La Biblioteca (L - Z)

Volver a amar - Parte 1

https://www.formulatv.com/series/el-secreto-de-puente-viejo/foros/877/634/el-rincon-de-alfonso-y-emilia-post-para-hablar-de-esta-pareja/

Os dejo continuación. En espera de que las musas me indiquen como continuar la historia (en mi cabeza aun hay mucha intriga que contar), he tratado de contar como se sentiríá Emilia ante la misma situación. Espero que ayude a mejorar el ánimo de alguna personita que anda algo agobiada...

DEUDAS, COBARDES Y VÍCITIMAS (8ªparte/la versión de Emilia)

Es increíble la cantidad de pensamientos que pueden cruzar por nuestra mente en apenas un minuto, el tiempo que tardé en atravesar el atrio del brazo de mi padre. Junto a la puerta, él escuchaba las bromas de Ramiro mientras Rosario y Mariana lo miraban embobadas. Yo tambien lo miraba. Y ahora lo veía, por fin. No puedo entender como pude estar ciega durante tanto tiempo. Pero él me aguardó pacientemente, cuidando de mi, preocupándose, alentándome, esperando a que yo abriese los ojos.

Cuanta razón tiene padre cuando dice que uno no valora lo que tiene hasta que teme perderlo. Y viéndolo tirado en el suelo, inconsciente y con varios huesos rotos, el día que aquellos desalmados casi lo matan a palos, sentí que mi vida no tendría sentido si él. No soy yo mucho de rezar, pero durante aquellas interminables noches en vela le rogué, supliqué y lloré a un dios en el que nunca había creído. Y me prometí a mi misma que le devolvería todo el amor que me había profesado en silencio. Pero él levantó un muro protector porque se consideraba un inválido, un pobre ciego que no tenía nada que ofrecerme. ¡Maldita manía de querer decidir lo que me convenía o lo que no!, como si no supiese que soy una cabezota que no da su brazo a torcer tan fácilmente. Así que derribé la muralla y ahora estaba allí, dándole la mano de camino al altar.

No recuerdo nada de lo que dijo don Anselmo y sólo guardo algunas imágenenes borrosas de la ceremonia, pues sólo podía mirarlo a él. Del mismo modo que apenas recuerdo la celebración en la taberna. Sé que mi padre procuró que nadie tuviese su vaso vacío y que Rosario, Pepa y Mariana no dejaron de llenar los platos de todos los comensales. Tambien sé que hubo música y algarabía, que el bueno de Ramiro no dejó de hacer chanzas y que mi hermano sonreía contento. Pero yo sólo quería que la fiesta terminase y poder quedarme a solas con él. Sin embargo estaba tan nerviosa que me entretuve ayudando a recoger mientras él se escapaba a descansar. Al irse los últimos invitados, Mariana y Rosario protestaron diciendo que era una marimandona incapaz de dejar que nadie invadiese mi cocina, incluso en un día tan especial como aquel. Aunque supongo que sabían que era lo que realmente me ocurría, que como todas las novias estaba nerviosa ante su noche de bodas.

Cuando nadie nos podía escuchar, Pepa, que tan bien me conoce, trató de tranquilizarme.

-¡Anda, vete ya para tu cuarto!-me dijo mientras me daba un cariñoso golpe en la barbilla.-Creo que va siendo hora de que lo descubras.

-¿El qué?-pregunté algo azorada.

-Lo que significa el amor de verdad, con mayúsculas, ese que nos hace seguir adelante, aun cuando el mundo se derrumba.-Mi amiga me miraba seria.- Sé que tuviste una experiencia antes con el sinvergüenza ese de Villalpanda, pero él no te quería y estoy segura de que tú a él tampoco. Así que lo de esa noche no cuenta.

-¿De verdad es tan maravilloso?

-Sí-me respondió con una sonrisa.- Ahora déjate de chácharas y vete, que tu marido te espera .......y desde hace mucho tiempo.

