Foro El secreto de Puente Viejo
La Biblioteca (A - K)
#0
17/08/2011 13:26
EL RINCÓN DE AHA
El destino.
EL RINCÓN DE ÁLEX
El Secreto de Puente Viejo, El Origen.
EL RINCÓN DE ABRIL
El mejor hombre de Puente Viejo.
La chica de la trenza I, II, III, IV, V, VI, VII, VIII.
EL RINCÓN DE ALFEMI
De siempre y para siempre.
Hace frío I, II.
Pensando en ti.
Yo te elegí a ti.
EL RINCÓN DE ANTOJEP
Bajo la luz de la luna I, II, III, IV.
Como un rayo de sol I, II, III, IV.
La traición I, II.
EL RINCÓN DE ARICIA
Reacción I, II, III, IV.
Emilia, el lobo y el cazador.
El secreto de Alfonso Castañeda.
La mancha de mora I, II, III, IV, V.
Historias que se repiten. 20 años después.
La historia de Ana Castañeda I, II, III, VI, V, Final.
EL RINCÓN DE ARTEMISILLA
Ojalá fuera cierto.
Una historia de dos
EL RINCÓN DE CAROLINA
Mi historia.
EL RINCÓN DE CINDERELLA
Cierra los ojos.
EL RINCÓN DE COLGADA
Cartas, huidas, regalos y el diluvio universal I-XI.
El secreto de Gregoria Casas.
La decisión I,II, III, IV, V.
Curando heridas I,II, III, IV, V, VI, VII, VIII, IX, X, XI, XII, XIII.
una nueva vida I,II, III
EL RINCÓN DE CUQUINA
Lo que me sale de las teclas.
El origen de Tristán Ulloa.
EL RINCÓN DE EIZA
En los ojos de un Castañeda.
Bajando a los infiernos.
¡¿De qué?!
Pensamientos
EL RINCÓN DE FERMARÍA
Noche de bodas. (Descarga directa aquí)
Lo que no se ve.
En el baile.
De valientes y cobardes.
Descubriendo a Alfonso.
¿Por qué no me besaste?
Dejarse llevar.
Amar a Alfonso Castañeda.
Serenidad.
Así.
Quiero.
El corazón de un jornalero (I) (II).
Lo único cierto I, II.
Tiempo.
Sabor a chocolate.
EL RINCÓN DE FRANRAI
Un amor inquebrantable.
Un perfecto malentendido.
Gotas del pasado.
EL RINCÓN DE GESPA
La rutina.
Cada cosa en su sitio.
El baile.
Tomando decisiones.
Volver I, II.
Chismorreo.
Sola.
Tareas.
El desayuno.
Amigas.
Risas.
La manzana.
EL RINCÓN DE INMILLA
Rain Over Me I, II, III.
EL RINCÓN DE JAJIJU
Diálogos que nos encantaría que pasaran.
EL RINCÓN DE KERALA
Amor, lucha y rendición I - VII, VIII, IX, X, XI (I) (II), XII, XIII, XIV, XV, XVI,
XVII, XVIII, XIX, XX (I) (II), XXI, XXII (I) (II).
Borracha de tu amor.
Lo que debió haber sido.
Tu amor es mi droga I, II. (Escena alternativa).
PACA´S TABERN I, II.
Recuerdos.
Dibujando tu cuerpo.
Tu amor es mi condena I, II.
Encuentro en la posada. Historia alternativa
Tu amor es mi condena I, II, III, IV, V, VI, VII, VIII, IX, X, XI, XII, XIII, XIV, XV, XVI
#741
08/10/2011 14:21
haber necesitamos vuestra ayuda vamos muyyy justitas en los premios magazine si alex gana pero por decimas y PEPA NNUESTRA MEGAN va perdiendo por poco si pero pierde,asi qeu necesitamos vuestra ayuda,teneis que pasaros por el hilo y votarlos,nos queda poco mas de una semana,,OS NECESITAMOS POR FAVOR! o dejo el link,y si queires nos harias un favor si lo pones arriba para que no se pierda muchas gracias!!!!!!
MENCION ESPECIAL VOTAR PORFA!::
MENCION ESPECIAL VOTAR PORFA!::
#742
08/10/2011 16:19
Pepa, ¡tu público te reclama!
#743
08/10/2011 16:48
Lapuebla... me postro ante tus pies... ME ENCANTAAAAAAAA!!! Necesito que sigas!
No sé si habéis visto la telenovela amor real, pero aunque no es lo mismo, me ha recordado un poco... los protas se casan estando ella enamorada de otro... hasta que al final se enamora de su marido, pero es preciosa de verdad, os la recomiendo
Muchísimas gracias por el relato la puebla! ;)
No sé si habéis visto la telenovela amor real, pero aunque no es lo mismo, me ha recordado un poco... los protas se casan estando ella enamorada de otro... hasta que al final se enamora de su marido, pero es preciosa de verdad, os la recomiendo
Muchísimas gracias por el relato la puebla! ;)
#744
08/10/2011 17:14
¡Que bonito Lapuebla! , has sabido plasmar de que manera quiere Alfonso a Emilia ... pero no nos dejes asi, mujer ...
