es más que miedo Francisca… todo está dentro de ti. Raimundo jamás será como Salvador. Jamás…

Realmente lo sabía. Se lo decía su mente pero también su corazón. Y ella amaba a Raimundo con todas sus fuerzas, pero el golpe terrible que supuso su abandono cuando más lo necesitaba, la había herido tan profundamente que el terror que suponía para ella padecer una nueva traición por su parte, no podía evitar rondarla.

Alzó la cabeza cuando unos suaves golpes en su puerta la alertaron. Debía de tratarse de Mariana o de alguna de las otras doncellas.

- ¿Sí, Mariana? -.

Tardó unos segundos en escuchar la voz al otro lado de la puerta. - Señora, disculpe que la moleste tan temprano, pero Raimundo Ulloa está abajo. Y desea hablar con usted -.

Francisca se llevó una mano al pecho, como si así pudiera refrenar el desbocado latir de su corazón. Puede que quizá no estuviera lista aún para enfrentarse a Raimundo y a sus miedos. Pero ella no era una cobarde. Nunca lo había sido. Y si quería por fin tomar las riendas de su destino, aquel que siempre soñó y deseó, debía bajar y encararse a Raimundo. Como también debería volver a confiar en él. Y en ella misma.

- Dile que bajo ahora mismo Mariana. Que me espere en el jardín -.

Al menos, que la fresca brisa de la mañana golpeara con suavidad su rostro mientras se sinceraba, por primera vez en muchos años, con el amor de su vida.

……………………….

Paseaba impaciente por el jardín con las manos enlazadas tras la espalda. Se había prometido a sí mismo no presionarla más. No forzarla a querer con prisas. Debía darle su tiempo y el espacio que ella necesitase. Lo que menos quería era volver a perderla justo ahora que de nuevo la había encontrado. Justo ahora cuando la oportunidad de ser felices estaba tan cerca que podía casi rozarla.

Escuchó unos suaves pasos tras él, y cerró los ojos cuando el fragante aroma a lavanda inundando el aire, se impregnó en cada poro de su piel.

- Siempre he podido sentirte aunque mis ojos no pudieran verte, Francisca -. Le habló con suavidad, dándose la vuelta poco a poco hasta que sus ojos se enredaron con los suyos en una batalla que dio por perdida justo antes de empezar. Caería rendido a sus pies con tan solo un gesto de su mano.

Ella se limitó a observarlo en silencio, esperando tal vez que él diera el primer paso para acercarse a ella. Tragó saliva. En esta ocasión debía ser ella quien hablara primero.

- Raimundo yo… -. Se mordió el labio inferior sin saber muy bien por dónde empezar. Hizo un gesto con la mano, rogándole que tomara asiento. Él se acercó, pero esperó a que ella se sentara primero, haciendo él lo propio a continuación. - Siento la forma precipitada en que me marché ayer -. Le confesó apartando la mirada.

Raimundo seguía cada uno de sus movimientos con auténtica devoción. La forma en que retorcía las manos sobre su regazo, o el leve temblor de sus labios mientras hablaba. La delicada y tímida expresión de sus ojos antes de que los apartara de él, apenada.

- Yo también lo siento, Francisca. Más… -, se incorporó apoyando las manos sobre la mesa. Entrelazadas. -… me gustaría saber por qué lo hiciste -. Empleó el mismo tono paciente y suave que ella. - Me acongoja la idea de que pude hacer o decir algo para soliviantarte -.

Francisca le miró a los ojos, desconcertada. Había sido capaz de percibir cierto tono de culpabilidad en su pregunta y quiso borrar aquellas dudas que parecían zozobrar el alma de Raimundo.

- ¡No! -, respondió con rotundidad. - Solo que… -.

- Solo que fue algo brusco y te incomodé, ¿no es cierto? -. La interrumpió. Separó sus manos, extendiendo una de ellas. Ofreciéndosela. - Mi pasión por ti llega a cegarme, pequeña… Comprendo que no era el momento ni el lugar, pero me llenó tanto de dicha encontrarte en la posada buscándome que no pude controlarme. Siento que mi irrefrenable deseo por ti me llevó a contrariarte de alguna manera. Lo siento mucho -.

