SERIENUEVA-ALMAS ASESINAS/rondaba el año 2038.../serie de 5 temporadas
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20/08/2010 23:39
nueva serie
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ALMAS ASESINAS
blog de la serie(https://blogs.formulatv.com/miserie-osc/)
organizacion secreta del crimen-internado valle seco.(OSC)
organización secreta de la justicia-internado aureola.(OSJ)
en el año 2038 existe una organización creada para el mal.
una organización que no se sabe desde cuando descienden sus orígenes 1700, 1800, 1900...la fecha se desconoce.
Esta organización se denomina como la organización secreta del crimen, solo los que han pertenecido alguna vez a ella saben de su existencia.
esta organización vive oculta y repartida por todos los continentes del planeta tierra, con academias especializadas en expertos en materias solo diseñadas para la maldad.
esta organización está muy avanzada en tecnologías, e inteligencia en cada uno de sus miembros, van más de 10 años en informática e ingeniaría con el resto del mundo.
Son capaces de crear máquinas que curen enfermedades desconocidas e incluso de crear ellos mismos esas enfermedades. Allá por el año 1985 fue cuando se empezó a construir un internado, en el pueblo valle seco, un internado que se utilizaría como tapadera para atraer a los infantes y adolescentes a pertenecer a esa organización y trasmitirles la educación como asesinos, timadores y ladrones profesionales desde niños. Hoy en día, en el año 2038 ese internado sigue abierto, recibiendo alumnos todos los días, pero muy recientemente hace 20 años, que uno de sus miembros abandonó esa organización y consiguió crear otra organización en torno a la bondad.
La organización secreta de la justicia, que solo lleva construido desde hace 3 meses y medio su propio internado, utilizado con el mismo fin que el internado valle seco, llevando por nombre el internado aureola, y dirigido por el anterior ex-director del internado enemigo durante 8 meses, Germán Puertas, tataranieto del fundador de la organización del crimen.
Si quieres conocer los secretos de la OSC, adelante, empieza a leer, esta es su historia...
Visita el blog si quieres leer una descripción detallada de todos los personajes...
blog de la serie(https://blogs.formulatv.com/miserie-osc/)
titulos capitulos por temporadas
PRIMERA TEMPORADA
1.Justicia.
2.recuerdos.
3.mosquitos.
4.lava.
5.averiguaciones.
6.mazmorras.
7.exconvictos.
8.infiltrada.
9.intrusos.
10.enamorados.
11.despedida.
SEGUNDA TEMPORADA
1.celos.
2.cancelación.
3.adicción.
4.obsesión.
5.emboscada.
6.bacanal.
7.debilidad.
8.advertencia.
9.epidemia.
10.gravedad.
11.celebración.
TERCERA TEMPORADA
1.temores.
2.deseos
3.maldecidas
4.solución
5.identidades
6.catástrofe
7.irresistible
8.festival
9.filmación
10.ritual
11.trampa
CUARTA TEMPORADA
1. Reinado
2. Vivo
3. Memoria
4. Ataque
5. Ruptura
6. Bailarinas
7. Pecado
8. Confesiones
9. Guerra
10. Abandono
11. Sacrificio
QUINTA TEMPORADA
1.crueldad
2.cambio
3.atracción
4.emociones
5.romances
6.aniversario
7.amenazas
8.extranjero
9.adultos
10.dramas
11.respuestas
LAS 5 TEMPORADAS COMPLETAS CON FINAL RESUELTO
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ALMAS ASESINAS
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organizacion secreta del crimen-internado valle seco.(OSC)
organización secreta de la justicia-internado aureola.(OSJ)
en el año 2038 existe una organización creada para el mal.
una organización que no se sabe desde cuando descienden sus orígenes 1700, 1800, 1900...la fecha se desconoce.
Esta organización se denomina como la organización secreta del crimen, solo los que han pertenecido alguna vez a ella saben de su existencia.
esta organización vive oculta y repartida por todos los continentes del planeta tierra, con academias especializadas en expertos en materias solo diseñadas para la maldad.
esta organización está muy avanzada en tecnologías, e inteligencia en cada uno de sus miembros, van más de 10 años en informática e ingeniaría con el resto del mundo.
Son capaces de crear máquinas que curen enfermedades desconocidas e incluso de crear ellos mismos esas enfermedades. Allá por el año 1985 fue cuando se empezó a construir un internado, en el pueblo valle seco, un internado que se utilizaría como tapadera para atraer a los infantes y adolescentes a pertenecer a esa organización y trasmitirles la educación como asesinos, timadores y ladrones profesionales desde niños. Hoy en día, en el año 2038 ese internado sigue abierto, recibiendo alumnos todos los días, pero muy recientemente hace 20 años, que uno de sus miembros abandonó esa organización y consiguió crear otra organización en torno a la bondad.
La organización secreta de la justicia, que solo lleva construido desde hace 3 meses y medio su propio internado, utilizado con el mismo fin que el internado valle seco, llevando por nombre el internado aureola, y dirigido por el anterior ex-director del internado enemigo durante 8 meses, Germán Puertas, tataranieto del fundador de la organización del crimen.
Si quieres conocer los secretos de la OSC, adelante, empieza a leer, esta es su historia...
Visita el blog si quieres leer una descripción detallada de todos los personajes...
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titulos capitulos por temporadas
PRIMERA TEMPORADA
1.Justicia.
2.recuerdos.
3.mosquitos.
4.lava.
5.averiguaciones.
6.mazmorras.
7.exconvictos.
8.infiltrada.
9.intrusos.
10.enamorados.
11.despedida.
SEGUNDA TEMPORADA
1.celos.
2.cancelación.
3.adicción.
4.obsesión.
5.emboscada.
6.bacanal.
7.debilidad.
8.advertencia.
9.epidemia.
10.gravedad.
11.celebración.
TERCERA TEMPORADA
1.temores.
2.deseos
3.maldecidas
4.solución
5.identidades
6.catástrofe
7.irresistible
8.festival
9.filmación
10.ritual
11.trampa
CUARTA TEMPORADA
1. Reinado
2. Vivo
3. Memoria
4. Ataque
5. Ruptura
6. Bailarinas
7. Pecado
8. Confesiones
9. Guerra
10. Abandono
11. Sacrificio
QUINTA TEMPORADA
1.crueldad
2.cambio
3.atracción
4.emociones
5.romances
6.aniversario
7.amenazas
8.extranjero
9.adultos
10.dramas
11.respuestas
LAS 5 TEMPORADAS COMPLETAS CON FINAL RESUELTO
#141
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30/10/2010 15:27
Azucena besó a Diego, Diego al principio se mantenía un poco frío, pero aún así no se movió del sitio y no impidió que Azucena le siguiera besando, Diego levantó sus manos en un principio para separar a Azucena de él, pero en cuanto la tocó, solo sintió deseos de abrazarla y rodearla cosa que hizo, mientras notaba como el beso que Azucena había comenzado se prolongaba cada vez más y más.
Azucena y Diego se siguieron besando mientras caminaban hacia atrás y tropezaban con una mesa de madera, Azucena se sentó sobre ella tumbándose y ayudó a Diego a que se posara sobre ella, Azucena besó el cuello de Diego muy lentamente.
Azucena: Diego, te quiero, te quiero ¿me quieres tú a mí?
Diego la miró a los ojos y le asintió con la cabeza, mientras se tragaba una amarga lágrima que le resbaló por la mejilla.
Azucena le secó las lágrimas con sus manos, y después le volvió a besar, apartando las herramientas que habían sobre la mesa para hacerse espacio a ella y a Diego, sobre ella.
Diego: Azucena, hazme olvidar que esta noche has estado con otro hombre, házmelo olvidar, por favor.
Azucena atrajo a Diego hacia ella cogiéndole del cuello del jersey del uniforme, y le besó en la boca con locura, Diego le correspondió al beso, Azucena se fue recostando poco a poco sobre la mesa de madera, mientras notaba el peso del cuerpo de Diego sobre él de ella, Azucena deslizó su manos por debajo del jersey del uniforme de Diego, tocándole el pecho y la espalda. Diego en cuanto notó las manos de Azucena tocándole la piel bajo su jersey, se separó de ella, volviéndose a colocar el jersey del uniforme en su posición original y se apartó dejándola de besar.
Azucena: Diego ¿qué te pasa?
Diego: nada, solo quiero estar un rato a solas.
Azucena: un rato a solas para qué? si ya todo estaba bien entre nosotros, Diego por favor, tienes que creerme cuando te digo que te quiero, esto no es ningún juego para mí te lo prometo, a mí Alfonso no me importa, ni ningún otro, a mí solo me importas tú. ¿me crees, verdad?
Diego: yo... yo solo quiero a estar un rato a solas, necesito pensar en lo que ha pasado, luego más tarde ya nos veremos, pero ahora quiero estar solo.
Diego se dio media vuelta frente a Azucena y se marchó de los laboratorios subiendo por las escaleras.
Diego llegó hasta su cuarto a través de la entrada secreta que había en el armario, y de su cuarto también salió al pasillo, a andar sin rumbo por el internado, recorriéndolo sin saber a donde dirigirse ni cuando parar.
Hasta que pasó por casualidad por delante del despacho de Jorge, y escuchó una conversación en su interior.
Jorge estaba hablando por teléfono.
Jorge: sí, sí, está todo solucionado, no te preocupes por Diego Marremo, él ya es historia en la vida de Azucena. Más tarde quedaremos de acuerdo en la cifra y en la hora para que Azucena vaya a tu casa.
Jorge colgó el teléfono y Diego abrió la puerta del despacho de par en par para entrar en él furioso.
Jorge: hombre Diego, contigo quería yo hablar.
Diego: ah sí? pues ya somos dos ¿con quién estabas hablando por teléfono?
Jorge: con un cliente para Azucena, pero eso a ti ya no te tiene que importar, vuestra relación está rota ¿verdad?
Diego: no, de hecho ahora Azucena y yo estamos más unidos que nunca.
Jorge: deja de disimular conmigo, que sé lo que ha pasado esta noche, Manuela me lo ha contado todo tras aparcar su coche en el patio, sé que Azucena ha pasado esta noche con Alfonso Metro a cambio de un cheque en blanco.
Diego: y qué? solo ha sido una noche, tampoco es para tanto.
Jorge: no estarás hablando en serio? de verdad vas a perdonar a Azucena y seguir con ella como si nada hubiera pasado?
Diego: eso es cosa mía, aquí lo único que importa es que desde que te hiciste con el poder de ser el director de este internado y de la organización, has podido disponer de Azucena a tu antojo, pero eso ya se ha acabado, mientras yo siga aquí, no vas a volver a hacerle daño a Azucena, nunca más.
Jorge: Diego, ¿no te das cuenta? estás perdiendo el tiempo con ella ¿por qué no la dejas vivir su vida? tú puedes conseguirte a una buena chica que tenga unos buenos valores, una chica que sea más decente, olvídate de Azucena, nunca vas a conseguir tenerla para ti solo, nunca.
Diego: Jorge ¿no te das cuenta? ya lo he conseguido, ella se retiró del mundo de la prostitución, la casa de masajes lleva más de dos días cerrada, y que yo sepa Azucena no te ha pedido que la reabras, y sí, es cierto, ha pasado la noche con otro, pero ha vuelto a mí, y eso es lo único que me tiene que importar.
Jorge: Diego, no digas tonterías, si sigues tu relación con Azucena vas a acabar matándote en vida, yo entiendo que Azucena es muy atractiva y es casi imposible resistirse a ella, pero una cosa es tenerla una noche y otra muy diferente, tratar que ella formé parte de tu vida.
Diego: si cortó con Azucena, tú la vas a volver a utilizar para tus sucios negocios, no voy a dejar a Azucena por más tiempo en tus manos, no puedo hacerlo, lo siento Jorge, pero vas a tener que asumir que ahora Azucena me tiene a mí y cuanto antes lo hagas mejor.
Jorge: me vas a acabar dando la razón, si te quedas con Azucena, te vas a dar cuenta de que ella no es buena para nadie, Azucena solo sabe hace sufrir a los hombres que la rodean.
Diego le dio un puñetazo a Jorge tumbándolo en el suelo.
Diego: tú ten mucho cuidado a partir de ahora, porque no te voy a permitir ni decir su nombre, cada vez que menciones algo de Azucena, vigila antes que yo no esté cerca, porque si lo estoy, te reviento la cara a golpes.
Diego le dio otro puñetazo partiéndole el labio y caminó hasta la puerta, cogió el manillar entre sus manos, lloró sin poderse contener de la rabia, miró a Jorge de reojo y le dijo.
Diego: me quitaste la inocencia cuando era un niño y me llevabas contigo al bosque de cacería de cazadores, pero a Azucena, a Azucena no me la vas a quitar, lo juro por mi vida.
Y Diego abrió la puerta y salió del despacho de Jorge.
Entre tanto, en ese mismo día que siguió transcurriendo, en otra parte, fuera del internado valle seco, en el interior del otro internado, el internado aureola, tuvo lugar un acontecimiento.
Jessica Marremo, la madre de Diego, que estaba trabajando como limpiadora en ese colegio tras escaparse de la organización secreta del crimen estaba en la cocina, cuando vio a Germán, el director del internado, entrar en ella, él iba acompañado por 4 alumnos que llevaban el uniforme blanco y azul marino de la organización secreta de la justicia.
3 chicos y una chica.
Germán: pasar, tomar asiento.
Los 4 alumnos se sentaron alrededor de la mesa de la cocina.
Azucena y Diego se siguieron besando mientras caminaban hacia atrás y tropezaban con una mesa de madera, Azucena se sentó sobre ella tumbándose y ayudó a Diego a que se posara sobre ella, Azucena besó el cuello de Diego muy lentamente.
Azucena: Diego, te quiero, te quiero ¿me quieres tú a mí?
Diego la miró a los ojos y le asintió con la cabeza, mientras se tragaba una amarga lágrima que le resbaló por la mejilla.
Azucena le secó las lágrimas con sus manos, y después le volvió a besar, apartando las herramientas que habían sobre la mesa para hacerse espacio a ella y a Diego, sobre ella.
Diego: Azucena, hazme olvidar que esta noche has estado con otro hombre, házmelo olvidar, por favor.
Azucena atrajo a Diego hacia ella cogiéndole del cuello del jersey del uniforme, y le besó en la boca con locura, Diego le correspondió al beso, Azucena se fue recostando poco a poco sobre la mesa de madera, mientras notaba el peso del cuerpo de Diego sobre él de ella, Azucena deslizó su manos por debajo del jersey del uniforme de Diego, tocándole el pecho y la espalda. Diego en cuanto notó las manos de Azucena tocándole la piel bajo su jersey, se separó de ella, volviéndose a colocar el jersey del uniforme en su posición original y se apartó dejándola de besar.
Azucena: Diego ¿qué te pasa?
Diego: nada, solo quiero estar un rato a solas.
Azucena: un rato a solas para qué? si ya todo estaba bien entre nosotros, Diego por favor, tienes que creerme cuando te digo que te quiero, esto no es ningún juego para mí te lo prometo, a mí Alfonso no me importa, ni ningún otro, a mí solo me importas tú. ¿me crees, verdad?
Diego: yo... yo solo quiero a estar un rato a solas, necesito pensar en lo que ha pasado, luego más tarde ya nos veremos, pero ahora quiero estar solo.
Diego se dio media vuelta frente a Azucena y se marchó de los laboratorios subiendo por las escaleras.
Diego llegó hasta su cuarto a través de la entrada secreta que había en el armario, y de su cuarto también salió al pasillo, a andar sin rumbo por el internado, recorriéndolo sin saber a donde dirigirse ni cuando parar.
Hasta que pasó por casualidad por delante del despacho de Jorge, y escuchó una conversación en su interior.
Jorge estaba hablando por teléfono.
Jorge: sí, sí, está todo solucionado, no te preocupes por Diego Marremo, él ya es historia en la vida de Azucena. Más tarde quedaremos de acuerdo en la cifra y en la hora para que Azucena vaya a tu casa.
Jorge colgó el teléfono y Diego abrió la puerta del despacho de par en par para entrar en él furioso.
Jorge: hombre Diego, contigo quería yo hablar.
Diego: ah sí? pues ya somos dos ¿con quién estabas hablando por teléfono?
Jorge: con un cliente para Azucena, pero eso a ti ya no te tiene que importar, vuestra relación está rota ¿verdad?
Diego: no, de hecho ahora Azucena y yo estamos más unidos que nunca.
Jorge: deja de disimular conmigo, que sé lo que ha pasado esta noche, Manuela me lo ha contado todo tras aparcar su coche en el patio, sé que Azucena ha pasado esta noche con Alfonso Metro a cambio de un cheque en blanco.
Diego: y qué? solo ha sido una noche, tampoco es para tanto.
Jorge: no estarás hablando en serio? de verdad vas a perdonar a Azucena y seguir con ella como si nada hubiera pasado?
Diego: eso es cosa mía, aquí lo único que importa es que desde que te hiciste con el poder de ser el director de este internado y de la organización, has podido disponer de Azucena a tu antojo, pero eso ya se ha acabado, mientras yo siga aquí, no vas a volver a hacerle daño a Azucena, nunca más.
Jorge: Diego, ¿no te das cuenta? estás perdiendo el tiempo con ella ¿por qué no la dejas vivir su vida? tú puedes conseguirte a una buena chica que tenga unos buenos valores, una chica que sea más decente, olvídate de Azucena, nunca vas a conseguir tenerla para ti solo, nunca.
Diego: Jorge ¿no te das cuenta? ya lo he conseguido, ella se retiró del mundo de la prostitución, la casa de masajes lleva más de dos días cerrada, y que yo sepa Azucena no te ha pedido que la reabras, y sí, es cierto, ha pasado la noche con otro, pero ha vuelto a mí, y eso es lo único que me tiene que importar.
Jorge: Diego, no digas tonterías, si sigues tu relación con Azucena vas a acabar matándote en vida, yo entiendo que Azucena es muy atractiva y es casi imposible resistirse a ella, pero una cosa es tenerla una noche y otra muy diferente, tratar que ella formé parte de tu vida.
Diego: si cortó con Azucena, tú la vas a volver a utilizar para tus sucios negocios, no voy a dejar a Azucena por más tiempo en tus manos, no puedo hacerlo, lo siento Jorge, pero vas a tener que asumir que ahora Azucena me tiene a mí y cuanto antes lo hagas mejor.
Jorge: me vas a acabar dando la razón, si te quedas con Azucena, te vas a dar cuenta de que ella no es buena para nadie, Azucena solo sabe hace sufrir a los hombres que la rodean.
Diego le dio un puñetazo a Jorge tumbándolo en el suelo.
Diego: tú ten mucho cuidado a partir de ahora, porque no te voy a permitir ni decir su nombre, cada vez que menciones algo de Azucena, vigila antes que yo no esté cerca, porque si lo estoy, te reviento la cara a golpes.
Diego le dio otro puñetazo partiéndole el labio y caminó hasta la puerta, cogió el manillar entre sus manos, lloró sin poderse contener de la rabia, miró a Jorge de reojo y le dijo.
Diego: me quitaste la inocencia cuando era un niño y me llevabas contigo al bosque de cacería de cazadores, pero a Azucena, a Azucena no me la vas a quitar, lo juro por mi vida.
Y Diego abrió la puerta y salió del despacho de Jorge.
Entre tanto, en ese mismo día que siguió transcurriendo, en otra parte, fuera del internado valle seco, en el interior del otro internado, el internado aureola, tuvo lugar un acontecimiento.
Jessica Marremo, la madre de Diego, que estaba trabajando como limpiadora en ese colegio tras escaparse de la organización secreta del crimen estaba en la cocina, cuando vio a Germán, el director del internado, entrar en ella, él iba acompañado por 4 alumnos que llevaban el uniforme blanco y azul marino de la organización secreta de la justicia.
3 chicos y una chica.
Germán: pasar, tomar asiento.
Los 4 alumnos se sentaron alrededor de la mesa de la cocina.
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30/10/2010 15:28
Jessica al verlos...
Jessica: qué pasa aquí?
Germán: adelante, explicarle a Jessica lo que me habéis dicho a mí sobre su hijo Diego.
Jessica: qué pasa con mi hijo?
Germán: estos cuatro alumnos, fueron ex-miembros de la organización secreta del crimen, fueron atraídos hasta el internado valle seco mediante picaduras de los mosquitos robotizados de Segismundo Amadeo, el científico más veterano que existe en los laboratorios secretos de valle seco.
Jessica: y? qué me tienen que explicar sobre mi hijo? qué hacen ellos estudiando en este internado?
Germán: intentaron escaparse del internado valle seco para ir a ver a sus familias y contarles a la policía la existencia de la organización secreta del crimen, pero no pudieron hacerlo, porque los guardias de las mazmorras los capturaron, y los encerraron allí. Hace 5 años, yo visité mi viejo internado, estuve en las mazmorras y liberé a muchos de sus prisioneros y me los traje hasta aquí, después de pasar por una serie de pruebas médicas y comprobar que estaban sanos les dimos los uniformes y pasaron a formar parte de nuestra organización.
Jessica: según tengo entendido, los mosquitos robotizados al picarte te convierten en un autómata sin sentimientos, pero esa transformación lleva su tiempo, para que se llevé a cabo hay que tomarse unas pastillas durante varias semanas ininterrumpidamente, y te borran la memoria y te alejan de tu familia, pero las familias de estos alumnos significaría aumentar el número en soldados para la organización secreta de la justicia ¿ya te has comunicado con ellos, Germán?
Germán: eso es lo que queremos explicarte Jessica, no podemos comunicarnos con las familias de estos 4 alumnos.
Jessica: por qué no? por la operación de limpieza de memoria? no existe otra de devolución?
Germán: sí, y ya se la hemos realizado a todos los prisioneros que hace 5 años liberé de las mazmorras del colegio que ahora dirige mi hermano.
Jessica: entonces? cuál es el problema?
Germán: el problema es que todos ellos están muertos ¿y sabes quien los mató a todos?
Jessica: quién?
Germán: tu hijo, Diego Marremo.
Jessica: me quieres tomar el pelo? mi hijo solo tiene 16 años, un chico de 16 años no puede asesinar él solo a más de 10 personas.
Germán: te equivocas, tu hijo no es solo un chico de 16 años, es un chico de 16 años que ha sido entrenado desde el día en que nació para ser un asesino profesional, y tiene excelentes en todas sus asignaturas, los excelentes en la organización secreta del crimen no se consiguen sin ensuciarte las manos con sangre, yo lo sé bien, porque yo también fui alumno, profesor y director de valle seco.
Jessica: y cómo sabes con tanta seguridad que todos están muertos?
Germán: porque ellos me lo han dicho-dijo Germán refiriéndose a los 4 alumnos- porque ellos antes de que les encerraran en las mazmorras fueron compañeros de clase de tu hijo, vamos haz memoria Jessica, ¿seguro que no te sabes los nombres de todos ellos?
Jessica les miró a las caras.
Germán: tú has estado trabajando de chacha en el internado valle seco, tienes que haber coincidido con ellos en alguna ocasión.
Jessica siguió mirándoles.
Jessica: Sofía?
La alumna asintió con la cabeza.
Jessica: Víctor?
Un alumno rubio asintió con la cabeza.
Jessica: Antonio?
Un alumno moreno asintió con la cabeza.
Jessica: Andrés?
Un alumno castaño asintió con la cabeza.
Germán: sabía que te acordarías.
Jessica: pero... no lo entiendo, si les borraron la memoria, ¿como supieron los de la organización secreta del crimen donde encontrar a sus familias para matarles?
Germán: con la operación de extracción de memoria, es una operación muy corta que se hace antes de la limpieza, la limpieza se puede efectuar sin la extracción, pero Segismundo nunca realiza una limpieza sin su extracción previa, porque si lo hiciera, sería algo muy arriesgado para la organización secreta del crimen.
Jessica: y como saben ellos que fue Diego quién los mató a todos?
Germán se acercó a Víctor, al alumno rubio.
Germán: adelante Víctor, explícaselo.
Victor: porque Diego vino a mi habitación un día cuando estaba estudiando en el internado valle seco, me pidió perdón de rodillas y me lo confesó todo.
Germán: lo ves?
Jessica: ver el que? que quieres que vea? qué pasa? que tú nunca has matado a nadie Germán?
Germán: no, sí que lo he hecho, y posiblemente haya matado a más personas en mi vida que las que ha matado tu hijo.
Jessica: entonces? es que acaso no crees en la rehabilitación?
Germán: sí, claro que sí, todo el mundo merece una segunda oportunidad. Pero hay personas que no quieren tenerla.
Jessica: y una de ellas es mi hijo, verdad? quieres decirme eso? que mi hijo es feliz matando a gente?
Germán: no lo sabemos, eso es lo que quiero que entiendas, que no sabemos lo que realmente piensa tu hijo sobre los actos delictivos de la organización secreta del crimen.
Jessica: él me dijo que solo hacía lo que le decían para que no le encerraran en las mazmorras, soy su madre, le he parido, conozco a mi hijo.
Germán: no, no lo conoces, a eso voy, ha estado durante 16 años engañándote, sabiendo que estabas trabajando para asesinos sin importarle, cada vez que limpiabas una mancha de sangre de alguno de los residentes del internado tú creías que eran por simples caídas o accidentes, pero no era su propia sangre, eran la sangre de otros, de sus victimas y Diego en todo el tiempo no ha hecho nada para alejarte de todo eso, nada.
Jessica: sí, sí que lo ha hecho, les obedecía, era un buen estudiante, no se quejaba de nada, se callaba, él si ha hecho todo lo que ellos le han dicho ha sido para protegerme a mí.
Germán se acercó a los 4 alumnos.
Germán: volver a vuestros cuartos.
Los 4 alumnos se levantaron de las sillas y salieron de la cocina en completo silencio.
Germán: qué tengo que hacer para que lo entiendas Jessica? si tu hijo hubiese venido contigo y no hubiese preferido quedarse en el otro internado sería diferente, pero eligió quedarse, sé que es tu hijo, y que es muy difícil para una madre darse cuenta que su hijo es alguien dañino para la sociedad, pero hay que aceptarlo, hay personas que no quieren la salvación, hay personas que ni se merecen ni saben aprovechar, las segundas oportunidades.
Jessica: qué pasa aquí?
Germán: adelante, explicarle a Jessica lo que me habéis dicho a mí sobre su hijo Diego.
Jessica: qué pasa con mi hijo?
Germán: estos cuatro alumnos, fueron ex-miembros de la organización secreta del crimen, fueron atraídos hasta el internado valle seco mediante picaduras de los mosquitos robotizados de Segismundo Amadeo, el científico más veterano que existe en los laboratorios secretos de valle seco.
Jessica: y? qué me tienen que explicar sobre mi hijo? qué hacen ellos estudiando en este internado?
Germán: intentaron escaparse del internado valle seco para ir a ver a sus familias y contarles a la policía la existencia de la organización secreta del crimen, pero no pudieron hacerlo, porque los guardias de las mazmorras los capturaron, y los encerraron allí. Hace 5 años, yo visité mi viejo internado, estuve en las mazmorras y liberé a muchos de sus prisioneros y me los traje hasta aquí, después de pasar por una serie de pruebas médicas y comprobar que estaban sanos les dimos los uniformes y pasaron a formar parte de nuestra organización.
Jessica: según tengo entendido, los mosquitos robotizados al picarte te convierten en un autómata sin sentimientos, pero esa transformación lleva su tiempo, para que se llevé a cabo hay que tomarse unas pastillas durante varias semanas ininterrumpidamente, y te borran la memoria y te alejan de tu familia, pero las familias de estos alumnos significaría aumentar el número en soldados para la organización secreta de la justicia ¿ya te has comunicado con ellos, Germán?
Germán: eso es lo que queremos explicarte Jessica, no podemos comunicarnos con las familias de estos 4 alumnos.
Jessica: por qué no? por la operación de limpieza de memoria? no existe otra de devolución?
Germán: sí, y ya se la hemos realizado a todos los prisioneros que hace 5 años liberé de las mazmorras del colegio que ahora dirige mi hermano.
Jessica: entonces? cuál es el problema?
Germán: el problema es que todos ellos están muertos ¿y sabes quien los mató a todos?
Jessica: quién?
Germán: tu hijo, Diego Marremo.
Jessica: me quieres tomar el pelo? mi hijo solo tiene 16 años, un chico de 16 años no puede asesinar él solo a más de 10 personas.
Germán: te equivocas, tu hijo no es solo un chico de 16 años, es un chico de 16 años que ha sido entrenado desde el día en que nació para ser un asesino profesional, y tiene excelentes en todas sus asignaturas, los excelentes en la organización secreta del crimen no se consiguen sin ensuciarte las manos con sangre, yo lo sé bien, porque yo también fui alumno, profesor y director de valle seco.
Jessica: y cómo sabes con tanta seguridad que todos están muertos?
Germán: porque ellos me lo han dicho-dijo Germán refiriéndose a los 4 alumnos- porque ellos antes de que les encerraran en las mazmorras fueron compañeros de clase de tu hijo, vamos haz memoria Jessica, ¿seguro que no te sabes los nombres de todos ellos?
Jessica les miró a las caras.
Germán: tú has estado trabajando de chacha en el internado valle seco, tienes que haber coincidido con ellos en alguna ocasión.
Jessica siguió mirándoles.
Jessica: Sofía?
La alumna asintió con la cabeza.
Jessica: Víctor?
Un alumno rubio asintió con la cabeza.
Jessica: Antonio?
Un alumno moreno asintió con la cabeza.
Jessica: Andrés?
Un alumno castaño asintió con la cabeza.
Germán: sabía que te acordarías.
Jessica: pero... no lo entiendo, si les borraron la memoria, ¿como supieron los de la organización secreta del crimen donde encontrar a sus familias para matarles?
Germán: con la operación de extracción de memoria, es una operación muy corta que se hace antes de la limpieza, la limpieza se puede efectuar sin la extracción, pero Segismundo nunca realiza una limpieza sin su extracción previa, porque si lo hiciera, sería algo muy arriesgado para la organización secreta del crimen.
Jessica: y como saben ellos que fue Diego quién los mató a todos?
Germán se acercó a Víctor, al alumno rubio.
Germán: adelante Víctor, explícaselo.
Victor: porque Diego vino a mi habitación un día cuando estaba estudiando en el internado valle seco, me pidió perdón de rodillas y me lo confesó todo.
Germán: lo ves?
Jessica: ver el que? que quieres que vea? qué pasa? que tú nunca has matado a nadie Germán?
Germán: no, sí que lo he hecho, y posiblemente haya matado a más personas en mi vida que las que ha matado tu hijo.
Jessica: entonces? es que acaso no crees en la rehabilitación?
Germán: sí, claro que sí, todo el mundo merece una segunda oportunidad. Pero hay personas que no quieren tenerla.
Jessica: y una de ellas es mi hijo, verdad? quieres decirme eso? que mi hijo es feliz matando a gente?
Germán: no lo sabemos, eso es lo que quiero que entiendas, que no sabemos lo que realmente piensa tu hijo sobre los actos delictivos de la organización secreta del crimen.
Jessica: él me dijo que solo hacía lo que le decían para que no le encerraran en las mazmorras, soy su madre, le he parido, conozco a mi hijo.
Germán: no, no lo conoces, a eso voy, ha estado durante 16 años engañándote, sabiendo que estabas trabajando para asesinos sin importarle, cada vez que limpiabas una mancha de sangre de alguno de los residentes del internado tú creías que eran por simples caídas o accidentes, pero no era su propia sangre, eran la sangre de otros, de sus victimas y Diego en todo el tiempo no ha hecho nada para alejarte de todo eso, nada.
Jessica: sí, sí que lo ha hecho, les obedecía, era un buen estudiante, no se quejaba de nada, se callaba, él si ha hecho todo lo que ellos le han dicho ha sido para protegerme a mí.
Germán se acercó a los 4 alumnos.
Germán: volver a vuestros cuartos.
Los 4 alumnos se levantaron de las sillas y salieron de la cocina en completo silencio.
Germán: qué tengo que hacer para que lo entiendas Jessica? si tu hijo hubiese venido contigo y no hubiese preferido quedarse en el otro internado sería diferente, pero eligió quedarse, sé que es tu hijo, y que es muy difícil para una madre darse cuenta que su hijo es alguien dañino para la sociedad, pero hay que aceptarlo, hay personas que no quieren la salvación, hay personas que ni se merecen ni saben aprovechar, las segundas oportunidades.
#143
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30/10/2010 15:29
Germán salió de la cocina, dejando a Jessica dentro de ella hecha un mar de lágrimas.
Estaba empezando a anochecer, en la terraza del internado valle seco, alguien estaba contemplando las estrellas, Diego Marremo.
Diego estaba solo en la terraza, cuando de pronto entró a ella también, Esmeralda.
Esmeralda: al fin te encuentro, te he estado buscando por todo el colegio, voy a terminar pensando que te escondes de mí.
Diego: tengo cosas mejores que hacer que jugar contigo al escondite.
Esmeralda: Diego, quería hablar contigo.
Diego: sobre qué?
Esmeralda: yo... bueno ya sabes que no es ningún secreto que tú siempre me has gustado, y de verdad que quiero estar contigo, pero... no puede evitar estar un poco nerviosa por lo que va a pasar entre nosotros esta noche. Igual es una tontería pero...
Diego: Esmeralda de que estás hablando? por qué ibas a tener que estar nerviosa tú?
Esmeralda: ya sabes, por lo que me has dicho esta tarde, en las escaleras, lo de pasar la noche conmigo.
Diego se rió.
Diego: de verdad te lo has creído? en serio Esmeralda te creía mucho más lista, no voy a ir a tu cuarto, ni esta noche ni la que viene, solo te he dicho eso para que Azucena lo escuchara, pero entre tú y yo no va a pasar nada.
