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Foro El internado: Laguna negra

Subforo Las habitaciones de El internado

Para todos los realistas ♥ FANFIC JULIVANISTA.

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#0
rosajulivanista
rosajulivanista
18/12/2009 04:55
Capitulo 01 Donde nadie se busca, nadie quiere encontrarse.

- ¿Has visto a Julia, Roque?
Ya estaba desesperado. Este internado no era tan grande.
No hay muchos lugares donde esconderse.
Una de dos.
O le ha pasado algo, ó, tiene ganas de juegecitos la niña.
- Pues no, no la he visto esta mañana. ¿Porqué? - Como que, ¿Porque?, se vé que pensar no es uno de los puntos fuertes de este internado.
- Por que no la encuentro por ningun lado Roque, no la he visto desde anoche.
Mis propias palabras me hicieron delirar.
Mi mente voló a los.. momentos de anoche, que no había podido quitarme de la cabeza, ni si quiera durmiendo.
Nuestro cuerpos rozandose una vez más.
Nuestras lenguas entrelazandose, mis manos perdiendose por las curvas de su cuerpo, y las suyas, repasando firmemente la figura de mis abdominales tercos y sudorosos. Hasta que por fin estuvimos uno dentro del otro.
Y tuvimos esa sensacion de alivio. Durante un momento no existio nada ni nadie más, ni si quiera las gotas de sudor que caian a borbotones por sus sienes.
Ni el tiritar acelerado de Julia. Eramos ella, yo, y nada más.
- Ivan, Ivan - no me había percatado de que Roque estaba llamandome, probablemente, por que estaba en cualquier sitio (si es que a ella se le puede llamar así), menos allí.
- ¿Que quieres Roque? - me había molestado que me sacase de aquel 'infierno' (más que nada por el calor que provocaban nuestro cuerpos, que por el que hacía), pero mi fuero interno se lo agradecia
- Ahí viene Julia - E hizo ademá con la cabeza, señalandome que venía detrás de mi.
Me giré inmediatamente. Y en cuanto comprobé que era cierto, cruzé el pasillo que conectaba las aulas a una velocidad que, a decir verdad, desconocia que puediera existir, hasta llegar al hall.
- ¿Se puede saber donde coño estabas metida? - Esto empezaba a molestarme un poco, ya casi no era dueño de mi mismo. Donde me habría apetecido darle un empujón, ahora, la había abrazado. Como si hubieran pasado 1000 años desde la última vez que nos vimos. Mi cuerpo se aferró a ella, y mi mano acarició suavemente su pelo.
Separé mi cuerpo un poco para dejarla hablar y poder mirarla bien. Solo lo necesario.
- Iván, ya - y separó nuestros cuerpos empujando sus manos contra mi pecho - te he dejado un mensaje esta mañana en el móvil. Mi madre se va con su nuevo novio a vivir a.... No sé a donde se va, pero quería estar conmigo antes de irse.
- Joder el móvil, se... se me ha olvidado.
- Voy a cambiarme, te veo ahora en clase - Y casi, sin darme tiempo para asimilar sus palabras, se puso de puntillas y me besó. Me besó tierna pero apasionadamente, mientras dejaba correr su mano por mi nuca. Después, separó su boca de la mia, llevadose mi labio consigo. Cuando nuestras bocas ya eran libres, sonrió, pero no como solía hacerlo semanas atrás, lo hizo con felicidad.
Y entonces se fué. Pero sabía que esto no quedaría así, que retomariamos ese beso después. Lo supe desde que ví su mirada cuando sonreía a lo lejos.
Y no iva a esperar demasiado para terminar lo empezado.

Subí las escaleras del hall, con disimulo y prisa a la vez. Con un poco de suerte todavía pillaría a Julia en la habitación. Vacia.
Sonreí con mis propios pensamientos.