Francisca observó su mano extendida y suspiró. Aunque deseando hacerlo, no la tomó entre las suyas, sino que se puso en pie dándole la espalda al tiempo que se abrazaba la cintura.

- No fue incomodidad, Raimundo -. Le costaba hablar. Tener que recordar de nuevo todo lo que vivió en el pasado le dañaba en lo más profundo. Pero debía confesárselo si ansiaba poder seguir adelante y disfrutar de una vida a su lado. - Fue miedo -.

Raimundo frunció el ceño extrañado. Se puso en pie y se acercó hasta ella, pero dejando una pequeña distancia entre ellos. Jamás pensó que Francisca pudiera sentir miedo de él.

- ¿Miedo? ¿De mí? -.

Ella se volvió, con los ojos brillantes por las primeras lágrimas que hicieron aparición.

- Creo que no eres consciente del alcance de mi vida junto a Salvador Castro -.

Al escuchar aquellas palabras, Raimundo sintió como si el suelo se abriese bajo sus pies. Que ella pudiera relatarle lo acontecido al lado de ese desgraciado abría viejas heridas en él que nunca habían conseguido cicatrizar.

- Francisca no entiendo… creo que… -.

Ella se sonrió con desprecio.

- Ni tú ni nadie sabéis ni la mitad del infierno que viví a su lado. Tal vez cuando seas conocedor de ciertas cosas, puedas entender mis palabras… -, se alejó unos pasos de él. - Y por ende, el sentido de mis actos -.

Sabía que evocar aquellos amargos y terribles años iba a causarle un profundo dolor, pero también se dio cuenta de que era algo que ella necesitaba hacer.

- ¿Estás segura de que quieres recordar? -.

¿Lo estaba? No. ¿Quería hacerlo? Tampoco. ¿Lo necesitaba…? Sí, sin ninguna duda. Y no por herirle o tratar de hacerle sentir culpable por su abandono. Se trataba más bien de una purificación para ella. A nadie había relatado los oscuros secretos que escondía en su corazón, pero no encontraba mejor persona para que le ayudase a desprenderse de su carga, que a Raimundo. Una imperceptible inclinación de cabeza, dio una respuesta afirmativa a la pregunta de él.

- No voy a relatarte de nuevo los motivos que me llevaron a desposarme con Salvador, pues de sobra son conocidos por ti -. Suspiró, dejando escapar el aire lentamente. Como si de esa manera pudiera retener junto a ella durante más tiempo los terribles sucesos que empañaron sus años de juventud. Estaba tan acostumbrada a callar y ocultar… - Los golpes y las humillaciones fueron constantes, Raimundo. Incluso… -, rehuyó la mirada de Raimundo, pues se sentía profundamente avergonzada. -… incluso él me… me violentaba cuando le venía en gana. Yo no debía cumplir con sus expectativas… Me hacía daño. Me forzaba… -. Un sollozo rompió el intenso silencio que reinaba en el jardín.

Raimundo se había quedado clavado en el sitio. Su mente trataba de procesar todo lo que Francisca le estaba relatando. Casi sentía que tenía que pellizcarse para no pensar que todo se trataba de una horrible pesadilla. Para no creer que su pequeña hubiera sufrido semejantes aberraciones que la habían dejado marcada de por vida. Quiso acercarse a ella. Tomarla entre sus brazos y calmar su dolor. Pero temía asustarla.

- Dios mío, Francisca yo… -.

No sabía qué decirle. Se sentía tan terriblemente culpable por todo el padecimiento que su niña había sufrido. Cayó en la cuenta de que la reacción que había tenido ante sus besos en la posada, se debían a los terribles recuerdos que conservaba acerca de la intimidad entre un hombre y una mujer. Y él era un completo estúpido por no haber tenido en cuenta su pasado y haberse dejado llevar por su pasión descontrolada. Hasta llegar a amedrentarla.

