SERIENUEVA-ALMAS ASESINAS/rondaba el año 2038.../serie de 5 temporadas

Nuria: por cierto ¿sabes dónde está Julia? no la veo desde anoche.
Germán: no, y es muy extraño, a ella siempre le gusta seguir con todo detalle cada paso de todas las misiones realizadas por los soldados de esta organización.
En ese instante 4 furgones ocupados cada uno por 9 soldados regresaron al internado, aparcando a la vista de Nuria y Germán.
Germán: muy bien, veo que habéis recibido mi mensaje por el walky-talky, esperar aquí y nos os vayáis a ningún lado.
Germán entró en el colegio dirigiéndose hacia su despacho, donde tenía la maqueta de madera del internado valle seco.
Y Nuria que se había quedado fuera, vio como ante sus propios ojos, cada uno de los soldados se difuminaba y desaparecía ante su vista, para volver aparecer dentro del internado valle seco, al mismo tiempo que la figurita de yeso dentro de la maqueta de madera.
Así en el hall del internado valle seco empezó la batalla, Diego y las otros ocho personas que tenían todavía el chaleco antibalas, avanzaban derechas con pistola o rifle en mano apuntando y disparando a los soldados que les ametrallaban con las metralletas, las balas rebotaban en los chalecos, y Diego y los otros ocho les hirieron a varios soldados en el hombro y en las piernas con heridas superficiales.
Escondidos tras las columnas, grandes jarrones con plantas de interior, y de debajo de las escaleras salieron niños entre 6 y 12 años, que como tenían superfuerza se lanzaron en jauría todos a la vez hacia tres de los soldados. Los colgantes de sus cuellos se activaron y crearon el campo de fuerza, pero estos campos de fuerza se rompieron, ya que estaban diseñados para aguantar la fuerza de un niño superfuerte pero no de un ataque de 4 niños superfuertes al mismo tiempo.
Los soldados se defendieron como pudieron de aquellas fieras salvajes en miniatura.
Mientras todos luchaban por sobrevivir, Jorge aprovechando que todo el mundo estaba bastante ocupado disparando contra los soldados de la organización de la justicia, se acercó hacia Azucena y cogiéndola del brazo, se la llevó con él.
Fabián miró a un lado, y los vio alejarse.
Fabián: eh? a donde te crees que vas Jorge?
Jorge: me llevo a Azucena conmigo a Hawai, y tú no me lo vas a impedir.
Manuela: Fabián solo no, pero yo y mi marido juntos sí.
Manuela, la hermana mayor de Azucena, bajó por las escaleras apuntándole con un arma.
Fabián se giró hacia su mujer.
Fabián: Manuela ¿qué haces? no puedes estar aquí ¡estás embarazada! podía ser peligroso para el niño!
Manuela: Jorge que es el director, no me dijo nada sobre que no podía asistir a la emboscada.
Fabián: porque Jorge es un insensato pero yo soy tu marido y te dije que te quedaras en tu habitación. Especialmente ahora, que ninguno de los dos tenemos chaleco antibalas.
Manuela: ningún lugar del internado valle seco es seguro durante la emboscada, acuérdate que los soldados pueden aparecer, desaparecer, y teletrasportarse en cualquier lugar y en cualquier momento. Además, nadie disparara contra una mujer embarazada.
Jorge: seguro?
Jorge disparó a Manuela.
Fabián: noooooooooooo!!
Fabián se interpuso en medio de su mujer y Jorge, y recibió el balazo en lugar de ella.
Fabián estaba tirado en el suelo, herido.
Jorge se rió y sin soltar a Azucena para nada, dijo.
Jorge: adiós pringados, ahí os quedáis, yo me llevo lo más preciado de esta organización, a Azucena, nos vamos de luna de miel a Hawai, hasta nunca.
En ese momento, se oyó el ruido de un disparo al aire.
Diego se acercó con pistola en mano hacia Jorge.
Diego: tú no te vas a ninguna parte, y menos aún con Azucena.
Jorge puso el cuerpo de Azucena ante él usándolo como escudo, le apuntó con su pistola a la cabeza y dijo en voz alta.
Jorge: si intentas dispararme, ella saldrá herida.
Diego sonrió.
Diego: Jorge, no me lo pongas tan fácil.
Diego cogió su pistola apretándola bien fuerte con sus dos manos y muy decidido disparó, las balas rasparon ligeramente el cráneo de Azucena, quién cayó al suelo junto al cadáver de Jorge, impregnados por una sucia y resbaladiza mancha de aceite.
Diego sin perder la calma ni un solo instante, mientras Manuela había bajado las escaleras y abrazaba a su marido herido de bala en el suelo. Diego disparó hacia cuatro interruptores que había en 4 esquinas de las paredes, y a una cuerda que estaba en el techo sujetando a grandes jaulas de hierro, la cuerda se rompió, por los altavoces se oyó una voz robótica diciendo.

sistema de alarma atrapa-intrusos activado, todo aquel que no sea miembro de la organización secreta del crimen dispone de 56 segundos para abandonar el internado, de no hacerlo en ese tiempo, quedara atrapado en una de nuestras jaulas. Empieza la cuenta atrás, 56, 55, 54, 53, 52, 51, 50, 49, 48, 47, 46, 45, 44...

Germán desde su despacho aunque no oía nada de lo que pasaba en el internado, lo veía todo, desde la maqueta de madera del colegio de su despacho. Así que cuando vio descender aquellas gigantescas jaulas de hierro hacia sus soldados, quitó las figuritas de porcelana del interior de la maqueta, y al sacarlas la persona a la que representaban de carne y hueso desapareció del lugar de la emboscada para aparecer sano y salvo en el dormitorio que ocupaban en el internado aureola. Los que habían ido hasta valle seco desde aureola en furgón militar, saltaron por la ventana yéndose de la misma forma.
El internado valle seco quedó así desierto de soldados de la organización de la justicia.

Con una única victima de la organización secreta del crimen muerta, Jorge Puertas, muerte vista por Germán.
Las jaulas siguieron descendiendo, Diego volvió a disparar a los 4 interruptores, las jaulas se detuvieron flotando en el aire en un gracioso balanceó y la voz robótica dijo.

sistema atrapa-intrusos desactivado, colegio desalojado de desconocidos, todo en orden.

Mientras, esto ocurría en el hall, teniendo así lugar el fin de la vida de Jorge y de su mandato para siempre al frente de la organización y del internado, en la terraza de ese colegio, Azucena acababa de descubrir que detrás de ella, estaba Carlos Puertas, el presunto hijo de Jorge, sobrino de Germán, Carlos había seguido a Diego y a ella hasta la terraza, y la contemplaba con mirada siniestra.
Azucena: quién anda ahí?
Carlos: tranquila, no te asustes, ¿pero que estoy diciendo? en realidad, prefiero que te asustes, así por lo menos sabré si mi presencia aquí te sorprende o no.
Azucena: Carlos, qué quieres?
Carlos: sabes muy bien lo que quiero, quiero te acabes casando con mi padre.
Azucena: no, eso es mentira, eso es lo que quiere tu padre, no tú.
Carlos: es lo mismo.
Azucena: no, no lo es.
Carlos: no quiero discutir contigo, te llevaré hasta donde está mi padre y los dos os iréis juntos a Hawai, en ese visaje te enamoraras de él y todo marchara como él siempre ha soñado, tú siempre fuiste la mujer ideal para mi padre, para ningún hombre más en este mundo.
Azucena: que tu padre quiere llevarme a Hawai con él? y que pasa con la organización? y contigo?
Carlos: el viaje es temporal, mañana mismo está previsto que se trasladen aquí dos directivos de la organización que hasta ahora vivían fuera del colegio, ellos se encargaran de la dirección hasta vuestra vuelta.
Azucena: es increíble lo bien que te sabe mentir tu padre, ¿de verdad crees que Jorge va a volver de Hawai si se marcha conmigo? no, no va a volver, ni por ti, ni por la organización, ni por nadie, Jorge solo mira por sus propios intereses.
Carlos: no, no es cierto, él es mi padre y ha cuidado de mí, desde que mi madre murió cuando yo tenía 4 años en ese desgraciado y fallido atraco al banco, donde un policía acabó con su vida, cuando ella se negaba a abandonar el banco, cuando éste fue rodeado de coches de policías.
Azucena: no Carlos, esa no es la historia, la historia es que Jorge te apartó de tus verdaderos padre cuando tú tan solo eras un recién nacido, cuando estaba de vacaciones de reposo con tu madre Lilian, cosa que le había recetado el médico ya que todos los embarazos que había tenido hasta el momento no habían llegado a buen puerto. Tus verdaderos padres, no son Jorge ni Lilian, son otros, son un matrimonio que han sufrido por tu pérdida durante mucho años, yo no debería decirte esto pero... ya me he callado por tiempo suficiente, no puedo seguir ocultándote la verdad, y menos después de haber descubierto algo en los pasadizos.
Carlos: de qué estás hablando?





Azucena: tu padre se llamaba Javier Rodríguez y tu madre Imma Sorsorote, ellos ahora están muertos, no sé desde hace cuanto tiempo, pero hace poco que bajé a los pasadizos y los vi, tu padre fue un cliente mío hace 12 años, y yo visité a tu madre en cuanto me contó la historia de tu secuestro y desaparición a los pocos días de salir del hospital, si me acompañas te enseñaré los cadáveres de tus verdaderos padres, luego tú mismo decides lo que es mejor hacer, si seguir obedeciendo a Jorge como hasta ahora o crecer lejos de todo esto. Tú nunca perteneciste a esta organización Carlos, ni siquiera naciste aquí, ¿quieres conocer tu verdadero origen, sí o no?
Carlos apuntó a Azucena con su pistola.
Carlos: si me mientes, pagarás por ello.
Azucena caminó hasta la puerta de la terraza, le dio un puñetazo, la aboyó puesto que ésta se atrancaba un poco a veces al abrirla, y salió de la terraza seguida por Carlos.
Los dos juntos se dirigieron hasta la biblioteca, Azucena tecleó el código secreto en un portátil para que el suelo se abriera bajo sus pies y un tobogán los llevara hasta los laboratorios secretos.
*55555*.
Tras andar por los laboratorios, que en todo el camino Carlos había acompañado a Azucena apuntándole con su pistola, llegaron a un sitio rocoso, donde por encima de un lago de petróleo colgaban ahorcados en 8 lazos 8 cuerpos muertos de personas distintas.
Azucena: normalmente los cadáveres se esconden en las cámaras frigoríficas, pero a Jorge le gusta colgarlos desde estos lazos, son como trofeos de guerra para él, como verás cuelgan 12 lazos, 8 están llenos, y 4 vacíos, Los dos últimos son tus padres, Javier e Imma, ahora ya lo sabes todo, ¿puedes bajar el arma y dejar de apuntarme, por favor, Carlos?
Carlos: cómo sé que lo que me has dicho es verdad?
Azucena: mira esta foto, tu padre me la dio cuando fue uno de mis clientes en la casa de masajes hace 12 años, en ella están tus verdaderos padres contigo de bebé en el hospital,¿lo ves? no miento Carlos, Jorge nunca ha sido tu verdadero padre, sino tu secuestrador.
Carlos guardó la pistola, cogió la foto entre sus manos llorando, se dirigió muy decidido hasta el noveno lazo que había por encima del lago de petróleo, y con mirada solemne, se ahorcó delante de Azucena, acabando con su vida, muriendo al lado de sus verdaderos padres.
Azucena: Carlos! no espera, yo puedo ayudarte a salir de aquí, quise llevarte con tus padres cuando tan solo tenías 4 años, pero Jorge me amenazó y me lo impidió, este no es tu sitio, nunca lo fue, tú puedes seguir tu propio camino lejos de esta organización, en el mundo real. Carlos, no!!!
Pero ya era demasiado tarde. Azucena se tapó los ojos ante tal terrible visión, Carlos terminó con su vida al saber la verdad, porque no fue capaz de soportarla.
Todo el internado estaba vacío de los miembros de la organización secreta de la justicia.
Habían manchas de sangre en el suelo, las cortinas rotas, y balas desperdigadas junto a los peldaños de las escaleras, además de varios retazos de ropa verde de uniforme de soldado. Alguien apareció por la puerta del colegio, y vio aquel desastre y panorama catastrófico en él que había acabado el colegio tras la emboscada.

Manuel Lomo Almo, hijo de Julia Almo y Álvaro Lomo (el profesor de creación de venenos) había llegado al internado del cuál había huido hace algo más de un mes, para ser miembro de la organización de la justicia para la cual trabajaba su madre, él tras ser liberado por Julia de las mazmorras había vuelto a valle seco con la intención de asesinar a Azucena Terrón y vengar las muertes de sus hermanos pequeños, Aníbal y Alberto.
En cuanto Manuel con el uniforme amarillo y ocre llegó a su antiguo colegio, vio bajar por las escaleras a su padre, Álvaro Lomo.
Álvaro: hijo, qué haces aquí? no sabes la que se ha armado, acabamos de sufrir una emboscada de la organización secreta de la justicia, creía que tú estarías entre los soldados.
Manuel: no, Germán no me creía lo suficientemente fuerte para participar en ella. Papá, me preguntaba si... podrías perdóname por haberme escapado de aquí sin decirte nada?
Álvaro: por qué te fuiste? por qué?
Manuel: no sé, llevaba mucho tiempo sin ver a mamá, solo quería saludarla, no pretendía quedarme a estudiar en el otro internado, lo juró, pero allí las lecciones son demasiados duras de aprender, Germán el director se portó muy mal conmigo, ni siquiera me dejaba hablar con mi madre, yo estaba confundido, no sabía si quería seguir siendo un ladrón, asesino y timador profesional.
Álvaro: claro que sí, claro que sí que querías, eso es lo que soy yo, y tú eres mi hijo, sangre de mi sangre, no dejes que tu madre te convierta en un blando y en un cursi, cometiste un error al querer estar cerca de ella pero por suerte has vuelto a mí y ahora todo vuelve a su cauce.
Manuel: siento mucho haberme ido de aquí a vivir una vida lejos de ti papá, de verdad que lo siento.
Manuel abrazó a su padre intentando que aquel abrazo le pareciera real, y no sospechara nada del verdadero motivo de su vuelta.
Álvaro: y tus hermanos? Aníbal y Alberto? donde están ellos?
Manuel: muertos, ya te he dicho que en el internado aureola, las lecciones eran muy difíciles de aprender, el ritmo de estudio era muy fuerte, Aníbal y Alberto no lo soportaron y murieron.
Álvaro: y tu madre? que ha sido de tu madre Manuel?
En ese instante, Luz Diesel, la androide construida por Azucena, llegó también al internado, Álvaro vio como ella entró en silencio al colegio, Luz le mostró el cuchillo ensangrentado que había utilizado para apuñalar a Julia y le guiñó un ojo.
Álvaro entendiendo la indirecta sonrió, sabiendo por fin que Julia se encontraba muerta, él volvió a abrazar a su hijo Manuel, el cuál ignoraba la muerte de su madre y mientras abrazaba a su padre Álvaro, solo pensaba en poder cumplir con la promesa que le hizo a su madre, cuanto ésta le liberó de las mazmorras, matar a Azucena Terrón y volver al lado de su madre y de su novia Caridad.

