El Rincón de Raimundo y Francisca. 16 años después... ¡Queremos gozo en el otoño de la vida!

¡Hola niñas! Os saludo con mi precario internet de piso estudiantil (Así que si veis que no comento en unos días... es que se ha jodido el tema del todo)

Pedazo escena la de ayer. Un nudo en la garganta solo por ver la suavidad con la que Francisca abría el regalo, con esa música maravillosa de fondo (a ver si el compositor la sube a su web porque es una pasada) y esa María atenta a la reacción de su madrina (no podríamos contar con mejor aliada).

Y qué decir de ese broncazo que le cae a la pobre Marianita solo porque Don Raimundo Ulloa ha tenido la osadía de entrar en el despacho de la Doña (y dejarla de paso, toda acongojada).

Y Raimundo, pidiéndole a Don Anselmo con esa cara de pillo que no puede con ella, que le regale el libro. Libro del que estoy esperando descubrir el verdadero significado para que él haya ido tan directo a conseguirlo y ella se haya quedado tan tocada al verlo. A ver si en el capítulo del lunes o en el encuentro se cuenta algo, porque tiene pinta de haber mucho detrás de él.

No he tenido tiempo de leer nada porque he ido estos últimos días fatal con la mudanza, pero prometo que en cuanto pueda ponerme al día os dejaré algún mensaje por aquí.

Por cierto... ¿soy la única que le da la risa porque la portada de la semana pasada fuese "Pía, atraída por Olmo" cuando siquiera se han visto y esa "atracción" es de oídas? Más con las pedazo de escenas que tuvieron nuestros tórtolos o con el anuncio de Fernandito liándola parda en la fiesta

Silvia... adoro tus capturas y en cuanto tenga un ratillo, ten por seguro que les voy a dar buen uso convirtiéndolas en avatares y banners (con tu permiso, claro )

Mariajo... yo creo que no va a haber beso, pero que el encuentro va a ser un poco más dulce. Puede que haya un gesto de debilidad (una caricia a lo capítulo 130 pero de él a ella). Respecto al tema... yo espero que comenten el significado del libro y por momentos me da por pensar que quizá Francisca acepte que va en serio y lo rechace por considerar que su momento pasó (remordimientos, culpa por cosas hechas... yo que sé!)

Agradecer a Rocío, a Miri y a Kumita su trabajo con el premium y a Ruth por tener el canal de youtube totalmente actualizado con estas pedazo de escenas que tenemos últimamente.

¡Un beso!

Te quiero... Te adoro...

[/b] (María José, va por ti)


No sintió sobre ella la mirada escrutadora de María mientras removía el tenedor con desgana sobre la comida que había en su plato. Había perdido todo apetito desde aquella cita en el campo. En realidad, había perdido mucho más, pues vagaba cual sombra por la casona, sin ser consciente quizá de ello. De su nerviosismo, de su zozobra. Algo que, sin embargo, no había pasado inadvertido a María que encontraba a su madrina cada vez más alicaída.

- Y justo cuando ya me disponía a regresar de vuelta a la Casona, ¿sabe con quién me encontré? -. María observó a Francisca, que ni siquiera había levantado la cabeza. Estuviera donde estuviera en ese momento, seguía allí y no había escuchado nada de lo que llevaba relatándole durante minutos. Entrecerró los ojos y prosiguió. - Con un grupo de titiriteros que viajaban hasta La Puebla y me ofrecieron unirme a su comparsa -. La joven sonrió. Ni por esas su madrina le prestaba atención. Desde aquel encuentro con su abuelo Raimundo en el campo, no había vuelto a ser la misma. - Lo estoy pensando seriamente. ¿Qué opina usted, madrina? ¿Abandono la Casona y me uno a ellos? -.

Francisca alzó la mirada al percatarse del silencio que de pronto se había instalado entre ellas. Se sintió algo turbada pues María no le quitaba ojo de encima y parecía incluso expectante. Como si esperase alguna contestación por su parte. Se irguió mientras seguía jugueteando con el tenedor.

- Claro, por supuesto -. Fingió su respuesta. - No puedo estar más de acuerdo -.

María ahogó una carcajada. Definitivamente no había escuchado nada de lo que le había referido. Dejó la servilleta sobre la mesa y se levantó sonriendo, yendo rauda junto a Francisca que la miraba ahora de hito en hito, no entendiendo nada de lo que se proponía.

- Si ya sabía yo que usted lo entendería perfectamente, madrina -. Se abrazó a ella mientras depositaba un cariñoso beso en su mejilla. - Mis padres no estaban de acuerdo en que abandonase todo y me dedicase a recorrer esos mundos de Dios acompañando a un grupo de artistas nómadas titiriteros, pero en cambio usted… -.

- ¡¿Cómo dices?! -. Interrumpió Francisca con enojo. - Que tú, ¿qué? Por encima de mi cadáver, ¿me oyes? -, se levantó arrojando furiosa la servilleta, que cayó sobre el plato. - Una señorita de tu posición… titiritera -. La miró sin poder creérselo. Aunque pronto mudó su rostro al ver cómo la joven prorrumpía en carcajadas. - ¿Te estás riendo de mí, María? -.

- Sí madrina, me rio de usted -. Se acercó hasta ella, rodeándola con sus brazos. - Porque no ha escuchado ni una sola palabra de lo que le dije. No me mire así, que es cierto. Esta pequeña broma confirma lo que digo… -.

Francisca la miraba no demasiado convencida con su explicación.

