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SERIENUEVA-ALMAS ASESINAS/rondaba el año 2038.../serie de 5 temporadas

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20/08/2010 23:39
nueva serie
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ALMAS ASESINAS

blog de la serie(https://blogs.formulatv.com/miserie-osc/)

organizacion secreta del crimen-internado valle seco.(OSC)
organización secreta de la justicia-internado aureola.(OSJ)

en el año 2038 existe una organización creada para el mal.
una organización que no se sabe desde cuando descienden sus orígenes 1700, 1800, 1900...la fecha se desconoce.
Esta organización se denomina como la organización secreta del crimen, solo los que han pertenecido alguna vez a ella saben de su existencia.
esta organización vive oculta y repartida por todos los continentes del planeta tierra, con academias especializadas en expertos en materias solo diseñadas para la maldad.
esta organización está muy avanzada en tecnologías, e inteligencia en cada uno de sus miembros, van más de 10 años en informática e ingeniaría con el resto del mundo.
Son capaces de crear máquinas que curen enfermedades desconocidas e incluso de crear ellos mismos esas enfermedades. Allá por el año 1985 fue cuando se empezó a construir un internado, en el pueblo valle seco, un internado que se utilizaría como tapadera para atraer a los infantes y adolescentes a pertenecer a esa organización y trasmitirles la educación como asesinos, timadores y ladrones profesionales desde niños. Hoy en día, en el año 2038 ese internado sigue abierto, recibiendo alumnos todos los días, pero muy recientemente hace 20 años, que uno de sus miembros abandonó esa organización y consiguió crear otra organización en torno a la bondad.
La organización secreta de la justicia, que solo lleva construido desde hace 3 meses y medio su propio internado, utilizado con el mismo fin que el internado valle seco, llevando por nombre el internado aureola, y dirigido por el anterior ex-director del internado enemigo durante 8 meses, Germán Puertas, tataranieto del fundador de la organización del crimen.
Si quieres conocer los secretos de la OSC, adelante, empieza a leer, esta es su historia...


Visita el blog si quieres leer una descripción detallada de todos los personajes...

blog de la serie(https://blogs.formulatv.com/miserie-osc/)

titulos capitulos por temporadas

PRIMERA TEMPORADA

1.Justicia.

2.recuerdos.

3.mosquitos.

4.lava.

5.averiguaciones.

6.mazmorras.

7.exconvictos.

8.infiltrada.

9.intrusos.

10.enamorados.

11.despedida.

SEGUNDA TEMPORADA
1.celos.

2.cancelación.

3.adicción.

4.obsesión.

5.emboscada.

6.bacanal.

7.debilidad.

8.advertencia.

9.epidemia.

10.gravedad.

11.celebración.

TERCERA TEMPORADA
1.temores.

2.deseos

3.maldecidas

4.solución

5.identidades

6.catástrofe

7.irresistible

8.festival

9.filmación

10.ritual

11.trampa

CUARTA TEMPORADA

1. Reinado

2. Vivo

3. Memoria

4. Ataque

5. Ruptura

6. Bailarinas

7. Pecado

8. Confesiones

9. Guerra

10. Abandono

11. Sacrificio

QUINTA TEMPORADA

1.crueldad

2.cambio

3.atracción

4.emociones

5.romances

6.aniversario

7.amenazas

8.extranjero

9.adultos

10.dramas

11.respuestas



LAS 5 TEMPORADAS COMPLETAS CON FINAL RESUELTO
#101
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29/09/2010 22:20
para el 2 de octubre el comienzo de la segunda temporada.
#102
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03/10/2010 22:03
algo tarde pero alla va, segunda temporada de la serie organización secreta del crimen.

CAPITULO 12
PRIMERO DE LA SEGUNDA TEMPORADA

CELOS

Un día más empezaba en el internado aureola.
El edificio que servía como centro de enseñanza para entrenar a soldados miembros de la organización secreta de la justicia.
Todos los alumnos que habían recibido en sus uniformes la luz lunar al pasar por la puerta de los infantes desde el patio exterior hasta el interior del internado, tenían el uniforme de color blanco y azul marino, con el emblema tridimensional y movible de OSJ, la jota giraba continuamente alrededor de la O y S que se mantenían estáticas.
En cambio, los que habían pasado por la puerta de los adultos seguían conservando su uniforme de color amarillo y ocre, con el escudo del águila negra con las alas extendidas sujetando una copa azul con una estrella blanca.
Todos los alumnos estaban en clase, con sus uniformes escolares.
Con el profesor de lealtad, verdad, civismo y caballerosidad.
Tamara Metro se sentó al lado de Miguel Sauter.
Durante la clase, mientras los demás alumnos escuchaban atentos las explicaciones del profesor, Tamara hablaba casi en susurros con Miguel.
Tamara intentó cogerle la mano que él tenía apoyada sobre la mesa, pero él se la retiró en silencio.
Tamara: dime lo que tengo que hacer para que me perdones.
Miguel: nada, ya te he perdonado.
Tamara: ah sí?
Miguel: sí, pero eso no significa que vayamos a volver a estar juntos, simplemente que tú eres una alumna más de este internado, tenemos que convivir y tampoco voy a hacer como sino existieras, no me parecería un gesto de buena educación.
Tamara: entonces que me estás proponiendo? que seamos amigos a partir de ahora?
Miguel: no, simplemente somos compañeros de clase, nada más, si quieres preguntarme algo sobre la lección yo te contestare pero ya está, a partir de ahora tú harás tu vida y yo la mía.
Tamara: pero por qué Miguel? por qué? por qué no podemos volver a salir juntos? yo ahora estoy más segura que nunca de que quiero estar contigo.
Miguel: ah sí? igual yo también hago lo mismo que tú, besó a una chica y luego te pido perdón diciéndote que solo lo he hecho para estar completamente seguro de que lo que sentía por ti era amor de verdad, ¿te parecería bien eso?
Tamara: si así vas a sentirte en paz conmigo y podemos volver a estar juntos, tú mismo.
Miguel: yo lo único que deseo en estos momentos es matar a Diego Marremo.
Tamara: qué?
Miguel: voy a colarme en el internado valle seco, todavía no sé como, pero bajare a los pasadizos en buscar de inventos que me lo facilité, no se lo digas a nadie, pero me pienso colar al internado enemigo solamente para matar a Diego Marremo.
Tamara: no puedes hacer eso, Jessica su madre ahora es uno de nosotros, ella seguramente algún día querrá recuperarlo.




Miguel: Jorge Puertas, es el hermano pequeño de Germán, ellos dos están en diferentes organizaciones, Diego eligió quedarse en el lado del mal, algún día Jessica tendrá que admitir que su hijo ya está condenado a muerte como asesino profesional miembro de la organización del crimen, y yo como miembro de la organización secreta de la justicia, cumpliré con mi deber matándole.
Tamara: Miguel no te engañes, esto solo lo haces por venganza.
Miguel: tal vez, pero es lo único que me queda para sentirme en paz conmigo mismo después de que él me intentara quitar a mi novia, Diego va a pagar muy caro por haberse atrevido acercarse a ti.
Tamara: Miguel todo esto no es necesario, tú y yo podemos volver a estar juntos cuando tú quieras.
Miguel: no quiero volver contigo, no quiero saber nada de ti, solo quiero matar a Diego Marremo, es para lo único que voy a vivir de ahora en adelante.
Tamara: Diego no sabe nada de ti, no sabe que existes, yo nunca le dije nada de que tuviera novio. Miguel, por favor, podemos dejar todo esto atrás, sin remordimientos, yo te prometo que nunca volveré a engañarte con otro.
Tamara le volvió a coger la mano, y Miguel se levantó sobresaltado y muy enfadado.
profesor: ocurre algo Miguel?
Miguel: no, solo que quería ir un momento al servicio, no me encuentro muy bien.
profesor: vaya tranquilo.
Miguel miró a Tamara con rabia.
Miguel: tú y yo nunca volveremos a estar juntos, nunca, jamás en la vida y ya puedes empezar a cavar una tumba para Diego Marremo, porque te aseguro que le quedan muy pocos días de vida.
Miguel salió de la clase. Y Tamara se quedó sentada en su pupitre, pensando en las últimas palabras dichas por su ex-novio y repitiéndose mentalmente a sí misma en voz alta.
Tamara: no, Diego no puede morir, Diego no puede morir, él no puede morir, Diego no.
Mientras, en otra parte de ese mismo internado.
Dentro del despacho del director, Germán Puertas, estaba él hablando con la sirvienta, Jessica, la madre de Diego que desde que se había ido de la otra organización, trabajaba de limpiadora en el internado aureola.
Germán: me alegra saber que lograste escapar del internado valle seco sin que mi hermano te retuviera, la lástima ha sido lo de tu hijo.
Jessica: mi hijo quería venir conmigo, hablé con él, dijo que solo obedecía a los profesores de ese internado por miedo a que nos encerraran a uno de los dos en las mazmorras, él quería venir, pero se quedó por ella.
Germán: por ella?
Jessica: sí, en el tiempo en que ha estado mi hijo estudiando en ese internado de mala muerte ha conocido a alguien, alguien que según él dice que se ha enamorado.
Germán: que tu hijo se ha enamorado de uno de los miembros de la organización secreta del crimen? y te ha dicho de quién se trata? si de verdad se ha quedado solo por esa chica hay que hacerle entrar en razón, tu hijo es muy joven, con el tiempo puede conocer a alguien que sea capaz de hacerle realmente feliz, y que no viva para matar.
Jessica: Diego me habló de ese amor plenamente convencido en él, yo no sé hasta que punto han llegado ellos dos, espero que no muy lejos pero...
Germán: te dijo quién era ella?
Jessica: sí, se trata de Azucena Terrón, es su profesora de artes marciales, aunque ella algunas noches vive una vida de lujuria y vicio vendiendo su cuerpo a cambio de dinero o como pago adicional a ser miembro de la organización secreta del crimen.
#103
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03/10/2010 22:04
Germán: conozco a Azucena, es posible que tu hijo se haya enamorado de ella, pero Azucena no creo que sienta nada por él, mi hermano Jorge la obliga a prostituirse para conseguir dinero para la organización, si ha pasado algo entre ellos dos, seguramente habrá sido por orden de Jorge.
Jessica: pero mi hijo solo se ha quedado en el internado valle seco por ella, está muy ilusionado con lo que siente por ella, me ha dicho que es la mujer de su vida y que nunca antes había conocido a nadie igual.
Germán: tu hijo solo se ha dejado enredar como tantos otros por los irresistibles encantos de Azucena Terrón, yo fui miembro de la organización secreta del crimen hace 20 años, viví durante mucho tiempo al lado de Azucena, conozco muy de cerca la sensación de enamorarte de esa mujer. No sé si conseguiremos alguna vez traer a tu hijo a este internado, pero lo que le ha pasado es perfectamente normal, Azucena es una mujer increíblemente hermosa, todos tarde o temprano acaban cayendo en sus redes, ni siquiera ella misma es capaz de controlar la fuerte atracción que desencadena a su alrededor. Tu hijo no es el primero ni va a ser último que haya creído que entre él y Azucena pueda existir algo especial.
Lejos de ese internado, en otra parte del pueblo valle seco, dentro del internado con su mismo nombre, en una de las aulas, Diego estaba con su uniforme negro y gris de la organización secreta del crimen, él sabía que en ese momento tocaba clase de seducción y que aún seguían teniendo a Azucena como sustituta.
Así que él antes de que nadie llegara a clase, estaba él solo delante de la pizarra con un trozo de tiza en la mano, escribiendo por cada rincón verde de la pizarra románticos poemas de amor y dibujando a su lado corazones.

primer poema:
donde estas tú?
donde estoy yo?
donde estamos los dos?
da igual el lugar
no importa la época
ni siquiera importa las horas que pasen
si estamos juntos
es lo que realmente debe importar.

segundo poema:
no me mires a los ojos
no me toques las manos
no me sonrías como solo tú sabes hacerlo
no me susurres al oído
no me digas que me quieres cada día un poco más que ayer
porque como los días sigan pasando a este ritmo teniéndote conmigo
sé que voy a acabar perdiendo la cabeza por tu amor

tercer poema:
si me miras a los ojos
puedo decirte que te quiero, tan solo con una mirada
si me acaricias la mejilla
puedo decirte que nunca me separare de ti, tan solo con un suspiro
si me abrazas
te diré que me lleves contigo a cualquier parte del mundo
y si me besas
ya podré confirmarte con toda seguridad
que solo de ti yo estoy enamorado

cuarto poema:
nunca más creas en el viento que susurra entre los árboles
nunca más creas en el azul del cielo
nunca más creas en la tristeza de las lágrimas derramadas
nunca más creas en el eco que suena en las montañas
nunca más creas en las ilusiones perdidas
cree solo en mi amor
que es lo único que yo te puedo ofrecer todas las mañanas.

