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Foro El secreto de Puente Viejo

La Biblioteca (L - Z)

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#0
eiza
eiza
23/10/2011 12:32
labibliotecal-z

EL RINCÓN DE LADYG
labibliotecal-z
El único entre todos I, II, III, IV, V

EL RINCÓN DE LAPUEBLA
labibliotecal-z
Descubriendo al admirador secreto
Los Ulloa se preocupan por Alfonso
La vida sigue igual
Los consejos de Rosario
Al calor del fuego I, II, III
Llueve I, II
La voz que tanto echaba de menos
Para eso están las amigas
El último de los Castañeda
No sé
Pensamientos
La nueva vecina I - IV, V, VI - VII, VIII, IX, X, XI, XII, XIII, XIV, XV
Sin rumbo I, II, III, IV
Un corazón demasiado grande
Soy una necia
Necedades y Cobardías
El amor es otra cosa
Derribando murallas
El nubarrón
Una petición sorprendente I, II, III, IV, V, VI, VII, VIII , IX – XII
Deudas, cobardes y Victimas I (I) (II), II (I) (II), III, IV, V, VI,
El incendio
Con los cinco sentidos

EL RINCÓN DE LIBRITO
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Hermanos para siempre. Las acelgas. Noche de ronda
Tertulia literaria, La siembra
Cinco meses I-IV

EL RINCÓN DE LNAEOWYN
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Mi destino eres tú
Eres mi verdad
Raimundo al rescate
Rendición
Desmayo
Masaje
Qué borrachera, qué barbaridad...

EL RINCÓN DE MARTILEO
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Cuenta la leyenda
El amor de mi vida

EL RINCÓN DE MARY
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Cumpliendo un sueño I, II, III, IV

EL RINCÓN DE MIRI
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Recuperando la fe
La verdad
Una realidad dolorosa
Yo te entiendo
De adonis y besos

EL RINCÓN DE NHGSA
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Raimundo, Francisca y Carmen: un triángulo peligroso
Confesión I, II

EL RINCÓN DE OLSI
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Descubriendo el amor I, II
El amor todo lo puede
Bendita equivocación
Sentimientos encontrados I, II
Verdadero amor I, II, III, VI
El orgullo de Alfonso I, II, III, VI
Descubriendo la verdad I, II
Despidiendo a un crápula I, II
Siempre estaré contigo I, II
La ilusión del amor I, II
El desengaño I, II, III
Sola
Reproches I(I), I(II), II, III, IV
Tenías que ser tú I, II, III
Abre los ojos I, II, III, VI, V
Ilusiones rotas
El tiempo lo cura todo I, II
La despedida

EL RINCÓN DE RIONA
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Abrir los ojos
Su verdad
Si te vas
Y yo sin verte I, II, III, IV, V
Cobarde hasta el final
Un corazón que late por ti
Soy Emilia Ulloa Soy Alfonso Castañeda
La mano de un amigo I, II, III, IV, V

EL RINCÓN DE RISABELLA
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Como a un hermano
Disimulando
Alfonso se baña en el río
Noche de pasión

EL RINCÓN DE VERREGO
labibliotecal-z
Lo que tendría que ser...

EL RINCÓN DE VILIGA
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Tristán y Pepa: Mi historia

EL RINCÓN DE YOLANADA
labibliotecal-z
¡Cómo Duele! I, II, III, IV, V, VI, VII

EL RINCÓN DE ZIRTA
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El despertar de Emilia Ulloa
Atrapado en mis recuerdos
La última carta
Contigo o sin tí (With or without you)
Tiempo perdido (Wasted time)
Si te vas
El tiro de gracia
Perro traidor
#41
Nhgsa
Nhgsa
26/10/2011 22:03
O también podemos dividirla en dos: una para alfonso y emilia que son los que más tienen y otra que podríamos llamar la biblioteca de la casona y podríamos meter las demás para no dejar sola a miri.
#42
lapuebla
lapuebla
26/10/2011 23:37
-DEUDAS, COBARDES Y VÍCTIMAS- (7ª parte )