FIN DEL CAPITULO 16

CAPITULO 17
SEXTO DE LA SEGUNDA TEMPORADA

BACANAL

A la noche, tras el fracaso de la emboscada de la organización secreta de la justicia al internado valle seco, Germán Puertas, se encontraba caminando por los alrededores del bosque del internado aureola, en compañía de dos de sus perros que le servían como mascotas de espionaje, llamados: Temporal y Chaparrón.
Germán persiguió a sus dos perros y los encontró olisqueando un cuerpo muerto y abandonado en el bosque, el cuerpo de Julia Almo.
Tras Germán venía caminando uno de los científicos de los laboratorios en bata blanca: Sebastian.
Sebastian llegó al lado de Germán.
Sebastian: dios mío! Julia! es culpa mía! no debí contarle nada!
Germán: ha sido apuñalada, por eso no estuvo presente durante los pasos dados por los soldados en la emboscada, Nuria y yo la hemos estado buscando durante todo el día ¿por qué dices que ha sido culpa tuya Sebastian? ¿qué sabes?
Sebastian: yo le dije la otra noche a Julia lo de la muerte de sus dos hijos pequeños y lo del encierro en las mazmorras de su hijo mayor Manuel, le dije que le liberara y que de todo lo que había pasado con sus tres hijos, sin duda tenía la culpa solo una persona, Azucena Terrón.
Germán: y por qué hiciste eso? por qué?
Sebastian: porque es la verdad, esa mujer tiene que morir, Julia debió bajar a las mazmorras a liberar a Manuel y debió encontrarse con un guardia que la siguió hasta el bosque y luchó con el guardia para que su hijo Manuel pudiera escapar vivo, el guardia la apuñalaría pagando así el precio de la libertad de su hijo.
Germán: mmmmmmmmmmmm puede ser una posibilidad de su muerte, sí, quizás fue así como ocurrió, pero no entiendo porque dices que Azucena tiene la culpa de todo.
Sebastian: porque es la verdad, mírate Germán, estás obsesionado con ella, ¿sabes el dinero que hemos gastado en productos químicos para una crear formula que sea capaz de contrarrestar el efecto de la superfuerza en una persona adulta? todo ese dinero lo podíamos haber empleado en mejores armas, bombas, e instrumentos y herramientas para combatir contra la organización del crimen con más éxito, pero no, teníamos que gastarlo todo en Azucena.
Germán: Azucena es muy importante para mí.
Sebastian: más importante que la vida de dos niños de 6 años que además eran hijos de la que se suponía que era una de tus mejores amigas?
Germán: Azucena es más importante que todo en mi vida.
Sebastian: no te das cuenta de lo que está pasando? cuando dejaste la organización secreta del crimen juraste destruirla y ahora, incluso te estás planteando salvarle la vida a uno de sus miembros, Azucena tendría que haber muerto al cumplir los 13 años por efecto de la formula de la superfuerza, si el hijo de tu amiga Julia, Manuel, consigue matarla solo estará ayudando al destino, arreglando un error que debió desaparecer de la faz de la tierra hace más de 20 años.
Germán: Manuel va a matar a Azucena?
Sebastian: esa era la idea, por eso Julia liberó a Manuel en cuanto yo se lo conté todo, el guardia la apuñaló al pillarla liberando a un prisionero de las mazmorras pero Manuel, ya debe haber llegado al internado valle seco, y cumplirá la venganza contra las muertes de sus hermanos Aníbal y Alberto, como estaba escrito que pasara.
Germán: no, Manuel no haría eso, él no se ensuciaría las manos matando a alguien, por mucho que su madre se lo pidiera, él nunca se atrevería a volver al internado valle seco, no después de haber conseguido huir de él, seguramente Manuel traumatizado por la muerte de su madre y de sus dos hermanos pequeños habrá decidido alejarse de todo, y vivir su vida lejos, en un lugar donde nada le recuerde a ninguna de las dos organizaciones.
Sebastian: y sino es así? y si Manuel si que se ha atrevido a volver al internado valle seco y si que planea matar a Azucena para acabar con todo esto?
Germán: no le creo capaz de algo semejante, pero si así fuera, yo todavía sigo teniendo algo que él quiere, ya no están ni sus hermanos ni su madre, pero está Caridad, su amiguita encerrada en las mazmorras, Manuel tiene que volver a por ella, y cuando lo haga, si me enteró que Manuel ha hecho daño a Azucena, entonces, él y yo nos veremos las caras frente a frente.
Sebastian: por qué no te olvidas de Azucena? por qué? que ella muriera sería lo mejor que pudiera pasar para todo el mundo, reflexiona, ¿de verdad crees que aunque consigas encontrar la cura ella aceptara algún día casarse contigo?
Germán: cállate, me prometiste guárdame el secreto sobre las muertes de Aníbal y Alberto, debería arrojarte al volcán de la justicia.
Sebastian: sí, pero no lo vas a hacer, ¿y sabes por qué? porque sabes que soy el único científico capaz de curar a Azucena, yo fui quien le inyecté la sobredosis cuando ella tan solo tenía 2 años, yo soy el único que conozco la cantidad exacta que contiene Azucena en su cuerpo de la formula creada por Segismundo Amadeo. Todo es siempre por Azucena, siempre ¡¡olvídala ya!! esa mujer es una maldición, su recuerdo solo va a conseguir hacerte más daño.
Germán: tú no lo entiendes, ella y yo nos queríamos, íbamos a compartir tantas cosas juntos.
Sebastian: pero todo eso acabó, acéptalo y vive tu vida Germán, los soldados de la organización secreta de la justicia te necesitan.
Germán: claro, y lo que necesito yo no cuenta, verdad? Azucena es tan diferente a todas las demás, con ella era todo tan distinto y tan mágico, al principio, cuando todavía no había nada entre nosotros, yo pensaba que era una jovencita frívola, mezquina y egoísta que le gustaba jugar con los hombres que se le acercaban por su incomparable belleza, pero después cuando estuvimos juntos, aprendí a conocerla mejor, y me di cuenta que era una jovencita asombrosa y única, muy diferente a la idea que me había hecho de ella en un principio.

flash-back

20 años atrás.
Azucena cuando tenía 15 años y era una estudiante del internado valle seco. Y Germán el director de 32 años. Azucena estaba desnuda en el río que había en el bosque del colegio, bañándose en él, detrás de unos matorrales estaban 5 chicos con el uniforme negro y gris de la organización secreta del crimen, sacándole fotos con sus móviles a la hermosa alumna.
Cuando Azucena escuchó una discusión tras esos matorrales, Germán, echó a los alumnos mandándolos de vuelta al internado asustándoles con disparos de su pistola.
Germán: dejar los móviles sobre la hierba junto a ese árbol y marcharos de aquí!
Los chicos obedecieron a los disparos y se marcharon volviendo al internado.
Germán se acercó entonces a Azucena.
Germán: Azucena, ya no hay nadie que te pueda molestar, ya puedes salir.
Azucena salió desnuda del río y dijo muy enfadada a Germán.
Azucena: y a ti quien te ha dicho que esos chicos me estaban molestando? a ver, quien?
Germán le ofreció una toalla a Azucena.
Germán: te recuerdo, que si quieres bañarte, están las duchas del colegio o la piscina, esto que has hecho es exhibicionismo público y contiene un castigo, sécate y volvamos dentro ¿quieres?
Azucena le rechazó la toalla a Germán y se puso el uniforme del colegio por encima de su cuerpo mojado, dejando que la ropa trasparentara partes de su cuerpo bastante provocativas dejándolas a la vista, y ella caminó directa hacia el colegio. Germán dejó caer la toalla sobre la hierba, se guardó los 5 móviles en los bolsillos de la chaqueta de su traje y siguió a Azucena hasta el despacho de él.
Una vez dentro del despacho, Germán ocupó su sitio en la butaca y Azucena se sentó frente a él cruzando las piernas.
Germán escribió una nota y le dijo a Azucena.
Germán: enséñale esta nota de mi puño y letra a tus profesores, durante toda una semana estarás sin recreo.
Azucena se levantó y miró la nota más de cerca.
Azucena: y que vas a hacer con los móviles que les has quitado a mis 5 compañeros?
Germán: destruirlos, que se compren o roben móviles nuevos, la verdad, me da igual, pero las fotos que hay en esos móviles no vuelven a ver la luz del día.
Azucena: y piensas destruirlos sin mirar antes las fotos?
Germán: no sé porque tendría que verlas.
Azucena: Germán, yo sé que hacían esos chicos escondidos cerca del río mientras yo me bañaba, ¿pero tú qué hacías ,eh? espiarme también?
Germán: no seas ridícula, yo soy el director de la escuela y puedo pasearme por donde me de la gana en cuanto me apetezca, no tengo porque darle explicaciones a nadie de lo que hago. Tengo que vigilar que mis alumnos se comporten correctamente en el internado.
Azucena: claro, o sea que estoy castigada a una semana sin recreo por exhibicionismo público, no?
Germán: sí.
Azucena: de acuerdo y durante toda la semana en la hora de recreo, ¿que puedo hacer para divertirme?
Azucena se sentó sobre la mesa, acercándose de rodillas a Germán, acariciándole la corbata, atrayéndolo hacia ella.
Germán le quitó su corbata de las manos de Azucena, y le dijo muy serio.
Germán: no te preocupes por eso, conociéndote, seguro que encuentras algo que hacer. Y bájate de la mesa, o te subo a dos semanas sin recreo por no respetar el mobiliario de la escuela.
Azucena se bajó de la mesa.
Azucena: empiezo a estar harta ya de este jueguecito sabes? hasta cuando vas a seguir haciéndote el duro delante de mí, Germán?
Germán: no sé de que hablas, yo estoy prometido con Lilian, ¿sabes quién es verdad?
Azucena: sí claro que lo sé, una aprovechada que no se merece al hombre que tiene a su lado. Pero no me importa que ahora estés con ella ¿sabes por qué? porque yo sé que llegara un día en que te mueras de amor por mí y ese día, vendrás de rodillas ante mí a rogarme mi amor y a pedirme que no me separé de ti nunca.
Germán: claro, y eso cuando será? dentro de 100 años? será mejor que vuelvas a clase, tengo mejores cosas que hacer que perder el tiempo con una cría como tú.
Azucena cogió la nota del castigo.
Azucena: no te preocupes que ya me voy, no voy a ensombrecer por más tiempo tu extraordinario noviazgo con Lilian.
Azucena se dirigió hacia la puerta de salida, pero justo en ese momento ésta se abrió entrando en el despacho Lilian Lorta, la prometida de Germán.
Lilian: interrumpo algo?
Germán: no claro que no mi amor, pasa, Azucena ya se iba.
Azucena sonrió.
Azucena: sí, yo ya me marchaba, después de todo yo aquí ya he terminado de hacer mi trabajo. Lo dicho Germán, si vuelves a necesitar a alguien con experiencia, que te sepa demostrar todo lo hombre que tú eres y te vuelves a cansar de esta momia a la que tienes como prometida, me das un toque y me llamas ¿de acuerdo?
Azucena le mandó un beso soplando con la mano y se fue por la puerta.
Lilian se cruzó de brazos ante Germán.
Lilian: Germán, tienes algo que explicarme?
Germán: no, no hagas caso a Azucena, solo es una alumna de 15 años, no sabe ni lo que dice, se comporta de la misma forma con todos los hombres que se le acercan.
Lilian: y tú estás seguro que no sientes nada por ella?
Germán abrazó a Lilian.
Germán: Lilian, tú eres la única mujer importante en mi vida, la única.
Y Lilian y Germán se besaron.

fin del flash-back.

Germán dejó de recordar y miró por un momento a Sebastian y acarició la fría piel de la barbilla del rostro sin vida de Julia, tumbada en la hierba, y nuevamente volvió a viajar entre sus recuerdos.

20 años atrás.
Una noche en la que él estaba durmiendo en su habitación del internado, en su cama, al lado de Lilian, su prometida.

flash-back

Germán estaba acostado en la cama durmiendo, Lilian estaba a su lado leyendo un libro, se leyó tres páginas y después lo cerró, guardó el libro en la mesita de noche, se levantó y se puso la bata para ir al lavabo. Dejando a su prometido solo por unos instantes largo en la cama.
En ese momento, la puerta del armario se abrió. Como todos los armarios de todos los dormitorios de ese colegio se comunicaban entre sí por los pasadizos, Azucena atravesándolos, había ido desde su cuarto al cuarto de Germán por el armario, había esperado pacientemente dentro del ropero hasta que Lilian no estuviera presente, entonces salió del armario y se acercó a Germán de puntillas, se sentó sobre la cama, sin que él se llegara a despertar, muy despacio le destapó y le desabrochó los botones de su pijama dejándole con el pecho al descubierto, y le acarició con las dos manos por encima de él.
Germán abrió los ojos y estiró su brazo para cogerle por una de las muñecas a Azucena, deteniéndola.

Germán: Azucena, qué haces?
Azucena colocó sus dos manos sobre los hombros de él, se acercó a su oído y le susurró.
Azucena: darte los buenos días.
A Germán le entraron escalofríos al escuchar su voz tan cerca e inconscientemente le soltó la muñeca.
Germán: si estamos en plena noche y todavía no ha salido ni el sol.
Azucena se alejó de su oído y en voz alta dijo.
Azucena: cómo que no? y entonces que hago yo aquí iluminando con mi luz toda tu habitación?
Germán: cómo has llegado hasta aquí?
Azucena: por el armario, atravesando los pasadizos.
Germán: Lilian está en el cuarto de baño-dijo él viendo luz por debajo de la ranura de la puerta-en cualquier momento puede venir y verte aquí conmigo.
Azucena: y que? que nos vea juntos, a ver si así le entra de una vez por todas en la cabeza a esa presumida que tú eres todo mío.
Azucena volvió a acariciarle el pecho.
Germán: Azucena, esto no puede ser, yo estoy con Lilian, vete.
Azucena: sí, sé que estás con Lilian, pero... ¿la quieres? ¿de verdad la quieres?
Germán: Lilian es lo más sagrado que tengo en mi vida, no solo la quiero, la adoro, la idolatro y me encanta disfrutar de su compañía, por eso la he elegido como mi esposa.
Azucena: de verdad? tan seguro estás de tu amor por ella, Germán?
Germán: sí, de otra forma nunca me hubiera atrevido a pedirla en matrimonio. No merece la pena ni que insistas Azucena, no vas a conseguir nada conmigo, yo no soy como los otros adolescentes crédulos a los que te llevas al río, a mi tú no me gustas, ni siquiera me atraes, lárgate.
Azucena le acarició el cuello se acercó a su oído y le susurró.
Azucena: en serio no te atraigo? ni siquiera un poquito?
Azucena le acarició los brazos por encima de las mangas de su pijama, le cogió las manos y una se la puso encima de su pecho y la otra sobre uno de sus muslos, deslizándola suavemente por debajo de la faldita de su uniforme, Germán retiró la mano muy nervioso y la colocó sobre su cama, retiró también la otra mano del pecho de ella y abrochándose los botones de su pijama dijo adoptando una postura muy seria.
Germán: hasta aquí hemos llegado Azucena, lárgate, si piensas que puedes colarte a mi habitación y convencerme para que te vea como una mujer estás muy equivocada, para mí tú solo sigues siendo una alumna y yo soy tu director.
Azucena enfadada le pegó una bofetada.
Azucena: tenías que hacerlo, no? tenías que recordarme quien eres? por qué? por qué siempre tienes que estropearlo todo, Germán, eh? no te das cuenta que yo sería capaz de darte cualquier cosa que me pidieras, cualquier cosa?
Azucena se acercó para besar a Germán en los labios.
Germán cerró los ojos esperando el beso pero en cuanto notó el aliento de ella cerca de él, habló y dijo.
Germán: Azucena, respeta mi relación con Lilian, por favor.
Germán abrió los ojos.
Azucena se paró ante él sin besarle, le besó en la mejilla, y le dijo.
Azucena: diviértete con Lilian mientras puedas, yo sabré esperar, y sino aprenderé a hacerlo por ti.
Azucena se levantó de la cama alejándose de él, y dirigiéndose nuevamente hacia las puertas del armario, le dijo.
Azucena: buenas noches Germán.
Y Germán en cuanto la vio irse por el armario, se levantó de la cama, asegurándose que las puertas de éste estaban bien cerradas.
Luego se volvió a tumbar en la cama y pensando por unos instantes en Azucena, se le dibujó una sonrisa en la cara.
En ese instante Lilian salió del cuarto de baño y se metió en la cama.
Lilian: qué haces despierto Germán?
Germán: estaba esperándote, es que me he dado la vuelta y me he asustado al no verte a mi lado.
Lilian: estás un poco extraño-ella le acarició la mejilla y la frente-y tienes todo el cuerpo muy caliente.
Germán: en serio? a lo mejor tengo algo de fiebre-dijo él retirándole las manos de su cara a Lilian.
Germán sin darse cuenta desvió entonces la mirada hacia el armario.
Lilian: qué haces?
Germán: perdona, qué me decías?
Lilian: por qué has mirado hacia el armario?
Germán: por nada, vamos a dormir.
Lilian: Germán, los armarios de todos los dormitorios de este internado se comunican entre sí por los pasadizos, verdad?
Germán: sí, ya te lo conté cuando te hablé del colegio y tú decidiste mudarte aquí conmigo hasta el día de la boda. ¿por qué lo preguntas?
Lilian: porque es un poco peligroso, cualquiera se podía colar en nuestro cuarto mientras estamos durmiendo.
Germán: y?
Lilian: a quien esperas? a Azucena? estás mirando todo el rato la puerta del armario, estás esperando a que ella venga, verdad?
Germán: y por qué iba a querer venir Azucena hasta mi habitación?
Lilian: porque esa jovencita está loca por ti.
Germán: vamos, no digas tonterías, Azucena coquetea con todos, yo no soy más importante en la vida de ella que cualquiera de los demás hombres que viven en este internado.
Lilian: y eso te molesta?
Germán: qué?
Lilian: no sé, por un momento me ha parecido como si de verdad te importará no ser alguien importante en la vida de Azucena.
Germán: Lilian tú eres mi prometida, eres la mujer de quien estoy enamorado, no tienes que preocuparte por nada, yo voy a estar siempre a tu lado.
Lilian: si yo eso lo sé Germán pero...
Germán: pero qué?
Lilian: no me gusta Azucena vale? no me gusta, no me gusta que esa chiquilla de 15 años se paseé continuamente alrededor tuyo persiguiéndote como una gata en celo, me pone de los nervios.
Germán le acarició el cabello a Lilian.
Germán: Lilian yo solo te quiero a ti, solo a ti.
Germán besó a Lilian tumbándola sobre la cama, de vez en cuando sin que ésta lo supiera, abría los ojos en medio del beso y dirigía su mirada hacia las puertas del armario cerradas, disimuladamente.

fin del flash-back.