Diego firmó con su nombre y apellidos en una esquinita de la pizarra que había quedado libre. La campana del principio de clase sonó, todos los alumnos entraron en el aula, Diego dejó la tiza cerca de la pizarra y se sentó en su pupitre, todos los alumnos leyeron lo que había escrito en la pizarra, vieron los corazones dibujados con el nombre de Azucena escrito en su interior y la firma con el nombre de Diego.
Todos los alumnos comentando entre ellos muy bajito lo escrito en la pizarra por Diego tomaron asiento, en ese instante la profesora Azucena Terrón entró en el aula, como siempre, cargada de libros.
Ella dejó los libros sobre la mesa y miró la pizarra, echándole un rápido vistazo a lo que había allí escrito.
Azucena: Diego ¿Has hecho tú esto?
Diego se levantó de su silla y afirmó con la cabeza sonriéndole.
Azucena: recuérdame que te castigué después por haber ensuciado la pizarra fuera de horario escolar con cosas inapropiadas de leer para el resto de tus compañeros.
Diego volvió a tomar asiento.
Azucena le sonrió disimuladamente a Diego.
Empezaron los comentarios por lo bajo entre alumnos de esa clase.
alumno1: que le recuerde que le castigué dice... claro, más de uno que yo conozco pagaría porque Azucena le castigara vestida de cuero negro.
alumno2: anda que no se lo ha montado bien Diego, ya nos podía desvelar cuál es su secreto para haberse ligado a Azucena...
Azucena: el resto de la clase, a callar!
Azucena cogió el borrador de la pizarra y empezó a borrar todos los poemas escritos por Diego, cuando de pronto ella escuchó pasos de alguien que se acercaba.
Azucena: todos, esconder los libros de seducción, sacar los de matemáticas, romperle las hojas y escribir en ellos, como si los llevarais usando durante todo el curso, rápido se acerca alguien.
Azucena apretó el interruptor que estaba al lado de la pizarra para que la pared se diera la vuelta, el emblema de OSC rojo tridimensional con luces fluorescentes e intermitentes quedo oculto, y otra pizarra completamente limpia hizo su aparición.
Azucena dejó el borrador, y se acercó a la puerta del aula, la abrió y sacando el cronometro dijo.
Azucena: la nueva limpiadora del colegio se acerca, rápido cambiaros los uniformes, 1, 2, 3, preparados?, listos? ya!!
Todos los alumnos se sacaron los jerseys y los pantalones dándoles la vuelta y volviéndoselos a poner. Ahora todos lucían el uniforme verde y pistacho con el escudo del águila roja atravesada con dos espadas en forma de equis.
#104
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03/10/2010 22:05
Azucena se guardó el cronometro sonriendo, de que a todos los alumnos les hubiese dado tiempo de hacer el cambiazo de ropa en el tiempo requerido.
Azucena se colocó frente a la pizarra limpia disimulando. La limpiadora entró en el aula.
limpiadora: perdón, antes mientras estaba limpiando creo que se me ha caído la tuerca del pendiente, puedo buscarla?
Azucena: sí por favor, pero sin armar escándalo que estamos en clase de matemáticas y estadística.
limpiadora: claro, solo será un momento, seguir a lo vuestro.
La limpiadora miró por el suelo a ver si veía la tuerca del pendiente que se le había caído.
Azucena mientras tanto, para disimular escribió unas ecuaciones larguísimas en la pizarra.
Azucena: anotar todos en la libreta, sacar las calculadoras para ayudaros.
Todos los alumnos la obedecieron.
limpiadora: la encontré.
La limpiadora se colocó bien el pendiente en su oreja izquierda, pidió perdón una vez más al resto de al clase y se marchó por la puerta.
Azucena fue hasta la puerta, asegurándose que ella ya se encontraba bien lejos del aula y girándose hacia el resto de sus alumnos, dijo.
Azucena: romper todos las hojas en donde estabais resolviendo las ecuaciones, para quién le interese saberlo por si acaso tenía curiosidad, la solución a todas las ecuaciones era 19. Esconder los libros de matemáticas y sacar los libros de seducción.
Todos los alumnos lo hicieron menos uno, que se quedó hojeando el libro de matemáticas. Azucena que lo vio se dirigió hacia ese alumno en concreto y le dijo.
Azucena: qué haces? se puede saber por qué no has guardado el libro de matemáticas como el resto de tus compañeros?
alumno: estaba buscando las ecuaciones que hay escritas en la pizarra, para ver si tenías razón en que todos los resultados eran 19.
Azucena: no las vas a encontrar, las ecuaciones no las he copiado del libro, y no están resueltas en ninguna parte.
alumno: entonces como sabes que el resultado es 19 en todas ellas? si lo has dicho en apenas un minuto y no te ha dado tiempo de coger la calculadora?
Azucena: porque da la casualidad que cuando yo era alumna de este internado me diagnosticaron una inteligencia superior a la media en todo lo que se refiera a números.
alumno: sí claro, y yo ahora voy y me lo creo.
Azucena: y por qué razón no te lo puedes creer?
alumno: por qué no? porque debajo de ese cabello perfecto y sedoso no puede caber también un cerebro bien equipado!
Azucena: qué quieres decir con eso, que las mujeres guapas tienes que ser necesariamente idiotas?
alumno: no, tanto como eso no, pero... vaya que no me lo creo.
Azucena: no te lo crees? vale dime una multiplicación así mentalmente al azar, dime cualquier número.
alumno: 3.560X223
Azucena: 793.880
El alumno realizó la operación con la calculadora para ver si tenía razón.
Azucena se cruzó de brazos.
Azucena: alguna pregunta más?
alumno: no, ninguna.
Azucena se dirigió a la pizarra y el alumno guardó por fin el libro de matemáticas.
Azucena cogió una tiza.
Azucena: veamos, mientras vais cambiándoos de uniformes, y volvéis a llevar el verdadero uniforme oficial de la organización secreta del crimen, ir pensando en lo que voy a apuntar en la pizarra.
Azucena separó la pizarra en 4 columnas.
Y puso como titulo principal.

Cosas que nunca deberías hacer o decir frente a un chico o chica al que pretendes llegar a gustar.

Todos los alumnos mientras tanto volvieron a sacarse los jerseys, pantalones y falditas para volvérselos a poner del lado contrario.
En ese instante se oyeron por los altavoces la voz de Jorge, el director.
Jorge desde su despacho: se solicita a la alumna Rubí Amadeo que acuda urgentemente al despacho del director.
Azucena: Rubí, ya lo has oído, cuando estés lista, sal de la clase.
Rubí se levantó del pupitre una vez tuvo bien colocada su faldita gris del uniforme y salió de la clase por la puerta, rumbo al despacho del director, Jorge Puertas.
Rubí llegó al despacho del director, entró en él tímidamente.
Rubí: hola, mientras estaba en clase he escuchado por los altavoces de alta tensión que me llamabas...
Jorge miró a la alumna, se levantó de su butaca dirigiéndose hacia ella y le dijo, tras cogerla de la mano y atraerla hacia su robusto pecho.
Jorge: en realidad yo no te he llamado, te han llamado mi corazón y mis instintos animales.
Rubí le sonrió, le abrazó al cuello y en menos de un minuto Jorge y ella ya se estaban besando locamente.
De vuelta al aula de la clase de seducción.
Azucena se paseaba entre las mesas con la tiza en mano esperando a que los alumnos se decidieran a decir algo para llenar las 4 columnas en las que había distribuido la pizarra, pero todos estaban en silencio.
En ese instante la campana del final de clase sonó.
Azucena: muy bien, no decís nada? pues la próxima semana quiero una lista escrita por todos sobre lo que hemos hablado en clase hoy, a ver si en privado en vuestras habitaciones sois menos tímidos y se os ocurren cosas útiles con que llenar las columnas en blanco. Se acabó la clase por hoy.
Todos los alumnos recogieron sus libros, carpetas y mochilas y salieron hacia los pasillos del internado.
Azucena: Diego, tú te quedas-le dijo ella a Diego en cuanto vio que él se dirigía hacia la puerta de salida siguiendo al resto de sus compañeros.
Diego se detuvo a medio camino dando la vuelta sobre sí mismo.
Cuando toda la clase estuvo desalojada de gente, Azucena se acercó a Diego.
Azucena: tú y yo tenemos un castigo pendiente no?-le dijo ella abrazándole al cuello.
Diego: y qué castigo vas a aplicarme?-dijo él abrazándole la cintura.
Azucena: uno de quinto grado.
Azucena se le acercó al oído y le susurró en la oreja: te quiero.
Y a continuación ella le besó en los labios.
Diego le miró a los ojos a Azucena tras el beso y le dijo.
Diego: te he dicho alguna vez que cada día que pasa estás más hermosa que el anterior?
Azucena: sí, pero me encanta que me lo repitas.
#105
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03/10/2010 22:05
Y Azucena volvió a unir sus labios junto a los de Diego.
Mientras ellos dos se seguían besando en el interior del aula, alguien les espiaba desde el pasillo por la ranura de la puerta entreabierta, ese alguien era Esmeralda, que muerta de celos veía como Diego se deshacía en besos y halagos con la que era su tía, la hermana de su madre.
Esmeralda tras la clase caminó por los pasillos del colegio sin detenerse hasta llegar al cuarto de sus padres.
Allí dentro estaba Manuela Terrón, la profesora de manejo de armas, su madre.
Manuela estaba sentada frente a su escritorio anotando apuntes en su agenda, cuando su hija Esmeralda irrumpió en la habitación y cerró la puerta con un sonoro golpe, que retumbaron las paredes.
Manuela: qué muela se te ha roto ahora hija?-le preguntó ella cerrando la agenda.
Esmeralda: no aguanto más! me tienen harta! me entran arcadas cada vez que les veo juntos! y encima ya ni se molestan en esconderse! sabes lo que ha hecho Diego hoy en clase de seducción mamá?
Manuela: no, pero tengo la extraña sensación de que muy pronto lo voy a saber.
Esmeralda: ha llegado al aula antes que nadie, y ha llenado toda la pizarra enterita, por los cuatro costados de corazoncitos, y poemas con el nombre de Azucena y los ha firmado con su nombre.
Manuela: eso ha hecho? en serio? pues si que le ha dado fuerte la fiebre de amor, si le damos a Diego un bote de spray qué pasaría? que haría graffitis por todo el colegio declarando su amor a tu tía o qué?
Esmeralda: no lo sé! no lo sé! pero a mí ya me está volviendo loca! empiezo a pensar que hubiese sido mejor si Diego se hubiese marchado con su madre a la organización secreta de la justicia!
Manuela: creí que querías que él se quedará.
Esmeralda: sí, así era, pero eso era antes de saber que iba a tener que aguantar sus arrebatos de amor ante mi tía, es que no puede despegarse ni un solo minuto de ella.
Manuela: ya sabes lo que hay entre Diego y Azucena, ahora ellos están juntos, cuanto antes lo admitas mejor.
Esmeralda: pero es que esto es de locos! no puedo estudiar sabiendo que Diego mantiene una relación sexual con mi tía.
Manuela: no solo es una relación sexual, ellos dos están enamorados.
Esmeralda: todo iba a ser tan perfecto, Diego era el hombre ideal para mí, él y yo íbamos a ser la pareja perfecta, ¿Qué es lo que ha pasado mamá, qué?
Manuela: Esmeralda, no te tortures más no puedes obligar a nadie que se enamoré de ti.
Esmeralda: hasta cuanto tiempo va a durar esta locura?
Manuela: no lo sé, yo solo espero que ésta vez Azucena habrá sabido elegir bien.
Manuela salió de su cuarto, dejando a su hija a solas en él.
Manuela caminó por los pasillos y se plantó delante de una puerta de una habitación.
Ella abrió la puerta, era la habitación de Diego, él con su compañero Carlos Puertas, el hijo del director Jorge, estaban dentro.
Manuela entró en el cuarto.
Manuela: Carlos, sal un momento, quiero hablar con Diego en privado.
Carlos salió del cuarto en silencio.
Diego y Manuela se quedaron a solas.
Manuela: qué? con mi hermana todo bien, no?
Diego: pues sí genial, qué pasa?
Manuela: nada, ya me he enterado de la declaración de amor escrita en la pizarra durante la clase de seducción, ¿estás hecho todo un artista, no?
Diego: y?
Manuela: qué deberías intentar ser un poco más discreto con vuestra relación, mi hija Esmeralda está en tu misma clase.
Diego: y?
Manuela: qué ella está enamorada de ti, ya lo sabes.
Diego: lo siento por ella, pero yo quiero a Azucena, y no pienso esconderme de nada, yo cuando quiero a alguien me gusta gritarlo a los cuatro vientos, si Esmeralda no lo puede soportar que miré hacia otro lado, yo no pienso dejar que nadie controle mi vida.
Manuela: óyeme, si crees que por haberte quedado en este internado y no haberte ido con tu madre al internado enemigo ya tienes ganado el cielo, estás muy equivocado, el detalle bonito de quedarte aquí y no haberte ido lejos te habrá valido con mi hermana pero conmigo no, voy a vigilarte muy de cerca, y más te vale que el amor que dices sentir por mi hermana sea real porque sino, vas a estar muerto en menos de dos días.
Y Manuela se fue del cuarto de Diego, sin añadir ni una sola frase más a lo dicho.
Tiempo después. Azucena estaba frente al despacho del director intentando abrir la puerta, cuando Manuela pasó por allí cerca.
Manuela: qué haces Azucena?
Azucena: es la hora de la clase de informática y piratería, y Jorge está encerrado en su despacho, la llave está echada por dentro, hace rato que le estoy llamando y no contesta.
Manuela: que raro, tú podías tirar la puerta abajo pero... no vale la pena malgastar fuerza en algo así.
Azucena: qué hago? los alumnos están esperando en clase.
Manuela: da la clase tú, no creo que a Jorge le importe, ¿ya están en clase todos los alumnos?
Azucena: sí, todos menos Rubí, antes en clase de seducción ha recibido una llamada de Jorge desde su despacho y no la he vuelto a ver desde entonces.
Manuela: claro, y mi hija está ahí dentro encerrada bajo llave con Jorge, verdad?
Azucena: no, no creo que Rubí tuviera tan mal gusto, seguramente estará paseando por el bosque y Jorge... quién sabe que diablos estará haciendo él en su despacho encerrado bajo llave...
Azucena se alejó de la puerta, junto con Manuela.
Dentro del despacho del director, Rubí y Jorge sobre la mesa se seguían besando, Rubí se había quitado el jersey del uniforme del colegio, y Jorge le había bajado los tirantes del sujetador, y le besuqueaba el cuello y los hombros, mientras Rubí no dejaba de sonreír.
Azucena entró al aula de la clase de informática.
Azucena: buenos días a todos. Jorge está ocupado así que voy a dar yo la clase, he preparado un pequeño examen para que lo hagáis en 10 o 15 minutos consta solo de 5 preguntas, lo reparto y luego lo recogeré, no os preocupéis, son preguntas básicas y rápidas de responder.
Azucena repartió el examen mesa por mesa, cuando llegó a la mesa de Diego le entregó la hoja y accidentalmente sus manos se rozaron, Azucena se quedó mirándole por unos segundos, hasta que al fin reaccionó le apartó su mano indecisa y volvió a la mesa destinada al profesor.
Azucena se sentó frente a ella y mirando su reloj de pulsera, dijo.
Azucena: adelante, ya podéis empezar el examen.
Todos los alumnos giraron las hojas y empezaron a escribir, al rato levantaron la mano algunos chicos y Azucena pasó por su lado para recoger los exámenes, así hasta que estuvieron todos recogidos.
#106
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03/10/2010 22:06
Azucena: muy bien, ahora jugar un rato algún videojuego o lo que queráis con vuestros ordenadores particulares, mientras yo corrijo los exámenes, pero en completo silencio, de acuerdo?
Azucena se sentó a corregir.
Todos los alumnos abrieron los ordenadores.
Azucena mientras corregía tenía un ordenador frente a ella con la pantalla encendida, cuando éste le pitó avisándole de que tenía un e-mail.
Azucena disimuladamente abrió el e-mail. Dentro había un link de un Chat para conectarse. El e-mail decía lo siguiente.

