"Volver a verte"- Julia e Iván
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07/09/2009 20:21
Esta es una historia sobre Julia e Iván, esta escrita en el foro julivanista, pero la edito aqui por si alguien quiere leersela desde el principio.
Espero que os guste
En el capitulo 16 hay un error, puesto que falta una parte, le podeis encontrar íntegro en la página 4 detras del capitulo 22.
Espero que os guste
En el capitulo 16 hay un error, puesto que falta una parte, le podeis encontrar íntegro en la página 4 detras del capitulo 22.
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#61

20/02/2010 14:21
Me alegra que os guste el relato, Julivanista, si quieres mandarme privado preguntandome por las cosas en las que te has perdido yo este encantada de responderte
Os dejo la mitad del capitulo 22, que tiene 2 partes, luego me paso y os dejo la otra parte
Capitulo 22 (Parte 1)
-Julia, yo no voy a olvidarte, no hay nadie que pueda darme lo que tú me das cuando me miras, tú eres única para mí
Y delante de profesores, alumnos, cuchicheos varios, le besé, despacio, disfrutando de cada segundo, olvidándonos de la gente que sigilosa contemplaba la escena, olvidé que estábamos en un internado, pero recordé, una vez más, sus besos.
-Voy a llamar a mi madre-susurré- tengo que convencerla de que me deje quedarme
-¿Voy contigo?- Me preguntó
-No, voy yo sola mejor, contigo me pongo más nerviosa
-Vale-Me dio un beso rápido y me fui, cuando pasé por la puerta me encontré a Carol, Marcos y Vicky que venía detrás
-Me alegro que ya estés mejor, Vicky- Dije sonriendo a Vicky
-Se te ve buena cara, pero no escupas mucho más, y déjale que se vaya con tu prima ¿Por qué es tu prima verdad?, mira chica, mejor no pasarlo mal, cuanto menos escupas mejor, pero vamos que si quieres una compañera de escupitajos pues aquí me tienes, para lo que quieras- me giñó un ojo, Carol se llevaba a Vicky del brazo y me hacía señas en señal de que la dejara que olvidara todo lo que había dicho. Yo me di media vuelta y me marché a llamar a mi madre.
(….)
-Pobre, como se esfuerza en sonreír-Dijo Vicky sentándose a la mesa con Carol- que valor, madre yo no hubiera bajado así, yo-dijo mientras se señalaba a sí misma con el dedo índice-Yo vendría aquí con el clínex, está hecha polvo
-Bueno, yo que creo que el polvo estaba-pegué a marcos una patada por debajo de la mesa, para que se callara- au-se quejó
-¿Qué decías Marcos?- Pregunto Vicky curiosa
-Nada, que sí está hecha polvo, búa, polvo, polvo es poco, te digo una cosa Vicky, de aquí a un par de años, depresiva, es que lo que la ha pasado ha sido, vamos me lo hacen a mí y depresión fijo
-Marcos, que está mal-comenzó explicando Vicky-pero para depresión, no es, en todo caso, llorará, pero se la pasará, pero hombre, yo veo a Iván y depresivo no está, que tampoco tiene motivos para estarlo
-Claro, pero date cuenta Julia tiene motivos, Iván pues depresivo no está, pero lo estará
-Oye que estoy aquí, si vas a augurarme una depresión, podrías tener el detalle de hacerlo cuando no estoy- proteste, intentando que ambos se callaran
-Pero tú que te has creído, tú te mereces una depresión y mucho más que eso, la pobrecilla escupiendo toda la noche de ayer y tú aquí nos vienes con exigencias
-Julia no escupió anoche- LA respondí
-¿Qué, no te lo crees?, es eso, ¿Carol a que escupió?-Dijo Vicky mirando a Carol
-Em…-Carol miraba a Marcos que no se podía aguantar la risa-escupir, pues haber, escupir escupió, porque es un hecho y escupir, pues el hecho de….escupir, pues actuó y claro escupió
-Ves como escupió y todo por tu culpa, y ahí estas como si no te importara
-Vicky, es que no me importa, si Julia quería escupir que escupa
-Pero serás desagradecido, muy mal Iván, muy muy mal-Dijo Vicky levantándose de la silla
-Vicky, cielo, vamos a desayunar-Dijo Carol tirándola del brazo
-¿Se puede saber lo que la ha pasado?, ¿qué Julia ha estado escupiendo? ¿Tú sabes algo verdad?- Pregunté a Marcos que seguía riendo
-Déjala, son las hormonas del embarazo-Dijo Maros Riéndose-yo me voy a coger el desayuno, disfruta de estos momentos de libertad
-Vale, pero me da que van a ser muy cortos
-Puede, puede-Marcos se levanto y se fue a coger el desayuno, Carol y Vicky discutían en la esquina y se veía a Vicky muy enfadada
-¿Qué haces solo?-Me preguntó una chica detrás de mí, me giré y la vi, como no, era la prima de Julia
-Hombre, tu por aquí
-Mujer, si no te importa, ¿Puedo sentarme?