Germán se desabrochó la chaqueta y de un bolsillo interior sacó un walky-talky, se lo acercó a la boca.
Germán: escucharme, escucharme , guardias de las mazmorras, hay un cadáver de una mujer en el bosque, venir a buscarlo y trasladarlo a las cámaras frigoríficas de los pasadizos, el científico Sebastian os acompañara y os guiara.
Germán se dirigió hacia Sebastian.
Germán: espérate a que vengan los guardias, lleváis el cadáver de Julia a los laboratorios y lo ocultáis, que nadie se enteré de su desafortunada muerte y quiero que pases toda la noche hasta que amanezca, en los laboratorios intentando encontrar la cura para la formula de la superfuerza de Segismundo Amadeo ¿entendido?
Sebastian: toda la noche?
Germán: sí, lo que sea necesario, voy a encontrar la cura para Azucena aunque me cueste mi vida en ello.
Germán llamó a Chaparrón y a Temporal (sus dos perros, mascotas de espionaje) para que se apartaran del cadáver de Julia y él se alejó seguido de sus dos animales de compañía.

Justo en el momento en que Germán entraba con los dos perros en el internado, 4 guardias soldados vestidos de camuflaje salían, ellos se dirigieron hacia el cuerpo de Julia inerte sobre la hierba.
soldado: pero si la mujer muerta es...
Sebastian: sí lo sé, Julia Almo, la compañera, amiga y una de los tres fundadores de esta organización, pero su muerte es alto secreto ¿de acuerdo? ordenes directas del director.
Los 4 soldados afirmaron con la cabeza en silencio.
Los 4 soldados cogieron el cadáver de Julia, dos de ellos por las piernas y otros dos por los brazos.
Sebastian: seguirme, bajaremos a los pasadizos utilizando el ascensor del garaje del colegio, si entramos para llegar a la biblioteca y teclear el código secreto en uno de los ordenadores, nos puede ver alguien, y si probamos por los armarios de los dormitorios corremos más riesgo, por ello ganaremos si utilizamos el ascensor que es directo a los pasadizos y nadie nos vera.
soldado2: ese ascensor no conduce al volcán de la justicia?
Sebastian: así es, es un ascensor con llave, solo unos pocos privilegiados en este colegio poseen las llaves para manejarlo, hay ocho ascensores en los 4 pisos del internado, y uno solitario en el garaje, con todos se usa el mismo juego de llaves. En realidad al volcán se puede llegar yendo por cualquiera de los armarios o incluso nadando por la entrada acuática de la piscina, pero normalmente se usan los ascensores para atajar. Al ser el volcán de la justicia una novedad del internado aureola, en el internado valle seco no existen ninguno de los ascensores que lleven directamente a los pasadizos, eso es una ventaja en exclusiva de este internado. Vamos.
Así los 4 soldados siguiendo a Sebastian se dirigieron hacia el garaje.
Sebastian abrió la puerta del garaje utilizando un mando a distancia y la cerró de la misma forma, desde adentro. Luego utilizó las llaves para abrir la puerta del ascensor y para bajar al piso indicado.
Mientras esos 4 guardias trasportaban al cadáver de Julia Almo, pasaron por delante de las celdas de las mazmorras, y alguien los divisó a lo lejos, reconociendo el cuerpo de la muerta. Caridad Ponetra, la novia de Manuel, ex-cautiva fugitiva de las mazmorras del internado valle seco y actual prisionera de las mazmorras del internado aureola.
Caridad: oh no! Julia, la madre de Manuel muerta, ella dijo que cuidaría de mí al liberar a su hijo ayer por la noche para que pudiera volver al internado valle seco, de donde los dos huimos hace algo más de 1 mes ¿qué le habrá pasado? ¿y Manuel? ¿habrá conseguido llegar al internado al lado de su padre, el profesor de creación de venenos, vivo y sin complicaciones? ojala Manuel tenga éxito en su misión de matar a Azucena Terrón, mi amor, no te preocupes, mi alma te seguirá en sueños.
Así Caridad tras haber visto a Julia muerta, se tumbó sobre la cama de metal que había dentro de su celda, y durmió durante toda la noche.
A la mañana siguiente... un guardia abrió la puerta de su celda y empujándola con el cañón de su metralleta dijo.
guardia: arriba gandula! despierta dormilona! los científicos te esperan para examinarte!
Caridad se levantó, se desperezó, salió de la celda acompañando al guardia llevando como ropa la túnica marrón polvorienta llena de barro que llevaba desde hace algo más de 1 mes, que se escapó del internado valle seco, ya que en todo ese tiempo le había sido imposible cambiarse de ropa.
El guardia le acompañó hasta una estancia en donde había cadenas con esposas atornilladas a la pared, el guardia le apuntó con su arma y le ordenó con voz muy agresiva.
guardia: desnúdate! he dicho que te desnudes! vamos!
Caridad le obedeció, tiró al suelo la túnica marrón y polvorienta.
Después el guardia la ató con las esposas pegada a la pared a sus muñecas mostrándole el cañón de su metralleta para que no pudiera escaparse.
Cuando ella estuvo bien atada, el guardia le tiró un cubo de agua fría y jabón y le aclaró con una manguera.
El guardia la liberó y le envolvió su cuerpo por encima de la espalda con una toalla, apuntándole con el arma le llevó hasta un cuartito diminuto y le dijo.
guardia: entra ahí, ¡vamos!
Caridad entró, dentro había un retrete muy sucio y un lavabo para lavarse las manos con un pequeño espejo redondo. Caridad intentó sentarse en el retrete pero había arañas pequeñas vivas caminando por la taza, ella vio una botella blanca donde
ponía: mata-arañas.
Caridad vertió el líquido sobre la taza y el agua del retrete se llenó de espuma verde y burbujeante que salía a borbotones ensuciando parte de las baldosas. Caridad se apartó y se lavó la cara frente al espejo redondo para olvidarse de aquella imagen momentáneamente.
Alguien picó a la puerta del cuartito. El guardia desde afuera.
guardia: toc, toc, estás lista ya?
Caridad salió del cuartito y se colocó al lado el guardia. Caridad se terminó de secar y se quitó la toalla que le cubría el cuerpo y el guardia la volvió a vestir con la túnica marrón y polvorienta manchada de barro.
guardia: ahora que ya estás aseada pasaremos a hacerte las pruebas médicas para determinar si puedes ser una alumna más en la superficie del internado aureola ¿lista?
Caridad: ah! pero es que ahora voy a poder elegir entre sí pasar por las pruebas médicas o no?
guardia: Germán Puertas, el director, oficiara personalmente las pruebas, ha mostrado mucho interés por tu caso.
El guardia la acompañó hasta una sala en donde la dejó en compañía de dos científicos con bata blanca y el director del internado, Germán.
Germán: hola Caridad, me alegro de verte de nuevo.
Caridad: lamentó no poder decir lo mismo. Cuando estuve en el internado valle seco, apenas dos días en los que fui una alumna antes de que me encerraran en las mazmorras, pensé que en este nuevo internado me tratarían mejor, pero ahora sé que las dos organizaciones se parecen en muchos más aspectos de los que pretendían parecerse cuando fueron creadas.
Germán: no consiento que digas eso de la organización secreta de la justicia, durante años tuve que soportar haber crecido en el seno de asesinos y ladrones, soy el único de esa familia capaz de haber dejado todo ese pasado de maldad atrás y hacer algo útil y bueno para la sociedad, limpiarla de criminales.
Caridad: sí, en eso tienes razón, la limpias de criminales, pero... con qué métodos? y a que precio? la verdad, no sé si quiero ser una alumna de este internado.
Germán: qué quieres entonces?
Caridad: volver con mi familia, fui operada para olvidarles, no recuerdo sus nombres pero sé que podéis devolverme la memoria con otra operación ¿puedo volver a casa con mis padres?
Germán: no, es muy peligroso, nadie de la sociedad de afuera debe saber nada sobre la existencia de esta organización, lo mejor para ti es ser alumna del internado aureola.
Caridad: eso será si superó las pruebas médicas con éxito pero... ¿y si no las superó?
Germán: serás sacrificada al volcán de la justicia.
Caridad: Manuel sabe que piensas matarme?

Germán: no voy a matarte, solo a arrojarte al volcán para que la lava purifique tu alma, si luego tu cuerpo se quema eso ya es cosa de la trasmutación y la naturaleza, en ningún momento sería culpa mía.
Caridad: anoche, vi el cadáver de Julia, la madre de Manuel, sé que ella era socia y amiga tuya en la organización, ¿qué le sucedió?
Germán: un guardia de los que vigila las mazmorras la descubrió liberando a Manuel a mis espaldas, la persiguió hasta el bosque, Julia se interpuso entre el guardia y su hijo para que éste pudiera escapar y el guardia se cobró venganza apuñalándola.
Caridad: eso quiere decir que Manuel sigue vivo?
Germán: eso parece, y seguramente volverá a por ti.
Caridad: sí, en cuanto haya vengado la muerte de sus dos hermanos Aníbal y Alberto matando a Azucena Terrón.
Germán: en serio, Manuel y tú me dais pena ¿de verdad crees que Manuel va a ser capaz de matar a Azucena?
Caridad: por qué no?
Germán: he estado pensando toda la noche en lo sucedido, al principio creí que Manuel nunca se atrevería al volver al internado valle seco al lado de su padre después de haber conseguido escapar de ese infierno, pero... después me di cuenta que en el caso de que de verdad hubiera regresado a su antiguo internado, nunca, jamás de los jamases aunque lo intentara, conseguiría matar a Azucena.
Caridad: y eso por qué?
Germán: antes has dicho que estuviste durante dos días como una estudiante normal en el internado valle seco ¿pudiste conocer a Azucena Terrón en esos dos días?
Caridad: sí, a Azucena, a su hermana mayor creo que es Manuela, a Jorge tu hermano menor creo, y algunos cuantos profesores más.
Germán: y qué piensas sobre Azucena?
Caridad: que es una mujer muy guapa.
Germán: una mujer muy guapa solo? es algo más que eso, Azucena posee una belleza casi diabólica, es capaz de volver loco de amor a cualquier hombre que se le acerque sin ni siquiera proponérselo, si Manuel intenta matarla, tendrá que luchar contra sus sentimientos por ella, y francamente, me sorprendería mucho que él ganara la batalla.
Caridad: que sentimientos? Manuel está enamorado de mí, dormimos juntos en la celda de las mazmorras, él me besó al despedirse y me dijo que no le olvidara, Manuel ya conocía a Azucena de antes, y que yo sepa no me ha contado que sintiera nada por ella.
Germán: puede que por el momento no haya sentido nada, pero si Manuel pretende matar de verdad a Azucena va a tener que acercarse mucho a ella, más de lo que lo ha hecho en todo este tiempo que la ha tenido como profesora de artes marciales, y la verdad, si consiguiera hacerlo sin sentir nada por ella, sería el primer hombre que tiene tan cerca de él a Azucena y no sienta deseos de besarla, a Azucena no hay hombre que se le resista.
Caridad: la verdad, esto ya me parece demasiado exagerado, o sea que ahora según tú ¿Manuel se va a enamorar de Azucena así por las buenas? ¿y va a renunciar a la petición de su madre olvidando que por su culpa sus dos hermanos pequeños están ahora muertos?
Germán: Azucena solo tiene la culpa de Aníbal y Alberto indirectamente, lo que ocurrió con ella fue un error médico del científico ayudante de Segismundo Amadeo, Sebastian, cada año son inyectados un montón de niños en valle seco con la formula de la superfuerza, la mayoría de ellos consiguen sobrevivir, lo que pasó con Azucena fue una excepción, de hecho es un milagro que ella todavía siga con vida. ¿Sabes lo que es para alguien vivir teniendo la seguridad de que estás condenada a muerte por algo que tú no puedes controlar? Azucena ha vivido durante toda su vida tras exámenes médicos en los laboratorios, tomándose todo tipo de medicamentos, esperando a que alguno le hiciese efecto, oyendo como todos le diagnosticaban que solo le quedaba 3 semanas de vida, 2 semanas, 1 semana, esperando a la muerte cada día de su vida, hay gente que la conoce y cree que no es de este mundo, ninguno de los médicos que la han examinado hasta ahora puede dar ninguna explicación científica al hecho de que todavía siga con vida.
Caridad: yo la verdad es que la vida de Azucena a mí no me entusiasma conocerla, yo confío en Manuel, voy a esperar a que él vuelva por mí, no sé si conseguirá matar a Azucena Terrón, pero desde luego si hay algo de lo que sí estoy segura, es que Manuel me quiere a mí, tanto o más como yo le quiero a él.
Germán: si eso es así, cuando Manuel vuelva a por ti, permíteme que le felicité y le dé la enhorabuena, por haber sido el primer hombre capaz de ignorar los encantos de Azucena y de no dejarse llevar por ellos.
Germán abandonó la sala.
Los dos científicos de bata blanca, cogieron a Caridad y la ataron a una diana de pies y brazos, con gomas elásticas que le apretaban las muñecas y los tobillos. La diana daba vueltas y vueltas mientras le proporcionaban descargas eléctricas, mientras uno de los científicos miraba los números que aparecían en la pantalla de una computadora a cada vuelta de la diana.
Mientras tanto, en otra parte lejos de allí, en los pasadizos del internado valle seco, Fabián Amadeo estaba tumbado en una camilla tras haber recibido el disparo por manos de Jorge, antes de morir gracias a Diego. Su esposa Manuela estaba delante de él.
Fabián abrió los ojos, tenía parte de su pecho vendado.
Manuela: Fabián ¿estás bien?
Fabián: sí, todo lo bien que se puede estar después de haber recibido un balazo en tu pecho ¿ y tú? ¿y el niño?-dijo él tocándole la barriga a su mujer.
Manuela: estoy bien, los dos estamos bien, gracias a ti, esa bala iba para mí, no debiste ponerte delante mío.
Fabián: yo puedo recuperarme fácilmente, pero tú y el bebé... créeme Manuela, era mejor así.
Manuela abrazó a Fabián.
Manuela: no sabes el susto que me has dado.
Fabián: y tú a mí qué? te dije que te quedaras en tu cuarto encerrada durante la emboscada, no puedes participar en una guerra en tu estado.
Manuela: formó parte de esta organización, no iba a quedarme al margen mientras todos mis demás compañeros arriesgaban sus vidas enfrentándose a la organización secreta de la justicia.
Fabián: Manuela, tienes que pensar en el bebé, ya sé que ser un miembro de esta organización no es lo mismo que ser una persona de la sociedad de afuera, pero me gustaría que el bebé llegara a nacer con los menos riesgos posibles.
Manuela: oye, yo soy la madre, yo tampoco quiero que le pasé nada al bebé, pero quedarme encerrada en el cuarto y no participar en la guerra es algo que va contra mis principios.
Fabián: que ha pasado cuando me han disparado? no me acuerdo de nada, ¿Jorge se ha llevado a Azucena a Hawai como pretendía?
Manuela: no, Diego lo impidió. Además, Jorge tampoco se iba a llevar a Azucena, resulta que Azucena nunca estuvo presente en la emboscada, aunque todos la viéramos, solo era una copia suya de un robot construido por ella misma, Diego encerró a Azucena en la terraza todo el tiempo para protegerla de los soldados de Germán. Cuando Diego disparó, el cráneo del robot sufrió una fractura por la que perdió aceite y Jorge cayó fulminantemente muerto.

