La Biblioteca (A - K)

Bueno, ahí va la continuación. Y os dejo porque tengo una tarde muy ajetreada, a pesar de que con la lluvia que por fin está cayendo lo que apetece es quedarse leyendo un buen libro al lado de la estufa.
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Durante los siguientes días Alfonso se propuso aprender a valerse por si mismo. Recorría la casa una y otra vez, contando los pasos, palpando con su manos cada esquina, cada recoveco, cada objeto, mermorizándolo todo. Aprendió a manejar una bara a modo de bastón que le permitía identificar los obstáculos antes de chocar contra ellos. Incluso empezó a colaborar en algunas tareas, ya que aun a ciegas era capaz de poner y retirar los cacharros de la mesa, lavar los platos, tender la ropa y doblarla cuando estaba seca. Hasta se atrevía a ayudar a su madre a pelar patatas o cortar las verduras, el queso o el chorizo sin hacerse un solo rasguño. No en vano siempre se había dado mucha maña con la navaja, cuando se entretenía dando forma a la madera para crear los objetos más variopintos.

A medida que se fue sintiendo más últil, su autoestima mejoraba y con ella su humor. Poco a poco empezó a disfrutar de la compañía de los amigos y los vecinos que venían a visitarlo, incluso volvía a contar viejas historias y a reírse con los cotilleos y los chascarrillos. Agradecía especialmente las visitas de Hipólito, pues el zagal de los Mirañar seguía siendo tan ocurrente como siempre y raro era el día que no le arrancaba una carcajada. Tambien mejoró el modo en el que trataba a Emilia. La muchacha no había sucumbido a la desesperación, ni durante aquellos días aciagos en los que la lengua de Alfonso se había vuelto cruel y trataba de mortificarla para alejarla de él. Ella siguió visitándolo todas las tardes, cuando el trabajo en la casa de comidas le permitía escaparse un rato para hacerle compañía o simplemente para verlo. Le siguió llevando sus platos favoritos y contándole anécdotas de la taberna. Al principio él ni siquiera la escuchaba o fingía no hacerle el más mínimo caso. Pero poco a poco sus monosílabos y sus bufidos fueron dando paso a preguntas y algún que otro comentario. “¿Cómo le van las cosas a Sebastián en la conservera? ¿Qué tal está Raimundo, que hace mucho tiempo que no parlamentamos? ¿Está mejor Pepa?”. Hasta que un día volvió a halagar los manjares que le traía como agasajo. “Emilia, estas lentejas están aun mejores que las que prepara mi madre. Este flan debe ser pecado. ¡Pero qué mano tienes para las torrijas!”. Al fin y al cabo seguía siendo la mejor cocinera de la comarca, y su mejor y más querida amiga. Bien cierto era que había renunciado hacía mucho tiempo a tenerla como mujer, pero quizás podrían seguir conservando aquella amistad tan especial que los unía desde la niñez. Y los amigos se ayudan en los malos momentos, se perdonan los errores y comparten los problemas. Era hora de preocuparse tambien por ella, que tanto había sufrido.

-Emilia, hace mucho tiempo que no hablamos del tema y no quisiera incomodarte pero……¿cómo estás?-preguntó con la misma voz tímida con la que solía interesarse por sus asuntos.

-Bien-contestó esbozando una gran sonrisa al ver que recuperaban la complicidad de antaño.-No puedo quejarme.

-No me mientas, que sé que lo del sinvergüenza ese ha sido un gran golpe. Pero tienes que hacer borrón y cuenta nueva, que ya verás como el día menos pensado aparece tu príncipe azul y pronto me estarás invitando a tu boda.

-Eso no va a ocurrir nunca.-Su voz sonó triste de repente.

-Pero ¿por qué dices semejante sandez, muchacha?. Si candidatos no han de faltarte-trató de animarla.

-Sí, no hay más que ver el historial que llevo-ironizó.- Primero perseguida por el bueno de Hipólito, que me juraba amor eterno y ahora anda rondando a tu hermana.-Los dos rieron de buena gana recordando tan original romance.

-Bueno, quizás será mejor que cambiemos de tema, que Mariana nos puede escuchar y no le va a gustar nada que nos chanceemos así de su enamorado. Además se está haciendo tarde y no me gusta que andes sóla de noche por los caminos.

-¿Y tú como sabes que está atardeciendo?-preguntó un tanto sorprendida.

-Pues porque hace rato que el sol ha dejado de calentarme la cara y estoy empezando a sentir frío.

-Tienes razón, será mejor que entres en casa y que yo regrese a la taberna, antes de que mi padre empiece a preocuparse.

Emilia se levantó del tronco arrimado a la pared oeste de la vivienda y que le había servido de asiento durante la tarde. Y sin pensarlo, como si fuera el gesto más natural del mundo, lo besó en la mejilla para despedirse. Cuando ella había dado sólo un par de pasos, Alfonso le habló de nuevo.

-Emlia….

-Dime…..