-Haz lo que te dé la gana, yo ya me iba
-Tranquilo chico, que yo solo venia a hablar contigo un ratillo-Me dijo sentándose conmigo en la mesa
-¿Qué quieres?
-Mi prima se va-Me dijo partiendo en dos el sobado
-Ya, y crees que no lo sé. Me lo ha dicho
-Yo no pongo en duda que no lo sepas, solo te lo informo
-Muy bien, ahora que estoy informado ¿Puedo irme?-Dije retirando mi silla de la mesa
-No, ¿Qué vas a hacer?
-¿Qué voy a hacer de qué?-Pregunté, extrañado
-Supongo que se lo impedirás de alguna manera-me contestó bebiendo la taza de cola-cao
-No, si su madre la dice que valla, tendrá que ir
-O no, tienes que hacer algo
-Que vena te ha entrado ahora, primero me besas y ahora he de impedir que Julia se vaya, no te entiendo
-Si yo lo digo por tu bien y el de Julia
-Gracias por preocuparte, pero no hace falta-La contesté con una sonrisa burlona
Inclinó su cabeza, se limpió con la servilleta-Tú verás, tú te quedas solo y yo me quedo sola, suma y créeme que consigo todo lo que quiero-y se levantó del asiento dejándome en la silla, pensativo
(….)
Mi móvil marcaba rápidamente las teclas, mientras el resto de compañeros regresaban al desayuno yo llamaba a mi madre, esperaba un sí por respuesta aun que probablemente el resultado fuera lo contrario. Un toque, dos toques, no podía aguantar más a la espera de una respuesta, no quería seguir preocupándome por él “y si me voy” que tanto me matizaba, solo quería quedarme, no un mes, si no todo el curso y de esa respuesta dependía mi felicidad en esos momentos. Tres toques
-¿Si?-Respondió mi madre al otro lado de la línea
-Mama, lo he estado pensando y no quiero irme- contesté rápidamente desde la otra línea
Un silencio, una duda, una lágrima tras otra.
Os dejo la mitad del capitulo 22, que tiene 2 partes, luego me paso y os dejo la otra parte
Capitulo 22 (Parte 1)
-Julia, yo no voy a olvidarte, no hay nadie que pueda darme lo que tú me das cuando me miras, tú eres única para mí
Y delante de profesores, alumnos, cuchicheos varios, le besé, despacio, disfrutando de cada segundo, olvidándonos de la gente que sigilosa contemplaba la escena, olvidé que estábamos en un internado, pero recordé, una vez más, sus besos.
-Voy a llamar a mi madre-susurré- tengo que convencerla de que me deje quedarme
-¿Voy contigo?- Me preguntó
-No, voy yo sola mejor, contigo me pongo más nerviosa
-Vale-Me dio un beso rápido y me fui, cuando pasé por la puerta me encontré a Carol, Marcos y Vicky que venía detrás
-Me alegro que ya estés mejor, Vicky- Dije sonriendo a Vicky
-Se te ve buena cara, pero no escupas mucho más, y déjale que se vaya con tu prima ¿Por qué es tu prima verdad?, mira chica, mejor no pasarlo mal, cuanto menos escupas mejor, pero vamos que si quieres una compañera de escupitajos pues aquí me tienes, para lo que quieras- me giñó un ojo, Carol se llevaba a Vicky del brazo y me hacía señas en señal de que la dejara que olvidara todo lo que había dicho. Yo me di media vuelta y me marché a llamar a mi madre.