#745
09/10/2011 00:31
Ahí va la continuación. Lo siento, pero sigo haciendo sufrir a nuestra pareja, como si de los mismísimos lionistas de A3 se tratase.....Prometo que tengo en mente un final feliz, pero no encuentro las palabras adecuadas para plasmarlo. Ah, y gracias por vuestras palabras!!
-UNA PETICIÓN SORPRENDENTE-(Continuación)
Lentamente fue abriendo los ojos mientras levantaba la cabeza y la giraba para ver el rostro de su mujer. No podría describir la alegría que sintió durante aquellos primeros segundos al ver que por fin ella había recobrado la cosciencia.
-Emilia, tranquila…..Estoy aquí-trató de decirle aunque la emoción casi anulaba su garganta
-Alfonso………¿qué ha pasado?-preguntó ella con voz muy débil
-Nada, has tenido…….un percance, pero ahora tienes que descansar-trató de tranquilizarla mientras apretaba su mano entre las suyas-Voy a llamar a Pepa y a la doctora Casas.
-Tengo mucha sed-se quejó Emilia sintiendo sus labios agrietados por la fiebre.
-Eso es buena señal-le dijo sonriendo mientras llenaba un vaso de agua y se lo acercaba a la boca-Toma, bebe despacito….Muy bien. Y ahora descansa que voy avisar a Pepa y a tu padre. ¡No sabes qué alegría se van a llevar!.
Colocó de nuevo el vaso en la mesilla y le dio un beso en la frente antes de salir de la habitación y empezar a llamar a gritos a su suegro.
-¡Raimundo!. Salga, que ya se ha despertado-dijo mientras golpeaba la puerta del cuarto. Tambien Pepa y Sebastián salieron al pasillo al escuchar los gritos.
-¿Qué sucede, Alfonso?-preguntó preocupada ante la mirada tambien expectante de Raimundo-¿Emilia está bien?
-Se ha despertado hace un momento y tiene sed-contestó con una gran sonrisa mientras colocaba una mano en el hombro de su suegro.
Sebastián lo abrazó emocionado. El Ulloa sentía un profundo afecto por su cuñado, por todas las veces que había estado al lado de su familia en los momentos más duros pero, sobre todo, por la devoción que había demostrado hacia su hermana.
-Gracias a Dios-suspiró Pepa-Vete avisar a la doctora, que ahora que está despierta seguro que quiere darle alguna medicina que la ayude a restablecerse.
Aunque preferiría quedarse al lado de su mujer obedeció la orden de Pepa y se fue en busca de la galena. Al salir a la plaza vacía se dio cuenta que era aun muy temprano, por lo que la doctora Casas no estaría en el consultorio. Así que se dirigió a la casa que el ayuntamiento le había proporcionado como morada, una vivienda situada en la parte más alta del pueblo. Recorrió tan rápido el trayecto que le faltaba el aliento cuando llegó a la puerta de la galena. Entre jadeos logró explicarle que Emilia se había despertado. La galena, conmovida y alegre a partes iguales le habló con un tono cariñoso que jamás se le había escuchado.
-Tranquilo, hombre, que son muy buenas noticias. Lo peor ya ha pasado. Regresa a tu casa, que yo voy en cuanto me vista y coja mi maletín.
-UNA PETICIÓN SORPRENDENTE-(Continuación)
Lentamente fue abriendo los ojos mientras levantaba la cabeza y la giraba para ver el rostro de su mujer. No podría describir la alegría que sintió durante aquellos primeros segundos al ver que por fin ella había recobrado la cosciencia.
-Emilia, tranquila…..Estoy aquí-trató de decirle aunque la emoción casi anulaba su garganta
-Alfonso………¿qué ha pasado?-preguntó ella con voz muy débil
-Nada, has tenido…….un percance, pero ahora tienes que descansar-trató de tranquilizarla mientras apretaba su mano entre las suyas-Voy a llamar a Pepa y a la doctora Casas.
-Tengo mucha sed-se quejó Emilia sintiendo sus labios agrietados por la fiebre.
-Eso es buena señal-le dijo sonriendo mientras llenaba un vaso de agua y se lo acercaba a la boca-Toma, bebe despacito….Muy bien. Y ahora descansa que voy avisar a Pepa y a tu padre. ¡No sabes qué alegría se van a llevar!.
Colocó de nuevo el vaso en la mesilla y le dio un beso en la frente antes de salir de la habitación y empezar a llamar a gritos a su suegro.
-¡Raimundo!. Salga, que ya se ha despertado-dijo mientras golpeaba la puerta del cuarto. Tambien Pepa y Sebastián salieron al pasillo al escuchar los gritos.