-¿Te importaría traerte mañana el libro de Veinte mil leguas de viaje submarino y leerme un poquito?. Es que desde pequeño siempre me han gustado mucho las aventuras del capitán Nemo.

-Te prometo que así lo haré.

Gracias lapuebla!! mil gracias por traernos estas historias que me tienen el alma en vilo!!!
Seguro que no te apetece quedarte en casa a escribir??? jejejeje

Os dejo un fic que he escrito!!Espero que os guste se titula RISAS

https://www.formulatv.com/series/el-secreto-de-puente-viejo/foros/877/617/el-rincon-de-alfonso-y-emilia-post-para-hablar-de-esta-pareja/

Que bonito todo...ayss sois unas artistas.

Chicas, entre los fics que dejáis en la biblio y los que dejáis en el hilo, no se me ocurre mejor manera de haber pasado parte de la tarde del domingo...

Ains, love is in the air!!!!

Por cierto, colgada, se te dan genial escribir cartas :)

Pepa!!!!Que preciosidad por favor!!!!!Continua ese fic, me tiene con el alma en vilo!!!! Que grande eres!

Bueno, como la mayor parte de la historia ya estaba colgada en este hilo, dejo aquí la continuación. Mañana, si tengo un ratito, la recopilo toda y la cuelgo toda junta en la otra biblioteca (P-Z), que es el lugar que me corresponde. Por cierto, muchas gracias por el esfuerzo que habei hecho poniendo orden con los fics.Y pido disculpas por no haber sido de gran ayuda (prometo intentar mejorar mi manejo de la informática) y por haber llenado la bibilio de relatos. Me da hasta un poco de corte ver tanto título debajo de mi nombre.

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Todas las tardes durante los siguientes días repitieron el mismo ritual. Alfonso esperaba a Emilia sentado en un viejo tronco apoyado en la pared. Cuando ella lograba escaparse de la casa de comidas corría a sentarse a su lado. Él le preguntaba como había ido el día por la taberna y ella le contaba alguna anécdota divertida. Despues cogía el libro entre sus manos y le leía un par de capítulos, hasta que sentían como el sol empezaba a bajar en el horizonte y notaban el frío del atardecer. Si por casualidad el día estaba lluvioso, entraban al interior de la casa y se ocupaan las sillas de la cocina. Pero la cita con el capitán Nemo era siempre obligada.

Emilia leía despacio, recreándose en los personajes de Julio Verne. Él sonreía. Por momentos volvía a ser un crío de once años que escuchaba boquiabierto las historias que les relataba Raimundo mientras devoraban la merienda que les había preparado Rosario. De vez en cuando, ella alzaba la vista del libro y miraba aquella sonrisa. Y durante unos segundos se sentía feliz. Sólo porque lo veía feliz a él. Qué extraño era aquel sentimiento que le invadía desde hacía semanas. No alcanzaba a comprender por qué toda su existencia giraba en torno a aquel par de horas que pasaba en casa de los Castañeda. Desde siempre había disfrutado con la lectura de Veinte mil leguas de viaje submarino, pero no tanto como durante esas tardes sentados al sol. Ojalá aquel libro tuviese un millón de páginas para pasar el resto de su vida leyendo para él. Pero hay cosas que no pueden ser.

-Yo lo espero. Espero también que su potente aparato haya vencido al mar en su más terrible abismo, que el Nautilus haya sobrevivido allí donde tantos navíos han perecido. Si así es, si el capitán Nemo habita todavía el océano, su patria adoptiva, ¡ojalá pueda el odio apaciguarse en su feroz corazón! ¡Que la contemplación de tantas maravillas apague en él el espíritu de venganza! ¡Que el justiciero se borre en él y que el sabio continúe la pacifica exploración de los mares! Si su destino es extraño, es también sublime. ¿No lo he comprendido yo mismo? ¿No he vivido yo diez meses esa existencia extranatural? Por ello, a la pregunta formulada hace seis mil años por el Eclesiastés: «¿Quién ha podido jamás sondear las profundidades del abismo?», dos hombres entre todos los hombres tienen el derecho de responder ahora. El capitán Nemo y yo. Se acabó.
Emilia cerró el libro ambos permanecieron en silencio un buen rato.

-Parece que tu admirador secreto tenía buen gusto para los libros-habló por fin Alfonso.

-Sí, la verdad es que siempre acertaba con los regalos. Lástima que nunca llegué a saber quien era. Por lo menos le habría agradecido los presentes.

Quizás si las circunstancias fuesen otras jamás lo hubiera hecho. Pero ya no había nada que perder y seguramente acabarían riéndose ambos al quedar desvelado el secreto.

-Me basta con que sigas leyéndome libros.

-¿Qué quieres decir?-preguntó ella incrédula ante lo que estaba oyendo.

-Pues que el mejor agradecimiento que puedes hacerme es seguir viniendo todas las tardes a leerme un ratito.

-Entonces…..tú……tú…….

-Sí, yo era quien te hacía los misteriosos regalos-le sonrió tratando de quitarle trascendencia al asunto.

-Pero…¿por qué?-le costaba juntar las palabras para hacer frases coherentes.