(….)
-Pobre, como se esfuerza en sonreír-Dijo Vicky sentándose a la mesa con Carol- que valor, madre yo no hubiera bajado así, yo-dijo mientras se señalaba a sí misma con el dedo índice-Yo vendría aquí con el clínex, está hecha polvo
-Bueno, yo que creo que el polvo estaba-pegué a marcos una patada por debajo de la mesa, para que se callara- au-se quejó
-¿Qué decías Marcos?- Pregunto Vicky curiosa
-Nada, que sí está hecha polvo, búa, polvo, polvo es poco, te digo una cosa Vicky, de aquí a un par de años, depresiva, es que lo que la ha pasado ha sido, vamos me lo hacen a mí y depresión fijo
-Marcos, que está mal-comenzó explicando Vicky-pero para depresión, no es, en todo caso, llorará, pero se la pasará, pero hombre, yo veo a Iván y depresivo no está, que tampoco tiene motivos para estarlo
-Claro, pero date cuenta Julia tiene motivos, Iván pues depresivo no está, pero lo estará
-Oye que estoy aquí, si vas a augurarme una depresión, podrías tener el detalle de hacerlo cuando no estoy- proteste, intentando que ambos se callaran
-Pero tú que te has creído, tú te mereces una depresión y mucho más que eso, la pobrecilla escupiendo toda la noche de ayer y tú aquí nos vienes con exigencias
-Julia no escupió anoche- LA respondí
-¿Qué, no te lo crees?, es eso, ¿Carol a que escupió?-Dijo Vicky mirando a Carol
-Em…-Carol miraba a Marcos que no se podía aguantar la risa-escupir, pues haber, escupir escupió, porque es un hecho y escupir, pues el hecho de….escupir, pues actuó y claro escupió
-Ves como escupió y todo por tu culpa, y ahí estas como si no te importara
-Vicky, es que no me importa, si Julia quería escupir que escupa
-Pero serás desagradecido, muy mal Iván, muy muy mal-Dijo Vicky levantándose de la silla
-Vicky, cielo, vamos a desayunar-Dijo Carol tirándola del brazo
-¿Se puede saber lo que la ha pasado?, ¿qué Julia ha estado escupiendo? ¿Tú sabes algo verdad?- Pregunté a Marcos que seguía riendo
-Déjala, son las hormonas del embarazo-Dijo Maros Riéndose-yo me voy a coger el desayuno, disfruta de estos momentos de libertad
-Vale, pero me da que van a ser muy cortos
-Puede, puede-Marcos se levanto y se fue a coger el desayuno, Carol y Vicky discutían en la esquina y se veía a Vicky muy enfadada
-¿Qué haces solo?-Me preguntó una chica detrás de mí, me giré y la vi, como no, era la prima de Julia
-Hombre, tu por aquí
-Mujer, si no te importa, ¿Puedo sentarme?
-Haz lo que te dé la gana, yo ya me iba
-Tranquilo chico, que yo solo venia a hablar contigo un ratillo-Me dijo sentándose conmigo en la mesa
-¿Qué quieres?
-Mi prima se va-Me dijo partiendo en dos el sobado
-Ya, y crees que no lo sé. Me lo ha dicho
-Yo no pongo en duda que no lo sepas, solo te lo informo
-Muy bien, ahora que estoy informado ¿Puedo irme?-Dije retirando mi silla de la mesa
-No, ¿Qué vas a hacer?
-¿Qué voy a hacer de qué?-Pregunté, extrañado
-Supongo que se lo impedirás de alguna manera-me contestó bebiendo la taza de cola-cao
-No, si su madre la dice que valla, tendrá que ir
-O no, tienes que hacer algo
-Que vena te ha entrado ahora, primero me besas y ahora he de impedir que Julia se vaya, no te entiendo
-Si yo lo digo por tu bien y el de Julia
-Gracias por preocuparte, pero no hace falta-La contesté con una sonrisa burlona
Inclinó su cabeza, se limpió con la servilleta-Tú verás, tú te quedas solo y yo me quedo sola, suma y créeme que consigo todo lo que quiero-y se levantó del asiento dejándome en la silla, pensativo
(….)