Azucena entra en el chat para hablar.

Diego.

Azucena entró en el Chat. Y sin que los demás compañeros de la clase lo supieran ellos dos comenzaron a hablar por ahí.

tigresadelnorte: Diego, qué quieres?
estudiante16: sabía que te conectarías, no sé lo que le ha pasado a Jorge para no poder dar la clase él hoy, pero me da igual, me encanta tener una oportunidad más para poder verte.
tigresadelnorte: ojala estuviéramos tú y yo solos en esta clase. No sé como he podido vivir hasta ahora sin tenerte cerca de mí.
estudiante16: ni yo, Azucena tú eres mi luz, mi sol, mi salud, a tu lado todo cobra sentido y todo merece la pena de vivir .
tigresadelnorte: me querrás para siempre?
estudiante16: Azucena sin ti nunca hubiera sabido lo que es el amor, prométeme que pasé lo que pasé nunca me olvidarás.
tigresadelnorte: y tú prométeme que nunca jamás te irás de mi lado.
estudiante16: no voy a prometértelo, voy a demostrártelo, te quiero.
tigresadelnorte: no me digas esas cosas aquí delante de toda la clase, que me voy a poner colorada y se van a dar cuenta todos.
estudainte16: te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quier, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero...
tigresadelnorte: para ya! ya verás la reprimenda que te espera esta noche en mi cuarto, ya...
estudiante16: estoy deseando que anochezca, estás tan hermosa bajo la luz de la luna, en realidad, tú estás hermosa siempre...
Azucena le sonrió a Diego a distancia en cuanto leyó la última frase escrita por él en el chat.
En ese instante el compañero que se sentaba al lado de él, le dijo.
alumno: Diego, estoy jugando a un videojuego muy guay, ¿te digo que web es para jugar tu también?
Diego: no gracias, ahora no me apetece jugar.
alumno: pero si es increíble, ya verás como te gusta.
Diego: que no, que ahora no quiero y no me toques mi ordenador.
alumno: Diego, qué haces? a qué videojuego estás jugando tú?
Diego: a ninguno, déjame en paz.
alumno: qué haces? estás en un chat? con quién estás hablando?
Diego: con nadie, deja de tocar mi ordenador!
alumno: déjame ver, quién es tigresa del norte?
En ese instante Diego vio en su pantalla que el estado de tigresa del norte era desconectado.
En ese instante la campana del final de la clase sonó.
Azucena apagó su ordenador.
Azucena: muy bien, el próximo día os entregaré los exámenes corregidos, ya podéis salir de clase. Y por cierto... antes de irme, voy a designar a dos alumnos encargados del orden de la clase para que se queden a recoger hoy, solo tenéis que limpiar las mesas, la pizarra, comprobar que el mecanismo de la pared giratoria funcione bien, cerrar las ventanas que hayan quedado abiertas y vaciar las papeleras. Y se van a quedar Antonio Hugal y Alfonso Brico.
Alfonso Brico: qué? yo por qué? que se quede Diego que casi nunca se queda no te fastidia!
Azucena: he dicho que te vas a quedar tú y Antonio Hugal.
Antonio Hugal: eso es verdad, cuando fue la última vez que se quedo Diego a recoger la clase? yo ya ni me acuerdo... por qué no dices su nombre?
Azucena: pero esto qué es? una rifa? he dicho que vas a quedaros vosotros y punto, desde cuando los alumnos dicen a los profesores lo que tienen que hacer?
Alfonso Brico: claro, no quieres elegir a Diego porque como te acuestas con él, verdad?
Antonio Hugal: claro así no se vale, porque ahora Diego y tú seáis una especie de novios no significa que tengas que tener favoritismos en clase con él, Diego es uno más de nosotros.
Azucena: está bien, Diego quédate tú a recoger hoy.
Diego: yo?
Azucena: sí y que te ayude Alfonso, de acuerdo?
Diego: de acuerdo.
Alfonso Brico: qué? y por qué no se queda Antonio con él?
Azucena: no quiero más quejas! la clase se ha terminado por hoy.
Y Azucena salió por la puerta, seguida de todos los alumnos menos por Diego Marremo y Alfonso Brico que se quedaron como encargados del orden.
Diego: vale, tú que quieres limpiar las mesas o la pizarra?-le preguntó él a Alfonso.
Alfonso Brico: yo no tendría ni que estar aquí, Jorge nunca me hubiera designado como encargado del orden, lo que pasa es que Azucena me tiene manía.
Diego: claro, lo que tú digas, pero a mí tus desvaríos no me importan, ¿qué quieres limpiar? ¿las mesas o la pizarra?
Alfonso Brico: y a ti por qué te ha designado Azucena? qué pasa? qué no funcionas bien en la cama y por eso te ha querido castigar?
Diego: pero si habéis sido Antonio y tú que no habéis parado de quejaros y de decir mi nombre, siempre estáis igual, a mí con Azucena me va estupendamente, ¿por qué no nos dejáis tranquilos ya de una vez?
Alfonso Brico: y por qué íbamos a hacerlo? Quién eres tú para haberte conseguido a la mujer más hermosa de todo el internado? nadie, solo el hijo de la que era la limpiadora de este colegio, que por cierto... dónde está ahora tu madre?
Diego: a mi madre ni la nombres vale?
Alfonso Brico: de acuerdo, si te parece bien yo limpiaré la pizarra, tú empieza por las mesas, si acabó pronto igual te ayudo.
Alfonso se acercó a un armario empotrado que había tras una cortina en clase, descorrió la cortina, abrió el armario que estaba lleno de productos de limpieza, de lápices, gomas de borrar, sacapuntas, bolígrafos, reglas, y folios. Alfonso le entregó una bayeta a Diego y cogió otra para él. Diego estaba limpiando una mesa, y Alfonso la pizarra cuando él comenzó a hablar.
#107
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03/10/2010 22:07
Alfonso Brico: sabes? me he apuntado al programa de estudios, ya tengo dos excelentes en las calificaciones si sacó uno más a lo mejor Jorge me prepara una cita con Azucena.
Diego le miró sin decir nada.
Alfonso Brico: tú vas a darme algún consejo de como debo comportarme cuando me toqué estar a solas con tu noviecita?
Diego: lo que te voy a dar es un puñetazo como no dejes de decir estupideces!
Alfonso Brico: no son estupideces, es la realidad, estás haciendo el idiota teniendo a Azucena como novia, cuando cualquiera puede tenerla por una par de notas altas o una buena cantidad de dinero, ¿por qué no la dejas en paz y te buscas a otra chica más accesible para ti?
Diego: oye, te has quedado para ayudarme a limpiar la clase, no para darme conversación ni meterte en mi vida privada, así que limpia y cállate ya de una vez!
Alfonso Brico: si quieres cuando sea el día de mi cita con Azucena, si lo vuestro se estropea y la echas de menos puedo sacarle fotos desnuda y vendértelas a un módico precio.
Diego: si vas a seguir así de pesado durante todo el rato prefiero limpiar la clase yo solo, vete!
Alfonso Brico: en serio? vas a limpiarla tú solito?
Diego: que te vayas he dicho! antes de que me dé por romperte la cabeza contra ese armario!
Alfonso Brico: no hace falta que me supliques eh? ya me voy!
Y Alfonso salió de la clase.
Y Diego se sentó agotado en una silla y murmuró en voz alta.
Diego: fantástico! y ahora me va a tocar a mi solo hacer todo el trabajo! no sé ni que cojones hago todavía en este internado!
A la noche, en el hall del internado valle seco, había alumnos con el uniforme negro y gris de la organización secreta del crimen que subían por las escaleras centrales al piso de arriba, en una de las esquinas, había una estatua de piedra que había pasado desapercibida por todos, era una estatua de un chico joven, vestido con un traje de camuflaje verde, perteneciente al ejercito.
El chico joven llevaba puestos en sus manos unos guantes.
Esa misma noche en el internado aureola, en uno de sus cuartos, la puerta se abrió, Tamara Metro, la hija mayor de Alfonso Metro, el dueño de la constructora que había diseñado ese edificio, entró a ese cuarto en camisón de dormir y de puntillas, ella se metió dentro de una cama tocando a tientas las sábanas.
El chico que estaba durmiendo en esa cama, al darse cuenta de que en el colchón había más peso de lo normal, abrió la luz y vio a Tamara, acostada a su lado, y sorprendido, dijo.
alumno: Tamara, ¿que haces tú aquí?
Tamara: y tú? qué haces durmiendo en la cama de mi novio Miguel?
alumno: yo estoy en mi habitación, solo me he cambiado de cama, porque la mía está al lado de la ventana y no me gusta dormir allí, por si me resfrío ¿no estabais peleados Miguel y tú?
Tamara: sí, por eso he venido esta noche a reconciliarme con él ¿dónde está?
alumno: no sé, la última vez que lo vi fue en los laboratorios de los pasadizos, creo que estaba revisando el funcionamiento de los inventos.
Tamara: de verdad? gracias por avisarme.
Y Tamara se levantó de la cama dirigiéndose hacia el armario, para usar su entrada secreta para bajar a los pasadizos.
alumno: eh? espera, piensas irte dejándome así?
Tamara: así cómo?
alumno: tú verás, eres tú la que te has metido en mi cama a altas horas de la noche en camisón...
Tamara: yo me he metido en la cama de Miguel que era mi novio hace nada, eres tú quién te has apropiado de una cama que no es la tuya.
alumno: a Miguel tú ya no le importas, anda ven, te garantizo que nadie se va a enterar de lo que pasé bajo las sábanas.
Tamara se acercó a él, le cogió la almohada y le dijo arrojándosela a la cara.
Tamara: haznos un favor a todas las chicas de este internado, asfíxiate con la almohada!
Y Tamara terminó por meterse dentro del armario y bajar por las escaleras que se comunicaban con los pasadizos secretos.
Tamara llegó a los laboratorios y entró a una sala con un cartel en su puerta donde ponía.

inventos en modo de prueba.