Le hice caso, como casi siempre. Me encaminé a nuestra habitación sintiéndo un nudo en el estómago. Al abrir la puerta lo vi en la penumbra. Supongo que estaba tan ensimismado que no me oyó llegar hasta que lo abracé por la espalda.

-Por fin-le susurré pero permaneció inmóvil, en silecio. Le obligué a girarse para poder mirarlo a la cara y le pregunté qué le ocurría.

-Tengo miedo-me respondió con la mirada en el suelo.

-Y yo que pensaba que éramos las mujeres las que llegabamos asustadas a la noche de bodas-traté de bromear mientras le acariciaba la mejilla.

-Tengo miedo de no poder hacerte feliz-musitó.-Si ni siquiera puedo verte….

Lo acallé del único modo que parecía funcionar: besándolo. Era cierto que no podía verme, pero le enseñé como sus manos podrían ser sus ojos. Lo guié por mi cara, mi cuello, la espalda, la cintura, hasta llegar a mi pecho. Me estremecí con el contacto y él me abrazó y comenzó a besarme. Y al sentir el tacto de sus labios y saborear su saliva todos mis temores se disiparon.

Quizás no recuerde bien los detalles de aquel día, ni los preparativos de la mañana, ni la ceremonia ni la fiesta. Pero jamás olvidaré aquella noche, pues todos los instantes quedaron grabados en mi mente. Desde el temblor de sus manos luchando contra mi ropa mientras me susurraba que me quería, hasta el momento en el que sentí que mi cuerpo se deshacía entre sus brazos y tuve que ahogar los gemidos en su boca.

En ese instante supe que cualquier sufrimiento padecido en el pasado había valido la pena. Nada importaba si me podía despertar todas las mañanas a su lado y ver su sonrisa con los primeros rayos de sol. Sólo espero que algún día el tambien pueda ver la mía.

Pepa, no me da tiempo a leerlo ahora porque me piro, pero para la ceguera parece que va bien el 'frunjimiento' jajajajaja

Sin duda colgada...aunque a veces el frungir con los Vispris produce tontuna...pero hay que hacerselo con un Castañeda,es mas productivo para la Emi.

Pepa,increible,precioso pero cortisimo....

Pepa ... qué te digo que no te haya dicho ya... jajajajajaaj

Ains.. me encanta, y como siempre... lo bueno se hace breve.. así que a alimentar bien a la neurona para que pueda echar un pulso con el procesador de texto y continuar tan bonito como siempre...

Un beso .. y buen dia a todas "(^_^)"

Qué maravilla Pepa!!

Aquí os dejo la segunda parte de VOLVER A AMAR

https://www.formulatv.com/series/el-secreto-de-puente-viejo/foros/877/634/el-rincon-de-alfonso-y-emilia-post-para-hablar-de-esta-pareja/

Lapuebla preciosoo, si esque siempre digo los mismos adjetivos, pero esque no se me ocurren más...

Sueños 3ª parte

https://www.formulatv.com/series/el-secreto-de-puente-viejo/foros/877/635/el-rincon-de-alfonso-y-emilia-post-para-hablar-de-esta-pareja/

Ayyy muchas gracias Pepa!!Llevo todo el finde entrando para ver si había continuación y me encuentro con esta preciosidad!!!Ains, me encanta también ver que piensa y siente Emilia...Rezaré para que las musas lleguen pronto y nos des más!Precioso, como siempre!!!!

Ay! Lapuebla aqui estoy emocioná perdia, sigue con la historia cuando puedas.

Pepa, esta tarde le he dicho a mi novio que todos los sinsabores, la mala leche y el extres acumulado de la semana dejaba de tener importancia en el mismo instante en el que apoyo la cabeza en su hombro y me duermo al compas de su corazon mientras me acaricia la mejilla con una mano y la otra la deja muerta en mi cadera, si es verdad, se me olvida todo, pero si se les ocurre volver a salir, leo tu fic, y tengo un segundo motivo para olvidarlos todos, GRACIAS

Yari:me alegra mucho saber que se te olvidan las penurias. Eso sí, mucho mejor el método "arrumaco" que la lectura. Asi que si los malos recuerdos vuelven, un consejo: abrazalo más fuerte!!!