Mi móvil marcaba rápidamente las teclas, mientras el resto de compañeros regresaban al desayuno yo llamaba a mi madre, esperaba un sí por respuesta aun que probablemente el resultado fuera lo contrario. Un toque, dos toques, no podía aguantar más a la espera de una respuesta, no quería seguir preocupándome por él “y si me voy” que tanto me matizaba, solo quería quedarme, no un mes, si no todo el curso y de esa respuesta dependía mi felicidad en esos momentos. Tres toques
-¿Si?-Respondió mi madre al otro lado de la línea
-Mama, lo he estado pensando y no quiero irme- contesté rápidamente desde la otra línea
Un silencio, una duda, una lágrima tras otra.
#62

20/02/2010 16:44
qee guaay qe le dira??me a encantado qe marcos se partiera derisa y el lio de vicky y carol jajaja
sube la otra parte pronto
sube la otra parte pronto
#63

22/02/2010 23:57
Para esta parte del capitulo, le dejo con unas canciones que a mi me parecen que pegan muy bien con el capitulo que voy a contaros, espero que os guste
La primera es esta:
Capitulo 22 (parte 2.1)
Era viernes, último día de la semana y primero de todo el curso en el que Julia y yo no discutíamos, busqué a Julia por los pasillos del internado pero no estaba, me dirigí a su habitación y me la encontré a la puerta, sus ojos rojos me miraron, algo había salido mal, temblé, sus delgados brazos se enrollaron a mi cuerpo y comenzó a llorar
-Julia, ¿Qué ha pasado?
-No me voy dentro de un mes
-Pero eso está bien, no es lo que queríamos, Julia, que estaremos juntos
-Mi madre- empezó a temblar-mi madre a cogido un avión y viene para acá-bajo la mirada- tengo dos horas para hacer la maleta
-Julia, ¿Qué dices?- me quedé paralizado, se iba- déjame llamarla, no puedes irte no puedes
-Iván, me voy que me voy, solo dos horas
-Julia, haz algo, que tu madre te de más tiempo, los exámenes
-Ha conseguido un colegio allí, hare los exámenes en Nueva York, con profesores particulares. Como ha podido hacerme esto, ¡Lo ha planeado todo!- empezó a chillar- ¡Todo!
-Julia entra en la habitación aquí te va a oír todo el mundo
-¡Me da igual!, solo me quedan dos horas, Iván 2 horas. Se metió en la habitación y comenzó a sacar cosas del armario y a meterlas en la maleta. Yo entré después de ella y me senté en la silla del escritorio, ella caminaba con furia recorriendo el mismo trayecto una y otra vez- Sabes que es lo peor, que justo ahora, ahora que todo estaba bien
-Julia, pero vamos a seguir bien, estamos en el siglo XXI, están las nuevas tecnologías
Julia se paró delante del cajón de la mesilla- Iván he estado pensando en eso- se dio media vuelta y dejo de llorar- Iván, es difícil que mantengamos una relación dentro del colegio, si me voy fuera será aun mas difícil
-¿Por qué va a serlo?- pregunte yo acercándome a ella
-Dicen que amor de lejos felicidad de cuatro
-¿Qué coño dices ahora Julia?, me estás diciendo que te vas a liar con uno
-Iván voy a estar mucho tiempo sin verte, no quiero esperarte y no quiero que me esperes
-Julia, yo quiero esperarte, yo necesito esperarte para levantarme de la cama todos los días que estés fuera, Julia te necesito, solo puedo aguantar esta situación sabiendo que algún día volveré a verte, Julia- dudé- te quiero
-Iván, no quiero que me esperes, no me necesitas. Siempre terminando cayendo, una y otra vez, siempre nos besamos nos ilusionamos y no llegamos a entender que esto no lleva a ninguna parte.
-¿Qué quieres decir?