-¿Qué sucede, Alfonso?-preguntó preocupada ante la mirada tambien expectante de Raimundo-¿Emilia está bien?
-Se ha despertado hace un momento y tiene sed-contestó con una gran sonrisa mientras colocaba una mano en el hombro de su suegro.
Sebastián lo abrazó emocionado. El Ulloa sentía un profundo afecto por su cuñado, por todas las veces que había estado al lado de su familia en los momentos más duros pero, sobre todo, por la devoción que había demostrado hacia su hermana.
-Gracias a Dios-suspiró Pepa-Vete avisar a la doctora, que ahora que está despierta seguro que quiere darle alguna medicina que la ayude a restablecerse.
Aunque preferiría quedarse al lado de su mujer obedeció la orden de Pepa y se fue en busca de la galena. Al salir a la plaza vacía se dio cuenta que era aun muy temprano, por lo que la doctora Casas no estaría en el consultorio. Así que se dirigió a la casa que el ayuntamiento le había proporcionado como morada, una vivienda situada en la parte más alta del pueblo. Recorrió tan rápido el trayecto que le faltaba el aliento cuando llegó a la puerta de la galena. Entre jadeos logró explicarle que Emilia se había despertado. La galena, conmovida y alegre a partes iguales le habló con un tono cariñoso que jamás se le había escuchado.
-Tranquilo, hombre, que son muy buenas noticias. Lo peor ya ha pasado. Regresa a tu casa, que yo voy en cuanto me vista y coja mi maletín.
#746
09/10/2011 00:34
Deshizo el trayecto hasta la plaza, pero ya con un paso más sosegado. Al llegar a la fuente se cruzó con una muchacha que llevaba un niño en brazos. En aquel momento un nuevo nubarrón ensombreció su ánimo. Emilia había perdido al hijo que esperaba, un niño que aunque no fuese suyo él estaba dispuesto a criar como si de su propia sangre se tratara. ¿Cómo le afectaría a ella aquel golpe, el peor que podía recibir una mujer?. ¿Qué podría hacer él para mitigar aquel dolor? Mascullando esos negros pensamientos llegó a la casa de comidas. Entró por el patio y se dirigió a su habitación. Se detuvo a pocos metros de la puerta al escuchar la voz de Pepa.
-Cariño, no intentes buscar un porqué, son cosas que ocurren y mucho más a menudo de lo que la gente cree. Por desgracia he visto muchos casos así, pero la vida sigue. Ahora tienes que descansar y recuperarte.
-Pepa, ahora entiendo tu dolor…….Me siento vacía…..muerta….sin esperanza.
Se acercó un poco más, hasta que pudo vislumbrar el rostro de Emilia anegado en lágrimas. Nunca había soportado verla llorar, pero el dolor que experimentaba en aquel momento no se podía comparar a ninguno que hubiese padecido en el pasado. Deseaba abrazarla, estrecharla contra su pecho, protegiéndola y susurrándole palabras de ánimo, decirle que tendría más hijo.”Tendremos todos los hijos que tú quieras, uno, dos o una docena”.
Pero el miedo a sentirse rechazado podía más. Permaneció en silencio, viendo como su mujer lloraba abrazada a Pepa, hasta que las voces de Raimundo y la doctora Casas sonaron al fondo del pasillo. Mientras la galena y la partera examinaban a Emilia, le dijo a su suegro que debía irse al tajo, que había mucho trabajo atrasado. Raimundo, aunque un tanto sorprendido, no dijo nada. Bien conocía la timidez de aquel hombre cuando de ciertos asuntos se trataba. Quizás sólo quería dejar descansar a Emilia tranquila.
Pasó todo el día deslomándose en los campos. Soportó el sol abrasador sin comer ni beber. Su cuerpo no padecía. Sólo podía pensar en el sufrimiento de su mujer. No podía quitar de su mente la imagen de Emilia llorando desconsoladamente y aquellas duras palabras “vacía, muerta, sin esperanzas”.
-Cariño, no intentes buscar un porqué, son cosas que ocurren y mucho más a menudo de lo que la gente cree. Por desgracia he visto muchos casos así, pero la vida sigue. Ahora tienes que descansar y recuperarte.
-Pepa, ahora entiendo tu dolor…….Me siento vacía…..muerta….sin esperanza.
Se acercó un poco más, hasta que pudo vislumbrar el rostro de Emilia anegado en lágrimas. Nunca había soportado verla llorar, pero el dolor que experimentaba en aquel momento no se podía comparar a ninguno que hubiese padecido en el pasado. Deseaba abrazarla, estrecharla contra su pecho, protegiéndola y susurrándole palabras de ánimo, decirle que tendría más hijo.”Tendremos todos los hijos que tú quieras, uno, dos o una docena”.