Fabián: qué? Diego ha matado a Jorge?
Manuela: Sí, el reino de la tiranía de Jorge Puertas ha llegado a su fin.
Fabián: eso quiere decir que mi padre puede salir de la casa de masajes de Azucena que permanece cerrada en el pueblo y volver aquí al internado con nosotros?
Manuela: por supuesto, este es el sitio de tu padre, siempre lo fue.
Fabián: no puedo esperar por darle la buena noticia. Tú sabías que la Azucena que Jorge había secuestrado durante la emboscada solo era un robot?
Manuela: no, no lo supe hasta que vi que chorreaba aceite en vez de sangre, Diego y Azucena lo querían mantener en secreto hasta el final de la emboscada por temas de seguridad, al igual que la trampa de un sistema atrapa-intrusos instalado en el hall que nos salvó a todos.
Fabián: que sistema?
Manuela: uno que instaló Diego, en el techo hay jaulas de metal, y encierra a todos los soldados que no consigan escapar del colegio vivos antes de que aspiren 56 segundos, la idea fue de Azucena.
Fabián: me alegró que todo haya ido bien, ¿entonces los de la organización secreta de la justicia no se salieron con la suya, verdad?
Manuela: no, ganamos nosotros. Pero... ahora nos hemos quedado sin director, se va a convocar una reunión en su despacho, donde todos los profesores y algunos directivos que vendrán de visita, elegiremos entre los presentes al nuevo director.
Fabián: estupendo, estoy listo para votar.
Manuela: seguro que no quieres descansar antes un poco? te han disparado.
Fabián: estoy bien, recuerda que la tecnología y nuestros métodos de medicina son más avanzados que los cotidianos, estoy totalmente recuperado.
Manuela: formidable, porque yo sé perfectamente por quien van a votar todos.
Fabián: de veras? por quién?
Manuela: no te hagas el distraído mi amor, por ti, eres el hijo del científico más popular en este colegio y en esta organización y además de ser el psicólogo oficial, todo el mundo confía en ti, y sé que todo el mundo votara por ti.
Fabián: aunque eso fuera así, que no digo que no vaya a ser, yo no voy a ser el director tras la muerte de Jorge.
Manuela: por qué no?
Fabián: porque sé de alguien más en este internado que sería un magnifico director aparte de mí, alguien que lo desea desde su infancia, y ya que una de las reglas de esta organización es que si uno es nombrado director por votación unánime y esa persona dimite, se le permitirá escoger a él el nombre del director, y nadie puede oponerse a su elección.
Manuela: vas a dimitir si votan por ti?
Fabián: sí.
Manuela: y a quién vas a elegir? a tu padre? él sería el mejor director después de ti, pero a su edad no creo yo si eso sería conveniente, ya tiene suficiente trabajo en los laboratorios.
Fabián: no, no voy a elegir a mi padre.
Manuela: entonces a quién?
Fabián: a tu hermana, a Azucena Terrón.
Manuela: qué? es una broma?
Fabián: no, tu hermana podía ser una excelente directora, ella ha deseado ser directora de esta organización desde que era niña y ahora que Jorge ha muerto y no queda nadie de la familia Puertas, que es la familia que construyó el internado hace generaciones, sería una magnifica oportunidad para ella.
Manuela: pero... Azucena no puede ser directora y tú lo sabes.
Fabián: por qué no?
Manuela: porque en toda la historia desde que se construyó este internado, nunca ha habido ninguna mujer directora.
Fabián: y? pues con más razón, estamos en el siglo 21 ¿a ver? que estupidez es esa de que una mujer no puede ser directora de este colegio, eh? a ver?
Manuela: vale, de acuerdo, es una estupidez, pero es una norma, y esta organización ha llegado donde ha llegado porque siempre se ha dictado por unas normas que ha seguido al pie de la letra, no se pueden romper las tradiciones pasándolas por alto.
Fabián: romperlas no, pero evolucionarlas y actualizarlas, sí.
Manuela: si eliges a Azucena, todos los directivos estarán en tu contra.
Fabián: los directivos no tendrán otra opción que aceptar mi elección, y mi elección va a ser Azucena.
Manuela: Fabián, por favor, no lo hagas, si lo haces, no voy a votar por ti.
Fabián: vamos Manuela sé que en el fondo te alegras, tú más que nadie quieres que tu hermana llegué a ser directora de este colegio, es el sueño de Azucena, y ha llegado la hora de que se haga realidad. ¿en serio no quieres que tu hermana sea feliz?
Manuela: sí, claro que lo quiero, pero... Fabián, lo siento, pero si sigues adelante con esta idea, no votaré por ti.
Fabián se acercó a Manuela levantándose de la camilla y la besó en los labios.
Fabián: todo saldrá bien mi amor.
Y Fabián y Manuela caminaron por los pasillos de los laboratorios de los pasadizos, en donde los focos de luz se encendían al detectar el movimiento del avance de los pasos.
Entre tanto, fuera de los pasadizos, en el internado valle seco, en el despacho del director, estaban todos los profesores de todas las asignaturas.
directivodelaorganización: veamos, ya están aquí el profesor de creación de venenos, el de secuestro y extorsión, el de seducción, de lectura de lenguaje corporal, de mentira y engaño, faltan: la profesora de manejo de armas, hija mayor del legendario traficante de armas Francisco Terrón, su marido, profesor de psicología e hipnosis, su suegro, Segismundo, científico de los laboratorios y profesor de creación de inventos y su hermana pequeña Azucena, profesora de artes marciales. El puesto de informática y piratería que se encargaba el difunto Jorge Puertas, siguiendo con la tradición de informáticos en su familia, queda por el momento desocupado. Esperaremos unos minutos para estar todos reunidos.
En ese instante Fabián Amadeo y su esposa Manuela Terrón entraron por la puerta y se sentaron. Pasaron unos cuantos minutos más, hasta que llegó al despacho Azucena Terrón quién se sentó al lado de su hermana. Azucena y Manuela hablaron durante un buen rato en susurros y murmullos.
Manuela: te parecerá bonito llegar a estas horas no? donde estabas? en la cama con Diego?
Azucena: qué pasa? qué me lees la mente?
Manuela le echó una mirada de reproche a su hermana.
Azucena: qué? Diego y yo tenemos derecho a celebrar la muerte de Jorge no?
Manuela: y donde está Diego ahora?
Azucena: ha ido a buscar a Segismundo a la casa de masajes, para traerle de vuelta al internado.

Manuela: con tu coche no?
Azucena: sí, y qué?
Manuela: nada, solo que Diego tiene solo 16 años, aún no tiene carnet de conducir.
Azucena: no va a pasar nada, ha llevado el coche cientos de veces, sabe como manejarlo, ya verás como pronto está de vuelta.
Manuela: sí, claro no va a pasar nada, mientras no le paré la policía un día de éstos...
Azucena: si la policía le para Diego le pega 4 tiros con su pistola reglamentaria de la organización secreta del crimen y se escapa, o eso, o lo hipnotiza y lo deja durmiendo en medio de la carretera.
Manuela: ya, tú todo lo ves muy fácil, verdad?
Azucena: porque lo es, nosotros no somos personas normales y corrientes, somos miembros de la organización secreta del crimen.
Manuela: una organización que se ha quedado sin director.
Azucena: recuérdame cuando termine esta reunión que le dé la enhorabuena a tu marido Fabián por el cargo de director.
Manuela: no te preocupes, cuando esta reunión finalice, será él quien te felicité a ti.
Azucena: de qué hablas?
Manuela: ya te enteraras durante la reunión.
Mientras, en la carretera cerca del pueblo valle seco, un coche azul claro conducido por Diego, se movía mientras hablaba con su copiloto, Segismundo Amadeo.
Segismundo: y en serio disparaste contra Jorge? aún no puedo creerme que él esté al fin muerto!
Diego: ni yo, debí hacerlo hace tiempo, no sé porque no lo hice, si Jorge hubiera estado muerto años atrás Azucena se hubiera ahorrado muchos problemas con él.
Segismundo: yo debía haber matado a Jorge cuando Azucena tenía 21 años y le abrió la casa de masajes para que trabajara para él, entonces quizás las cosas hubieran sido diferentes.
Diego: eso ahora no importa, lo importante es que ahora Jorge ya no nos volverá a molestar, ya está fuera de nuestras vidas para siempre.
Segismundo: en cuanto llegué al internado lo primero que voy a hacer es asistir a la reunión para la votación de la elección del nuevo director.
Diego: ¿sabes quién sería la persona indicada para ese puesto?
Segismundo: por supuesto que sí, Azucena Terrón, verdad?
Diego: sí, pero nadie va a votar por ella, por esa absurda norma que hay de que una mujer nunca llegará a ser la directora de la organización secreta del crimen.
Segismundo: tú tranquilo Diego, hay otra norma, si la votación es unánime la persona puede dimitir y elegir a otro director, y nadie puede oponerse a su elección.
Diego: ojala pasara algún milagro para que Azucena fuera nombrada directora de la organización, lo ha deseado desde que era una niña, si pasara eso, sé que sería plenamente feliz.
Dentro de un rato, Segismundo Amadeo entró al despacho del director al internado valle seco.
Segismundo: hola, siento haber tardado tanto.
directivodelaorganización: bien, ahora que ya estamos todos, votaremos. Recuerden las normas, solo se puede votar a gente que esté aquí presente mayor de edad y podéis votar por vosotros mismos, tomar estos papeles, son fluorescentes a la oscuridad, solo se ve lo que se escribe en ellos con las luces apagadas.
Los directivos repartieron las papeletas a todos.
directivodelaorganización: 1, 2, 3, ya, empezar a escribir!!
Todos escribieron un nombre en la papeleta, y la dejaron sin doblar en medio de la mesa, puesto que no se podía leer nada hasta que no se apagara la luz, cuando todas las papeletas estuvieron colocadas en el centro de la mesa, el directivo se levantó y dijo.
directivodelaorganización: listos para saber el nombre del nuevo director de la escuela y la organización?
Todos los presentes afirmaron con la cabeza.
El directivo apretó el botón del interruptor, y la luz se apagó, viéndose reflejado el nombre de una única persona en todas las papeletas del medio de la mesa: Fabián Amadeo.
Fabián se acercó a su esposa Manuela y le susurró al oído.
Fabián: no me habías dicho en los pasadizos antes que no ibas a votar por mí?
Manuela: por favor Fabián, no dimitas, no lo hagas.
El directivo de la organización abrió la luz.
directivodelaorganización: pido un fuerte aplauso para el nuevo director del internado valle seco, la organización secreta del crimen, Fabián Amadeo, el único hijo del científico más veterano de los laboratorios.
Todos aplaudieron.
Fabián se levantó, los aplausos cesaron.
directivodelaorganización: Fabián, tienes derecho a unos minutos para formular un discurso si es que lo que quieres.
Fabián: sí claro, quiero dar las gracias a todos por haber votado por mí, pero... me temo que no voy a poder aceptar el puesto de director, dimito y ya que la votación ha sido unánime, tengo el derecho de elegir al próximo director yo, y los demás deberán acatar mis ordenes y aceptar a la persona elegida. Y esa persona es... Azucena Terrón, yo quiero que ella sea la directora a partir de ahora.
Fabián aplaudió, los demás sorprendidos también aplaudieron, Azucena se levantó de su asiento para recibir la lluvia de aplausos sobre ella.
La reunión quedó finalizada, todos fueron desalojando el despacho para que Azucena se quedara sola tomando puesto de su nuevo cargo frente a la butaca.
En el umbral de la puerta, el directivo de la organización, habló con Fabián.
directivodelaorganización: por qué has dimitido? tú eres el ideal para ser el director de esta escuela.
Fabián: yo no lo creo así, Azucena será mil veces mejor directora que yo.
directivodelaorganización: pero es una mujer!
Fabián: en serio? no me había dado cuenta!
directivodelaorganización: yo puedo quedarme como director temporal como hacía cuando Germán se iba de vacaciones al extranjero y él era el director hace 20 años, o como hacía con Jorge cuando él estaba ausente más de 1 día fuera del internado por causas de conferencias privadas con los miembros de la organización, podemos volver a votar otro día, hay más gente que estaría dispuesta a aceptar el puesto de director si tú no lo quieres.
Fabián: más gente? querrás decir más hombres, no? a ver, dame una buena razón de porque una mujer no puede ser directora de la organización secreta del crimen, dámela!
directivodelaorganización: está bien, tú ganas, que se quede Azucena al cargo de la dirección, pero como llevé a la organización a la ruina, yo no me quiero hacer responsable de lo que suceda a partir de ahora.
Y así el directivo y Fabián, acabaron abandonando el despacho.
Azucena se quedó a solas en él, cogió acariciándola la pequeña plaquita plateada en donde estaba inscrita el nombre de Jorge Puertas, y encestando, la tiró a la papelera.
Diego estaba en ese momento en su cuarto, miraba la cama vacía de Carlos Puertas, el hijo del director y sobrino de Germán con nostalgia, él y Carlos nunca habrían sido grandes amigos, pero sabía que a pesar de todo lo iba a echar de menos.

En ese corto período de segundos, alguien entró por la puerta, alguien con el uniforme negro y gris de la organización secreta del crimen. Manuel Lomo Almo.
Manuel: hola, me echabas de menos? o ya no te acuerdas ni siquiera de quién soy?
Diego se giró hacia él y corrió a abrazarle en cuanto vio a su antiguo compañero de cuarto.
Diego: Manuel, no sabes la alegría que me das al verte, con todas las emociones que he vivido últimamente de verdad que necesitaba hablar con un amigo. Sé que todo este tiempo has estado en la organización secreta de la justicia, al lado de tu madre, estudiando en el internado aureola ¿has podido ver a ...?
Manuel: a Jessica, ¿la chacha? a tu madre? sí, ahora es la limpiadora del internado aureola, vive feliz lejos de asesinos.
Diego: claro, lejos de asesinos como yo ¿quieres decir eso, verdad Manuel?
Manuel: tú podías haber ido al internado aureola y ser mi compañero de estudios igual como lo éramos aquí ¿por qué te quedaste? ¿por qué dejaste que tu madre se marchará sola al otro internado?
Diego: sabes perfectamente porque me quedé, supongo que te habrás enterado por mi madre si la llegaste a ver y hablasteis sobre mí, cuando mi madre descubrió la verdad sobre este internado tuvo que marcharse, si se hubiera quedado aquí la hubieran acabando matando, además, supongo que para ella sería muy doloroso seguir viviendo al lado de un hijo que sabe que se va a convertir en asesino, ladrón o timador profesional de mayor.
Manuel: sí, sé porque decidiste quedarte, por Azucena Terrón, pero no lo entiendo, hay otras mujeres, ¿tan enamorado estás de ella?
Diego: sí, y no solo lo estoy yo, sino también ella de mí, cuando hablé con mi madre y le hablé de Azucena y de lo que sentía por ella, en realidad no se lo conté todo, si yo me quedé en este internado no fue porque estaba enamorado de Azucena Terrón, sino que fue porque mantenía una relación sentimental con ella que todavía dura y fue ella misma la que me pidió que no la abandonara y me quedara a su lado, para siempre.
Manuel: no! en serio? en serio tú y Azucena estáis juntos? pero juntos, juntos?
Diego: sí, y sé que tuve que renunciar a mi madre por ella, pero... no me arrepiento, no me arrepiento porque sé que estoy cerca de la mujer a la que quiero.
Manuel: pues no sé que decirte Diego, pero no tenía ni idea de que tú quisieras quedarte toda la vida en el internado valle seco y que de verdad, te gustara ser uno de los miembros de la organización secreta del crimen.
Diego: Manuel que todavía siga aquí y esté saliendo con Azucena, no significa que me gusté tener esta vida, pero si quiero estar con ella, no tengo otra opción.
Manuel: yo soy hijo de Álvaro Lomo, el profesor de creación de venenos, por mis venas corren sangre de asesinos y ladrones, tengo descendencia y nombres famosos que llenan los libros de la biblioteca de este colegio, pero tú, tu madre llegó aquí de casualidad una noche embarazada de ti, tú no tienes porque quedarte en este internado, no eres miembro legítimo de la organización al igual como lo soy yo.
Diego: te equivocas, si que lo soy, no por parte de madre, pero sí por parte de padre, mi verdadero padre era Ramón Clero, uno de los directivos más importantes de esta organización, supe el verdadero nombre de mi padre cuando me lo contó todo Segismundo Amadeo, en los laboratorios, el día en que decidí si lo mejor para mí era quedarme aquí con Azucena o irme con mi madre al internado aureola.
Manuel: qué? que Ramón Clero era tu padre?
Diego: sí, mi madre trabajaba en su casa de sirvienta, la mansión en la cuál trabajaba mi madre antes de llegar a este internado a ser la chacha, fue la misma mansión que sufrió un atentado de la organización secreta de la justicia hace 16 años, matando a todos los miembros de su familia, al padre, a las dos hijas, a la mujer, y a los suegros.
Manuel: lo sé, conozco la historia, pero no tenía ni idea de que tú eras el hijo perdido de Ramón Clero.
Diego: pues ahora ya lo sabes, lo soy, por eso Jorge siempre tuvo tanta predilección conmigo desde que era pequeño, por encima de su hijo, Carlos.
Manuel: ahora lo entiendo todo, pero fíjate en Germán él decidió por él mismo abandonar su pasado de delincuencia y yo mismo, cuando supe de la construcción del internado aureola hace algo más de un mes, me escapé de aquí, y me uní a mi madre al bando enemigo, todos podemos cambiar nuestro futuro Diego, sea cuál sea nuestra procedencia o pasado.
Diego: si realmente piensas así ¿por qué has vuelto?
Manuel: porque la vida en la organización secreta de la justicia era muy dura, mis hermanos Aníbal y Alberto de seis años no pudieron soportar el ritmo de estudios y murieron y yo... pensé que tal vez me había equivocado al querer vivir lejos de esta organización, después de todo, ya sabes lo que dicen, mejor lo malo conocido que lo bueno por conocer.
Diego: y tu madre? ella sabe algo de tu vuelta?
Manuel: sabe que necesito encontrar mi sitio en la vida y respetara mi decisión, sea cuál sea. Y a pesar de todo, de los caminos distintos que hemos tomado tú y yo Diego, me alegro de verte, porque sé que tú y yo seremos amigos por encima de todo, siempre.
Diego: y qué? cuéntame, ¿tienes alguna chica por ahí perdida? yo te he contado lo mío con Azucena pero tú...
Manuel: sí, puede que haya una, en el internado aureola, se llama Caridad Ponetra, puede que su nombre te suene, es una fugitiva de las mazmorras de los pasadizos de este internado, una de las victimas de una picadura de mosquito robotizado de Segismundo Amadeo, para atraer a nuevos alumnos hasta este internado.
Diego: Y no has traído contigo a Caridad?
Manuel: no, ella no quería volver aquí, tiene muy malos recuerdos de este sitio, pero aunque ella esté en el bando enemigo, sé que nuestro amor permanecerá despierto.
Diego: es muy difícil mantener un amor a distancia, y más si la persona amada pertenece a la organización de la justicia.
Manuel: lo sé, será muy difícil, pero no imposible ¿recuerdas tu lema Diego? las cosas imposibles no existen.
Diego sonrió.
Manuel: igual no debería preguntar por él pero... ¿Y Carlos?
Diego: muerto, al igual que su padre Jorge.
Manuel: no!
Diego: sí, resulta que Jorge nunca fue su verdadero padre, él es el único de nosotros tres que no descendía de una familia se asesinos y ladrones, él era hijo de Javier Rodríguez e Imma Sorsorote, dos personas normales y corrientes fuera de la organización. Como todos los embarazos de Lilian, la mujer de Jorge siempre se malograban, Jorge optó por secuestrar a un recién nacido y educarle como su hijo con el fin de poder seguir teniendo descendencia para el puesto de director de esta organización.
Manuel: no me lo puedo creer!