-Yo no te voy a esperar, no voy a quedarme sentada viendo como mi vida pasa, no quiero pasarlo mal y así es condenarme a mí misma, voy a estar mucho tiempo en Nueva York, entiéndeme, no puedo vivir aferrada a un correo, a comunicarme por un teléfono, no puedo extrañarte las 24 horas del día
- Julia ¿Y nosotros?, vas a olvidarlo todo cuando cruces la puerta principal
-No, no, ese es el problema, yo no voy a olvidarte pero allí hare todo lo posible para hacerlo, llevo todo el verano pensando en un y si las cosas no fueran como son, si yo no viera fantasmas si tu no fueras tan gilipollas, si yo fuera más comprensiva y una lista interminable. No puedo pasarme toda mi vida aferrada a un y si yo no me hubiera ido
-Julia, puedo preguntarte que hago yo, o eso sería egoísta
(….)
Me paré delante del cajón de la mesilla, estaba mi cuaderno verde, en el que escribí todo los pensamientos del verano, aquel cuaderno impregnado en dolor, lágrimas y la ausencia de Iván, cerré el cajón de golpe, necesitaba hacerlo y sabía que aquello no iba a salir bien- Iván he estado pensando en eso- se dio media vuelta e intenté dejar de llorar- Iván, es difícil que mantengamos una relación dentro del colegio, si me voy fuera será aun mas difícil
-¿Por qué va a serlo?- preguntó acercándose a mí
-Dicen que amor de lejos felicidad de cuatro- Contemplé su rostro descolocado, consumido por aquella puñalada que acababa de recibir y esta vez su coraza no le hizo efecto
-¿Qué coño dices ahora Julia?, me estás diciendo que te vas a liar con uno allí
-Iván voy a estar mucho tiempo sin verte, no quiero esperarte y no quiero que me esperes
-Julia, yo quiero esperarte, yo necesito esperarte para levantarme de la cama todos los días que estés fuera, Julia te necesito, solo puedo aguantar esta situación sabiendo que algún día volveré a verte, Julia- dudé- te quiero- Aquellas dos palabras me dejaron aun peor, parecía que estaba en un combate de boxeo y los golpes habían consumido el resto de fuerzas que me quedaba, verle a él, oír sus palabras intentando convencerme de que lo correcto es, con lo que probablemente más sufriera termino por dejarme sin fuerzas
-Iván, no quiero que me esperes, no me necesitas. Siempre terminando cayendo, una y otra vez, siempre nos besamos nos ilusionamos y no llegamos a entender que esto no lleva a ninguna parte.
-¿Qué quieres decir?
-Yo no te voy a esperar, no voy a quedarme sentada viendo como mi vida pasa, no quiero pasarlo mal y así es condenarme a mí misma, voy a estar mucho tiempo en Nueva York, entiéndeme, no puedo vivir aferrada a un correo, a comunicarme por un teléfono, no puedo extrañarte las 24 horas del día
- Julia ¿Y nosotros?, vas a olvidarlo todo cuando cruces la puerta principal
-No, no, ese es el problema, yo no voy a olvidarte pero allí hare todo lo posible para hacerlo, llevo todo el verano pensando en un y si las cosas no fueran como son, si yo no viera fantasmas si tu no fueras tan gilipollas, si yo fuera más comprensiva y una lista interminable. No puedo pasarme toda mi vida aferrada a un y si yo no me hubiera ido
-Julia, puedo preguntarte que hago yo, o eso sería egoísta
En ese momento hubiera deseado correr, huir lejos de él de responder a esa pregunta, lejos de hacerme daño y que por accidente se lo hiciera a él, tenía miedo de lastimarme y en el fondo solo le hice daño a él, bajé la mirada
-Entiendo dijo él- no te importo, ¿Te importé alguna vez?, me costó creer que ves fantasmas que alguien podría quererme y cuando lo hago ni siquiera te importo, sabes Julia vete, es lo mejor, tienes razón esto no lleva a ninguna parte- Oí un portazo y después la soledad de mis lágrimas.
Entre sollozos saqué el cuaderno verde y me senté en el suelo a leerlo, recuerdos de aquel verano vinieron a mi mente, lágrimas lloros y lamentos componían aquel cuaderno que era en claro ejemplo de las tardes que me esperaban sin él.
La primera es esta:
Capitulo 22 (parte 2.1)
Era viernes, último día de la semana y primero de todo el curso en el que Julia y yo no discutíamos, busqué a Julia por los pasillos del internado pero no estaba, me dirigí a su habitación y me la encontré a la puerta, sus ojos rojos me miraron, algo había salido mal, temblé, sus delgados brazos se enrollaron a mi cuerpo y comenzó a llorar
-Julia, ¿Qué ha pasado?