Aquella mañana la actividad en el hogar de la familia Castañeda era incesante, sobre todo para las mujeres de la casa. Mariana trataba de arreglarse el bajo de su vestido nuevo, regalo de Hipólito, pues le quedaba un poco largo. Mientras, su madre se afanaba con la plancha tratando de dejar impecables tanto su atuendo como el de su hijo. No tenían dinero suficiente para comprarse ropas nuevas, y mucho menos lujosas. Pero a base de almidón, y muchas pasadas con el hierro, tanto su vestido de fiesta, pocas veces utilizado, como la camisa de los domingos de Alfonso parecían nuevos. Cuando todo estuvo preparado los tres se dispusieron a vestirse. Las primeras en estar listas fueron las mujeres. Mariana estaba radiante con su vestido malva y el pelo recogido en un moño bajo, sin más adornos que unos pequeños pendientes de su madre. Por su parte, Rosario se había puesto su traje de falda y chaqueta azul marino, el mismo que años atrás había utilizado para acudir a la boda de uno de sus sobrinos. Su única joya era un discreto broche que su marido le había regalado el día que nació su primogénito, aquel hombre que ahora estaba a punto de casarse.

Quiso vestirse sin la ayuda de su madre o su hermana, más por la necesidad de estar solo un rato que por vergüenza. En los últimos meses había tenido que aprender a recibir ayuda para realizar las tareas más simples, aunque poco a poco, y gracias a su cabezonería, había conseguido grandes dosis de autonomía. Así que no le costó mucho abotonarse la camisa blanca y el chaleco, así como colocarse el corbatín.Sin embargo, tardó más de lo que las mujeres creían conveniente y Rosario fue a buscarlo al cuarto. Se lo encontró sentado en la cama, con expresión melancólica.

-Hijo, se nos hace tarde-le dijo mientras se sentaba a su lado y le cogía de la mano.-¿Qué tienes?

-Nada, madre. Sólo estoy un poco nervioso.

-No me engañes, que sé que algo te preocupa. ¿No irás a echarte atrás ahora?-le preguntó medio en broma, porque bien conocía ella la respuesta.

-Ni aunque quisiera podría. Que seguro que Raimundo y Sebastián me matan si dejo plantada a su niña en el altar.

-Pues entonces, ¿por qué esa cara tan seria?.-Le acarició la mejilla con la mano que tenía libre.

-No sé, son tantas cosas. Echo de menos a Ramiro, a padre y….a Juan. Nunca me imaginé que el día de mi boda mis hermanos no iban a estar comigo.

-Sí, para mí tambien es duro tenerlos tan lejos-la mirada de Rosario se volvió triste durante unos pocos segundos.-Pero hay que dejar la melancolía a un lado y disfrutar, que hoy te casas y una no tiene la oportunidad todos los días de ejercer de madrina de un novio tan buen mozo. Voy a ser la envidia de todo Puente Viejo.

-Eso lo dice ustede porque me ve con buenos ojos-Alfonso le sonrió a su madre y besó la palma de su mano.

-Pues claro, tonto. Pero dejémonos de zalamerías que es hora de marchar-le dijo mientras se levantaba y lo instaba a seguirla.-Por cierto, hace un momento vino un zagal a traerte un regalo.

-¿Y de quién es?

-No lo sé. Sólo nos dijo que un hombre le había mandado entregar el paquete. Y cuando le preguntamos quien era el susodicho respondió que no lo había visto en la vida.

-Mucho misterio me parece a mí para un simple regalo.

-Sí, la verdad es que es un poco raro. Pero será mejor que lo abras. Está en la cocina.

Ambos salieron del cuarto. Mariana no pudo reprimir las ganas de abrazar a su hermano, casi con lágrimas en los ojos. En los últimos tiempos había perdido a Juan, desaparecido desde el día del incidente con los secuaces de Pardo. Y bien sabía Dios como echaba de menos la compañía y las bromas de Ramiro. Así que no pudo evitar cierta punzada de dolor al pensar que tambien Alfonso las iba a dejar, aunque lo pudieran ver prácticamente todos los días, pues la distancia entre su casa y la posada de los Ulloa se recorría en apenas unos minutos.

-Anda hija, sueltalo, que te vas a arrugar el vestido-le regañó su madre.

Cuando por fin la chiquilla soltó a su hermano se dispusieron a abrir el misterioso paquete. Era pequeño y estaba envuelto cuidadosamente. Al rasgar el papel de regalo pudieron ver un estuche de color vino y una tarjeta.

-¿Qué es?-preguntó intrigado.

-Compruebalo tú mismo-le dijo su madre mientras depositaba la cajita en sus manos. Alfonso palpó un par de alianzas.-¡Son preciosas!

-¡Pero si son de oro!-exclamó Mariana.-Y hay una nota.

-Pues leela hija, que estamos en ascuas. Esos anillos deben valer un dineral y nostros no tenemos parientos ricos.