Tamara se acercó a una mesa metálica con montones de aparatejos, delante de cada artefacto había un cartelillo con el nombre y el uso del invento.

gorro adivinatorio: para leer el pensamiento.
gafas rayos X: para ver a través de las cosas.
chaqueta traspasable: para pasar a través de objetos sólidos.
guantes rocosos: para tener apariencia de roca.

Tamara: no están! los guantes rocosos no están! Miguel los habrá cogido, así es como piensa acercarse al internado valle seco y a Diego, haciéndose pasar por estatua, con estos guantes puestos todo el mundo que le vea creerá que es una simple estatua de piedra, él podrá seguir moviéndose igual ya que los guantes solo afectan a la apariencia externa. Tengo que hallar el modo de avisar a Diego, sino él podría morir.
Tamara salió de aquella sala y de los laboratorios y caminó por los pasadizos... cuando vio... por el suelo arenoso de los pasadizos envoltorios de caramelos y oyó risas.
Tamara siguió los envoltorios, recogiéndolos a la vez del suelo y llegó hasta un rincón del internado en donde se encontró cara a cara con su hermana Delfina.
Delfina estaba en pijama, y tenía una bolsa de caramelos en la mano, en la bolsa ponía caramelos de la risa.
Tamara se cruzó de brazos ante su hermana pequeña de 13 años.
Delfina: no me regañes, ya sé que no tendría que robar caramelos de la risa de los laboratorios, pero es que están tan buenos ¿quieres?
Tamara le sonrió a su hermana, no aceptó el caramelo pero la abrazó y le dijo.
Tamara: no sabes cuanto me alegró de verte. Tienes que ayudarme.
Delfina: claro ¿a qué?
Tamara: vamos a mi habitación, las escaleras hacia la entrada secreta de mi armario están por ahí-dijo ella señalando la dirección con el dedo-en mi habitación te lo explicaré todo.
Delfina y Tamara se desplazaron hasta las escaleras, subieron por ellas y llegaron hasta las puertas del armario del cuarto de Tamara.
#108
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03/10/2010 22:07
Cuando abrieron el armario y salieron de él, ya estaban en su habitación, Delfina había estado comiendo los caramelos de la risa durante todo el viaje, Tamara le quitó la bolsa y la guardó en el cajón de su mesita.
Delfina: eh? devuélvemelos!
Tamara: te van a salir caries como comas tantos caramelos.
Delfina: para que hemos venido hasta tu habitación?
Tamara cogió un folio de su libreta de encima de su escritorio y escribió en él una nota.
Tamara: mi novio Miguel quiere matar a Diego Marremo, el hijo de Jessica ya sabes, por lo que pasó entre él y yo en los 4 días en que yo me infiltré en el internado enemigo, ya todos lo visteis por las cámaras de video de Tornado, Ventisca y Vórtice. Miguel ha ido al internado valle seco esta noche, cuando he ido a buscarlo a su habitación no estaba, por eso estaba en los laboratorios, estaba repasando la lista de inventos, falta uno, los guantes rocosos, Miguel está ahora dentro de la organización secreta del crimen fingiendo que es una estatua de piedra. Su plan es acercarse a Diego por sorpresa y matarle, y tú vas a ir hasta allí antes de que eso ocurra y entregarle esta nota a Diego para avisarle de lo que quiere hacerle Miguel ¿lo harás, por favor?
Delfina: no te entiendo ¿por qué quieres salvarle la vida a Diego?
Tamara: es el hijo de Jessica, y Jessica está ahora con nosotros, en esta organización, ves a tú a su cuarto a verla y dile que su hijo va a morir.
Delfina: por mucho que Diego sea el hijo de Jessica, él sigue siendo miembro de la organización secreta del crimen, y nuestra lucha es contra esa organización, Jessica algún día tendrá que dispararle si Diego sigue negándose a cambiar de bando, Miguel está en su derecho de querer matarle si es eso lo que realmente él ha decidido hacer.
Tamara: lo sé, pero yo no quiero que Diego muera.
Delfina: de acuerdo, pero no digas entonces que quieres salvarle la vida porque te preocupa el estado de Jessica, cuando hace apenas unas semanas tú no sabías nada de esa señora, a ti lo que te pasa es que quieres salvarle la vida a Diego, porque todavía tienes las esperanzas de que pasé algo entre vosotros dos cuando le vuelvas a ver.
Tamara: y qué si es así?
Delfina: que la historia con Diego solo está en tu cabeza, lo que él te dijo fue para engañarte y conducirte a una trampa donde 4 estudiantes de curso superior del internado valle seco te esperaban con escopetas para dispararte, todo el mundo en la organización secreta del crimen cree que estás muerta, él mismo te hubiera disparado si Jorge el director de esa organización, se lo hubiera ordenado ¿y tú aún así quieres salvarle la vida?
Tamara: sí ¿vas ayudarme sí o no?-dijo ella entregándole la nota en mano.
Delfina cogió la nota.
Delfina: esto solo lo hago porque tú eres mi hermana, y porque sé que sino voy yo al internado enemigo tú serías capaz de convencer a quien sea o incluso de ir tú misma, y ya perdí a mi madre por culpa de la organización del crimen, no quiero perderte también a ti.
Tamara abrazó a su hermana deseándole suerte.
Tamara mientras abrazaba a Delfina: suerte, muchísima suerte, la vas a necesitar.
Delfina: cuál es la forma más rápida de llegar hasta el internado valle seco?
Tamara: de la misma forma como Miguel me trajo el chaleco antibalas, utilizando el cinturón teletrasportador, en el despacho de Germán encontrarás la maqueta del internado valle seco, y uno de esos cinturones. Ten mucho cuidado hermanita.
Delfina: solo espero una cosa, que si Diego alguna vez se entera de que pretendes salvarle la vida, sepa como agradecerte lo que estás haciendo por él.
Y Delfina salió del cuarto de su hermana mayor Tamara, con la nota en la mano.
Delfina entró en su cuarto del colegio, se quitó el pijama y se vistió rápidamente con un corto vestido violeta.
Delfina se abanicó nerviosamente con la nota escrita por su hermana Tamara y saliendo de su cuarto se dirigió hacia el despacho de Germán. La puerta costaba un poco de abrir, pero finalmente tras el segundo intento se abrió, Delfina entró dentro abrió la luz de una lamparilla pequeñita que había para alumbrarse y buscando, buscando, encontró la maqueta de madera del internado valle seco debajo de la mesa del director, ella la cogió con sumo cuidado y la puso sobre el tablón de la mesa. Después fue abriendo los distintos cajones hasta hallar con el cajón en donde estuviera guardado el cinturón teletrasportador, se lo colocó alrededor de la cintura.
En el mismo cajón en donde había encontrado el cinturón, había varias monedas de 1€ desperdigadas por ahí sueltas, Delfina cogió una, se la pasó de una palma de la mano a otra.
Delfina: en fin, vamos allá. No sé en que habitación dejar caer la moneda, podía dejarla caer en la antigua habitación de Tamara donde ella durmió durante los 4 días que estuvo en el internado enemigo, o quizás en el cuarto de baño, sería también un buen sitio.
Delfina dejó caer la moneda dentro de la maqueta, en ese instante empezó una tormenta, varios rayos y relámpagos llenaron el cielo, los cristales de la ventana del despacho de Germán retumbaron, Delfina se asustó y la moneda se le resbaló de los dedos y fue rodando por toda la maqueta, hasta pararse justo dentro de la estancia que representaba el despacho del director en el otro internado, donde ahora estaba Jorge Puertas.
Delfina tras el susto por el rayo, no se fijó en donde había caído la moneda y apretó el botón del cinturón sin pensarlo. Mientras, en el despacho del director del internado valle seco... Rubí Amadeo estaba recogiendo su ropa del suelo y vistiéndose con ella, Rubí al vestirse se equivocó y se puso el jersey por el lado en donde era verde fuerte con el escudo del águila roja atravesada por dos espadas en forma de equis, y la faldita por el lado en donde era gris, en vez de ponérsela a conjunto con el jersey que llevaba, que sería entonces de color pistacho.
Jorge se metió la camisa por dentro de los pantalones y se ajustó la corbata al cuello.
Jorge abrazó a Rubí.
Jorge: de verdad tienes que irte ya? no tendrás miedo esta noche con la tormenta que hay de dormir tú sola?
Rubí: duermo con mi hermana Esmeralda y nuestra otra compañera de cuarto, tranquilo, estaré bien, mañana nos vemos.
Y Rubí besó a Jorge en la boca con mucha pasión.
Rubí: odio cuando llega el momento de despedirnos.
Jorge: quédate a dormir conmigo esta noche, en mi cama hay sitio de sobras para los dos.
Rubí: es una oferta tentadora, pero... mejor esperamos a vernos otra vez mañana por la mañana, no es bueno que vayamos demasiado rápido.
Rubí se acercó al oído de Jorge y le susurró.
Rubí: soñaré contigo esta noche.
Y Rubí se separo del afectuoso abrazo de Jorge y caminando muy despacio por el despacho, salió por la puerta, tras girar la llave de la cerradura.
Jorge se acercó a la puerta una vez que Rubí se había largado, volvió a cerrar la llave y dijo pensando en voz alta.
Jorge: ojala tu tía Azucena accediera acostarse conmigo tan fácilmente como lo haces tú Rubí, si pudiera tenerla a ella, sería capaz de renunciar a todas las demás mujeres del mundo, para siempre.
Jorge se giró de espaldas y se dirigió hacia su butaca tras la mesa de director.
#109
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03/10/2010 22:08
En ese instante, una chiquilla de 13 años apareció con el cinturón teletrasportador frente a él.
Jorge al verla.
Jorge: tú quien eres?
Jorge sin darle tiempo para contestar a Delfina, sacó una pistola y apuntó su cañón hacia ella.
Delfina gritó al ver la pistola, y al instante tras el desgarrador grito, cayó al suelo, victima de un disparo, provocado por Jorge. Delfina cayó al suelo del despacho muerta.
Jorge se volvió a guardar la pistola bajo su chaqueta, se acercó al cadáver de la muchacha y vio el papel que ella aguantaba entre los dedos.
Jorge le quitó la nota y la leyó en voz alta.

Diego, soy Tamara, no sé si te acordaras de mí.
Ni siquiera sé porque estoy haciendo esto, pero no quiero que mueras.
Tu madre está bien, no te preocupes por ella, ahora es la chacha del internado aureola.
Te envío esta nota con mi hermana Delfina, para informarte de los planes de mi novio Miguel. Sí, mi novio, yo tenía un novio en mi internado cuando me infiltré en el tuyo,
nunca te hablé de él, lo sé, pero eso ahora no importa, lo que debes saber es que él sabe lo que pasó entre nosotros en esos 4 días en los que estuvimos juntos y tiene intenciones de matarte. Se ha llevado un invento de los laboratorios de la organización de la justicia, tiene apariencia de estatua, si ves alguna estatua sospechosa que tú no recordabas de la decoración del internado, seguramente será él, ten mucho cuidado.
Si Miguel consigue matarte, yo podría morirme de pena.

Tamara.

Jorge: vaya, vaya, que sorpresa, ya verás cuando se enteré Diego de las nuevas noticias sobre la infiltrada a este internado que mandó ya hace algún tiempo mi hermanito Germán.