joeee esk ahora el esta en su casa, yo en la mia, y hasta el sabado que viene no nos vemos, el trabaja por las mañanas y yo por las tardes, asi que solo nos vemos cinco minutejos como mucho, y algun dia que haya suerte, llevo un año asi, creo k por eso odio tanto mi trabajo, bueno por eso y por otras cosas mas que no vienen al caso, por eso entre semana, lo mejor son los fics ;)

EDITO: a todo esto Pepa, esta mejor asi ahora "De cobardes y Victimas" es que he intentado arreglar lo de las partes, no me deja añadir mas, pero claro las que estan cortadas pues no sabia si no especificarlo, y poner simplemente la parte IV o especificar de alguna forma que esta en cuatro partes porque hay comentarios de por medio, asi que como es tu rincon, dime como lo ves tu!!

Yari: antes de nada tengo que agradecerte que siempre intentes poner orden en mi rincón. Eres un cielo. La verdad es que yo lo que hago es considerar todo lo que cabe en una misma página del hilo como una única parte, aunque la culegue repartida en dos o tres trozos (entre otras cosas poque no puedo colgar parrafadas tan largas). Y si tenemos en cuenta que me enrollo como una persiana y mis fics con largos como un día sin pan, si contamos todas las entradas como una parte mucho me temo que al final saldrían 30 partes para una misma historia.
Pero, en todo caso, haz lo que tú creas más conveniente, que sabes que para mí tu criterio va a misa.
Besotes

Eiza, mil gracias por todo el trabajazo que haces! eres genial!!!

Os dejo más lectura

EL REENCUENTRO

https://www.formulatv.com/series/el-secreto-de-puente-viejo/foros/877/635/el-rincon-de-alfonso-y-emilia-post-para-hablar-de-esta-pareja/

Vale Pepa, finalmente en la parte IV que hay comentarios entre medias, pero que esta todo en la misma pagina pongo solo el IV y ya, pero en las partes I y II si que dejo los parentesis, mas que nada por que una pagina no fue suficiente y se salto el ultimo trocito a la siguiente jejeje, pero que ya esta bien, me creo.

Por lo demas chicas no me deja añadir por mas que lo intento, asi que me doy por vencida, es decir, me ha dejado cambiar lo de la puebla, pero sin añadir un solo link mas, estan los mismo que antes.

Quiero dar las gracias a Lady G y a Martileo por traerme los links!! os lo agradezco enormemente me quitais una de curro....que ni os imaginais

A las demas no os las doy por k ya sabiais como iba esto y lo haceis siempre, pero a ellas nadie le ha dicho que hay que hacerlo asi y me han tenido en consideracion jejejeje!!!

Bueno decir que me han encantado todos, y dar las gracias a ladyg por traer de vuelta a ramiro, me han entrado ganas de ponerme a escribir, si no fuera porque tengo una cita pendiente en fb me ponia ahora mismo, pero a ver si mañana no me emperro y lo hago, esk este finde ha sido desconexion total y aun me quedan dos dias malos en el curro, que la menda no tiene puente, y bueno ya despues no me queda nada para navidad, la odio a muerte, quien trabaje como yo en un centro comercial entendera porque, no entiendo porque nos castigan todos los años con la navidad, que asco le tengo, me pone de tan mal humor que no me aguanto ni yo!!

:_:_:_:CENA FAMILIAR :_:_:_: parte 1

https://www.formulatv.com/series/el-secreto-de-puente-viejo/foros/877/631/el-rincon-de-alfonso-y-emilia-post-para-hablar-de-esta-pareja/

:_:_:_:CENA FAMILIAR :_:_:_: parte 2

https://www.formulatv.com/series/el-secreto-de-puente-viejo/foros/877/636/el-rincon-de-alfonso-y-emilia-post-para-hablar-de-esta-pareja/

-DEUDAS, COBARDES Y VÍCTIMAS- (9ªparte)