- Por lo que más quieras, Francisca, créeme que yo no… es decir, yo jamás… -. Se maldecía una y otra vez por su inapropiado comportamiento. La miró a los ojos con profundo dolor. - Nunca te forzaría a nada, pequeña -.

Francisca quiso sonreír por encima de la pena que la embargaba en ese instante.

- Te amo más que a nada en este mundo… Pero no creo que pueda darte lo que esperas de mí -

Él se acercó a ella hasta quedar apenas a dos pasos.

- Yo no soy Salvador, Francisca -, afirmó con rotundidad. Alzó tímidamente la mano, queriendo acariciar su mejilla. Al fin se atrevió a rozarle con la yema de los dedos sintiendo cómo ella se estremecía con su toque. - Solo quiero estar a tu vera, pequeña mía. Al ritmo que tu marques… con las condiciones que tú impongas. Tan solo déjame cuidarte. Déjame entregarte todo este amor que llevo dentro y que únicamente es para ti… -. Bajó su mano hasta rozar su cintura. - Perdóname Francisca, por favor. Yo… lo siento, amor… -.

¿Por qué no intentar al menos ser feliz? ¿Por qué no olvidar un pasado que le atormentaba para poder disfrutar de la dicha que Raimundo le ofrecía? Deseaba tanto dejar atrás el lastre de toda una vida desdichada… Sintió que el alma se le desgarraba del pecho y solo quiso refugiarse en él. Sostenerse en su amor, en sus brazos.

- Te quiero tanto… -, sollozó al tiempo que se abrazaba a su pecho, muriendo de dicha cuando Raimundo la aferró con ternura y firmeza a la vez.

No podía creer que aquello al fin le estuviera sucediendo. Cerró los ojos disfrutando del momento. Saboreando el hecho de poder amar abiertamente y ser amada sin esperar nada a cambio. Sin prisas, sin condiciones. Sin reservas. Movió su cabeza buscando su calor, escondiendo el rostro en el hueco que formaba el cuello de Raimundo.

- Te quiero tanto… -. Repitió.

Esta vez sin lágrimas que superasen sus palabras. No tenía miedo. No sentía congoja. Solo la fuerza de su amor por Raimundo inundando cada espacio de su ser. Percibía sus cálidas caricias recorriendo incansablemente su espalda. Sus labios respondieron a los impulsos de su corazón y de su cuerpo, comenzando a dejar suaves e imperceptibles besos en la sensible piel del cuello de Raimundo, que dejó escapar un suspiro en el momento en que su boca había entrado en contacto con él.

- Amor… -, la llamó.

Temiendo moverse y que el ensueño de sus caricias sobre él se esfumara. Tembló cuando las manos de Francisca reptaron por su pecho hasta enmarcar su rostro y acompañar con dulces caricias, la torturadora dedicación que le estaban brindando sus labios. Comprendió casi de inmediato que Francisca no sentía miedo cuando era ella la que marcaba el ritmo.

- Mi amor… -, jadeó cuando ella siguió trazando el camino que conducía hasta su boca. - Te amo tanto… tanto… -, pronunció ya sobre los labios de Francisca que tanteaban los suyos. Con miedo al principio. Con algo más de osadía después.

Hasta que al fin las ansias de volver a sentirse y que se habían visto incrementadas en la intimidad de aquel apartado jardín, los obligaron a unir definitivamente sus labios en un beso largo. Pausado. Tan dulce y apetecible que fue tan solo el preludio de un futuro pleno de amor que de pronto, amanecía ante sus ojos.

FIN

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Vale, estarás contenta, ALA ya me has hecho llorar y eso que aún no he visto el escenón que tendremos esta tarde.
No ahora en serio, sabes de sobra lo mucho que adoro tus minis y estoy totalmente de acuerdo con que Francisca tenga esos miedos. Es que es normal, una persona que ha sufrido tanto necesita un margen de tiempo y un poco de espacio, es como una especie de trauma que debe arreglar.
En fin Ruth que .
Pues eso, y que estoy con Miri, como pase algo así a mi me da una taquicardia que no sobrevivo ¿eh?
Lo dicho, esta tarde chat, quien no quiera ser spoileado que no vaya hoy y que vaya el viernes .
Un beso amoreees.