Abrí la puerta (ni si quiera me molesté en llamar), pasé y la cerré con rapidez.
Me dí cuenta (o algo así) de que Julia dio un respingo. Se asutó al verme.
- Joder Iván, ¿Noiret tampoco te ha enseñado a llamar a las puertas?
Ni si quiera la escuche, estaba demasiado ocupado mirando su cuerpo casi desnudo.
Me acerqué a ella y pusé mis manos sobre sus caderas nesdudas y frías.
Ella dejo caer sus brazos a los lados, y yo los recogí, para colocarlos donde deberían de haber estado desde el principio, en mi cuello (nuca).
Y la besé, y ella me correspondió. Me beso de una manera que debía de estar pohibida, y yo, no podía hacer nada más, que enseñarle todo lo que sabía hacer.
Fuí repasando con mis manos su espalda, que estaba fría pero suave y ruda, si es que el terciopelo puede serlo. Me habría gustado dejarlas ahí, pero ahora tenian un nuevo recorrido.
Y subieron, y subieron hasta que llegaron a su destino. Poco a poco, suavemente, fui desabrochando su sujetador negro.
#1
rosajulivanista
rosajulivanista
18/12/2009 04:55
Me molestaba ver que había tan poca cosa separando su cuerpo del mio, y más, saber que eso era polyester.
Entones, cuando estaba apunto de terminar, Julia dejó de besarme, pero mis manos siguieron en lo suyo.
- ¿Qué pasa? - Ahora estaba confuso. Pensaba que ella quería esto tanto como yo. Pero al parecer estaba equivocado. Deje de intentar desnudar su cuerpo.
- Iván, tenemos que irnos a clase
Tenía delante mía a la mujer que más había amado nunca, casi desnuda, poseyendola, y ella se estaba preocupando por ir a clase.
La besé, esta vez, para poner un punto y seguido a nuestra escena. Pero no sé como fué, que su boca termino envolviendose en la mía, y mis manos volvieron a buscar eso que tanto ansiaban. Las suyas buscaran a ciegas los botones de mi polo. Ese que tantas veces había casi arrancado ella misma.
Profirió un pequeño gemido, que hizo bibrar todo mi cuerpo, pero que me llenó de poder.
Se acaba de rendir.
Necesité deslizar mis manos hasta su pompis, y acariciarlo como en nuestro primer beso, hasta que por fin, se despojó de mi camiseta y desató aceleradamente los botones de mis pantalones hasta dejarlos caer.
Yo la cogí de las pantorrillas y la subí sobre mi cuerpo a la altura del apéndice. Y nos fuimos acercando lentamente a la cama.
Casi la había ignorado.
Me mantuve de pié, sobre la cama, esperando a que Julia me soltase y se colocara en la cama.
Pero no hubo respuesta alguna, lo que me hizo desesperar más, ella quería esto incluso más que yo.
Me tumbé en la cama, todavía sin soltarnos. Y comenzamos a sudar....
Mi cuerpo se movía rítmicamente hacia arriba y hacia abajo, expresando mis ansias de poseerla. Vaticinando lo que nos esperaba a ambos...
Cada parte de mi cuerpo pedía a gritos ser inundada por ella. Sus piernas abriéndose. Las mias acomodándose a su movimiento. Mi espalda tensandoe desesperadamente. Su pecho pegándose a mi torso desnuso, acogiéndolo.
Agarró mi pelo y me obligó a mirarla, mientras con la otra mano se despojaba de la única prenda que me quedaba. Julia me dio un último y frenético beso, y comenzó a descender poco a poco con su lengua, hacia mi cuello, centrándose en mi como nadie lo había hecho, como no habría dejado que lo hiciera nadie.
La humedad pasó a formar parte de ese acto de forma natural, mientras Julia apretaba sus manos contra mi estómago y rozaba mi cuello con su lengua una… y otra… y otra vez.
Mis suspiros se unieron a los suyos y mi cuerpo se retorció, inclinándose hacia ella. Enredé los dedos en su pelo. Los sollozos inundaron la habitación cuando su boca se hundió por completo en mí, frenéticamente.
Le impulsé con furia y rodamos hasta el suelo, quedando yo encima. Mi vida, mi cuerpo, mis pensamientos, todos fueron suyos en el momento en que con suavidad incliné mis caderas hacia las suyas y nuestros cuerpos se unieron por primera vez.
Mis ojos se centraron en sus dulces labios, que se mordía conforme inclinaba la cabeza hacia atrás. Agarré su cintura y me entrego a ella, envistiéndola al ritmo de mis caderas, al ritmo de su respiración, de su pecho, de mis gritos ahogados.
Cada vez más rápido, con más furia y pasión. Me eché hacia atrás dejando que tomara total control sobre mí. Consciente de que estaba completamente expuesto.
Le cogí la pierna derecha y la subí hasta mi hombro, sin dejar de penetrarle. Agarrándola con fuerza y adentrándome hasta lo imposible.
Mis labios saboreaban su cuello, mordiéndole el lóbulo de la oreja, hundiéndose en el hueco de su garganta.
Sentí como llegaba el final. Fue como si miles de mariposas rompieran a volar en el estómago y chocaran una y otra vez contra el interior de mi cuerpo. Como si un rayo de sol hubiera entrado en mí y un millón de relámpagos me recorrieran hasta las extremidades. Como si todo el significado, toda la belleza del universo se hubiera centrado justo en ese momento y se hubiera mostrado ante mí.
Julia se estremeció una y otra vez y apretó mi cuerpo por última vez, después, me besó por última vez.
Y los dos dimos por terminada la clase de una manera muy eficaz.
#2
maral12
maral12
19/12/2009 16:15
olaaaa!!^^ que imaginacion tienes jajaja
#3
rosajulivanista
rosajulivanista
19/12/2009 17:57
Muchas gracias guapa :)
#4
rosajulivanista
rosajulivanista
19/12/2009 17:59
Capitulo 02 El sueño de una noche de verano
¿Que mierdas hacía el niñato ese botafumeiro hablando con Julia?
Ya nos había quedado bastante claro a todos, que lo que quería de Julia no eran precisamente los apuntes de Historia, ni tampoco, que le dijese a su abuelo, si es que a tenido, cosa que dudo por que debe de proceder de alguna raza aún no estudiada de mono africano, lo mucho que le hechaba de menos.
Y claro, Julia que no le hace ascos a nada no dudaba en entablar conversacion con el chulito de segunda de ojos azules que estaba deseando que le partasiese hasta el DNI.
Disfruta de tús últimos segundos de gloria bocachancla.
Me enganché de la cintura de Julia desde atrás, saboreando suavemente sus caderas hasta llegar a su barriga. Ella no dudó en recibirme, y acarició mis manos, colocando las suyas sobre las mias.
Me encantó ver la cara que se le quedó al bocachancla.
Y entoncés, y para mi deleite y disfrute, Julia, que estaba ansiosa de mi, otra vez (y no es que me molestase, al contrario, me encantaba que me desease), se giró y me besó, algo inusual en ella, ya que se ahorraba cualquier escenita en público, colocando sus manos a los costados de mi cara.
¡Nunva iva a dejar de sorprenderme!
Y ya que Julia no me veía y por lo tanto, no podía regañarme, utilicé todo lo que estaba en mis manos en ese mismo instante. Deslicé mi mano hasta su culo, cubierto por esa horrible pero cortita falda de cuadros que no dejaba lugar a la imaginación, y no me perdí detalle de los movimientos de Rubén.
El muy masoquista, contempló la escena durante unos segundos, después, miró el reloj, el techo, el suelo, sus zapatillas de mierda y nos volvió a mirar. La victoria me supo a poco (para mí), pero era más que suficiente (para él). Julia se dió la vuelta y volvimos a estar como al principio.
Yo solo pude agachar la cabeza, me estaba muriendo de la risa. ¡Que sabrosa es la victoria!
- Que, ¿de que estabais hablando? - me asombró lo bien que lo disimulé al hablar.
- Pues - comenzó el mono africano- le estaba diciendo a Julia que - ni si quiera empecé a escucharle. Me entretube besando el cuello aterciopelado de Julia, mientras que ella lo encogía contra su hombro y se reía a carcajadas - y pues.... pues eso. -la voz se le había quebrado totalmente, había perdido toda la intensidad con la que habia empezado.
Julia y yo seguiamos en lo nuestro, como si no hubiese nadie más allí. Pero en realidad, estabamos bajo la atenta mirada de un mono africano botafumeiro y bocachancla. ¡Casi ná!
- Bueno, yo me voy a clase - ¿Te rindes bocachancla?
Fué entonces cuando separé mi boca de su cuello, y sin levantar todavia la cabeza, le hable desde el hombro de Julia.
- ¿Ya te vas? - esta vez le hablé con tranquilidad, demasiada para mi gusto, pero también le hable con una sonrisa en la boca, como si todo este paripé (por mi parte, aunque tengo que reconocer que Julia es muy buena improvisando si es que es eso, tal véz solo se estaba dejando llevar) no existiese.
- Sí, no... no me encuentro bien - intento hacernos creer que le dolía la barriga con una absurda y descordinada caricia a su estomago.
- ¿Te molesta que bese a mi novia? - Julia se heló. Pude sentirlo.- Pues te jodes.
- ¿Que qué?
- Que te vayas un rato a la mierda, botafumeiro - casi se lo ordené mientras señalaba con el dedo al final del pasillo de las aulas.
Habría preferido decirle: ¿Porque no vas a intentar arrancar otro plátano, mono? Pero habría sido inutil. Nadie habría pillado el chiste.
El mono africano se metió en clase mirandonos de reojo, y yo me alegré, una vez más, de haberme entregado a Julia.
Nos metimos en clase después de él. Ahora, ya ivamos más rezagados, aunque nos sentabamos y pasabamos la mayor parte del tiempo juntos, la clase era el único lugar que nos separaba.
Alicia entró en clase y nos repartió un libro a cada uno.
El sueño de una noche de verano de William Shakespeare.
Abrí el libro por una página cualquiera. Leí la primera frase y me cansé. Seguramente hoy volvería a darnos una lección de frases célebres y tesis del siglo, a saber cual, que nos haría refresionar sobre el sentido de la vida y las decisiones que tomamos y debemos tomar. Já.
- Abrid los libros por la página 127. Aver, tú Julia, empieza a leer.
Julia abrió el libro con desgana y empezó a leer. La verdad, es que pocas veces me paraba a observarla, supongo que no lo necesité.
[.......]
#5
rosajulivanista
rosajulivanista
19/12/2009 17:59
La tenia a ella, que eso si era lo que necesitaba, y todo lo demás... me daba igual. Ahora, que la tenía ahí parada, leyendo perfecto con su voz angelical, era cuando podía apreciar realmente lo bonito de ella. Lo bonito que todos podían ver, pero que solo yo podía sentir.
Busque a través de lo físico, lo metafísico, lo delirante, y volví a empezar. Y entonces, hice el descubrimiento más importante que nadie nunca ha podido ni podrá hacer. Solo en las misteriosas ecuaciones del amor puede encontrarse alguna lógica. Ella fué, es y será mi razón de ser. Resulta difícil escribirlo aquí, cuando las emociones forman un torrente en mi corazón, que se expande por todo el cuerpo, a punto de dispararse. Era una mujer de carne y hueso y eso era justamente lo extraño, lo sorprendente. Era un sueño hecho realidad, lleno de vida, de ardor, de encanto. Era más que un trofeo, victoria o cualquier otra cosa.
Si Roque estuviese aquí probablemente no me reconocería, me he convertido en un ñoñas , y de eso Julia tiene toda la culpa.
O tal véz, es solo mia, por confiarme, por entregarle todo y no darle nada, por ilusionarme, por engañarme, por engañarla, por aguantar tanto y a la vez tan poco y sobretodo, por amarla como la amo.