Durante las siguientes semanas la vida por Puente Viejo transcurrió sin grandes sobresaltos, dejando a un lado la guerra entre los Montenegro y los Mesía, que amenazaba con hundir a doña Francisca. Pero en casa de los Ulloa parecían disfrutar de una etapa de tranquilidad y dicha, mientras intentaban amoldarse a la nueva rutina. Emilia seguía trajinando en la cocina mientras Raimundo atendía la taberna y Alfonso intentaba ayudabr en todo lo que era posible. Había conseguido memorizar donde estaba cada mesa, cada silla y, si le apuraban, hasta sabía que lugar ocupaba cada botella en las estanterías. Así que tanto podía secar vasos como preparar las mesas para los almuerzos y las cenas. Tanta era la labor con la que podía cargar que Sebastián pudo dedicarse en cuerpo y alma a su nuevo trabajo, despreocupándose de echar una mano en la casa de comidas.

Casi todas las tardes y gracias a la ayuda de Hipólito, que se ofrecía encantado a hacer de lazarillo, se acercaba a visitar a su madre y a su hermana. Así, mientras Mariana intentaba lidiar con aquel pretendiente tan original que le había tocado en suerte, él charlaba tranquilamente con Rosario. Comentaban las novedades de la Casona, los cotilleos del vecindario, los problemas del día a día en la posada o, simplemente, reían con las excentricidades del joven Mirañar. Pero lo que más les gustaba era releer las cartas de Ramiro, en las que les contaba lo bien que le iba la vida por tierras gallegas. Sin embargo, no habían recibido ni una sola misiva de Juan. Nada habían sabido de él desde aquel aciago día en el que marchó sin despedirse, avergonzado y destrozado por las consecuencias de sus errores. Suponían que las cosas le debían ir bien, por lo menos en lo que a trabajo se refería, porque todos los meses les enviaba una considerable cantidad de dinero. Pero nada sabían de su paradero y aquello entristecía a sus hermanos y, sobre todo, a su madre. Ojalá algún día decidiera volver a su hogar, donde a pesar de todo, su familia lo esperaba con los brazos abiertos.

Por las noches ayudaba de nuevo en la taberna y pasaba buenos ratos charlando con los parroquianos, aunque su momento preferido del día llegaba cuando cerraban el negocio y se sentaba a cenar con Emilia, Raimundo y Sebastián. Luego, tanto su suegro como su cuñado se retiraban a descansar dejándolos solos, conversando mientras acababan de recoger sillas y mesas. Durante esos minutos volvían a ser los amigos que siempre habían sido, ayudándose el uno al otro y riéndose con cualquier tontería. Era como si el tiempo no hubiese pasado, hasta que todo quedaba recogido. Al cerrar tras de si la puerta de su dormitorio el resto del mundo quedaba fuera y las noches se hacían demasiado cortas para la pareja. Y los días. Porque era un tiempo feliz que nínguno quería que acabase nunca.

Por otro lado, aquella mejoría que le permitía distinguir los rayos del sol y el brillo de las velas, le daba nuevas esperanzas. Eso sí, tan callado como siempre, no le dijo nada a nadie, ni siquiera a su mujer. No quería que se hiciera falsas ilusiones y causarle un nuevo disgusto. Además, la doctora Casas, tan áspera como siempre, le había dicho que era normal recuperar la capacidad para distinguir la luz, pero que la mejoría no pasaría de ese punto. Sin embargo, con su tambien habitual prudencia, había reconocido que no estaba en su mano hacer un diagnóstico certero y que lo mejor sería que visitase a un oftalmólogo en Madrid. Pero, ¿de dónde iba a sacar él el dinero para semejante gasto?. No podía ser, al menos por el momento. El especialista tendría que esperar.