Hola guapisimas!! Bueno por fin llego la tarde!! Deseando estou de ver el premium y me imagino algo parecido a tu relato ruth! Y si eso pasa....con beso incluido yo ya no lo resisto!


Entonces hoy sobre las 9 o nueve y media chat no? Aunque eso va a parecer el cielo porque estaremos todas muertas!

Besotes!

¡Por mí perfecto!
Esperemos que Ro no muera en el intento viéndola, ¡que se espere a colgarla al menos!

Gracias chicas Me alegro que os haya gustado

Respecto a la escena de hoy del premium en la que nuestra Paca al fin se declara, yo estoy...



Vamos, que después de tanto tiempo, no puedo con la vida... ¡Nos vemos luego!

Yo volveré del entreno a las 21.30, espero que a esta hora aún quede alguien el chat:C
<333333333 Tu mini Ruth... Genial, me ha encantado, para variar. Espero impaciente la escenad e esta tarde, ufff.

¡Os quiero, chicas!

Tenedlo en cuenta esta tarde... jajaja Yo veré la escena, la asimilaré, y por motivos que no hace falta decir, capturaré nuestra escena la primera. Osea, que no va a haber mucha diferencia entre vuestra muerte y la mía... jajaja


Ruth, si pasa esto os quedáis sin verla, por que estaré camino de la UCI. Ya sabes de sobra, que esa forma tuya de escribir me encanta. Y se te agradece enormemente que nos los pongas todos de una sentada, que esperar atacada las escenas ya es suficiente, como para también estar comiéndome las uñas esperando al siguiente trozo de tus maravillosos relatos.


Y bueno, qué decir de lo que está ocurriendo... Ha pesar de que ya hayan pasado unas semanas, sigo en la misma nube que cuando el "estás más bella que nunca". ¡Y que no me baje nadie! jajaja Me encantan. Son tan sumamente adorables, tan tiernos... que a cada nueva escena me dejan con una sonrisa aún mayor a la anterior.

Ayer ese susurro de Francisca diciendo "y tú el más cegato" con esa sonrisa, tan imborrable como la nuestra, me mató. Adoro ver a esa Paca ilusionada, frágil y temerosa, pero que aun así no deja atrás su ironía, y esa fuerza tan típica de la Montenegro.

En el capítulo de mañana lloraremos con ella, estoy segura, pues no creo que Ruth haya estado muy desencaminada en el relato. Salvador, siempre es un tema espinoso, de estos que se procuran olvidar, pero que no se puede y al remover su recuerdo son terriblemente dolorosos. Aun más, teniendo a Raimundo delante.

Que éste... No voy a decir que no me fíe de él. Lo que pasa es que no me fío de Sebastián. Es muy raro todo ésto del negocio del caucho, del recorte de periódico, del telegrama... Pero, quiero pensar que no repercutirá demasiado en la relación con Francisca. Y me queda totalmente descartado que haya vuelto con ella por interés, esos ojos y esa sonrisa de enamorado no se pueden fingir. Por tanto, al igual que mis temores por dónde va a tirar la trama, lo dejo todo ahí aparcado en un ladito. Que ahora mismo estoy disfrutando como una enana de sus encuentros


19:00/ 19:30... Yo creo que esa hora para el chat va genial. Así, si aun estamos esperando, compartimos nervios, y ya la acabamos de ver pues... hablamos (si podemos) de ella... Y sino, pues morimos todas juntas jajaja


¡Miles de besos, tesoros! Está claro que nos merecemos este momento, y Ramón y María... ¡GRACIAS! Supongo que vosotros estaréis disfrutando (como buenos Raipaquistas) tanto como nosotras


P.D. Que se me olvidaba... Sonia me pidió que lo hiciera, y ahí lo tienes jajaja

A aranjuez una por favor!!! Que vaya viniendo yaaa!!

Ro muy bueno, y enhorabuena a sonia por la idea!

A las 19:00 ahi estare!!

Besos!! Y abrazos raipaquistas (que ahora si sabemos como son los abrazos raipaquistas ;) jeje)