Esmeralda: ah muy bien! y qué vas a hacer esta noche entonces? volver a dormir a tu cuarto solo?
Diego: yo no voy a dormir en mi cuarto solo.
Esmeralda: sí bueno, ya sé que tienes a tu compañero de cuarto Carlos pero...
Diego: Esmeralda, no voy a pasar la noche en mi cuarto, voy a ir a la habitación de Azucena, como he estado haciendo la mayoría de las noches desde que ella y yo nos hicimos novios.
Esmeralda: que vas a volver a dormir con Azucena? y lo que ha pasado con Alfonso Metro qué? ya no te importa?
Diego: sí claro que me importa, pero es algo que se me pasara con el tiempo.
Esmeralda: y ya está? mi tía te ignora se acuesta con otro hombre y tú pasas olímpicamente de todo y sigues con ella a su lado?
Diego: Esmeralda tú no lo entiendes vale? estoy enamorado de Azucena, si la dejará me moriría, no puedo cortar con ella, ella lo es todo para mí.
Y Diego se fue de la terraza dejando a Esmeralda sola.
Esmeralda: Azucena, siempre Azucena, ¿y yo qué? yo también estoy enamorada de ti Diego, yo también estoy a punto de morirme de amor por ti-dijo ella pensando en voz alta, mientras le resbalaban lágrimas de tristeza por sus mejillas.
Al cabo de un rato Diego entró en el cuarto de Azucena, ella estaba con el camisón puesto sobre la cama, al verle se levantó contenta y fue a recibirle.
Azucena: Diego ¿qué haces aquí? pensaba que no vendrías.
Diego: y eso por qué? antes en los laboratorios te he dicho que nos veríamos después, siento haber destrozado los androides ¿crees que podrás arreglarlos?
Azucena asintió con la cabeza.
Diego se acercó a ella y la besó.
Diego: no estás contenta de que esté aquí contigo?
Azucena: sí, pero no sé tenía mis dudas, pensaba que ibas a pasar por la habitación de mi sobrina.
Diego la volvió a besar.
Diego: sí claro, y después si te parece doy la vuelta al mundo volando sin paracaídas ni avión! Azucena, yo solo quiero estar contigo, ¿no te habrás creído que lo que le he dicho antes a Esmeralda lo decía en serio, verdad?
Azucena le miró a los ojos, muy seria, pero a poco a poco su expresión se fue trasformando en una sonrisa pícara.
Azucena: no, yo confío en ti, y en lo que hay entre nosotros.
Ésta vez fue Azucena quién besó a Diego.
Azucena: te quiero.
Diego: no más que yo a ti.
Diego puso sus manos sobre las caderas de Azucena y la volvió a besar.
Diego le acarició la mejilla a Azucena con suavidad.
Diego: buenas noches.
Y Diego se quitó el jersey negro del uniforme, que era negro con el emblema de OSC por un lado y verde fuerte con el escudo del águila roja atravesada por dos espadas en forma de equis, por el otro lado.
Diego se quedó en camiseta de tirantes blanca y su pantalón gris por un lado y pistacho por el otro, y se acostó en la cama de Azucena.
Diego miró a Azucena.
Diego: Azucena ¿vienes a dormir conmigo?
Azucena asintió con la cabeza, se metió en la cama y se abrazó recostando su cabeza sobre el pecho de él.
Azucena: Diego, dime una cosa ¿eres feliz conmigo?
Diego: hace falta que te contesté? no me ves la cara de felicidad que tengo?
Azucena: no puedo creerme que estés aquí conmigo, después de lo que te he hecho, te prometo que lo de Alfonso no significó nada para mí, nada.
Diego le acarició el cabello a Azucena con ternura.
Diego: tranquilízate Azucena, tú no tienes que prometerme nada, yo siempre voy a estar a tu lado, siempre, quiero que sepas que suceda lo que suceda, siempre vas poder contar conmigo.
Diego bostezó, y finalmente cerró los ojos para dormirse.
Diego y Azucena se durmieron los dos juntos en la misma cama, abrazados.
Horas después, Azucena se cambió de postura en su cama, y notó que a su lado no había nada, Diego se había levantado de la cama. Azucena abrió los ojos despertándose, ella abrió la luz de la lamparilla de noche de la mesita, buscando a Diego con la mirada, cuando le vio a él despierto asomado a la ventana de la habitación, suspiró aliviada comprobando que él seguía con ella en la misma habitación, Azucena se incorporó y se acercó a él.
Azucena: Diego ¿qué te pasa? vuelve a la cama conmigo.
Diego: es que no puedo dormir.
Azucena: qué te pasa? te preocupa algo?
Diego: no, nada, solo es que echo de menos a mi madre.
Azucena: te arrepientes de haberte quedado en este internado conmigo? hubieras preferido marcharte a la organización secreta de la justicia con tu madre?
Diego: no, sé que quiero estar contigo, pero... ¿por qué tiene que ser todo tan difícil Azucena? dime una cosa ¿por qué sigo todavía contigo? ¿por qué? dímelo tú porque yo ya no lo sé.
Azucena: Diego si quieres que lo dejemos me lo puedes decir, yo no quiero obligarte a nada.
Diego: ese es el problema Azucena, que no quiero dejarlo contigo, no puedo vivir sin ti, pero menos aún puedo vivir contigo.
Diego se acercó a la puerta de salida.
Azucena: Diego ¿a donde vas?
Diego: a un lugar donde pueda pensar si realmente vale la pena que sigamos con lo nuestro.
Estaba empezando a anochecer, en la terraza del internado valle seco, alguien estaba contemplando las estrellas, Diego Marremo.
Diego estaba solo en la terraza, cuando de pronto entró a ella también, Esmeralda.
Esmeralda: al fin te encuentro, te he estado buscando por todo el colegio, voy a terminar pensando que te escondes de mí.
Diego: tengo cosas mejores que hacer que jugar contigo al escondite.
Esmeralda: Diego, quería hablar contigo.
Diego: sobre qué?
Esmeralda: yo... bueno ya sabes que no es ningún secreto que tú siempre me has gustado, y de verdad que quiero estar contigo, pero... no puede evitar estar un poco nerviosa por lo que va a pasar entre nosotros esta noche. Igual es una tontería pero...
Diego: Esmeralda de que estás hablando? por qué ibas a tener que estar nerviosa tú?
Esmeralda: ya sabes, por lo que me has dicho esta tarde, en las escaleras, lo de pasar la noche conmigo.
Diego se rió.
Diego: de verdad te lo has creído? en serio Esmeralda te creía mucho más lista, no voy a ir a tu cuarto, ni esta noche ni la que viene, solo te he dicho eso para que Azucena lo escuchara, pero entre tú y yo no va a pasar nada.
Esmeralda: ah muy bien! y qué vas a hacer esta noche entonces? volver a dormir a tu cuarto solo?
Diego: yo no voy a dormir en mi cuarto solo.
Esmeralda: sí bueno, ya sé que tienes a tu compañero de cuarto Carlos pero...
Diego: Esmeralda, no voy a pasar la noche en mi cuarto, voy a ir a la habitación de Azucena, como he estado haciendo la mayoría de las noches desde que ella y yo nos hicimos novios.
Esmeralda: que vas a volver a dormir con Azucena? y lo que ha pasado con Alfonso Metro qué? ya no te importa?
Diego: sí claro que me importa, pero es algo que se me pasara con el tiempo.
Esmeralda: y ya está? mi tía te ignora se acuesta con otro hombre y tú pasas olímpicamente de todo y sigues con ella a su lado?
Diego: Esmeralda tú no lo entiendes vale? estoy enamorado de Azucena, si la dejará me moriría, no puedo cortar con ella, ella lo es todo para mí.
Y Diego se fue de la terraza dejando a Esmeralda sola.
Esmeralda: Azucena, siempre Azucena, ¿y yo qué? yo también estoy enamorada de ti Diego, yo también estoy a punto de morirme de amor por ti-dijo ella pensando en voz alta, mientras le resbalaban lágrimas de tristeza por sus mejillas.
Al cabo de un rato Diego entró en el cuarto de Azucena, ella estaba con el camisón puesto sobre la cama, al verle se levantó contenta y fue a recibirle.
Azucena: Diego ¿qué haces aquí? pensaba que no vendrías.
Diego: y eso por qué? antes en los laboratorios te he dicho que nos veríamos después, siento haber destrozado los androides ¿crees que podrás arreglarlos?
Azucena asintió con la cabeza.
Diego se acercó a ella y la besó.
Diego: no estás contenta de que esté aquí contigo?
Azucena: sí, pero no sé tenía mis dudas, pensaba que ibas a pasar por la habitación de mi sobrina.
Diego la volvió a besar.
Diego: sí claro, y después si te parece doy la vuelta al mundo volando sin paracaídas ni avión! Azucena, yo solo quiero estar contigo, ¿no te habrás creído que lo que le he dicho antes a Esmeralda lo decía en serio, verdad?
Azucena le miró a los ojos, muy seria, pero a poco a poco su expresión se fue trasformando en una sonrisa pícara.
Azucena: no, yo confío en ti, y en lo que hay entre nosotros.
Ésta vez fue Azucena quién besó a Diego.
Azucena: te quiero.
Diego: no más que yo a ti.
Diego puso sus manos sobre las caderas de Azucena y la volvió a besar.
Diego le acarició la mejilla a Azucena con suavidad.
Diego: buenas noches.
Y Diego se quitó el jersey negro del uniforme, que era negro con el emblema de OSC por un lado y verde fuerte con el escudo del águila roja atravesada por dos espadas en forma de equis, por el otro lado.
Diego se quedó en camiseta de tirantes blanca y su pantalón gris por un lado y pistacho por el otro, y se acostó en la cama de Azucena.
Diego miró a Azucena.
Diego: Azucena ¿vienes a dormir conmigo?
Azucena asintió con la cabeza, se metió en la cama y se abrazó recostando su cabeza sobre el pecho de él.
Azucena: Diego, dime una cosa ¿eres feliz conmigo?
Diego: hace falta que te contesté? no me ves la cara de felicidad que tengo?
Azucena: no puedo creerme que estés aquí conmigo, después de lo que te he hecho, te prometo que lo de Alfonso no significó nada para mí, nada.
Diego le acarició el cabello a Azucena con ternura.
Diego: tranquilízate Azucena, tú no tienes que prometerme nada, yo siempre voy a estar a tu lado, siempre, quiero que sepas que suceda lo que suceda, siempre vas poder contar conmigo.
Diego bostezó, y finalmente cerró los ojos para dormirse.
Diego y Azucena se durmieron los dos juntos en la misma cama, abrazados.
Horas después, Azucena se cambió de postura en su cama, y notó que a su lado no había nada, Diego se había levantado de la cama. Azucena abrió los ojos despertándose, ella abrió la luz de la lamparilla de noche de la mesita, buscando a Diego con la mirada, cuando le vio a él despierto asomado a la ventana de la habitación, suspiró aliviada comprobando que él seguía con ella en la misma habitación, Azucena se incorporó y se acercó a él.
Azucena: Diego ¿qué te pasa? vuelve a la cama conmigo.
Diego: es que no puedo dormir.
Azucena: qué te pasa? te preocupa algo?
Diego: no, nada, solo es que echo de menos a mi madre.
Azucena: te arrepientes de haberte quedado en este internado conmigo? hubieras preferido marcharte a la organización secreta de la justicia con tu madre?
Diego: no, sé que quiero estar contigo, pero... ¿por qué tiene que ser todo tan difícil Azucena? dime una cosa ¿por qué sigo todavía contigo? ¿por qué? dímelo tú porque yo ya no lo sé.
Azucena: Diego si quieres que lo dejemos me lo puedes decir, yo no quiero obligarte a nada.
Diego: ese es el problema Azucena, que no quiero dejarlo contigo, no puedo vivir sin ti, pero menos aún puedo vivir contigo.
Diego se acercó a la puerta de salida.
Azucena: Diego ¿a donde vas?
Diego: a un lugar donde pueda pensar si realmente vale la pena que sigamos con lo nuestro.
#144
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30/10/2010 15:30
Diego abrió la puerta y salió de la habitación.
Azucena se quedó llorando al lado de la ventana.
Diego andaba por el pasillo del internado con el uniforme negro y gris de la organización secreta del crimen puesto y el pelo alborotado, puesto que todavía estaba somnoliento.
Diego pasó frente a un cuarto donde colgaba un cartel que ponía : gabinete psicológico. De ese cuarto Diego vio salir a Fabián.
Fabián: Diego ¿qué haces por aquí a estas horas?
Diego: necesito hablar contigo, no sé si Manuela te habrá contado algo sobre lo que ha pasado esta mañana con Azucena.
Fabián: sí, algo me ha comentado mi esposa, estamos hablando de la noche que ha pasado Azucena fuera de este internado con Alfonso Metro ¿verdad? el hombre que diseñó el internado aureola.
Diego afirmó con la cabeza.
Diego: necesito hablar contigo de paciente a psicólogo, ¿tienes un momento para mí?
Fabián: claro, supongo que te puedo hacer un hueco para mañana.
Diego: no, para mañana no, para ahora.
Fabián: Diego, es muy tarde, ahora mismo me iba a la habitación a dormir con mi mujer.
Diego: por favor, es urgente, solo quiero hablar.
Fabián: está bien pasa-dijo él abriendo la puerta invitando a Diego a entrar-presiento que ésta va a ser una noche muy larga.
Al día siguiente, todos los alumnos estaban en el aula teniendo una clase de seducción con Azucena.
Azucena: para mañana quiero que os leáis las Págs. 24, 25 y 26 del libro.
La campana que daba punto y final a las clases sonó.
Todos los alumnos cogieron sus mochilas y salieron por la puerta. Azucena se quedó corrigiendo unos trabajos de clase sentada en su mesa, Diego que todavía no había salido de la clase, espero a que todo el mundo se fuera, para estar él a solas con Azucena, y en completo silencio se levantó fue hasta la mesa del profesor, abrió el cajón, cogió las llaves del aula y fue hasta la puerta, y cerró la puerta por dentro con llave.
Azucena al verlo, dejó de corregir, se puso de pie sorprendida y dijo.
Azucena: Diego ¿qué haces?
Diego: nada, cerrar la puerta para que no nos moleste nadie.
Azucena: Diego ¿a que juegas?
Diego: yo? a nada ¿y tú?
Diego cogió a Azucena de la mano atrayéndola hacia él, y cuando la tuvo lo bastante cerca, la besó.
Azucena: parece que estás de mejor ánimos esta mañana ¿seguro que va todo bien?
Diego: sí, toda va perfecto.
Azucena: donde estuviste anoche? no volviste a mi habitación.
Diego: tranquila, no estuve con ninguna otra mujer, estuve hablando con Fabián, es muy buen psicólogo ¿lo sabías? anoche mientras hablábamos él y yo de ti, me hizo comprender algo.
Azucena: él qué?
Diego: que te quiero demasiado como para dejarte escapar. No quiero que nada arruine lo que hay entre nosotros Azucena.
Azucena: siento mucho lo que pasó con Alfonso, de verdad.
Diego: no pasa nada, te perdono. Pero... no me lo vuelvas a hacer, puedo perdonarte una vez, pero dos, ya no.
Azucena: lo siento de verdad, no va a volver a suceder, te lo prometo.
Diego: sé que no va a volver a suceder, he hablado con Fabián, le he pedido ayuda para que te haga un tratamiento psicológico, para que te ayude a superar tu adicción con el dinero.
Azucena: qué?
Diego: quiero que vayas a la consulta de Fabián ¿lo harás por mí?
Azucena se encogió de hombros.
Diego: y también quiero que...
Diego subió su mochila a la mesa, la abrió y la vació, dentro de ella estaban todas las carteras que ella había robado y las escondía tras una baldosa suelta del baño de su habitación.
Diego:... quiero que devuelvas todas las carteras que robaste en su día. Sin que se enteré la persona afectada, vas a sus casas y las dejas en los buzones, pero las devuelves todas.
Azucena: pero Diego, soy una ladrona profesional, una ladrona profesional nunca devuelve lo que roba, además las robé sin dañar a nadie, las cogí de los bolsillos en un momento en que sus dueños no miraban.
Diego: o las devuelves o no seguimos juntos.
Azucena: hablas en serio?
Diego: totalmente.
Diego esperó respuesta de Azucena, pero ella se quedó en silencio, Diego volvió a recoger las carteras y las volvió a guardar todas dentro de su mochila, se la colgó al hombro, él se disponía a salir de la clase cuando Azucena le llamó.
Azucena: Diego espera! lo haré ! devolveré las carteras si eso te hace feliz!
Diego dejó caer la mochila al suelo, sonrió a Azucena mirándola desde lejos y corrió hacia ella para abrazarla y besarla.
Unas pocas horas después, Esmeralda bajaba por las escaleras centrales del internado valle seco. Ella al bajar vio a Diego vestido con un mono azul hablando con el encargado del mantenimiento en el colegio junto a la chimenea.
Esmeralda vio desde lejos apoyada en la barandilla como el encargado le entregaba un mocho a Diego y se iba dejándole solo, al cargo de la limpieza de la chimenea.
Esmeralda en cuanto Diego estaba bajo la chimenea lleno de carbón limpiándola con el mocho, bajó hasta abajo, saltando los escalones de dos en dos para llegar antes y se plantó delante de él.
Esmeralda pronunció un silbido muy largo de exclamación.
Esmeralda: hola, no sabía que el colegio había contratado a un empleado tan guapo para mantener limpia la chimenea!
Diego sacó su cabeza de la chimenea al escucharla, se la limpió de carbón con un trapo y dejó el mocho apartado a un lado.
Esmeralda: Diego! que sorpresa! no sabía que eras tú!
Diego: muy buena Esmeralda, pero no cuela.
Esmeralda: qué haces limpiando la chimenea? tú solo eres un alumno y esto es un colegio, se supone que aquí hay empleados para llevar a cabo esta clase de trabajos.
Diego: ya no, no los hay porque a Jorge le ha dado la gana de despedirlos a todos.
Esmeralda: y eso?
Diego: en realidad no han sido despedidos, simplemente les ha dicho que si se quedaban no iba a pagarles más dinero, o sea que iban a tener que trabajar gratis y ellos lógicamente se han ido por su propio pie.
Esmeralda: pero si sí que hay dinero.
Diego: no, no lo hay, porque según Jorge ese dinero lo sacaba con los clientes de Azucena y ahora como la casa de masajes lleva 4 días cerrada y los androides de tu tía todavía no están acabados...
Esmeralda: pero aún queda el dinero de los traficantes de drogas.
Diego: la mayoría de esos traficantes han sido recientemente asesinados por la organización secreta de la justicia, ya sabes, en el ataque que hubo donde Alfonso Metro y tu tía se conocieron.
Esmeralda: pero Jorge seguro que tenía dinero ahorrado, de robos, atracos, secuestros, además allí afuera en el bosque hay una mina de diamantes, a todas las alumnas que se apuntan al programa de asesinos a sueldo le regalan 1 diamante por cada victima que consigan eliminar.
Azucena se quedó llorando al lado de la ventana.
Diego andaba por el pasillo del internado con el uniforme negro y gris de la organización secreta del crimen puesto y el pelo alborotado, puesto que todavía estaba somnoliento.
Diego pasó frente a un cuarto donde colgaba un cartel que ponía : gabinete psicológico. De ese cuarto Diego vio salir a Fabián.
Fabián: Diego ¿qué haces por aquí a estas horas?
Diego: necesito hablar contigo, no sé si Manuela te habrá contado algo sobre lo que ha pasado esta mañana con Azucena.
Fabián: sí, algo me ha comentado mi esposa, estamos hablando de la noche que ha pasado Azucena fuera de este internado con Alfonso Metro ¿verdad? el hombre que diseñó el internado aureola.
Diego afirmó con la cabeza.
Diego: necesito hablar contigo de paciente a psicólogo, ¿tienes un momento para mí?
Fabián: claro, supongo que te puedo hacer un hueco para mañana.
Diego: no, para mañana no, para ahora.
Fabián: Diego, es muy tarde, ahora mismo me iba a la habitación a dormir con mi mujer.
Diego: por favor, es urgente, solo quiero hablar.
Fabián: está bien pasa-dijo él abriendo la puerta invitando a Diego a entrar-presiento que ésta va a ser una noche muy larga.
Al día siguiente, todos los alumnos estaban en el aula teniendo una clase de seducción con Azucena.
Azucena: para mañana quiero que os leáis las Págs. 24, 25 y 26 del libro.
La campana que daba punto y final a las clases sonó.
Todos los alumnos cogieron sus mochilas y salieron por la puerta. Azucena se quedó corrigiendo unos trabajos de clase sentada en su mesa, Diego que todavía no había salido de la clase, espero a que todo el mundo se fuera, para estar él a solas con Azucena, y en completo silencio se levantó fue hasta la mesa del profesor, abrió el cajón, cogió las llaves del aula y fue hasta la puerta, y cerró la puerta por dentro con llave.
Azucena al verlo, dejó de corregir, se puso de pie sorprendida y dijo.
Azucena: Diego ¿qué haces?
Diego: nada, cerrar la puerta para que no nos moleste nadie.
Azucena: Diego ¿a que juegas?
Diego: yo? a nada ¿y tú?
Diego cogió a Azucena de la mano atrayéndola hacia él, y cuando la tuvo lo bastante cerca, la besó.
Azucena: parece que estás de mejor ánimos esta mañana ¿seguro que va todo bien?
Diego: sí, toda va perfecto.
Azucena: donde estuviste anoche? no volviste a mi habitación.
Diego: tranquila, no estuve con ninguna otra mujer, estuve hablando con Fabián, es muy buen psicólogo ¿lo sabías? anoche mientras hablábamos él y yo de ti, me hizo comprender algo.
Azucena: él qué?
Diego: que te quiero demasiado como para dejarte escapar. No quiero que nada arruine lo que hay entre nosotros Azucena.
Azucena: siento mucho lo que pasó con Alfonso, de verdad.
Diego: no pasa nada, te perdono. Pero... no me lo vuelvas a hacer, puedo perdonarte una vez, pero dos, ya no.
Azucena: lo siento de verdad, no va a volver a suceder, te lo prometo.
Diego: sé que no va a volver a suceder, he hablado con Fabián, le he pedido ayuda para que te haga un tratamiento psicológico, para que te ayude a superar tu adicción con el dinero.
Azucena: qué?
Diego: quiero que vayas a la consulta de Fabián ¿lo harás por mí?
Azucena se encogió de hombros.
Diego: y también quiero que...
Diego subió su mochila a la mesa, la abrió y la vació, dentro de ella estaban todas las carteras que ella había robado y las escondía tras una baldosa suelta del baño de su habitación.
Diego:... quiero que devuelvas todas las carteras que robaste en su día. Sin que se enteré la persona afectada, vas a sus casas y las dejas en los buzones, pero las devuelves todas.
Azucena: pero Diego, soy una ladrona profesional, una ladrona profesional nunca devuelve lo que roba, además las robé sin dañar a nadie, las cogí de los bolsillos en un momento en que sus dueños no miraban.
Diego: o las devuelves o no seguimos juntos.
Azucena: hablas en serio?
Diego: totalmente.
Diego esperó respuesta de Azucena, pero ella se quedó en silencio, Diego volvió a recoger las carteras y las volvió a guardar todas dentro de su mochila, se la colgó al hombro, él se disponía a salir de la clase cuando Azucena le llamó.
Azucena: Diego espera! lo haré ! devolveré las carteras si eso te hace feliz!
Diego dejó caer la mochila al suelo, sonrió a Azucena mirándola desde lejos y corrió hacia ella para abrazarla y besarla.
Unas pocas horas después, Esmeralda bajaba por las escaleras centrales del internado valle seco. Ella al bajar vio a Diego vestido con un mono azul hablando con el encargado del mantenimiento en el colegio junto a la chimenea.
Esmeralda vio desde lejos apoyada en la barandilla como el encargado le entregaba un mocho a Diego y se iba dejándole solo, al cargo de la limpieza de la chimenea.
Esmeralda en cuanto Diego estaba bajo la chimenea lleno de carbón limpiándola con el mocho, bajó hasta abajo, saltando los escalones de dos en dos para llegar antes y se plantó delante de él.
Esmeralda pronunció un silbido muy largo de exclamación.
Esmeralda: hola, no sabía que el colegio había contratado a un empleado tan guapo para mantener limpia la chimenea!
Diego sacó su cabeza de la chimenea al escucharla, se la limpió de carbón con un trapo y dejó el mocho apartado a un lado.
Esmeralda: Diego! que sorpresa! no sabía que eras tú!
Diego: muy buena Esmeralda, pero no cuela.
Esmeralda: qué haces limpiando la chimenea? tú solo eres un alumno y esto es un colegio, se supone que aquí hay empleados para llevar a cabo esta clase de trabajos.
Diego: ya no, no los hay porque a Jorge le ha dado la gana de despedirlos a todos.
Esmeralda: y eso?
Diego: en realidad no han sido despedidos, simplemente les ha dicho que si se quedaban no iba a pagarles más dinero, o sea que iban a tener que trabajar gratis y ellos lógicamente se han ido por su propio pie.
Esmeralda: pero si sí que hay dinero.
Diego: no, no lo hay, porque según Jorge ese dinero lo sacaba con los clientes de Azucena y ahora como la casa de masajes lleva 4 días cerrada y los androides de tu tía todavía no están acabados...
Esmeralda: pero aún queda el dinero de los traficantes de drogas.
Diego: la mayoría de esos traficantes han sido recientemente asesinados por la organización secreta de la justicia, ya sabes, en el ataque que hubo donde Alfonso Metro y tu tía se conocieron.
Esmeralda: pero Jorge seguro que tenía dinero ahorrado, de robos, atracos, secuestros, además allí afuera en el bosque hay una mina de diamantes, a todas las alumnas que se apuntan al programa de asesinos a sueldo le regalan 1 diamante por cada victima que consigan eliminar.
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30/10/2010 15:30
Diego: no, si dinero hay de sobras, pero a Jorge no le da la gana de gastárselo en pequeñeces, ya me tiene a mí gratis.
Esmeralda: no lo entiendo, ¿o sea Jorge despide a todos los empleados del colegio y tú mismo te ofreces para hacer sus tareas?
Diego: no, no me he ofrecido yo, me ha obligado Jorge, dice que sino lo hago mandara a los antiguos clientes de tu tía a matarme y reabrirá la casa de masajes y como yo no quiero que eso pasé pues...
Esmeralda: o sea que la relación con mi tía y tú sigue adelante.
Diego: es que lo dudabas?
Esmeralda: no puedo creer que sigas con ella, sabiendo que ha pasado la noche con otro hombre, vale que cuando la conociste trabajaba como prostituta de lujo pero después te dijo que dejaría el trabajo y te traicionó, ¿ y tú vas y la perdonas como si nada?
Diego: eso es problema mío.
Esmeralda: y mi tía sabe que Jorge te está obligando a hacer las tareas del hogar del colegio y que ha despedido a todos los demás empleados que se encargaban de ellas?
Diego: no, no lo sabe, y quiero que siga así, tú no se lo vas a decir.
Esmeralda: y si te ve realizando tareas como yo ahora?
Diego: no sé ya me inventare algo, tengo matricula de honor en mentira y engaño, algo se me ocurrirá, pero tú no se lo digas, no quiero que se preocupe por mí más de lo necesario.
Esmeralda: de acuerdo, no se lo diré, pero creo que te estás tomando demasiadas molestias con esta relación, mi tía solo está contigo para divertirse, ¿qué te crees? que eres el único chico joven y guapo de 16 años que ha compartido cama con mi tía? pues no, han habido más, y el día que bajes a las mazmorras te encontrarás con ellos.
Diego: yo no voy a bajar nunca a las mazmorras, porque ahí solo van los fracasados, y tú no deberías hablar tan abiertamente de lo que hay entre tú tía y yo, porque no tienes ni idea de lo profunda que es nuestra relación.
Esmeralda: si vas a bajar a las mazmorras, ¿por qué te piensas que Jorge te ha mandado estos trabajitos del hogar? solo para humillarte? no, Jorge es más retorcido que todo eso, te los ha mandado porque espera que así no puedas sacar tiempo para estudiar, y en cuanto saques una nota baja en el próximo examen, pagaras la condena de tres días y 3 noches en una celda de las mazmorras, al igual que todos.
Diego: no voy a suspender, nunca en mi vida he suspendido nada. Y en caso de que pasara, Azucena tiene las llaves de las celdas, ella me sacaría de allí.
Esmeralda: ya seguro, ¿antes de que se cumpliera la condena de 3 días y 3 noches? por qué? porque tienes una relación muy profunda con ella? ya me conozco yo esa profundidad Diego, eso ¿a que nos lleva? a un orgasmo ¿de cuanto tiempo Diego? ¿o ya no te acuerdas que vi los videos que Jorge comercializó de Azucena y tú como película porno?
Diego: Esmeralda, una pregunta entre tú y yo, ¿cuantos minutos de las cintas de esos videos llegaste a ver?
Esmeralda: no te preocupes, no he visto más que el resto de nuestros compañeros de clase. Pero de todas maneras, estás siendo muy ingenuo si crees que mi tía te va a sacar de la celda en cuanto Jorge mandé la orden de encerrarte en la mazmorras por tu primer suspenso, para mi tía tú solo eres un pasatiempo, igual que todos, además Azucena nunca incumpliría una norma sagrada de la organización secreta del crimen.
Diego: una norma sagrada de la organización?
Esmeralda: todo aquel que vaya a parar a las mazmorras solo puede ser liberado por ordenes directas del director de la organización, si le libera cualquier profesor sin que tenga el consentimiento del director será expulsado de las listas de miembros de la organización secreta del crimen, y todo aquel que no figura en las listas, no puede vivir en este internado.
Diego: y qué? que saquen a Azucena de esas asquerosas listas! y a mí también! en esta organización lo único que hacemos es llevar a la tumba a personas inocentes sin motivos ni causas, ¡maldito sea el hombre que creo la organización secreta del crimen!
Esmeralda: te apuesto lo que quieras a que delante de mi tía no hablas de esa forma de la organización, ella respeta mucho todas las ideas y todas las normas que tiene, no quiso irse de la organización con Germán, ¿qué te hace creer que va querer irse contigo?
Diego adoptó una expresión muy seria al escuchar esa frase, se sentó abatido en el pequeño escalón que había en el borde de la chimenea.
Esmeralda se sentó a su lado.
Esmeralda: dime una cosa Diego ¿por qué sigues en esta organización? ¿por qué eres feliz siendo asesino, ladrón y timador profesional o por qué sabes que mi tía está dentro de ella?
Diego miró a Esmeralda en silencio.
Esmeralda: no me contestas?
Diego: discúlpame pero... tengo mucho trabajo que hacer.
Diego cogió el mocho y volvió a esconder su cabeza entre el sucio carbón de la chimenea, y Esmeralda se levantó y se alejó de él.
En ese mismo día, en el otro internado construido bajo el puente "el postre de la luna", el internado aureola, se llevaba a cabo otro día de jornada escolar y laboral.
Julia Almo, una de las fundadoras de la organización secreta de la justicia se paseaba por los pasillos de ese centro, ella abrió la puerta de un aula, y vio a su hijo Manuel de 16 años sentado junto a otros alumnos con el uniforme blanco y azul marino atendiendo a las explicaciones del profesor.
Julia siguió caminando dirigiéndose hacia otra aula, la de infantes, abrió la puerta y vio a muchos niños pequeños de 6 años como sus dos hijos pequeños hermanos de Manuel, Alberto y Aníbal, pero no los vio a ellos. Julia cerró la puerta asustada.
En ese instante pasaba por allí Germán.
Germán: Julia ¿qué te pasa? ¿a qué viene esa cara?
Julia: mis hijos, no están, mira, están todos menos ellos.-dijo ella abriendo la puerta y mostrándoselo a Germán.
Germán: me habías asustado, tranquila, Aníbal y Alberto están bien, están en los pasadizos, ya sabes que ellos fueron inyectados a los 2 años con la formula de la superfuerza y aquí ningún niño tiene superfuerza, puesto que todos los ex-miembros de la organización de mi hermano pasaron a mi organización en una edad ya adulta. Los científicos les están haciendo una serie de análisis médicos para eliminarles o reducirles al menos la superfuerza, para que así puedan ser como el resto de niños de esta organización y no causarles ningún daño involuntario.
Julia: análisis médicos? no serán peligrosos para niños tan pequeños de 6 años?
Germán: tranquila, confía en mí, Segismundo Amadeo, el científico jefe de la organización donde tú y yo pertenecíamos antes, experimentaba con niños de 2 años, nuestras tecnologías son muy avanzadas, te puedo asegurar que está todo vigilado de primera mano por mí.
Julia: de acuerdo, si tú lo dices y tú te encargas de todo, dejare a mis hijos en tus manos, sé que tú no quieres que les pasé nada de malo.
Germán abrazó a Julia.
Germán: tranquila, llevas ya 5 años en esta organización trabajando a mi lado, sabes que puedes confiar en mí, sabes que lo que yo hago es por el bien de la humanidad, tú huiste del otro internado teniendo la esperanza algún día de tener a tus hijos contigo y que ellos fueran miembros de esta organización, y ahora los tienes, y nada te separara de ellos, nada.
Esmeralda: no lo entiendo, ¿o sea Jorge despide a todos los empleados del colegio y tú mismo te ofreces para hacer sus tareas?
Diego: no, no me he ofrecido yo, me ha obligado Jorge, dice que sino lo hago mandara a los antiguos clientes de tu tía a matarme y reabrirá la casa de masajes y como yo no quiero que eso pasé pues...
Esmeralda: o sea que la relación con mi tía y tú sigue adelante.
Diego: es que lo dudabas?