FIN DEL CAPITULO 12
#110
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07/10/2010 01:41
muy pronto nuevos capitulos de la segunda temporada.
#111
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09/10/2010 22:57
la nueva gran serie de moda después de "el internado".
#112
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12/10/2010 22:28
este fin de semana capitulos nuevos de la segunda temporada
#113
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16/10/2010 16:27
CAPITULO 13
SEGUNDO DE LA SEGUNDA TEMPORADA

CANCELACIÓN

Al día siguiente, cuando ya había amanecido, todos los alumnos de la organización secreta del crimen estaban con sus uniformes negros y grises, asistiendo a una clase de psicología e hipnotismo con el profesor Fabián Amadeo, el hijo de Segismundo, el científico del colegio.
Fabián estaba de cara a la pizarra.
Fabián: para continuar con la clase, copiar todos en vuestras libretas el siguiente texto.
Fabián comenzó a escribir en la pizarra, cuando de pronto oyó bostezos a su alrededor y ronquidos.
Cuando Fabián se giró hacia la clase, sin terminar de escribir el texto completo con la tiza en la pizarra, vio a toda la clase dormida con las cabezas apoyadas sobre sus manos entrelazadas sobre sus pupitres. Fabián nada ver esta escena, fue directamente hasta las cortinas de la clase, las descorrió y vio a Diego allí escondido.
Fabián: Diego, quieres despertar a todos mis alumnos por favor?
Diego: cómo sabes que he sido yo?
Fabián: eres el único que todavía sigue despierto, y además eres el único de mis alumnos capaz de dormir a más de 15 personas al mismo tiempo.
Diego: por qué no les despiertas tú?
Fabián: qué me tomas, por un novato en el hipnotismo? sabes perfectamente que la persona dormida solo puede ser despertada por la misma persona que le provocó el sueño.
Diego: no me apetece despertarles.
Fabián: Diego, qué te pasa? estás enfadado por algo?
Diego: no, ya no me quedan fuerzas para enfadarme-dijo él sentándose en su pupitre.
Fabián: va todo bien entre Azucena y tú?
Diego: sí todo va bien del paraguay, Azucena y yo estamos juntos, debería bastarme con eso, pero... empiezo a pensar que todo era muchísimo mejor cuando lo mío con Azucena solo era un sueño, a veces la vida es mejor cuando estás durmiendo, luego despiertas y no ves más que problemas.
Fabián: qué ha pasado con Azucena?
Diego: nada, la he dejado en frente de la casa de masajes, para que cumpla con su trabajo, ya sabes.
Fabián: y? desde que decidiste quedarte en este internado y no seguir a tu madre hasta el internado aureola sabías porque y para que te quedabas, y desde entonces has estado llevando todas las mañanas en coche a Azucena hasta las puertas de su negocio.
Diego: todas las mañanas no, que ha habido días en que Azucena no ha abierto la casa de masajes.
Fabián: ya, porque Azucena sigue sus propios horarios y tiene que compaginar su otro trabajo con el de profesora de este colegio, pero Jorge siempre se encarga de recordarle que no abandone por completo a sus clientes, y tú estás al tanto de todo eso desde el principio.
Diego: lo sé, pero no quiero que Azucena siga trabajando en ese negocio.
Fabián: aquí no eres tú él que mandas, sino Jorge, él es el que dirige todos los clientes de Azucena, a quién ella le tiene que dar la mitad de sus beneficios y lo más importante, el director de esta organización y tú y Azucena como miembros que sois, le debéis obediencia.
Diego: y hasta cuando tiene que seguir esta situación?
Fabián: hasta que lo decida Jorge, él fue quién abrió la casa de masajes y él es el único que puede decidir cuando cerrarla.
Diego: ya he hablado del tema con Jorge.
Fabián: y qué te ha dicho?
Diego: que solo aceptaría cerrar todos los negocios exteriores del internado valle seco con Azucena y cortar el hilo para siempre con todos sus clientes, si ella aceptara casarse con él.
Fabián: ya, ¿y qué quieres que te diga yo?
Diego: no lo sé, pero ya estoy harto de esta situación, harto, se supone que Azucena es mi novia, y sin embargo dejó que se vaya a la casa de masajes a cumplir con su lista de clientes, y mientras yo tengo que quedarme aquí estudiando como sino pasará nada.
Fabián: deberías sentirte afortunado, eres el único hombre que tiene a Azucena siempre que quiere sin tener que gastarse ni un solo céntimo.
Diego: tal vez yo no tenga que pagar por estar con Azucena, pero eso de que la tengo siempre que quiero no es verdad, ella solo está conmigo cuando encuentra un hueco libre entre todos sus clientes. Se supone que yo soy el novio, y siempre soy el último de la lista.
Fabián: eso es porque los demás tienen preferencia porque pagan por ello.
Diego: claro, entonces qué pasa? que yo también tengo que pagar por estar con Azucena?
Fabián: no, claro que no, no digas estupideces, igual si hablas con Jorge otra vez...
Diego: no quiero hablar con él, quiero matarle...
Y Diego se levantó de su pupitre y salió de la clase, no sin antes chasquear los dedos, para que toda la clase se volviera a despertar.
Fabián vio como todos los alumnos se despertaban y volvían de su profundo sueño con total normalidad.
Diego caminó hasta el despacho de Jorge.
Diego entró dentro del despacho.
Jorge estaba hablando por teléfono.
Jorge: Diego, hola, espera que termine de hablar por teléfono y enseguida estoy contigo.
sí, sí, entonces a las 4 mandó a Azucena a tu casa? vale genial, recuerda, la oferta de 5 millones de euros no se baja. Claro, claro, quedarás satisfecho te lo garantizo, adiós.
perdona por hacerte esperar Diego, pero es que era una llamada importante, qué querías?
#114
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16/10/2010 16:28
Diego: qué le estabas concertando una cita con un hombre a mi novia?
Jorge: a tu novia no, a Azucena.
Diego: es lo mismo.
Jorge: por el momento, pero un día de éstos Azucena se cansará de ti y te dejará, cuando antes lo asumas mejor.
Diego: igual somos Azucena y yo los que nos cansamos de aguantarte a ti.
Jorge: uy! ahora te me vas a poner chulillo? por cierto me viene bien que hayas venido, tengo algo para ti ¿te acuerdas de Tamara Metro?
Diego: sí, era una de las hijas del dueño de la constructora que diseñó el internado aureola.
Jorge: sí, así es, toma, una nota escrita por Tamara de puño y letra.
Diego cogió la nota.
Diego: qué es esto una broma? yo mismo vi en el hall de este internado como su cuerpo muerto caía rodando por las escaleras, cuando los 4 alumnos del curso superior dispararon contra ella.
Jorge: sí, lo sé, pero de alguna forma no sé cómo debió salvarse, y ella aún sigue viva, como estudiante del internado aureola, lee la nota.
Diego leyó la nota mentalmente.
Jorge: y?
Diego: te dije que me dejarás disparar a mí, pero no, tenían que hacerlo los alumnos de curso superior, yo estoy tan preparado como ellos o más para disparar.
Jorge: has leído la nota de principio a fin? El novio de Tamara ha venido a este colegio a matarte, te está salvando la vida, ¿y a ti solo se te ocurre quejarte porque no te dejé disparar contra ella?
Diego: sí que me la he leído, muy emotiva la nota, pero para mí Tamara no es nadie, solo alguien que debería estar muerto y todavía no lo está, le agradezco que me avisé que su novio Miguel anda por aquí cerca, pero si alguna vez vuelvo a tener a Tamara en frente de mí, no esperaré a que tú me des la orden para dispararle.
Diego rompió el papel de la nota en pedacitos muy pequeños, y se marchó del despacho.
Diego caminó tras salir del despacho del director dirigiéndose hasta su habitación, al entrar vio a Carlos Puertas, el hijo del director y su compañero de cuarto, en calzoncillos y en camiseta de tirantes, atado y amordazado.
Diego fue corriendo hacia él.
Diego: Carlos? qué ha pasado?-dijo él quitándole el pañuelo de la boca.
Carlos: desátame rápido, tropecé con una estatua de un muchacho en el pasillo, la estatua me hizo la zancadilla, me golpeó por sorpresa, yo no pude devolverle los golpes ya que todo su cuerpo estaba hecho de roca maciza, me desnudó y me robó el uniforme.
Él llevaba puesto un traje de camuflaje, lo tiró a esa papelera.
Diego desató a Carlos.
Diego se dirigió hacia la papelera, cogió la chaqueta vede del ejercito que había allí dentro y dijo en voz alta.
Diego: Miguel.
Carlos: quién es Miguel?
Diego: un miembro de la organización secreta de la justicia, ¿te acuerdas de Tamara Metro?
Carlos: sí, era aquella chica a la que mi padre te encargó que sedujeras para que te contará lo que tramaba la organización secreta de la justicia contra nosotros, verdad?
Diego: sí, la misma, sigue viva, su muerte fue un engaño.
Carlos: cómo es eso posible? y que relación tiene ella con Miguel?
Diego: no lo sé, ellos dos eran novios. Vístete, creo que en el armario hay un recambio del uniforme, póntelo, he diseñado un plan para matar a Miguel ¿vas a ayudarme?
Carlos se dirigió al armario, sacó el uniforme, y mientras se lo ponía dijo.
Carlos: claro, cualquier miembro de la organización secreta de la justicia, es enemigo mío. Dime una cosa Diego ¿cómo te has enterado de la existencia de ese tal Miguel?
Diego: Tamara me envío una nota con su hermana pequeña Delfina, en la que me lo explicaba todo, ya sabes, para salvarme la vida.
Carlos: que idiota! aún se pensara que se lo vas a agradecer.
Diego: su hermana Delfina ya está muerta, la mató Jorge cuando la sorprendió en su despacho y a Tamara le espera la misma suerte, solo espero que nadie se me adelanté, su muerte solo me corresponde a mí.
Carlos cuando ya tenía puesto el uniforme negro y gris otra vez de la organización secreta del crimen, miró a Diego y le dijo.
Carlos: cuál es el plan para matar a Miguel?
Diego: ya lo verás-dijo él con una media sonrisa en su cara.
Al cabo de un rato, Diego y Carlos estaban los dos frente a la cocina. Miguel con apariencia de roca con uno de los uniformes de la organización secreta del crimen, se movía por ahí dentro, él intentó coger algo de comida y un poco de agua pero al tocarlos con los guantes rocosos puestos comprobó que todo lo que tocaba con esos guantes se convertía en piedra, pero volvía a su estado original en cuanto el contacto con el objeto se perdía.
Miguel: que fastidio! tendré que quitarme los guantes si quiero comer algo!
Miguel se sacó los guantes, los dejó sobre la encimera, y bebió agua, se comió unas cuantas galletas y un yogurt.
Diego miró a Carlos y le preguntó: preparado?
Carlos: más que nunca compañero.
Diego entró en la cocina.
Diego: ¡tú!, ¿te llamas Miguel, verdad?
Miguel dejó el yogurt a medio comer.
Miguel: Diego Marremo ¿verdad? sé que eres tú, cuando mandamos a Tornado, a Ventisca y a Vórtice para averiguar porque habíamos perdido la conexión con Tamara, los miembros más importantes de la organización secreta de la justicia vimos como mi novia te besaba en directo en su habitación, no sabes las ganas que tenía de encontrarme contigo cara a cara.
Diego: sé quién eres, Tamara me habló de ti en los 4 días en los que estuvimos juntos.
Miguel: eso es mentira! ella me dijo que nunca te habló sobre mí! que nunca te dijo nada de que tuviera novio!
Diego: y tú la creíste? Tamara se enrolla a los 4 días de conocerme conmigo y tú todavía sigues confiando en sus palabras? eres patético!
Miguel: me las vas a pagar!
Miguel se lanzó a pegarle un puñetazo a Diego, Diego se defendió, Miguel tiró a Diego sobre la mesa de la cocina, Diego sin que Miguel lo viera le hizo una señal a Carlos para que entrara en la cocina, Carlos entró, mientras Miguel y Diego seguían inmersos en su pelea. Carlos con un líquido pasó un pincel por encima de los guantes rocosos de la encimera, y miró a Diego enseñándole el pulgar para arriba. Diego le guiñó el ojo sin que Miguel se diese cuenta y Carlos salió de la cocina sin ser visto.
Diego le quitó la pistola a Miguel, ellos dos forcejearon por ella, hasta que finalmente Miguel consiguió quitársela a Diego.
#115
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16/10/2010 16:29
Miguel: en serio tienes un B alto en artes marciales? no sé que parámetros siguen en esta escuela para examinar a los alumnos, ganarte ha resultado ser demasiado fácil.
Miguel disparó a Diego con la pistola y éste cayó al suelo muerto.
Miguel: esto ha sido pan comido, no sabía que fuera tan bueno.
Miguel se dirigió hacia la encimera de la cocina, cogió los guantes rocosos, se los volvió a poner, y su cuerpo volvió a tomar apariencia de roca, pero de repente, él sintió como si los guantes le apretaran, se los quiso quitar pero parecían pegados a sus manos, la cara se le empezó a poner roja, le faltaba el aire, Miguel se tocó el cuello, y poco a poco se cayó al suelo de rodillas para finalmente acabar tocando su cabeza contra las baldosas de la cocina, y al estar su cuerpo hecho de roca, éste se partió en dos accidentalmente.
En ese momento Carlos volvió a entrar en la cocina.
Carlos se acercó a Diego e intentó reanimarle.
Carlos: Diego, Diego ¿estás bien?
Diego abrió los ojos y mirando a Carlos le dijo.
Diego: perfectamente, ¿me ayudas a levantarme?
Carlos: cuando le quitaste la pistola a Miguel en el forcejeo cambiaste las balas por unas de fogueo, verdad?
Diego: por supuesto.
Carlos: y en la pelea te dejaste ganar?
Diego: formaba parte del plan, ya lo sabías, tenía que dejar que se confiase. El veneno que le pusiste en los guantes hizo el resto del trabajo.
Carlos: sabes qué? ha sido un placer trabajar contigo.
Diego: lo mismo digo, pero eso no quiere decir que de ahora en adelante vayamos a ser amigos.
Carlos: no, claro que no.
Diego mirando los pedazos de roca que habían quedado de Miguel...
Diego: dos menos, Delfina y Miguel ya son historia, la organización secreta de la justicia nunca ganara.
Mientras, en el interior del despacho de Jorge Puertas, acababa de entrar Fabián Amadeo.
Fabián: Diego ha venido aquí antes?
Jorge: sí, por qué?
Fabián: seguramente Diego te habrá dicho algo sobre el tema pero por si acaso yo te lo vuelvo a repetir, quiero que saques a Azucena del negocio de la prostitución, ya.
Jorge: si pretendes hacerme reír lo has conseguido, ¿tú sabes cuanto dinero recaudamos gracias a los servicios de Azucena?
Fabián: el dinero se puede conseguir por otros medios, atracamos bancos, gasolineras, tiendas, supermercados, lo que tú quieras, pero a Azucena la dejas en paz.
Jorge: y sino quiero hacerlo, qué pasa?
Fabián: la única razón por la que utilizas a Azucena para tus sucios negocios es porque no soportas la idea de que ella siempre te haya rechazado, por eso la castigas para verla infeliz, te excusas diciendo que es para conseguir dinero para la organización, pero tú sabes que hay otros métodos para eso, Germán, tu hermano, nunca hubiera dirigido este colegio del mismo modo que lo haces tú.
Jorge: si fuera por Germán la organización secreta del crimen hubiera dejado de existir hace muchos años, en el fondo a todos nos vino bien que mi hermano se marchara hace 20 años de este internado, incluso a ti Fabián, que después de que pasaran tres días de la marcha de mi hermano te declaraste ante Azucena.
Fabián: tú cómo qué estás muy enterado de lo sucedido entre Azucena y yo hace 20 años, verdad?
Jorge: lo suficiente como para saber que Azucena y tú nunca estuvisteis juntos, lo único que pasó entre vosotros fue un beso que tú le robaste, no sé quien de los dos está más frustrado por no haber conseguido lo que se proponía con Azucena.
Fabián: tú no lo sabrás, pero yo sí, aquí el único frustrado eres tú, Azucena es muy importante en mi vida, pero no de la forma que tú piensas, ella ahora es mi cuñada, y su hermana Manuela es mi mujer, no voy a negar que sentí algo en un pasado por ella, pero ese sentimiento se perdió con el tiempo, yo ahora estoy con Manuela, y no la cambiaría por ninguna otra mujer.
Jorge: lo que tú digas, pero mientras yo siga siendo el director de este internado, Azucena va a seguir bajo mis órdenes. Y me importa un comino lo que tú, Manuela o Diego opinen sobre ello.
Fabián: ten mucho cuidado con Diego, tú no sabes de lo que es capaz ese chico.
Jorge: Diego nunca me haría daño, recogí a su madre de la calle hace 16 años, y durante todo ese tiempo me he dedicado a cuidarlo, tenía que asegurarme que el hijo de Ramón Clero creciera fuerte y sano, le he dado más atenciones a Diego cuando era pequeño que a mi propio hijo Carlos, Diego puede que se le crucen los cables en alguna ocasión y me amenace, pero nunca me matara, porque yo para él soy como un padre.
Fabián: eso está por verse, Diego por Azucena es capaz de hacer lo que sea, sino cambias tu actitud con Azucena, Diego nunca te lo perdonará.
Y Fabián se marchó del despacho, sin decir nada más.
Jorge se quedo dentro de su despacho, a solas, y tras las palabras dichas por Fabián, retrocedió en el tiempo, 6 años antes, a la época de cuando Diego tenía 10 años.