Cuando apenas habían transcurrido un mes desde la boda, llegó un telegrama desde Villafranca. El tío Eulalio había tenido un accidente y los doctores temían por su vida. Emilia comprendió que era el momento de viajar a la villa leonesa. Debía conocer a su familia y, sobre todo, visitar a aquel hombre generoso que, a pesar de su negativa de abandonar a los Ulloa, había seguido preocupándose por ella sin pedir nada a cambio. Hubiera preferido no separarse de Alfonso, pero aquella era una aventura que tendría que afrontar sola mientras su marido se quedaba en Puente Viejo, ayudando a Raimundo el la casa de comidas. “Sólo serán unas semanas y cuando quiera darme cuenta ya estaré de vuelta” trataba de autoconvencerse para superar la tristeza con la que se subió a la diligencia despues de despedirse de su familia.

-Hija, tan pronto como llegues a Villafranca manda un telegrama para que sepamos que has llegado bien y para saber como está Eulalio.

-No se preocupe padre, que lo haré-respondió mientras le daba dos sonoros besos en las mejillas.

-¿Llevas ropa de abrigo?. Mira que por allá arriba suele hacer frío por esta época-.Ahora era Sebastián el que ejercía de fígura protectora.

-Que sí pesado, que sí. Si ya me lo has repetido una docena de veces. Por favor, cuida de padre y de Alfonso-le susurró al oído mientras lo abrazaba.

-Descuida que así lo haré-sonrió su hermano.

Raimundo tuvo que recordarle que la dilegencia estaba a punto de partir para que se soltase del abrazo de su marido. Finalmente, cuando apenas eran las nueve de la mañana, Emilia se subió al carruaje que habría de llevarla hasta La Puebla, el centro de comunicaciónes de la comarca y desde donde partían todos los transportes hacia Galicia, León, Madrid y la capital de la provincia.
En su maleta, además de ropa y un par de libros, guardaba el pañuelo que Alfonso siempe llevaba atado al cuello. Y lo más importante, se llevaba el recuerdo de la última noche que pasaron juntos sin dormir ni un solo minuto. Por delante aun tenía una larga jornada de viaje.

Decidió que lo mejor sería intentar entretenerse con el paisaje y las gentes con las que se cruzaban por el camino. Pudo ver a los braceros que trabajaban en las tierras de los Montenegro y los Mesía; carros tirados por mulas que transportaban mercancías; algunas mujeres llevando a sus niños de la mano; una pareja de la Guardia Civil patrullando los caminos; un rebaño de ovejas y cabras que bajaba del monte; Pepe, el lechero, con sus cántaros a lomos de un borrico. Cuando ya enfilaban la entrada de La Puebla le pareció ver una fígura conocida, un muchacho moreno y de mediana estatura. Si no fuera porque vestía ropas elegantes hubiera jurado que se trataba de su cuñado, Juan. “Qué alegría se iban a llevar su madre y sus hermanos si se decidiera a volver a Puente Viejo”, pensó para sus adentros al recordar lo unida que había estado siempre la familia Castañeda.

Juan Castañeda se había marchado del pueblo el mismo día que los hombres contratados por Pardo para darle un escarmiento a él y al sinvergüenza de Severiano, casi matan a sus hermanos. Por su culpa, Alfonso y Ramiro estuvieron varios días al borde de la muerte y él creyó que jamás podría mirar a los ojos a su madre. Así que una noche dejó una nota y marchó por el camino de Viallalpanda para enfrentarse a Pardo.

-Aquí me tiene. Si quiere acabar comigo ya estoy aquí-dijo irrumpiendo en la oficina del usurero. Ya no le importaba seguir viviendo. Pero aquella actitud suicida sorprendió al prestamista, quien acabó por hacerle una propuesta que no podía rechazar.

-Trabaja para mí y así saldarás tu deuda.

De ese modo se convirtió en un secuaz más de aquel criminal. Se vió obligado a realizar cosas que jamás pensó que podría hacer. Pero iría hasta el mismo infierno con tal de proteger a su familia, porque a Pardo no le bastaba con haber dejado ciego a Alfonso y Juan temblaba sólo de pensar que algo malo le podría suceder a su madre o a Mariana.

Durante meses su vida fue una tortura de la que únicamente evadía dibujando. Hasta que la fortuna quiso que en su camino se cruzase don Teodoro, un hombre de posibles que andaba en tratos con Pardo. Una noche durante una de las timbas que organizaban en la trastienda, aquel ricachón vió uno de los dibujos de Juan y se quedó fascinado.