[........]
- Muy bien. Noiret, sigue tú

Al oir mi asqueroso y repugnante apellido deje de soñar.

- ¿Qué?
- Que sigas leyendo...
- Ah, sí... - me acerqué disimuladamente a Julia e intente no perderme en el dulce aroma de su pelo, mientras que le susurraba al oido.
- ¿Por donde vamos?
- Noiret - me llamó Alicia - me gustaría que empezaces hantes de que acabase la clase.
Escuche una risa de fondo que provenía de la primera fila, yo levanté la cabeza para comprobar si era quien yo QUERÍA. Pero supe que sí, antes de hacerlo, solo los monos emiten ese sonido. Julía me sujetó la mano, porque aparte de ver muertos, también me conocia muy bien, y sabía que estaba apunto de lanzarme a su rama (de arbol), y perseguirlo por toda la selva hasta hacerme un traje con su pelaje.
Entonces, después de pararme, cambió su libro por el mio y me dijo <<tercer parrafo.>>
Yo me acerqué lentamente al libro sin separar la vista del bocachancla, que tampoco la alejaba mucho de mi. O tal véz de Julia, pero como los monos siempre han sido un poco viscos, no estaba muy seguro. Aunque por su propio bien, espero, que fuese a mi quien miraba.

- Noiret, ¿Vas a empezar de una vez?
- Que si j... que sí que ya voy.

Busqué el tercer parrafo y empecé a leer.
Ven, sobre este lecho de flores reposa,
mientras te acaricio las tiernas mejillas,
te cubro la lisa cabeza de rosas
y beso tus grandes orejas, tan lindas,
Así es como la dulce madreselva se abraza
No pude evitar reirme, ¡hasta Shakespeare lo hacía presente!
Continué leyendo, manteniendo la compostura para no hecharme a reir.
Así es como la dulce madreselva se abraza
suave a la enredadera; así a la hiedra
se enrosca en los ásperos dedos de los olmos.
¡Ah, cúanto te amo! ¡ cómo te idolatro!

- Muchas gracias Noiret. Bueno chicos quedan cinco minutos, podeis poneros a hacer la redaccion sobre lo que el autor intentaba expresar en estos versos.
La quiero en mi mesa antes de que acabe la clase.