Flash-back

en el internado valle seco, en una clase donde había niños y niñas de 10 años con el uniforme negro y gris de la organización secreta del crimen, estaba entre ellos Diego, Manuel y Carlos. Jorge abrió la puerta del aula, y le dijo al profesor.
Jorge: buenos días ¿puedo llevarme a Diego de cacería conmigo?
profesor: claro, Diego hoy te quedas sin clase, vete con el director a dar una vuelta.
Diego se levantó de la silla y mirando a Carlos le dijo:
Diego: toma, te jodes que me voy a pasear con tu padre.
Y le sacó la lengua a Carlos.
Carlos moqueaba y lloriqueaba intentando que no se le notase.
Diego salió de la clase yendo con Jorge de la mano.
Jorge: antes de salir a la calle tenemos que pasar por el cuarto de baño, allí te cambiaras de uniforme, podríamos encontrarnos con tu madre de camino a la calle, y ya sabes que ella no sabe nada de la organización secreta de crimen.
Diego: joder! esto de cambiarse de uniforme cada dos por tres, es un latazo! a veces me gustaría ser superman para hacerlo todo a supermegahipervelocidad.
Jorge: algún día de mayor no serás superman, pero si que serás Jocker, y todo el mundo te temerá.
Jorge y Diego se fueron al baño, allí Diego entró y salió al cabo de unos minutos con el uniforme verde fuerte y pistacho oficial del internado valle seco, con el escudo del águila roja atravesada por dos espadas en forma de equis.
Diego: estoy listo, nos vamos?
Jorge: claro.
#116
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16/10/2010 16:29
Jorge y Diego siguieron andando por el colegio, ellos dos pasaron por el hall, allí estaba la chacha que salía de la cocina, ella llamó a Diego.
Jessica: Diego!
Jorge se detuvo.
Jorge: hola, me llevo a tu hijo a dar una vuelta, vamos a hacer volar los aviones teledirigidos, ¿no te importará que lo saqué a pasear un rato, verdad?
Jessica: no, sé que a tu lado no corre ningún peligro. Hijo, abrígate bien, y haz caso en todo a Jorge, no hables con ningún extraño.
Jessica le iba a abrazar, pero Diego se apartó de ella, y Jessica se conformó con rozarle con su mano la cabecita, Diego se cogió de la mano de Jorge y caminó unos cuantos pasos alejándose de su madre, Jessica se quedó como medio llorando viendo a su hijo irse con Jorge, y Diego mientras se alejaba de su madre, como que se lo pensó mejor, miró a Jorge, le dio una patada en la espinilla y se escapó de él para ir hasta su madre a darle un fuerte abrazo y un beso en la mejilla.
Diego: te quiero mamá.
Jessica: no regreses muy tarde.
Diego: no te preocupes, que yo soy muy fuerte, si algún lobo me ataca en el bosque, me como al jefe de la manada y listo, ¿no ves que nadie puede conmigo?
Jessica: anda, deja de inventarte cuentos y vete con Jorge que te está esperando.
Diego: adiós mamá.
Diego le dio otro beso en la mejilla y se marchó otra vez con Jorge.
Cuando estaban lo suficientemente lejos de Jessica, Diego le dijo a Jorge.
Diego: oye gigantón, lo de que vamos a volar aviones teledirigidos es una bola para mi madre, verdad? lo digo porque paso de tonterías de niños de guardería.
Jorge: por supuesto que sí, vamos de cacería como siempre, pero... antes tengo que pasar por un sitio, tú espérame afuera en el patio, ahora enseguida salgo yo.
Diego: de acuerdo gigantón, pero como me hagas esperar mucho, vuelo el edificio entero contigo dentro.
Y Diego se fue por la puerta y salió al patio exterior.
Jessica había vuelto a la cocina y Jorge fue a la habitación de Azucena.
Jorge esperó a Azucena allí hasta que ella entró por la ventana.
Azucena: Jorge ¿qué haces tú aquí?
Jorge: esperarte ¿de donde vienes?
Azucena: de trabajar.
Jorge: hoy no te tocaba trabajar.
Azucena: y eso por qué? por qué lo digas tú?
Azucena se sacó un billete de 200 € del escote y se lo dio a Jorge.
Azucena: toma , una propinilla. no estás conforme? espera que te doy más.
Azucena se sacó tres billetes del liguero y se los dio a Jorge.
Jorge guardándose los billetes en su cartera.
Jorge: con quién has estado?
Azucena: yo que sé, con hombres que he encontrado por ahí, que más da! con tal de que paguen!
Jorge: ah muy bien! o sea que yo te buscó clientes de alta categoría que pueden ofrecerle cosas útiles y material de primera calidad para la organización y tú te dedicas a regalarte al primer hombre que veas por las calles, muy bien, eh?
Azucena: sacó dinero igualmente no? a ti que te importa?
Jorge: me importa y mucho, si vas a estar con otros hombres quiero que por lo menos sea con hombres con los que yo supervise las citas, quiero saber las 24 del día con quién te encuentras y donde, no puedes ignorarme de este modo y escaparte cada dos por tres cuando a ti se te antoje.
Azucena: qué no puedo? puedo y lo hago! pero tú tranquilo eh? que tú con cerrar los ojos me vas a tener siempre que quieras para ti, en sueños claro está, porque tú ni siquiera existes en mi realidad.
Jorge: con que esas tenemos eh? pues ahora te vas a enterar.
Jorge empujó a Azucena, antes de que a ella le diese tiempo de defenderse, le cogió del brazo y le puso una inyección.
Azucena: que me has hecho? me las vas a pagar!
Azucena intentó hacer uso de su superfuerza para pegar a Jorge, pero de repente ella notó que no se podía mover.
Jorge riéndose: qué pasa? te has quedado inmóvil por arte de magia?
Azucena: qué me has hecho? de que era la inyección?
Jorge: un calmante para inmovilizarte, el efecto es temporal, pero tengo suficiente tiempo para hacer lo que había pensado.
Azucena: y qué vas a hacerme?
Jorge: no te asustes, solo voy a sacarte una foto, teniéndote así quieta tan obediente podría hacerte mucho más sí, pero prefiero esperar, hubo un día 6 años atrás que fuiste mi mujer por propia voluntad cuando te prometí que te daría todo el dinero que robara en el atraco al banco, y volverás a serlo, no sé como, pero volverás a serlo.
Jorge se acercó a Azucena.
Azucena: qué haces?
Jorge: desnudarte, ya te lo he dicho para sacarte una foto, da gracias porque por el momento me vaya a conformar solo con eso.
Azucena: es lo único que vas a poder tener de mí, una fotografía para mirarla a distancia, tú a mí no me vuelves a tocar nunca más en la vida.
Jorge la tumbó sobre la cama, la desnudó y le hizo una fotografía.
Jorge le mandó un beso con la mano y le dijo.
Jorge: adiós, mi emperatriz!
Y Jorge se fue de la habitación, dejando a Azucena desnuda sobre su cama llorando, mientras esperaba a que se le pasara el efecto del calmante para poder volverse a mover.
Mientras, en el patio exterior, Diego de 10 años estaba esperando a Jorge.
Diego: jo! si que tarda, me estoy aburriendo! qué estará haciendo el condenado!
Diego vio a un señor subido a unas escaleras limpiando los cristales de las ventanas.
Diego le quitó las escaleras provocándole una caída.
El hombre tirado en el suelo: maldito niño verás cuando te coja!
Diego subió por las escaleras.
Diego: veamos a ver si consigo ver a Jorge.
Diego se asomó a la ventana que daba la dirección a la habitación de Azucena, pero antes de que pudiera verla, las escaleras temblaron, y Diego se cayó sobre la hierba.
Jorge salió al patio exterior viendo a Diego tumbado en el suelo tras caerse de las escaleras.
Diego: gigantón, ya era hora de que salieras a buscarme, me voy a hacer viejo esperándote.
Jorge: qué hacías subido a esas escaleras? eres un bribonzuelo! que querías? ver desnuda a Azucena?
Diego: eh? quién es Azucena?
Jorge: nadie que a ti te interese. Vamos, ¿te acuerdas de que en nuestras cacerías por el bosque las hacemos con los aviones teledirigidos que contienen balas de verdad, a que sí?
#117
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16/10/2010 16:30
Diego: por supuesto.
Jorge: y también sabes que no cazamos animales, sino a los cazadores verdad?
Diego: qué te apuestas a que hoy les disparó a todos los cazadores antes de que ellos consigan algún conejo para su almuerzo?
Jorge: anda vámonos, que sino las presas se irán a sus casas y el bosque se quedara solitario.
Y así Jorge y Diego se dirigieron hacia el bosque.

fin del flash-back.