- Una broma… -.

- Sí, gruñona… no se enfade conmigo. Más bien, dígame qué es lo que le ocurre. ¿Es por mi abuelo? -.

Francisca arqueó una ceja nerviosa.

- Tu… ¿tu abuelo? Él no tiene nada que ver en mi estado -. Fingió indiferencia. Queriendo alejar el tema.

- Es decir, que entonces sí le pasa algo… -, María insistió. - Algo que, por supuesto, no tiene nada que ver con mi abuelo Raimundo. Pero claro… -, la joven prosiguió hablando, como si lo hiciera más para ella misma, pero haciendo resoplar a Francisca que estaba empezando a sentirse acorralada. -… a pesar de no estar relacionado con él, su errático comportamiento tiene su origen en el momento en que fue a encontrarse con él en mitad del campo -.

Francisca sintió que le faltaba la respiración.

- Mi errático… ¿Mi errático comportamiento? ¿Y cómo es posible que sepas que nos encontramos el otro día? -. Estaba empezando a ponerse muy nerviosa.

María suspiró comprensiva. - Porque mi abuelo me lo contó, madrina -.

Ella tragó saliva. - Él… ¿te contó? -.

- En realidad… me habló de que la había citado a usted para hablar y poner las cartas sobre la mesa de una vez por todas. Pero desde entonces, él también está más taciturno y cabizbajo, y no suelta prenda sobre lo que ocurrió -. Francisca pareció relajarse ante aquellas palabras. Lo último que deseaba es que alguien se enterara de cómo terminó ese encuentro. - Pero algo grave debió ser para que los dos se comporten así… Si tan solo yo supiera… -.

- María -. Interrumpió Francisca. - Deja las cosas como están. Tu abuelo y yo somos ya mayorcitos para manejar nuestros asuntos sin necesidad de que nadie se inmiscuya -.

Tras considerar haber sido lo suficientemente clara, se dirigió a su despacho cerrando la puerta tras ella. Tal vez concentrándose en las cuentas de la fábrica, podría sacarse de la cabeza a Raimundo Ulloa. Al menos, durante unos minutos.

…………………………………….

Imposible. Era incapaz de hilar más de dos números seguidos sin que la voz de Raimundo junto a su oído no erizara cada recodo de su piel.


*************

- ¿Qué es lo que pretendes, Raimundo? -, su pecho subía y bajaba preso de una fuerte agitación. - Te marchaste sin un adiós. Sin preocuparte siquiera de lo que dejabas atrás… -, se movió ligeramente, dándole la espalda. - Y ahora, tras dieciséis años, te presentas de nuevo en mi vida diciédome que… -, le dolía la garganta al sentir en nudo que le atenazaba. -… que todavía me sigues amando… -, meneó la cabeza en señal de negación. - No puedo creerlo, ¿es que no lo entiendes? Ya una vez me dijiste que me querías y aun así me abandonaste… -.

Escuchó cómo Raimundo dejaba escapar un suspiro. Y cómo lentamente se acercaba a ella hasta sentirle junto a su espalda.

- No puedo alegar nada ante lo que acabas de decir, Francisca, más… -, sus manos reposaron en su cintura, logrando que inevitablemente diera un respingo. - ¿No estás cansada de no ser feliz, pequeña? ¿De darte cuenta de que los años han pasado lentamente por nuestras vidas sin que ninguno de los dos haya alcanzado la dicha? -. Poco a poco la fue girando hasta que sus ojos se cruzaron. - Estoy cansado de estar sin ti, Francisca. Me falta el aire… -.

Ninguno de los dos podía apartar la mirada del otro. Sus respiraciones se rebelaban y luchaban por salir al exterior y no morir atascadas en los pulmones. Estaban tan cerca… tan terriblemente cerca que Francisca percibía el cálido aliento de Raimundo sobre sus labios. Empezaba a sentirse mareada. Y abrumada por el cúmulo de sentimientos que se estaban despertando de nuevo en ella tras demasiados años dormidos profundamente.

- No… -, musitó casi sin voz.

- Te amo -, se acercó un poco más a ella. - Y puedo sentir cómo tú me quieres a mí también… -. Alzó su mano hasta abarcar su mejilla. - Déjame amarte… -.

Cerró los ojos. Creía desfallecer… Aquello no podía estar ocurriendo, no podía ser verdad… Abrió los ojos de pronto. No. No podía serlo. Notando cómo se le desgarraba el corazón, se apartó de él. Sintiéndose terriblemente sola de repente.

- No debí venir… -. Se alejó unos pasos más. - Jamás debí venir… -.


**************


Había huido. Había corrido lejos de él hasta que le dolió el pecho. Mientras las lágrimas surcaban su rostro impidiéndole casi la visión. Suspiró apesadumbrada. Dejó sus lentes sobre la pila de papeles que tenía sobre la mesa, apoyándose en el respaldo de la silla a continuación. Era el miedo el que había actuado por ella aquel día. Miedo a sufrir de nuevo. A darse cuenta de que tras más de una vida separados, seguía amándole con la misma intensidad de entonces.

Abrió el cajón del escritorio, sacando el libro que días atrás él le había regalado. Acariciando tan lentamente la cubierta, con tanta adoración como si del propio Raimundo se tratase. Aquel manuscrito tenía un intenso significado para ambos. Sonrió entre lágrimas.

Él todavía lo recordaba.

Se levantó con él abrazado a su pecho y caminó hasta la ventana. Necesitaba perderse en sus recuerdos, aunque fuera tan solo un instante.