Diego: pues es la verdad, Azucena sabía esa verdad porque Javier Rodríguez fue un antiguo cliente suyo de la casa de masajes hace 12 años y le enseñó una foto de Carlos de bebé en el hospital y Azucena lo reconoció como el hijo de Jorge, por ello Azucena siempre quiso sacar a Carlos de aquí y devolverlo con sus verdaderos padres, cosa que no llegó nunca a hacer por miedo a Jorge. En el día de la emboscada, Azucena se lo confesó a Carlos todo y le mostró un lugar en donde Jorge ahorcaba a todas sus victimas tras matarlas en los pasadizos, sobre un lago de petróleo, había 12 lazos, 8 estaban llenos, y 4 vacíos, la séptima y la octava personas ahorcadas eran Imma y Javier y la novena fue...
Manuel: Carlos?
Diego: Sí, Carlos se ahorcó en cuanto vio a sus verdaderos padres muertos y supo toda la verdad sobre su secuestro de bebé, no pudo soportar el saber que Jorge durante todo ese tiempo no había sido su padre, sino su secuestrador.
Manuel: Y Carlos sigue ahorcado en ese noveno lazo en los pasadizos secretos por encima del lago de petróleo?
Diego: sí, al lado de sus verdaderos padres, quienes se pasaron toda su vida buscándole desde su secuestro a los pocos días de salir del hospital con el bebé en brazos, y ahora, ya nunca más nadie les separara. Jorge nos ha hecho mucho daño a todos, por suerte para todos, él ahora está muerto.
Dentro de un rato todos los alumnos fueron convocados por megafonía para que se reunieran en la sala de conferencias del colegio.
Una vez allí Azucena subió al púlpito con los dos directivos de la organización que habían venido al internado a oficiar la votación para la dirección, con Fabián Amadeo.
Delante de todos los alumnos, el directivo habló.
directivodelaorganización: hola a todos, como ya sabéis esta reunión es para anunciar ante todos el nombre de la persona que se va a ocupar de la dirección de este internado a partir de ahora, tras la reciente muerte de nuestro antiguo director Jorge Puertas. Ya que no queda ningún familiar vivo que pertenezca a la familia que construyó el internado, Puertas. El director se ha elegido por votación popular en lugar de por descendencia o por herencia. Todos elegimos a Fabián Amadeo, la votación fue unánime.
Todos los alumnos presentes aplaudieron al escuchar el nombre de Fabián, pero el directivo levantó sus manos para calmarles.
directivodelaorganización: alto, alto, esperad, Fabián dimitió, no aceptó el puesto de director y puesto que hay una regla que determina que si una votación es unánime, la persona votada puede elegir al que crea más idóneo para el puesto de director, estén o no estén de acuerdo los demás, pues Fabián dijo un nombre tras dimitir y ese nombre fue... Azucena Terrón.
Toda la sala se quedó en silencio, hubieron algunos abucheos, y solo un aplauso, el de Diego Marremo, que se alegraba porque su novia fuera a ser de ahora en adelante la directora del colegio donde él estudiaba.
directivodelaorganización: ya sé que esto es algo nuevo porque nunca antes habíamos tenido a una directora mujer, pero confío en la elección de Fabián y sé que Azucena es una mujer muy inteligente capacitada para este cargo, así pues ella queda nombrada directora a partir de ahora, siendo así la primera mujer directora en toda la historia de la organización secreta del crimen.
La sala se desalojó, muchas personas se fueron murmurando y criticando de mala gana la elección de Azucena como directora, la sala de conferencias poco a poco se quedó vacía, en ella solo estaban Azucena y Diego. Diego se acercó en silencio y muy despacio hacia el púlpito, hacia donde estaba Azucena.
Azucena: qué haces? tú eres un alumno, y yo como directora te ordeno que vuelvas a tu clase. ¿no me has escuchado? que vuelvas ahora mismo a...!!
Diego se acercó a Azucena en silencio la cogió entre sus brazos y la besó. Luego la miró orgulloso con una gran sonrisa y le dijo.
Diego: eres la mejor!
Azucena: me vas a ayudar con el cargo de dirección?, estoy un poco asustada, es lo que siempre he querido pero, no sé si voy a poder yo sola con todo esto.
Diego: tranquila, yo sé que tú puedes con esto y mucho más, además no estás sola, cuentas conmigo para lo que quieras.
Azucena: para lo que quiera?
Diego: para todo, sin condiciones.
Azucena: de acuerdo, pues pásate después por mi despacho.
Diego: creo que a partir de ahora el despacho de dirección va a ser el lugar más visitado por mí de este colegio.
Azucena le respondió con una sonrisa y con un largo y ardiente beso en los labios.
Dentro de unas horas, tras una larga charla en privado entre Diego y Azucena, Diego se encontraba enganchando con celo por toda la escuela carteles con 10 de los nuevos mandamientos que se iban a hacer oficiales a partir de ese momento, mandamientos que seguirían todos los miembros de la organización secreta del crimen, una de las innovaciones de Azucena Terrón como nueva directora del centro.

los 10 mandamientos a cumplir de la OSC (organización secreta del crimen)

1. pertenecer a la organización no es un derecho ni una elección, es un estilo de vida.
2. los miembros de la organización no son asesinos, ni ladrones, ni timadores. Son asesinos, ladrones y timadores profesionales quien no entienda la diferencia no se merece pertenecer a la organización.
3. se robara, se estafara y se matara siempre que sea divertido, se necesite económicamente o no.
4. lo más importante es realizar un crimen limpio, sin heridos, sin muertos, sin destrozos ni pruebas a la vista.
5. los miembros de esta organización no actúan ni contra ni por encima de la ley, solo siguen sus propias leyes.
6. nunca se dañara a los miembros de tu misma organización a menos que alguno de ellos ponga en peligro a la organización o no sea un soldado útil para ella.
7. cuando se realice operaciones fuera del internado (robos, atracos, asesinatos, estafas, intercambio de productos ilegales...)lo primero en tener es la seguridad de los miembros de la organización que participen en ella, la operación se abandonara si la vida de alguno de ellos corre peligro.
8. en los atracos o secuestros donde existan rehenes en todo momento se hará todo lo posible para no hacerles daño, los rehenes son instrumentos a utilizar para facilitar las operaciones, nunca se les dañara físicamente a menos que os veáis forzados a ello.
9. ante todo, el objetivo de esta organización no es hacer daño a la gente, solo defender nuestro estilo de vida.
10. todos y cada uno de los miembros de esta organización somos delincuentes pero no agresores.

Más tarde, Azucena se encontraba en chándal haciendo footing por el bosque, cuando escuchó un grito cerca, ella acudió al sonido del grito. El grito era de una chica, de una alumna concretamente, una alumna que vestía con el uniforme negro y gris oficial de la organización, era Tamara Metro, la hija de Alfonso, el arquitecto que le había ayudado a construir a Germán el internado aureola y que se había cambiado de bando tras pasar una noche con Azucena.
Azucena fue hacia donde estaba Tamara, la vio llorando, cerca del cobertizo destruido en donde Alfonso había intentado abusar de ella, la mano del cadáver de Alfonso asomaba entre las ruinas, Tamara fuera de sí, dijo.
Tamara: mi padre! mi padre! no puede ser! no puede ser! él... él está... él está...
Azucena la abrazó para tranquilizarla.

Azucena: tranquila, todo saldrá bien, aunque tu padre haya muerto tú no te quedaras sola, ahora eres miembro de la organización secreta del crimen, ya no eres una chica normal, eres una soldado entrenada para matar, yo te ayudaré con tus enseñanzas, todo irá bien, solo tienes que aprender a hacer todo lo que te manden.
Al anochecer, en el internado valle seco, en el dormitorio que compartían Manuela (la hermana mayor de Azucena) con su marido Fabián.
Estaban los dos largos en la cama, en ropa de dormir, cuando Manuela habló.
Manuela: te has leído los 10 mandamientos que ha hecho oficiales Azucena para todos los miembros de la organización?
Fabián: sí, Diego casi ha empapelado todo el colegio.
Manuela: me preocupa ese chico, hace demasiado caso a mi hermana.
Fabián: ya estamos, creía que no te gustaba que Diego estuviera cerca de Azucena porque no te fiabas de él ¿le amenazaste con matarle, recuerdas?
Manuela: lo único que no quiero es más problemas para mi hermana, ya ha tenido bastantes en toda su vida, con nuestro difunto padre, con Germán, con Jorge...
Fabián: Diego la quiere de verdad, deja ya de preocuparte, todo está bien.
Manuela: no, no está bien, porque no dejo de pensar que Diego se tendría que haber ido con su madre, la vida que está llevando en esta organización no es la vida adecuada para un chico de 16 años.
Fabián: te recuerdo que Diego no es el único chico de 16 años que pertenece a esta organización.
Manuela: lo sé, pero sí que es el único chico que tiene a su madre cerca, viva, y que se preocupa por él, Diego tendría que estar viviendo en compañía de su madre, no aquí trabajando para la organización. Nosotros no pudimos elegir, porque nuestra familia ya era lo que era antes de que naciéramos, pero Diego nunca conoció a su padre, si su madre no hubiera sufrido un desmayo a causa del embarazo y del cansancio aquella fatal noche, su hijo Diego nunca se hubiera visto involucrado en este mundo.
Fabián: las cosas que pasaron hace 16 años no se pueden cambiar, déjalo tal como está, todo irá bien. Además, Diego se ha quedado al lado de Azucena por propia voluntad, puede irse cuando le de la gana, y te recuerdo que la vida en la organización secreta de la justicia no es muy diferente a la de aquí.
Manuela: allí Diego se podía educar con otros valores, y podía llegar a convencer a su madre para que un día vivieran al margen de las dos organizaciones, él puede salir de este mundo cuando él lo decida.
Fabián: exactamente, cuando él lo decida, pero de momento ha decidido quedarse al lado de Azucena.
Manuela: ya, lo sé, y me alegró por mi hermana porque ella quería que se quedara, pero..., luego también está Esmeralda, cada día que pasa está más y más enamorada de Diego.
Fabián: para mí que Diego es solo un capricho de Esmeralda y ya está, al principio puede ser que fuera amor, pero ahora... lo dudo mucho.
Manuela: Y a Diego, no sé, tampoco lo veo muy bien.
Fabián: bueno, ahí tienes algo de razón, he hablado con él, y está un poco abatido porque echa mucho de menos a su madre, pero es muy peligroso ponerse en contacto con alguien de la organización secreta de la justicia.
Manuela: lo ves? si es que no sé porque Diego no se ha ido ya de aquí... bueno sí que lo sé, porque se está dejando llevar demasiado por los actos de mi hermana.
Fabián: lo que tenga que pasar, pasara, ¿vamos a dormir ya mi amor, sí? necesito descansar para levantarme mañana despejado.
Manuela: mañana por la mañana tienes terapia psicológica con mi hermana por lo de su adicción al dinero, verdad?
Fabián: sí, por?
Manuela: nada, que tendrá muchas cosas que agradecerte cuando Diego no esté cerca de ella, la ayudas a curarse, la declaras delante de todos directora del colegio...
Fabián: que has querido insinuar con eso?
Manuela: nada, solo que... como 3 años antes de comprometernos y hacernos novios y de casarnos, tú estabas babeando por los huesos de mi hermanas pues...
Fabián: yo y todos, yo no era el único que iba detrás de tu hermana en esa época ¿recuerdas?
Manuela: sí, por fortuna o por desgracia los hombres nunca han dejado de perseguir a mi hermana.
Fabián: Manuela, ¿a donde quieres llegar?
Manuela: no, no soy yo Fabián, eres tú ¿Qué quieres conseguir con todo esto Fabián? ¿todavía sigues sintiendo algo por Azucena?
Fabián: no seas ridícula, soy el único del colegio que apoya su relación con Diego, ¿no crees que si de verdad sintiera algo por Azucena, estaría celoso y haría algo por separarles?
Manuela: no, sino quieres que yo te lo noté, igual solo estás consintiendo que Diego esté con ella para hacerla feliz, pero en cuanto puedas ocupar su lugar ¿quién sabe lo que harás?
Fabián: no puedo creerme que de verdad pienses eso de mí, llevamos 17 años juntos, tenemos dos hijas, y viene otro en camino ¿de verdad crees que yo sería capaz de dejarte en la estacada por tu hermana?
Manuela: yo no estoy diciendo nada de eso Fabián, sé que nunca me dejarías sola con el bebé, lo sé, pero eso no significa que alguna noche no pudieras tener algún desliz con mi hermana si se te ofreciera la oportunidad.
Fabián: por favor, desde que conozco a tu hermana nunca me ha dejado acercarme a ella, lo único que hubo entre nosotros fue un beso, es de locos pensar que yo vaya a poder tener alguna oportunidad con ella.
Manuela: claro, por eso estás conmigo, verdad? porque sabes que con Azucena nunca vas a poder tener nada.
Fabián: estoy contigo porque te quiero, lo de Azucena ya pasó, y si la estoy ayudando con el problema de su adicción y con la dirección de este colegio es porque ella es tu hermana pequeña, y sé que si ella es feliz, tú también lo eres ¿ te ha quedado claro?
Manuela: sí, pero... ¿y con lo que pasó hace 20 años que pasa?
Fabián: lo que pasó hace 20 años, se queda allí, en algo que pasó y nunca más volverá a pasar.