La gente de la clase empezó a parlotear, seguramente, de cualquier cosa menos de Shakespeare y El sueño de una noche de verano.
- Joder que pelmazo de tia, de clase, de día... - Julia se regañaba mientras se frotaba el ojo.
Yo la miré, ella me miró y se rió entre dientes.
- Oye - giré su silla y la atráje a la mia, hasta que nuestros pies se enroscaron el uno en el otro. Le cogí la mano, y hablé mientras se la acariciaba - que.... no sé, pero, ya es Navidad. Y... - le hice ademán con la cabeza y el hombro. No hacía falta terminar la frase.
Julía volvió a reirse entre dientes.
- ¿Y?... - O tal véz sí había que terminarla. Me sorprendió, que me respondiese de esa manera. Normalmente habría dicho algo así como <<no me digas, no me había dado cuenta>> Era como si... como si supiese lo que yo quería decir, pero quisiese oírlo de mi boca.
- Pues no sé Julia..... que, podíamos irnos unos días, dos, o tres, o cuatro - le fuí haciendo muecas, ella se reía - y pasar la navidad los dos juntitos. Sin falditas de cuadros, sin nazis, ni pasadizos, ni profesores.... ni monos - miré al bocachancla, que estaba demasiado ocupado poniendo a prueba su inteligencia en el papel. Julia se quedó extrañada, pero no hizo ninguna pregunta al respecto - solos, tu y yo. - le besé la mano. - ¿Qué dices?
- Digo, que ni Noiret te va dar su bendicion para que te lo pases bien, ni te va a dar las medicinas envueltas en una cajita como regalo de navidad. Asi que... - puso su otra mano sobre las mias, que acariciaban la suya, y se acercó para verme bien. Su rostro estaba a tan solo unos centímetros del mio. Me habría gustado besarla en ese momento- deja de soñar cariño.
#6
San80
San80
20/12/2009 02:51
Muy chulo el relato rosajulivanista xD!!!! continúalo xDD
#7
maral12
maral12
20/12/2009 12:55
esta muy guay ^^ continua quiero saber como siguee XD
#8
rosajulivanista
rosajulivanista
21/12/2009 10:19
Aqui teneis más.
Capitulo 3 No se juega con las medicinas de Papá
- Papá - buaggg, esa palabra me producia verdadera angustia. Pero ahora mismo no era el mejor momento para ponerse borde.
- ¿Es a mi? - ¿A quién iva a ser si no? A sí, es verdad, que no eres mi padre, que me compraste cuando ni si quiera había nacido. Que cabeza tengo.
- Sí
Se acercó a mi con un trotecillo elegante, el suyo de siempre. Es curioso que siendo un asesino tan, pero tan tan bien pagado, vistiese con esos trajes de alta costura confeccionados a medida. Bueno, tan poco es que me extrañase demasiado, con MIS casi 3.000.000 de euros, los que me robó, podría hasta comprarse un diseñador para el solo.
- Mi hijo preferido quiere algo. No, no me lo digas por favor, seguro, que vienes a traerme la carta de los Reyes Magos. Claro, ya es Navidad, pero que listo que es mi niño.
Me metí las manos en los bolsillos, no había hecho nada más que abrír la boca y ya me estaba cabreando. Pero tenía que hacerlo por nosotros dos. Si conseguía lo que quería, le diría a Julia lo que sentia por ella, y si no... - Dejate de tonterías anda. Necesito que me hagas un favor.
- Mira, vas a tener suerte. Hoy estoy de buen humor. ¿Que quieres?
- Julia quiere irse con su madre estas navidades, y me ha pedido que me valla con ella.
Me quedé callado esperando a que hablase, no hay que ser muy listo para entender lo que le estaba queriendo decir.
- Pues, felicidades. Y.. que os lo paseis bien. - me palmeó el hombro y se dió la vuelta para marcharse, pero le interrumpí.
- Espera - guardé silencio un momento y volví a hablar - No podemos irnos sin la medicina.
- Es verdad - se dió la vuelta, y se acerco de nuevo a mi - se me había olvidado... que mal padre soy. Y supongo, que quieres que te la proporcione para que puedas pasar la navidad agusto con tu amigita.
- Mi novia - todavia tenía ganas de hacerle un regalito por navidad a Noiret, asi que no saqué las manos de los bolsillos.
- ¿Que?
- Que es mi novia, no mi amiga.
- Oh que tierno, se me parte el corazon. Mira... vamos a hacer un trato. De padre a hijo. Yo, te doy la médicina necesaria para que estés dos días fuera de la laguna- se quedó callado. Yo guardé silencio con él, pero allí no pasaba nada, solo eramos padre e hijo, asesino y coballa, parados en mitad del hall de un internado narcisista donde se experimentaba con niños, padres, madres, profesores y todo lo que pillasen, en mitad de una laguna el en culo del mundo. ¡Menuda estampa!
Todavia faltaba la parte en la que yo salía perdiendo.
- Y ¿Que?
- ¿De verdad crees que voy a pedirte algo a cambio? No, Ivan. Te dije que la cárcel me había cambiado, y tú no quisiste creerlo.
- Ya... has dicho que ivamos a hacer un trato. Y ahora, ¿no me pides nada a cambio...?
- Eso es para que veas que en el fondo te quiero, y que todo lo hago por tu bien.- volvió a palmear mi hombro - Ah y dile a Julia, que puede irse cuando quiera- se rió entre dientes - dudo mucho que esté viva para comerse el pollo en nochebuena.
- Pero - solté una risa ironica y me rasqué la barbilla- si acabas de decirme que nos darás la medicina
- No, he dicho que te daré la medicina a tí, no a ella.
- Entonces
- Entonces- me interrumpió - si quieres pasartelo bien con tu novia, por que es tu novia ¿no?, vas a tener que compartir la medicina con ella. Los novios hacen eso ¿no? lo comparten todo, los secretos, las deudas, el dinero, las medicinas... es una prueba de amor muy bonita.
- Anda vete por ahí - señalé hacía cualquier lado- que me han dicho que hay un policia que te busca por no se que de una denuncia de malos tratos.
- Si cambias de opinión, - se rió durante un pequeño instante, pero eterno para mí- ya sabes donde estoy.