La muchacha empezó a leer, pero le costó contener la emoción al reconocer aquella caligrafía tan familiar. ”Ojalá algún día puedas perdonarme. Sólo deseo que seas muy feliz”.

No había nínguna firma, pero no era necesario. Los tres supieron quien era el autor de aquel regalo, pero nadie dijo nada. Permanecieron en silencio, . Hasta que una voz conocida llegó desde la puerta.

-Pero bueno, ¿qué son esas caras de funeral?. Así que hago cientos de leguas en diligencia para venir a una fiesta y me encuentro con esto.

-¡Ramiro!¡Mi niño!-Rosario ya estaba abrazando a su hijo pequeño.

-¡Pero qué elegante estás!-su hermana lo miraba sorprendida y feliz.-Ese traje ha debido costarte un dineral.

-Alguna ventaja tendría el trabajar en una sastrería. Es un regalo del tío Antonio, que por cierto tambien le manda un regalo a este zoquete-dijo mientras le entregaba un gran paquete a su madre.-Creo que es una chaqueta, para que por una vez en la vida vaya elegante. ¿O pretendías ir así de zarapastroso a la iglesia?

-Tú sigue así, que te vas a ganar una buena colleja.

Ramiro por fin se encaminó hacia Alfonso. Ambos hermanos se abrazaron con fuerza.

-No sabes como me alegro de haber podido venir a tu boda. Y aunque me avergüence reconocerlo, te he echado mucho de menos.

-Y yo a ti, tunante.
#43
colgada
colgada
26/10/2011 23:56
:)
#44
Alfemi
Alfemi
27/10/2011 00:21
Madre mía, madre mía!!!Como esta el fic Pepa!!!!Me has hecho llorar un montón en ese pequeño relato...ains, te lo pido por favor, sigue que me dan aliento tus fics!
#45
eiza
eiza
27/10/2011 00:44
Aiiiis Pepa, aiiis Pepa, que se me ha olvidao que hoy tambien ha sio un dia de mierda'??? Voy a dormir y a soñar con la continuacion!!! DIIIIIOOOS COMO TE ADORO!!
#46
eiza
eiza
27/10/2011 00:50
Nghsa, el problema es que no estoy del todo segura llegados a este punto que sea por los links, en unos dias que nos desocupemos un poco fermaria y yo (maldito halloween) intentaremos solucionarlo, por ahora se queda asi, la otra parte esta bien, en esta en unos dias no se puede actualizar pero yo lo oy apuntando todo (todo lo que se me pone aqui o en la otra biblio, claro esta) y lo tengo pendiente de actualizacion, de echo intente arreglar lo de las partes del fic de la puebla y la cabecera no me dejo y yo que ya estoy arta lo he dejado estar unos dias, que tengo muchas cosas en la cabeza, de todas formas, hacerlo como dices, por personajes no seria suficiente solucion, ya que hay muchos rincones de alfonso y emilia, no me he parado a contarlos, pero quizas yo tuviera que quitar unos cinco rincones de aqui y traerme al menos 10 de la otra, asi que solucion no es, de todas formas muchas gracias por aportar ideas!!! Si se nos dice que si que hay limite de links entonces lo mas sencillo es dividirla en tres partes, total ya puestos una mas no seria problema y si no hay limite de links estonces tendrian que echarnos una mano con el codigo de esta parte porque habria algo mal que esta impidiendo que se edite bien, asi que esperaremos a ver esto que tal y una vez resuelta la duda pues ya veremos a ver que pasa. Por ahora de verdad no tenemos tiempo, ni una ni otra, de echo me voy a domir, buenas noches!
#47
Aricia
Aricia
27/10/2011 10:15
Muy bonito, Lapuebla. Espero con ganas la continuación
#48
martileo
martileo
27/10/2011 11:32
Lapuebla decirte que es bonito es poco, gracias por tener ese arte.
#49
olsi
olsi
27/10/2011 23:39
Lapuebla.... ARTISTA!!!! estoy deseando continuación!!! habrá no??? jejeje guiño
#50
lapuebla
lapuebla
28/10/2011 00:46
Os dejo continuación. Hoy necesitaba escribir algo así, aunque no ha quedado ni mucho menos como yo quería. Este tipo de escenas no son lo mío, pero bueno....