Esmeralda: no puedo creer que sigas con ella, sabiendo que ha pasado la noche con otro hombre, vale que cuando la conociste trabajaba como prostituta de lujo pero después te dijo que dejaría el trabajo y te traicionó, ¿ y tú vas y la perdonas como si nada?
Diego: eso es problema mío.
Esmeralda: y mi tía sabe que Jorge te está obligando a hacer las tareas del hogar del colegio y que ha despedido a todos los demás empleados que se encargaban de ellas?
Diego: no, no lo sabe, y quiero que siga así, tú no se lo vas a decir.
Esmeralda: y si te ve realizando tareas como yo ahora?
Diego: no sé ya me inventare algo, tengo matricula de honor en mentira y engaño, algo se me ocurrirá, pero tú no se lo digas, no quiero que se preocupe por mí más de lo necesario.
Esmeralda: de acuerdo, no se lo diré, pero creo que te estás tomando demasiadas molestias con esta relación, mi tía solo está contigo para divertirse, ¿qué te crees? que eres el único chico joven y guapo de 16 años que ha compartido cama con mi tía? pues no, han habido más, y el día que bajes a las mazmorras te encontrarás con ellos.
Diego: yo no voy a bajar nunca a las mazmorras, porque ahí solo van los fracasados, y tú no deberías hablar tan abiertamente de lo que hay entre tú tía y yo, porque no tienes ni idea de lo profunda que es nuestra relación.
Esmeralda: si vas a bajar a las mazmorras, ¿por qué te piensas que Jorge te ha mandado estos trabajitos del hogar? solo para humillarte? no, Jorge es más retorcido que todo eso, te los ha mandado porque espera que así no puedas sacar tiempo para estudiar, y en cuanto saques una nota baja en el próximo examen, pagaras la condena de tres días y 3 noches en una celda de las mazmorras, al igual que todos.
Diego: no voy a suspender, nunca en mi vida he suspendido nada. Y en caso de que pasara, Azucena tiene las llaves de las celdas, ella me sacaría de allí.
Esmeralda: ya seguro, ¿antes de que se cumpliera la condena de 3 días y 3 noches? por qué? porque tienes una relación muy profunda con ella? ya me conozco yo esa profundidad Diego, eso ¿a que nos lleva? a un orgasmo ¿de cuanto tiempo Diego? ¿o ya no te acuerdas que vi los videos que Jorge comercializó de Azucena y tú como película porno?
Diego: Esmeralda, una pregunta entre tú y yo, ¿cuantos minutos de las cintas de esos videos llegaste a ver?
Esmeralda: no te preocupes, no he visto más que el resto de nuestros compañeros de clase. Pero de todas maneras, estás siendo muy ingenuo si crees que mi tía te va a sacar de la celda en cuanto Jorge mandé la orden de encerrarte en la mazmorras por tu primer suspenso, para mi tía tú solo eres un pasatiempo, igual que todos, además Azucena nunca incumpliría una norma sagrada de la organización secreta del crimen.
Diego: una norma sagrada de la organización?
Esmeralda: todo aquel que vaya a parar a las mazmorras solo puede ser liberado por ordenes directas del director de la organización, si le libera cualquier profesor sin que tenga el consentimiento del director será expulsado de las listas de miembros de la organización secreta del crimen, y todo aquel que no figura en las listas, no puede vivir en este internado.
Diego: y qué? que saquen a Azucena de esas asquerosas listas! y a mí también! en esta organización lo único que hacemos es llevar a la tumba a personas inocentes sin motivos ni causas, ¡maldito sea el hombre que creo la organización secreta del crimen!
Esmeralda: te apuesto lo que quieras a que delante de mi tía no hablas de esa forma de la organización, ella respeta mucho todas las ideas y todas las normas que tiene, no quiso irse de la organización con Germán, ¿qué te hace creer que va querer irse contigo?
Diego adoptó una expresión muy seria al escuchar esa frase, se sentó abatido en el pequeño escalón que había en el borde de la chimenea.
Esmeralda se sentó a su lado.
Esmeralda: dime una cosa Diego ¿por qué sigues en esta organización? ¿por qué eres feliz siendo asesino, ladrón y timador profesional o por qué sabes que mi tía está dentro de ella?
Diego miró a Esmeralda en silencio.
Esmeralda: no me contestas?
Diego: discúlpame pero... tengo mucho trabajo que hacer.
Diego cogió el mocho y volvió a esconder su cabeza entre el sucio carbón de la chimenea, y Esmeralda se levantó y se alejó de él.
En ese mismo día, en el otro internado construido bajo el puente "el postre de la luna", el internado aureola, se llevaba a cabo otro día de jornada escolar y laboral.
Julia Almo, una de las fundadoras de la organización secreta de la justicia se paseaba por los pasillos de ese centro, ella abrió la puerta de un aula, y vio a su hijo Manuel de 16 años sentado junto a otros alumnos con el uniforme blanco y azul marino atendiendo a las explicaciones del profesor.
Julia siguió caminando dirigiéndose hacia otra aula, la de infantes, abrió la puerta y vio a muchos niños pequeños de 6 años como sus dos hijos pequeños hermanos de Manuel, Alberto y Aníbal, pero no los vio a ellos. Julia cerró la puerta asustada.
En ese instante pasaba por allí Germán.
Germán: Julia ¿qué te pasa? ¿a qué viene esa cara?
Julia: mis hijos, no están, mira, están todos menos ellos.-dijo ella abriendo la puerta y mostrándoselo a Germán.
Germán: me habías asustado, tranquila, Aníbal y Alberto están bien, están en los pasadizos, ya sabes que ellos fueron inyectados a los 2 años con la formula de la superfuerza y aquí ningún niño tiene superfuerza, puesto que todos los ex-miembros de la organización de mi hermano pasaron a mi organización en una edad ya adulta. Los científicos les están haciendo una serie de análisis médicos para eliminarles o reducirles al menos la superfuerza, para que así puedan ser como el resto de niños de esta organización y no causarles ningún daño involuntario.
Julia: análisis médicos? no serán peligrosos para niños tan pequeños de 6 años?
Germán: tranquila, confía en mí, Segismundo Amadeo, el científico jefe de la organización donde tú y yo pertenecíamos antes, experimentaba con niños de 2 años, nuestras tecnologías son muy avanzadas, te puedo asegurar que está todo vigilado de primera mano por mí.
Julia: de acuerdo, si tú lo dices y tú te encargas de todo, dejare a mis hijos en tus manos, sé que tú no quieres que les pasé nada de malo.
Germán abrazó a Julia.
Germán: tranquila, llevas ya 5 años en esta organización trabajando a mi lado, sabes que puedes confiar en mí, sabes que lo que yo hago es por el bien de la humanidad, tú huiste del otro internado teniendo la esperanza algún día de tener a tus hijos contigo y que ellos fueran miembros de esta organización, y ahora los tienes, y nada te separara de ellos, nada.
#146
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30/10/2010 15:31
Al cabo de un rato, Germán bajó a los pasadizos utilizando la entrada secreta del armario de su cuarto, al llegar allí ando por pasillos y pasillos interminables con luces en el techo que se encendían a cada paso.
Él llegó a una sala iluminada, con camillas, que tenía aspecto de un quirófano y estaba llena de científicos con batas blancas.
En dos camillas estaban Aníbal y Alberto, metidos en una bolsa para cadáveres, dos de los científicos estaban cerrándoles las cremalleras, los niños tenían las caras muy pálidas.
Germán se acercó a uno de los científicos y le dijo.
Germán: Sebastián ¿qué ha pasado?
Sebastian: lo siento, he hecho todo lo posible, pero los hijos de tu amiga Julia se han muerto en la operación.
Germán: Julia no debe enterarse de esto, nadie aparte de mí debe saberlo.
Sebastian: descuida, pero esto no hubiera sucedido sino me hubieses pedido que les volviera a inyectar la formula de la superfuerza, esa formula solo se inyecta a los 2 años, como mucho se puede volver a inyectar a los 5 pero una vez pasados los 5 años es casi mortal. Yo podía haberles dado el jarabe para reducirles la superfuerza sin haberles pinchado antes, y ellos hubieran sobrevivido.
Germán: ese jarabe para reducirles la superfuerza, funciona?
Sebastian: en niños de 6 años sí, se la reduce en un periodo de 10 semanas, pero después hay que volverlo a tomar, aunque la superfuerza nunca desaparece del todo.
Germán: y en adultos? como funciona ese jarabe en adultos?
Sebastian: solo les reduce la superfuerza durante 1 hora y media, después tienen que volver a tomárselo, pero tendrían que tomárselo a cada hora y eso tras 2 semanas significaría la muerte, el cuerpo humano no aguantaría tanta cantidad de jarabe tomado en tan poco tiempo.
Germán: entonces era necesario pincharles con la formula de la superfuerza para poder seguir evolucionando el proceso del jarabe, e intentar encontrar la pócima que no reduzca superfuerza, sino que la elimine, hay que dar con la cura como sea, Azucena la necesita.
Sebastian: pero los hijos de tu amiga Julia están muertos, si hubiéramos tenido más precaución con ellos y esperado a que cumplieran los13 años el efecto de la formula hubiera desaparecido en ellos por si solo, ya no hubieran necesitado seguir tomando jarabe, y ahora estarían vivos.
Germán: en ellos hubiera desaparecido el efecto al cumplir los 13 años sí, pero en Azucena no, esto no solo lo he hecho para proteger a los demás miembros de la organización secreta de la justicia de la superfuerza de Aníbal y Alberto, sino para encontrar una cura definitiva para Azucena, algún día ella y yo volveremos a estar juntos, ese día yo seré el único que pueda proporcionarle la cura a su superfuerza y ella se casara conmigo como agradecimiento.
Sebastian: Azucena forma parte de la otra organización, deberías olvidarte de ella, y seguir con tu vida, ella nunca se va a poder curar.
Germán: no lo entiendes! sino consigo quitarle la superfuerza llegara un momento en que los efectos secundarios harán mella en ella, y morirá. No puedo permitir que el amor de mi vida muera, no puedo!
Sebastian: pero por culpa de la búsqueda de esa formula inalcanzable han muerto dos niños de 6 años, que además eran los hijos de una amiga tuya.
Germán: no importa, puedes obtener tejidos de los cuerpos de los niños, hay que seguir experimentando, ¿que me olvide de Azucena? ¿tú sabes lo que me estás pidiendo? ¿es que tú ya te has olvidado de ella?
Sebastian: no, claro que no, pero mi caso es diferente, yo solo he visto a Azucena cuando tenía 2 años de edad, cuando le inyecté por error una sobredosis de la formula de la superfuerza en ausencia de Segismundo, yo entonces era muy joven e inexperto, no sabía lo que hacía. Y Segismundo ni nadie de los de la organización secreta del crimen saben todavía que en realidad no le inyecté una sobredosis sino una triple dosis. Me siento culpable por ello, porque fui capaz de provocar la muerte de una niña de 2 años, no me explico todavía como ella puede seguir viva.
Germán: la formula de la superfuerza no afecta igual a todas las personas, depende de sus genes y de su sistema inmunológico, hay personas más resistentes que otras, eso es todo.
Sebastian: lo sé y Azucena está teniendo mucha suerte hasta ahora, pero la suerte no le va a durar siempre. Germán yo sigo experimentando y con este proyecto mortal por sentimiento de culpabilidad, porque fui quien lo empezó todo, pero tú¿ por qué sigues? por amor a Azucena?
Germán: pues claro, ¿por qué iba a ser sino?
Sebastian: siento decírtelo Germán, pero ya han pasado 20 años, ni siquiera sabes si Azucena te sigue queriendo, esto más que amor, a mí ya me parece que es obsesión.
Germán: tú no estás aquí para opinar sobre mis sentimientos por Azucena, estás aquí para encontrar una cura para ella ¿entendido?
Sebastian afirmó con la cabeza.
Germán: avísame cuando avances en tus experimentos.
Sebastian volvió a afirmar con la cabeza.
Y Germán abandonó los laboratorios, pasando por la entrada secreta del armario de su cuarto y yendo de éste hasta su despacho de director del internado aureola.
FIN DEL CAPITULO 15
Él llegó a una sala iluminada, con camillas, que tenía aspecto de un quirófano y estaba llena de científicos con batas blancas.
En dos camillas estaban Aníbal y Alberto, metidos en una bolsa para cadáveres, dos de los científicos estaban cerrándoles las cremalleras, los niños tenían las caras muy pálidas.
Germán se acercó a uno de los científicos y le dijo.
Germán: Sebastián ¿qué ha pasado?
Sebastian: lo siento, he hecho todo lo posible, pero los hijos de tu amiga Julia se han muerto en la operación.
Germán: Julia no debe enterarse de esto, nadie aparte de mí debe saberlo.
Sebastian: descuida, pero esto no hubiera sucedido sino me hubieses pedido que les volviera a inyectar la formula de la superfuerza, esa formula solo se inyecta a los 2 años, como mucho se puede volver a inyectar a los 5 pero una vez pasados los 5 años es casi mortal. Yo podía haberles dado el jarabe para reducirles la superfuerza sin haberles pinchado antes, y ellos hubieran sobrevivido.
Germán: ese jarabe para reducirles la superfuerza, funciona?
Sebastian: en niños de 6 años sí, se la reduce en un periodo de 10 semanas, pero después hay que volverlo a tomar, aunque la superfuerza nunca desaparece del todo.
Germán: y en adultos? como funciona ese jarabe en adultos?
Sebastian: solo les reduce la superfuerza durante 1 hora y media, después tienen que volver a tomárselo, pero tendrían que tomárselo a cada hora y eso tras 2 semanas significaría la muerte, el cuerpo humano no aguantaría tanta cantidad de jarabe tomado en tan poco tiempo.
Germán: entonces era necesario pincharles con la formula de la superfuerza para poder seguir evolucionando el proceso del jarabe, e intentar encontrar la pócima que no reduzca superfuerza, sino que la elimine, hay que dar con la cura como sea, Azucena la necesita.
Sebastian: pero los hijos de tu amiga Julia están muertos, si hubiéramos tenido más precaución con ellos y esperado a que cumplieran los13 años el efecto de la formula hubiera desaparecido en ellos por si solo, ya no hubieran necesitado seguir tomando jarabe, y ahora estarían vivos.
Germán: en ellos hubiera desaparecido el efecto al cumplir los 13 años sí, pero en Azucena no, esto no solo lo he hecho para proteger a los demás miembros de la organización secreta de la justicia de la superfuerza de Aníbal y Alberto, sino para encontrar una cura definitiva para Azucena, algún día ella y yo volveremos a estar juntos, ese día yo seré el único que pueda proporcionarle la cura a su superfuerza y ella se casara conmigo como agradecimiento.
Sebastian: Azucena forma parte de la otra organización, deberías olvidarte de ella, y seguir con tu vida, ella nunca se va a poder curar.
Germán: no lo entiendes! sino consigo quitarle la superfuerza llegara un momento en que los efectos secundarios harán mella en ella, y morirá. No puedo permitir que el amor de mi vida muera, no puedo!
Sebastian: pero por culpa de la búsqueda de esa formula inalcanzable han muerto dos niños de 6 años, que además eran los hijos de una amiga tuya.
Germán: no importa, puedes obtener tejidos de los cuerpos de los niños, hay que seguir experimentando, ¿que me olvide de Azucena? ¿tú sabes lo que me estás pidiendo? ¿es que tú ya te has olvidado de ella?
Sebastian: no, claro que no, pero mi caso es diferente, yo solo he visto a Azucena cuando tenía 2 años de edad, cuando le inyecté por error una sobredosis de la formula de la superfuerza en ausencia de Segismundo, yo entonces era muy joven e inexperto, no sabía lo que hacía. Y Segismundo ni nadie de los de la organización secreta del crimen saben todavía que en realidad no le inyecté una sobredosis sino una triple dosis. Me siento culpable por ello, porque fui capaz de provocar la muerte de una niña de 2 años, no me explico todavía como ella puede seguir viva.
Germán: la formula de la superfuerza no afecta igual a todas las personas, depende de sus genes y de su sistema inmunológico, hay personas más resistentes que otras, eso es todo.
Sebastian: lo sé y Azucena está teniendo mucha suerte hasta ahora, pero la suerte no le va a durar siempre. Germán yo sigo experimentando y con este proyecto mortal por sentimiento de culpabilidad, porque fui quien lo empezó todo, pero tú¿ por qué sigues? por amor a Azucena?
Germán: pues claro, ¿por qué iba a ser sino?
Sebastian: siento decírtelo Germán, pero ya han pasado 20 años, ni siquiera sabes si Azucena te sigue queriendo, esto más que amor, a mí ya me parece que es obsesión.
Germán: tú no estás aquí para opinar sobre mis sentimientos por Azucena, estás aquí para encontrar una cura para ella ¿entendido?
Sebastian afirmó con la cabeza.
Germán: avísame cuando avances en tus experimentos.
Sebastian volvió a afirmar con la cabeza.
Y Germán abandonó los laboratorios, pasando por la entrada secreta del armario de su cuarto y yendo de éste hasta su despacho de director del internado aureola.
FIN DEL CAPITULO 15
#147
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06/11/2010 19:14
CAPITULO 16
QUINTO DE LA SEGUNDA TEMPORADA
EMBOSCADA
Ven al jardín de las delicias, donde tus fantasías más escandalosas se harán realidad.
llámame y no te arrepentirás.
Exclusivo para gente que no sabe en donde malgastar su gran fortuna.
Azucena.
666 189655
avenida el jardín de las delicias.
nº 22 letra L.
Aquella mañana en el internado aureola, Alfonso Metro entró en el despacho de su amigo Germán Puertas, el director, y le dejó el periódico encima de la mesa con un anuncio en concreto marcado con una redonda en rotulador rojo.
Alfonso: acabó de venir de la casa de masajes de Azucena.
Germán: y?
Alfonso: la casa de masajes estaba cerrada, he oído ruidos, parecía que dentro estuviese viviendo alguien, pero seguramente estaré en un error ¿Quién estaría viviendo en el local de un negocio cerrado?
Germán: que la casa de masajes está cerrada? que se le va a hacer? tú ya me dijiste que Azucena te había dicho que se había retirado de la prostitución.
Alfonso: sí, pero pensé que mentía.
Germán: yo también, es raro que mi hermano Jorge haya aceptado a cerrarle la casa de masajes después de 14 años, conozco a mi hermano, la única razón por la que le cerraría el negocio a Azucena sería porque ella aceptara casarse con él, y para que Azucena le dijera que sí, tendría que estar antes muerta y aún así lo seguiría viendo bastante difícil.
Alfonso: a mi los problemas que tengáis tu hermano y tú me dan igual! yo lo que quiero es volver a ver a Azucena.
Germán: sabes perfectamente lo que tienes que hacer para volver a verla, sino está en la casa de masajes lo más probable es que esté...
Alfonso: en el internado valle seco, en la organización secreta del crimen.
Germán: sí, exactamente, pero la verdad, me parece inaudito que viniendo de ti te estés planteando el hecho de cambiarte de organización, sino hubiera sido por ti este internado no existiría, tú lo construiste con la ayuda de tus obreros, sino fuera por ti, yo y mis soldados aún seguiríamos estudiando en el sucio, mugriento y asqueroso almacén subterráneo del que nos mudamos. Y ahora tú... tú ¿por qué haces esto Alfonso? ¿no querías vengarte de la muerte de tu mujer?
Alfonso: han pasado 12 años desde que murió Griselda, cuando tú y yo nos conocimos en el cementerio era el quinto aniversario de su muerte, creo que ya va siendo hora de olvidar y seguir con mi vida.
Germán: no puedo creerme lo que estoy escuchando, ¿no querías tanto a tu mujer?
Alfonso: mi mujer lleva 12 años muerta, 12 años enterrada al lado de su asesina Lilian Lorta, en el mismo cementerio, haga lo que haga no va a revivir.
Germán: pero esto es una cuestión de justicia, no sabemos por quien fue planeado el atraco al banco en donde mi hermano y Lilian participaron y tu mujer terminó muerta ¿y tú ahora me estás diciendo que vas a unirte a esa gente? ¿cuando hace nada estabas luchando contra ellos?
Alfonso: nunca es tarde para cambiar, tú me enseñaste eso amigo.
Germán: vale, de acuerdo, de la muerte de Griselda hace 12 años ¡pero de la muerte de tu hija Delfina no hace ni 3 días! ¡A tu hija Delfina la mató un miembro de la organización secreta del crimen a sangre fría! ¿quién te dice a ti que su asesina no fue Azucena, eh?
Alfonso: eres un hipócrita Germán!
Germán: yo? por qué?
Alfonso: porque los dos sabemos que si ahora mismo Azucena entrara por esa puerta y te pidiera que cerraras el internado aureola, lo abandonaras todo y huyeras con ella a una isla desierta, lo harías sin dudar.
Germán: te equivocas, Azucena ya me pidió que cerrara el internado aureola y que disolviera la organización secreta de la justicia, y si es cierto que nunca lo hizo ni lo hará entregándose ella a cambio de todo, pero hace 20 años que Azucena me pidió que eligiera entre mis sueños de conseguir la paz en el mundo y ella, y a la vista está lo que escogí.
Alfonso: y de te ha servido tanto sacrificio? si aún sigues suspirando de amor cada vez que alguien nombra el nombre de Azucena cerca de ti?
Germán: eso da igual, es cierto que quiero que Azucena vuelva a mí, pero jamás en la vida, abandonaría mis ideales y renunciaría a mis principios por ella.
Alfonso: y precisamente por esa razón, es por la que nunca volverás a tenerla. Yo sin embargo, voy a salir ganando en esto, voy a irme al otro internado, aquí si vas a ver tú ya no me necesitas para nada, solo necesitabas de mi dinero y mis trabajadores para levantar el edificio del internado aureola, ahora que ya lo tienes, tú mismo sin mí puedes seguir.
Germán: sí, por supuesto que puedo seguir, pero la verdad me da vergüenza ajena ver como te estás arrastrando por Azucena.
Alfonso: uy! míralo a él que digno se pone! cuando en realidad eres tú quién se pasa las noches llorando por Azucena porque ya no vas a poder abrazarla nunca más, en cambio yo... ya te enviare una postal que huela al perfume de ella, cuando consiga volverla a meter en mi cama.
Alfonso salió del despacho de Germán.
Y Germán se sentó muy cabreado sobre su butaca, no podía creerse que acabara de perder a uno de sus más preciados socios, por culpa de la mujer de la que estuvo enamorado hace 20 años y todavía no había conseguido olvidarse de ella.
Horas después.
Alfonso y Tamara Metro (vestida de calle, sin uniforme escolar) estaban en el despacho del internado valle seco, frente a Jorge Puertas.
QUINTO DE LA SEGUNDA TEMPORADA
EMBOSCADA
Ven al jardín de las delicias, donde tus fantasías más escandalosas se harán realidad.
llámame y no te arrepentirás.
Exclusivo para gente que no sabe en donde malgastar su gran fortuna.
Azucena.
666 189655
avenida el jardín de las delicias.
nº 22 letra L.
Aquella mañana en el internado aureola, Alfonso Metro entró en el despacho de su amigo Germán Puertas, el director, y le dejó el periódico encima de la mesa con un anuncio en concreto marcado con una redonda en rotulador rojo.
Alfonso: acabó de venir de la casa de masajes de Azucena.
Germán: y?
Alfonso: la casa de masajes estaba cerrada, he oído ruidos, parecía que dentro estuviese viviendo alguien, pero seguramente estaré en un error ¿Quién estaría viviendo en el local de un negocio cerrado?
Germán: que la casa de masajes está cerrada? que se le va a hacer? tú ya me dijiste que Azucena te había dicho que se había retirado de la prostitución.
Alfonso: sí, pero pensé que mentía.
Germán: yo también, es raro que mi hermano Jorge haya aceptado a cerrarle la casa de masajes después de 14 años, conozco a mi hermano, la única razón por la que le cerraría el negocio a Azucena sería porque ella aceptara casarse con él, y para que Azucena le dijera que sí, tendría que estar antes muerta y aún así lo seguiría viendo bastante difícil.
Alfonso: a mi los problemas que tengáis tu hermano y tú me dan igual! yo lo que quiero es volver a ver a Azucena.
Germán: sabes perfectamente lo que tienes que hacer para volver a verla, sino está en la casa de masajes lo más probable es que esté...
Alfonso: en el internado valle seco, en la organización secreta del crimen.
Germán: sí, exactamente, pero la verdad, me parece inaudito que viniendo de ti te estés planteando el hecho de cambiarte de organización, sino hubiera sido por ti este internado no existiría, tú lo construiste con la ayuda de tus obreros, sino fuera por ti, yo y mis soldados aún seguiríamos estudiando en el sucio, mugriento y asqueroso almacén subterráneo del que nos mudamos. Y ahora tú... tú ¿por qué haces esto Alfonso? ¿no querías vengarte de la muerte de tu mujer?
Alfonso: han pasado 12 años desde que murió Griselda, cuando tú y yo nos conocimos en el cementerio era el quinto aniversario de su muerte, creo que ya va siendo hora de olvidar y seguir con mi vida.
Germán: no puedo creerme lo que estoy escuchando, ¿no querías tanto a tu mujer?
Alfonso: mi mujer lleva 12 años muerta, 12 años enterrada al lado de su asesina Lilian Lorta, en el mismo cementerio, haga lo que haga no va a revivir.
Germán: pero esto es una cuestión de justicia, no sabemos por quien fue planeado el atraco al banco en donde mi hermano y Lilian participaron y tu mujer terminó muerta ¿y tú ahora me estás diciendo que vas a unirte a esa gente? ¿cuando hace nada estabas luchando contra ellos?
Alfonso: nunca es tarde para cambiar, tú me enseñaste eso amigo.
Germán: vale, de acuerdo, de la muerte de Griselda hace 12 años ¡pero de la muerte de tu hija Delfina no hace ni 3 días! ¡A tu hija Delfina la mató un miembro de la organización secreta del crimen a sangre fría! ¿quién te dice a ti que su asesina no fue Azucena, eh?
Alfonso: eres un hipócrita Germán!
Germán: yo? por qué?
Alfonso: porque los dos sabemos que si ahora mismo Azucena entrara por esa puerta y te pidiera que cerraras el internado aureola, lo abandonaras todo y huyeras con ella a una isla desierta, lo harías sin dudar.
Germán: te equivocas, Azucena ya me pidió que cerrara el internado aureola y que disolviera la organización secreta de la justicia, y si es cierto que nunca lo hizo ni lo hará entregándose ella a cambio de todo, pero hace 20 años que Azucena me pidió que eligiera entre mis sueños de conseguir la paz en el mundo y ella, y a la vista está lo que escogí.
Alfonso: y de te ha servido tanto sacrificio? si aún sigues suspirando de amor cada vez que alguien nombra el nombre de Azucena cerca de ti?
Germán: eso da igual, es cierto que quiero que Azucena vuelva a mí, pero jamás en la vida, abandonaría mis ideales y renunciaría a mis principios por ella.
Alfonso: y precisamente por esa razón, es por la que nunca volverás a tenerla. Yo sin embargo, voy a salir ganando en esto, voy a irme al otro internado, aquí si vas a ver tú ya no me necesitas para nada, solo necesitabas de mi dinero y mis trabajadores para levantar el edificio del internado aureola, ahora que ya lo tienes, tú mismo sin mí puedes seguir.
Germán: sí, por supuesto que puedo seguir, pero la verdad me da vergüenza ajena ver como te estás arrastrando por Azucena.
Alfonso: uy! míralo a él que digno se pone! cuando en realidad eres tú quién se pasa las noches llorando por Azucena porque ya no vas a poder abrazarla nunca más, en cambio yo... ya te enviare una postal que huela al perfume de ella, cuando consiga volverla a meter en mi cama.
Alfonso salió del despacho de Germán.
Y Germán se sentó muy cabreado sobre su butaca, no podía creerse que acabara de perder a uno de sus más preciados socios, por culpa de la mujer de la que estuvo enamorado hace 20 años y todavía no había conseguido olvidarse de ella.
Horas después.
Alfonso y Tamara Metro (vestida de calle, sin uniforme escolar) estaban en el despacho del internado valle seco, frente a Jorge Puertas.
#148
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06/11/2010 19:14
Jorge: que me pellizque alguien ahora mismo, porque esto si que no me lo esperaba. Corregirme si me equivoco¿ pero vosotros sois?
Alfonso: Alfonso Metro y mi hija Tamara, a ella creo que ya la conoces.
Jorge: por supuesto, estuvo 4 días estudiando de infiltrada aquí, y fue encerrada en la mazmorras tomándola todos por muerta. ¿cómo escapaste?
Tamara: tus hombres nunca me hirieron, llevaba un chaleco antibalas cuando ellos me dispararon ¿te acuerdas de las mascotas de espionaje Tornado, Ventisca, Vórtice y de sus cámaras?
Jorge: vagamente.
Tamara: pues en el internado aureola sabían de vuestra trampa, y mi por desgracia fallecido novio Miguel, se teletrasportó con un cinturón para contarme vuestros planes y entregarme el chaleco, cuando mi cuerpo fue trasladado a las mazmorras, en uno de los bolsillos del chaleco antibalas, llevaba una pastilla encogedora, me la tomé y me escapé por el agujero por el cuál se cuelan las ratas.
Jorge: muy lista si señor, por cierto te doy las gracias por haber avisado a uno de mis más fuertes soldados, Diego Marremo, de la visita inesperada de tu difunto novio, gracias a ti Diego sigue todavía vivo, aunque todos lloramos las muertes de tu hermana Delfina y de Miguel todas las noches, yo mismo tengo un altar en mi cuarto, cuando quieras tienes vía libre para visitarlo y ponerle velas.
Tamara: yo prefiero que ese acto de haber sacrificado la vida de mi novio y de mi hermana me lo agradezca Diego en persona.
Jorge: tranquila, te lo va agradecer, vais a ser compañeros de clase y de organización de ahora en adelante, vais a tener mucho tiempo para estar juntos.
Tamara: la muerte de Miguel ha sido una desgracia terrible, él fue alguien muy especial en mi vida, pero tenía que elegir, era Diego o él, ahora que mi hermana Delfina, no se merecía esto, ella solo vino aquí al internado valle seco a avisar a Diego para ocupar mi lugar, yo debería ser ahora la muerta, no ella.
Jorge: si eso fuera así ni tú ni tu padre podíais estar ahora delante de mí deseosos por ver a Diego y a Azucena, si tú hubieses muerto Tamara, Diego nunca volvería a ser tuyo, y eso sería una terrible tragedia para todos.
Tamara: seguro que Diego se alegrara de verme?
Jorge: segurísimo, ves a tu antigua habitación, en el armario hay un uniforme, póntelo, yo mientras tanto tengo unos asuntos que hablar con tu padre.
Tamara se levantó de la silla y salió del despacho.
Jorge: bien Alfonso, tengo entendido que posees el titulo de arquitecto. Sé que tú ayudaste a construir para mi hermano el internado aureola, pues yo ahora quiero que construyas algo para mí.
Alfonso: qué? si se puede saber...
Jorge: hay un pequeño cobertizo, en una senda del bosque que hay alrededor de este internado ¿podías acabarlo de construir?
Alfonso: claro, le echaré un pequeño vistazo a ese cobertizo, yo ahora soy miembro de esta organización, y haré todo lo que se me ordené, lo único que me importa es poder estar cerca de Azucena.
Jorge: bien Alfonso, creo que tú y yo vamos a hacer grandes negocios juntos.
Jorge y Alfonso se estrecharon las manos.
Unos 28 minutos después, Alfonso ya se encontraba manos a la obra dentro del cobertizo a medio construir del bosque, midiéndolo con el metro.
Cuando Azucena pasó por ahí corriendo, ya que ella tenía la costumbre de hacer footing todas las mañanas.
Alfonso salió fuera del cobertizo, y se apoyó en una de sus columnas de madera, con sus piernas en cruz y cuando pasó Azucena, silbó.
Azucena se giró hacia él al oír el silbido.
Azucena: qué eres? una alucinación?
Alfonso: ya te gustaría a ti que no fuese real, pero lo soy.
Azucena: qué haces aquí?
Alfonso: no te sabes las nuevas noticias? ahora trabajo para esta organización, me he cambiado de bando junto a mi hija Tamara, ya que mi otra hija Delfina gracias a vosotros descansa en paz en el cielo.
Azucena: y Germán sabe que estás aquí?
Alfonso: por supuesto que lo sabe, él es el director de la organización secreta de la justicia y tiene el derecho de ser informado de todos los movimientos de todos sus socios y soldados.
Azucena: imagino que se habrá enfadado mucho contigo.
Alfonso: sí, lo ha hecho, pero no me importa, mientras pueda estar cerca de ti.
Azucena: por qué has venido Alfonso?
Alfonso: lo sabes muy bien Azucena, cuando te encontré en los almacenes de los traficantes de drogas y te llevé al internado aureola, te pagué por mucho más que solo una noche, no voy a olvidarme de ti, tú y yo vamos a pasar muchos momentos de soledad acompañándonos el uno al otro, ahora que somos compañeros de organización.
Azucena: estoy retirada de la prostitución, lo que pasó la otra noche fue un error, nunca debió pasar y jamás, jamás en la vida, volveré a acostarme contigo.
Azucena se disponía a alejarse volviendo corriendo al internado pero Alfonso la llamó...
Alfonso: Azucena espera!
Azucena volvió hacia donde estaba él.
Alfonso: entra un momento al cobertizo, ya sé que todavía no tiene ni tejado y es una estupidez ni siquiera llamarlo así, pero... Jorge me ha pedido que lo acabé de construir, y quisiera pedirte consejo sobre él.
Azucena entró al cobertizo a medio construir.
Azucena: consejo a mí? por qué? aquí el arquitecto eres tú, yo no tengo ni idea de estas cosas.
Alfonso se acercó a ella.