- ¿A dónde te escondiste amado, y me dejaste con gemido? Como el ciervo huiste, habiéndome herido. Salí tras ti, clamando y eras ido… Buscando mis amores, iré por esos montes y riberas. Ni cogeré las flores, ni temeré las fieras y pasaré los fuertes y fronteras… -.

- En soledad vivía, y en soledad ha puesto ya su nido… -. Francisca se volvió hacia su voz. Raimundo estaba frente a ella. Junto a la puerta. -…y en soledad la guía, a solas su querido. También en soledad de amor herido… -.

Volvieron a mirarse a los ojos sin dejar que las palabras ensombrecieran el íntimo momento que se había instalado en la habitación. Nuevamente el silencio fue roto por sus rápidas respiraciones. Habían pasado dos días. Dos torturadores días en los que ninguno había podido dejar de pensar en el otro.

- ¿A qué has venido? -. Le preguntó con voz rota.

- ¿Y tú me lo preguntas, Francisca? -, avanzó muy despacio hacia ella. No quería asustarla y que de nuevo saliera huyendo. - No puedo estar lejos de ti… Dime qué he de hacer para que me creas, pequeña… -. Francisca dejó el libro sobre la mesita y se alejó de la ventana.

- No lo sé Raimundo, estoy… -. Se llevó las manos a las sienes, apretando con fuerza. Queriendo poner orden en sus pensamientos, ya que no podía ponerlo en su corazón, que latía desbocado solo por percibir el sutil aroma que emanaba Raimundo. - Es mejor que te marches, necesito pensar, necesito… -.

Había extendido su mano para enfatizar su petición cuando él aprovechó para entrelazarla entre las suya y tirar de ella hasta que Francisca quedó apoyada en su pecho.

- Te necesito como el aire para respirar… -, ciñó su cintura con firmeza mientras una de sus manos vagaba por su costado hasta llegar a su mejilla. -…como a la luz del sol para seguir viviendo… -, musitó junto a sus labios. - Sin tí me muero, pequeña… -.

Se apoderó de sus labios luchando por controlar su deseo. Su pasión desbordante por ella, aunque sentía que moría cuando los labios de Francisca se abrieron como una flor, solo para él. Espejismo que duró apenas unos instantes, pues ella se revolvió entre sus brazos. Rompió el beso y pudo ver en sus ojos el profundo amor que sentía por él. Pero también un hondo temor. Lo reconoció al instante, pues era el mismo que había padecido él. Cuando asumió que terminaría sus días amándola sin remedio.

La fue soltando con delicadeza. Sin dejar de mirarla intensamente a los ojos. Notando cómo su corazón latía con fuerza cuando Francisca salió huyendo de su lado. Aunque esta vez, no iba a dejarla escapar. No ahora.

...........................


Se refugió en el jardín sin saber aún muy bien porqué había huido. Porqué había sentido esa necesidad de aire, de libertad, que no encontraba entre las cuatro paredes de su despacho. Se estaba comportando como una chiquilla asustada. Amaba a Raimundo y en lo más hondo de su corazón sabía que su amor por ella también era sincero. ¿Por qué no arriesgarse? ¿Por qué negarse lo que tantas noches había anhelado en silencio?

- Perdóname Francisca -. Sonrió cuando la voz de Raimundo la traspasó haciéndola sentir viva de nuevo. En el fondo, había esperado que él acudiera a buscarla. - Lo último que deseo es importunarte o causarte algún mal. Tan solo… -. Interrumpió su discurso cuando Francisca se giró sobre sus pies y se lanzó a su pecho con lágrimas en los ojos. - Vida mía… -, musitó sobre su cabello al tiempo que sus brazos se entrelazaban en torno a ella para no dejarla marchar nunca más.

- Amor… -, le llamó ella instantes antes de subir buscando sus labios. - Te amo más que a mi propia vida… y siempre te amaré. Hasta el fin de mis días, y más allá de la muerte -.

Instantes sublimes en los que sus alientos se entremezclaron. En los que sus almas fueron devueltas al lugar donde pertenecían. Una junto a la otra. Cerraron sus ojos mientras sus manos se rozaban con infinita ternura, eternizando el momento hasta que sus labios se unieron al fin en el contacto más dulce y perfecto que por tanto tiempo soñaron. Sus lenguas se unieron despertando la pasión en sus cuerpos. Un volcán a punto de estallar.

FIN

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Os dejo el aquí el CÁNTICO ESPIRITUAL DE SAN JUAN DE LA CRUZ que he utilizado para mi relato, y que es motivo de intriga en todas nosotras por el significado que tiene para ambos. Leedlo. A lo mejor, salís de dudas

¡¡¡Cuantos relatos!! seguid escribiendo que estan fenomenales , Jess tata mía muy lindo, a todas un besote grandote.

pues ruth, con lagrimas en los ojos te digo....MIL GRACIAS!.

Me encantan tus relatos y leerte una y otra vez y si encima es dedicado a mi mejor!

gracias niña!

¡Hola amoreeees!
¡Como están los ánimooooos! Qué de buenas noticias por favor.
Y qué relatos, Cristi, pera empezar ha estado muy bien.
Jéssica no digas ni en broma que no se te da bien, qué momento tan tierno, el recuerdo de las piedras en el lago me ha encantado.
Lourdeeees estoy esperando que sigas, lo tuyo es llegar y engancharnos a todas ¿eh?
Ruth, tu ya sabes que soy una gran fan tuya y esta vez no ha sido una excepción, momento mientras lee el poema que aparece Raimundo en la puerta, precioso . Son las escenas de "Lo que debería pasar" y cómo no, me encanta.
Silvia qué capturas te marcas tía, bravooo como siempre.