Manuela: yo ahora no estoy hablando de tus sentimientos por mi hermana, estoy hablando de cuando la operaste en los laboratorios de este internado, sin que nadie se enterara, para salvarle la vida.
Fabián: que pasa con eso?
Manuela: los síntomas secundarios de la formula de la superfuerza son insomnio, falta de apetito, dolores de cabeza, vómitos, y pérdida de cabello. Tú pillaste a Azucena hace 20 años vomitando en el cuarto de baño y la llevaste a los laboratorios, donde la operaste sin que tu padre se enterara de ello y gracias a esa operación ella aún ahora todavía sigue con vida.
Fabián: y? hice algo bueno, no?
Manuela: sí, pero tu padre sigue intentando ayudarla a que se cure por completo, pero no va poder conseguirlo si le faltan datos en su historial médico, tienes que contarle lo de la operación Fabián, eso, y que aquella vez si que sufrió efectos secundarios de la formula.
Fabián: no, no puedo contárselo.
Manuela: por qué no? han pasado 20 años, y es para ayudar a Azucena.
Fabián: le prometí a Azucena que no se lo contaría nunca a mi padre, no voy a romper una promesa con Azucena, haya pasado el tiempo que haya pasado.
Manuela: pero es una tontería, tu padre es su médico, no sé porque Azucena no quiere que lo sepa.
Fabián: Azucena tiene mucho miedo, no quiere dejar el tratamiento médico, pero sabe que un nuevo dato significaría más pruebas para ella, no está preparada aún para superarlas.
Manuela: pero son pruebas que podían salvarle la vida a mi hermana, hacer que ella por fin aprendiera a vivir la vida como una mujer normal, sin tener que estar pendiente de controlar su fuerza cada minuto de su vida.
Fabián: he dicho que no y no lo voy a hacer, no voy a romper una promesa que le hice a Azucena, ella cuenta conmigo y no le voy a fallar. Y ahora vamos a dormir que estoy muy cansado.
Fabián bostezó.
Manuela: vas a dormir tú solo-dijo ella levantándose de la cama.
Fabián: a donde vas?
Manuela: a dormir al sofá de la sala de espera de visitas del colegio.
Fabián: y eso por qué?
Manuela: porque siempre antepones todo lo que te digo yo a lo que siente o piensa Azucena, y ya estoy harta, así que o le cuentas a tu padre toda la verdad o vas a dormir a partir de ahora todas las noches solo.
Fabián: Manuela, por favor, vuelve, vuelveeeeeeeeeeeeee!!!
Pero ya era demasiado tarde, Manuela ya se había ido tras la puerta y bajado las escaleras hacia el primer piso.
Unos minutos después, cuando ya Manuela había cogido la postura adecuada en el sofá de la sala de visitas y ya estaba casi dormida, sintió como alguien le sacudía para despertarla y sentarse a su lado, por un momento creyó que era su marido Fabián, pero en cuanto abrió los ojos se llevó una pequeña desilusión, ya que en lugar de Fabián, vio a una de sus dos hijas gemelas, Esmeralda(en camisón).
Manuela: Esmeralda ¿qué haces fuera de tu habitación a estas horas?
Esmeralda: no podía dormir, no paró de dar vueltas en la cama, es increíble lo que pasó durante la emboscada de la organización de la justicia, Jorge está muerto y Azucena es la directora de este colegio, mi tía siempre consigue todo lo que quiere, tiene a Diego, es la primera mujer directora en toda la historia de la organización del crimen, parece que siempre consigue tener todo lo que quiero yo.
Manuela: no sabía que quisieras llegar a ser directora, aunque sabes que primero tendrías que cumplir la mayoría de edad.
Esmeralda: sí lo sé, en realidad yo tampoco estoy muy segura de eso, pero si sirve para conquistar a Diego, lo que sea.
Manuela: voy a explicarte algo, algo que tú no sabes y de lo que nunca te he hablado, ¿sabes por qué estoy durmiendo esta noche aquí en el sofá?
Esmeralda: ¿por qué papá y tú os habéis peleado?
Manuela: sí, muy bien ¿pero a que no sabes por qué razón?
Esmeralda negó con la cabeza.
Manuela: por Azucena.
Esmeralda: ¿cómo?
Manuela: no me malinterpretes quiero a mi hermana, y haría cualquier cosa por ella, pero... hay veces en las que pienso que ojala Azucena fuera un poquito menos guapa.
Esmeralda: ¿por qué dices eso mamá?
Manuela: por tu padre, él 3 años antes de que nos hiciéramos novios y decidiéramos casarnos, estaba enamorado de otra ¿sabes de quién?
Esmeralda: ¿de mi tía?
Manuela: sí, no sé como lo hace Azucena pero... cuando se trata de hombres, es imposible competir con ella.
Esmeralda: espera un momento, ¿eso quiere decir que Azucena y mi padre en un pasado han sido novios? ¿o han llegado a estar juntos?
Manuela: no que va, Azucena siempre le ha rechazado, pero tu padre lo intentó cientos y cientos de veces, hasta que no le quedó más remedio que aceptar que nunca iba a recibir un sí de ella. Y luego no sé, luego a tu abuelo se le escapó uno de sus canes con los que experimentaba en los laboratorios, el perro subió hasta el internado y me mordió a mí en la pierna, yo caí enferma, Fabián me estuvo cuidando por petición de Azucena, y cuando conseguí recuperarme, él estuvo a mi lado cuando yo desperté en la camilla, y me dijo que durante ese tiempo se había enamorado de mí sin darse cuenta y fue entonces cuando empezamos a salir.
Esmeralda: sabes? acabó de darme cuenta que papá y tú nunca me habéis hablado de vuestra vida pasada, me refiero a antes de que estuvierais juntos, supongo que salisteis con otras personas...
Manuela: sí, bueno ya sabes que tu padre y yo nacimos casi al mismo tiempo, nos llevamos dos años justos, y llevamos toda la vida en este internado conociéndonos desde niños, yo siempre he estado enamorada de él, ya de niña soñaba que mi boda ideal no podría ser con otro hombre que no fuera con él, pero tu padre sin embargo...
Esmeralda: mi padre sin embargo qué mamá?
Manuela: tu padre tenía una novia, una alumna de este mismo internado de la que tú no sabes nada, porque tú entonces no habías ni nacido, se llamaba Nidia, y era muy coqueta y presumida, tu padre y ella empezaron a salir cuando él tenía 15 años, siempre que se cruzaba conmigo por los pasillos del internado me lo encontraba abrazado a ella.
Después descubrí que Nidia le engañaba con otros muchachos de su misma clase a espaldas de su novio, yo quería contárselo a Fabián, pero no me atreví, tenía miedo de romperle el corazón, no sé, parecía tan enamorado de Nidia, pero luego las cosas resultaron ser totalmente diferentes. La relación con Nidia duró 9 años, de los 15 a los 24, a los 24 Fabián volvió después de una temporada de haber estudiado en el extranjero psicología para casarse con Nidia en la capilla de este colegio y entonces, entonces nos vimos, yo estaba de invitada a esa boda, en realidad todos los miembros de la organización estábamos invitados por tradición, él y yo hablamos antes de que entrara en la capilla y se uniera junto a su futura mujer y me confesó algo, y ese día él, dejó plantada a su única novia desde la adolescencia por otra, de la que llevaba enamorado toda su vida, pero como en el caso de Azucena, ella nunca le pudo corresponder y por eso mantuvo su relación con Nidia, pensando que nunca encontraría a nadie mejor que ella para compartir su vida.

Esmeralda: y quién era la mujer de la cuál mi padre estaba enamorado?
Manuela: era alguien que murió cuando él tenía 17 años, pero a pesar de eso, durante los 7 años posteriores siguió enamorado de ella, sin poderla olvidar ni un solo día y estaba dispuesto a contraer matrimonio con su novia de siempre a pesar de saber que nunca la iba llegar a querer, pero en el último momento se arrepintió, porque se dio cuenta que no podía casarse con alguien sin sentir nada por ella.
Esmeralda: pero... quién era? todavía no me has dicho el nombre de la mujer... era alguien que tú conocías? supongo que sí, porque debía de ser de dentro del internado pero...
Manuela: sí, sí era alguien que yo conocía y además muy bien, Fabián estaba enamorado de... de mi madre, de tu abuela, de Flora Seger, que ya sabes que murió cuando tu tía tenía 6 años, tras intentar escaparse de la cárcel tras ser detenida por trafico ilegal de armas.
Esmeralda: que me dices? que papá estaba enamorado de la abuela cuando era joven?
Manuela: sí, primero estuvo enamorado de la abuela, que nunca supo nada de lo que Fabián sentía por ella, ni siquiera lo sospechó, ella ya tenía a su marido, después se fijó en Azucena y luego fue cuando se enamoró de mí, según dice él.
Esmeralda: que pasa mamá? es que no te crees que papá esté enamorado de ti de verdad?
Manuela: no lo sé, hay días que creo que sí y hay días que no.
Esmeralda: y tú que mamá? cuantos novios tuvisteis antes de que fueras novia de papá?
Manuela: 5, y los 5 me pidieron matrimonio, y yo los rechacé a todos ellos, porque sabía que solo existía alguien que era el marido ideal para mí, y tenía que esperar a que se cumpliera el milagro en que él por fin se fijara en mí y me hiciera su mujer.
Esmeralda: y al final se cumplió tu deseo, no?
Manuela: sí, pero no dejó de pensar que si alguna vez Azucena le hubiera dicho que sí a tu padre, él nunca, nunca, se hubiera llegado a casar conmigo.
Esmeralda: sabes? estaba pensando que a mi abuelo materno, Francisco Terrón, nunca llegué a conocerlo... sé que está enterrado en el cementerio del bosque de este colegio pero...
Manuela: mejor así, él no fue un buen padre ni para Azucena ni para mí, no fue un buen padre, ni un buen marido ni hubiera sido un buen abuelo.
Esmeralda: a mi abuela materna tampoco la llegue a conocer, ya que la detuvieron y la dispararon los policías cuando intentó escaparse de la cárcel, a mi abuelo paterno sí, es con él que más relación tenemos mi hermana Rubí y yo, pero a mi abuela paterna ¿Qué ha sido de ella? ¿donde está?
Manuela: en paradero desconocido, su nombre es Nadia Bosque, era policía, investigadora del caso de la existencia de la organización secreta del crimen, fue la única policía que reunió las suficientes pruebas para demostrar que la organización era una realidad, pero las destruyó todas por amor a Segismundo y cuando fue culpada de cómplice por encubrir todos los asesinatos cometidos por miembros de la organización, se vio obligada a abandonar a su novio con él que nunca llegó a casarse y a su hijo de pocas semanas Fabián en este colegio y a viajar por el mundo con identidades falsas.
Al principio Fabián recibía cartas de ella, pero con el tiempo Nadie dejó de escribir a su novio y su hijo, actualmente todavía se desconoce si sigue con vida o si ya murió.
Esmeralda: o sea que mi padre se ha criado toda su vida en este internado solo con su padre sin madre?
Manuela: sí, y al crecer siguió los pasos de su padre dentro de la organización, tal vez, si hubiera llegado a conocer a su madre, tu padre nunca hubiera aceptado convertirse en un asesino y ladrón profesional.
Esmeralda le dio un beso en la frente a su madre.
Esmeralda: buenas noches mamá, volveré a la cama a intentar dormir algo.
Manuela: que descanses hija.
Esmeralda se fue por las escaleras, subiendo los peldaños.
Y Manuela cerró los ojos estirada sobre el sofá.
Ella comenzó a soñar, retrocedió en el tiempo, 22 años atrás, al día de la boda en la capilla de Nidia y Fabián.

flash-back

Manuela llevaba un vestido verde con encajes y lazos blancos, todo el mundo estaba ya sentados en los bancos de madera esperando al novio, la novia incluida, delante del sacerdote.
Manuela al ver que las horas pasaban y Fabián no venía, salió a buscarlo y se lo encontré de frente.
Manuela: ah! hola Fabián, ya creía que te habían secuestrado ¿dónde estabas?
Fabián: caminando por el bosque, pensando en sí de verdad estoy haciendo lo correcto al casarme con Nidia.
Manuela: y eso por qué? es que acaso tienes dudas sobre tu boda?
Fabián: cuando estaba en el extranjero estudiando psicología con antiguos miembros de la organización, ya sabes que hay hombres repartidos por todo el mundo, que trabajan en trabajos normales de incógnito, pues... no se lo cuentes a nadie, pero... retrasé mi vuelta más de un año hasta aquí porque sabía que al volver tendría que casarme con Nidia, y no estaba seguro de querer hacerlo.
Manuela: pero has acabado regresando, y ella te está esperando frente al altar, ¿que piensas hacer?
Fabián: no lo sé, te cuento un secreto Manuela, ¿sabes por qué no quiero casarme con Nidia?
Manuela: por qué te han contado cosas sobre ella que no sabes si son verdad?
Fabián: qué cosas Manuela? qué sabes tú sobre Nidia?
Manuela: nada, rumores que se oyen, el tiempo en él que tú no has estado, ha habido gente que la han visto en compañía de otros hombres ¿sabes?
Fabián: de verdad?
Manuela: sí, pero... son solo rumores ¿tú que ibas a decirme Fabián?
Fabián: iba a decirte que... mejor me callo.
Manuela: por qué?
Fabián: Manuela, tú siempre has sido una buena amiga para mí pero... hay cosas de mí que tú ni te imaginas.
Manuela: que tipo de cosas?
Fabián: no sé si haría bien en contártelo.
Manuela: por qué no hacemos una cosa? yo te encuentro un secreto mío y tú me cuentas un secreto tuyo ¿hace?
Fabián: empieza, te escucho.
Manuela: la verdad es que no es que sea un gran secreto, pero es que tampoco tengo nada escandaloso para contarte así que allá va, he estado saliendo con 3 hombres, cada uno a su tiempo, no todos a la vez, y los 3 me han pedido matrimonio, y yo les he dicho a los 3 que no, ¿sabes por qué? porque no pienso decirle que sí a ningún hombre hasta que no me lo pida el hombre que yo espero.
Fabián: y puedo preguntar quién es ese hombre?

Manuela: no es nadie, es un profesor, pero... ahora te toca a ti ¿cuál es tu secreto?
Fabián: mi secreto se parece un poco al tuyo, he estado durante 9 años con Nidia, pero en realidad llevo toda la vida enamorado de otra, por eso tengo dudas sobre si seguir adelante con esta boda o no, sé que si me llegará a casar no sería justo ni para Nidia ni para mí, pero... por otro lado desde que conozco a Nidia hemos pensado siempre en que llegara este día, y ahora que ha llegado...
Manuela: quién es la otra Fabián? quién es?
Fabián: no puedo decírtelo.
Manuela: por qué no?
Fabián: porque me da vergüenza, la otra, la mujer de la que llevo enamorado toda la vida, es alguien que murió cuando yo tenía 17 años, sin saber nunca nada sobre lo que sentía por ella, era una mujer casada, esposa de uno de los traficantes de armas más famosos de la ciudad, madre de dos hijas, a una de ellas la tengo ahora delante de mí.
Manuela: es broma, verdad?
Fabián: él que? que siempre he estado enamorado de tu madre? no, ojala lo fuera.
Fabián se dirigió hacia la capilla, pero justo en ese momento salió Nidia con el vestido de novia.
Nidia: qué hacíais aquí los dos juntitos? me estabais engañando a mis espaldas en el día de mi boda?
Fabián: qué dices? Manuela y yo solo estamos hablando.
Nidia: y se puede saber de que tienes que hablar tú con ésta? qué pasa Manuela, ya le estás intentando convencer de que no se casé conmigo, verdad?
Fabián: Manuela no tiene que convencerme de nada, porque yo ya sé que no quiero casarme contigo Nidia, y no lo voy a hacer ni hoy, ni mañana, ni nunca.
Nidia: cómo? es una broma, verdad?
Fabián: no, no lo es, lo he estado pensando y... no puedo casarme contigo sin quererte, estoy enamorado de otra, de otra que no eres tú.
Nidia: de quién?
Fabián: no te importa.
Fabián se desató la pajarita negra y dándole la espalda se marchó.
Nidia se acercó hacia Manuela.
Nidia: está enamorado de ti, verdad?
Manuela: qué?
Nidia: Fabián, ¿cuando habéis empezado a veros a escondidas de mí?
Manuela: no sabes lo que dices Nidia, ojala hubiera algo entre Fabián y yo, pero no lo hay.
Nidia: eres una vil y rastrera mentirosa!!
Nidia se lanzó encima de Manuela, ellas dos se pelearon, se arañaron, se mordieron, Nidia intentó estrangular a Manuela, pero finalmente fue Manuela quien la acabo asfixiando a ella, con su propio velo de novia.
Nidia chilló, a los chillidos la gente salió de la capilla, Manuela vio que a su alrededor se amontonaban filas y filas de gente que veía la cara desencajada y sin vida de Nidia, Manuela después de estrangularla se hizo la dormida y cayó con los ojos cerrados encima del cuerpo de Nidia.
Una persona se atrevió a ponerle el dedo en la espalda y Manuela abrió los ojos.
Manuela fingiendo locura transitoria y no acordarse de nada dijo.
Manuela: donde estoy? que ha pasado? que hace Nidia muerta?
invitadoalaboda: no te acuerdas de nada?
Manuela: no, es como si hubiera despertado de un profundo y largo sueño...
invitadoalaboda: de verdad? esos son los síntomas que se tienen tras despertar después de estar hipnotizada...
invitadoalaboda2: alguien te ha hipnotizado para que asesinaras a Nidia!!
invitadoalaboda3: y te despertaras una vez cumplida tu misión!!
invitadoalaboda4: pero quién habrá sido? quién?
Manuela se encogió de hombros mirando a su alrededor, suspirando aliviada porque nadie había sospechado la verdad y todo el mundo la habría creído hipnotizada, por lo que nadie pudo culparla de asesinato aunque todos hubieran sido testigos.

fin del flash-back.