Alfonso: me gustaría acabar de construir este cobertizo acorde con tus gustos personales, le he dicho a Jorge cuando estaba en su despacho que de ahora en adelante iba a dedicarme a servirle a él como miembro de su organización, pero lo cierto, es que le he mentido, la única razón por la que estoy aquí es por ti, y a la única persona que quiero servirle, es a ti.
Alfonso le acarició la mejilla a Azucena, y le bajó la cremallera de la chaqueta del chándal que llevaba puesto, muy despacio.
Azucena intentó alejarse de él.
Azucena: qué haces?
Alfonso: no voy a conformarme solo con una noche Azucena, me lo debes, te pagué con un cheque en blanco.
Alfonso apretó muy fuerte la cintura de Azucena y se lanzó a besarle en el cuello antes de que Azucena le diera tiempo a reaccionar.
Azucena levantó las manos para intentar frenar a Alfonso.
Azucena: Alfonso para! para por favor! estate quieto! para!
Pero Alfonso no escuchaba a Azucena y cada vez su cuerpo estaba más pegado al de ella.
Azucena: Alfonso! déjalo ya ¿quieres?, ¡te vas a arrepentir de esto! deja que me vaya! déjame marcharme! para, para ya!
Azucena sin poderlo aguantar más le dio rodillazo apartándolo de ella.
Azucena usando su superfuerza le dio un puñetazo empotrándolo contra una de las columnas de madera del cobertizo, haciendo que ésta se desmontara, Alfonso quedó tirado en el suelo inconsciente, Azucena se acercó hacia él y siguió pegándole patadas a su cuerpo inmóvil.
Azucena se largó de aquel cobertizo a medio construir, pero a medio camino volvió a él, apoyó su mano en cada una de las columnas de madera que todavía se aguantaban de pie, y éstas con solo notar la fuerza de su mano sobre ellas se cayeron en picado, desmontándose sobre el cuerpo inmóvil de Alfonso, aplastándole.
A Azucena se le escaparon 2 lagrimillas y se marchó de allí corriendo, siguiendo haciendo footing, hasta regresar al internado.
Mientras, Tamara estaba ya con el uniforme negro y faldita gris de la organización secreta del crimen puesto sobre ella, ella se encontraba en los baños del internado lavándose las manos.
Cuando notó algo frío a sus espaldas y oyó la voz de Diego, él estaba detrás de ella apuntándole con una pistola.
Alfonso: Alfonso Metro y mi hija Tamara, a ella creo que ya la conoces.
Jorge: por supuesto, estuvo 4 días estudiando de infiltrada aquí, y fue encerrada en la mazmorras tomándola todos por muerta. ¿cómo escapaste?
Tamara: tus hombres nunca me hirieron, llevaba un chaleco antibalas cuando ellos me dispararon ¿te acuerdas de las mascotas de espionaje Tornado, Ventisca, Vórtice y de sus cámaras?
Jorge: vagamente.
Tamara: pues en el internado aureola sabían de vuestra trampa, y mi por desgracia fallecido novio Miguel, se teletrasportó con un cinturón para contarme vuestros planes y entregarme el chaleco, cuando mi cuerpo fue trasladado a las mazmorras, en uno de los bolsillos del chaleco antibalas, llevaba una pastilla encogedora, me la tomé y me escapé por el agujero por el cuál se cuelan las ratas.
Jorge: muy lista si señor, por cierto te doy las gracias por haber avisado a uno de mis más fuertes soldados, Diego Marremo, de la visita inesperada de tu difunto novio, gracias a ti Diego sigue todavía vivo, aunque todos lloramos las muertes de tu hermana Delfina y de Miguel todas las noches, yo mismo tengo un altar en mi cuarto, cuando quieras tienes vía libre para visitarlo y ponerle velas.
Tamara: yo prefiero que ese acto de haber sacrificado la vida de mi novio y de mi hermana me lo agradezca Diego en persona.
Jorge: tranquila, te lo va agradecer, vais a ser compañeros de clase y de organización de ahora en adelante, vais a tener mucho tiempo para estar juntos.
Tamara: la muerte de Miguel ha sido una desgracia terrible, él fue alguien muy especial en mi vida, pero tenía que elegir, era Diego o él, ahora que mi hermana Delfina, no se merecía esto, ella solo vino aquí al internado valle seco a avisar a Diego para ocupar mi lugar, yo debería ser ahora la muerta, no ella.
Jorge: si eso fuera así ni tú ni tu padre podíais estar ahora delante de mí deseosos por ver a Diego y a Azucena, si tú hubieses muerto Tamara, Diego nunca volvería a ser tuyo, y eso sería una terrible tragedia para todos.
Tamara: seguro que Diego se alegrara de verme?
Jorge: segurísimo, ves a tu antigua habitación, en el armario hay un uniforme, póntelo, yo mientras tanto tengo unos asuntos que hablar con tu padre.
Tamara se levantó de la silla y salió del despacho.
Jorge: bien Alfonso, tengo entendido que posees el titulo de arquitecto. Sé que tú ayudaste a construir para mi hermano el internado aureola, pues yo ahora quiero que construyas algo para mí.
Alfonso: qué? si se puede saber...
Jorge: hay un pequeño cobertizo, en una senda del bosque que hay alrededor de este internado ¿podías acabarlo de construir?
Alfonso: claro, le echaré un pequeño vistazo a ese cobertizo, yo ahora soy miembro de esta organización, y haré todo lo que se me ordené, lo único que me importa es poder estar cerca de Azucena.
Jorge: bien Alfonso, creo que tú y yo vamos a hacer grandes negocios juntos.
Jorge y Alfonso se estrecharon las manos.
Unos 28 minutos después, Alfonso ya se encontraba manos a la obra dentro del cobertizo a medio construir del bosque, midiéndolo con el metro.
Cuando Azucena pasó por ahí corriendo, ya que ella tenía la costumbre de hacer footing todas las mañanas.
Alfonso salió fuera del cobertizo, y se apoyó en una de sus columnas de madera, con sus piernas en cruz y cuando pasó Azucena, silbó.
Azucena se giró hacia él al oír el silbido.
Azucena: qué eres? una alucinación?
Alfonso: ya te gustaría a ti que no fuese real, pero lo soy.
Azucena: qué haces aquí?
Alfonso: no te sabes las nuevas noticias? ahora trabajo para esta organización, me he cambiado de bando junto a mi hija Tamara, ya que mi otra hija Delfina gracias a vosotros descansa en paz en el cielo.
Azucena: y Germán sabe que estás aquí?
Alfonso: por supuesto que lo sabe, él es el director de la organización secreta de la justicia y tiene el derecho de ser informado de todos los movimientos de todos sus socios y soldados.
Azucena: imagino que se habrá enfadado mucho contigo.
Alfonso: sí, lo ha hecho, pero no me importa, mientras pueda estar cerca de ti.
Azucena: por qué has venido Alfonso?
Alfonso: lo sabes muy bien Azucena, cuando te encontré en los almacenes de los traficantes de drogas y te llevé al internado aureola, te pagué por mucho más que solo una noche, no voy a olvidarme de ti, tú y yo vamos a pasar muchos momentos de soledad acompañándonos el uno al otro, ahora que somos compañeros de organización.
Azucena: estoy retirada de la prostitución, lo que pasó la otra noche fue un error, nunca debió pasar y jamás, jamás en la vida, volveré a acostarme contigo.
Azucena se disponía a alejarse volviendo corriendo al internado pero Alfonso la llamó...
Alfonso: Azucena espera!
Azucena volvió hacia donde estaba él.
Alfonso: entra un momento al cobertizo, ya sé que todavía no tiene ni tejado y es una estupidez ni siquiera llamarlo así, pero... Jorge me ha pedido que lo acabé de construir, y quisiera pedirte consejo sobre él.
Azucena entró al cobertizo a medio construir.
Azucena: consejo a mí? por qué? aquí el arquitecto eres tú, yo no tengo ni idea de estas cosas.
Alfonso se acercó a ella.
Alfonso: me gustaría acabar de construir este cobertizo acorde con tus gustos personales, le he dicho a Jorge cuando estaba en su despacho que de ahora en adelante iba a dedicarme a servirle a él como miembro de su organización, pero lo cierto, es que le he mentido, la única razón por la que estoy aquí es por ti, y a la única persona que quiero servirle, es a ti.
Alfonso le acarició la mejilla a Azucena, y le bajó la cremallera de la chaqueta del chándal que llevaba puesto, muy despacio.
Azucena intentó alejarse de él.
Azucena: qué haces?
Alfonso: no voy a conformarme solo con una noche Azucena, me lo debes, te pagué con un cheque en blanco.
Alfonso apretó muy fuerte la cintura de Azucena y se lanzó a besarle en el cuello antes de que Azucena le diera tiempo a reaccionar.
Azucena levantó las manos para intentar frenar a Alfonso.
Azucena: Alfonso para! para por favor! estate quieto! para!
Pero Alfonso no escuchaba a Azucena y cada vez su cuerpo estaba más pegado al de ella.
Azucena: Alfonso! déjalo ya ¿quieres?, ¡te vas a arrepentir de esto! deja que me vaya! déjame marcharme! para, para ya!
Azucena sin poderlo aguantar más le dio rodillazo apartándolo de ella.
Azucena usando su superfuerza le dio un puñetazo empotrándolo contra una de las columnas de madera del cobertizo, haciendo que ésta se desmontara, Alfonso quedó tirado en el suelo inconsciente, Azucena se acercó hacia él y siguió pegándole patadas a su cuerpo inmóvil.
Azucena se largó de aquel cobertizo a medio construir, pero a medio camino volvió a él, apoyó su mano en cada una de las columnas de madera que todavía se aguantaban de pie, y éstas con solo notar la fuerza de su mano sobre ellas se cayeron en picado, desmontándose sobre el cuerpo inmóvil de Alfonso, aplastándole.
A Azucena se le escaparon 2 lagrimillas y se marchó de allí corriendo, siguiendo haciendo footing, hasta regresar al internado.
Mientras, Tamara estaba ya con el uniforme negro y faldita gris de la organización secreta del crimen puesto sobre ella, ella se encontraba en los baños del internado lavándose las manos.
Cuando notó algo frío a sus espaldas y oyó la voz de Diego, él estaba detrás de ella apuntándole con una pistola.
#149
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06/11/2010 19:17
Diego: no te muevas, estaba esperando a que llegara este momento, se suponía que tú debías estar muerta, no voy a permitir por nada del mundo que sigas viva.
Tamara levantó las manos arriba con las dos palmas abiertas sin girarse hacia él.
Tamara: Diego por favor, te salvé la vida, te avisé de que Miguel estaba aquí para matarte, ¿no merezco al menos una oportunidad?
Diego: no, si yo no quiero dártela ¿de verdad pensabas que entre tú y yo existía algo? yo solo me acerqué a ti para que tú me confesaras el plan de la organización secreta de la justicia, ni me interesabas entonces, ni me interesas ahora.
Tamara: pero la situación de esos 4 días en los que nos conocimos a ahora es muy distinta.
Diego: y eso por qué?
Tamara: porque ahora yo formó parte de esta organización, soy una alumna más como tú, supongo que conocerás a Azucena Terrón.
Diego: por supuesto, todo el mundo en esta organización la conoce, ¿que tiene que ver ella contigo?
Tamara: conmigo nada, pero con mi padre mucho, sé que ella es prostituta de lujo además de profesora de artes marciales en este internado, mi padre y ella se conocieron en una de las misiones de la organización secreta de la justicia y él se la llevó a su habitación del internado aureola, desde esa noche que mi padre se encaprichó de ella y ahora él y yo hemos abandonado el otro internado. ¿no te has dado cuenta que llevo el uniforme de esta organización puesto? ahora soy una más en tu equipo, ya no soy una infiltrada, ¿vas a disparar contra otro de los miembros de tu organización?
Diego: ¿cómo sobreviviste a los disparos de los 4 soldados de último curso que te dispararon con escopetas cuando eras la infiltrada a este internado? ¿cómo?
Tamara: Germán y todos los demás del internado aureola fueron informados de vuestra trampa por las cámaras de video de Tornado, Ventisca y Vórtice, y mandaron a Miguel, él que era mi novio, con un chaleco antibalas y un cinturón teletrasportador. Cuando ellos me dispararon yo fingí estar muerta, ya llevaba el chaleco puesto bajo la ropa, y cuando me encerraron en las mazmorras pensando que estaba muerta, me tomé una pastilla encogedora del bolsillo del chaleco, y me escapé por el hueco por él que entran las ratas.
Diego: una pastilla encogedora? eso existe? y cómo funciona?
Tamara: es una pastilla con sabor a fresa, en cuanto te la tomas y dices "pequeño" en alto, tu cuerpo encoge, y para recuperar tu tamaño normal tienes que decir la palabra "grande". El efecto de las pastillas dura unas 4 horas.
Diego: una lástima que consiguieras sobrevivir entonces.
Tamara: ¿vas a dispararme? ¿en serio vas a hacerlo Diego?
Diego desvió la pistola y disparó a la pared.
Tamara bajó las manos y se giró hacia él.
Diego guardó la pistola entre sus pantalones del uniforme y dijo.
Diego: tu misma has dicho que ahora eres un miembro de la organización secreta del crimen, y no está permitido matar a miembros de tu misma organización, así que por el momento vas a seguir viva.
Tamara se abrazó a Diego.
Tamara: Gracias Diego! muchísimas gracias!
Diego la apartó de él.
Diego: qué haces? he dicho solo que vas a seguir viva por el momento, más te vale que no me des ningún motivo para matarte, porque en cuanto me lo des, estarás muerta sin contemplaciones ni miramientos ¿entendido?
Tamara asintió con la cabeza.
Diego: ah! y una cosa más, dile a tu padre Alfonso que también tenga cuidado conmigo, como le vuelva a tocar un solo pelo a Azucena, es hombre muerto.
Tamara: qué pasa? que tú también andas detrás de ella ¿verdad? lo sé todo Diego, tu madre me lo explicó, sé que te quedaste aquí porque estás enamorado de Azucena, ¡pero eso es una locura Diego! ¡es una mujer mayor que tú! ¡nunca vas a conseguir que ella te presté atención!
Diego: yo no quiero ni necesito que Azucena me presté más atención de lo que ya lo hace, ¿sabes que Azucena se retiró de la prostitución? ¿y que la casa de masajes en donde llevaba trabajando 14 años está cerrada?
Tamara: sí, mi padre antes de venir aquí, fue a buscarla a la casa de masajes y la encontró cerrada ¿y tú como sabes que ella ya está retirada de su oficio?
Diego: todos los alumnos de este internado lo saben, antes todos los alumnos que recibieran un excelente en las notas finales de curso tenían como premio pasar una noche con ella, pero ahora Azucena está retirada de todo, existen androides que ella misma ha construido para que la sustituyan, ahora Jorge hace negocio con esos androides y se queda el 100% a cambio de sus servicios sexuales, Azucena ya nunca más volverá a estar con otro hombre que no sea yo.
Tamara: de qué hablas Diego?
Diego: no lo sabes? Azucena y yo estamos juntos, se retiró de la prostitución porque yo se lo pedí, ella y yo somos novios.
Tamara: no me lo creo.
Diego: haz lo que te parezca, pero es la verdad, y tú nunca vas a poder competir con ella.
Y Diego se marchó de los baños, dejando a Tamara a solas.
Más tarde, Diego estaba con el mono azul de trabajo puesto saliendo del gimnasio y encontrándose con el encargado del mantenimiento en el pasillo.
encargadodemantenimiento: ya has terminado de revisar y ajustar todos los radiadores?
Diego: sí, todo está en orden.
encargadodemantenimiento: de acuerdo, ahora tienes que arreglar la barandilla de las escaleras, hay una parte que está suelta y podría ser peligroso para los alumnos, podían llegar a caerse al apoyarse en ella, luego tienes que encerar los suelos, ajustar los tornillos de los respiraderos, limpiar la despensa de la cocina, arreglar la secadora...
Diego: eh? Jorge no me habló de nada de estos trabajos que me estás diciendo, él solo me dijo que tenía que limpiar la chimenea, el cuarto de calderas, las tuberías de los retretes, los canelones de los tejados de la escuela, revisar el gas de los radiadores del gimnasio, cosa que acabo de hacer y...
encargadodemantenimiento: a ti no te lo dijo pero a mí sí, trabajas demasiado rápido, y Jorge me dijo que te mantuviera ocupado en todo el día en lo que fuera.
Diego: muy bien, y cuando estudio? cuando duermo? y cuando como?
encargadodemantenimiento: lo de estudiar y dormir no es asunto mío, en cuanto lo de comer, está bien, tampoco quiero ser tan cruel contigo, tienes un descanso de 7 minutos, cuando pasen los 7 minutos pasó a recogerte por el comedor, más te vale que no intentes escaquearte.
Al rato, Diego estaba todavía con su mono azul de trabajo comiendo un filete con patatas en el comedor del internado.
Cuando Esmeralda, con su uniforme verde fuerte y faldita pistacho del internado valle seco, entró y se sentó frente a él en la misma mesa.
Tamara levantó las manos arriba con las dos palmas abiertas sin girarse hacia él.
Tamara: Diego por favor, te salvé la vida, te avisé de que Miguel estaba aquí para matarte, ¿no merezco al menos una oportunidad?
Diego: no, si yo no quiero dártela ¿de verdad pensabas que entre tú y yo existía algo? yo solo me acerqué a ti para que tú me confesaras el plan de la organización secreta de la justicia, ni me interesabas entonces, ni me interesas ahora.
Tamara: pero la situación de esos 4 días en los que nos conocimos a ahora es muy distinta.
Diego: y eso por qué?
Tamara: porque ahora yo formó parte de esta organización, soy una alumna más como tú, supongo que conocerás a Azucena Terrón.
Diego: por supuesto, todo el mundo en esta organización la conoce, ¿que tiene que ver ella contigo?
Tamara: conmigo nada, pero con mi padre mucho, sé que ella es prostituta de lujo además de profesora de artes marciales en este internado, mi padre y ella se conocieron en una de las misiones de la organización secreta de la justicia y él se la llevó a su habitación del internado aureola, desde esa noche que mi padre se encaprichó de ella y ahora él y yo hemos abandonado el otro internado. ¿no te has dado cuenta que llevo el uniforme de esta organización puesto? ahora soy una más en tu equipo, ya no soy una infiltrada, ¿vas a disparar contra otro de los miembros de tu organización?
Diego: ¿cómo sobreviviste a los disparos de los 4 soldados de último curso que te dispararon con escopetas cuando eras la infiltrada a este internado? ¿cómo?
Tamara: Germán y todos los demás del internado aureola fueron informados de vuestra trampa por las cámaras de video de Tornado, Ventisca y Vórtice, y mandaron a Miguel, él que era mi novio, con un chaleco antibalas y un cinturón teletrasportador. Cuando ellos me dispararon yo fingí estar muerta, ya llevaba el chaleco puesto bajo la ropa, y cuando me encerraron en las mazmorras pensando que estaba muerta, me tomé una pastilla encogedora del bolsillo del chaleco, y me escapé por el hueco por él que entran las ratas.
Diego: una pastilla encogedora? eso existe? y cómo funciona?
Tamara: es una pastilla con sabor a fresa, en cuanto te la tomas y dices "pequeño" en alto, tu cuerpo encoge, y para recuperar tu tamaño normal tienes que decir la palabra "grande". El efecto de las pastillas dura unas 4 horas.
Diego: una lástima que consiguieras sobrevivir entonces.
Tamara: ¿vas a dispararme? ¿en serio vas a hacerlo Diego?
Diego desvió la pistola y disparó a la pared.
Tamara bajó las manos y se giró hacia él.
Diego guardó la pistola entre sus pantalones del uniforme y dijo.
Diego: tu misma has dicho que ahora eres un miembro de la organización secreta del crimen, y no está permitido matar a miembros de tu misma organización, así que por el momento vas a seguir viva.
Tamara se abrazó a Diego.
Tamara: Gracias Diego! muchísimas gracias!
Diego la apartó de él.
Diego: qué haces? he dicho solo que vas a seguir viva por el momento, más te vale que no me des ningún motivo para matarte, porque en cuanto me lo des, estarás muerta sin contemplaciones ni miramientos ¿entendido?
Tamara asintió con la cabeza.
Diego: ah! y una cosa más, dile a tu padre Alfonso que también tenga cuidado conmigo, como le vuelva a tocar un solo pelo a Azucena, es hombre muerto.
Tamara: qué pasa? que tú también andas detrás de ella ¿verdad? lo sé todo Diego, tu madre me lo explicó, sé que te quedaste aquí porque estás enamorado de Azucena, ¡pero eso es una locura Diego! ¡es una mujer mayor que tú! ¡nunca vas a conseguir que ella te presté atención!
Diego: yo no quiero ni necesito que Azucena me presté más atención de lo que ya lo hace, ¿sabes que Azucena se retiró de la prostitución? ¿y que la casa de masajes en donde llevaba trabajando 14 años está cerrada?
Tamara: sí, mi padre antes de venir aquí, fue a buscarla a la casa de masajes y la encontró cerrada ¿y tú como sabes que ella ya está retirada de su oficio?
Diego: todos los alumnos de este internado lo saben, antes todos los alumnos que recibieran un excelente en las notas finales de curso tenían como premio pasar una noche con ella, pero ahora Azucena está retirada de todo, existen androides que ella misma ha construido para que la sustituyan, ahora Jorge hace negocio con esos androides y se queda el 100% a cambio de sus servicios sexuales, Azucena ya nunca más volverá a estar con otro hombre que no sea yo.
Tamara: de qué hablas Diego?
Diego: no lo sabes? Azucena y yo estamos juntos, se retiró de la prostitución porque yo se lo pedí, ella y yo somos novios.
Tamara: no me lo creo.
Diego: haz lo que te parezca, pero es la verdad, y tú nunca vas a poder competir con ella.
Y Diego se marchó de los baños, dejando a Tamara a solas.
Más tarde, Diego estaba con el mono azul de trabajo puesto saliendo del gimnasio y encontrándose con el encargado del mantenimiento en el pasillo.
encargadodemantenimiento: ya has terminado de revisar y ajustar todos los radiadores?
Diego: sí, todo está en orden.
encargadodemantenimiento: de acuerdo, ahora tienes que arreglar la barandilla de las escaleras, hay una parte que está suelta y podría ser peligroso para los alumnos, podían llegar a caerse al apoyarse en ella, luego tienes que encerar los suelos, ajustar los tornillos de los respiraderos, limpiar la despensa de la cocina, arreglar la secadora...
Diego: eh? Jorge no me habló de nada de estos trabajos que me estás diciendo, él solo me dijo que tenía que limpiar la chimenea, el cuarto de calderas, las tuberías de los retretes, los canelones de los tejados de la escuela, revisar el gas de los radiadores del gimnasio, cosa que acabo de hacer y...
encargadodemantenimiento: a ti no te lo dijo pero a mí sí, trabajas demasiado rápido, y Jorge me dijo que te mantuviera ocupado en todo el día en lo que fuera.
Diego: muy bien, y cuando estudio? cuando duermo? y cuando como?
encargadodemantenimiento: lo de estudiar y dormir no es asunto mío, en cuanto lo de comer, está bien, tampoco quiero ser tan cruel contigo, tienes un descanso de 7 minutos, cuando pasen los 7 minutos pasó a recogerte por el comedor, más te vale que no intentes escaquearte.
Al rato, Diego estaba todavía con su mono azul de trabajo comiendo un filete con patatas en el comedor del internado.
Cuando Esmeralda, con su uniforme verde fuerte y faldita pistacho del internado valle seco, entró y se sentó frente a él en la misma mesa.
#150

06/11/2010 19:17
Esmeralda: qué haces comiendo a estas horas?
Diego: es mi descanso, solo tengo 7 minutos, después tengo que volver a trabajar, ahora resulta que también tengo que encerar los suelos de todo el internado y arreglar la secadora, ya ves, Jorge que me quiere matar a base de trabajo.
Esmeralda se rió.
Diego: no sé que te hace tanta gracia.
Esmeralda: te lo dije o no te lo dije? no vas a tener tiempo de estudiar, y vas a suspender, Jorge te va a encerrar en las mazmorras, y mi tía se va a olvidar de ti.
Diego: el encierro es solo por 3 días y 3 noches, Azucena no se va a olvidar de mí en 3 días, ni siquiera lo va a hacer en uno, bajara a buscarme en cuanto sepa que estoy en las mazmorras.
Esmeralda: ya claro, el encierro en las mazmorras es temporal por ahora, pero Jorge se inventara algo para que sea permanente, y deja ya de confiar tanto en Azucena, ella no te quiere, ella no sabe ni lo que significa la palabra amor.
Esmeralda le cogió la mano a Diego.
Diego se la retiró.
Diego: y tú si que lo sabes?
Tamara: yo solo quiero que comprendas que todo sería mucho más fácil para ti si cortaras esta estúpida relación con mi tía.
Diego: lo siento, pero no me gusta que me den las cosas demasiado fáciles, yo de ser tú dejaría de soñar conmigo, lo nuestro es imposible Esmeralda. ¿ya sabes que te ha salido otra competidora en tu lucha por mi amor aparte de tu tía?
Esmeralda: sí, lo sé, te refieres a la hija de Alfonso Metro ¿verdad? debes estar que no cabes en ti de la alegría, teniendo a 3 chicas guapas detrás de ti en el mismo colegio.
Diego: a mí solo me importa Azucena, por mí Tamara y tú os podéis tirar por la ventana.
Diego dejó los cubiertos sobre su plato vacío, bebió un poco de agua, se limpió con la servilleta y se marchó del comedor.
Varias horas después, Diego volvió a entrar a su habitación llevando el uniforme negro y gris de la organización. Él tenía una hoja de papel en la mano.
Él estaba en el dormitorio junto a su compañero de cuarto Carlos Puertas, el hijo del director.
Carlos: fíjate en mi nota! he sacado un 7 en el último examen de creación de venenos! ¿tú que has sacado Diego?
Diego: yo? pues un 10 como siempre!
Carlos: claro, no sé ni para que te pregunto, voy a enseñarles a todos los demás mi nota en el examen, digo yo que alguno habrá que haya sacado menos que yo.
Carlos salió de la habitación con el examen en mano.
Diego se sentó en el pupitre cabizbajo, con el papel de su examen en la mano, lo dejó sobre la mesa, se vio claramente que tenía un 3,5 como nota en el examen.
Diego arrugó la hoja de su examen con rabia.
Diego: estoy perdido, en cuanto Jorge revisé las notas en su ordenador, me enviara a las mazmorras.
En ese instante, la puerta del armario se abrió, un agujero negro había dentro de él, el agujero empezó a atraer todo lo de la habitación a su interior, Diego se aguantaba de la silla para no ser absorbido, pero no lo consiguió, y Diego acabó yéndose volando por el agujero negro de su armario.
Al cabo de un rato, Diego se levantó de un charco de barro, en los pasadizos, con una túnica marrón y polvorienta puesta, el uniforme escolar había desaparecido por arte de magia.
Un lagarto gigantesco apareció tras de él, en realidad era un hombre guardia de las mazmorras con una careta de lagarto, él le puso unos grilletes, en los tobillos y en las muñecas y le vendó los ojos.
Diego: a donde me llevas?
lagarto: a las mazmorras y no se te permite hablar.
El lagarto le tapó también la boca con otro trapo.
El lagarto le llevó hasta las celdas, le desató la venda de la boca, le metió una pastilla en la boca, para que le quitara la voz durante 35 minutos, le quitó la venda de los ojos, y le empujó al interior de una de las celdas abriéndola con las llaves.
Solo los guardias de las mazmorras poseían aparte de los profesores y el director del internado copias de las llaves de las celdas.
El lagarto encerró a Diego.
lagarto: no te preocupes, tu encierro solo es temporal, si consigues mantenerte en las mazmorras con vida, dentro de 3 días y 3 noches volverás a estar arriba en el colegio.
El lagarto se largó y dejó a Diego encerrado.
Diego en cuanto se quedó a solas, escupió la pastilla de su boca, puesto que no se la había tragado.
En ese instante, los demás prisioneros de las demás celdas contiguas, le hablaron.
prisionero1: eh? fijaros! tenemos a uno nuevo. no te he visto antes por aquí, ¿a ti por qué te han encerrado?
Diego: por haber suspendido un examen de creación de venenos.
prisionero2: entonces solo estás aquí de paso, dentro de 3 días y 3 noches te soltaran, no eres como nosotros.
prsionero3: nosotros llevamos más de 4 años aquí encerrados.
prisonero4: lo sabemos todo respecto a las mazmorras.
prsionero1: todo te irá bien si consigues sobrevivir a los baños.
Diego: sobrevivir a los baños?
prisonero2: sí, ¿ves el cordel que hay en todas las celdas? es para hacer tocar una campana y avisar a los guardias de que quieres ir al baño, en el baño dispones de 400 min para asearte, antes de que sus cuatro paredes con pinchos te aplasten, aunque no merece mucho la pena ir al baño porque nada más salir de allí te vuelven a rociar con barro.
Diego: en 400 min te da tiempo de sobras para ducharte, hacer tus necesidades y salir ileso antes de que las paredes te aplasten.
prisonero2: son 400 min la primera semana, después van descontando medio minuto cada 7 días, el baño dispone de un contador de días por persona, cuando cumplas tus 7 días, el contador baja a 399, 5 minutos y así sucesivamente, hasta que llegué al min 0.
Diego: me da igual, yo no voy a estar en esta celda más de un día, todos los profesores de este internado poseen llaves de todas las celdas, Azucena Terrón me vendrá a liberar.
Al instante los 4 prisioneros se rieron.
prisonero1: no me digas que tú también te has acostado con Azucena, ¿de verdad crees que ella se va acordar de ti? a Azucena no le importa nadie, todos los que estamos aquí fuimos sus amantes hace 4 años, cuando estudiábamos en el internado valle seco, y ya ves, aquí seguimos encerrados.
Diego: pero en mi caso es distinto, porque yo no soy solo un amante.
prisionero2: ah no?
Diego: no, soy su novio.
prisionero3: su novio? es que Azucena usa de eso?
prsionero4: no te dejes engañar por Azucena, solo un milagro haría que ella bajará aquí por ti.
Los 4 prisioneros se rieron de Diego ruidosamente.
Diego: callaros! callaros ya! Azucena me sacara de aquí! lo sé! ella vendrá y me sacara de aquí! ya lo veréis!
Pero los prisioneros no dejaban de reírse, y Diego abatido, se dejó caer en el banco de madera que tenía tras de él.
Todas las celdas en su interior tenían un banco de madera y una dura cama de metal.
Anocheció, en la noche oscura se vio como Azucena todavía vestida con ropa de calle, revisaba los cajones del despacho del director, cuando alguien abrió la luz entrando a él, Jorge.
Diego: es mi descanso, solo tengo 7 minutos, después tengo que volver a trabajar, ahora resulta que también tengo que encerar los suelos de todo el internado y arreglar la secadora, ya ves, Jorge que me quiere matar a base de trabajo.
Esmeralda se rió.
Diego: no sé que te hace tanta gracia.
Esmeralda: te lo dije o no te lo dije? no vas a tener tiempo de estudiar, y vas a suspender, Jorge te va a encerrar en las mazmorras, y mi tía se va a olvidar de ti.
Diego: el encierro es solo por 3 días y 3 noches, Azucena no se va a olvidar de mí en 3 días, ni siquiera lo va a hacer en uno, bajara a buscarme en cuanto sepa que estoy en las mazmorras.
Esmeralda: ya claro, el encierro en las mazmorras es temporal por ahora, pero Jorge se inventara algo para que sea permanente, y deja ya de confiar tanto en Azucena, ella no te quiere, ella no sabe ni lo que significa la palabra amor.
Esmeralda le cogió la mano a Diego.
Diego se la retiró.
Diego: y tú si que lo sabes?
Tamara: yo solo quiero que comprendas que todo sería mucho más fácil para ti si cortaras esta estúpida relación con mi tía.
Diego: lo siento, pero no me gusta que me den las cosas demasiado fáciles, yo de ser tú dejaría de soñar conmigo, lo nuestro es imposible Esmeralda. ¿ya sabes que te ha salido otra competidora en tu lucha por mi amor aparte de tu tía?
Esmeralda: sí, lo sé, te refieres a la hija de Alfonso Metro ¿verdad? debes estar que no cabes en ti de la alegría, teniendo a 3 chicas guapas detrás de ti en el mismo colegio.
Diego: a mí solo me importa Azucena, por mí Tamara y tú os podéis tirar por la ventana.
Diego dejó los cubiertos sobre su plato vacío, bebió un poco de agua, se limpió con la servilleta y se marchó del comedor.
Varias horas después, Diego volvió a entrar a su habitación llevando el uniforme negro y gris de la organización. Él tenía una hoja de papel en la mano.
Él estaba en el dormitorio junto a su compañero de cuarto Carlos Puertas, el hijo del director.
Carlos: fíjate en mi nota! he sacado un 7 en el último examen de creación de venenos! ¿tú que has sacado Diego?
Diego: yo? pues un 10 como siempre!
Carlos: claro, no sé ni para que te pregunto, voy a enseñarles a todos los demás mi nota en el examen, digo yo que alguno habrá que haya sacado menos que yo.
Carlos salió de la habitación con el examen en mano.
Diego se sentó en el pupitre cabizbajo, con el papel de su examen en la mano, lo dejó sobre la mesa, se vio claramente que tenía un 3,5 como nota en el examen.
Diego arrugó la hoja de su examen con rabia.
Diego: estoy perdido, en cuanto Jorge revisé las notas en su ordenador, me enviara a las mazmorras.
En ese instante, la puerta del armario se abrió, un agujero negro había dentro de él, el agujero empezó a atraer todo lo de la habitación a su interior, Diego se aguantaba de la silla para no ser absorbido, pero no lo consiguió, y Diego acabó yéndose volando por el agujero negro de su armario.