Miri a mí me pasa como a Cris, yo no creo que lleguen al beso, sería demasiado fácil, pero si que espero una caricia, un acercamiento, como cuando Francisca acaricia la barba de Raimundo, que él se aparta, pues igual. Es que es normal que Francisca desconfíe un poco y se muestre un poco reticente, pero vendrá, el momento beso tiene darse algún día.
Ahora mismo ya es como un eslogan: "En busca del muerdo perdido" .
Cómo se nota lo felices que estamos, si es que tenemos que disfrutar de este momento niñas.

Un beso y un abrazo muy fuerteeeeeeeeee, os quiero y lo sabéis .

EDITO: Silvia, el vídeo es espectacular, no hagas caso a los votos negativos, solo lo hacen por inquina al personaje de Francisca, pero es más que evidente que hiciste un trabajo de edición y montaje espectacular .

Vaaaaaaaaale, me he leído todos los relatoooooooos, son genialeeeeeeees*_* Jessica, me gustó muucho el tuyo, y lo mismo Ruth, lo del poemas y todo... Por favor, cuanto arte. :) Lo mismo con Lourdes, pero tú no lo has acabado, así que espero la continuación.

Me uno a la porra, no creo que haya beso, aunque sí un pequeño contacto, y, tal como habéis puesto en vuestros relatos, la Paca huiráD:

Hola soletees! Os escribo la continuación. No sé cuándo seguiré porque mañana ¡me voy a mi nuevo destino como profe!!! Uff, al menos me he librado de la quema. Pero prometo continuar en cuanto esté cómodamente instalada.

Besazoooooooooooooooos.

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Francisca asomó la cabeza casi con terror por la puerta de su dormitorio. Habían pasado unas cuantas horas desde que había salido corriendo como alma que lleva el diablo. Desde su alcoba, pudo oír la jovial voz de María mientras charlaba con Raimundo, hasta que finalmente, las voces dejaron de escucharse y el silencio reinó de nuevo en la Casona. Por un lado, sentía verdadero pánico sólo por salir de su habitación y encontrárselo de nuevo. Por otro, se maldecía a sí misma. ¿Desde cuando un Montenegro es un cobarde? Nunca. Jamás. Gruñó por lo bajo, apretó los dientes y salió al pasillo.
No había nadie. Soltó el aire que sin saber desde cuándo había estado conteniendo. Avanzó hasta la escalera con tanta precaución como si recorriera un campo de minas. Estaba a punto de comenzar a bajar el primer peldaño, cuando un ruido la hizo saltar.

- ¿Quién anda ahí?
El corazón se le estaba escapando por la boca. Sólo pensar que pudiera ser…
- Tranquilícese, madrina, sólo soy yo.- repuso una risueña María.
Francisca intentó disimular el alivio, pero a juzgar por la risita divertida de su ahijada, no lo logró en absoluto.
- ¿Se puede saber qué diablos haces acechando como si fueras una ladrona?
- Nada.- replicó ella con una expresión entre inocente y traviesa.- Subí a ver si se encontraba usted bien.
- ¿Por qué no iba a estarlo?- Francisca sintió de nuevo esa inquietud.
- Bueno… cuando la ví trotar escaleras arriba, no tenía ni idea de qué le pasaba. A propósito, madrina, corre usted endiabladamente bien.- admiró la muchacha.
- Déjate de historias, condenada zalamera.- intentó mirarla seria, pero aquella chiquilla había conquistado su corazón desde que era una criatura y ya no había remedio contra esa debilidad a estas alturas.
- La cuestión es que, tras hablar con mi abuelo Raimundo, todo me ha quedado mucho más claro.
Francisca tragó saliva.
- ¿Ah… sí?
María la cogió del brazo, exaltada y feliz.
- Oh, madrina, es maravilloso! Me alegro tanto por ustedes…
- Para el carro chiquilla. ¿De qué rayos hablas?
- El abuelo me contó que está enamorado de usted hasta los huesos, que se lo había dicho y que iba a remover cielo y tierra para conseguirla. ¿Puede imaginar un amor más maravillosamente romántico?- María se quedó mirando al cielo embobada. Francisca intentó evitar atragantarse con su propia saliva.
- ¿Qué..?- Francisca miró a su ahijada, que aún seguía en las nubes.- María…¡María!- la muchacha al fin reaccionó y la miró.- Escúchame bien. No sé que extraña enajenación se habrá apoderado de tu abuelo, pero todo esto es un sinsentido.
- Por favor, madrina, no diga eso.- María pareció de pronto muy triste.- Es usted muy afortunada por poder vivir un amor así. Mi abuelo la adora y haría cualquier cosa por usted. ¿Cómo puede eso parecerle un sinsentido?
- Mi niña.- Francisca acarició tierna la mejilla de la chica.- Eres muy joven y la vida todavía tiene mucho que enseñarte. Raimundo… y yo hemos pasado por demasiadas cosas y… nos hemos hecho demasiado daño.
- No hay daño que pueda acabar con el amor verdadero.- sentenció la joven.
-.Te pareces a tu abuelo.- meneó la cabeza.-El amor verdadero no es indestructible. Es… demasiado tarde…
- Usted… ¿Le quiere?
Francisca sintió que el corazón se le volcaba. La imagen de Raimundo apareció de la nada en su mente. Sus hermosos, sagaces y ardientes ojos, su arrebatadora sonrisa, sus fuertes brazos. Una lágrima rebelde empañó sus ojos. Miró a su ahijada, que a su vez la contemplaba entre preocupada y ansiosa. Sorprendentemente, no temía revelarle la verdad a ella. Esa implacable verdad.
- Sí.
El rostro de María se iluminó.
- Entonces, no habrá fuerza divina ni humana capaz de romper eso.- susurró feliz, abrazando a su sorprendida madrina con cariño, mientras recordaba las palabras de su abuelo.