-No me voy dentro de un mes
-Pero eso está bien, no es lo que queríamos, Julia, que estaremos juntos
-Mi madre- empezó a temblar-mi madre a cogido un avión y viene para acá-bajo la mirada- tengo dos horas para hacer la maleta
-Julia, ¿Qué dices?- me quedé paralizado, se iba- déjame llamarla, no puedes irte no puedes
-Iván, me voy que me voy, solo dos horas
-Julia, haz algo, que tu madre te de más tiempo, los exámenes
-Ha conseguido un colegio allí, hare los exámenes en Nueva York, con profesores particulares. Como ha podido hacerme esto, ¡Lo ha planeado todo!- empezó a chillar- ¡Todo!
-Julia entra en la habitación aquí te va a oír todo el mundo
-¡Me da igual!, solo me quedan dos horas, Iván 2 horas. Se metió en la habitación y comenzó a sacar cosas del armario y a meterlas en la maleta. Yo entré después de ella y me senté en la silla del escritorio, ella caminaba con furia recorriendo el mismo trayecto una y otra vez- Sabes que es lo peor, que justo ahora, ahora que todo estaba bien
-Julia, pero vamos a seguir bien, estamos en el siglo XXI, están las nuevas tecnologías
Julia se paró delante del cajón de la mesilla- Iván he estado pensando en eso- se dio media vuelta y dejo de llorar- Iván, es difícil que mantengamos una relación dentro del colegio, si me voy fuera será aun mas difícil
-¿Por qué va a serlo?- pregunte yo acercándome a ella
-Dicen que amor de lejos felicidad de cuatro
-¿Qué coño dices ahora Julia?, me estás diciendo que te vas a liar con uno
-Iván voy a estar mucho tiempo sin verte, no quiero esperarte y no quiero que me esperes
-Julia, yo quiero esperarte, yo necesito esperarte para levantarme de la cama todos los días que estés fuera, Julia te necesito, solo puedo aguantar esta situación sabiendo que algún día volveré a verte, Julia- dudé- te quiero
-Iván, no quiero que me esperes, no me necesitas. Siempre terminando cayendo, una y otra vez, siempre nos besamos nos ilusionamos y no llegamos a entender que esto no lleva a ninguna parte.
-¿Qué quieres decir?
-Yo no te voy a esperar, no voy a quedarme sentada viendo como mi vida pasa, no quiero pasarlo mal y así es condenarme a mí misma, voy a estar mucho tiempo en Nueva York, entiéndeme, no puedo vivir aferrada a un correo, a comunicarme por un teléfono, no puedo extrañarte las 24 horas del día
- Julia ¿Y nosotros?, vas a olvidarlo todo cuando cruces la puerta principal
-No, no, ese es el problema, yo no voy a olvidarte pero allí hare todo lo posible para hacerlo, llevo todo el verano pensando en un y si las cosas no fueran como son, si yo no viera fantasmas si tu no fueras tan gilipollas, si yo fuera más comprensiva y una lista interminable. No puedo pasarme toda mi vida aferrada a un y si yo no me hubiera ido
-Julia, puedo preguntarte que hago yo, o eso sería egoísta
(….)
Me paré delante del cajón de la mesilla, estaba mi cuaderno verde, en el que escribí todo los pensamientos del verano, aquel cuaderno impregnado en dolor, lágrimas y la ausencia de Iván, cerré el cajón de golpe, necesitaba hacerlo y sabía que aquello no iba a salir bien- Iván he estado pensando en eso- se dio media vuelta e intenté dejar de llorar- Iván, es difícil que mantengamos una relación dentro del colegio, si me voy fuera será aun mas difícil
-¿Por qué va a serlo?- preguntó acercándose a mí
-Dicen que amor de lejos felicidad de cuatro- Contemplé su rostro descolocado, consumido por aquella puñalada que acababa de recibir y esta vez su coraza no le hizo efecto
-¿Qué coño dices ahora Julia?, me estás diciendo que te vas a liar con uno allí
-Iván voy a estar mucho tiempo sin verte, no quiero esperarte y no quiero que me esperes
-Julia, yo quiero esperarte, yo necesito esperarte para levantarme de la cama todos los días que estés fuera, Julia te necesito, solo puedo aguantar esta situación sabiendo que algún día volveré a verte, Julia- dudé- te quiero- Aquellas dos palabras me dejaron aun peor, parecía que estaba en un combate de boxeo y los golpes habían consumido el resto de fuerzas que me quedaba, verle a él, oír sus palabras intentando convencerme de que lo correcto es, con lo que probablemente más sufriera termino por dejarme sin fuerzas
-Iván, no quiero que me esperes, no me necesitas. Siempre terminando cayendo, una y otra vez, siempre nos besamos nos ilusionamos y no llegamos a entender que esto no lleva a ninguna parte.