Al cabo de un rato, Diego se levantó de un charco de barro, en los pasadizos, con una túnica marrón y polvorienta puesta, el uniforme escolar había desaparecido por arte de magia.
Un lagarto gigantesco apareció tras de él, en realidad era un hombre guardia de las mazmorras con una careta de lagarto, él le puso unos grilletes, en los tobillos y en las muñecas y le vendó los ojos.
Diego: a donde me llevas?
lagarto: a las mazmorras y no se te permite hablar.
El lagarto le tapó también la boca con otro trapo.
El lagarto le llevó hasta las celdas, le desató la venda de la boca, le metió una pastilla en la boca, para que le quitara la voz durante 35 minutos, le quitó la venda de los ojos, y le empujó al interior de una de las celdas abriéndola con las llaves.
Solo los guardias de las mazmorras poseían aparte de los profesores y el director del internado copias de las llaves de las celdas.
El lagarto encerró a Diego.
lagarto: no te preocupes, tu encierro solo es temporal, si consigues mantenerte en las mazmorras con vida, dentro de 3 días y 3 noches volverás a estar arriba en el colegio.
El lagarto se largó y dejó a Diego encerrado.
Diego en cuanto se quedó a solas, escupió la pastilla de su boca, puesto que no se la había tragado.
En ese instante, los demás prisioneros de las demás celdas contiguas, le hablaron.
prisionero1: eh? fijaros! tenemos a uno nuevo. no te he visto antes por aquí, ¿a ti por qué te han encerrado?
Diego: por haber suspendido un examen de creación de venenos.
prisionero2: entonces solo estás aquí de paso, dentro de 3 días y 3 noches te soltaran, no eres como nosotros.
prsionero3: nosotros llevamos más de 4 años aquí encerrados.
prisonero4: lo sabemos todo respecto a las mazmorras.
prsionero1: todo te irá bien si consigues sobrevivir a los baños.
Diego: sobrevivir a los baños?
prisonero2: sí, ¿ves el cordel que hay en todas las celdas? es para hacer tocar una campana y avisar a los guardias de que quieres ir al baño, en el baño dispones de 400 min para asearte, antes de que sus cuatro paredes con pinchos te aplasten, aunque no merece mucho la pena ir al baño porque nada más salir de allí te vuelven a rociar con barro.
Diego: en 400 min te da tiempo de sobras para ducharte, hacer tus necesidades y salir ileso antes de que las paredes te aplasten.
prisonero2: son 400 min la primera semana, después van descontando medio minuto cada 7 días, el baño dispone de un contador de días por persona, cuando cumplas tus 7 días, el contador baja a 399, 5 minutos y así sucesivamente, hasta que llegué al min 0.
Diego: me da igual, yo no voy a estar en esta celda más de un día, todos los profesores de este internado poseen llaves de todas las celdas, Azucena Terrón me vendrá a liberar.
Al instante los 4 prisioneros se rieron.
prisonero1: no me digas que tú también te has acostado con Azucena, ¿de verdad crees que ella se va acordar de ti? a Azucena no le importa nadie, todos los que estamos aquí fuimos sus amantes hace 4 años, cuando estudiábamos en el internado valle seco, y ya ves, aquí seguimos encerrados.
Diego: pero en mi caso es distinto, porque yo no soy solo un amante.
prisionero2: ah no?
Diego: no, soy su novio.
prisionero3: su novio? es que Azucena usa de eso?
prsionero4: no te dejes engañar por Azucena, solo un milagro haría que ella bajará aquí por ti.
Los 4 prisioneros se rieron de Diego ruidosamente.
Diego: callaros! callaros ya! Azucena me sacara de aquí! lo sé! ella vendrá y me sacara de aquí! ya lo veréis!
Pero los prisioneros no dejaban de reírse, y Diego abatido, se dejó caer en el banco de madera que tenía tras de él.
Todas las celdas en su interior tenían un banco de madera y una dura cama de metal.
Anocheció, en la noche oscura se vio como Azucena todavía vestida con ropa de calle, revisaba los cajones del despacho del director, cuando alguien abrió la luz entrando a él, Jorge.
#151
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06/11/2010 19:18
Jorge: Azucena, qué haces aquí?
Azucena: donde las tienes?
Jorge: donde tengo qué?
Azucena: ya lo sabes, las llaves de las mazmorras, no están en mi cuarto, me las has cogido tú. verdad?
Jorge: que quieres? liberar a Diego? pues te vas a quedar con las ganas, porque no te pienso devolver las llaves.
Azucena: puedo pedirle las llaves a mi hermana Manuela o a Fabián, o romper yo misma las rejas de la celda, pero Diego no va a pasar ni un solo día más encerrado en las mazmorras.
Jorge: si le liberas, incumplirás las normas de la organización secreta del crimen, y borraré tu nombre de las listas de miembros de esta organización.
Azucena: no puedes hacerme eso.
Jorge: puedo y lo haré.
Jorge metió la mano en su batín de dormir, le entregó las llaves a Azucena y le dijo.
Jorge: si mañana a estas horas Diego está libre, tú estás excluida para siempre de la lista de miembros, tú decides si realmente vale la pena liberar a tu querido noviecito, antes de la condena de 3 días y 3 noches.
Azucena cogió las llaves y se largó del despacho.
Al rato, Azucena estaba frente a las celdas de las mazmorras. Diego le vio a través de las rejas.
Diego: Azucena, sabía que vendrías, lo sabía.
Los cuatro prisioneros que estaban en las celdas contiguas a Diego, antiguos amantes de Azucena hace 4 años, se la quedaron mirando boquiabiertos.
Azucena: y estos cuatro que no paran de mirarme quines son?
Diego: no son nadie, solo unos infelices que no tienen lo que yo tengo.
Azucena: y qué es si se puede saber?
Diego: a ti.
Diego le tocó la barbilla a Azucena a través de las rejas, Azucena se acercó a liberarle, Diego salió de la celda y se acercó a abrazarla.
Diego: no sabes cuanto te he echado de menos.
Diego besó a Azucena en los labios.
Azucena al principio se dejó besar por él, pero después reaccionó y le empujó fuerte contra la pared de la celda, ella misma entró dentro, le cogió del cuello a Diego elevándole por encima del suelo y le dijo.
Azucena: quién te has creído que eres para besarme? no he venido a las mazmorras para liberarte, solo para que puedas verme por última vez, voy a hablar con Jorge para que aumenté los días de tu condena, nunca más me vas a volver a tocar, no estás a mi altura.
Azucena soltó a Diego tirándolo por los aires, haciendo que cayera de rodillas en el suelo ante ella.
Azucena: pídeme perdón por haberme robado un beso!
Diego se quedó de rodillas ante ella sin dar crédito a lo que oía.
Azucena miró a distancia a todos los demás prisioneros en las demás celdas, le pisó con su zapato la mano a Diego y le gritó.
Azucena: que me pidas perdón he dicho!
Diego se quejó por la mano dolorida sin entender nada de lo que estaba pasando.
Diego: perdóname, lo siento.
Azucena tocó el cordel de la campana del interior de la celda de Diego para avisar a uno de los guardias.
Al instante el guardia disfrazado de lagarto acudió.
lagarto: para que se me necesita?
Azucena: lleva al prisionero a otra celda, que esté encerrado junto a celdas vacías, donde no pueda tener contacto con nadie, son ordenes del director.
lagarto: no se me han informado de esas ordenes.
Azucena: lo estoy haciendo yo ahora mismo, ¡llévalo!
El lagarto volvió a colocar los grilletes alrededor de las muñecas de Diego, le dejó los tobillos libres ya que solo se trataba de un traslado de celda y se lo llevó unos pasillos más lejos, encerrándolo de nuevo en una celda muy alejada de los demás prisioneros.
lagarto: se me necesita para algo más?
Azucena: no, ya puedes retirarte.
El lagarto dejó a Diego sin esposas ni grilletes encerrado en la celda, y se fue.
Azucena, abrió la puerta con las llaves y entró dentro.
Diego se sentó en el banco de madera del final de la celda.
Diego: por qué me miras así? debí hacer caso a mi madre y largarme con ella, no sé como he podido ser tan tonto como para creer que tú sentías algo por mí, déjame encerrado en las mazmorras si quieres por ahora, pero un día escaparé de aquí, ese día te mataré, y le entregaré tu cadáver como trofeo a mi madre cuando me una a la organización secreta de la justicia, igual que ella.
Azucena: que me vas a matar? puedo elegir la forma de morir? porque si puedo, me encantaría que me mataras de placer.
Azucena se sentó al lado de Diego y le besó en los labios, sonriéndole.
Azucena: no me mires así tonto, que antes solo te he rechazado porque teníamos público, y no quiero que ninguno de los demás prisioneros estén al tanto de nuestra relación.
Diego: en serio?
Azucena: claro que sí, Diego yo te quiero.
Azucena volvió a besarle.
Diego: y yo te quiero a ti Azucena.
Diego y Azucena se besaron otra vez.
Diego: cuando vas a sacarme de aquí?
Azucena: no voy a hacerlo, ya he hecho bastante con trasladarte de celda para que no tengas contacto con ningún prisionero más.
Diego: y me vas a dejar aquí encerrado en las mazmorras?
Azucena: si te portas bien y no intentas escaparte dentro de 3 días y 3 noches, un guardia te liberara y te devolverá a tu habitación, no te pasara nada, tú eres fuerte, puedes aguantar 3 días encerrado en las mazmorras.
Diego: y por qué no me liberas? por qué no quieres incumplir las normas sagradas de la organización y que Jorge te excluya de las listas de miembros? es por eso?
Azucena le asintió con la cabeza.
Diego: tan importante son para ti esas listas?
Azucena: sí, porque sino figuro en ellas, tendré que marcharme de este internado, y si me voy de este internado, pierdo mi trabajo y lo más importante, pierdo mi derecho a llegar a ser algún día la directora de este colegio y de la organización.
Diego: y qué?
Azucena: cómo que y qué? en este internado en décadas, en toda su historia desde que se construyó, nunca ha habido una directora que fuera mujer, nunca, y yo quiero llegar a ser la primera, y no puedo perder mi oportunidad, llevo deseando hacerme directora de este internado desde que era una niña, y voy a cumplir mi sueño.
Diego: y cuando tú seas la directora, ¿me dejaras a mí campar a mis anchas en el internado? digo que alguna ventaje tiene que tener ser el novio de la directora no?
Azucena se acercó a besarle.
Azucena: la normas impiden que te liberé, pero no me impiden venirte a visitar siempre que yo quiera, ¿quieres que me quedé contigo a dormir esta noche en la celda?
Diego le devolvió el beso.
Diego: hace falta que te contesté?
Azucena: donde las tienes?
Jorge: donde tengo qué?
Azucena: ya lo sabes, las llaves de las mazmorras, no están en mi cuarto, me las has cogido tú. verdad?
Jorge: que quieres? liberar a Diego? pues te vas a quedar con las ganas, porque no te pienso devolver las llaves.
Azucena: puedo pedirle las llaves a mi hermana Manuela o a Fabián, o romper yo misma las rejas de la celda, pero Diego no va a pasar ni un solo día más encerrado en las mazmorras.
Jorge: si le liberas, incumplirás las normas de la organización secreta del crimen, y borraré tu nombre de las listas de miembros de esta organización.
Azucena: no puedes hacerme eso.
Jorge: puedo y lo haré.
Jorge metió la mano en su batín de dormir, le entregó las llaves a Azucena y le dijo.
Jorge: si mañana a estas horas Diego está libre, tú estás excluida para siempre de la lista de miembros, tú decides si realmente vale la pena liberar a tu querido noviecito, antes de la condena de 3 días y 3 noches.
Azucena cogió las llaves y se largó del despacho.
Al rato, Azucena estaba frente a las celdas de las mazmorras. Diego le vio a través de las rejas.
Diego: Azucena, sabía que vendrías, lo sabía.
Los cuatro prisioneros que estaban en las celdas contiguas a Diego, antiguos amantes de Azucena hace 4 años, se la quedaron mirando boquiabiertos.
Azucena: y estos cuatro que no paran de mirarme quines son?
Diego: no son nadie, solo unos infelices que no tienen lo que yo tengo.
Azucena: y qué es si se puede saber?
Diego: a ti.
Diego le tocó la barbilla a Azucena a través de las rejas, Azucena se acercó a liberarle, Diego salió de la celda y se acercó a abrazarla.
Diego: no sabes cuanto te he echado de menos.
Diego besó a Azucena en los labios.
Azucena al principio se dejó besar por él, pero después reaccionó y le empujó fuerte contra la pared de la celda, ella misma entró dentro, le cogió del cuello a Diego elevándole por encima del suelo y le dijo.
Azucena: quién te has creído que eres para besarme? no he venido a las mazmorras para liberarte, solo para que puedas verme por última vez, voy a hablar con Jorge para que aumenté los días de tu condena, nunca más me vas a volver a tocar, no estás a mi altura.
Azucena soltó a Diego tirándolo por los aires, haciendo que cayera de rodillas en el suelo ante ella.
Azucena: pídeme perdón por haberme robado un beso!
Diego se quedó de rodillas ante ella sin dar crédito a lo que oía.
Azucena miró a distancia a todos los demás prisioneros en las demás celdas, le pisó con su zapato la mano a Diego y le gritó.
Azucena: que me pidas perdón he dicho!
Diego se quejó por la mano dolorida sin entender nada de lo que estaba pasando.
Diego: perdóname, lo siento.
Azucena tocó el cordel de la campana del interior de la celda de Diego para avisar a uno de los guardias.
Al instante el guardia disfrazado de lagarto acudió.
lagarto: para que se me necesita?
Azucena: lleva al prisionero a otra celda, que esté encerrado junto a celdas vacías, donde no pueda tener contacto con nadie, son ordenes del director.
lagarto: no se me han informado de esas ordenes.
Azucena: lo estoy haciendo yo ahora mismo, ¡llévalo!
El lagarto volvió a colocar los grilletes alrededor de las muñecas de Diego, le dejó los tobillos libres ya que solo se trataba de un traslado de celda y se lo llevó unos pasillos más lejos, encerrándolo de nuevo en una celda muy alejada de los demás prisioneros.
lagarto: se me necesita para algo más?
Azucena: no, ya puedes retirarte.
El lagarto dejó a Diego sin esposas ni grilletes encerrado en la celda, y se fue.
Azucena, abrió la puerta con las llaves y entró dentro.
Diego se sentó en el banco de madera del final de la celda.
Diego: por qué me miras así? debí hacer caso a mi madre y largarme con ella, no sé como he podido ser tan tonto como para creer que tú sentías algo por mí, déjame encerrado en las mazmorras si quieres por ahora, pero un día escaparé de aquí, ese día te mataré, y le entregaré tu cadáver como trofeo a mi madre cuando me una a la organización secreta de la justicia, igual que ella.
Azucena: que me vas a matar? puedo elegir la forma de morir? porque si puedo, me encantaría que me mataras de placer.
Azucena se sentó al lado de Diego y le besó en los labios, sonriéndole.
Azucena: no me mires así tonto, que antes solo te he rechazado porque teníamos público, y no quiero que ninguno de los demás prisioneros estén al tanto de nuestra relación.
Diego: en serio?
Azucena: claro que sí, Diego yo te quiero.
Azucena volvió a besarle.
Diego: y yo te quiero a ti Azucena.
Diego y Azucena se besaron otra vez.
Diego: cuando vas a sacarme de aquí?
Azucena: no voy a hacerlo, ya he hecho bastante con trasladarte de celda para que no tengas contacto con ningún prisionero más.
Diego: y me vas a dejar aquí encerrado en las mazmorras?
Azucena: si te portas bien y no intentas escaparte dentro de 3 días y 3 noches, un guardia te liberara y te devolverá a tu habitación, no te pasara nada, tú eres fuerte, puedes aguantar 3 días encerrado en las mazmorras.
Diego: y por qué no me liberas? por qué no quieres incumplir las normas sagradas de la organización y que Jorge te excluya de las listas de miembros? es por eso?
Azucena le asintió con la cabeza.
Diego: tan importante son para ti esas listas?
Azucena: sí, porque sino figuro en ellas, tendré que marcharme de este internado, y si me voy de este internado, pierdo mi trabajo y lo más importante, pierdo mi derecho a llegar a ser algún día la directora de este colegio y de la organización.
Diego: y qué?
Azucena: cómo que y qué? en este internado en décadas, en toda su historia desde que se construyó, nunca ha habido una directora que fuera mujer, nunca, y yo quiero llegar a ser la primera, y no puedo perder mi oportunidad, llevo deseando hacerme directora de este internado desde que era una niña, y voy a cumplir mi sueño.
Diego: y cuando tú seas la directora, ¿me dejaras a mí campar a mis anchas en el internado? digo que alguna ventaje tiene que tener ser el novio de la directora no?
Azucena se acercó a besarle.
Azucena: la normas impiden que te liberé, pero no me impiden venirte a visitar siempre que yo quiera, ¿quieres que me quedé contigo a dormir esta noche en la celda?
Diego le devolvió el beso.
Diego: hace falta que te contesté?
#152

06/11/2010 19:19
Azucena se levantó del banco de madera y se sentó en la cama de metal.
Diego se acercó hacia ella.
Diego: vas a venir a visitarme todas las noches hasta que cumpla mi condena?
Azucena: si tú quieres.
Diego: sabes? estoy empezando a pensar que después de todo no es tan malo suspender en este internado...
Diego besó a Azucena y los dos se fueron tumbando poco a poco, sobre la cama de metal.
Esa misma noche, en el otro internado, en el internado aureola, en las mazmorras, Caridad Ponetra también estaba larga en su cama de metal.
Cuando oyó pasos, y vio a Manuel con el uniforme amarillo y los pantalones ocres acercarse a ella.
Caridad: Manuel, te estaba esperando.
Manuel: me ha costado mucho conseguirlo, pero al fin tengo las llaves de Germán ¿cómo te encuentras?
Caridad: muy mal, sácame de aquí, rápido.
Manuel: vale, vale, ahora te abro la puerta, pero no sé que hacer contigo en cuanto estés libre, tendré que esconderte en mi habitación, si Germán te vuelve a ver te volverá a encerrar.
Caridad: eso ahora no importa, sácame de aquí, ya lo pensaremos después.
Manuel: de acuerdo ¿sabes? he estado pensando mucho en ti, en lo que me dijiste la otra noche en la que estuve aquí, ¿de verdad piensas que ha valido la pena conocerme?
Caridad: pues claro, ¿tú no?
Manuel afirmó con la cabeza.
Manuel metió las llaves en la cerradura, abrió la celda, y le dijo sonriendo.
Manuel: ya estás libre Caridad.
Caridad: gracias, sabía que me creerías y me sacarías de aquí, gracias Manuel.
Caridad se abrazó de la emoción a Manuel, y él le devolvió el abrazo.
De pronto ellos dos oyeron unos aplausos en la oscuridad de las mazmorras.
Germán apareció en las mazmorras apuntándoles con una pistola en las manos.
Germán: que escena tan enternecedora.
Manuel separándose de Caridad.
Manuel: Germán ¿qué haces aquí?
Germán: de verdad pensabas que no me había dado cuenta que me habías robado las llaves? sabía que bajarías a liberar a tu amiga.
Manuel: déjala estudiar en el internado aureola como una alumna más conmigo, yo la vigilaré, te prometo no hará daño a nadie.
Germán: no lo entiendes verdad? este colegio se sostiene bajo unas normas, Caridad va a ser liberada en cuanto pasé por las pruebas médicas igual que todos, ¿tanto te cuesta esperar unos días?
Manuel: yo confío en ella, no hace falta que le hagas ninguna prueba médica, yo sé que Caridad no haría daño ni a una mosca.
Germán: yo no quiero hacerle daño a nadie, pero no me dejas elección, dame las llaves Manuel. no me has oído? que me desvuelvas las llaves de las celdas Manuel!
Manuel le devolvió las llaves.
Germán: entra en la celda con Caridad. ¡que entréis los dos en la celda he dicho!
Caridad y Manuel entraron adentro.
Germán cerró la celda.
Germán: si tantas ganas tienes de estar con tu amiga, a partir de ahora tú también serás un prisionero, yo no quería llegar hasta aquí Manuel, pero he trabajado mucho para que esta organización salga a flote, y no puedo permitir ningún cabo suelto. Caridad no es una persona como tú y yo normal, es una ex-prisionera de las mazmorras de la organización secreta del crimen, el aguijón de la picadura de los mosquitos robotizados estuvo en su cuerpo, ni ella misma sabe los efectos que le pudo causar eso, solo estoy intentando protegeros, y vosotros no me estáis poniendo las cosas fáciles. Si con el tiempo y la experiencia del encierro, recapacitas, te soltaré.
Germán se guardó las llaves en el bolsillo del pantalón.
Manuel: en cuanto mi madre sepa que me has encerrado, vendrá a liberarme, ella confía en ti, y yo también lo hacía, pero está visto que en esta vida uno solo puede fiarse de sí mismo.
Germán siguió apuntándoles con la pistola mientras subía las escaleras de vuelta al internado para salir de los pasadizos, hasta que se alejó lo suficiente y acabó marchándose de allí.
Manuel y Caridad se quedaron los dos encerrados en la misma celda.
Manuel lloró y se sentó sobre la cama de metal.
Manuel: no lo entiendo, Germán parece un hombre tan comprensivo cuando hablas con él, no entiendo como hemos podido acabar así.
Caridad: no llores, ahora al menos estamos juntos ¿sabes que es lo que pensaba hacer antes de que apareciera Germán?
Manuel: qué?
Caridad: esto.
Y Caridad se acercó a Manuel para besarle en la boca.
Caridad: vamos a pasar una noche aquí los dos solos, ¿se te ocurre algo para hacer para que se nos pasé la noche más deprisa?
Manuel afirmó con la cabeza y le devolvió el beso a Caridad.
Al amanecer, en la biblioteca del internado valle seco, estaba Esmeralda escuchando música con un mp4 con los auriculares puestos, mientras leía un libro. Cuando Manuela, su madre, con una pronunciada barriga a causa de su reciente embarazo entró y la vio.
Manuela se dirigió hacia ella y le quitó un auricular del oído.
Esmeralda: mamá ¿qué haces?
Manuela: apaga la música, esto es una biblioteca y aquí hay gente estudiando.
Esmeralda: llevo los auriculares puestos.
Manuela: pues no tararees tan escandalosamente alto.
Esmeralda: lo siento-dijo ella apagando el mp4 y guardándoselo en el bolsillo de la chaqueta negra del uniforme.
Manuela: parece que hoy estás muy contenta ¿verdad hija?
Esmeralda: sí, tengo motivos.
Manuela: ah si? cuales si pueden saberse?
Esmeralda: Diego, sé que no va a tardar en hacerme caso y juntarse conmigo, ha pasado la noche en las mazmorras por haber suspendido su último examen de creación de venenos y sé de muy buena tinta que sigue encerrado allá abajo ¿y él que se pensaba que mi tía Azucena le iba a liberar? en cuanto compruebe que él para mi tía Azucena tan solo es uno más, acudirá a mí en busca de consuelo.
Diego se acercó hacia ella.
Diego: vas a venir a visitarme todas las noches hasta que cumpla mi condena?
Azucena: si tú quieres.
Diego: sabes? estoy empezando a pensar que después de todo no es tan malo suspender en este internado...
Diego besó a Azucena y los dos se fueron tumbando poco a poco, sobre la cama de metal.
Esa misma noche, en el otro internado, en el internado aureola, en las mazmorras, Caridad Ponetra también estaba larga en su cama de metal.
Cuando oyó pasos, y vio a Manuel con el uniforme amarillo y los pantalones ocres acercarse a ella.
Caridad: Manuel, te estaba esperando.
Manuel: me ha costado mucho conseguirlo, pero al fin tengo las llaves de Germán ¿cómo te encuentras?
Caridad: muy mal, sácame de aquí, rápido.
Manuel: vale, vale, ahora te abro la puerta, pero no sé que hacer contigo en cuanto estés libre, tendré que esconderte en mi habitación, si Germán te vuelve a ver te volverá a encerrar.
Caridad: eso ahora no importa, sácame de aquí, ya lo pensaremos después.
Manuel: de acuerdo ¿sabes? he estado pensando mucho en ti, en lo que me dijiste la otra noche en la que estuve aquí, ¿de verdad piensas que ha valido la pena conocerme?
Caridad: pues claro, ¿tú no?
Manuel afirmó con la cabeza.
Manuel metió las llaves en la cerradura, abrió la celda, y le dijo sonriendo.
Manuel: ya estás libre Caridad.
Caridad: gracias, sabía que me creerías y me sacarías de aquí, gracias Manuel.
Caridad se abrazó de la emoción a Manuel, y él le devolvió el abrazo.
De pronto ellos dos oyeron unos aplausos en la oscuridad de las mazmorras.
Germán apareció en las mazmorras apuntándoles con una pistola en las manos.
Germán: que escena tan enternecedora.
Manuel separándose de Caridad.
Manuel: Germán ¿qué haces aquí?
Germán: de verdad pensabas que no me había dado cuenta que me habías robado las llaves? sabía que bajarías a liberar a tu amiga.
Manuel: déjala estudiar en el internado aureola como una alumna más conmigo, yo la vigilaré, te prometo no hará daño a nadie.
Germán: no lo entiendes verdad? este colegio se sostiene bajo unas normas, Caridad va a ser liberada en cuanto pasé por las pruebas médicas igual que todos, ¿tanto te cuesta esperar unos días?
Manuel: yo confío en ella, no hace falta que le hagas ninguna prueba médica, yo sé que Caridad no haría daño ni a una mosca.
Germán: yo no quiero hacerle daño a nadie, pero no me dejas elección, dame las llaves Manuel. no me has oído? que me desvuelvas las llaves de las celdas Manuel!
Manuel le devolvió las llaves.
Germán: entra en la celda con Caridad. ¡que entréis los dos en la celda he dicho!
Caridad y Manuel entraron adentro.
Germán cerró la celda.
Germán: si tantas ganas tienes de estar con tu amiga, a partir de ahora tú también serás un prisionero, yo no quería llegar hasta aquí Manuel, pero he trabajado mucho para que esta organización salga a flote, y no puedo permitir ningún cabo suelto. Caridad no es una persona como tú y yo normal, es una ex-prisionera de las mazmorras de la organización secreta del crimen, el aguijón de la picadura de los mosquitos robotizados estuvo en su cuerpo, ni ella misma sabe los efectos que le pudo causar eso, solo estoy intentando protegeros, y vosotros no me estáis poniendo las cosas fáciles. Si con el tiempo y la experiencia del encierro, recapacitas, te soltaré.
Germán se guardó las llaves en el bolsillo del pantalón.
Manuel: en cuanto mi madre sepa que me has encerrado, vendrá a liberarme, ella confía en ti, y yo también lo hacía, pero está visto que en esta vida uno solo puede fiarse de sí mismo.
Germán siguió apuntándoles con la pistola mientras subía las escaleras de vuelta al internado para salir de los pasadizos, hasta que se alejó lo suficiente y acabó marchándose de allí.
Manuel y Caridad se quedaron los dos encerrados en la misma celda.
Manuel lloró y se sentó sobre la cama de metal.
Manuel: no lo entiendo, Germán parece un hombre tan comprensivo cuando hablas con él, no entiendo como hemos podido acabar así.
Caridad: no llores, ahora al menos estamos juntos ¿sabes que es lo que pensaba hacer antes de que apareciera Germán?
Manuel: qué?
Caridad: esto.
Y Caridad se acercó a Manuel para besarle en la boca.
Caridad: vamos a pasar una noche aquí los dos solos, ¿se te ocurre algo para hacer para que se nos pasé la noche más deprisa?
Manuel afirmó con la cabeza y le devolvió el beso a Caridad.
Al amanecer, en la biblioteca del internado valle seco, estaba Esmeralda escuchando música con un mp4 con los auriculares puestos, mientras leía un libro. Cuando Manuela, su madre, con una pronunciada barriga a causa de su reciente embarazo entró y la vio.
Manuela se dirigió hacia ella y le quitó un auricular del oído.
Esmeralda: mamá ¿qué haces?
Manuela: apaga la música, esto es una biblioteca y aquí hay gente estudiando.
Esmeralda: llevo los auriculares puestos.
Manuela: pues no tararees tan escandalosamente alto.
Esmeralda: lo siento-dijo ella apagando el mp4 y guardándoselo en el bolsillo de la chaqueta negra del uniforme.
Manuela: parece que hoy estás muy contenta ¿verdad hija?
Esmeralda: sí, tengo motivos.
Manuela: ah si? cuales si pueden saberse?
Esmeralda: Diego, sé que no va a tardar en hacerme caso y juntarse conmigo, ha pasado la noche en las mazmorras por haber suspendido su último examen de creación de venenos y sé de muy buena tinta que sigue encerrado allá abajo ¿y él que se pensaba que mi tía Azucena le iba a liberar? en cuanto compruebe que él para mi tía Azucena tan solo es uno más, acudirá a mí en busca de consuelo.
#153
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06/11/2010 19:19
Manuela: de verdad piensas que va a ser tan fácil atraer a Diego hacia a ti? Esmeralda, soy tu madre, no quiero que sufras, pero a Diego tampoco le interesabas antes de que existiera algo entre Azucena y él, Diego no está contigo por Azucena, no está contigo porque no quiere estarlo y punto.
Esmeralda: eso solo es por el momento mamá, ya verás cuando pasé los días, y esté encerrado en las mazmorras sin compañía, sabiendo que Azucena ha pasado olímpicamente de él, entonces veremos si Diego le sigue yendo detrás.
Manuela: y a ti quién te ha dicho que Diego ha pasado esta noche a solas en las mazmorras? puede que Azucena no le haya liberado de la celda ¿pero que pasa de él? ojala fuera cierto.
Esmeralda: qué me estás queriendo decir mamá?
Entre tanto, Azucena también estaba en la biblioteca, mirando los libros de las estanterías.
Azucena se acercó a una pared llena de libros de cuentos infantiles, descolgó un cuadro que había de unos molinos de viento y al instante la pared se giró dejando ver otros libros a la vista, en la pared había un clavo sin cuadro y en letras de oro ponía sobre los ladrillos.
biografía de los estudiantes antepasados del internado valle seco
Azucena cogió un libro, lo hojeó.
Volvió a colocar el cuadro, la pared se volvió a dar la vuelta, mostrando nuevamente los cuentos infantiles y el cuadro de los molinos, se pasó por una ranura al mismo tiempo que la pared se giraba quedándose perfectamente colgado sobre los cuentos infantiles.
Azucena tenía alrededor de todo el cabello un pañuelo cubriéndoselo.
Mientras, Manuela seguía la conversación con una de sus hijas.
Esmeralda: qué me estás queriendo decir mamá?
Manuela: mira a tu tía-dijo ella señalándosela-¿no te parece un poco sospechoso que se tapé el cabello con ese pañuelo?
Esmeralda: no te entiendo.
Manuela: en las mazmorras hay barro, y no es un barro común, solo se marcha con un jabón especial que solo está en los baños de las mazmorras, con cualquier otro jabón no se marcha hasta el aclarado nº 100.
Esmeralda: no! no puede ser!
Manuela: compruébalo tú misma.
Esmeralda se levantó de la silla y fue a ver a su tía. En cuanto se acercó hasta ella sin decirle ni una palabra, le quitó el pañuelo que le cubría la cabeza.
Esmeralda vio entonces como su cabello estaba despeinado y lleno de barro.
Esmeralda tiró el pañuelo al suelo, le dio una bofetada a Azucena y se marchó de allí llorando.
Manuela: y tú qué Azucena? no tienes nada que decir? el encierro de Diego es temporal, ya solo le faltan dos días más para que salga de la celda, sino ibas a liberarle, por lo menos podías haber sido un poco más paciente y haber esperado que él mismo en cuanto fuera libre, acudiera a tu habitación.
Azucena: no podía hacer eso Manuela, si lo hubiera hecho Diego hubiera creído que no es importante para mí y no quiero que piense algo que no es verdad.
Manuela: claro, tú solo miras por ti, como no, como siempre, y tu sobrina Esmeralda mientras tanto que sufra, verdad? si quieres estar con Diego, estate con él, pero intenta mantener las distancias para que a Esmeralda no le coja un ataque de nervios.
Azucena: la verdad, no entiendo cuál es el problema, Diego está libre, yo también, Esmeralda puede encontrar a otro, yo no estoy obligando a Diego a estar conmigo.
Manuela: no claro, ¿no te das cuenta que esta relación de Diego y tú no puede terminar bien? que él solo es un chico de 16 años! y está retenido en un colegio donde se entrena a soldados especializados para matar a personas, solo por ti. Tú ya le has alejado de su madre, ¿hasta cuanto va a seguir esta locura Azucena?
Azucena se apoyó contra los estantes de las librerías un poco contrariada y agitada por las palabras de su hermana mayor.
Manuela salió de la biblioteca yendo detrás de Esmeralda. Esmeralda había llegado a la habitación de sus padres, y Manuela al entrar la vio llorando abrazada a su padre, Fabián Amadeo.
Fabián le dio un beso en la frente a su hija Esmeralda.
Esmeralda: mamá lo tengo decidido, lo he hablado con papá y no está de acuerdo, pero voy a ir al internado aureola a hablar con Jessica.
Manuela: con Jessica Marremo? la madre de Diego? y que quieres conseguir con eso?
Esmeralda: no lo sé, que ella venga a buscarle y se lo llevé, Jessica tiene que saber lo que está haciendo Diego en este internado.
Manuela: por favor, ¿que Jessica se llevé a Diego de aquí? Diego ya no tiene 5 años, no se va a ir de este internado solo porque se lo obligue su madre.