Pasadas una horas Diego fue conduciendo el coche azul celeste de Azucena hasta la casa de masajes, dentro del pueblo valle seco.
Azucena se subió al coche, le besó y le dijo a Diego.
Azucena: hola mi amor ¿me has echado de menos?
Diego: cuando lleguemos al internado hablamos ¿vale?
Azucena: qué te pasa? estás enfadado por algo?
Diego: he dicho que hablamos en el internado.
Azucena: como quieras.
Azucena se ajustó el cinturón de seguridad y Diego arrancó el coche.
Al llegar al internado Diego se dirigió directamente hacia la habitación de Azucena, cogió su mochila y metió dentro de él ropa suya que había dentro de los cajones del armario de Azucena.
Azucena: eh? a donde vas?
Diego: a mi cuarto.
Azucena: cómo que a tu cuarto? no entiendo a que viene esto Diego.
Diego: ah no? pues déjame que te lo expliqué, tú y yo no vamos a volver a estar juntos hasta que no cierres la casa de masajes y todos tus demás negocios con todos tus clientes, ¿lo entiendes ahora?
Azucena: vas a cortar conmigo? es una broma?
Diego: no, ya sabes lo que tienes que hacer si de verdad quieres seguir conmigo.
Azucena persiguiéndole por el pasillo.
Azucena: Diego espera, sabes que no puedo dejar el negocio, Jorge me tiene amenazada, si seguimos en este internado es gracias al dinero que yo consigo trabajando, Jorge nunca me dejaría cerrar la casa de masajes por más que yo quisiera.
Diego: Azucena lo he intentado ¿vale? he intentado estar contigo y hacer como sino me importara que fueras prostituta de lujo, pero ya no puedo más, cada vez que te dejó en la casa de masajes y yo me quedó en el internado para estudiar me muero de celos pensando con quién estarás, lo siento pero ya no puedo más.
Azucena: y la única solución que se te ocurre es dejarme? de verdad quieres que todo se termine entre tú y yo?
Diego: no, pero tampoco quiero que siga de esta forma.
Diego se dio media vuelta y caminó hacia su habitación, pero a medio camino Azucena le llamó.
Azucena: Diego! Diego está bien lo haré!
Diego se giró hacia ella.
Diego: qué harás él qué?
Azucena: cerrar la casa de masajes, pero tú me acompañas a hablar con Jorge a su despacho y se lo decimos los dos juntos ¿de acuerdo?
Diego dejó caer la mochila al suelo y se abrazó a Azucena muy fuerte, besándola entre lágrimas.
Diego: lo que tú quieras Azucena, lo que tú quieras, vas a ver como vamos a ser muy felices juntos. te quiero.
Azucena: y yo a ti tonto.
Y Azucena y Diego se volvieron a besar.
A los pocos minutos estaban Azucena y Diego en el despacho de Jorge.
Jorge: vaya, vaya, que agradable sorpresa, mira quienes vienen a visitarme a mi acomodada guarida, los romeo y julieta del internado ¿a que debo esta gratificante visita?
Diego: menos bromitas que Azucena y yo venimos a hablarte de una cosa muy seria.
Jorge: ya, ya me imagino de que, de verdad Diego te creía menos egoísta, Azucena es demasiado hermosa como para guárdasela para uno solo, ¿en los museos no exponen las obras de arte al público? pues con Azucena es lo mismo.
Diego: Azucena el puñetazo que se está ganando Jorge, ¿se lo das o se lo doy yo?
Azucena: Diego cálmate ¿vale? hemos venido a hablar.
Diego: Azucena y yo estamos de acuerdo en esto, no es solo cosa mía, desde hoy la casa de masajes queda cerrada.
Jorge: uy! míralo a él, que le dice su noviecita que se calmé y va y se calma, ¿qué pasa? ¿que ahora no te atreves a pegarme porque Azucena te ha dicho que no lo hagas?
Diego: no, no te pego porque soy un caballero y hay señoritas delante, y no me da la gana montar aquí ahora el espectáculo.
Jorge: que señoritas? ¿si solo está Azucena y ella como mucho es una furcia?
Diego: a Azucena delante de mí no te permito que la insultes ¿vale?
Jorge: está bien, supongamos que os hago caso, que cierro la casa de masajes, supongo que también querrás que cierre el programa de estudios, o sea no que lo cierre exactamente, puedo seguir ayudando a los alumnos que tienen dificultades en aprobar a la primera a estudiar, pero sin ofrecerles como premio a sus excelentes a Azucena. no?
Diego: sí claro, el programa de estudios y el programa de asesinos a sueldo, es lo primero que quiero que suspendas, ésos no son más que una panda de salidos sin materia gris en sus cerebros.
Jorge: de acuerdo, entonces les prometo otra cosa y listo, no sé se me ocurre que a las chicas siempre les hemos prometido y dado diamantes por sacar excelentes y colaborar con la organización, a los chicos a partir de ahora en vez de una noche con Azucena, podemos darles coches de carreras a su propiedad, conforme?
Diego: sí claro, mientras Azucena quedé libre me da igual lo demás.
Jorge: vale, pero esto no se trata solo de conseguir dinero y tener a los alumnos contentos, el negocio de Azucena también servía para conseguir material de primera calidad para la organización, muchos de los clientes que Azucena atiende son fabricantes de armas y de explosivos, no van a regalarnos su material, piden algo a cambio de ello, y es material demasiado caro como para pagarlo.
Azucena: lo que pasa es que eres un tacaño y un roñoso y no quieres gastar más dinero del necesario, por favor, que esta organización realiza atracos a bancos, joyerías y discotecas, por lo menos dos o tres veces cada mes, eso por no hablar de los narcotraficantes que tienes a tu cargo y te van vendiendo droga por toda la ciudad.
Jorge: exacto Azucena, yo sigo una filosofía en la vida, muevo dinero para producir más dinero, no para malgastarlo en cosas que no me valen la pena, si puedo ofrecer otra cosa a mis clientes que sé que valoran más que el dinero, pues yo me quedo el dinero para mí, que para eso tengo clientes idiotas y te mandó a ti y listos.
Azucena: claro, y como yo soy la única prostituta que hay en todo el mundo... como tú no conoces ningún prostíbulo porque nunca has estado en ninguno de ellos, como tú no tienes contactos en el mundo de la noche y no puedes a conseguir a otras chicas para tus clientes aparte de mí...
#118
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16/10/2010 16:31
Jorge: precisamente porque tengo contactos en el mundo de la noche y conozco a otras prostitutas es por la razón que sé, que aunque me visitara todos los prostíbulos de la ciudad no encontraría a nadie mejor que tú.
Azucena: me da igual, yo ahora tengo novio y estoy feliz, y digas lo que digas voy a cerrar la casa de masajes.
Jorge: estás decidida?
Azucena le cogió la mano a Diego apretándosela muy fuerte.
Azucena: sí.
Jorge: de acuerdo, dejarme pensarlo, como comprenderéis tengo a mucha gente que llamar para informarles de las nuevas novedades. Salir de mi despacho, ahora mismo.
Y Diego y Azucena se levantaron de las sillas y salieron del despacho.
Jorge en cuanto se quedó a solas, le dio un golpe a la mesa con la palma de su mano muy cabreado.
Al rato Manuela, la hermana mayor de Azucena entró a su habitación y por detrás, nada más entrar ella, alguien le atacó poniéndole un cuchillo de carnicero en el cuello, Manuela reconoció la voz de su atacante.
Jorge: estate quietecita, o sino alguien a quien quieres mucho lo pagara muy caro.
Y Jorge bajó el cuchillo de su cuello a su barriga abultada de embarazada.
Luego lo volvió a subir otra vez a su cuello.
Manuela: qué quieres?
Jorge: recordarte que en este colegio no estás tú sola, están también tus hijas, y su querido y ancianito abuelito Segismundo trabajando en los pasadizos, si te importa el bienestar de todos ellos, más te vale que hagas algo porque Azucena siga trabajando para mí, Diego y ella han ido a mi despacho a pedirme que cierre la casa de masajes, cosa que yo no quiero hacer, haz lo que sea, pero convence a tu hermana para que todo siga igual como hasta ahora.
Manuela: yo no puedo hacer nada, es Azucena que se ha enamorado de Diego, esto es cosa de ellos dos, o como mucho de él, Azucena nunca aceptara seguir trabajando para ti si sabe que con eso va a perder a Diego.
Jorge: pues entonces haz que Diego salga de la vida de Azucena, ya.
Jorge se puso delante de Manuela apuntándole con el cuchillo.
Jorge: y mucho cuidado con intentar algo contra mí, no quiero ningún juego sucio.
Y Jorge se guardó el cuchillo bajo la manga de su chaqueta, por encima de la manga de la camisa y salió del cuarto de Manuela y Fabián, dejando a Manuela dentro atemorizada.
Manuela tras conseguir tranquilizarse, entró dentro del armario de su habitación y usó las escaleras que bajaban hacia los pasadizos, allí se encontró con su suegro en la consulta clínica.
Manuela nada más ver a Segismundo, le abrazó llorando.
Segismundo: Manuela, ¿qué te pasa? has tenido molestias por culpa del embarazo?
Manuela: no, estoy bien, no es por mí ni por mi futuro hijo, es por ti.
Segismundo: por mí?
Manuela: sí, Jorge ha estado en mi habitación, me ha amenazado con un cuchillo en el cuello, dice que sino hago lo que él me ordena matara a tus nietas Esmeralda y Rubí y a ti.
Segismundo: a mí? Jorge se ha vuelto loco! yo me encargo de todos los inventos y de todos los experimentos en los laboratorios, si me elimina a mí, ¿quién se hará cargo de mi trabajo?
Manuela: hay otros científicos, tú tienes a ayudantes, tú eres el más experimentado pero no el único.
Segismundo: de todas maneras no vale la pena que te preocupes por mí, yo ya estoy viejo, un día u otro me llegara mi hora.
Manuela: no, no mientras yo siga viva, Fabián lo pasaría muy mal si te llegase a pasar algo, y mi hermana Azucena depende de ti, sé que tú hasta ahora no has conseguido nada y que hay otros científicos que podían encontrar una cura para ella, incluso Diego se ofreció voluntario a quitarle la superfuerza para que por fin supiera lo que es ser una mujer normal, pero yo no quiero que ningún médico más trate a mi hermana, tú has sido su médico desde que ella tuvo uso de razón, no quiero otro médico para mi hermana, no confío en nadie más.
Segismundo: qué es lo que te ha pedido Jorge a cambio?
Manuela: Azucena ha decidido cerrar la casa de masajes tras petición de Diego y le ha pedido permiso a Jorge para ello, Jorge me ha dicho que no piensa cerrar bajo ningún concepto la casa de masajes, y convenza a mi hermana o la separé de Diego para que ella pueda seguir trabajando para él como hasta ahora.
Segismundo: separar a Diego de Azucena? imposible! y menos ahora que los dos han decidido estar juntos, conozco a Diego y a Azucena desde hace mucho tiempo, desde que nacieron, no son personas que se echan para atrás a la primera dificultad, es curioso, pero, hay amores en la vida que parecen predestinados.
Manuela: amores predestinados? por qué dices eso?
Segismundo: por Diego y Azucena, hace un año, cuando Diego tenía los 15 y Azucena a pesar de ser profesora de artes marciales de este colegio nunca asistía a sus clases y era realizadas por sustitutos aleatorios, Diego se hizo con una foto de Azucena, que le entregó Jorge, y Diego siempre ha sido un chico un poco raro desde pequeño, ya sabes que saca excelentes en todo, mientras sus amigos y el resto de compañeros de su clase de su edad se fugaban a medianoche del colegio para irse a discotecas a ligar, él se quedaba en su cuarto a estudiar y cunado los demás se burlaban de él diciéndole que se quedaría soltero toda la vida sino salía, él les enseñaba la foto de Azucena y les decía que no iba a conformarse con tener a nadie menos que ella.
Manuela: qué me estás contando? que Diego llevaba un año guardando una foto de mi hermana y que ya estaba interesado en ella incluso antes de llegar a conocerla?
Segismundo: es lo que sucedió en verdad, lo recuerdo como si fuese ayer.

flash-back
1 año atrás.
Cuando Diego contaba con 15 años de edad.