Pero el miedo a sentirse rechazado podía más. Permaneció en silencio, viendo como su mujer lloraba abrazada a Pepa, hasta que las voces de Raimundo y la doctora Casas sonaron al fondo del pasillo. Mientras la galena y la partera examinaban a Emilia, le dijo a su suegro que debía irse al tajo, que había mucho trabajo atrasado. Raimundo, aunque un tanto sorprendido, no dijo nada. Bien conocía la timidez de aquel hombre cuando de ciertos asuntos se trataba. Quizás sólo quería dejar descansar a Emilia tranquila.
Pasó todo el día deslomándose en los campos. Soportó el sol abrasador sin comer ni beber. Su cuerpo no padecía. Sólo podía pensar en el sufrimiento de su mujer. No podía quitar de su mente la imagen de Emilia llorando desconsoladamente y aquellas duras palabras “vacía, muerta, sin esperanzas”.
#747
09/10/2011 00:38
Ya hacía un buen rato que había anochecido cuando estuvo de regreso en la posada. Se encontró con Hipólito sirviendole un chato de vino a don Anselmo. Al final, aquel zagal al que todos consideraban un zoquete, había resultado ser un amigo servicial, dispuesto a echar una mano en lo que fuera menester. Durante los últimos días había estado ayudando en la casa de comidas y siempre tenía una palabra de ánimo. “No te preocupes, Alfonso, que Emilia es la muchacha más buena que he conocido y sabe que no nos puede dejar sólos, que Puente Viejo no sería lo mismo sin ella”. Al final, iba a resultar que Mariana había tenido suerte de ennoviarse con el hijo del alcalde.
Fue Raimundo el primero que se percató de su llegada. Su rostro mostraba el cansancio acumulado y las secuelas de la angustia vivida en los últimos días. Dos surcos morados rodeaban sus ojos y en su perilla empezaban a notarse algunas canas más. Pero lo más inquietante era ver la tristeza de su mirada.
-Hijo, anda siéntate con don Anselemo que seguro que traes un hambre de mil demonios-le instó su suegro.
-No se preocupe Raimundo, que no tengo apetito-le contestó tratando de esbozar una sonrisa.
-Anda zagal, hazle caso a tu suegro-insistió el cura-Que a este paso vas a enfermar. Sí,no me mires con esa cara, que ya me contó Raimundo que llevas varios días sin acostarte y que apenas has comido. Pero ahora que Emilia está bien no tienes de que preocuparte.
-Le agradezco la preocupación, don Anselmo,pero de verdad que no tengo hambre. Además, mire como vengo-dijo señalando sus ropas llenas de tierra y sudor. Creo que primero debería asearme e ir a ver como está mi mujer.
-Tienes razón, muchacho. Lo primero es lo primero-le contestó con una apacible sonrisa-Pero despues prometeme que vendrás acompañarnos a tomar un poco de vino y probar el guiso que sorprendentemente ha logrado cocinar Hipólito. Por Dios, ¿Quién iba a decir que el joven Mirañar tendría mano para los fogones?.
-No se preocupe, que lo haré. Y ahora, si me disculpan voy a lavarme y cambiarme de ropa.
Se cruzó con su suegro cuando se dirigía al patio a lavarse. Raimundo no pudo dejar de sentir que algo extraño le sucedía a su yerno, pero no se atrevió a importunarlo. “Quizás sólo sean imaginaciones mías, o el cansancio acumulado”.
-Raimundo, ¿cómo está Emilia?-preguntó con voz temerosa.
-Bien, dentro de lo que cabe. Pepa ha estado con ella todo el día y la doctora Casas ha dicho que parece que ya está fuera de peligro. Aunque deberá guardar reposo durante una buena temporada y………..nada de ……..bueno, ya me entiendes,.....nada en dos meses, que su cuerpo no resistiría un nuevo embarazo-logró decir superando el pudor.
-No se procupe-respondió Alfonso bajando la mirada-que la salud de Emilia es lo primero.
Cómo iba a confesarle que no habían consumado el matrimonio, que cada noche se tumbaba a su lado sin tocarla, conformándose con intuír su cuerpo y aspirar el aroma de su piel. Cómo decirle que se mordía los labios para no besarla, que sólo la abrazaba en sus sueños, que había perdido la esperanza de acariciarla.
Entró sigiloso en la habitación, que estaba completamente a oscuras. Escuchó la respiración pausada de Emilia y se sintió aliviado. Alivio por ver que estaba mejor, durmiendo tranquilamente. Y alivio por no tener que hablarle, porque en aquel momento creía que nada de lo él pudiese decirle iba a aliviar el dolor ella sentía.
A tientas buscó una manta en el arcón y un viejo cojín y se tumbó en el suelo, dispuesto a velar de nuevo su sueño, sin que ella lo supiese. Como tantas otras veces a lo largo de su vida, cuando sin ser visto se preocupaba de que nada pudiera hacerle daño a la pequeña de los Ulloa.
Fue Raimundo el primero que se percató de su llegada. Su rostro mostraba el cansancio acumulado y las secuelas de la angustia vivida en los últimos días. Dos surcos morados rodeaban sus ojos y en su perilla empezaban a notarse algunas canas más. Pero lo más inquietante era ver la tristeza de su mirada.