Esmeralda: da igual, de todas maneras voy a ir al internado aureola a hablar con Jessica, es mejor eso que quedarme aquí de brazos cruzados viendo como mi tía le come la boca todos los días a Diego.
Manuela: bueno, ya está bien! Esmeralda tú no puedes ir al internado aureola, eres una miembro de la organización secreta del crimen, si alguien te ve y te reconoce, te matara.
Esmeralda: no me verá nadie, tendré mucho cuidado, lo juró.
Fabián: será mejor que te quedes aquí hija, tu madre tiene razón, Jessica podía reconocerte y avisarle al director de tu presencia, en menos de 2 minutos tu cadáver descansaría en las cámaras frigoríficas de los pasadizos del internado aureola.
Esmeralda: me da igual lo que digáis! voy a ir! está decidido!
Manuela: por qué? solo por Diego vas a arriesgar tu vida y ponerla en peligro? de verdad vale la pena hacer eso solo por él?
Esmeralda asintió con la cabeza.
Manuela: pero que tiene ese chico a ver? yo no lo entiendo! vale, el chico es guapo, no está mal, pero... en tu clase hay como 8 chicos más ¿por qué no te olvidas de Diego e intentas enamorarte de otro?
Esmeralda: no! Diego es el hombre perfecto para mí! y lo va a ser aunque él no quiera!
Esmeralda se marchó de la habitación de sus padres dando un portazo tras ella.
Manuela miró a su marido Fabián y le dijo.
Manuela: que cruz con Esmeralda! la verdad yo pensaba que una vez que creciera ya se terminarían los problemas con ella! yo ya no sé que decirle para hacerle entender que Diego nunca se va a fijar en ella, y mucho menos ahora, que mantiene una relación con Azucena.
Fabián: hay que tener paciencia Manuela, no te adelantes a los acontecimientos, lo que tenga que pasar, pasará.
Esmeralda: no lo sé Fabián, no lo sé, a mí me da la sensación que Esmeralda no va a conseguir olvidarse nunca de Diego, Esmeralda siempre ha ido detrás de él, incluso cuando eran niños, ¿ya no te acuerdas?
flash-back
10 años atrás.
Cuando Diego y Esmeralda tenían 6 años.
Diego (con el uniforme negro y gris)estaba sentado en las escaleras centrales del internado.
Todos los niños de 6 años estaban en el hall con la profesora de infancia.
profesora: a ver, dibujar todos, lo que más os guste de lo que veis en esta habitación ahora mismo.
Todos sacaron sus blocs de dibujo y se pusieron a dibujar.
Esmeralda de 6 años dibujó a Diego en su bloc de dibujo y se acercó a las escaleras a enseñárselo a él.
Esmeralda: toma, ¿te gusta?
Diego: estoy dibujando, no pongas basura encima de mi dibujo.
Esmeralda: no es basura, es mi dibujo ¿te gusta?
Diego: estoy dibujando, la profesora ha dicho que dibujemos, no que hablemos.
Esmeralda: Diego ¿ te gusta el dibujo?
Esmeralda: eso solo es por el momento mamá, ya verás cuando pasé los días, y esté encerrado en las mazmorras sin compañía, sabiendo que Azucena ha pasado olímpicamente de él, entonces veremos si Diego le sigue yendo detrás.
Manuela: y a ti quién te ha dicho que Diego ha pasado esta noche a solas en las mazmorras? puede que Azucena no le haya liberado de la celda ¿pero que pasa de él? ojala fuera cierto.
Esmeralda: qué me estás queriendo decir mamá?
Entre tanto, Azucena también estaba en la biblioteca, mirando los libros de las estanterías.
Azucena se acercó a una pared llena de libros de cuentos infantiles, descolgó un cuadro que había de unos molinos de viento y al instante la pared se giró dejando ver otros libros a la vista, en la pared había un clavo sin cuadro y en letras de oro ponía sobre los ladrillos.
biografía de los estudiantes antepasados del internado valle seco
Azucena cogió un libro, lo hojeó.
Volvió a colocar el cuadro, la pared se volvió a dar la vuelta, mostrando nuevamente los cuentos infantiles y el cuadro de los molinos, se pasó por una ranura al mismo tiempo que la pared se giraba quedándose perfectamente colgado sobre los cuentos infantiles.
Azucena tenía alrededor de todo el cabello un pañuelo cubriéndoselo.
Mientras, Manuela seguía la conversación con una de sus hijas.
Esmeralda: qué me estás queriendo decir mamá?
Manuela: mira a tu tía-dijo ella señalándosela-¿no te parece un poco sospechoso que se tapé el cabello con ese pañuelo?
Esmeralda: no te entiendo.
Manuela: en las mazmorras hay barro, y no es un barro común, solo se marcha con un jabón especial que solo está en los baños de las mazmorras, con cualquier otro jabón no se marcha hasta el aclarado nº 100.
Esmeralda: no! no puede ser!
Manuela: compruébalo tú misma.
Esmeralda se levantó de la silla y fue a ver a su tía. En cuanto se acercó hasta ella sin decirle ni una palabra, le quitó el pañuelo que le cubría la cabeza.
Esmeralda vio entonces como su cabello estaba despeinado y lleno de barro.
Esmeralda tiró el pañuelo al suelo, le dio una bofetada a Azucena y se marchó de allí llorando.
Manuela: y tú qué Azucena? no tienes nada que decir? el encierro de Diego es temporal, ya solo le faltan dos días más para que salga de la celda, sino ibas a liberarle, por lo menos podías haber sido un poco más paciente y haber esperado que él mismo en cuanto fuera libre, acudiera a tu habitación.
Azucena: no podía hacer eso Manuela, si lo hubiera hecho Diego hubiera creído que no es importante para mí y no quiero que piense algo que no es verdad.
Manuela: claro, tú solo miras por ti, como no, como siempre, y tu sobrina Esmeralda mientras tanto que sufra, verdad? si quieres estar con Diego, estate con él, pero intenta mantener las distancias para que a Esmeralda no le coja un ataque de nervios.
Azucena: la verdad, no entiendo cuál es el problema, Diego está libre, yo también, Esmeralda puede encontrar a otro, yo no estoy obligando a Diego a estar conmigo.
Manuela: no claro, ¿no te das cuenta que esta relación de Diego y tú no puede terminar bien? que él solo es un chico de 16 años! y está retenido en un colegio donde se entrena a soldados especializados para matar a personas, solo por ti. Tú ya le has alejado de su madre, ¿hasta cuanto va a seguir esta locura Azucena?
Azucena se apoyó contra los estantes de las librerías un poco contrariada y agitada por las palabras de su hermana mayor.
Manuela salió de la biblioteca yendo detrás de Esmeralda. Esmeralda había llegado a la habitación de sus padres, y Manuela al entrar la vio llorando abrazada a su padre, Fabián Amadeo.
Fabián le dio un beso en la frente a su hija Esmeralda.
Esmeralda: mamá lo tengo decidido, lo he hablado con papá y no está de acuerdo, pero voy a ir al internado aureola a hablar con Jessica.
Manuela: con Jessica Marremo? la madre de Diego? y que quieres conseguir con eso?
Esmeralda: no lo sé, que ella venga a buscarle y se lo llevé, Jessica tiene que saber lo que está haciendo Diego en este internado.
Manuela: por favor, ¿que Jessica se llevé a Diego de aquí? Diego ya no tiene 5 años, no se va a ir de este internado solo porque se lo obligue su madre.
Esmeralda: da igual, de todas maneras voy a ir al internado aureola a hablar con Jessica, es mejor eso que quedarme aquí de brazos cruzados viendo como mi tía le come la boca todos los días a Diego.
Manuela: bueno, ya está bien! Esmeralda tú no puedes ir al internado aureola, eres una miembro de la organización secreta del crimen, si alguien te ve y te reconoce, te matara.
Esmeralda: no me verá nadie, tendré mucho cuidado, lo juró.
Fabián: será mejor que te quedes aquí hija, tu madre tiene razón, Jessica podía reconocerte y avisarle al director de tu presencia, en menos de 2 minutos tu cadáver descansaría en las cámaras frigoríficas de los pasadizos del internado aureola.
Esmeralda: me da igual lo que digáis! voy a ir! está decidido!
Manuela: por qué? solo por Diego vas a arriesgar tu vida y ponerla en peligro? de verdad vale la pena hacer eso solo por él?
Esmeralda asintió con la cabeza.
Manuela: pero que tiene ese chico a ver? yo no lo entiendo! vale, el chico es guapo, no está mal, pero... en tu clase hay como 8 chicos más ¿por qué no te olvidas de Diego e intentas enamorarte de otro?
Esmeralda: no! Diego es el hombre perfecto para mí! y lo va a ser aunque él no quiera!
Esmeralda se marchó de la habitación de sus padres dando un portazo tras ella.
Manuela miró a su marido Fabián y le dijo.
Manuela: que cruz con Esmeralda! la verdad yo pensaba que una vez que creciera ya se terminarían los problemas con ella! yo ya no sé que decirle para hacerle entender que Diego nunca se va a fijar en ella, y mucho menos ahora, que mantiene una relación con Azucena.
Fabián: hay que tener paciencia Manuela, no te adelantes a los acontecimientos, lo que tenga que pasar, pasará.
Esmeralda: no lo sé Fabián, no lo sé, a mí me da la sensación que Esmeralda no va a conseguir olvidarse nunca de Diego, Esmeralda siempre ha ido detrás de él, incluso cuando eran niños, ¿ya no te acuerdas?
flash-back
10 años atrás.
Cuando Diego y Esmeralda tenían 6 años.
Diego (con el uniforme negro y gris)estaba sentado en las escaleras centrales del internado.
Todos los niños de 6 años estaban en el hall con la profesora de infancia.
profesora: a ver, dibujar todos, lo que más os guste de lo que veis en esta habitación ahora mismo.
Todos sacaron sus blocs de dibujo y se pusieron a dibujar.
Esmeralda de 6 años dibujó a Diego en su bloc de dibujo y se acercó a las escaleras a enseñárselo a él.
Esmeralda: toma, ¿te gusta?
Diego: estoy dibujando, no pongas basura encima de mi dibujo.
Esmeralda: no es basura, es mi dibujo ¿te gusta?
Diego: estoy dibujando, la profesora ha dicho que dibujemos, no que hablemos.
Esmeralda: Diego ¿ te gusta el dibujo?
#154
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06/11/2010 19:20
Diego: estoy dibujando, hasta que no termine mi dibujo no voy a hablar con nadie.
Esmeralda: Diego he hecho este dibujo para ti ¿te gusta?
Diego: no, ¡es horrible!-dijo Diego arrugando la hoja de papel y tirándola al suelo.
Esmeralda: Diego! mi dibujo!
Esmeralda se puso a llorar.
Diego: Esmeralda, no llores, te pido perdón, ¿qué habías dibujado?
Esmeralda dejó de llorar mirándole.
Diego: yo... te volveré a hacer el dibujo y mejor hecho, ¿qué habías dibujado?
Esmeralda: a ti.
Diego: a mí?
Esmeralda le afirmó con la cabeza.
Diego: la profesora no nos ha mandado dibujar a nuestros amigos, nos ha mandado dibujar lo más nos guste de esta habitación.
Esmeralda: sí, y por eso te he dibujado a ti, porque tú eres lo que más me gusta de esta habitación.
Diego: pues no será porque no hay cosas más bonitas en la habitación, está el jarrón de girasoles, la chimenea, el reloj con péndulo, la estatua de piedra de ese perro tan grandote y...
Esmeralda: y tú?
Esmeralda le dio un beso en la mejilla a Diego.
Esmeralda: Diego, a ti te gustaría tener novia?
Diego: si algún día yo tengo una novia, quiero que sea la más guapa de todo el mundo, y no alguien como tú.
Esmeralda: no crees que yo sea guapa?
Diego: yo no perdería nunca mi tiempo en dibujarte a ti.
Diego se levantó, cogió el papel arrugado del suelo (el dibujo de Esmeralda que el mismo había arrugado y tirado al suelo) se acercó a la chimenea, y lo tiró al fuego.
Esmeralda: Diego no! eres malo! lo había hecho para ti!
Diego le sacó la lengua a Esmeralda.
Diego: lárgate de mi vista niña piojosa!
Y Esmeralda, subió las escaleras llorando, encontrándose con su madre Manuela, quién la cogió en brazos sin saber a que venían esos lloros, y se la llevó con ella a la habitación.
fin del flash-back.
Esmeralda se marchó por la puerta del internado valle seco, caminó durante un largo rato, hasta que llegó al internado aureola casi al anochecer, Esmeralda entró por la ventana a una habitación vacía.
Esmeralda abrió el armario donde había ropa colgada, encontró un uniforme amarillo con el escudo del águila negra con las alas extendidas, sujetando una copa azul junto a un estrella blanca, con la faldita ocre de chica, y se lo puso quitándose el uniforme negro y gris de la organización secreta del crimen, y escondiéndolo bajo el colchón de una de las camas de ese cuarto.
Al salir del cuarto fue paseando por los pasillos con mucho cuidado que no la viera ningún alumno que pudiera reconocerle como miembro de la organización secreta del crimen.
Esmeralda llegó hasta la puerta de un cuarto, leyó los nombres de los alumnos que dormían en cada uno de los cuartos, casi todos eran nombres desconocidos para ella, después de todo en el internado aureola no había tantos ex-estudiantes del internado valle seco, como ella había creído en un principio.
Esmeralda se quedó atónita en cuanto leyó el nombre de uno de aquellos alumnos, en uno de los carteles al lado de una puerta de un cuarto: Manuel Lomo Almo.
Esmeralda: claro, debí habérmelo imaginado, si Manuel ha desaparecido tanto tiempo de nuestro internado, era porque había ido en busca de su madre. Y su padre Álvaro buscándolo en todo este tiempo, ya verás cuando sepa que sigue con vida siendo estudiante de la organización secreta de la justicia, la misma organización por la que le abandonó su mujer hace 5 años.
Esmeralda siguió caminando y llegó hasta las puertas de la sala de reuniones donde los miembros más importantes de la organización secreta de la justicia se reunían para tramar sus planes y estrategias contra sus enemigos.
Hasta ahora los que residían la mesa presidencial en esas reuniones y hablaban llevando la voz cantante, habían sido siempre. Alfonso Metro y sus dos hijas Tamara (la mayor) y Delfina (la pequeña), Nuria Destino, Julia Almo y Germán Puertas.
Pero Delfina estaba fallecida, y Alfonso Metro y Tamara ahora eran miembros de la organización rival.
Esmeralda: Diego he hecho este dibujo para ti ¿te gusta?
Diego: no, ¡es horrible!-dijo Diego arrugando la hoja de papel y tirándola al suelo.
Esmeralda: Diego! mi dibujo!
Esmeralda se puso a llorar.
Diego: Esmeralda, no llores, te pido perdón, ¿qué habías dibujado?
Esmeralda dejó de llorar mirándole.
Diego: yo... te volveré a hacer el dibujo y mejor hecho, ¿qué habías dibujado?
Esmeralda: a ti.
Diego: a mí?
Esmeralda le afirmó con la cabeza.
Diego: la profesora no nos ha mandado dibujar a nuestros amigos, nos ha mandado dibujar lo más nos guste de esta habitación.
Esmeralda: sí, y por eso te he dibujado a ti, porque tú eres lo que más me gusta de esta habitación.
Diego: pues no será porque no hay cosas más bonitas en la habitación, está el jarrón de girasoles, la chimenea, el reloj con péndulo, la estatua de piedra de ese perro tan grandote y...
Esmeralda: y tú?
Esmeralda le dio un beso en la mejilla a Diego.
Esmeralda: Diego, a ti te gustaría tener novia?
Diego: si algún día yo tengo una novia, quiero que sea la más guapa de todo el mundo, y no alguien como tú.
Esmeralda: no crees que yo sea guapa?
Diego: yo no perdería nunca mi tiempo en dibujarte a ti.
Diego se levantó, cogió el papel arrugado del suelo (el dibujo de Esmeralda que el mismo había arrugado y tirado al suelo) se acercó a la chimenea, y lo tiró al fuego.
Esmeralda: Diego no! eres malo! lo había hecho para ti!
Diego le sacó la lengua a Esmeralda.
Diego: lárgate de mi vista niña piojosa!
Y Esmeralda, subió las escaleras llorando, encontrándose con su madre Manuela, quién la cogió en brazos sin saber a que venían esos lloros, y se la llevó con ella a la habitación.
fin del flash-back.
Esmeralda se marchó por la puerta del internado valle seco, caminó durante un largo rato, hasta que llegó al internado aureola casi al anochecer, Esmeralda entró por la ventana a una habitación vacía.
Esmeralda abrió el armario donde había ropa colgada, encontró un uniforme amarillo con el escudo del águila negra con las alas extendidas, sujetando una copa azul junto a un estrella blanca, con la faldita ocre de chica, y se lo puso quitándose el uniforme negro y gris de la organización secreta del crimen, y escondiéndolo bajo el colchón de una de las camas de ese cuarto.
Al salir del cuarto fue paseando por los pasillos con mucho cuidado que no la viera ningún alumno que pudiera reconocerle como miembro de la organización secreta del crimen.
Esmeralda llegó hasta la puerta de un cuarto, leyó los nombres de los alumnos que dormían en cada uno de los cuartos, casi todos eran nombres desconocidos para ella, después de todo en el internado aureola no había tantos ex-estudiantes del internado valle seco, como ella había creído en un principio.
Esmeralda se quedó atónita en cuanto leyó el nombre de uno de aquellos alumnos, en uno de los carteles al lado de una puerta de un cuarto: Manuel Lomo Almo.
Esmeralda: claro, debí habérmelo imaginado, si Manuel ha desaparecido tanto tiempo de nuestro internado, era porque había ido en busca de su madre. Y su padre Álvaro buscándolo en todo este tiempo, ya verás cuando sepa que sigue con vida siendo estudiante de la organización secreta de la justicia, la misma organización por la que le abandonó su mujer hace 5 años.
Esmeralda siguió caminando y llegó hasta las puertas de la sala de reuniones donde los miembros más importantes de la organización secreta de la justicia se reunían para tramar sus planes y estrategias contra sus enemigos.
Hasta ahora los que residían la mesa presidencial en esas reuniones y hablaban llevando la voz cantante, habían sido siempre. Alfonso Metro y sus dos hijas Tamara (la mayor) y Delfina (la pequeña), Nuria Destino, Julia Almo y Germán Puertas.
Pero Delfina estaba fallecida, y Alfonso Metro y Tamara ahora eran miembros de la organización rival.
#155
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06/11/2010 19:21
Germán Puertas: sé que muy recientemente hemos perdido a uno de los socios más importantes de gran peso para esta organización, Alfonso Metro. Alfonso se ha pasado al bando enemigo, pero a pesar de su pérdida debemos seguir con nuestra lucha en busca de la justicia y la paz, con esfuerzo nuestro trabajo será recompensado con el tiempo.
Esmeralda escuchó toda la conversación desde el principio de todas las personas de aquella reunión.
Julia Almo: como dijimos en la pasada reunión normalmente en las misiones suelen participar profesores, alumnos de bachillerato y socios adultos pero solo por ésta vez sin que sirva de precedente utilizaremos también a menores por su poder de invisibilidad, gracias a la fórmula inyectada cuando cumplieron los 2 años de edad. Todos tendremos este colgante puesto, que construye un campo de fuerza alrededor de nuestro cuerpo en el cuál rebotara y nos protegerá de la superfuerza de cualquier niño que nos quiera atacar. Para entrar en el internado valle seco por sorpresa, utilizaremos esta maqueta de madera del colegio, Germán le ha hecho modificaciones en los laboratorios.
Nuria Destino: todo lo que pasa en el interior de esta maqueta sucede en el interior del verdadero internado valle seco. Si se aprieta el botón rojo se ven todas las personas que hay como si fuera un televisor en ese momento en el internado valle seco.
Alguien levantó la mano en la reunión.
-utilizaremos cinturones teletrasportadores para entrar dentro del internado valle seco?
Germán Puertas: no hará falta-Germán deposito muñecos de yeso sobre la mesa sacándolos de una pequeña bolsita de plástico-los cinturones teletrasportadores es un invento muy útil pero se requiere monedas de 1€ para que funcionen y si alguno de nuestros enemigos cambian su posición, podía ser peligroso, por eso usaremos estos muñecos. Los muñecos representan a cada uno de nosotros, en cuanto pongamos un muñeco con nuestra cara dentro de la maqueta la persona aparecerá así sin más dentro del verdadero internado y cuando alguien lo quite, desaparecerá, será como jugar una partida de ajedrez, yo estaré colocando los muñecos desde mi despacho. La emboscada se llevara a cabo al alba, todo el mundo que limpie sus armas y las cargue con balas suficientes. Y ya sabéis quiero a Azucena Terrón sin un solo rasguño. Reunión terminada.
Todos los presentes a esa reunión salieron de la sala, Esmeralda tras la puerta, sin ser vista, se había enterado de todo, en cuanto tuvo oportunidad, volvió a la habitación en donde había escondido su verdadero uniforme, se lo volvió a cambiar sacándolo de debajo del colchón y colgando el uniforme amarillo y ocre en la percha del armario, y se largó sin ser vista por la misma ventana por la que había entrado.
Esmeralda llegó al internado valle seco.
En el despacho de Jorge estaban presentes todos los profesores: Fabián Amadeo, (profesor de psicología e hipnosis), Azucena Terrón(profesora de artes marciales), Manuela Terrón (profesora de manejo de armas), Álvaro Lomo (profesor de creación de venenos), Francisco Sixto (profesor de seducción), y los profesores restantes de lectura de lenguaje corporal, mentira y engaño y secuestro y extorsión.
Jorge: ¿estamos todos? muy bien, Esmeralda, explica en alto que te oigan todos los profesores todo lo que has oído en la sala de reuniones del internado aureola.
Esmeralda: llevaran a cabo la emboscada secreta a este internado mañana al alba, usaran a menores con poder de invisibilidad, y unos colgantes que crean campos de fuerza alrededor de la persona que lo lleva puesto, para que los niños con superfuerza estudiantes de este internado no les puedan tocar ni hacer daño, tienen una maqueta de madera de este internado, todo lo que suceda en esa maqueta, pasara en el internado real, tienen muñecos de yeso de todos los soldados de la organización secreta de la justicia, Germán estará en su despacho moviendo los muñecos de un lado para otro, y las personas de carne y hueso aparecerán en este internado al mismo tiempo que los muñecos en la maqueta. Lo tienen todo muy calculado y muy bien planeado para que el plan no falle.
Jorge aplaudió tras la explicación de Esmeralda.
Jorge: muy bien, con lo que no cuenta mi hermano, es que nosotros sabemos cuando va a ser esa emboscada y estaremos preparados. Coger todos un chaleco antibalas.
Jorge repartió los chalecos a todos los profesores presentes, menos a Azucena.
Azucena: eh? qué pasa? a mi no me das uno?
Jorge: tú no lo necesitas, Germán ha dado órdenes explicitas a todos sus soldados de que disparen contra todos los miembros de la organización secreta del crimen, menos a los menores de 12 años y a ti. Esto no es solo una emboscada para aniquilar a todos los estudiantes del internado valle seco, también es una operación de secuestro o rescate Express sobre ti, Germán espera que sus soldados te lleven antes él sana y salva.
Manuela en cuanto tuvo el chaleco antibalas en sus manos salió del despacho, pero Jorge la llamó.
Jorge: Manuela ¿donde vas?
Manuela: a liberar a Diego de su celda de las mazmorras, es el mejor disparador de todos los que tenemos, lo necesitamos libre para combatir en la emboscada.
Jorge: estoy de acuerdo, pero mañana se cumple su condena y la emboscada no será hasta mañana, se le liberara mañana.
Manuela: la hora a la que se cumple su condena es mañana a las 11 de la noche, y la emboscada se llevara a cabo al alba, es demasiado arriesgado, cuando amanezca esto estará lleno de soldados de la organización de la justicia, ya no habrá tiempo para bajar a las mazmorras a liberarlo, es mejor que lo liberemos ahora mismo.
Jorge: está bien, no suelo reducir la pena de condena a nadie pero esto es una cuestión de emergencia, ves a liberar a Diego, dile que se cambié de ropa y se duché, y que venga a hablar conmigo después.
Manuela: de acuerdo.
Jorge: espera, toma esta botella de jabón, es el mismo que usan en las mazmorras, dáselo a Diego para que se le marché todo el barro de su cuerpo y cabello.
Manuela cogió la botella de jabón, le guiñó el ojo a su hermana Azucena, y Azucena le devolvió el guiño.
Jorge se acercó al micrófono para que su voz se oyera a través de los altavoces en todo el internado.
Jorge: pido que acudan todos los alumnos de todos los cursos a la sala de conferencias, es urgente.
Jorge miró de nuevo a todos los profesores.
Jorge: en la sala de conferencias les repartiré a todos los alumnos el resto de chalecos antibalas.
Los profesores se empezaron a levantar para salir por la puerta del despacho, cuando Jorge habló.
Jorge: ah! una última cosa más, Álvaro, Esmeralda ha conseguido hallar con el paradero de tus hijos. Según cuenta leyó el nombre de Manuel en uno de los carteles al lado de la puerta de una de las habitaciones de los mayores, tal como sospechábamos, al escaparse de aquí se unieron con su madre al internado aureola.
Álvaro: lo sabía, lo sabía, Manuel siempre ha tenido predilección por su made antes que por mí, era evidente que intentaría llegar hasta ella con sus hermanos Aníbal y Alberto en cuanto tuviese oportunidad.
Esmeralda escuchó toda la conversación desde el principio de todas las personas de aquella reunión.
Julia Almo: como dijimos en la pasada reunión normalmente en las misiones suelen participar profesores, alumnos de bachillerato y socios adultos pero solo por ésta vez sin que sirva de precedente utilizaremos también a menores por su poder de invisibilidad, gracias a la fórmula inyectada cuando cumplieron los 2 años de edad. Todos tendremos este colgante puesto, que construye un campo de fuerza alrededor de nuestro cuerpo en el cuál rebotara y nos protegerá de la superfuerza de cualquier niño que nos quiera atacar. Para entrar en el internado valle seco por sorpresa, utilizaremos esta maqueta de madera del colegio, Germán le ha hecho modificaciones en los laboratorios.
Nuria Destino: todo lo que pasa en el interior de esta maqueta sucede en el interior del verdadero internado valle seco. Si se aprieta el botón rojo se ven todas las personas que hay como si fuera un televisor en ese momento en el internado valle seco.
Alguien levantó la mano en la reunión.
-utilizaremos cinturones teletrasportadores para entrar dentro del internado valle seco?
Germán Puertas: no hará falta-Germán deposito muñecos de yeso sobre la mesa sacándolos de una pequeña bolsita de plástico-los cinturones teletrasportadores es un invento muy útil pero se requiere monedas de 1€ para que funcionen y si alguno de nuestros enemigos cambian su posición, podía ser peligroso, por eso usaremos estos muñecos. Los muñecos representan a cada uno de nosotros, en cuanto pongamos un muñeco con nuestra cara dentro de la maqueta la persona aparecerá así sin más dentro del verdadero internado y cuando alguien lo quite, desaparecerá, será como jugar una partida de ajedrez, yo estaré colocando los muñecos desde mi despacho. La emboscada se llevara a cabo al alba, todo el mundo que limpie sus armas y las cargue con balas suficientes. Y ya sabéis quiero a Azucena Terrón sin un solo rasguño. Reunión terminada.
Todos los presentes a esa reunión salieron de la sala, Esmeralda tras la puerta, sin ser vista, se había enterado de todo, en cuanto tuvo oportunidad, volvió a la habitación en donde había escondido su verdadero uniforme, se lo volvió a cambiar sacándolo de debajo del colchón y colgando el uniforme amarillo y ocre en la percha del armario, y se largó sin ser vista por la misma ventana por la que había entrado.
Esmeralda llegó al internado valle seco.
En el despacho de Jorge estaban presentes todos los profesores: Fabián Amadeo, (profesor de psicología e hipnosis), Azucena Terrón(profesora de artes marciales), Manuela Terrón (profesora de manejo de armas), Álvaro Lomo (profesor de creación de venenos), Francisco Sixto (profesor de seducción), y los profesores restantes de lectura de lenguaje corporal, mentira y engaño y secuestro y extorsión.
Jorge: ¿estamos todos? muy bien, Esmeralda, explica en alto que te oigan todos los profesores todo lo que has oído en la sala de reuniones del internado aureola.
Esmeralda: llevaran a cabo la emboscada secreta a este internado mañana al alba, usaran a menores con poder de invisibilidad, y unos colgantes que crean campos de fuerza alrededor de la persona que lo lleva puesto, para que los niños con superfuerza estudiantes de este internado no les puedan tocar ni hacer daño, tienen una maqueta de madera de este internado, todo lo que suceda en esa maqueta, pasara en el internado real, tienen muñecos de yeso de todos los soldados de la organización secreta de la justicia, Germán estará en su despacho moviendo los muñecos de un lado para otro, y las personas de carne y hueso aparecerán en este internado al mismo tiempo que los muñecos en la maqueta. Lo tienen todo muy calculado y muy bien planeado para que el plan no falle.
Jorge aplaudió tras la explicación de Esmeralda.
Jorge: muy bien, con lo que no cuenta mi hermano, es que nosotros sabemos cuando va a ser esa emboscada y estaremos preparados. Coger todos un chaleco antibalas.
Jorge repartió los chalecos a todos los profesores presentes, menos a Azucena.
Azucena: eh? qué pasa? a mi no me das uno?
Jorge: tú no lo necesitas, Germán ha dado órdenes explicitas a todos sus soldados de que disparen contra todos los miembros de la organización secreta del crimen, menos a los menores de 12 años y a ti. Esto no es solo una emboscada para aniquilar a todos los estudiantes del internado valle seco, también es una operación de secuestro o rescate Express sobre ti, Germán espera que sus soldados te lleven antes él sana y salva.
Manuela en cuanto tuvo el chaleco antibalas en sus manos salió del despacho, pero Jorge la llamó.
Jorge: Manuela ¿donde vas?
Manuela: a liberar a Diego de su celda de las mazmorras, es el mejor disparador de todos los que tenemos, lo necesitamos libre para combatir en la emboscada.
Jorge: estoy de acuerdo, pero mañana se cumple su condena y la emboscada no será hasta mañana, se le liberara mañana.
Manuela: la hora a la que se cumple su condena es mañana a las 11 de la noche, y la emboscada se llevara a cabo al alba, es demasiado arriesgado, cuando amanezca esto estará lleno de soldados de la organización de la justicia, ya no habrá tiempo para bajar a las mazmorras a liberarlo, es mejor que lo liberemos ahora mismo.
Jorge: está bien, no suelo reducir la pena de condena a nadie pero esto es una cuestión de emergencia, ves a liberar a Diego, dile que se cambié de ropa y se duché, y que venga a hablar conmigo después.
Manuela: de acuerdo.
Jorge: espera, toma esta botella de jabón, es el mismo que usan en las mazmorras, dáselo a Diego para que se le marché todo el barro de su cuerpo y cabello.
Manuela cogió la botella de jabón, le guiñó el ojo a su hermana Azucena, y Azucena le devolvió el guiño.
Jorge se acercó al micrófono para que su voz se oyera a través de los altavoces en todo el internado.
Jorge: pido que acudan todos los alumnos de todos los cursos a la sala de conferencias, es urgente.
Jorge miró de nuevo a todos los profesores.
Jorge: en la sala de conferencias les repartiré a todos los alumnos el resto de chalecos antibalas.
Los profesores se empezaron a levantar para salir por la puerta del despacho, cuando Jorge habló.
Jorge: ah! una última cosa más, Álvaro, Esmeralda ha conseguido hallar con el paradero de tus hijos. Según cuenta leyó el nombre de Manuel en uno de los carteles al lado de la puerta de una de las habitaciones de los mayores, tal como sospechábamos, al escaparse de aquí se unieron con su madre al internado aureola.
Álvaro: lo sabía, lo sabía, Manuel siempre ha tenido predilección por su made antes que por mí, era evidente que intentaría llegar hasta ella con sus hermanos Aníbal y Alberto en cuanto tuviese oportunidad.
#156
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06/11/2010 19:22
Jorge: Álvaro, no sé si tu hijo participara en la misión de mañana, los pequeños seguro que no, no tienen poder de invisibilidad y la organización de la justicia no suelen poner en peligro a niños menores de 12 años, pero Manuel, puede participar o también puede ser que se quede en el internado aureola entrenándose y preparándose mejor.
Álvaro: ojala hubiera alguna forma de volver a tener a mis 3 hijos conmigo, Julia, mi mujer, es demasiada buena influencia para ellos.
Jorge: marcharos a descansar y a limpiar vuestras armas, mañana será un gran día.
Todos los profesores salieron del despacho.
Fabián sin darse cuenta, se dejó olvidado el chaleco antibalas en el asiento que había estado ocupando durante todo el rato en él que había estado presente en el despacho de Jorge, junto a todos sus compañeros de trabajo.
Tiempo después, Jorge estaba dentro de la sala de conferencias, repartiendo chalecos antibalas a todos los alumnos entre 13 y 17 años. Y al resto de 6 años a 12, pistolas y rifles.
Dos alumnos con el uniforme negro y gris de la organización, de curso superior, ayudaban a Jorge en el reparto.
Jorge se acercó a ellos, y les susurró al oído.
Jorge: acordaros, solo daremos la protección de los chalecos antibalas a los adultos, ya que son soldados con años de experiencia y su pérdida sería más valorada para esta organización que si se muriese un menor.
Minutos después, Jorge estaba de nuevo en su despacho, la puerta se abrió y en él entró Diego, ya no llevaba puesta la túnica marrón polvorienta y cubierta de barro que llevaba en las mazmorras, ahora llevaba de nuevo el uniforme negro y gris del colegio y estaba completamente aseado y limpio de barro.