Lourdes, ¿eres profesora? HAHAHAHA, xd, a mi este año me han tocado casi todo profesoras (mujeres) y más de una tiene pintas de ver Puente Viejo, sobretodo mi profesora de Castellano, pero me da vergüenza preguntarselo xddd. Pero creo que lo ve, no es que haya dicho nada relacionado con la serie ni nada, pero no sé, jopé, nos reconocemos entre nosotras(? :')

Me encantaaaaa el relato, entiendo tu falta de tiempo, pero, aunque tardes en continuarlo no lo dejes sin acabar, eeh. Francisca ganadora de la Medalla Olímpica de los 100m:') Sólo de imaginarla corriendo con ésos vestidos que lleva ella... JAJA.

Bueno, definitivamente es mejor morir por sobredosis que por mono y ansiedad! Ponerse al día en hilo hasta lleva un buen rato y me encanta. Cierto es que después de haber pasado por tantos bajones últimamente que por fin podamos compartir esto, es simplemente maravilloso.

Lourdes, bienvenida a tu casa, no sé a dónde te envían, pero espero que esta vez no tardes en volver! Sigue esto cuanto antes
Jess, te ha quedado precioso, muy dulce y emotivo y por favor, deja de pedir perdón por hacerlo.
Candy, intrigada con leer cómo sigue el tuyo ;)
Ruth, lo tuyo no tiene nombre. Lo que pienso ya lo sabes.

Nadia, corazón, ojalá y nos puedas hacer una portada cada semana!! Un robado de los buenos!

En cuanto al beso, yo tengo mis dudas! Como ya mencionó Mariajo, hay un gran hándicap! Para comenzar, a ver si Rai encuentra a la Paca debajo de ese sombrero. Eso ya casi supone un milagro. Y en caso de que haya beso, que este sombrero nos permita verlo, para seguir.
Y claro Rai está lanzado, pero Paca muy temerosa, pero cierto es que la Paca esta vez está dispuesta a citarse y lo poco que se la vió hasta parece que va con ciertas espectativas. Yo moriré otra vez con miradas y voces susurrantes y tal vez esta vez incluso se toquen, se acaricien y haya cortocircuito. Pero hoy, en caso de beso, tengo la sensación que Paca vuelve a retroceder y se escapa corriendo. Tal vez mañana cambie de parecer

No voy a comentar nada del Premium, no quiero fastidiarlo ni ponerlo en spoiler, pero es que de verdad, estos dos me matan de amor, tanto juntos como por separado.

Bueno, parece que regresamos a los adelantos algo confusos. Como muchas veces he dicho y desde hace tiempo, pongo todo en cuarentena, porque fallos hemos encontrado demasiados desde que esta serie se puso en marcha, no es necesario que os diga cuáles.

Para empezar, se habla de "regalos", en plural. Que yo sepa, Raimundo sólo le ha regalado a Francisca el libro en esa caja tan maravillosa, y el ramo de rosas. Me niego o me cuesta creer que Francisca destroce un libro... y pensaría más en que podía haber "destrozado" las rosas, meterlas en la caja junto con el libro, y mandárselo de vuelta en plan "No quiero nada que provenga de tí".

Pero el hecho de que en adelantos ponga que Raimundo recompone los regalos destrozados, me hace suponer que sí puede tratarse del libro, mas que nada porque ¿cómo se recompone un ramo de rosas? termina de deshojar y le hace un popurrí guardándolos en una bolsita para que Paca lo ponga de adorno encima de la mesa de su despacho?

Así que lo que pueda ser es que Francisca arranque alguna página de las que contiene el Cántico espiritual de San Juan de la Cruz, y Rai emplee su tiempo en volver las páginas a su lugar. No sé, me parece todo un poco confuso...

En cuanto al tema de la cita, también creo que estará mal expresado. Dudo mucho que se vean dos veces, es decir, creo que más bien la cita comenzará al finalizar el capítulo del jueves y seguirá en el del viernes. Lo que me queda medianamente claro, es que Raimundo ya la está esperando cuando ella llega. ¿Tienen mucho de lo que hablar? Pues sí. Y lo primero que todo, creo que deberían ser las intenciones que tiene cada uno con respecto al otro, y qué esperan que ocurra a partir de ahora. Para hablar de otro tipo de menesteres y perdonarse todo lo que se han hecho en el pasado, creo que tienen otros momentos. Como puse una vez en uno de mis relatos, estando juntos y amándose, tienen el resto de su vida para perdonarse cada día.

Me intriga mucho ese telegrama que recibe Raimundo de las Américas y que le informa de que alguien a quien aprecia, ha muerto. ¿Quién podrá ser? No quiero ni decir lo que Chus me ha mencionado al respecto (aunque sea de broma) porque me niego. ¡Vamos! ¡Ni de broma!