-Hijo, anda siéntate con don Anselemo que seguro que traes un hambre de mil demonios-le instó su suegro.
-No se preocupe Raimundo, que no tengo apetito-le contestó tratando de esbozar una sonrisa.
-Anda zagal, hazle caso a tu suegro-insistió el cura-Que a este paso vas a enfermar. Sí,no me mires con esa cara, que ya me contó Raimundo que llevas varios días sin acostarte y que apenas has comido. Pero ahora que Emilia está bien no tienes de que preocuparte.
-Le agradezco la preocupación, don Anselmo,pero de verdad que no tengo hambre. Además, mire como vengo-dijo señalando sus ropas llenas de tierra y sudor. Creo que primero debería asearme e ir a ver como está mi mujer.
-Tienes razón, muchacho. Lo primero es lo primero-le contestó con una apacible sonrisa-Pero despues prometeme que vendrás acompañarnos a tomar un poco de vino y probar el guiso que sorprendentemente ha logrado cocinar Hipólito. Por Dios, ¿Quién iba a decir que el joven Mirañar tendría mano para los fogones?.
-No se preocupe, que lo haré. Y ahora, si me disculpan voy a lavarme y cambiarme de ropa.
Se cruzó con su suegro cuando se dirigía al patio a lavarse. Raimundo no pudo dejar de sentir que algo extraño le sucedía a su yerno, pero no se atrevió a importunarlo. “Quizás sólo sean imaginaciones mías, o el cansancio acumulado”.
-Raimundo, ¿cómo está Emilia?-preguntó con voz temerosa.
-Bien, dentro de lo que cabe. Pepa ha estado con ella todo el día y la doctora Casas ha dicho que parece que ya está fuera de peligro. Aunque deberá guardar reposo durante una buena temporada y………..nada de ……..bueno, ya me entiendes,.....nada en dos meses, que su cuerpo no resistiría un nuevo embarazo-logró decir superando el pudor.
-No se procupe-respondió Alfonso bajando la mirada-que la salud de Emilia es lo primero.
Cómo iba a confesarle que no habían consumado el matrimonio, que cada noche se tumbaba a su lado sin tocarla, conformándose con intuír su cuerpo y aspirar el aroma de su piel. Cómo decirle que se mordía los labios para no besarla, que sólo la abrazaba en sus sueños, que había perdido la esperanza de acariciarla.
Entró sigiloso en la habitación, que estaba completamente a oscuras. Escuchó la respiración pausada de Emilia y se sintió aliviado. Alivio por ver que estaba mejor, durmiendo tranquilamente. Y alivio por no tener que hablarle, porque en aquel momento creía que nada de lo él pudiese decirle iba a aliviar el dolor ella sentía.
A tientas buscó una manta en el arcón y un viejo cojín y se tumbó en el suelo, dispuesto a velar de nuevo su sueño, sin que ella lo supiese. Como tantas otras veces a lo largo de su vida, cuando sin ser visto se preocupaba de que nada pudiera hacerle daño a la pequeña de los Ulloa.
#748
09/10/2011 00:53
Pepa...por dios sigue...con el corazon en un puño estoy.
#749
09/10/2011 01:54
Lapuebla... de verdad, de verdad que me encanta!!!! quiero massssssssssss!!! jajaja como es eso de que no encuentras las palabras?? pero si parecen tus aliadas! de verdad que me quito el sombrero....BRAVOOOOOO
Os dejo la segunda parte de "Reproches"
https://www.formulatv.com/series/el-secreto-de-puente-viejo/foros/877/580/el-rincon-de-alfonso-y-emilia-post-para-hablar-de-esta-pareja/
Os dejo la segunda parte de "Reproches"
https://www.formulatv.com/series/el-secreto-de-puente-viejo/foros/877/580/el-rincon-de-alfonso-y-emilia-post-para-hablar-de-esta-pareja/
#750
09/10/2011 04:50
Pepa... me matas lentamente....
Que bonito en serio... me quedo sin palabras a la hora de describir lo que haces que sienta con tus escritos... Muchas gracias.. y que continue por favor "(^_^)"
Edito: Olsi...el tuyo super engachada me tiene... precioso....muchas gracias a ti tambien...
Que bonito en serio... me quedo sin palabras a la hora de describir lo que haces que sienta con tus escritos... Muchas gracias.. y que continue por favor "(^_^)"
Edito: Olsi...el tuyo super engachada me tiene... precioso....muchas gracias a ti tambien...
#751
09/10/2011 12:42
Pues aquí dejo la tercera parte de REPROCHES ;)
https://www.formulatv.com/series/el-secreto-de-puente-viejo/foros/877/581/el-rincon-de-alfonso-y-emilia-post-para-hablar-de-esta-pareja/
https://www.formulatv.com/series/el-secreto-de-puente-viejo/foros/877/581/el-rincon-de-alfonso-y-emilia-post-para-hablar-de-esta-pareja/
#752
09/10/2011 14:43
Verdaderamente, Pepa y Olsi me teneis enamorada de vuestros fics!!