Diego: Manuela me ha dicho que me estabas buscando, al sacarme de la celda de las mazmorras.
Jorge: así es, veo que ya te has cambiado de ropa y duchado. ¿te ha contado Manuela lo de la emboscada de mañana?
Diego: sí, me lo ha contado absolutamente todo, detalle por detalle.
Jorge: me alegro de que estés tan bien informado, supongo que mañana podemos contar con tu colaboración en la emboscada de la organización secreta de la justicia.
Diego: claro que sí, soy el mejor disparador de todo el colegio, y aún sigo siendo un miembro de esta organización.
Jorge: estupendo, entonces mañana contamos contigo, toma, tu chaleco antibalas.
Diego cogió el chaleco que Jorge le entregó.
Jorge: por cierto ¿qué tal ha ido tu excursión de dos días y medio por las mazmorras? ¿te ha gustado la experiencia?
Diego: no ha estado mal ¿por qué?
Jorge: supongo que ahora que sabes que es lo que es estar en las mazmorras, te pensarás mejor la idea de seguir tu relación con Azucena, como has visto ella no te ha liberado, ha seguido mis órdenes a rajatabla, y ésta vez he sido muy prudente al seguir yo también las normas y encerrarte solo esperando a que obtuvieras un suspenso, pero la próxima que te vuelva a ver cerca de Azucena, tu estancia en las mazmorras será permanente.
Diego: no te creo capaz de encerrarme de por vida en las mazmorras, soy uno de los mejores soldados de esta organización, me necesitas libre y en plenas facultades para combatir.
Jorge: no te creas tan importante para la organización Diego, un solo paso en falso más y vas directo a las mazmorras, te lo voy a pedir por última vez, aléjate de Azucena por las buenas, o tendrá que ser por las malas.
Diego se rió.
Diego: que me alejé yo de Azucena? se lo estás pidiendo a la persona equivocada, más bien deberías pedirle a Azucena que se alejará de mí, ayer por la noche estuvo conmigo en la celda, y que yo recuerde no la escuché ni una sola vez quejarse cada vez que yo me acercaba a ella a besarla una y otra vez.
Jorge muerto de celos al escuchar eso, apuntó a Diego con su pistola.
Jorge: tú quién te has creído que eres? en serio crees que puedes apartar a Azucena de mi lado? pues te equivocas! ella me pertenece al igual que este internado y esta organización, y tú solo eres un sucio y asqueroso bichejo del que me tengo que deshacer para poder tener más cerca de mí a Azucena.
Diego lejos de acobardarse le apuntó él también con su pistola a Jorge.
Diego: dispárame si quieres, pero si tú disparas, disparo yo, si yo muero, morimos los dos, y sinceramente, no creo que Azucena llorará tu muerte.
Diego y Jorge se mantuvieron quietos, el uno frente al otro, apuntándose ambos con las pistolas. Hasta que Fabián apareció por allí, a recoger su chaleco antibalas olvidado.
Fabián entró al despacho.
Fabián: Diego baja el arma, mañana es el día de la emboscada de la organización de la justicia y no conviene que malgastes balas en pequeñeces.
Diego bajó el arma haciendo caso a Fabián, se la guardó entre los pantalones y con su chaleco antibalas, salió del despacho.
Jorge en cuanto Diego se fue, también guardó él su pistola.
Jorge: qué haces tú aquí Fabián?
Fabián: nada del otro mundo, me olvidé el chaleco.
Jorge: mañana durante la emboscada va a haber un gran follón, algunos de los alumnos que todavía no están muy intrigados a esta organización, podían aprovechar para escaparse entre el barullo.
Fabián: estás pensando en alguien en concreto?
Jorge: no, solo es algo que se me ha pasado por la cabeza, incluso yo podía aprovechar la emboscada de mañana para preparar una huida romántica con Azucena fuera del país.
Fabián: estás pensando en serio en abandonar la dirección del internado valle seco y de la organización del crimen y largarte con Azucena fuera del país?
Jorge: no, claro que no, es una broma, aquí yo soy muy poderoso como director de la organización secreta del crimen, la verdad, le estoy muy agradecido a mi hermano Germán por ello, solo era una idea hipotética, pero tranquilo, que no me pienso ir a ninguna parte.
Fabián con el chaleco antibalas salió del despacho y Jorge en cuanto estuvo a solas, sacó una maleta con su ropa de debajo de la mesa, dentro de ella habían dos pasajes para Hawai. Jorge sonrió acariciando entre sus manos los billetes.
Entre tanto Diego tras dejar su chaleco antibalas en uno de los cajones de su habitación, estaba caminando por los pasillos del colegio, hasta que vio a Azucena.
Diego: Azucena!-la llamó él.
Azucena en cuanto oyó su voz se giró hacia él y fue corriendo y directa sin detenerse, a lanzársele en el cuello para besarle, no podía creerse que Diego volviera a estar libre y fuera de las mazmorras.
Álvaro: ojala hubiera alguna forma de volver a tener a mis 3 hijos conmigo, Julia, mi mujer, es demasiada buena influencia para ellos.
Jorge: marcharos a descansar y a limpiar vuestras armas, mañana será un gran día.
Todos los profesores salieron del despacho.
Fabián sin darse cuenta, se dejó olvidado el chaleco antibalas en el asiento que había estado ocupando durante todo el rato en él que había estado presente en el despacho de Jorge, junto a todos sus compañeros de trabajo.
Tiempo después, Jorge estaba dentro de la sala de conferencias, repartiendo chalecos antibalas a todos los alumnos entre 13 y 17 años. Y al resto de 6 años a 12, pistolas y rifles.
Dos alumnos con el uniforme negro y gris de la organización, de curso superior, ayudaban a Jorge en el reparto.
Jorge se acercó a ellos, y les susurró al oído.
Jorge: acordaros, solo daremos la protección de los chalecos antibalas a los adultos, ya que son soldados con años de experiencia y su pérdida sería más valorada para esta organización que si se muriese un menor.
Minutos después, Jorge estaba de nuevo en su despacho, la puerta se abrió y en él entró Diego, ya no llevaba puesta la túnica marrón polvorienta y cubierta de barro que llevaba en las mazmorras, ahora llevaba de nuevo el uniforme negro y gris del colegio y estaba completamente aseado y limpio de barro.
Diego: Manuela me ha dicho que me estabas buscando, al sacarme de la celda de las mazmorras.
Jorge: así es, veo que ya te has cambiado de ropa y duchado. ¿te ha contado Manuela lo de la emboscada de mañana?
Diego: sí, me lo ha contado absolutamente todo, detalle por detalle.
Jorge: me alegro de que estés tan bien informado, supongo que mañana podemos contar con tu colaboración en la emboscada de la organización secreta de la justicia.
Diego: claro que sí, soy el mejor disparador de todo el colegio, y aún sigo siendo un miembro de esta organización.
Jorge: estupendo, entonces mañana contamos contigo, toma, tu chaleco antibalas.
Diego cogió el chaleco que Jorge le entregó.
Jorge: por cierto ¿qué tal ha ido tu excursión de dos días y medio por las mazmorras? ¿te ha gustado la experiencia?
Diego: no ha estado mal ¿por qué?
Jorge: supongo que ahora que sabes que es lo que es estar en las mazmorras, te pensarás mejor la idea de seguir tu relación con Azucena, como has visto ella no te ha liberado, ha seguido mis órdenes a rajatabla, y ésta vez he sido muy prudente al seguir yo también las normas y encerrarte solo esperando a que obtuvieras un suspenso, pero la próxima que te vuelva a ver cerca de Azucena, tu estancia en las mazmorras será permanente.
Diego: no te creo capaz de encerrarme de por vida en las mazmorras, soy uno de los mejores soldados de esta organización, me necesitas libre y en plenas facultades para combatir.
Jorge: no te creas tan importante para la organización Diego, un solo paso en falso más y vas directo a las mazmorras, te lo voy a pedir por última vez, aléjate de Azucena por las buenas, o tendrá que ser por las malas.
Diego se rió.
Diego: que me alejé yo de Azucena? se lo estás pidiendo a la persona equivocada, más bien deberías pedirle a Azucena que se alejará de mí, ayer por la noche estuvo conmigo en la celda, y que yo recuerde no la escuché ni una sola vez quejarse cada vez que yo me acercaba a ella a besarla una y otra vez.
Jorge muerto de celos al escuchar eso, apuntó a Diego con su pistola.
Jorge: tú quién te has creído que eres? en serio crees que puedes apartar a Azucena de mi lado? pues te equivocas! ella me pertenece al igual que este internado y esta organización, y tú solo eres un sucio y asqueroso bichejo del que me tengo que deshacer para poder tener más cerca de mí a Azucena.
Diego lejos de acobardarse le apuntó él también con su pistola a Jorge.
Diego: dispárame si quieres, pero si tú disparas, disparo yo, si yo muero, morimos los dos, y sinceramente, no creo que Azucena llorará tu muerte.
Diego y Jorge se mantuvieron quietos, el uno frente al otro, apuntándose ambos con las pistolas. Hasta que Fabián apareció por allí, a recoger su chaleco antibalas olvidado.
Fabián entró al despacho.
Fabián: Diego baja el arma, mañana es el día de la emboscada de la organización de la justicia y no conviene que malgastes balas en pequeñeces.
Diego bajó el arma haciendo caso a Fabián, se la guardó entre los pantalones y con su chaleco antibalas, salió del despacho.
Jorge en cuanto Diego se fue, también guardó él su pistola.
Jorge: qué haces tú aquí Fabián?
Fabián: nada del otro mundo, me olvidé el chaleco.
Jorge: mañana durante la emboscada va a haber un gran follón, algunos de los alumnos que todavía no están muy intrigados a esta organización, podían aprovechar para escaparse entre el barullo.
Fabián: estás pensando en alguien en concreto?
Jorge: no, solo es algo que se me ha pasado por la cabeza, incluso yo podía aprovechar la emboscada de mañana para preparar una huida romántica con Azucena fuera del país.
Fabián: estás pensando en serio en abandonar la dirección del internado valle seco y de la organización del crimen y largarte con Azucena fuera del país?
Jorge: no, claro que no, es una broma, aquí yo soy muy poderoso como director de la organización secreta del crimen, la verdad, le estoy muy agradecido a mi hermano Germán por ello, solo era una idea hipotética, pero tranquilo, que no me pienso ir a ninguna parte.
Fabián con el chaleco antibalas salió del despacho y Jorge en cuanto estuvo a solas, sacó una maleta con su ropa de debajo de la mesa, dentro de ella habían dos pasajes para Hawai. Jorge sonrió acariciando entre sus manos los billetes.
Entre tanto Diego tras dejar su chaleco antibalas en uno de los cajones de su habitación, estaba caminando por los pasillos del colegio, hasta que vio a Azucena.
Diego: Azucena!-la llamó él.
Azucena en cuanto oyó su voz se giró hacia él y fue corriendo y directa sin detenerse, a lanzársele en el cuello para besarle, no podía creerse que Diego volviera a estar libre y fuera de las mazmorras.
#157
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06/11/2010 19:23
Diego le sonrió tras el beso.
Diego: escucha, Manuela me lo ha explicado todo cuando ha ido a liberarme de mi celda en las mazmorras, me ha dicho que mañana durante la emboscada los soldados de Germán intentarán secuestrarte para llevarte ante él, no quiero que eso ocurra, por eso tú y yo mañana por la mañana...
Diego se paró en seco cuando notó como Azucena le besaba suavemente el cuello.
Diego: Azucena, para un momento, estoy intentando hablar contigo.
Pero Azucena no le escuchaba.
Diego: Azucena, para, estate quieta...
Azucena: no quiero.
Diego: estás hambrienta, eh?
Azucena: de ti, siempre.
Diego cogió a Azucena por la cintura y la empotró contra la pared, le manoseo los hombros, y subió sus manos hasta la barbilla de ella para acercar su boca a la suya y corresponderla con un apasionado beso.
Azucena: Diego ¿qué me estabas diciendo? qué tú y yo mañana por la mañana qué?
Diego: tú y yo mañana por la mañana subiremos a la terraza, tú no estarás presente en la emboscada, permanecerás todo el tiempo encerrada en la terraza del colegio, yo mismo subiré a liberarte en cuanto terminé todo, no voy a permitir que nada ni nadie te separé de mí.
Azucena: si Jorge no me ve en la emboscada registrara todo el colegio hasta encontrarme, yo no puedo faltar.
Diego: Jorge nunca sabrá que tú no estarás en la emboscada con todos nosotros, esta noche quiero que bajes a los laboratorios y que termines de fabricar los androides, y quiero que construyas una copia de ti en robot, ella estará sustituyéndote en la emboscada, nadie se dará cuenta del cambiazo.
Azucena: de acuerdo, además se me ha ocurrido una idea buenísima para ganarles mañana a todos los soldados de la organización de la justicia, ya lo verás, es un plan genial.
Diego: tú si que eres genial Azucena.
Azucena: te quiero.
Y Diego volvió nuevamente a besar a Azucena, en medio del pasillo.
Más tarde, Azucena estaba en los laboratorios construyendo su copia exacta de robot tal y como había quedado de acuerdo con su novio Diego.
Cuando escuchó pasos, y cubrió con una sábana el robot para que nadie lo viera. Por las escaleras hasta los laboratorios de los pasadizos secretos bajaba Álvaro Lomo, (el profesor de creación de venenos, marido de Julia Almo y padre de Manuel, Alberto y Aníbal)
Álvaro: hola Azucena ¿qué haces?
Azucena: aquí, fabricando los androides ¿por qué?
Álvaro: hablé con Jorge el otro día, me prometió que podía pasar una noche con Luz Diesel si le pagaba 1.700.000 €.
Azucena: y se lo has pagado?
Álvaro: solo le he pagado la mitad del dinero, el resto se lo pagaré tras probar al androide, hice un trato con Jorge de que sino quedaba satisfecho me iba a devolver el dinero.
Azucena: está bien, si Jorge está de acuerdo, puedes llevarte a Luz para esta noche, ya está casi terminada.
Álvaro: ella sola vendrá hasta mi habitación, verdad?
Azucena: sí, ahora la programaré, tú sube tranquilo.
Álvaro: de acuerdo, por cierto ¿qué opinas sobre que mis hijos estén ahora estudiando en el internado aureola? crees que les haya ido bien al cambiarse de colegio?
Azucena: la verdad, no sé si soy la adecuada para opinar sobre ello, la relación entre tus hijos y tú nunca ha sido un modelo a seguir, la gente que pertenece a esta organización debe estar hecho de una pasta especial y es evidente que tu hijo mayor Manuel y tu mujer Julia, nunca estuvieron hechos para ser auténticos miembros de la organización secreta del crimen. Tal vez ahora ellos 4 sean más felices, luchando por una causa que ellos creen justa.
Álvaro: sea como sea, no puedo permitir que mi mujer me gane la batalla, Manuel, Aníbal y Alberto, también son hijos míos.
Y Álvaro se fue por las escaleras, subiéndolas, y saliendo de los laboratorios.
A la noche, Álvaro estaba en la cama con la androide Luz Diesel.
Luz era hermosísima, tenía un cuerpo perfecto, y además cumplía todas las órdenes de Álvaro incluso antes de que él le dijera algo, ya que era telépata y podía leerle la mente y satisfacer todas sus fantasías eróticas.
En cuanto Álvaro se quedo dormido a su lado en la cama, Luz al no necesitar ni descansar ni dormir, se mantuvo despierta observándole como roncaba, para ella era una cosa nueva ver aquello, el concepto de dormir todavía no lo asimilaba del todo.
Mientras Álvaro dormía, Luz le leyó la mente, y supo que él deseaba tener a sus hijos de vuelta con él, supo en que lugar encontrarlos y que era lo que tenía que hacer para volver a recuperarlos, matar a su madre, para que solos y desamparados volvieran al lado de su padre.
Así que Luz salió de la cama, se vistió, dejó una nota escrita para su amante de esa noche...
Álvaro, como ya sabrás yo no soy humana.
estoy programada para leer la mente y cumplir los deseos
más profundos de mis amos.
Sé que uno de tus mayores deseos es recuperar a tus hijos.
Sé que ellos están colaborando en estos momentos para el enemigo.
Sé que hay una solución muy sencilla, para que ellos solos vuelvan a ti,
quitar de en medio de nuestros caminos, a su madre, ella siempre ha sufrido mucho
con todo el asunto de la lucha entre las dos organizaciones, si yo la mató,
ella descansara al fin en paz. Y tus hijos volverán contigo, porque tú eres el único
Álvaro, que puede encargarse de que ellos sigan la tradición de la familia, y vuelvan a ser estudiantes del internado valle seco, y acojan la profesión de mayores de ser asesinos, ladrones y timadores.
Desde ya da a tu mujercita Julia por muerta, me encargaré de ella con mucho gusto.
Luz Diesel.
... y tras dejar ese mensaje escrito, Luz, salió por la puerta, hacia el bosque, rumbo al internado aureola.
Al ser un robot, corría más rápidamente que cualquier otro humano, así que en cuestión de horas llegó al internado aureola.
Mientras, en ese internado, Julia Almo, estaba entrando en todas las aulas de un piso para hacer girar las paredes con la pizarra con el logotipo de OSJ en luces azules y fluorescentes, fulgurantes e intermitentes, hacia el lado en donde estuviera una pizarra normal de un colegio corriente. Ella revisaba todas las puertas de las cuales saliese luz azul por la rendija, entraba y apretaba los interruptores.
Diego: escucha, Manuela me lo ha explicado todo cuando ha ido a liberarme de mi celda en las mazmorras, me ha dicho que mañana durante la emboscada los soldados de Germán intentarán secuestrarte para llevarte ante él, no quiero que eso ocurra, por eso tú y yo mañana por la mañana...
Diego se paró en seco cuando notó como Azucena le besaba suavemente el cuello.
Diego: Azucena, para un momento, estoy intentando hablar contigo.
Pero Azucena no le escuchaba.
Diego: Azucena, para, estate quieta...
Azucena: no quiero.
Diego: estás hambrienta, eh?
Azucena: de ti, siempre.
Diego cogió a Azucena por la cintura y la empotró contra la pared, le manoseo los hombros, y subió sus manos hasta la barbilla de ella para acercar su boca a la suya y corresponderla con un apasionado beso.
Azucena: Diego ¿qué me estabas diciendo? qué tú y yo mañana por la mañana qué?
Diego: tú y yo mañana por la mañana subiremos a la terraza, tú no estarás presente en la emboscada, permanecerás todo el tiempo encerrada en la terraza del colegio, yo mismo subiré a liberarte en cuanto terminé todo, no voy a permitir que nada ni nadie te separé de mí.
Azucena: si Jorge no me ve en la emboscada registrara todo el colegio hasta encontrarme, yo no puedo faltar.
Diego: Jorge nunca sabrá que tú no estarás en la emboscada con todos nosotros, esta noche quiero que bajes a los laboratorios y que termines de fabricar los androides, y quiero que construyas una copia de ti en robot, ella estará sustituyéndote en la emboscada, nadie se dará cuenta del cambiazo.
Azucena: de acuerdo, además se me ha ocurrido una idea buenísima para ganarles mañana a todos los soldados de la organización de la justicia, ya lo verás, es un plan genial.
Diego: tú si que eres genial Azucena.
Azucena: te quiero.
Y Diego volvió nuevamente a besar a Azucena, en medio del pasillo.
Más tarde, Azucena estaba en los laboratorios construyendo su copia exacta de robot tal y como había quedado de acuerdo con su novio Diego.
Cuando escuchó pasos, y cubrió con una sábana el robot para que nadie lo viera. Por las escaleras hasta los laboratorios de los pasadizos secretos bajaba Álvaro Lomo, (el profesor de creación de venenos, marido de Julia Almo y padre de Manuel, Alberto y Aníbal)
Álvaro: hola Azucena ¿qué haces?
Azucena: aquí, fabricando los androides ¿por qué?
Álvaro: hablé con Jorge el otro día, me prometió que podía pasar una noche con Luz Diesel si le pagaba 1.700.000 €.
Azucena: y se lo has pagado?
Álvaro: solo le he pagado la mitad del dinero, el resto se lo pagaré tras probar al androide, hice un trato con Jorge de que sino quedaba satisfecho me iba a devolver el dinero.
Azucena: está bien, si Jorge está de acuerdo, puedes llevarte a Luz para esta noche, ya está casi terminada.
Álvaro: ella sola vendrá hasta mi habitación, verdad?
Azucena: sí, ahora la programaré, tú sube tranquilo.
Álvaro: de acuerdo, por cierto ¿qué opinas sobre que mis hijos estén ahora estudiando en el internado aureola? crees que les haya ido bien al cambiarse de colegio?
Azucena: la verdad, no sé si soy la adecuada para opinar sobre ello, la relación entre tus hijos y tú nunca ha sido un modelo a seguir, la gente que pertenece a esta organización debe estar hecho de una pasta especial y es evidente que tu hijo mayor Manuel y tu mujer Julia, nunca estuvieron hechos para ser auténticos miembros de la organización secreta del crimen. Tal vez ahora ellos 4 sean más felices, luchando por una causa que ellos creen justa.
Álvaro: sea como sea, no puedo permitir que mi mujer me gane la batalla, Manuel, Aníbal y Alberto, también son hijos míos.
Y Álvaro se fue por las escaleras, subiéndolas, y saliendo de los laboratorios.
A la noche, Álvaro estaba en la cama con la androide Luz Diesel.
Luz era hermosísima, tenía un cuerpo perfecto, y además cumplía todas las órdenes de Álvaro incluso antes de que él le dijera algo, ya que era telépata y podía leerle la mente y satisfacer todas sus fantasías eróticas.
En cuanto Álvaro se quedo dormido a su lado en la cama, Luz al no necesitar ni descansar ni dormir, se mantuvo despierta observándole como roncaba, para ella era una cosa nueva ver aquello, el concepto de dormir todavía no lo asimilaba del todo.
Mientras Álvaro dormía, Luz le leyó la mente, y supo que él deseaba tener a sus hijos de vuelta con él, supo en que lugar encontrarlos y que era lo que tenía que hacer para volver a recuperarlos, matar a su madre, para que solos y desamparados volvieran al lado de su padre.
Así que Luz salió de la cama, se vistió, dejó una nota escrita para su amante de esa noche...
Álvaro, como ya sabrás yo no soy humana.
estoy programada para leer la mente y cumplir los deseos
más profundos de mis amos.
Sé que uno de tus mayores deseos es recuperar a tus hijos.
Sé que ellos están colaborando en estos momentos para el enemigo.
Sé que hay una solución muy sencilla, para que ellos solos vuelvan a ti,
quitar de en medio de nuestros caminos, a su madre, ella siempre ha sufrido mucho
con todo el asunto de la lucha entre las dos organizaciones, si yo la mató,
ella descansara al fin en paz. Y tus hijos volverán contigo, porque tú eres el único
Álvaro, que puede encargarse de que ellos sigan la tradición de la familia, y vuelvan a ser estudiantes del internado valle seco, y acojan la profesión de mayores de ser asesinos, ladrones y timadores.
Desde ya da a tu mujercita Julia por muerta, me encargaré de ella con mucho gusto.
Luz Diesel.
... y tras dejar ese mensaje escrito, Luz, salió por la puerta, hacia el bosque, rumbo al internado aureola.
Al ser un robot, corría más rápidamente que cualquier otro humano, así que en cuestión de horas llegó al internado aureola.
Mientras, en ese internado, Julia Almo, estaba entrando en todas las aulas de un piso para hacer girar las paredes con la pizarra con el logotipo de OSJ en luces azules y fluorescentes, fulgurantes e intermitentes, hacia el lado en donde estuviera una pizarra normal de un colegio corriente. Ella revisaba todas las puertas de las cuales saliese luz azul por la rendija, entraba y apretaba los interruptores.
#158
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06/11/2010 19:23
Julia se encontró al salir de un aula con uno de los científicos con bata blanca que normalmente estaba trabajando en los laboratorios.
Julia: Sebastian? qué haces tú aquí?
Sebastian: Germán me lanzará al volcán de la justicia si se entera que te he contado la verdad, pero tienes que saberla, Germán está mal, ya no es el mismo de siempre.
Julia: qué quieres decir?
Sebastian: tus hijos Aníbal y Alberto ¿sabes dónde están?
Julia: sí, en los laboratorios para reducirles la superfuerza.
Sebastian: no, si solo hubiesen sido llevados a los laboratorios para reducirles la superfuerza hace días que hubiesen salido de allí, ellos fueron llevados para inyectarles una sobredosis de la formula de la superfuerza y experimentar con ellos una cura sobre ella de eliminación, no reducción.
Julia: y eso por qué?
Sebastian: para conseguir curar a Azucena, Germán quiere obtener la cura para ella y convertirla algún día en su mujer.
Julia: pero una sobredosis de esa formula sobre mis hijos no será peligroso?
Sebastian: ya no, porque ellos están muertos, murieron por causa de los experimentos, Germán no quería que te enteraras, pero es la verdad. Yo no quería hacerlo, pero lo que le pasó a Azucena fue culpa mía, no debería de haber seguido experimentando con esa formula, pero Germán me obligó, nada de esto hubiese pasado si Azucena Terrón estuviese muerta, ella tendría que haberse muerto al cumplir los 13 años, y tiene 35 y todavía sigue viva, esa mujer es una maldición.
Julia: yo conozco a Azucena, es una mujer un poco extraña, la verdad es que ella y yo no hemos simpatizado nunca, tampoco es que nos lleváramos mal, pero teníamos ideas diferentes sobre la vida, Germán siempre la ha estado idolatrando, nunca olvidó la época en la que ellos dos estuvieron juntos.
Sebastian: yo no conozco de nada a Azucena, solo la vi cuando tenía 2 años, después fue cuando me expulsaron de la organización, y años después Germán me contrató para trabajar para él. Pero de un tiempo a esta parte, Germán está muy cambiado, cada día que pasa está más obsesionado con Azucena, no hace otra cosa que hablar de ella a todas horas, y me obliga a trabajar sin descanso con tal de que logré dar con la cura a la fórmula de la superfuerza.
Julia: y es en serio que mis hijos Aníbal y Alberto han muerto por culpa de esos experimentos?
Sebastian: desgraciadamente sí, y no solo se trata de ellos dos, sino también ha pagado la culpa tu hijo mayor Manuel.
Julia: Manuel? dónde está él ahora?
Sebastian: recuerdas que él cuando se escapó del internado en donde su padre ejerce de profesor, se trajo consigo a una chica bellísima llamada Caridad, ex-prisionera de las mazmorras de valle seco?
Julia: sí.
Sebastian: pues Manuel intentó liberarla, y Germán lo descubrió y lo encerró a él en la misma celda que ella, antes Germán non era tan estricto con las normas de la organización, pero desde la última vez que habló con Azucena en este mismo internado, y ella le borró las fotos de su anterior noviazgo de los archivos de su ordenador, su carácter ha cambiado mucho.
Julia: y qué esperas que haga yo?
Sebastian: el destino de todas las personas que vivimos en este internado está en las manos de Germán Puertas y él no puede pensar con claridad mientras siga viviendo solo para y por conseguir recuperar el amor perdido con Azucena, la única solución para que Germán vuelva al buen camino, es acabar con ella, ella es el inicio de toda su locura.
Julia: mi hijo Manuel está encerrado en las mazmorras, mis dos hijos pequeños Aníbal y Alberto muertos, Germán me juró amistad eterna, me dijo que velaría por mi felicidad, y le creí, pero él solo es capaz de pensar en ella.
Sebastian: hay que matarla, Germán no se da cuenta, pero estar pendiente de esa mujer durante tanto tiempo solo le traerá problemas y padecimientos para las victimas que se tengan que ver sometidas a los experimentos, si Azucena muere, ya no habrá que seguir buscando la cura, todo terminará.
Julia: Germán debería ser el que acabara con la vida de Azucena, Azucena estuvo a punto de impedir la creación de la organización secreta de la justicia y la construcción del internado aureola, durante 20 años estuvo ocultándole el hecho de la instalación de un microchip informático en su cerebro para pasarle información de todos sus actos y pensamientos a su hermano Jorge, Nuria, yo y Germán fuimos engañados durante 20 años. Gracias a Germán yo conocí un mundo fuera de la organización del crimen, un internado donde sentirme orgullosa para poder criar a mis hijos, y Azucena, ha conseguido arrebatarme en poco tiempo lo único que me hacia feliz en esta vida.
Ver crecer a mis hijos en un colegio donde no se tenga el fin de ser un delincuente de mayor. Azucena merece morir, por el bien de todos, Germán debe entender que tiene que dedicar su vida a salvar al mundo de la organización del crimen y Azucena forma parte de un pilar muy importante de ella, esto solo se acabara en cuanto ella esté muerta.
Julia se dirigió hacia la biblioteca del internado aureola, dejando a Sebastian solo en medio del pasillo, tecleó en uno de los ordenadores el código secreto:*55555*... para que la puerta se abriera bajo sus pies y un tobogán metálico y deslizante la condujera hasta los pasadizos.
Julia llegó hasta las puertas de la celda de las mazmorras en donde su hijo Manuel estaba largo en la cama de metal junto a Caridad.
Julia: Manuel, despierta, despierta.
Manuel abrió los ojos, vio a su madre y despertando a Caridad se levantaron los dos de la cama.
Manuel: mamá, sabía que vendrías, lo sabía, Germán me encerró aquí, está loco, lo de vivir en el internado aureola y pertenecer a la organización secreta de la justicia no está saliendo como yo pensaba.
Julia: lo sé, lo sé todo Manuel, yo no quería esto para ti, te lo aseguro, te sacaré de aquí. Tengo las llaves.
Manuel: y Caridad?
Julia: ella tendrá que quedarse, los científicos tienen que realizarle los exámenes médicos para saber si es peligrosa para el resto de estudiantes del internado aureola.
Manuel: pero mamá, no lo es, ¿si Caridad fuera peligrosa no crees que yo a estas horas ya estaría muerto? llevo horas aquí encerrado con ella.
Julia: son las reglas Manuel, tú eres demasiado joven para entenderlo, pero en esta vida todo se basa según unas directrices, hay que seguir las reglas, aunque no entiendas los motivos. Y además Germán castigara a cualquiera que le desobedezca con el volcán de la justicia.
Manuel miró a Caridad, la besó delante de su madre y dijo firmemente.
Manuel: yo sin Caridad no voy a ningún lado.
Julia: ya veo, o sea que estáis juntos?
Manuel asintió con la cabeza.
Julia: me alegro que hayas encontrado a una buena chica con la que compartir tu vida hijo, pero, yo te necesito fuera, a Caridad no le pasara nada, sino te fías de Germán, por lo menos dime que confías en mí.
Manuel: para que me necesitas afuera?
Julia: para que vengues la muerte de tus dos hermanos pequeños Aníbal y Alberto.
Manuel: Aníbal y Alberto? qué les ha pasado?
Julia: están muertos, Germán se los llevó a los laboratorios para someterles a experimentos para encontrar una cura contra la formula de la superfuerza, y murieron en el transcurso de esos experimentos.
Manuel: y eso por qué? por qué Germán quería encontrar esa cura?
Julia: para Azucena, Azucena Terrón, hace 20 años que Germán y Azucena fueron novios, Azucena le pidió cuando tan solo tenía 15 años y era una alumna como tú de valle seco que eligiera entre crear la organización secreta de la justicia, o quedarse junto a ella en la organización del crimen, y todos sabemos lo que Germán eligió... desde entonces, él no ha podido olvidar a Azucena, solo vive para encontrar una cura a su enfermedad y llegar a convertirla algún día en su mujer.
Julia: Sebastian? qué haces tú aquí?
Sebastian: Germán me lanzará al volcán de la justicia si se entera que te he contado la verdad, pero tienes que saberla, Germán está mal, ya no es el mismo de siempre.
Julia: qué quieres decir?
Sebastian: tus hijos Aníbal y Alberto ¿sabes dónde están?
Julia: sí, en los laboratorios para reducirles la superfuerza.
Sebastian: no, si solo hubiesen sido llevados a los laboratorios para reducirles la superfuerza hace días que hubiesen salido de allí, ellos fueron llevados para inyectarles una sobredosis de la formula de la superfuerza y experimentar con ellos una cura sobre ella de eliminación, no reducción.
Julia: y eso por qué?
Sebastian: para conseguir curar a Azucena, Germán quiere obtener la cura para ella y convertirla algún día en su mujer.
Julia: pero una sobredosis de esa formula sobre mis hijos no será peligroso?
Sebastian: ya no, porque ellos están muertos, murieron por causa de los experimentos, Germán no quería que te enteraras, pero es la verdad. Yo no quería hacerlo, pero lo que le pasó a Azucena fue culpa mía, no debería de haber seguido experimentando con esa formula, pero Germán me obligó, nada de esto hubiese pasado si Azucena Terrón estuviese muerta, ella tendría que haberse muerto al cumplir los 13 años, y tiene 35 y todavía sigue viva, esa mujer es una maldición.
Julia: yo conozco a Azucena, es una mujer un poco extraña, la verdad es que ella y yo no hemos simpatizado nunca, tampoco es que nos lleváramos mal, pero teníamos ideas diferentes sobre la vida, Germán siempre la ha estado idolatrando, nunca olvidó la época en la que ellos dos estuvieron juntos.
Sebastian: yo no conozco de nada a Azucena, solo la vi cuando tenía 2 años, después fue cuando me expulsaron de la organización, y años después Germán me contrató para trabajar para él. Pero de un tiempo a esta parte, Germán está muy cambiado, cada día que pasa está más obsesionado con Azucena, no hace otra cosa que hablar de ella a todas horas, y me obliga a trabajar sin descanso con tal de que logré dar con la cura a la fórmula de la superfuerza.
Julia: y es en serio que mis hijos Aníbal y Alberto han muerto por culpa de esos experimentos?