En fin, otra semana más que estará cargada de momentos maravillosos entre estos dos, donde esa actitud tozuda y decidida de Raimundo, dispuesto a reconquistarla por encima de rencores y convencionalismos, me parece muy valiente por su parte a la par que muy tierna. Y ella, aunque se esté haciendo la dura, ya sabemos lo que siente por él. El problema es que tiene miedo de amar y que le destrocen el corazón otra vez.

Por cierto, yo apuesto porque NO hay beso en la cita del campo. Puede que sí alguna caricia o roce más por parte de Raimundo que de ella. Francisca está demasiado recelosa todavía. Pero si os digo la verdad, me gustaría mucho equivocarme en este sentido y que se dieran el muerdo del siglo

¡Que tengáis un buen domingo!

P.D: Muchísimas gracias a todas. Me alegro muchísimo que os gustase mi relatillo

Hola amores!!! Que tal el domingo? Espero que miy bien y lo paseis tranquilas porque menuda semana nos espera...

Primero y principal, la cita... No se que espero de la cita la verdad, es que no me lo imagino! Yo creo que hablaran y francisca seguira reticente pero raimundo algun acercamiento hara seguro! Es mas mono!! Ya no quedan romanticos!!

Segundo tema, el telegrama... Que mal, yo creo que rai si oculta algo y no creo que el telegrama sea por la muerte de un amigo sino que es por el. Que sera?? Espero que no sea que esta enfermo o algo asi porque yo muero! Que pensais???


Por cierto que os parece hoy quedada en el chat? Venga animaros y asi barruntamos juntas! Por la tarde-noche. Que decis??? Contestad para quedar a una hora por fa!!

La verdad ya el mero hecho de que las palabras “Francisca” y “Raimundo” salgan más de diez veces en adelantos, a mi me descoloca. No pidáis que los entienda!
Quiero creer que no han cuidado los detalles a la hora de pasarlos. Lo que dice Ruth me suena más que coherente.
Maria José, lo del telegrama a mi me tiene intrigadísima y espero que no guarde relación alguna con sus intenciones hacia Francisca.

Quedada en el chat, me parecería estupendo. Por mi sobre las 20:30

Venga a pues sobre las 20:30 en el chat!!! Animaroooos!!

¡Buenas tardes hermanaaas!
Después de los avances que nos llegan (De los cuales yo no me fío para nada, porque a veces se equivocan en varios detalles), vamos a ponernos en modo Sherlock Holmes.

Yo como Ruth tampoco creo que Francisca se dedique a "despedazar" de manera sádica un libro que en el capítulo anterior ha abrazado contra ella como si fuera el mismo Raimundo. Nose, no lo veo claro, puede que arranque hojas, pero de ahí a cargárselo del todo... Para mí que pasará eso, arrancará un par de páginas y luego Raimundo se dedicará a volver a pegarlas y a volvérselo a enviar insistente, como buen Ulloa que es , pero esta vez con una nueva inscripción de su puño y letra citándola.

Y tampoco creo que se vean dos veces, cuando María verá que su madrina está más arreglada que de costumbre será antes ir a la cita, pero se verán solo en el bosque ese tan bucólico .
En cuanto a todo lo que tiene que hablar... No creo que hablen de muchas más cosas a parte de "Por qué has roto los regalos", "Porque no me creo este embuste", "Te equivocas...." etc De todo lo demás ya habrá tiempo para hablar, por favor que esas cosas no se dicen en la primera cita .
Lo del telegrama me da mucho miedo, pero mucho muchísimo, ni quiero que Rai se muera, ni que esté enfermo ¡ni nada! ¿Ahora que está en plena reconquista se va a morir o va estar enfermo?
No quiero creerlo y no me voy a poner pesimista, voy a pensar que es algo sobre "el imperio Ulloa", el tema monetario que tanto nos escama también.

Lourdeees suerte con la adaptación a tu nuevo destino , esperamos ansiosa tu historia pero lo primero es lo primero. ¡Un beso muy fuerte y acuérdate de tu promesa ¿eh?!

Por mí estupendo, ¿A las 20:30 en el xat? Allí estaré
Un beso muy grande y un abrazo muy fuerte a todaaas.

Si la quedada es de 9.30 a 10 contar conmigo

Mariajo tu pasate cuando puedas que estaremos esperandote lo que haga falta!! Venga que tenemos que hablar de esa cita!!! Ay esa cita....!!

Hola tatasss
Lo que más me gusta es que Raimundo viene dispuesto a todo... tal es la situación que expondrá sus intenciones para con la Paca a todos y en público.. me muero por ver a la cara de la Paca cuando eso suceda. Por otro lado no creo ni quiero que en la cita aparesca el tan esperado beso.. la semana viene muy interesante... creo que es mejor dejar el beso para los próximos capítulos..... ¡¡eso es Paquita!! ponte fuerte y no te me deritas aún, déjalo que corra un poquito más y después a disfrutar de ese amor que todos nos merecemos....

No podré ir al chat... pero les mando un besazo a todas bien grande, en la próxima oportunidad no falto...
Chaooooo..... y que viva en Domingoooo!!!!

A ver, tesorillos míos. Que llevo días sin comentar y no sé por donde empezar. Perdonad el tochacho que sé que me ha salir.