Encima, el imbecil era yo por pensar que iva a hacerme caso. Me dí la vuelta para subir a la habitación y Julia y Vicky cruzaron la esquina que conectaba el pasillo de las aulas con el salón y el hall. Venían hablando y riendose, para risas estaba yo ahora. Vicky me vió y le hizo ademán a Julia para que me mirase, como si estuviesen hablando de mi y quisiese decirle << ahí está Iván >>. Julia me miró, sonrió y siguió hablando con Vicky.
Me acerqué a ellas, a la vez que ellas a mí.
- Joder que cara Iván, ni que hubieses visto un muerto - Julia se rió entre dientes
- No bonita, la del sexto sentido eres tú - Julia se quedó helada cuando le contesté, ni si quiera me respondió. Hacía tanto tiempo que había dejado de ser un borde con ella, que ya ni si quiera me acordaba de su reaccion. Supongo que a ella también se le había olvidado como reaccionar, por que aún no me daba vueltas la cara.
Me froté el ojo por los nervios y miré a Victoria.
- Vicky puedes dejarnos solos, tengo que hablar con Julia- Vicky miró a Julia, y Julia a ella.
- ¿Qué?
- ¡Que te larges coño! ¿Lo entiendes o te escribo un e-mail?
- No - miró a Julia, y se despidió de ella con un elegante movimiento de cabeza - ya me voy. No llevarás su sangre, pero el apellido te viene al pelo.
#9
rosajulivanista
rosajulivanista
21/12/2009 10:19
Genial. Lo que más necesitaba ahora era que el disco duro de un ordenador me recordase lo mucho que me parecia a mi adorable padre.
¿Podía pasarme algo más?
Oh si, Julia.
Cuando Vicky se fué y terminé de 'reflexionar', la miré y ella me miró, séria, y tal vez dolida, y debía de estarlo.
- Julia ...
- Que te den, eh. -Me interrumpió, pretendia marcharse pero la sujeté del codo - Suéltame.
- Julia lo siento, perdoname. Es que me pone de los nervios. Y encima soy un gilipollas, por darle lo que quiere.
- ¿Has hablado con Noiret? - Ahora no sabía bien si estaba preocupada o sorprendida.
- Si, si he hablado con él.
- ¿Y que ha dicho? ¿Nos va a dar la medicina? - Esto cada vez era más dificil, Julia estaba ilusionada, tenia las facciones de la cara llenas de alegría. Creo que incluso iría a hacer la maleta ahora mismo si le dijese lo que quiere oir.
Me mordí el labio, le acaricié el pelo con amor y hablé
#10
maral12
maral12
21/12/2009 20:58
quee guaayy!!! xDD continua porfii te quedas siempre en lo mejor!!
#11
rosajulivanista
rosajulivanista
26/12/2009 12:54
Capitulo 4 Las sorpresas nunca son buenas
- Iván - Marcos entró en la habitación sobresaltado, y me sobresalto a mi al oir su voz. Me levanté inmediatamente de la cama y acudí a su llamada.
- Marcos, ¿Qué Pasa? - A juzgar por su cara nada bueno.
- Iván no se como decirte esto.... - Marcos empezó a dudar, y eso no me gustaba nada. Algo malo debía de estar pasando, ya que se puso muy nervioso. Empezó a negar con la cabeza y casi no lograba encontrar las palabras precisas para hablar.
- ¿Le ha pasado algo a Julia? ¿Esta bien? - Me estaba preocupando demasiado, le sujeté de los hombros y le presioné para que reaccionara.
- Si, si Julia está bien.. es, es Roque..
El 80% por ciento, me atrevería uncluso a decir que el 90% de mi cuerpo sientió un alivio tan grande que mis piernas casi empezaron a flaquear. Mantuve la compostura y me concentré en lo que Marcos intentaba decirme, al menos, podía estar tranquilo. La suerte de mi vida estaba buena (en todos los sentido posibles de la palabra).
- ¿Que pasa con Roque?
- No te lo vas a creer, pero estaba apunto de cruzar la esquina del pasillo de la habitación de Amelia cuando
- Espera -le interrumpí - ¿para que ivas a la habitación de Amelia?
- Eso no importa ahora Iván - intento contrarrestarlo negandome con la cabeza.
- Cuando que
- Escuché a Noirte hablar con alguien, entonces me quedé escuchando, le estaba diciendo a alguien que averiguase algo sobre un viaje de Julia y tú, no sé - sí, nuestro viaje de ensueño, y podíamos seguir soñandolo - el caso es que le dijo que podía respirar tranquilo, ya no tenía que hacer más de topo. Que nosotros nunca nos enteraríamos.
- ¿Y que tiene que ver todo eso con Roque? - yo sonseguía entender nada, primero, me decía que tenía que ver con Roque, y ahora hablaba de un topo.
- Pues que cuando terminaron de hablar, cruzé la esquina rápido para averiguar quien era el topo antes de que se marcharse, y me choqué con Roque.
- Já - me reí irónicamente - pero Marcos ¿tú estas tonto o que te pasa? que conoces a Roque desde que entraste en este colegio. Joder, que habeis sido colegas de la ostia.
- ¿Te crees que no lo sé? ¿Pero que otra explicacion tiene si no? ¿Que pasaba por allí en el momento justo y preciso y que también se quedo a escuchar?
o ¿Que salía de la habitación de Amelia?
Yo me caí exhausto a la cama y me tape la boca con las manos. ¿Que podia decir? ¿Que podia hacer? ¿Que podia pensar? Conocia a Roque desde que era un crio, esto era absurdo. Completamente absurdo.
Marcos se sentó en su cama y no dijo nada, supongo, se sentiria igual que yo.
No me dí cuenta, hasta que mis labios saborearon algo salado, de que estaba llorando.
De repente, Roque entró en la habitación y yo me levanté corriendo de su cama y me limpié la cara.
Marcos tuvo una reaccion refleja a la mia. Cuando Roque entró se puso a hablar sobre el examen de geonometría de mañana mientras que buscaba su libro.
Marcos y yo le dejamos hablando solo y salimos de la habitación dando un portazo. Ni si quiera le miramos a la cara. ¡Que ridiculo!
El nos traicionaba, y eramos nosotros los que no que podíamos ni mirarle. Patetico.