Algo despertó a Manuela de su sueño recordatorio del pasado, unas pataditas en el vientre de su futuro hijo, Manuela abrió los ojos y se tocó la barriga, recordó lo mal que se había sentido cuando Fabián 22 años atrás le había confesado estar enamorado de su madre, ella llegó a pensar que nunca conseguiría tener nada con Fabián, y ahora sin embargo, él era su marido y el padre de sus tres hijos.
A la mañana siguiente, Azucena apareció por la puerta de los pasadizos de los laboratorios, entrando a la consulta clínica del científico Segismundo Amadeo.
Allí se encontró a Fabián discutiendo con su padre.
Segismundo: a ver, explícamelo otra vez hijo mío ¿qué es eso de que operaste a Azucena hace 20 años cuando la descubriste vomitando en el cuarto de baño?
Fabián: exactamente eso papá, Azucena estuvo a punto de morir a los 15 años, yo fui quien le salve la vida operándola.
Segismundo: y por qué no me habías dicho nada de esto antes? esto aporta nuevos datos al caso de Azucena.
Fabián: le prometí a Azucena tras la operación que nunca te contaría nada, ya sabes, por el miedo a la realización de nuevas pruebas médicas.
Segismundo: pero son pruebas médicas necesarias, esto lo cambia todo, ¿anotaste el informe de la operación cuando la realizaste?
Fabián: sí claro, lo anoté todo. Toma, he guardado estos archivos durante 20 años, lo lógico es que ahora tú sigas con la investigación de la cura para Azucena.
Fabián: gracias, de verdad que te lo agradezco hijo, este material va a serme de mucha utilidad.
Fabián se disponía a irse de la consulta clínica cuando Azucena se interpuso en su camino y...
Azucena: cómo has podido? cómo? me lo prometiste! me prometiste que me guardarías el secreto!
Fabián: lo siento, es por tu hermana Manuela, Azucena, ella me dijo que o se lo contaba todo a mi padre o se separaría de mí, tenía que hacerlo, entiéndelo.
Segismundo: Fabián ha hecho lo correcto contándomelo, inyectar una doble dosis de la formula de la superfuerza en un niña de 2 años es una salvajada, podías haber muerto ese mismo día, nunca, nunca debí faltar ese día a mi trabajo, era mi responsabilidad inyectarte la formula, no debí dejar a mi ayudante solo para que hiciese el trabajo.
Azucena: no fue culpa tuya!!

Segismundo: sí, sí que lo fue, confié en quien no tenía que confiar, debí darme cuenta que Sebastián todavía no tenía la suficiente experiencia para manejar la formula de la superfuerza él solo. Es cierto que después he suministrado a más niños de entre 2 o 5 años la doble dosis, pero ha sido tras pincharles antes con la vacuna y tras medicarles durante 4 días con sobres, dos veces cada día, y aún así todos ellos han resultado muertos, nunca, nunca se debe sobrepasar la dosis de la formula de la superfuerza en alguien, los efectos son mortales.
Azucena: pues yo aún estoy viva.
Fabián: no por mucho tiempo, de verdad Azucena yo quería guardarte el secreto, pero Manuela... ella me recomendó que lo mejor era contárselo todo a mi padre, perdóname.
Azucena: no tengo nada que perdonarte, no deberías haberme operado ese día, tal vez todo sería ahora muchísimo más fácil para todos, si yo estuviera muerta.
Fabián: no Azucena, no, eso no lo digas ni en broma, todo saldrá bien, mi padre encontrará la cura para ti, ya lo verás.
Fabián abrazó a Azucena.
Azucena le devolvió el abrazo.
Azucena entre lágrimas dijo.
Azucena: no me dejes nunca sola Fabián, tengo tanto miedo, tanto...
Al rato, Azucena estaba en un aula, la clase de los alumnos de bachillerato iba a empezar, Azucena se encontraba en medio del aula colocando en el techo una cuchilla gigante de hierro que se movía por toda la extensión del aula imitando el balanceó de un péndulo.
Diego entró vestido con su uniforme negro y gris, con el emblema tridimensional rojo y movible de las letras OSC, la O y la S estáticas y la C girando alrededor de ellas, y entonces, fue cuando él la vio. Diego se dirigió hacia Azucena.
Diego: qué haces mi amor?
Azucena: colocando esto, ya casi está.
Diego: qué haces aquí? ahora no toca clase ni de seducción, ni de informática y piratería, y las clases de artes marciales siempre las damos en el gimnasio.
Azucena: qué clase toca ahora?
Diego: secuestro y extorsión.
Azucena: estupendo, una de mis asignaturas favoritas después de la informática, cuando era alumna. La clase de hoy la voy a dar yo.
Diego: cómo?
Azucena: sí, en realidad daré todas las clases de todas las asignaturas en el día de hoy, ya que los profesores están muy ocupados.
Diego: haciendo que?
Azucena: examinándose, todos van a pasar por unas pruebas rutinarias para ver si de verdad están capacitados para seguir siendo profesores de la organización, mientras estén realizando los exámenes yo me ocuparé de todas las asignaturas.
Diego: de verdad? seguro que sabes lo que te haces?
Azucena: claro, yo fui alumna en este mismo internado no lo olvides, sé todo lo que hay que saber sobre la materia que sea. Además me diagnosticaron una inteligencia superior a la media desde pequeña.
Diego: ya ¿y si eso es verdad porque yo tengo excelente en todo y en tus notas de hace 20 años sin embargo no pasas del b alto en ninguna asignatura?
Azucena: la mayoría de los superdotados suspenden las asignaturas cuando son pequeños por falta de concentración, pero en mi caso era porque me pasaba casi todo el día y parte de la noche fuera del internado en bares y discotecas, intercambiando mi cuerpo por dinero a varios hombres, es que tuve una juventud un poco loca ¿sabes?
Diego cogió en brazos a Azucena para bajarla de las escaleras de metal a las que había estado subida.
Azucena: Diego, bájame por favor.
Diego besó a Azucena mientras colocaba sus pies delicadamente sobre el suelo.
Tras el beso...
Diego: para que es la cuchilla del techo?
Azucena: ya lo verás cuando empiece la clase, siéntate en tu sitio Diego.
La campana que anunciaba el principio de las clases sonó, el aula se llenó de alumnos, Azucena se colocó frente a la pizarra con el emblema tridimensional y fluorescente colorado de las letras OSC.
Azucena: hola a todos, en el día de hoy yo os daré todas las asignaturas, todos los profesores están ahora examinándose para saber si realmente están capacitados para seguir siendo profesores de la organización, ¿veis la cuchilla de arriba? cuando finalice la clase bajará y cortara todas las cabezas que encuentre a su paso, de cuajo, si queréis salir vivos de esta aula hoy, deberéis completar la hoja de ejercicios que tenéis frente a vuestros pupitres antes del sonido de la campana ¿preparados? ¿listos? ya!!
todos, a darle la vuelta a vuestras hojas!!
Azucena giró un pequeño reloj de arena que tenía sobre la mesa.
La cuchilla comenzó a balancearse, mientras se acercaba a las cabezas de todos los alumnos, la cuchilla bajaba y bajaba, alejándose del techo del aula.
Al pasar una hora, todos habían entregado la hoja de ejercicios completa a Azucena, y la cuchilla había cortado el respaldo de todas las sillas de madera, vacías, salvando así la vida de todos los alumnos.
Minutos después, Azucena se encontraba en el aula infantil, Azucena instaló un payaso que disparaba flechas por la boca. Y enseñó unas diapositivas de diferentes armas que debían pintar los alumnos menores en la clase de ese día.
Azucena: deberéis dibujar todas las armas de las diapositivas, dentro del tiempo, cuando se acabé la clase, del payaso saldrán flechas por su boca, hacia todas las direcciones, si queréis salir vivos de aquí, procurar acabar los dibujos antes de que se exceda el tiempo ¿preparados? ¿listos? ya!!
Azucena apagó la luz y puso el proyector en marcha. Giró también un pequeño reloj de arena, mientras contemplaba como se consumía cada grano de arena, con el paso del tiempo.
Todos los niños dibujaban en silencio, mientras el payaso no paraba de abrir y cerrar la boca.
Al cabo de una hora, el aula se encontraba vacía, sin ningún niño a la vista, todas sus paredes estaban llenas de flechas, y la papelera fue agujereada y colmada de flechas al instante, el payaso lanzó algunas de sus flechas a través de las ventanas, rompiendo los cristales y clavándose en las copas de los árboles del patio exterior, continuo al bosque.
Al cabo de un rato, todos los profesores estaban presentes en el despacho de dirección, con Azucena Terrón , la nueva directora de la escuela.
Azucena: gracias por vuestra paciencia en el día de hoy, me complace anunciaros que todos los profesores han aprobado los exámenes, así pues mañana todo volverá a la normalidad, y volveréis a ejercer cada uno vuestra asignatura. Tengo que deciros también que los alumnos han superado todos las pruebas, así pues todos ellos pueden tomarse el resto del día libre, para los pequeños he reservado plaza en uno de los hoteles de un parque acuático muy famoso de la ciudad, pasaran parte de la tarde de hoy, dormirán esta noche en el hotel del parque y parte del día siguiente también lo pueden pasar hasta la hora de comer, en breve saldrán los autobuses. En cuanto a los alumnos mayores de bachillerato tengo preparado algo muy especial para ellos ¿os acordáis del almacén en donde se celebraba siempre la fiesta anual para los alumnos apuntados al programa de los asesinos a sueldo? Pues he fabricado en los laboratorios androides tanto masculinos como femeninos, dispuestos a satisfacer las fantasías de todo el mundo, los alumnos de bachillerato asistirán a una loca fiesta nocturna llena de bailarines que se desnudaran al son de la música, y ahora sin nada más que decir, deseo que todo el mundo se lo pasé bien tanto en el parque acuático como en el bacanal nocturno.
Esa misma tarde un autobús repleto de niños salió del internado valle seco dirección al parque acuático de la ciudad, (marventura) .

A la noche, un autobús repleto de adolescentes en ropa de calle, arrancó también rumbo al almacén 298 del polígono industrial.
Dentro del autobús, las gemelas Esmeralda y Rubí, hijas del matrimonio Fabián Amadeo y Manuela Terrón, estaban sentadas al lado la una de la otra.
Esmeralda miraba a todos los alumnos que subían al autobús.
Rubí: qué pasa Esmeralda? a quién buscas con la mirada?
Esmeralda: a Diego, todavía no ha subido al autobús.
Rubí: ni subirá.
Esmeralda: por qué no? el premio de ir a la salida nocturna es para todos los alumnos de bachillerato.
Rubí: vamos a ver, ¿quién organiza la salida nocturna? ¿quién es la nueva directora del centro? ¿a donde vamos a dirigirnos cuando este autobús arranque?
Esmeralda: la respuesta a las dos primeras preguntas es nuestra tía Azucena, y a la tercera, vamos a un bacanal, a una fiesta salvaje y nocturna, llena de androides macizos tanto masculinos como femeninos, llena de...
Rubí: de sexo, alcohol, lujuria ¿y tú de verdad crees que Azucena, nuestra tía, siendo la novia de Diego, le va a dejar asistir a la fiesta?
Esmeralda: nuestra tía no va a asistir a la fiesta?
Rubí: no, Azucena ya se retiró de ese mundo por eso fabricó a los androides para que la sustituyeran.
Esmeralda: y Diego que va a hacer entonces sino viene con nosotros al bacanal? pasarse toda la noche en un internado solitario con nuestra tía Azucena?
Rubí: sí, exactamente eso.
Esmeralda: o sea que lo de la salida nocturna que es en realidad, una encerrona de nuestra tía para poder tener el internado vacío para poder estar ella sola con Diego toda la noche?
Rubí: algo así.
Esmeralda: es que yo mató a mi tía, la mató.
Rubí: y yo mataría a Jorge por haberme hecho creer que me amaba, sino se me hubiera adelantado Diego, que le disparó para impedir que se llevará al androide copia de Azucena a Hawai durante la emboscada.
Esmeralda: Rubí te he mantenido en secreto todo este tiempo tu romance con Jorge, el difunto director de la escuela, pero, él disparó a mamá durante la emboscada, nuestro padre impidió el disparo y tuvo que ser intervenido después para extraerle la bala del pecho, nuestro abuelo estuvo semanas enteras refugiado en la antigua casa de masajes de nuestra tía viviendo como ocupa amenazado por él, ¿te das cuenta con la clase de hombre que te has estado viendo?
Rubí: sí, me doy cuenta, pero... ¿tú sabes en donde vivimos? en la organización secreta del crimen, en nuestra organización la maldad y la crueldad es recompensada, y Jorge me hacía sentir especial cuando estaba conmigo.
Esmeralda: a Jorge nunca le importaste, si alguna vez ha habido alguna mujer en este mundo que le haya importado, esa ha sido siempre Azucena, ni su difunta esposa Lilian, ni tú, solo Azucena.
Rubí: lo sé, pero yo a pesar de eso, no puedo evitar seguir enamorada de él, ¿pero sabes que? esta noche voy a olvidarle, con los Stripes androides y las miles de copas que servirán los camareros robots, esta noche Jorge pasara a ser historia para mí.
Esmeralda: ya, yo también tendría que seguir tu ejemplo y olvidarme de Diego, después de todo, no hay quién lo aparte del lado de Azucena. Oye ¿tú crees que Diego alguna vez pensará en su madre que ahora pertenece a la organización secreta de la justicia?
Rubí: hombre supongo que sí, después de todo es su madre, y la última vez que Diego y yo hablamos me dijo que la echaba mucho de menos.
Esmeralda: ya sí claro, echa de menos a su madre, pero a nuestra tía Azucena se la sigue tirando, no?
El autobús arrancó, todos los alumnos incluyendo las gemelas notaron como sus cuatro ruedas giraban.
Todos los alumnos de bachillerato del internado valle seco llegaron al almacén 298 del polígono, pasadas unas horas... cuando ya casi todos los alumnos habían bebido unas cuantas copas de más y estaban viendo el espectáculo de los Stripes y bailando entre ellos, los camareros androides tras las barras tuvieron una discusión.
camareroandroide1: oh no! se nos han acabado las bebidas alcohólicas! qué hacemos?
camareroandoriode2: no sé, pero alguna solución tiene que haber, algo tenemos que darles de beber a nuestros clientes.
camareroandroide1: ya lo tengo! les daremos el contenido de estas botellitas cristalizadas, son pociones del amor, caducaron hace 10 años, así que no les causaran ningún efecto.
camamreroandroide2:perfecto! las pociones del amor caducadas solo les embriagara, igual que si fuera un cubata, y no tendremos que preocuparnos por los efectos ya que dejaron de ser útiles hace 10 años.
camamreroandroide1:somos unos genios!!
Así los camareros sirvieron a los alumnos en lugar de bebidas, pociones del amor caducadas hace 10 años, todos los alumnos bebieron sin sospechar nada, incluido el alumno Manuel Lomo, que se bebió bastantes copas de poción.
Una vez pasada la noche, el autobús volvió rondando las 7 menos cuarto de la mañana al internado valle seco. Todos los alumnos se fueron a dormir la mona a sus respectivas camas.
Pasada una hora y media, a las 8 de la mañana y algo, Esmeralda irrumpió en el cuarto de sus padres, asustada, presa de un ataque de histeria, rogándoles a sus padres que le acompañaran hasta su cuarto.
Manuela y Fabián se despertaron, y entraron en la habitación hacia donde les guió Esmeralda.
Manuela y Fabián vieron a su segunda hija, Rubí, de la misma edad que Esmeralda, puesto que eran gemelas, larga en su cama, tenía el brazo colgando, unas pequeñas tijeritas de cortar uñas en una mano y en el brazo que le colgaba tenía un gran corte en la muñeca, sangraba, y tanto el suelo como las sábanas estaban manchados de gotas de sangre.
Al lado de la mesita, había un pequeño trozo de papel con la letra de Rubí, en donde ponía lo siguiente.
Fabián cogió el trozo de papel y lo leyó.

lo siento mucho papá, mamá, Esmeralda, y toda la gente a la que le pueda importar.
Pero ya no aguantaba más, lo intenté, juró que lo intenté.
De verdad, que quería vivir sin él, Jorge no me merecía, lo sé.
Nunca debió pasar nada entre él y yo, fui una tonta por creer en sus palabras de amor, nunca fueron verdad.
Perdonarme, estuve viéndome con Jorge en secreto, nos citábamos a escondidas en su despacho, era una relación peligrosa, pero estaba enganchada a ella.
Jorge murió, Diego lo mató, se supone que eso debería alegrarme, él intentó matar a mi madre, mi padre lo odiaba, amenazó de muerte a mi abuelo, tenía a todos los miembros de la organización atemorizados, pero a mí me tenía prisionera en un circulo vicioso de amor.
Quizás si os hubiese contado mi secreto papá y mamá, hubiera aprendido a sobrevivir con este gran peso, pero me dolía demasiado la ausencia de él, Jorge murió, y lo poco que quedaba de vida de mí, después de estar con él y haberme traicionado y habérmela arrebatado con su desamor, acaba de desaparecer en este mismo instante en él que yo he decidido abandonar el mundo de los vivos.
os quiero mamá y papá, no me olvidéis nunca.