Lo primero, ¡Silvia! ¡Lourdes! No sabéis la alegría que me dio leerlos. Sobre todo a una que se está marcando un relatillo maravilloso. De esos a los que nos tenías acostumbradas y que tanto hemos echado de menos. Y, Silvia, eres la genia de las capturas. A un instante sumamente maravilloso le das color y las imágenes son aun más hermosas.

¡Se os echaba en falta! Y este momento es tan... de todas, que no podía faltar ninguna de las que siempre hemos luchado, esperado y defendido ese amor.


Y una vez dicho esto, voy a elucubrar un poco sobre los avances de MiZonatv, que tienen traca, ¿eh?

Opino como Miri. Para mi que el tema "regalos destrozados" es una errata como un castillo de grande. Que todas conocemos los fallos garrafales que tienen los de los adelantos, y este es uno más. Seguro. No se puede romper un libro y que al recomponerlo quede mejor que si fuera nuevo. El libro, en la escena en la que Francisca lee el poema de Raimundo donde la cita a las 11 dónde el verdor nunca deja los arboles, está en perfectas condiciones.

Por tanto, supongo que Francisca meterá el libro en la caja y le dirá a Mauricio que se lo lleve a Raimundo. Queriendo hacerle entender al Ulloa que no la camelará con agasajos, intentando convencerse también a si misma de que ya es demasiado tarde para darse una oportunidad y creer en las palabras que le regala su amado.

Me encanta esta Francisca, por cierto. Me resulta adorable el hecho de que ante María, Don Anselmo o frente al propio Raimundo quiera mostrarse dura, indiferente y negativa. Y después, en soledad, huela las flores que él le regaló. O abrace con fuerza el libro tras leer el precioso poema que Raimundo le había señalado. Esa mezcla de querer y no querer. Poder y no poder... Me encanta.

Y Raimundo, que se ha propuesto hacer lo que sea por ser feliz, es cuanto menos admirable. No creo que esté enfermo. Lo he estado hablando con Miri hace un rato y hemos llegado al no.

¿Qué enamorado le crearía falsas ilusiones a su amor, sabiendo próxima su muerte?

Sería demasiado cruel y egoísta por su parte buscar la felicidad en sus últimos días, a sabiendas del dolor que provocaría su falta en Francisca. Nuestro Ulloa no es así. Y en el caso de que estuviese enfermo, creo que la trama se plantearía de otra manera. Quizás veríamos a una Francisca decidida y a un Raimundo esquivo y cortante, pues cuando más lejos esté ella de él, menor sería su sufrimiento.

No sé. Ahora más que nunca veo esta trama muy poco factible. Al igual que quedó atrás el rollo "Raimundo reconquistará a Francisca para vengarse de ella". No creo que ninguna de las dos opciones ocurran, y menos ésta última.

Y volviendo al tema del libro. Pues esa "recomposición" que haría el Ulloa no sería más que escribirle esos preciosos versos y citarla. Pues repito que cuando Francisca lo tiene entre las manos, no se ve ningún tipo de desperfecto. Y tampoco me la imagino a ella, arrancando las hojas por las buenas. Y menos tras ver la adoración con la que lo trata.


En cuanto a las citas. Yo voto por 2 citas. Estoy segura. Esto no se tratará de un simple error. Francisca acudirá a la cita con Raimundo en el campo, conversarán. Y al día siguiente se vuelven a citar.

Aquí está el problema. Problema para mi salud y mi corazón.

Organizándolo todo nos encontramos con que Francisca vuelve a recibir el libro. Esta vez con esas preciosas lineas.

"Ningún recluta se atrevería a requebrar al sol como yo lo hago.
No me llames muchacho, llámame hombre enamorado.

A las once, dónde el verdor nunca deja los arboles.

Tuyo, Raimundo"

Y tras leer eso, decide acudir a su encuentro. Se pone guapísima para él. Cambia de peinado y se viste con ese hermoso vestido rosa palo que tanto nos gusta... Y María se da cuenta de ello (me encanta esta chica, es ideal).

Francisca llega al campo en su automóvil y al irse el cochero supongo que aguardará la llegada de Raimundo o caminará un poco hasta encontrarlo. Apuesto por que la conversación en sí, será una escena posterior. Sease, que cortarán la secuencia y meterán algo en medio para que vayamos cogiendo aire (aunque eso como que no importa demasiado). Teniendo un campo, a Francisca guapisima, a Raimundo matador, y "muchas cosas de las que hablar...", no hace falta que diga como imagino que será la escena.

Pero la cuestión es que, si quedan al día siguiente, tiene que ser de todo menos mala... Aunque, supongo que en esta última quedada pueden pasar dos cosas. O que se vean. O que no. (Muy inteligente sí... jajajaja). Pero me explico... Pone que Raimundo la espera. Y que Francisca habla con Emilia. Por tanto, lo más seguro es que la conversación se retrase tanto que Francisca no pueda acudir a su encuentro. Pero quiero pensar que ella, (suponiendo que se hayan dado una segunda oportunidad) finalmente acude.

Me moriría por ver a Raimundo desconsolado (o preocupado) por la muerte de ese conocido suyo y a Francisca, en cierto modo, consolándolo.

Pero, para mi desgracia. Supongo que ella no podrá acudir y punto.


El tema del telegrama... Sí. A mi también me ha asustado por un momento eso. Pero hablando con Miri (compañera de nerviosismo y momentos tontos... tontos... jajaja), casi que me he convencido de que no se trata más que de un asunto del imperio formado en las Américas. Que espero que no tenga ninguna connotación negativa el el tema de la reconquista. Y simplemente sea la forma de mostrarnos en qué anduvo todo estos años el señor Ulloa y su hijo.