Segismundo estaba con su bata blanca de laboratorio en el despacho de Jorge hablando con él.
Segismundo: así que ya lo has pensado todo, mataras a Ernesto y a todos sus socios puesto que ellos quieren abandonar la organización secreta del crimen y dejar de gastarse dinero para su mantenimiento.
Jorge: sí, ellos mismos se están buscando la ruina al querer salir de esta organización sin ninguna consecuencia.
Segismundo: muy bien ¿y quién les va a matar?
Jorge: quién va a ser? uno de mis mejores alumnos, Diego Marremo.
Segismundo: esta operación es demasiado complicada para que la realice un crío de 15 años, hay otras personas adultas que trabajan bajo tu cargo, sería mejor para todos si mantuvieras a Diego lejos de esta misión.
Jorge: es él que más preparado está de todos los miembros de la organización, no es la primera vez que le mandó a una misión de este calibre, sé que es capaz de realizarla y salir ileso de ella, desde que recogí a su madre de la calle le he estado educando como si fuera mi hijo, Jessica confía en mí, y Diego va a hacer todo lo que yo le diga.
Segismundo: Diego ya no tiene 10 años, no es el mismo niño que tú te llevabas de cacería de cazadores al bosque. Si Jessica supiera la verdad y supiera lo que estás haciendo con su hijo, no confiaría tanto en ti.
#119
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16/10/2010 16:32
En ese momento Diego irrumpió en el despacho del director.
Diego: yo pienso lo mismo.
Diego cerró la puerta tras él de un solo portazo.
Diego: no pienso matar nunca más a más gente ¿me has oído? nunca más!
Jorge: qué te crees ? que la gente va a dejar de morir porque tú no las asesines? sino lo haces tú mandaré a otro!
Diego: muy bien, hazlo si tantas ganas tienes de seguir matando a gente, pero a mí me quitas de en medio.
Jorge: Diego, por favor, no digas tonterías, cuando tenías 10 años te sacaba del colegio y nos íbamos de cacería de cazadores y tú batías el record superándome a mí, y eso teniendo en cuenta que tú solo entonces eras un niño, ahora no te hagas el santo conmigo diciéndome que te importa la vida de los demás porque tú y yo ya nos conocemos.
Diego: cuando tenía 10 años lo hacía porque pensaba que era un juego, ahora es diferente, y voy a contarle toda la verdad a mi madre y a largarnos de aquí.
Jorge: iros a donde? recogí a tu madre de la calle cuando estaba embarazada de ti, aquí tenéis un techo, un trabajo, comida, agua, estudios, ¿donde pensáis iros?
Diego: no lo sé, no lo sé, pero cualquier sitio será mejor que este infierno.
Jorge: espera, espera, ¿dices en serio que quieres irte?
Diego: sí.
Jorge: si te vas, estarás cometiendo un error, si te vas, yo perderé al mejor de mis soldados, si te vas perderás todos los conocimientos que has adquirido en todos estos años estudiando para esta organización, si te vas...
Diego: si me voy, puede que pierda alguna cosas, pero ganaré lo más importante, alejarme de gente miserable como tú.
Jorge: eso es lo que piensas? todos estos años te he estado cuidando como si fueras mi hijo, descuidando incluso a mi verdadero hijo Carlos, y tú vas ¿y me atacas?
Diego: yo nunca quise ni te pedí que fueses mi padre, no necesito un padre, nunca he llegado a saber quién fue mi verdadero padre ni quiero saberlo, porque sé que teniendo una madre como la que tengo yo, no me va a faltar nada en la vida. Mañana mismo mi madre y yo nos iremos de aquí.
Jorge: Diego espera, de acuerdo, tú tienes razón, yo no valgo la pena como persona, pero yo no soy el único que vive en este internado, hay más gente, y tú llevas 15 años viviendo aquí, ¿seguro que no hay nadie en todo este internado que te pueda hacer cambiar de idea y decidas quedarte?
Jorge se levantó de su butaca dirigiéndose a Diego y le dijo.
Jorge: igual mirar esta foto te ayuda a pensártelo mejor, yo siempre la miro en momentos de depresión.
Jorge sacó su cartera y le enseñó la fotografía que había sacado a Azucena desnuda sobre la cama de su habitación, 6 años atrás, el día que se había llevado de cacería de cazadores a Diego al bosque cuando éste tenía 10 años.
Diego pronunció un silbido cuando Jorge le entregó la foto en mano.
Diego: menudo bombón! quién es?
Jorge: qué, te gusta eh?
Diego: y a quién no?
Jorge: se llama Azucena Terrón.
Diego: pues el nombre le viene que ni pintado, porque parece tan dulce como un terrón de azúcar.
Jorge: y lo es, te puedo asegurar que es tan dulce y adictiva como un terrón de azúcar.
Diego: tú la conoces?
Jorge: sí, es profesora de este colegio, no la has visto nunca porque tiene otro trabajo fuera de aquí que la mantiene muy ocupada, pero algún día se pasara por sus clases, enseña artes marciales, y si te quedas en este internado, y sigues bajo mis ordenes, algún día llegaras a conocerla.
Diego: en serio?
Jorge: claro que sí, entonces que me dices ¿te quedas o no?
Diego: me regalas la foto?
Jorge: claro, puedo hacer copias. toma.
Diego cogió la foto, se la guardó en el bolsillo del pantalón y salió del despacho.
Cuando Jorge y Segismundo volvieron a quedarse a solas.
Segismundo: muy astuto, prometiéndole cosas inalcanzables a críos de 15 años para conseguir que no abandonen la organización.
Jorge: yo no he mentido a Diego del todo, solo le he dicho que llegara a conocer a Azucena y eso es verdad, ella es profesora de artes marciales de este colegio, tarde o temprano cuando Azucena dejé de escaquearse de su trabajo de profesora, ellos dos se encontraran en el gimnasio. Además...¿ que más da? lo importante es que Diego siga siendo miembro de esta organización y que su madre siga engañada y siendo la chacha.
Segismundo: no me gusta la idea que vayas repartiendo por ahí fotos de Azucena desnuda, me llevaré a Diego a los laboratorios y le operaré para limpiarle la memoria, es muy difícil borrar de la cabeza de alguien un hecho en concreto, así que le borraré todo lo que le ha pasado en los últimos meses, desde que cumplió los 15 años hasta ahora, y le quitaré la foto de Azucena, nunca recordará haberla tenido.
Jorge: haz lo que quieras, a mí con tal de que Diego siga siendo miembro de esta organización, me importa un bledo todo lo demás.

fin de flash-back.

Manuela miró a Segismundo tras haberle contado él toda la historia de Diego de hace un año.
Manuela: y todo eso es verdad?
Segismundo: palabra por palabra.
Manuela: y tú operaste a Diego y le limpiaste la memoria para que no recordará nada de ese momento?
Segismundo: sí, pero fue días después de lo sucedido, cuando él ya le había enseñado la fotografía de Azucena a sus compañeros de clase, diciéndoles que algún día conseguiría que fuera su novia.
Manuela: es increíble! y mi hija Esmeralda creyendo todo este tiempo que alguna vez había tenido alguna posibilidad con Diego.
Segismundo: Jorge es muy peligroso Manuela, él cuando lo amenaza lo cumple, siempre.
Manuela: hay una forma de separar a Diego de Azucena, la tecnología ha avanzado desde que Diego tenía 15 años, si le limpiaste la memoria entonces y funcionó, ¿podrías operarle de nuevo?
Segismundo: sí, pero si Azucena se entera de esto se va a oponer.
Manuela: esto lo hago por el bien de todos, lo de Diego y Azucena nunca debió suceder,
mi hermana no puede enamorarse a estas alturas de su vida, y menos de un crío de 16 años, ella tiene responsabilidades que cumplir con la organización secreta del crimen y no voy a permitir que Diego siga entrometiéndose en la vida de mi hermana.
#120
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circulo naranja
16/10/2010 16:33
Manuela salió de los pasadizos, y de su habitación, y vio a Diego pasar por el pasillo con el uniforme negro y gris de la organización secreta del crimen.
Manuela: Diego ¿aún sigues conservando la fotografía de Azucena que Jorge te dio el año pasado antes de que la conocieras en persona como profesora?
Diego: cómo sabes lo de esa fotografía? quién te lo ha contado?
Manuela: no Diego, aquí la pregunta no es quién me lo ha contado a mí, aquí la pregunta es ¿cómo es que te acuerdas de ese momento cuando mi suegro Segismundo te operó para limpiarte la memoria el año pasado?
Diego: que Segismundo me limpió la memoria el año pasado? cuando sucedió eso?
Manuela: espera, ¿no te acuerdas de la operación?
Diego: no.
Manuela: pero te acuerdas del momento en que Jorge te entregó la fotografía de Azucena?
Diego: sí, y qué?
Manuela: y donde tienes ahora la fotografía?
Diego: no lo sé, debí perderla, no me acuerdo.
Manuela: acompáñame a los laboratorios.
Diego: qué ? ahora?
Manuela: sí y no admito discusiones-dijo Manuela cogiéndole del brazo y llevándoselo con ella a rastras hasta el interior de su habitación y pasando por la entrada secreta del armario.
De nuevo en los pasadizos, dentro de la consulta clínica con Segismundo.
Diego estaba sentado en la camilla y Manuela y Segismundo frente a él.
Segismundo estaba mirándole con una pila pequeña los ojos.
Segismundo: vamos a ver Diego, te acuerdas del día en que te operé hace un año?
Diego: qué dices? tú a mí nunca me has operado!
Segismundo: y te acuerdas que hace un año Jorge te entregó una foto de Azucena desnuda?
Diego: sí, fue en su despacho, lo que no recuerdo es de lo que estábamos hablando Jorge y yo en ese momento.
Segismundo: no recuerdas nada de la conversación que tuviste con Jorge ese día?
Diego: no.
Segismundo apagó la pila y miró a Manuela.
Segismundo: esto es muy extraño, Diego parece estar en perfectas condiciones, y no recuerda nada de lo sucedido cuando él tenía 15 años, nada, excepto el momento él que le hablaron de Azucena.
Manuela: Diego, ¿tú te encuentras bien?
Diego: sí ¿por qué?
Manuela: explícame entonces porque cuando mi suegro te operó te hizo olvidarte de todos tus recuerdos vividos con 15 años menos del momento en que mi hermana entró en tu vida.
Diego: fácil, porque Azucena para mí es inolvidable, y el verdadero amor puede conseguirlo todo.
Manuela: puedes volver a operarle para que olvide todos sus recuerdos con Azucena desde el principio?
Segismundo: puedo intentarlo.
Manuela: hazlo, pero solo que olvide haber conocido alguna vez a Azucena, el resto que lo siga recordando, entendido?
Segismundo: sí claro, lo comprendo.
Manuela se fue de la consulta clínica, y de los pasadizos secretos volviendo a su habitación por las escaleras que conducían a su armario.
Diego: no espera, yo no quiero olvidarme de Azucena ¿qué pasa aquí? Manuela vuelve! ¿que es lo que está sucediendo?
Segismundo: Diego lo siento de verdad, pero sino te operó y hago que olvides a Azucena, Jorge es capaz de matarnos a todos.
Segismundo apretó un botón de la pared. Dos puertas metálicas se abrieron, salieron seis personas vestidas con bata blanca de laboratorio, cogieron a la fuerza a Diego, y se lo llevaron tras un largo pasillo iluminado.
Diego: no, soltarme, soltarme, no vais a conseguir que me olvidé de Azucena!! no vais a conseguirlo!!
Horas más tarde, Azucena estaba en su habitación del internado frente al espejo maquillándose, cuando entró Fabián, su cuñado, el marido de su hermana Manuela.
Fabián: hola Azucena.
Azucena: qué tal Fabián?
Fabián: Azucena, no hace falta que te maquilles tanto, tú no lo necesitas, eso es para las mujeres normales que pertenecen a este planeta, pero tú, tú siempre estás perfecta incluso con la cara lavada.
Azucena: uy! tú lanzándome un piropo así por las buenas? que mala espina me da esto ¿qué pasa Fabián?
Fabián: nada, nada que te deba preocupar, Diego no va correr ningún peligro, la operación es totalmente segura.
Azucena: qué operación?
Fabián: Manuela ha hecho algo que a mí no me gusta mucho pero... por favor no te enfades con ella, Manuela no tiene la culpa y después de todo esta relación tampoco iba a ninguna parte...
Azucena: qué sucede?
Fabián: sé que Diego y tú habéis hablado con Jorge sobre el cierre de la casa de masajes, sé que él os ha dicho que lo pensara, pero la verdad es que no piensa haceros ni el más mínimo caso. Ha amenazado de muerte a mi padre y a mis hijas, a Manuela le ha puesto un cuchillo en el cuello, está convencido de que todo es por culpa de Diego y nos ha ordenado que lo alejemos de ti.
Azucena: y dónde está Diego ahora?
Fabián: en los laboratorios, mi padre lo está operando, le va a limpiar de la memoria todos los momentos en los que apareces tú en su vida, pero tranquila, el resto lo seguirá recordando, Diego estará bien, mi padre ha operado a miles de personas a lo largo de los años y nunca nadie se le ha muerto en ninguna operación, tú sabes que él es un gran científico.
Azucena: quizás sea mejor así, entre Diego y yo nunca debió pasar nada, si él se olvida de mí quizás regrese con su madre y siga su vida en la organización secreta de la justicia, lejos de mí, lejos de este gran amor que siento por él.
Fabián: Azucena, igual después de la operación Diego sigue recordándote, quiero decir, borrar los recuerdos de alguien no es tan fácil ¿sabes? hay veces que la medicina falla.
Azucena: no, tu padre ha operado a miles de personas tú mismo lo has dicho, mira toda la gente que seguimos recibiendo semanalmente gracia a sus mosquitos robotizados, sus operaciones de limpieza de memoria tienen el 95% de efectividad, y yo estoy empezando a pensar que igual es mejor así. Después de todo lo mío con Diego ha sido una locura desde el principio, Manuela no quiere que esté con él, Esmeralda está deseando que lo nuestro se termine para aprovecharse y tomar ella el relevo, y tú, bueno tú eres diferente, pero los demás... soy idiota! debí saber que Jorge nunca me dejaría volver a empezar de nuevo! no debí permitirme otra vez el lujo de enamorarme!
Y Azucena se marchó llorando de la habitación.
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