#753
09/10/2011 16:34
Pepa, estás haciendo sufrir a Alfonso, a Emilia y a medio foro... Que vas a conseguir ponerme sensiblona, jopé. Menos mal que sé que el final feliz que nos estás cuajando va a merecer la pena. Porque habrá final feliz, estoy segura de ello. ;)
Olsi, ¿dónde te firmo, hermosa? Cuando leo esas escenas tan bonitas, me dan ganas de hacer una colecta y enviarles un donativo a los guionistas, a ver si son capaces de escribir una cosa medianamente parecida. Precioso.
Gracias a todas por alegrarnos los días con tanta buena lectura. :)
Olsi, ¿dónde te firmo, hermosa? Cuando leo esas escenas tan bonitas, me dan ganas de hacer una colecta y enviarles un donativo a los guionistas, a ver si son capaces de escribir una cosa medianamente parecida. Precioso.
Gracias a todas por alegrarnos los días con tanta buena lectura. :)
#754
09/10/2011 18:31
Muchas gracias chicas! Es un verdadero honor que me digais esas cosas... más habiendo tanto arte por aquí suelto que no se puede comparar (lease Lapuebla, fermaria, aricia, colgada, cuquina....) Eso sí que son relatos preciosos! ;)
Os dejo la última parte de REPROCHES
https://www.formulatv.com/series/el-secreto-de-puente-viejo/foros/877/581/el-rincon-de-alfonso-y-emilia-post-para-hablar-de-esta-pareja/
Os dejo la última parte de REPROCHES
https://www.formulatv.com/series/el-secreto-de-puente-viejo/foros/877/581/el-rincon-de-alfonso-y-emilia-post-para-hablar-de-esta-pareja/
#755
09/10/2011 21:24
Continuo con la historia, pero aviso: aun no han acabado los sufrimientos. Siento mucho si no está a la altura de la primera parte......
-------
Los días fueron pasando uno detrás de otro. Al principio de modo lento, casi insoportable. Permanecía todo el día recluída en su cuarto, pues no tenía fuerzas ni ánimo para levantarse de la cama. Y tampoco nadie en aquella casa se lo hubiera permitido. Su padre pasaba muchas horas leyéndole sus libros favoritos, hasta que ella misma fue capaz de sostenerlos entre sus manos y fijar la vista y la mente en las páginas que tantas veces había manoseado. Por las tardes, cuando llegaba de su jornal en los campos o en la conservera, Alfonso se sentaba a su lado y le preguntaba cómo estaba. Los primeros días apenas podía articular palabra y se limitaba a responder con un simple “bien” mientras giraba la cabeza en un vano intento de evitar que su marido viese las lágrimas de sus ojos. Él le agarraba las manos entre las suyas, incapaz de decirle nada. Pero aquellas tímidas caricias decían más que cualquier palabra.
Conforme fueron pasando las tardes, el tiempo fue haciendo su cometido y la herida de sus entrañas empezó a sanar. Las lágrimas dejaron paso a tímidas sonrisas y a innumerables preguntas. “¿Qué tal ha ido el trabajo?. ¿Cómo esta Rosario, que hace un par de días que no la veo? ¿Habeis tenido carta de Ramiro?”. Por las noches, cuando echaban el cierre a la taberna, entraba como siempre, silencioso, y se tumbaba a su lado. Ella se hacía la dormida, espiándolo mientras se desnudaba. Él la besaba en la mejilla y le susurraba que la quería, pensando que no lo oía.
-------
Los días fueron pasando uno detrás de otro. Al principio de modo lento, casi insoportable. Permanecía todo el día recluída en su cuarto, pues no tenía fuerzas ni ánimo para levantarse de la cama. Y tampoco nadie en aquella casa se lo hubiera permitido. Su padre pasaba muchas horas leyéndole sus libros favoritos, hasta que ella misma fue capaz de sostenerlos entre sus manos y fijar la vista y la mente en las páginas que tantas veces había manoseado. Por las tardes, cuando llegaba de su jornal en los campos o en la conservera, Alfonso se sentaba a su lado y le preguntaba cómo estaba. Los primeros días apenas podía articular palabra y se limitaba a responder con un simple “bien” mientras giraba la cabeza en un vano intento de evitar que su marido viese las lágrimas de sus ojos. Él le agarraba las manos entre las suyas, incapaz de decirle nada. Pero aquellas tímidas caricias decían más que cualquier palabra.