Rubí

Fabián terminó de leer la nota de su hija, miró a su otra hija Esmeralda y le preguntó compungido.
Fabián: Esmeralda, hija, ¿tú sabías algo de la relación que mantenían en secreto Jorge y tu hermana Rubí?
Esmeralda: sí, sí...
Esmeralda rompió en un llanto desesperado, sobre el cuerpo de su hermana Rubí , apoyando sus brazos sobre su espalda y derramando lágrimas sobre ella.

FIN DEL CAPITULO 17

CAPITULO 18
SÉPTIMO DE LA SEGUNDA TEMPORADA

DEBILIDAD

El día avanzó.
En la capilla del interior del internado valle seco se celebro un entierro.
El entierro de Rubí Amadeo, una de las hijas del matrimonio Fabián Amadeo y Manuela Terrón.
Casi todos los miembros de la organización, alumnos, profesores y empleados del colegio asistieron, todos vestidos de luto.
Rubí fue enterrada en el cementerio del bosque del colegio, cerca de la tumba de su abuelo materno, Francisco Terrón.
Afuera en el bosque, en el cementerio, mientras cubrían de tierra el ataúd de Rubí y el sacerdote hacia la señal de la cruz en el aire y cerraba la biblia tras leer un pasaje, Manuela se fue llorando en compañía de su marido de vuelta hacia la verja negra, la puerta del internado, cerca del muro, les esperaba Segismundo Amadeo, el padre de Fabián y abuelo de la difunta.
Azucena caminó por detrás de su hermana Manuela, cabizbaja, sin saber muy bien que decirle. Diego estaba a su lado, Diego le cogía de la mano y se la acariciaba, intentando darle consuelo por la muerte de su sobrina. La zona del cementerio en donde fue enterrada Rubí, pronto quedó despejada, por todos los miembros de su familia que se fueron alejando uno a uno, todos menos su hermana gemela Esmeralda.
Esmeralda se quedó llorando, junto a la lápida, Diego al verla a lo lejos, sintió pena de ella y volvió a su lado con el consentimiento de Azucena, para abrazarla en gesto de amistad.
Allí estaban los dos solos, Esmeralda y Diego, abrazados, frente a la lápida de su hermana Rubí.
Diego: Esmeralda, yo... de verdad, siento mucho lo de la muerte de tu hermana, si puedo hacer porque te sientas mejor...
Esmeralda: sí, sí que puedes.
Esmeralda miró a Diego a los ojos, le acarició la nuca, y se le acercó para besarle.
Esmeralda le dio un corto y rápido beso en los labios a Diego.
Esmeralda se aferró a Diego mientras intentaba prolongar el beso con él.
Diego reaccionó, empujándola, y apartándose de ella, mirándola confundido.
Diego: Esmeralda ¿qué haces?
Esmeralda: tú... tú me has abrazado... creía que yo te importaba algo...
Diego: y me importas Esmeralda... me importas... pero no de la forma que tú crees...
Esmeralda: Diego, escúchame, de verdad, escúchame, tú y yo hemos nacido para estar juntos, no puedes decirme que no sientes nada por mí, por favor, dame aunque sea solo una oportunidad.
Diego: no, yo estoy con tu tía, ¿por qué no puedes entender que la quiero a ella? Esmeralda, Azucena tiene todo lo que siempre he deseado en una mujer, no voy a romper con ella.
Esmeralda: bueno, pero podemos hablarlo, las cosas se pueden hablar y cambiar de opinión, siempre se está a tiempo de tomar nuevas decisiones en la vida, hay que estar abierto a todo, todo se puede hablar Diego.
Diego: hablar? qué quieres hablar? no hay nada de que hablar... y quieres hablarlo ahora... en el entierro de tu hermana...?
Esmeralda: sí, por qué no?
Diego: Esmeralda, no sé como decirte esto pero... tú y yo como pareja no existimos, no siento nada por ti, sé que nos conocemos desde niños pero no puedo verte como nadie más que otra compañera de clase, lo siento, pero esto es lo que hay y no voy a cambiar de opinión.
Esmeralda: vale, de acuerdo, no me quieres, lo acepto, pero por favor no te vayas, quédate a mi lado junto a mí aunque sean solo unos minutos sí?
Esmeralda se abrazó a Diego otra vez, pero Diego ésta vez no le correspondió al abrazo...
Diego: no, esto es ridículo, me he acercado hasta a ti cuando te he visto llorando porque me has dado lástima, pero... me parece increíble que aproveches un momento de bajeza por mi parte en el entierro de tu hermana, para acércate a mí y besarme ¿sabes una cosa? cada día que pasa me alegro más de ser el novio de tu tía, en lugar del tuyo.
Y Diego se fue definitivamente del lado de la lápida de Rubí Amadeo, dejando a Esmeralda en la más plena soledad.
Esmeralda: Diego! Diego espera, vuelve, vuelve!! maldita sea!!
Esmeralda cogió unas pequeñas piedrecitas del suelo que arrojó con rabia, haciendo que rebotaran en las esquinas redondeadas de la lápida de piedra de su hermana.
Más tarde, Azucena entró en el despacho de dirección, antiguo despacho de los hermanos Puertas, Germán y Jorge, y actual despacho de ella como directora del colegio.
Sobre la mesa había una plaquita plateada con el nombre de "Azucena Terrón", anteriormente había estado el nombre de "José Luis Puertas" (el padre de Jorge y Germán) luego él de sus dos hijos y finalmente él de ella, Azucena.
Azucena abrió el escritorio, y sacó una pistola bañada en oro, ella cerró los ojos acariciándola, y retrocedió varios años atrás, a cuando ella tan solo era una niña de 6 años con el uniforme negro y gris oficial de la organización.

29 años atrás.
flash-back.

En el aula infantil estaban todos los niños con sus uniformes negros y grises con los emblemas tridimensionales, movibles y luminosos de las letras OSC en sus jerseys.
Azucena una niña de seis años muy guapa estaba en el centro de la clase ella sola peinando a su muñeca.
Cuando un niño se le acercó y le dijo.
niño1:Azucena, anda, ven a jugar conmigo.
Otro niño viendo a uno de sus compañeros como cogía por el brazo a Azucena se acercó hacia ellos dos y empujó al primer niño tirándolo al suelo.
niño2: vete de aquí, Azucena hoy va a jugar conmigo!
niño1: porque tú lo digas, sabiondo, ¿por qué no te vas a jugar con Sara que es bajita y poca cosa igual que tú?
niño2: tú ves este puño? pues te voy a romper toda la cara con él! a ti quien te ha dicho que podías hablar con mi novia? Azucena va a ser solo para mí, y voy a enterrar tus huesos bajo mi cama como no te vayas ahora mismo de aquí y te acuerdes para siempre de ver en tus sueños a Azucena y a mí juntitos de la mano.
niño1: porque tú lo digas, ¿qué me vas a hacer tú a mí?, si tú a mi lado eres un moco ¿qué no ves que Azucena es una torre a tu lado? vete antes de que te aplaste!!
El segundo niño empujó al primer niño.
niño2: que te he dicho que Azucena es mía, lárgate!
niño1: no hasta que tú no te vayas, insecto!
El primer niño empujó al segundo niño.
niño2: no, que ella es mía!
niño1: no, que ella es mía y de nadie más!
Los dos niños se empujaron y se pelearon a puñetazos.
Azucena asustada por la repentina pelea, cogió a su muñeca y se largó de allí.
Por el caminó se tropezó con dos niñas.
niña1: tú a donde vas princesita?
niña2: quien te crees que eres para robarnos a nuestros novios?
niña1: a la gente como tú hay que darles una lección!
niña2: qué te crees? que seas la más guapa de la clase, no te da derecho a pisotear a las demás!
Azucena: yo... yo solo quiero jugar con mi muñeca...
niña1: tu muñeca, me la dejas ver niña boba?
Azucena: eh? devuélvemela!
la primera niña se la pasó a la segunda niña y entre las dos le rompieron los brazos y la cabeza, devolviéndosela en trozos a Azucena, y luego se largaron dejándola llorando.
En ese instante la profesora de infancia entró, Azucena se enganchó a sus faldas a llorar.
Azucena señaló a las dos niñas.
Azucena: profe, profe, ellas me han roto mi muñeca!!
profesora: a ver, que ha pasado aquí?
las dos niñas se miraron entre sí...
niña1: ella tiene la culpa!
niña2: ella ha hechizado a nuestros novios!!

La profesora vio a lo lejos como los dos niños se seguían peleando por el amor de Azucena, el primer niño acorraló al segundo niño contra la pared y debido a que la mayoría de los niños de esa clase tenían superfuerza por haberles inyectado la formula en los laboratorios de entre los 2 años y los 5, el primer niño daba puñetazos con los que agujereó la pared, ya que el segundo niño los esquivaba todos, y con aquel acto, la lámpara se descorchó del techo.
El primer niño harto de que el segundo niño esquivara todos sus puñetazos, se enfadó y sacó su pistola reglamentaria de la organización del crimen, del bolsillo del pantalón y le gritó en la cara.
niño1: vas a morir, si te digo que Azucena es mía, es que es mía, vas a firmar con sangre tu billete hacia el infierno!
El niño disparó.
La profesora descolgó un escudo de hierro que había colgado en la pared de la clase, en donde había dibujado una águila roja atravesada con dos espadas en forma de equis, el símbolo del internado valle seco, que utilizaba la organización como tapadera.
Las balas rebotaron en el escudo que cayó al suelo.
profesora: Gilberto! Hugo esconde el arma, ya! qué os he dicho cientos de veces? no se dispara a los miembros de dentro de la organización, nunca.
Hugo: perdón seño.
profesora: Hugo, el arma durante las horas de clase se tiene siempre descargada, siempre.
Hugo gimoteó, descargó la pistola y le entregó las balas a la profesora en mano.
La profesora miró entonces a los dos niños, a los dos le sangraban la nariz y tenían varios moratones y rasguños a causa de la pelea entre ellos.
La profesora miró a Azucena.
profesora: Azucena, que te dije a ti el otro día? no ves lo que ha pasado con Gilberto y Hugo? siempre es lo mismo, siempre, sino es Manolo, es Javier, y sino Daniel, siempre se tiene que enfrentar algún niño por ti, siempre!! en que habíamos quedado tú y yo Azucena? que no te quería volver a ver con el pelo suelto, por qué te has quitado la coleta?
Azucena: yo... yo no he hecho nada, yo estaba jugando con mi muñeca y luego ellos... y ellas... os odio a todos, os odio!!
Azucena lanzó los pedazos de su muñeca con rabia al suelo y salió de la clase.
Corrió por todo el pasillo, pasó por delante del despacho de dirección que por aquel entonces estaba ocupado por José Luis Puertas, el padre de Germán y Jorge.
José Luis al verla llorar por el pasillo, se asomó a la puerta y la llamó.
José Luis: Azucena, Azucena, qué te ha pasado? por qué estás llorando? si entras conmigo un momento a mi despacho, te daré un regalo que te hará sonreír... vienes?
Azucena se enjugó las lágrimas y entró en el despacho de José Luis.
José Luis: a ver pequeña, me puedes explicar que te ha hecho llorar?
Azucena: los demás niños de la clase que son unos cabeza huecas! todos están locos, les falta un tornillo! y nadie me quiere cerca de ellos, porque solo les causó problemas! todo lo que pasa en la clase y en el colegio es siempre culpa mía, siempre! nunca puedo hablar con ningún niño sin que me regañe la profesora, está fatal de la cabeza, se cree que soy algún tipo de demonio y que tengo el poder de hechizar a todos los niños que se me acerquen!
José Luis: Azucena, como te hago entender esto? tú eres una niña preciosa, más que cualquier otra niña de tu clase, cuando naciste fuiste el bebé más bonito que jamás antes había visto. Tú no eres como las demás, tú eres especial, siempre lo fuiste y siempre lo serás, pero no dejes que los demás te hagan sentir mal por ello, ni te avergüences de ti misma, porque algún día, algún día los que te hacen sufrir ahora, se arrepentirán de todos sus actos.
Azucena: tú crees?
José Luis: desde luego, ya lo verás, confía en mí, mientras... necesitaras algo para defenderte...
José Luis abrió su escritorio y sacó una pistola bañada en oro.
José Luis: toma, te la regalo, es toda para ti.
Azucena: es preciosa y brillante.
José Luis: todos los niños de esta organización tienen una pistola reglamentaria, pero esta es la única pistola que existe de oro macizo en todo el mundo, y solo la tienes tú, guárdala, bien y úsala siempre que quieras, recuerda que es una pieza única que no posee nadie más, igual que tú Azucena.
Azucena: gracias, muchas gracias de verdad.
José Luis: no tienes que darme las gracias por nada pequeña, sé que sabrás cuidarla muy bien. ¿quieres que te cuente un secreto sobre ti Azucena? ¿quieres que te diga la verdad de porque tú eres tan especial?
Azucena asintió con la cabeza.
José Luis: la noche en que tú naciste, y tu madre Flora estaba de parto, fue una noche mágica, fue una noche en la que se produjo en el cielo una lluvia de estrellas fugaces ¿tú sabes cada cuanto tiempo se producen esa clase de efectos meteorológicos? las lluvias de estrellas fugaces son muy inusuales, y tú naciste en esa misma noche, por eso tú no eres como las demás niñas, porque tú no eres una niña, eres como una especie de diosa que vino al mundo con la magia de las estrellas.
Azucena: en serio?
José Luis: sí, puedes preguntárselo a tu madre sino me crees. Y ahora vete al patio, a jugar con la pistola de oro, sal a jugar afuera Azucena.
Azucena abrazó a José Luis y salió del despacho con su nueva pistola reglamentaria de oro macizo.

fin del flash-back.

Azucena en la actualidad en su despacho de directora de la escuela, con la pistola de oro macizo en la mano, recordó otro momento 20 años atrás, en donde la misma pistola bañada en oro, había tenido también mucho que ver...

20 años atrás.
flash-back.

Azucena de 15 años estaba en los baños con su uniforme negro y gris de alumna con una compañera suya de clase.
Las dos se estaban riendo y hablando entre ellas.
La compañera de clase cogió el pintalabios y escribió con él en el cristal del espejo.

Alfonso
Hugo
Federico
Ramón

compañeradeclase: Azucena, habíamos quedado en que solo quedaban estos 4 chicos de la clase por llevártelos a la cama, no?
Azucena: sí-dijo Azucena mirándose las uñas.
compañeradeclase: y desde la última vez que hablamos que cambios ha habido en los resultados? a quien tachó de los 4?
Azucena: pues... a todos menos a Federico.
compañeradeclase: en serio?
Azucena afirmó con la cabeza.
La compañera de clase tachó con una raya roja por encima del lápiz de labios los nombres de "Alfonso", "Hugo" y "Ramón".
compañeradeclase: desde luego Azucena no sé como lo haces, eres tremenda, o sea que de todos los chicos de la clase solo te queda Federico por conseguir metértelo en tu cama?
Azucena: bueno, Federico y David.
compañeradeclase: ah! es verdad David, ya no me acordaba de él, como el pobrecito es tan feúcho!
Azucena y la compañera de clase intercambiaron risas.
Azucena: voy un momento al baño.