- Yo voy a ir a ver a Carol que está con Paula.- yo asentí, y me fuí en direccion contraria a Marcos, dirección 'necesito que Julia me mime'- Iván - me llamó, me dí la vuelta, tenía los ojos llenos de agua y casi no podía ver nada, me bastaba para ver lo suficiente- todo va a salir bien, te lo prometo.
Volví a asentir. Supongo, que eso en mi era señal de que me encontraba demasiado mal, ya que Marcos se acerco y me dió un fuerte abrazo, yo le correspodí. Por un momento me sentí algo más aliviado, al menos, Marcos si estaba a mi lado.
Después, cada uno siguió su camino.

[...........]
Estaba a punto de abrir la puerta de la habitación de las chicas, cuando me llamaron por megafonía.
<<Iván Noiret acuda inmediatamente al despacho de la directora>>
Joder hasta cuando no hacía nada la cagaba.
Durante un momento dudé, ¿Julia o Elsa?
La elección estaba clara, pero tal y como estaban las cosas, era mejor no remover mucho el ambiente.
Solté la manibela de la puerta y fuí al despacho.
Cuando bajaba las escaleras del hall, ví como Amaia y el mono africano discutian por algo que la verdad no me interesaba, pero si de joder al mono africano se trataba , sería capaz incluso de ir y defender a Amaia sin saber quien lleva o no la razón.
La verdad es que esta chica era incrieble. Modosa, timida y no se metía con nadie, es más, ni si quiera me quería contar lo que sentía por Marcos, no lo habría hecho si no lo le hubiese contado que amaba a Julia por encima de todo. A este paso, se enteraría antes toda la Laguna que la propia Julia.

Abrí la puerta del despacho de Elsa y la cerré casi a la vez.
Me dí la vuelta para saber por que me había llamado y me llevé una gran sorpresa.
- ¡Iván! - alguien me llamo con alegría - Hola
- ¿Que estás haciendo tu aqui? - le espeté. No lograba salir de mi asombro.
¿Cómo era posible que estuviese ahi, justo delante de mi?
#12
maral12
maral12
26/12/2009 17:05
mee encanta,quien sera?? escribes muy bien. Continuaa =)
#13
Internauta
Internauta
26/12/2009 21:14
sigue siguee!!!!
#14
rosajulivanista
rosajulivanista
27/12/2009 11:13
Aqui lo teneis.
Capitulo 5 Dejame que te explique que...
Estaba pasmado, asombrado... Ni si quiera sé que palabra utilizar.
- Bueno yo.. - Elsa se puso algo nerviosa, así que se ofrecio a dejarnos solos. - Os dejo solo para que hableis, ¿Vale?
En cuanto salió de la habitación me senté junto a ella.
- ¿Se puede saber que estas haciendo aquí, Manuela?
- ¿Que pasa? ¿Es que no te alegras de verme?
Entonces, todo paso muy rápido.
Apenas había terminado de hablar y ya la tenía sobre mí, ni si quiera había podido apartar su boca de la mia cuando abrieron la puerta.
- Iván ¿estas bi......
Mierda. Mierda. Mierda. Mierda. Mierda.
Me levante con toda la furia posible de la silla y me acerqué a Julia.
No pude apreciar, hasta que no estuve cerca de ella, como se le había empañado la cara de lágrimas.
- Julia esto no es lo que- intenté acariciarle el pelo mientras hablaba. Quise parecer lo más tranquilo posible. Nuestro genios eran demasiado fuertes como para sacarlos los dos a la vez
- ¿Ah no? - me interrimpió. Golpeó su mano contra la mia para apartala de su pelo - ¿Y que es entonces?
- J....
Julia salió corriendo, y mi mente y mi corazon se fueron con ella.
- Iván ¿Que esta pasando?
- Mira tú mejor callate y vuelvete por donde has venido.
Ni si quiera le miré a la cara para hablarle. De hecho, creo que terminé la frase camino al cuarto de baño.

[...........]

Supe desde el principio que Julia estaría en 'nuestro' baño. El de los chicos. Allí empezó todo, y probablemente allí ter........
No hacía falta pasar la puerta para oírla llorar. Tuve la sensacion de que la sangre me ervía, de que me quemaba la mente.
¿Cómo podía dolerme tanto?

- Julia- la llamé desde la puerta de nuestro baño. No quería abrirla, no queria verla llorar por mi.
- ¡Largate! - me gritó.
- No pienso moverme de aquí hasta que no me escuches.
Entonces, y como réplica a mi comentario, salió disparada del retréte Yo me apresuré y conseguí atraparla. Le agarré la muñeca y luché contra su fuerza y cerré la puerta al cuarto de baño.
Tuvé que aguantar también su otro mano para que no se soltase. Despues, la coloqué contra la puerta.
Durante unos segundo estuvimos mirandonos.
Yo veía como caían y caían lágrima a borbotones por sus mejillas, y se las limpiaba.
Y ella me miraba totalmente severa. No pude ser tan duro como me habría gustado, y rompí a llorar con ella.
- Julia. Yo no la besé te lo juro. Hacía más de un año que no la veía, ni si quiera hubo nada entre nosotros.
Julia dejó de ejercer presión sobre sus muñecas, asi que yo dejé de hablar por unos segundos, la solté y me paré delante de ella con la cara empapada- yo no sabía que estaba aquí. Lo único que había hecho era decirle hola y de repente la tuve sobre mi. Por favor Julia, por favor, tienes que creerme.
En ese momento, dejé otra vez de ser dueño de mi. Mi mano se mezclo entre su cuello, acariciandolo y mi nariz se pego a la suya mientras yo suplicaba << por favor, por favor >> y le acariciaba la mejilla.
Ví un segundo de duda en sus ojos y no dudé en utilizarlo, ya la tenía frente a mi, sus labios rozaban los mios. Iva a besarla.
- Por favor no
- ¿Por que no?- mi voz estaba rota. Su aliento acariciaba mi rostro, haciendo que la cabeza me diera vueltas.
- Tu y yo ya no somos nada - tragó saliva- cuando salgamos de aquí ya será suficientemente duro sin esto.
Yo no lo creía así, necesitaba de su aroma. Esto no podía terminar así, no podía.
Se despojó de mí, abrió la puerta y antes de marcharse me miró, y yo la miré intentando decirle con la mirada lo que no era capaz de hacer con palabras.
Deseaba decirle cuanto la amaba. Deseaba que supiera que mataría por y para ella, que no me importaría convertime en un asesino y pagar condena con tal de que ella tuviese de mi tanto como pidiese.
Tenía que saber que desde que entré en este cuarto de baño con ella por primera se habría una nueva etapa en mi vida, y que esa etapa llevaba su nombre.
Quería decirle que antes de enamorarme de ella mi cielo era negro, pero al menos había estrellas, pequeños puntos de luz y motivaciones. Y de pronto ella lo cruzo y todo se lleno de belleza, de luz, en encanto.