Conforme fueron pasando las tardes, el tiempo fue haciendo su cometido y la herida de sus entrañas empezó a sanar. Las lágrimas dejaron paso a tímidas sonrisas y a innumerables preguntas. “¿Qué tal ha ido el trabajo?. ¿Cómo esta Rosario, que hace un par de días que no la veo? ¿Habeis tenido carta de Ramiro?”. Por las noches, cuando echaban el cierre a la taberna, entraba como siempre, silencioso, y se tumbaba a su lado. Ella se hacía la dormida, espiándolo mientras se desnudaba. Él la besaba en la mejilla y le susurraba que la quería, pensando que no lo oía.
#756
09/10/2011 21:28
Poco a poco, los guisos de Raimundo, los brebajes de Pepa, las medicinas de la doctora Casas y hasta los dulces de Dolores, consiguieron que fuera recuperando sus fuerzas y empezó a salir de la habitación. Al principio eran pequeños paseos hasta el patio, despues cruzaba la plaza e iba al colmado, donde departía con Hipólito o con su madre o salía a pasear del brazo de Pepa por la vereda del río. Hasta que poco a poco, su cuerpo se restableció de todo y volvió a sus quehaceres habituales, trajinando entre pucheros y ayudando a su padre con los parroquianos de la taberna. A los tres meses ya no le quedaba nínguna secuela. Pero a veces, cuando nadie la miraba, se sentaba en un rincón y un velo de tristeza apagaba su mirada.
-Emilia,hija, ¿estás bien?-le preguntó su padre en una de esas ocasiones en que la encontró especialmeente abatida porque echaba de menos a Alfonso, que había tenido que viajar a Galicia por asuntos familiares.
-Sí,padre. No se preocupe, sólo es que estoy algo cansada.
-No me engañes criatura, que nunca se te ha dado bien lo de mentir. Sé que algo te entristece y puedo adivinar lo que es. Sé que has pasado por una experiencia muy dura, pero el tiempo todo lo cura. Te voy a contar algo que nadie sabe, sólo Rosario. Tu madre……quiero decir Natalia, pasó por lo mismo dos veces pero al final llegó Sebastián. Y tú eres muy joven, seguro que al final tendreis muchos hijos.
-No lo creo-respondió la muchacha mientras las lágrimas empezaban a correr por sus mejillas
-¿Cómo que no?, pero si Pepa y la doctora Casas han dicho que no te queda nínguna secuela. Así que seguro que muy pronto podré malcriar a mi primer nieto.
-Pero….yo…….Alfonso………..nosotros no…..-sintió como sus mejillas enrojecían de la vergüenza de tener que explicarle a su padre lo que pasaba, mejor dicho lo que no pasaba.
Raimundo no podía creer lo que estaba oyendo. Ya habían transcurrido más de los dos meses de “cuarentena” que tanto Pepa como la doctora habían indicado. Y bien sabía él que el Castañeda estaba loco por su hija. Así que sólo se le ocurría una explicación.
-Emilia, contestame con sinceridad, ¿tú amas a Alfonso?-le preguntó con el semblante muy serio.
-Con toda mi alma-respondió con una contundencia que incluso a ella misma sorprendía.
-¿Y se lo has dicho alguna vez?
Ella no respondió.
-Pues deberías hacerlo. Deberías mirarlo fijamente a los ojos y decirle simplemente “Te quiero”. Es un gran hombre, pero apuesto a que es tan cazurro que piensa que tú no lo amas y es tan noble que no se atreve a tocarte, por muy casados que diga Don Anselmo que estais.
-¿Entonces?
-¡Entonces alegra esa cara!, que mañana tienes a tu……casi marido de regreso-se burló cariñosamente Raimundo.
Cuando padre e hija se dirigían de nuevo a sus quehaceres, Hipólito entró por la puerta con la cara desencajada. Emilia sintió una punzada en el estómago, algo malo había sucedido.
-Don Raimundo, ¿puedo hablar con usted un momento?. Me temo que traigo malas noticias.
-¡Por favor, no nos tengas con el alma en vilo! ¡Desembucha muchacho!-le instó el tabernero.
-Verá…..acabo de llegar de La Puebla y…….ha habido un accidente.
-¿Qué clase de accidente?-inquirió nervioso el Ulloa.-Anda por Dios, explícate.
Hipólito les refirió como había llegado un telegrama para la compañía de postas en el que se relataba que la diligencia que había salido de Lugo y que tendría que llegar al día siguiente se había despeñado por uno de los barrancos del Río Sil. Nadie sabía si había supervivientes. Esa era la diligencia que tendría que haber traído a Alfonso Castañeda de vuelta a su hogar.
-Emilia,hija, ¿estás bien?-le preguntó su padre en una de esas ocasiones en que la encontró especialmeente abatida porque echaba de menos a Alfonso, que había tenido que viajar a Galicia por asuntos familiares.
-Sí,padre. No se preocupe, sólo es que estoy algo cansada.
-No me engañes criatura, que nunca se te ha dado bien lo de mentir. Sé que algo te entristece y puedo adivinar lo que es. Sé que has pasado por una experiencia muy dura, pero el tiempo todo lo cura. Te voy a contar algo que nadie sabe, sólo Rosario. Tu madre……quiero decir Natalia, pasó por lo mismo dos veces pero al final llegó Sebastián. Y tú eres muy joven, seguro que al final tendreis muchos hijos.