-DEUDAS COBARDES Y VÍCTIMAS (8º)
Los diez minutos que hubo de permanecer esperando a las puertas de la iglesia se le hicieron interminables. Sentía el corazón aporreando su pecho y le costaba prestar atención a todos aquellos que se acercaban a felicitarlo. Oía a su madre y a sus hermanos conversar, pero no escuchaba. Sus pensamientos no obedecían a su voluntad y por su mente pasaron los recuerdos de aquellos últimos y tan revueltos meses. Sintió el tacto de unos labios mientras el dolor le martirizaba la cabeza el día que despertó tras la paliza de los secuaces de Pardo. Y luego aquella negrura infinita. No podía distinguir el día de la noche y se sintió morir. Su vida ya no tenía sentido,y la pena se apoderó de él. Una tristeza tan grande que le hizo rechazar a la mujer que había amado toda la vida, pensando que sólo le tenía lástima. Fueron muchas más las lágrimas que derramó el día que la rechazó, que todas las que había vertido antes.

Intentó levantar un muro protector, pero ella lo derribó aquella mañana en la que las tretas de Pepa y Raimundo le llevaron a desahogarse, sin sospechar que Emilia pudiese estar escuchando. Aun podía recordar sus manos agarrándole el rostro, su eterno olor a lavanda y sobre todo, aquellas palabras. “Alfonso Castañeda, ¿quieres casarte comigo?”. Intentó negarse con gestos, pero ella lo obligó a callar, como hacía siempre. Sólo que en vez de reproches de su boca salieron palabras de amor. Y las piedras de aquella muralla que no lograron derribar las argumentos,las derribó con sus besos y sus caricias hasta que consiguió arrancarle un sí. Por eso, él estaba allí, en el atrio de la capilla, del brazo de su madre y su hermana,esperando a que Emilia llegase junto a un ogulloso Raimundo. Vendería su alma al diablo por poder contemplarla, aunque fuese sólo durante un segundo. Seguramente sería la novia más hermosa de toda la comarca, aunque él no pudiera verla.

Pero sí pudo sentir aquella mano que agarraba la suya para ayudarlo a caminar hacia el altar. Como pudo sentir sus labios cuando por fin don Anselmo dio por terminada la ceremonia. Lo que ocurrió entre ambos momentos, el sermón del párroco, los votos y las promesas, las alianzas, alguna que otra chanza de su hermano Ramiro, el llanto mal disimulado de Mariana, el sonido de la cámpanas, todo quedaba en una nebulosa imprecisa. Y lo mismo ocurrió con el banquete. Percibía la música, las risas y la algarabía, el olor de las viandas, el ruído de los vasos al brindar, las felicitaciones, los abrazos. Pero por momentos tuvo la sensación de que no era realmente él el que estaba allí y se dejó vencer por los temores, temores que se disipaban cuando sentía la mano de su mujer agarrando la suya.

El día estaba llegando a su fin. Eran ya pocos los invitados que quedaban en la taberna mientras las mujeres se afanaban en recoger todo, incluída Emilia, incapaz de dejar el mando de su cocina a nadie que no fuera ella misma. Alfonso estaba cansado y le pidió a Sebastián que lo ayudara a llegar hasta el cuarto que a partir de esa noche se convetiría en su hogar.

-Bueno, ya hemos llegado. ¿Seguro que no necesitas ayuda?

-No te preocupes, estoy bien. Sólo quería descansar un poco, que hoy ha sido un día de muchas emociones.

-Ni que lo digas-sonrió Sebastián.-Sabes, me alegro mucho de que te hayas convertido en mi cuñado. Estoy seguro de que mi hermana no podría haber encontrado hombre mejor que tú.

-Yo no estaría tan seguro….

-No digas tonterías. He visto como la quieres, mejor dicho, sé que la has querido siempre, que has estado a su lado, que eres capaza de anteponer su felicidad a la tuya…….y ya está bien, que nos vamos a poner sentimentales y hoy es un día de celebración. Sólo espero que seais muy felices, los dos.-Le dio un abrazo antes de dejarlo sólo en la habitación.

Rodeó la cama con cuidado, a tientas, tratando de memorizar cada objeto, y se sentó en el lado izquierdo. Sentía que le faltaba el aire. Se quitó el corbatín y se soltón el primer botón de la camisa sintiéndose aliviado. Sonrió para sus adentros al pensar en como se chancearía Ramiro si lo viera así de nervioso. Casí lo podía oír. “Mira tú, mi hermano, Alfonso Castañeda, que no se arredraba ante nada, hecho un flan en su noche de bodas”. Ni siquiera se había atrevido a soñar con aquel momento y ahora estaba allí, esperándola, asustado, preocupado.