[................]

El tiempo pasa incluso aunque parezca imposible, incluso a p esar de que cada movimiento de la manecilla del reloj duela como el latido de la sangre al palpitar detrás de un cardenal. El tiempo transcurre de forma desigual, con saltos extraños y treguas insoportables, pero pasar, pasa. Las horas se te hacen eternas, interminables, insufribles. Ves como tu ansia, tu energia, tu deseo, tu vida, se desvanece cada minuto más.
Apenas habian pasado dos horas y ya era un pobre moribundo.

Las palabras de Julia atravesaban mi mente, pero sin
la claridad perfecta que habían tenido en el momento. Sólo eran
palabras, sin sonido, como las letras impresas en una página. Sól o palabras, aunque rasgaran y mantuvieran el hueco del pecho bien abierto.
Me pregunté cuánto más podría durar esto. Quizás algún día, dentro de unos años, si el dolor disminuía hasta el punto de ser soportable, me sentiría capaz de volver la vista atrás hacia esos pocos meses que siempre consideraría los mejores de mi vida

Y ese día, estaba seguro de que me sentiría agradecido por todo aquel tiempo que me había dado, más de lo que yo había pedido y más de lo que merecía. Quizá algún día fuera capaz de verlo de este modo. Pero ¿y qué ocurriría si este agujero no llegaba a cerrarse nunca? ¿Y si la heridas en carne viva jamás se curaban? ¿Y si el daño era permanente, irreversible?

2 semanas despues.


A pesar de lo mucho que pugnaba por no pensar en ella, sin embargo, tampoco
intentaba olvidarla. De noche, a última hora, cuando el agotamiento por la falta de sueño derribaba mis defensas, me preocupaba el hecho de que todo pareciera estar desvaneciéndose, que mi mente fuera al final un colador incapaz de recordar el tono exacto del color de sus ojos, la sensación de su piel fría o la textura de su voz. No podía pensar en todo esto, pero debía recordarlo.
Poco después me tumbé en la cama, resignado a que el dolor finalmente hiciera
acto de presencia.
Resultó algo atroz. Tenía la sensación de que me habían practicado una gran abertura en el pecho a través de la cual me habían extirpado los principales órganos vitales y me habían dejado allí, rajado, con los profundos cortes sin curar y sangrando y palpitando a pesar del tiempo transcurrido. Racionalmente, sabía que mis pulmones tenían que esta r intactos, ya que jadeaba en busca de aire y la cabeza me daba vueltas como si todos esos esfuerzos no sirvieran para nada. Mi corazón también debía seguir latiendo, aunque no podía oír el sonido de mi pulso en los oídos e imaginaba mis manos azules del f río que sentía. Me acurrucaba y me abrazaba las costillas para sujetármelas. Luché por recuperar el aturdimiento, la negación, pero me eludía.
Y sin embargo, me di cuenta de que iba a sobrevivir. Estaba alerta, sentía el sufrimiento, aquel vacío doloroso q ue irradiaba de mi pecho y enviaba incontrolables flujos de angustia hacia la cabeza y las extremidades. Pero podía soportarlo. Podría vivir con él. No me parecía que el dolor se hubiera debilitado con el transcurso del tiempo, sino que, por el contrario, más bien era yo quien me había fortalecido lo suficiente para soportarlo.