-No lo creo-respondió la muchacha mientras las lágrimas empezaban a correr por sus mejillas
-¿Cómo que no?, pero si Pepa y la doctora Casas han dicho que no te queda nínguna secuela. Así que seguro que muy pronto podré malcriar a mi primer nieto.
-Pero….yo…….Alfonso………..nosotros no…..-sintió como sus mejillas enrojecían de la vergüenza de tener que explicarle a su padre lo que pasaba, mejor dicho lo que no pasaba.
Raimundo no podía creer lo que estaba oyendo. Ya habían transcurrido más de los dos meses de “cuarentena” que tanto Pepa como la doctora habían indicado. Y bien sabía él que el Castañeda estaba loco por su hija. Así que sólo se le ocurría una explicación.
-Emilia, contestame con sinceridad, ¿tú amas a Alfonso?-le preguntó con el semblante muy serio.
-Con toda mi alma-respondió con una contundencia que incluso a ella misma sorprendía.
-¿Y se lo has dicho alguna vez?
Ella no respondió.
-Pues deberías hacerlo. Deberías mirarlo fijamente a los ojos y decirle simplemente “Te quiero”. Es un gran hombre, pero apuesto a que es tan cazurro que piensa que tú no lo amas y es tan noble que no se atreve a tocarte, por muy casados que diga Don Anselmo que estais.
-¿Entonces?
-¡Entonces alegra esa cara!, que mañana tienes a tu……casi marido de regreso-se burló cariñosamente Raimundo.
Cuando padre e hija se dirigían de nuevo a sus quehaceres, Hipólito entró por la puerta con la cara desencajada. Emilia sintió una punzada en el estómago, algo malo había sucedido.
-Don Raimundo, ¿puedo hablar con usted un momento?. Me temo que traigo malas noticias.
-¡Por favor, no nos tengas con el alma en vilo! ¡Desembucha muchacho!-le instó el tabernero.
-Verá…..acabo de llegar de La Puebla y…….ha habido un accidente.
-¿Qué clase de accidente?-inquirió nervioso el Ulloa.-Anda por Dios, explícate.
Hipólito les refirió como había llegado un telegrama para la compañía de postas en el que se relataba que la diligencia que había salido de Lugo y que tendría que llegar al día siguiente se había despeñado por uno de los barrancos del Río Sil. Nadie sabía si había supervivientes. Esa era la diligencia que tendría que haber traído a Alfonso Castañeda de vuelta a su hogar.
#757
09/10/2011 22:08
Pepa, eres muy grande... con es complejo de guionista!!! jajajaja como lo estas liando, pero te queda tan bien, escrito por ti... es una maravilla. Estoy enganchadisima! Gracias
#758
09/10/2011 22:10
ARICIA!! Me encanta ANITA CASTAÑEDA!!! Sigue sigue!!! No pares!!! Siguelo Por favoooooooooooooor!!(Parece otra cosa)
SIAMESA, En este foro, sabe todo el mundo, que todas escriben esquisitamente, pero tú sabes que a mi personalmente me llegas al alma y me tocas la fibra, asique no hace falta que te diga, que tengo los pelos como escarpias, que tengo la piel de gallina y que te pegaria un abrazo enorme para darte las gracias por esta maravilla, a sabiendas de que cuando la termines acabare llorando como una pleñidera, asi que como estas en la otra punta y por mucho que doble el mapa aqui en mi casa sigo sin llegar a poder darte el abrazo, te lo doy virtualmente
Voy a leer a OLSI!
SIAMESA, En este foro, sabe todo el mundo, que todas escriben esquisitamente, pero tú sabes que a mi personalmente me llegas al alma y me tocas la fibra, asique no hace falta que te diga, que tengo los pelos como escarpias, que tengo la piel de gallina y que te pegaria un abrazo enorme para darte las gracias por esta maravilla, a sabiendas de que cuando la termines acabare llorando como una pleñidera, asi que como estas en la otra punta y por mucho que doble el mapa aqui en mi casa sigo sin llegar a poder darte el abrazo, te lo doy virtualmente
Voy a leer a OLSI!
#759
09/10/2011 22:14
Lapuebla... no sé cómo decírtelo ya... te adoro!!!! espero la continuación con ansias locas!!! en un sinvivir me dejas! jejeje mil gracias de verdad!!! ;)
#760
09/10/2011 22:34
Ppa...por supuesto que ha estado a la altura..pero creo que hablo por la mayoria..y es que nos ha sabido a muy poco...jajajajjajaja .... me tienes en el ay, con los bellos de punta y con el F5 super regastado de actualizar por si metias una entrada más con alguna continuación...
Mil y una gracias Artistazaaaa!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Mil y una gracias Artistazaaaa!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!