Y con esto y un bizcocho, casi que paro de daros la tabarra. Que escribo poco, pero cuando empiezo me embalo... jajaja

¡Un beso a todas! Ya nos vemos a las... 20:30

A mi el telegrama me suda un poco, mientras no perjudique la relación Francisca-Raimundo. ¿Dos citas seguidas? Flipo, es demasiado para mi, no podré soportarlo. Al menos podré ver la del jueves.

He escrito un relato en el coche (sí, leo páginas y páginas de libros en el coche y escribo en libreta sin marearme, yo soy como los Mirañar, una semidiosa:3). Está feo pero bueno, me ha salido del corazón.

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Tras despedir al cochero Francisca emprendió su camino. El hombre al que más había a amado, o mejor dicho, el único hombre, la había citado. No había nadie más en la faz de la Tierra que la hiciera temblar y enmudecer como él. Sí, era cierto, le amaba y no había sido capaz de negar la verdad ante su ahijada María, y, mucho menos ante Raimundo cuando la sorprendió en su despacho.
Francisca se dijo para sus adentros que no, no podía ser -''Francisca, han sucedido demasiadas cosas, tú has hecho que sucedieran demasiadas cosas, y, lo peor es que no te arrepientes de la gran mayoría. Tristán, hijo... Soledad. Si yo no pude vivir mi amor verdadero vosotros tampoco.''- Francisca sintió una pequeña oleada de sentimientos. ¿Era remordimiento? ¿Acaso no había obrado bien? Inmediatamente borró ésos pensamientos de su mente -''Yo no tuve oportunidad de ser feliz, me enseñaron a base de palos que la vida es injusta y nos arrebata lo que más amamos. Quizás ahora no lo comprendéis, pero algún día me lo agradeceréis. Yo sólo...
Sus pensamientos se vieron irrumpidos al llegar a aquel lugar que tantos recuerdos le traían. Francisca aminoró la marcha hasta aturarse por completo y observó el entorno; los árboles, ése aroma... ¿A qué huele? Sí, felicidad lejana, éso es. Los ojos de Francisca recurrieron de nuevo el paisaje y esta vez se encontraron con los ojos de Raimundo.
- Buenos días, mi pequeña.- dijo casi susurrando.
- Raimundo...- Su rostro mostraba nostalgia y ojos brillaban pero en seguida se recompuso y recuperó, no sin mucho esfuerzo, su duro carácter. Se acercó con pasos firmes e intentando fingir serenidad. Cuando se postró frente a Raimundo desvió por un instante la mirada y, en ese mismo momento pronunció:
- ¿Por qué me has citado?
- Por la misma razón por la que tú has acudido.- dijo Raimundo dejando entrever en sus ojos cierta emoción.
- ¿Y por qué crees que he acudido?- dijo una Francisca temerosa.
- Porque me quieres y sabes que todo lo dicho hace unos días en tu despacho es cierto.
Francisca abrió la boca por un momento, como si no supiera que contestar, pero rápidamente encontró las palabras. - Deja chochear, definitivamente Raimundo, te has dado un golpe en la cabeza.
- ¿Qué te hace pensar ésto?- preguntó adoptando un posado más serio.
- Pues... todo Raimundo, todo. Lo que te hice, lo que nos hicimos, todo el daño..., ¿pretendes borrarlo?, porque si es así has hecho el viaje en balde.
- Soy consciente de la sucedido en el pasado, y créeme, lamento muchas cosas pero...- Raimundo vaciló durante un segundo.- A pesar de todo el dolor, el tiempo, la distancia... te sigo amando como el primer día y éso es lo que realmente me importa, el amor que nos profesamos. Nuestro amor está por encima de todo lo demás y no estoy dispuesto a renunciar a ti. No cesaré en mis intentos de recuperar lo que tuvimos.
- Lo que tuvimos se ha perdido, el pasado pasado está.
Raimundo cogió las manos de Francisca sin que ella pudiera evitarlo. - Este es nuestro presente, estamos los dos, aquí, juntos... y amándonos.
Se quedaron unos segundos en silencio, mirándose dulcemente hasta que Francisca rompió el momento con sus palabras. - No. No puedo.- Francisca se dió la vuelta pero en cuestión de décimas volvió a tener a Raimundo en su frente y estaba cerca, muy cerca. Sin poder remediarlo sus labios se rozaron con un pequeño contacto que no duró más de una décima de segundo debido a que Francisca, sin saber como, se separó, y, dando la espalda a Raimundo sentenció -He dicho que no.- Francisca emprendió el camino de vuelta y Raimundo, dispuesto a todo, la seguía.
- ¿Huyes de mi?
- No huyo, simplemente está todo dicho entre nosotros. - dijo Francisca sin cesar en sus pasos.
- Mírame a los ojos y dime que no amas.
- No te amo.- Respondió Francisca con sequedad.
- No me has mirado.- insistió Raimundo.
Francisca suspiró y se volteó. Ramundo vió que sus ojos albergaban una gran tristeza. -Raimundo, aunque te dijera lo que siento no cambiaría nada. Yo no podría volver a soportar que me hirieras, y, mucho menos herirte yo a ti.- Raimundo iba a replicar pero se sintió incapaz al ver el descompuesto rostro de Francisca. Se heló al ver las lágrimas que caían por su rostro y vio como se marchaba sin poder retenerla a su lado.

Y... se acabó(?.