Sebastian: desgraciadamente sí, y no solo se trata de ellos dos, sino también ha pagado la culpa tu hijo mayor Manuel.
Julia: Manuel? dónde está él ahora?
Sebastian: recuerdas que él cuando se escapó del internado en donde su padre ejerce de profesor, se trajo consigo a una chica bellísima llamada Caridad, ex-prisionera de las mazmorras de valle seco?
Julia: sí.
Sebastian: pues Manuel intentó liberarla, y Germán lo descubrió y lo encerró a él en la misma celda que ella, antes Germán non era tan estricto con las normas de la organización, pero desde la última vez que habló con Azucena en este mismo internado, y ella le borró las fotos de su anterior noviazgo de los archivos de su ordenador, su carácter ha cambiado mucho.
Julia: y qué esperas que haga yo?
Sebastian: el destino de todas las personas que vivimos en este internado está en las manos de Germán Puertas y él no puede pensar con claridad mientras siga viviendo solo para y por conseguir recuperar el amor perdido con Azucena, la única solución para que Germán vuelva al buen camino, es acabar con ella, ella es el inicio de toda su locura.
Julia: mi hijo Manuel está encerrado en las mazmorras, mis dos hijos pequeños Aníbal y Alberto muertos, Germán me juró amistad eterna, me dijo que velaría por mi felicidad, y le creí, pero él solo es capaz de pensar en ella.
Sebastian: hay que matarla, Germán no se da cuenta, pero estar pendiente de esa mujer durante tanto tiempo solo le traerá problemas y padecimientos para las victimas que se tengan que ver sometidas a los experimentos, si Azucena muere, ya no habrá que seguir buscando la cura, todo terminará.
Julia: Germán debería ser el que acabara con la vida de Azucena, Azucena estuvo a punto de impedir la creación de la organización secreta de la justicia y la construcción del internado aureola, durante 20 años estuvo ocultándole el hecho de la instalación de un microchip informático en su cerebro para pasarle información de todos sus actos y pensamientos a su hermano Jorge, Nuria, yo y Germán fuimos engañados durante 20 años. Gracias a Germán yo conocí un mundo fuera de la organización del crimen, un internado donde sentirme orgullosa para poder criar a mis hijos, y Azucena, ha conseguido arrebatarme en poco tiempo lo único que me hacia feliz en esta vida.
Ver crecer a mis hijos en un colegio donde no se tenga el fin de ser un delincuente de mayor. Azucena merece morir, por el bien de todos, Germán debe entender que tiene que dedicar su vida a salvar al mundo de la organización del crimen y Azucena forma parte de un pilar muy importante de ella, esto solo se acabara en cuanto ella esté muerta.
Julia se dirigió hacia la biblioteca del internado aureola, dejando a Sebastian solo en medio del pasillo, tecleó en uno de los ordenadores el código secreto:*55555*... para que la puerta se abriera bajo sus pies y un tobogán metálico y deslizante la condujera hasta los pasadizos.
Julia llegó hasta las puertas de la celda de las mazmorras en donde su hijo Manuel estaba largo en la cama de metal junto a Caridad.
Julia: Manuel, despierta, despierta.
Manuel abrió los ojos, vio a su madre y despertando a Caridad se levantaron los dos de la cama.
Manuel: mamá, sabía que vendrías, lo sabía, Germán me encerró aquí, está loco, lo de vivir en el internado aureola y pertenecer a la organización secreta de la justicia no está saliendo como yo pensaba.
Julia: lo sé, lo sé todo Manuel, yo no quería esto para ti, te lo aseguro, te sacaré de aquí. Tengo las llaves.
Manuel: y Caridad?
Julia: ella tendrá que quedarse, los científicos tienen que realizarle los exámenes médicos para saber si es peligrosa para el resto de estudiantes del internado aureola.
Manuel: pero mamá, no lo es, ¿si Caridad fuera peligrosa no crees que yo a estas horas ya estaría muerto? llevo horas aquí encerrado con ella.
Julia: son las reglas Manuel, tú eres demasiado joven para entenderlo, pero en esta vida todo se basa según unas directrices, hay que seguir las reglas, aunque no entiendas los motivos. Y además Germán castigara a cualquiera que le desobedezca con el volcán de la justicia.
Manuel miró a Caridad, la besó delante de su madre y dijo firmemente.
Manuel: yo sin Caridad no voy a ningún lado.
Julia: ya veo, o sea que estáis juntos?
Manuel asintió con la cabeza.
Julia: me alegro que hayas encontrado a una buena chica con la que compartir tu vida hijo, pero, yo te necesito fuera, a Caridad no le pasara nada, sino te fías de Germán, por lo menos dime que confías en mí.
Manuel: para que me necesitas afuera?
Julia: para que vengues la muerte de tus dos hermanos pequeños Aníbal y Alberto.
Manuel: Aníbal y Alberto? qué les ha pasado?
Julia: están muertos, Germán se los llevó a los laboratorios para someterles a experimentos para encontrar una cura contra la formula de la superfuerza, y murieron en el transcurso de esos experimentos.
Manuel: y eso por qué? por qué Germán quería encontrar esa cura?
Julia: para Azucena, Azucena Terrón, hace 20 años que Germán y Azucena fueron novios, Azucena le pidió cuando tan solo tenía 15 años y era una alumna como tú de valle seco que eligiera entre crear la organización secreta de la justicia, o quedarse junto a ella en la organización del crimen, y todos sabemos lo que Germán eligió... desde entonces, él no ha podido olvidar a Azucena, solo vive para encontrar una cura a su enfermedad y llegar a convertirla algún día en su mujer.
#159
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06/11/2010 19:24
Manuel: yo conozco a Azucena, he dado clases con ella de artes marciales, todos mis compañeros de clase del valle seco reunían grandes cantidades de dinero solo con el fin de poder tener suficiente, para acudir a la casa de masajes que ella tiene en el pueblo. Ella los tenía a todos hechizados con su belleza, y no es para menos, porque yo he estado cerca de ella, y tiene unos ojazos, y un cuerpazo que...
Manuel se calló en seco cuando Caridad le dio un codazo en el estómago al oírle hablar así de Azucena y Manuel corrigió de inmediato sobre la marcha.
Manuel: tiene unos ojazos y un cuerpazo que... mejorando lo presente claro está.
Así que Germán y Azucena tuvieron un romance en el pasado y ¿él sigue enamorado de ella? pero Azucena siente lo mismo por él? porque Azucena tiene muchos pretendientes con los que olvidar a Germán, de todas las edades, entre ellos sin ir más lejos está mi ex-compañero de cuarto, Diego Marremo, el hijo de la chacha.
Julia: la verdad es que lo que sienta o no sienta Azucena por Germán en la actualidad no nos debe de importar, lo único que hay que saber es que si Azucena a estas alturas no siguiera viva, Germán no hubiera experimentado con tus hermanos, y ellos seguirían vivos. Si Azucena sigue viva cualquiera sabe las atrocidades que es capaz de hacer Germán solo por recuperar su amor perdido, por eso hay que matarla y cuanto antes mejor.
Manuel: por eso has bajado hasta aquí para liberarme?
Julia: sí, necesito que vuelvas al internado valle seco y la mates por mí, con ella muerta Germán recapacitara y volverá al camino correcto, de ti no sospechará nadie, podrás acercarte a ella con total libertad.
Manuel: pero mamá yo me escapé del internado valle seco, tardé 3 días en llegar hasta aquí sin ser visto por nadie de la organización del crimen, ¿y ahora me pides que vuelva a dar marcha atrás?
Julia: aquí tampoco es que estés en el paraíso que digamos Manuel, tienes que hacerlo, por mí, por tus hermanos que están muertos y por el bien de la humanidad.
Manuel: está bien, ábreme la puerta.
Julia abrió la puerta y Manuel salió, Julia volvió a cerrar la puerta con Caridad dentro de la celda.
Manuel: mamá, cuídame a Caridad.
Julia: lo haré, tú encárgate de llegar al internado valle seco con vida y matar a Azucena, y cuando ella esté muerta, regresa aquí, entre todos le haremos comprender a Germán que Azucena nunca ha sido algo bueno en su vida, y que ella merecía morir, al igual como cualquier otro miembro de la organización del crimen. Con ella muerta se acabara el experimentar con la formula de la superfuerza y Germán podrá dedicarse a cosas más importantes para la organización de la justicia.
Manuel besó en los labios a través de las rejas a Caridad.
Manuel: no me olvides.
Y Julia y Manuel salieron de las mazmorras, por las escaleras que conducían a una de las entradas secretas de todos los armarios de los dormitorios de ese internado.
Ya, en el bosque, esa misma noche.
Julia y Manuel, madre e hijo, se despidieron con un afectuoso abrazo.
Julia: escúchame hijo, ten mucho cuidado.
Manuel: lo tendré, ¿te refieres a papá verdad?
Julia: a él y a Azucena, no quería hablarte sobre esto allá abajo, delante de tu amiguita Caridad, pero... Azucena es muy hermosa y muy astuta, ten mucho cuidado de no acercarte demasiado a ella.
Manuel: mamá yo ya he estado cerca de Azucena, la he tenido como profesora de artes marciales ¿se puede saber de qué estás hablando?
Julia: estoy hablando de la mala fama que tiene Azucena con todos los hombres, tú mismo has dicho que a todos tus compañeros de clase los tenía hechizados y que todos hacían cola frente a la casa de masajes.
Manuel: ya, pero eso es cosa de ellos.
Julia: yo solo te estoy advirtiendo, sé que Azucena para ti no es una desconocida, pero... que hasta ahora no hayas sentido nada por ella no significa que en un futuro no lo puedas sentir.
Manuel: mamá, yo estoy con Caridad, ella es una chica estupenda y no tengo porque sustituirla por Azucena por muy increíblemente bella que ella pueda ser, no va a pasar nada, yo volveré al internado valle seco a matarla, y toda esta pesadilla tendrá un final para todos.
Julia: de todas maneras hijo, ten mucho cuidado, si Germán no se hubiera enamorado de Azucena, ya hubiera hecho tiempo que él mismo la hubiese matado.
Manuel: no te preocupes, a mí Azucena no me atrapará.
Manuel y Julia se volvieron a abrazar y Manuel se alejó de su madre, con lágrimas en los ojos.
Manuel cada vez estaba más lejos de su madre, alguien les vigilaba a ellos dos desde detrás de un árbol, una mujer, Luz Diesel, la androide fabricada por Azucena que había ido hasta allí con intenciones de matar a Julia Almo, para cumplir los deseos de Álvaro Lomo, su amante de esa noche.
Luz esperó que Manuel estuviera lo bastante lejos de su madre, y cuando Julia en plena noche intentó volver a entrar al internado aureola, alguien le atacó por la espalda, clavándole un cuchillo y matándola, Luz Diesel, viéndose así cumplidos los deseos de Álvaro.
Luz contempló el cadáver de Julia descansando sobre la fresca hierba, le arrancó el cuchillo que le había atravesado y rajado la piel y pisoteándola con sus zapatos de tacón, se largó, regresando de nuevo al internado valle seco, tal y como estaba programada para hacerlo.
Pasada una noche más, a la mañana siguiente, todo el mundo en el internado aureola se preparaba con sus uniformes de camuflaje y sus metralletas subiendo a sus furgones militares para dirigirse hacia el internado valle seco.
Uno de los soldados le preguntó a otro.
soldado1: el colgante del campo de fuerza para protegernos de los niños con superfuerza como funciona exactamente?
soldado2: cuando alguien que tenga más fuerza que tú se acerqué a ti con intenciones de atacarte, se activara, o sea que también puede activarse con personas que no tengan superfuerza pero si una fuerza superior a la tuya, y ojo, que tengamos este colgante no significa que estemos 100% seguros, ya que si la persona que te ataque a pesar de ver que hay un campo de fuerza alrededor nuestro sigue pegando puñetazos al campo sin tocarnos, puede llegar a romperlo, traspasarlo y llegar a nosotros.
soldado1: entendido, o sea que el colgante protege pero no ahuyenta las posibilidades de que nos puedan pegar, con menos riesgo pero igual de peligroso.
soldado2: exacto.
soldado1: de acuerdo, esperemos que de esta misión regresemos al completo todos los hombres, pero algo me dice que eso no va a ser posible.
soldado2: son muy pocas misiones en las que participamos sin sacrificar por lo menos a uno de los nuestros, pero quién muere luchando por la paz, debe sentirse orgulloso, porque sabe que ha muerto en un intento de salvar al mundo.
soldado1: todo sea porque esos miserables de la organización secreta del crimen tengan su merecido.
Manuel se calló en seco cuando Caridad le dio un codazo en el estómago al oírle hablar así de Azucena y Manuel corrigió de inmediato sobre la marcha.
Manuel: tiene unos ojazos y un cuerpazo que... mejorando lo presente claro está.
Así que Germán y Azucena tuvieron un romance en el pasado y ¿él sigue enamorado de ella? pero Azucena siente lo mismo por él? porque Azucena tiene muchos pretendientes con los que olvidar a Germán, de todas las edades, entre ellos sin ir más lejos está mi ex-compañero de cuarto, Diego Marremo, el hijo de la chacha.
Julia: la verdad es que lo que sienta o no sienta Azucena por Germán en la actualidad no nos debe de importar, lo único que hay que saber es que si Azucena a estas alturas no siguiera viva, Germán no hubiera experimentado con tus hermanos, y ellos seguirían vivos. Si Azucena sigue viva cualquiera sabe las atrocidades que es capaz de hacer Germán solo por recuperar su amor perdido, por eso hay que matarla y cuanto antes mejor.
Manuel: por eso has bajado hasta aquí para liberarme?
Julia: sí, necesito que vuelvas al internado valle seco y la mates por mí, con ella muerta Germán recapacitara y volverá al camino correcto, de ti no sospechará nadie, podrás acercarte a ella con total libertad.
Manuel: pero mamá yo me escapé del internado valle seco, tardé 3 días en llegar hasta aquí sin ser visto por nadie de la organización del crimen, ¿y ahora me pides que vuelva a dar marcha atrás?
Julia: aquí tampoco es que estés en el paraíso que digamos Manuel, tienes que hacerlo, por mí, por tus hermanos que están muertos y por el bien de la humanidad.
Manuel: está bien, ábreme la puerta.
Julia abrió la puerta y Manuel salió, Julia volvió a cerrar la puerta con Caridad dentro de la celda.
Manuel: mamá, cuídame a Caridad.
Julia: lo haré, tú encárgate de llegar al internado valle seco con vida y matar a Azucena, y cuando ella esté muerta, regresa aquí, entre todos le haremos comprender a Germán que Azucena nunca ha sido algo bueno en su vida, y que ella merecía morir, al igual como cualquier otro miembro de la organización del crimen. Con ella muerta se acabara el experimentar con la formula de la superfuerza y Germán podrá dedicarse a cosas más importantes para la organización de la justicia.
Manuel besó en los labios a través de las rejas a Caridad.
Manuel: no me olvides.
Y Julia y Manuel salieron de las mazmorras, por las escaleras que conducían a una de las entradas secretas de todos los armarios de los dormitorios de ese internado.
Ya, en el bosque, esa misma noche.
Julia y Manuel, madre e hijo, se despidieron con un afectuoso abrazo.
Julia: escúchame hijo, ten mucho cuidado.
Manuel: lo tendré, ¿te refieres a papá verdad?
Julia: a él y a Azucena, no quería hablarte sobre esto allá abajo, delante de tu amiguita Caridad, pero... Azucena es muy hermosa y muy astuta, ten mucho cuidado de no acercarte demasiado a ella.
Manuel: mamá yo ya he estado cerca de Azucena, la he tenido como profesora de artes marciales ¿se puede saber de qué estás hablando?
Julia: estoy hablando de la mala fama que tiene Azucena con todos los hombres, tú mismo has dicho que a todos tus compañeros de clase los tenía hechizados y que todos hacían cola frente a la casa de masajes.
Manuel: ya, pero eso es cosa de ellos.
Julia: yo solo te estoy advirtiendo, sé que Azucena para ti no es una desconocida, pero... que hasta ahora no hayas sentido nada por ella no significa que en un futuro no lo puedas sentir.
Manuel: mamá, yo estoy con Caridad, ella es una chica estupenda y no tengo porque sustituirla por Azucena por muy increíblemente bella que ella pueda ser, no va a pasar nada, yo volveré al internado valle seco a matarla, y toda esta pesadilla tendrá un final para todos.
Julia: de todas maneras hijo, ten mucho cuidado, si Germán no se hubiera enamorado de Azucena, ya hubiera hecho tiempo que él mismo la hubiese matado.
Manuel: no te preocupes, a mí Azucena no me atrapará.
Manuel y Julia se volvieron a abrazar y Manuel se alejó de su madre, con lágrimas en los ojos.
Manuel cada vez estaba más lejos de su madre, alguien les vigilaba a ellos dos desde detrás de un árbol, una mujer, Luz Diesel, la androide fabricada por Azucena que había ido hasta allí con intenciones de matar a Julia Almo, para cumplir los deseos de Álvaro Lomo, su amante de esa noche.
Luz esperó que Manuel estuviera lo bastante lejos de su madre, y cuando Julia en plena noche intentó volver a entrar al internado aureola, alguien le atacó por la espalda, clavándole un cuchillo y matándola, Luz Diesel, viéndose así cumplidos los deseos de Álvaro.
Luz contempló el cadáver de Julia descansando sobre la fresca hierba, le arrancó el cuchillo que le había atravesado y rajado la piel y pisoteándola con sus zapatos de tacón, se largó, regresando de nuevo al internado valle seco, tal y como estaba programada para hacerlo.
Pasada una noche más, a la mañana siguiente, todo el mundo en el internado aureola se preparaba con sus uniformes de camuflaje y sus metralletas subiendo a sus furgones militares para dirigirse hacia el internado valle seco.
Uno de los soldados le preguntó a otro.
soldado1: el colgante del campo de fuerza para protegernos de los niños con superfuerza como funciona exactamente?
soldado2: cuando alguien que tenga más fuerza que tú se acerqué a ti con intenciones de atacarte, se activara, o sea que también puede activarse con personas que no tengan superfuerza pero si una fuerza superior a la tuya, y ojo, que tengamos este colgante no significa que estemos 100% seguros, ya que si la persona que te ataque a pesar de ver que hay un campo de fuerza alrededor nuestro sigue pegando puñetazos al campo sin tocarnos, puede llegar a romperlo, traspasarlo y llegar a nosotros.
soldado1: entendido, o sea que el colgante protege pero no ahuyenta las posibilidades de que nos puedan pegar, con menos riesgo pero igual de peligroso.
soldado2: exacto.
soldado1: de acuerdo, esperemos que de esta misión regresemos al completo todos los hombres, pero algo me dice que eso no va a ser posible.
soldado2: son muy pocas misiones en las que participamos sin sacrificar por lo menos a uno de los nuestros, pero quién muere luchando por la paz, debe sentirse orgulloso, porque sabe que ha muerto en un intento de salvar al mundo.
soldado1: todo sea porque esos miserables de la organización secreta del crimen tengan su merecido.
#160
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06/11/2010 19:25
Así el soldado que conducía el furgón militar arrancó.
En el interior del internado valle seco, alguien subía a la terraza, dos personas, cogidos de la mano, Azucena y Diego.
Azucena y Diego llegaron hasta el umbral de la terraza, Diego abrió la puerta y los dos entraron.
Azucena: crees que aquí estaré segura?
Diego: estarás lejos de los soldados de la organización de la justicia, que es lo que interesa. Recuerda que yo vendré a buscarte en cuanto la emboscada llegué a su fin. No intentes salir de aquí hasta que yo venga a por ti.
Azucena: la trampa preparada para los soldados de la organización de la justicia está lista?
Diego: sí, no te preocupes, yo me encargaré que todo salga según lo planeado, ¿y tu copia de robot? ya sabe lo que tiene que hacer? ya está construida?
Azucena: sí, al bajar de aquí al recinto principal te cruzaras con ella por el camino, va vestida igual que yo, ten cuidado de no confundirla conmigo.
Diego: no te preocupes, mis ojos puede que se equivoquen pero mi corazón nunca falla.
Azucena le sonrió, Diego y ella se despidieron con un tierno y corto beso en los labios.
Diego se alejó de ella, Azucena se quedó apoyada en la barandilla del balcón de espaldas, mirando como Diego se alejaba y se iba tras la puerta.
Diego bajó las escaleras, y alguien permaneció oculto escondido, alguien que les había seguido, y sabía aparte de Diego que Azucena estaría todo el tiempo que durara la emboscada encerrada en la terraza, Carlos Puertas, el hijo de Jorge, el director, que en cuanto vio marchar a Diego, subió él por las escaleras.
Azucena, oyó pasos tras ella.
Azucena: quién anda allí? quién es? hay alguien?
Entre tanto, Diego, llegó al primer piso del internado, oyó voces que venían de la sala de conferencias y se dirigió hacia allá, entrando. Diego vio a todos los profesores del centro, a la copia robot de Azucena, a los alumnos de todos los cursos, todos estaban chillando ante Jorge, el director, y discutiendo con él.
Diego pasó por delante de todos ellos, colocándose al lado de Jorge, y chilló bien fuerte para que se le oyera.
Diego: eh!! un poco de silencio por favor?! alguien me puede explicar que es lo que pasa?!
alumno1:nos han robado los chalecos antibalas.
alumno2:esta mañana cuando me he levantado y me lo he ido a poner, no lo encontrado en mi habitación y cuando he hablado con todos mis compañeros de clase, ellos tampoco tenían los suyos.
Jorge: calmaros, calmaros, esto seguro que es cosa de mi hermano, pero dentro de poco este colegio estará plagado de soldados de la organización de la justicia, nosotros estamos armados, podemos luchar igualmente sin chalecos.
Diego: yo todavía tengo mi chaleco antibalas, lo cual quiere decir que quien sea que se los haya llevado, no le ha dado tiempo de robarlos todos. A ver, que levanten la mano quienes todavía conserven el chaleco antibalas consigo!!
Ocho de las personas que estaban en esa sala levantaron las manos, 5 alumnos y 3 profesores.
Diego: muy bien, veniros conmigo.
Las ocho personas se acercaron hacia Diego, colocándose a su lado.
Diego: nosotros como estamos protegidos dispararemos antes de que los soldados puedan acercarse al resto ¿entendido?
Diego miró hacia Jorge.
Diego: Jorge ¿y a ti también te han robado el chaleco?
Jorge: sí, a mí el primero.
Diego: de acuerdo, acordaros de lo que dijo Esmeralda, Germán tiene muñecos representando a todos los soldados de la organización secreta de la justicia, y la maqueta de madera de este internado que el mismo construyó, así que los soldados pueden aparecer literalmente en cualquier lugar, debemos estar prevenidos y mirar al doblar cada esquina de cada pasillo a los dos lados.
Jorge: el primer lugar donde aparecerán seguramente los soldados, será en las mazmorras, para liberar a los prisioneros y reclutarlos para su organización, igual como hicieron hace 5 años con algunos de ellos. Pero no os preocupéis, las mazmorras están vacías, anoche ordené a los guardias que trasladaran a todos al interior de la mina de diamantes del bosque, allí no se les ocurrirá buscar.
Diego: es una verdadera lástima lo del robo de los chalecos antibalas, pero la guerra sigue su curso.
Jorge: ojala pudiéramos saber quienes han sido los ladronzuelos.
Diego: mira, creo que allí tenemos la respuesta.
Diego señaló con el índice a la pared en donde un bote de spray de pintura roja se movía solo flotando en el aire mientras garabateaba el siguiente mensaje:
hola, somos los niños invisibles,
cazarnos, si es que nos veis.
los niños invisibles
Jorge: claro, debí imaginármelo, los menores del colegio de mi hermano en vez de superfuerza tienen invisibilidad.
Todos vieron como el spray de pintura roja se caía al suelo y como sobre las baldosas se dibujaba un camino de pequeñas huellas rojas que salían del internado y se subían a un autobús.
Mientras, en el internado aureola, Germán acababa de salir de la ducha del baño de su habitación, él estaba con una toalla alrededor de la cintura, cuando una de las sirvientas que trabajaba para el colegio, entró dentro y dijo.
limpiadora: perdone, pero varios de los soldados han salido ya para el internado valle seco en los furgones.
Germán: qué? si tenía que moverlos yo con los muñecos por dentro de la maqueta desde mi despacho, tenían que esperarme a mí!!
limpiadora: no todos se han ido, solo algunos que no aguantaban la espera.
Germán: está bien, gracias por avisarme, retírate.
La sirvienta se retiró.
Germán todavía en toalla, cogió un walky-talky.
Germán: escucharme todos los soldados, escucharme, llamado urgente, todos los que puedan dar la vuelta y volver que lo hagan, entrareis al internado como estaba previsto por medio de los muñecos, de otro modo no podré haceros regresar si las cosas fracasan, los que estéis cerca del edificio seguir vuestro camino, pero los demás, dar la vuelta, por favor, no arruinéis toda la estrategia del plan por culpa de vuestra impaciencia absurda. Está en juego muchas vidas.
Germán dejó el walky-talky apartado de él y se vistió con ropa del armario.
Tras un buen rato, Germán salió al bosque, a la entrada principal del internado, allí estaba Nuria Destino.
Germán puso su brazo en posición frente a su pecho, inmóvil, como si se tratara de la rama de un árbol, y un halcón que vino planeando se posó sobre él, el halcón tenía una minicámara en su collar y una luz parpadeante roja.
Germán: has visto Nuria? Gracias a Ciclón-refiriéndose al halcón (mascota de espionaje)-hemos sabido que mi hermano había repartido chalecos antibalas a sus alumnos y hemos podido mandar a reclutas niños para que se los robaran. Lo que no sé es como se enteró mi hermano del día de la emboscada.
Nuria: este colegio es muy grande, de aquí sale y entra continuamente gente, no estamos al corriente de todos los miembros de la organización secreta del crimen, cualquier persona puede ser un espía de tu hermano y haberle llevado la información.
Germán: en cualquier momento los reclutas niños llegaran, les prometimos una chocolatina si colaboraban en esta misión ¿las tienes preparadas?
Nuria agitó al aire una bolsa llena de chocolatinas con avellanas y nueces.
En ese instante, un autobús paró en frente de ellos, los niños bajaron, mientras recuperaban su visibilidad y se apoderaban de las chocolatinas de la bolsa de Nuria y entraban corriendo y a empujones al internado aureola.
Germán: quién fuera niño otra vez!!
En el interior del internado valle seco, alguien subía a la terraza, dos personas, cogidos de la mano, Azucena y Diego.
Azucena y Diego llegaron hasta el umbral de la terraza, Diego abrió la puerta y los dos entraron.
Azucena: crees que aquí estaré segura?
Diego: estarás lejos de los soldados de la organización de la justicia, que es lo que interesa. Recuerda que yo vendré a buscarte en cuanto la emboscada llegué a su fin. No intentes salir de aquí hasta que yo venga a por ti.
Azucena: la trampa preparada para los soldados de la organización de la justicia está lista?
Diego: sí, no te preocupes, yo me encargaré que todo salga según lo planeado, ¿y tu copia de robot? ya sabe lo que tiene que hacer? ya está construida?
Azucena: sí, al bajar de aquí al recinto principal te cruzaras con ella por el camino, va vestida igual que yo, ten cuidado de no confundirla conmigo.
Diego: no te preocupes, mis ojos puede que se equivoquen pero mi corazón nunca falla.
Azucena le sonrió, Diego y ella se despidieron con un tierno y corto beso en los labios.
Diego se alejó de ella, Azucena se quedó apoyada en la barandilla del balcón de espaldas, mirando como Diego se alejaba y se iba tras la puerta.
Diego bajó las escaleras, y alguien permaneció oculto escondido, alguien que les había seguido, y sabía aparte de Diego que Azucena estaría todo el tiempo que durara la emboscada encerrada en la terraza, Carlos Puertas, el hijo de Jorge, el director, que en cuanto vio marchar a Diego, subió él por las escaleras.
Azucena, oyó pasos tras ella.
Azucena: quién anda allí? quién es? hay alguien?
Entre tanto, Diego, llegó al primer piso del internado, oyó voces que venían de la sala de conferencias y se dirigió hacia allá, entrando. Diego vio a todos los profesores del centro, a la copia robot de Azucena, a los alumnos de todos los cursos, todos estaban chillando ante Jorge, el director, y discutiendo con él.
Diego pasó por delante de todos ellos, colocándose al lado de Jorge, y chilló bien fuerte para que se le oyera.
Diego: eh!! un poco de silencio por favor?! alguien me puede explicar que es lo que pasa?!
alumno1:nos han robado los chalecos antibalas.
alumno2:esta mañana cuando me he levantado y me lo he ido a poner, no lo encontrado en mi habitación y cuando he hablado con todos mis compañeros de clase, ellos tampoco tenían los suyos.
Jorge: calmaros, calmaros, esto seguro que es cosa de mi hermano, pero dentro de poco este colegio estará plagado de soldados de la organización de la justicia, nosotros estamos armados, podemos luchar igualmente sin chalecos.
Diego: yo todavía tengo mi chaleco antibalas, lo cual quiere decir que quien sea que se los haya llevado, no le ha dado tiempo de robarlos todos. A ver, que levanten la mano quienes todavía conserven el chaleco antibalas consigo!!
Ocho de las personas que estaban en esa sala levantaron las manos, 5 alumnos y 3 profesores.
Diego: muy bien, veniros conmigo.
Las ocho personas se acercaron hacia Diego, colocándose a su lado.
Diego: nosotros como estamos protegidos dispararemos antes de que los soldados puedan acercarse al resto ¿entendido?
Diego miró hacia Jorge.
Diego: Jorge ¿y a ti también te han robado el chaleco?
Jorge: sí, a mí el primero.
Diego: de acuerdo, acordaros de lo que dijo Esmeralda, Germán tiene muñecos representando a todos los soldados de la organización secreta de la justicia, y la maqueta de madera de este internado que el mismo construyó, así que los soldados pueden aparecer literalmente en cualquier lugar, debemos estar prevenidos y mirar al doblar cada esquina de cada pasillo a los dos lados.
Jorge: el primer lugar donde aparecerán seguramente los soldados, será en las mazmorras, para liberar a los prisioneros y reclutarlos para su organización, igual como hicieron hace 5 años con algunos de ellos. Pero no os preocupéis, las mazmorras están vacías, anoche ordené a los guardias que trasladaran a todos al interior de la mina de diamantes del bosque, allí no se les ocurrirá buscar.
Diego: es una verdadera lástima lo del robo de los chalecos antibalas, pero la guerra sigue su curso.
Jorge: ojala pudiéramos saber quienes han sido los ladronzuelos.
Diego: mira, creo que allí tenemos la respuesta.
Diego señaló con el índice a la pared en donde un bote de spray de pintura roja se movía solo flotando en el aire mientras garabateaba el siguiente mensaje:
hola, somos los niños invisibles,
cazarnos, si es que nos veis.
los niños invisibles
Jorge: claro, debí imaginármelo, los menores del colegio de mi hermano en vez de superfuerza tienen invisibilidad.
Todos vieron como el spray de pintura roja se caía al suelo y como sobre las baldosas se dibujaba un camino de pequeñas huellas rojas que salían del internado y se subían a un autobús.
Mientras, en el internado aureola, Germán acababa de salir de la ducha del baño de su habitación, él estaba con una toalla alrededor de la cintura, cuando una de las sirvientas que trabajaba para el colegio, entró dentro y dijo.
limpiadora: perdone, pero varios de los soldados han salido ya para el internado valle seco en los furgones.
Germán: qué? si tenía que moverlos yo con los muñecos por dentro de la maqueta desde mi despacho, tenían que esperarme a mí!!
limpiadora: no todos se han ido, solo algunos que no aguantaban la espera.
Germán: está bien, gracias por avisarme, retírate.
La sirvienta se retiró.
Germán todavía en toalla, cogió un walky-talky.
Germán: escucharme todos los soldados, escucharme, llamado urgente, todos los que puedan dar la vuelta y volver que lo hagan, entrareis al internado como estaba previsto por medio de los muñecos, de otro modo no podré haceros regresar si las cosas fracasan, los que estéis cerca del edificio seguir vuestro camino, pero los demás, dar la vuelta, por favor, no arruinéis toda la estrategia del plan por culpa de vuestra impaciencia absurda. Está en juego muchas vidas.
Germán dejó el walky-talky apartado de él y se vistió con ropa del armario.
Tras un buen rato, Germán salió al bosque, a la entrada principal del internado, allí estaba Nuria Destino.
Germán puso su brazo en posición frente a su pecho, inmóvil, como si se tratara de la rama de un árbol, y un halcón que vino planeando se posó sobre él, el halcón tenía una minicámara en su collar y una luz parpadeante roja.
Germán: has visto Nuria? Gracias a Ciclón-refiriéndose al halcón (mascota de espionaje)-hemos sabido que mi hermano había repartido chalecos antibalas a sus alumnos y hemos podido mandar a reclutas niños para que se los robaran. Lo que no sé es como se enteró mi hermano del día de la emboscada.
Nuria: este colegio es muy grande, de aquí sale y entra continuamente gente, no estamos al corriente de todos los miembros de la organización secreta del crimen, cualquier persona puede ser un espía de tu hermano y haberle llevado la información.
Germán: en cualquier momento los reclutas niños llegaran, les prometimos una chocolatina si colaboraban en esta misión ¿las tienes preparadas?
Nuria agitó al aire una bolsa llena de chocolatinas con avellanas y nueces.
En ese instante, un autobús paró en frente de ellos, los niños bajaron, mientras recuperaban su visibilidad y se apoderaban de las chocolatinas de la bolsa de Nuria y entraban corriendo y a empujones al internado aureola.
Germán: quién fuera niño otra vez!!