-Porque sí, porque quería verte feliz, porque quería que te dieras cuenta de lo que valías, porque pensaba que tal vez tú y yo….algún día……..-ahora era él el que no encontraba las palabras adecuadas.-Déjalo, ahora ya no importa.

-¿Y por qué nunca me dijiste nada?-le preguntó al fin mientras le cogía la mano entre las suyas.

-Lo intenté…… pero ya te he dicho que no tiene importancia-le contestó mientras retiraba bruscamente la mano.-Y ahora es mejor que te vayas, que se está haciendo tarde y no quiero que Raimundo me eche en cara tu ausencia. Mañana será otro día.

Emilia emprendió el regreso a casa. Si alguien le preguntara no sabría decir que senda escogió, ni los nombres de los vecinos con los que se cruzó, ni si hacía frío calor, ni siquiera podría decir si era de noche o de día. Tampoco podría explicar si era inmensamente feliz o si, por el contrario, se sentía de nuevo la mujer más desdichada. Lo único que sabía es que algo estaba aporrenado su mente y su corazón.

Cuando ya estaba cruzando la plaza estuvo a punto de dar media vuelta y regresar a casa de los Castañeda. Sentía el deseo incontenible de abrazarlo. Pero la voz de su padre llamándola desde la puerta de la taberna la sacó de su ensoñación.

pepa no te preocupes, k komo esta todo enlazado no tienes k molestarte en volver a ponerlo todo en la otra parte de la biblio, lo k si me gustaria pedirte es k kompruebes k van todos los links a donde tienen k ir, vamos k sean las partes y los fics k son k esk ha sido mucho lo k he echo en un dia y ya no estoy segura, estoy un pelin perdidilla vamos.

BUENO ESTO LO PONGO PARA TODAS, NO PASA NADA PORQUE SE SUBA AQUI O EN LA OTRA BIBLIOTECA, O EN CUALQUIER POST, ESO ME DA IGUAL, LO QUE SI OS PIDO, A PODER SER ES QUE LA BIBLIOTECA DE LA L-Z SE VA A QUEDAR TERMINADA ESTA NOCHE Y ME GUSTARIA QUE TODO EL QUE TENGA SU RINCON ALLI COMPRUEBE A SER POSIBLE QUE SUS FICS ESTEN BIEN, Y QUE EN LOS SIGUIENTES FICS DEJEN ALLI EL ENLACE PARA QUE NO TENGA QUE ESTAR YO DANDO VUELTAS DE UNA BIBLIO A OTRA, NI YO NI MARI, ES DECIR, POR EJEMPLO ARICIA DEJA AQUI SUS LINKS CON EL TITULO Y OLSI LOS DEJA EN LA OTRA, LA BIBLIOTECA DE LA A-K SE VA A INTENTAR HACER ALGO MAÑANA, PERO NO SE PROMETE NADA!! K EL TIEMPO ANDA ESCASO!!!

(Pepa cuando acabe te leo k aun me keda un poco pero tngo muchas ganas y a colgada tb)

lapuebla, estoy con el corazón encogido. snif.

Vale Pepa ya te he leido y estoy llorando desde el segundo parrafo, ala me voy a comer chocolate y cuando se me pase vuelvo a leer a colgada!

4.44 Prueba cabecera

4.50 Cabecera correcta

Me voy a dormir, mañana te la mando!!!

Edito, cabecera finalizada, he añadido los tres banners nuevos (Aha, Anfrjaun y colgada) y va de camino por mail hacia fermaria, cuando pueda la actualiza!!!

Espero que os gusten los banners, queria subcontratar a mi hermano pero esta en el insti y me ha tocado hacerlos a mi ;P

Eiza que nerviossssss ¿cómo será?¿cómo será?

jajajaja quieres ver tu banner???? que te lo busco en el correo y te lo pongo para que lo veas!!!!!! Mari sigue en el currele...

Aiiisss que chula sa kedao!!! Por fin, oye que me he quedao descansando jejejeje

Fermaria si puedes añade mi "rincón" XD, el rincón de Álex no de anfrjaun, ¿tu pones las fotos?

No Alex, tu banner lo he echo yo, pero tranquilo, tenia el psd y ya lo he editado, te lo dejo para que lo veas y se lo mando a ferma por privado para que cuando pueda lo edite.

¡Gracias Eiza XD!

Eiza, Fermaría, una sugerencia. Si os sigue dando problemas lo que podéis hacer es una biblioteca por personaje, es decir, que en vez de dividirlo por letras hagáis una biblioteca para Alfonso y Emilia, otra para Francisca y Raimundo, otra para Sebastián y Soledad y otra para Tristán y Pepa. La única pega es qué algunas se quedarían muy cortas asi que tendréis que consultarlo con las que están escribiendo.

O también podríamos dividir la biblioteca en dos. Por un lado la biblioteca de alfonso y emilia ya que son los que más tienen y por otro lado la biblioteca de la casona y poner a los demás para no dejar sola a miri con sebastián.