Se levantó, se acercó a la ventana y buscó un recuerdo agradable que lo ayudara a calmarse. Tan ensimismado estaba en sus pensamientos que no la oyó llegar. Hasta que sintió sus brazos rodeándolo desde atrás y su boca en su espalda.

-Por fin-le susurró ella.

Permaneció en silencio. El miedo le atenazaba las entrañas.

-¿Qué te ocurre?-le preguntó obligándolo a girarse y quedar frente a ella.

-Tengo miedo.

-Y yo que pensaba que éramos las mujeres las que llegabamos asustadas a la noche de bodas-bromeó mientras el acariciaba la mejilla.

-Tengo miedo de no poder hacerte feliz-musitó.-Si ni siquiera puedo verte….

-Cállate-le mandó mientras lo besaba.-No puedes verme, pero puedes olerme, ……….besarme,…….tocarme.

En aquel instante Emilia guió sus manos con las suyas haciéndole recorrer su cara, su cuello, el contorno de su cintura, su pecho. Él se sintió estremecer al intuír su piel bajo el vestido y la atrajo hacia si, para besarla. Y el sabor de su saliva logró que el miedo desapareciera de repente.

No podía recordar los detalles de la ceremonia en la iglesia, ni lo acontecido durante la celebración en la taberna. Pero en su memoria quedaron grabados a fuego todos y cada uno de los minutos de aquella primera noche juntos.

Jamás podría olvidar la ansiedad al desvestirse el uno al otro, la emoción de poder acariciar aquella piel tantas veces soñada, el tacto de los dedos de ella sobre su espalda, el olor a lavanda de su cuello. Y el sabor de su cuerpo. Por momentos le supo a sal, mientras escuchaba como ella le susurraba. Y cuando la oyó gemir el sabor se tornó húmedo y dulce y supo que todos los sufrimientos que había padecido a lo largo de la vida habían valido la pena. No importaban las penurias y la estrecheces, las horas deslomándose en los campos, los celos que una vez lo corroyeron, los golpes de aquellos desalmados. Ni siquiera importaba la oscuridad de sus ojos si la tenía a ella y cada noche se podía perder en su interior.

Lo que no pudo recordar fue el momento en que se quedaron por fin dormidos. Sólo que al despertar abrazado a su mujer pudo distinguir un rayo de luz que entraba por la ventana.
(Continuará)
#51
CUQUINA37
CUQUINA37
28/10/2011 02:17
Pepa precioso.
#52
colgada
colgada
28/10/2011 08:08
Ayyy... menos mal!

Es lo que he dicho al terminar de leerlo bravo
#53
Aricia
Aricia
28/10/2011 10:27
Y tú eres la que dices que no te sale la vena romántica???

Ains, como la encuentres no sé que va a ser de nosotras. Precioso
#54
susivo
susivo
28/10/2011 10:47
Pepa, que preciosidad. Muchas gracias! como todo lo que escribes es una auténtica maravilla.
#55
martileo
martileo
28/10/2011 13:27
¡¡Que preciosidad por favor!!
#56
yolanada
yolanada
29/10/2011 00:12
Pepa, super bonito.
#57
Alfemi
Alfemi
29/10/2011 00:51
Ains Pepa, que precioso...y mas despues del capitulo de hoy....continua please!!!!que bonito!Jo, ahora espero ansiosa por saber si Alfonso recupera la vista!Que dulzura de hombre...
#58
eiza
eiza
29/10/2011 01:01
Pepa, siamesa, mil gracias, que tenia un dia de perros, y se me ha olvidao porque!!! muuuuuaaakkkksss eres la mejor!!
#59
LadyG
LadyG
29/10/2011 15:50
Holaaa, como no sé colgar los links en mi rincón espero que alguna de vosotras lo haga con el nuevo fic que he escrito:

https://www.formulatv.com/series/el-secreto-de-puente-viejo/foros/877/631/el-rincon-de-alfonso-y-emilia-post-para-hablar-de-esta-pareja/

Gracias por todo, sois increibles!!
#60
martileo
martileo
29/10/2011 16:45
A mi me pasa lo mismo LadyG, soy un desastre para esto de la informática así que dejo el enlace del último fic

Sueños Partes 1 y 2.
https://www.formulatv.com/series/el-secreto-de-puente-viejo/foros/877/633/el-rincon-de-alfonso-y-emilia-post-para-hablar-de-esta-pareja/
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