Estaba apunto de undirme en un profundo sueño cuando llamaron a la puerta.
- Iván, ¿Puedo pasar?
De repente la grieta se abrió más, los organos se disolvieron, las agujas del reloj se partieron en mil pedazos, irreconstruibles, inservibles.
#15
maral12
maral12
27/12/2009 11:54
Sigue!! =D
#16
rosajulivanista
rosajulivanista
27/12/2009 12:09
Capitulo 6 Cosas que nunca te dije
Era una pregunta retórica. Julia entró en la habitación y se sentó a mi lado en la cama, yo me levanté para acomodarme a ella.
Los segundos pasaban y ella y yo continuabamos mirandonos, como si no tuviesemos nada que decirnos, como si las agujas de ese reloj hubiesen quebrado realmente para los dos. El horror vacui hacia acto de presencia. Alguien tenía que romper ese incomodo silencio.
- ¿Cómo estás?
- Supongo, que dentro de lo que cabe bien. Aunque estaría mucho mejor si no me mirases como si yo fuese la culpable.
Agaché la cabeza.
Pero la levanté enseguida, era yo el que debia disculparse.
- Iván esto no puede seguir así. No vas a clase, no comes, ni si quiera le coges el teléfono a María...
- Supongo que se me ha caido la coraza... - le dije mientras me miraba las manos- Julia no necesito tu caridad... Puedes seguir odiandome sin preocuparte por mi. Estoy perfectamente.
- Pues si, a lo mejor es eso lo que deberia de hacer. Dejarte aquí solo y seguir con mi vida. Pero no odiarte... por que ni si quiera te odio.
Julia se puso muy nerviosa y empezó a llorar. Entonces, se levantó de la cama y empezó a dramatizar.
- Iván esto es una locura - se hechó las manos a la cabeza- tú te lias con otra... y -se rió irónicamente- y, soy yo la que está preocupandose por ti.
Ví que estaba dramatizando demasiado, asi que me levante, y me acerqué a ella. Aún sabiendo que la herida volvería a abrirse más, pero que importaba un poco más de dolor, dentro de unos años la herida cicatrizaría, que importaba si me convertía en un pobre moribundo, otra vez, despues de esto, podía permitirme un poco de dolor, pero ya necesitaba oler su cuello, acariciar su pelo y repasar mi nariz por sus dulces pomulos.
- Julia, Julia -la tranquilicé mientras bajaba sus manos lentamente -yo no me lié con ella. Ni si quiera ella conmigo- Pasé mis manos por su cuello hasta llegar a su nuca, y acerqué mi nariz a la suya- Julia, yo.... te quiero.
Julia me miró perpleja, casi ni parpadeaba, entonces, volví a ver un momento de duda, de confusión en su cara. El momento perfecto para intentarlo de nuevo.
Acerqué mi boca a la suya y la besé, este beso fué tan diferente, tan nuevo.
Mi corazón se hinchó de ta l modo que estuvo a punto de romperme las
costillas. Ocupó mi pecho por completo y me obstruyó la garganta dejándome sin
habla.
En ese momento, nuestras bocas se enlazaron por completo, y yo no pude hacer nada, no solo por que no queria (o ni podia talvez) sino porque mi voluntad quedó
reducida a polvo en cuanto se encontraron nuestros labios. Este beso no fue tan
cuidadoso como los otros que yo recordaba, lo cual me venía la mar de bien. Si luego
iba a tener que pagar un precio por él, lo menos que podía hacer era sacarle todo el
jugo posible.
El corazon me latia a un ritmo irregular, mientras mi respiración se transformaba en un jadeo frenético y mis
manos se movían avariciosas por su rostro. Noté su cuerpo de mármol contra cada
curva del mío y me sentí muy contento de que no me hubiera escuchado, porque no
había pena en el mundo que justificara que me perdi era esto. Sus manos
memorizaron mi cara, tal como lo estaban haciendo las mías y durante los segundos
escasos que sus labios estuvieron libres, murmuró mi nombre.
- Yo también te quiero - mi corazon se aceleró, la sangre me corria a borbotones por el cuerpo, me ruborizé y por un momento olvidé todo.
Julia había dicho las palabras mágicas, yo ya sabía que ella me amaba, Cistaré abrió demasiado la boca en la noche de las dos lunas, pero esta sensación era mucho más poderosa, mas reconfortable, mas... indescriptible.


[..................]
Dejé de besarla solo para quitarme el pijama. Lo que me hizo recordar que nuestra postura en la cama, ahora, no era las más apropiada.
Me levanté de la cama y le dí un pequeño beso, antes de acercarme al armario.
Abrí el armario y busqué el uniforme que llevaba semanas sin ponerme.
Pero también hablé con Julia.
- ¿Qué has estado haciendo estas semanas?- me quité la camiseta
Julia se levantó y se engancho a mi torso desnudo.
- Pues hecharte de menos -besó mi torso, y después mi boca - y buscar consuelo por ahi fuera....
De repente se me heló el cuerpo, las manos, la cara.
Todo.
¿Que podía decir ahora?
Ella y yo ya no estabamos juntos, y no podía reprocharle nada después de lo que le había hecho pasar.
Tragué saliva.
-¿Que brazos? - la acerque más a mi, para recordarnos mutuamente que volviamos a pertenecernos - si se puede saber..
- Los de Rubén era muy fuertes - esbozó una pequeña sonrisa, probablemente irónica
A mi no me hizo ni pizca de gracia.
Mi cara se encendió
- Le... le.. ¿le besaste? - volví a tragar saliva
Julia sonrió levemente y me besó.

Terminé de vestirme y salimos de la habitación agarrados de la mano.
Cuando llegamos al comedor, Marcos y Carol, y Roque -me vino un pequeño recuerdo de días atrás bastante desagradable- y Vicky nos miraron y se alegraron de ver que seguía vivo, y probablemente de que volvía a sonreir.
Cuando terminó el desayuno nos fuimos a la sala de esgrima.
De camino a clase, tuve un pequeño flashback en mi mente de la primera vez que hize el amor con Julia, en esa misma sala.
Le apreté la mano más fuerte instintivamente.
- ¿Sabes una cosa? Me alegra que al menos tu pudieses seguir con tu vida normal.
- Pero que dices Iván....
- No sé al menos, tú lo intentaste. Te levantabas por las mañanas,
procurabas llevar una vida normal y seguias tu camino. Yo
era un completo inútil, no podía estar cerca de Marcos, ni de Roque ni de nadie más. Me avergüenza admitir que me acurrucaba y dejaba que el
sufrimiento se apoderara de mí -esbozó una sonrisa turbada -Fue mucho más
patético que ver muertos.
Julia se paró en seco y tuve que hacerlo con ella, nuestras manos estaban unidas a prueba de fuego.
- ¡Eres un idiota! - me besó- Pero un idiota muy guapo- volvió a besarme.
Deseé y deseé, y no pude desearlo más, que el reloj se parara, como lo había hecho para mi semanas antes.
#17
maral12
maral12
27/12/2009 13:00
me encanta como escribes^^gracias por haberme avisado de que habias subido otro.un besito
#18
Internauta
Internauta
28/12/2009 11:39
siguee pliis
k maburro muxo i encesito adrenalinaxd
#19
rosajulivanista
rosajulivanista
28/12/2009 11:45
Jajajaja en seguida subo otro :)
#20
Internauta
Internauta
28/12/2009 13:49
aixx k gaaanaas
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