-Pero zagal, ¿tú donde has aprendido a pintar así?-preguntó admirado-.¡Menudo talento el tuyo!.

Cuando Juan le contó a grandes rasgos la historia de su vida, don Teodoro, que era un hombre con gran visión para los negocios, le propuso una idea que les proporcionaría buenos cuartos a ambos y le permitiría saldar la deuda con Pardo mucho antes de lo previsto. Y lo más importante, podría ganarse la vida haciendo lo que más le gustaba hacer y volvería a dormir tranquilo cada noche, sin que su conciencia lo atormentase al recordarle las fechorías cometidas durante el día.

Al cabo de unos meses, Carlos Romero, pseudónimo que adoptó para firmar sus obras, era un reputado pintor al que todos los ricos de Madrid le encargaban retratos y otros cuadros con los que adornar sus mansiones o dar empaque a sus negocios. Tenía que dar una parte de sus ganancias a su mecenas y apartar otra cantidad para ir saldando la deuda con el prestamista, pero aun así podía vivir sin apreturas y mandar buenos dineros a su familia. Ojalá algún día le perdonaran.

Su buen amigo don Anselmo lo mantenía informado de todo lo que sucedía en Puente Viejo. Gracias a sus cartas supo que Ramiro se recuperó milagrosamente de la puñalada y que se estaba labrando un buen porvenir por tierras gallegas, junto a la familia de su padre. Y fueron las misivas del párroco las que le infomaron de la ceguera de Alfonso, provocada por los golpes que él debía haber recibido. Pero era un hombre feliz, una vez que dejó a un lado sus temores y acabó casándose con Emilia Ulloa, la mujer de la que había estado enamorado durante toda su vida. Le hubiera gustado estar a su lado el día de su boda, del mismo modo que su hermano mayor había sido su mayor apoyo en su lucha para estar con Soledad. Pero tenía que pagar por sus muchos errores y lo único que pudo hacer fue regalarles las alianzas matrimoniales.

Cuando juntó todo el dinero necesario para saldar la deuda con Pardo decidió ir en persona a devolvérselo. Quizás hubiera sido mejor enviar algún mensajero,pues pocas eran las ganas de ver la cara de aquel individuo que tanto sufrimiento le había causado. Pero algo le empujaba a volver a aquellas tierras de Sanabria. Con un poco de suerte podría mandar recado a don Anselmo y departir con él un rato. Y tal vez, sólo tal vez, podría acercarse a Puente Viejo y comprobar con sus propios ojos que su familia estaba bien.

Se dirigió primeramente a Villalpanda para saldar la deuda con el usurero. El mal rato sólo duró unos minutos. Aguantó impasible la sonrisa torcida y sus burlas, pero una vez que le dejó el fardo de billetes encima de la mesa, sintió que había recobrado la libertad. Y sobre todo, que la daga que pendía sobre sus seres queridos había desparecido. Pero la sensación de alivio poco le habría de durar.

-Juan, por favor ¡espera unmomento!-le gritó desde la plaza Basilio, el único de los secuaces de Pardo que parecía mantener algo de decencia.

-¿Qué pasa ahora?. No me digas que ese malnacido quiere más dinero.

-No tiene nada que ver con el jefe, creeme-le respondió bajando la voz-. ¿Podemos hablar en un sitio más tranquilo?.

Ambos hombres se dirigieron a la taberna de Constantino, uno de los tugurios más discretos del pueblo. Y sentados en la mesa más apartada Basilio le refirió algo que había escuchado y que hizo a Juan palidecer. Pero no se iba quedar de brazos cruzados. Su familia ya había sufrido bastante y él no permitiría que nadie les hiciese daño de nuevo.

Aquí os dejo el link de mi nuevo relato

"SOLEDAD"

https://www.formulatv.com/series/el-secreto-de-puente-viejo/foros/1274/3/club-de-fans-de-raimundo-ulloa/