-¿Qué quieres decir?
-Yo no te voy a esperar, no voy a quedarme sentada viendo como mi vida pasa, no quiero pasarlo mal y así es condenarme a mí misma, voy a estar mucho tiempo en Nueva York, entiéndeme, no puedo vivir aferrada a un correo, a comunicarme por un teléfono, no puedo extrañarte las 24 horas del día
- Julia ¿Y nosotros?, vas a olvidarlo todo cuando cruces la puerta principal
-No, no, ese es el problema, yo no voy a olvidarte pero allí hare todo lo posible para hacerlo, llevo todo el verano pensando en un y si las cosas no fueran como son, si yo no viera fantasmas si tu no fueras tan gilipollas, si yo fuera más comprensiva y una lista interminable. No puedo pasarme toda mi vida aferrada a un y si yo no me hubiera ido
-Julia, puedo preguntarte que hago yo, o eso sería egoísta
En ese momento hubiera deseado correr, huir lejos de él de responder a esa pregunta, lejos de hacerme daño y que por accidente se lo hiciera a él, tenía miedo de lastimarme y en el fondo solo le hice daño a él, bajé la mirada
-Entiendo dijo él- no te importo, ¿Te importé alguna vez?, me costó creer que ves fantasmas que alguien podría quererme y cuando lo hago ni siquiera te importo, sabes Julia vete, es lo mejor, tienes razón esto no lleva a ninguna parte- Oí un portazo y después la soledad de mis lágrimas.
Entre sollozos saqué el cuaderno verde y me senté en el suelo a leerlo, recuerdos de aquel verano vinieron a mi mente, lágrimas lloros y lamentos componían aquel cuaderno que era en claro ejemplo de las tardes que me esperaban sin él.
#64

22/02/2010 23:58
24 de julio de 2009
Ella continúa esperándole, en aquella fría habitación, continúa embadurnando hojas, folios y todo lo que encentra, sigue derrochando clínex, y tomando tilas para dormir algo por la noche. No consigue olvidarle, ni salir a que la de el sol, si siquiera la importa, solo sueña con verle entrar por la puerta que solo su prima y su madre abren para rogarla que coma algo, los vecinos comentan, sus ojos verdes no paran de derramar lágrimas por un amor que hace tiempo que dejo de existir y sus labios esperan impacientes un último beso. Solo sueña despierta, por miedo a que las pesadillas vuelvan y escucha tras la puerta, los murmullos que demuestran que ya no estás aquí y no te has molestado en pedir perdón.
Todos los relatos del libro estaban en aquella tercera persona, el mismo pronombre personal que me salvaba de tantos sentimientos dolorosos que en realidad sentía
15 de agosto de 2009
Hoy, ella ha salido a la puerta, supone un gran avance, pero ni siquiera la importa, ya la da igual caminar, respirar o dejar de llorar. Solo piensa en él, cuando se ducha, cuando come, cuando duerme y cuando ella ha caminado hacia la puerta solo ha pensado en él, en que estaba detrás de esa puerta, que volvería para disculparse para creerla, pero todo se ha desvanecido cuando ha abierto la puerta y solo ha encontrado su eco, repetir una vez un nombre que nunca más verá y ha vuelto a desvanecerse, ha vuelto a arrodillarse ante la puerta gritando, cada vez mas alto, por si él la oía y regresaba. Pero ha acabado, una vez más, con una tila en la mano y encerrada en la misma habitación contemplando la ventana.
Las páginas del cuaderno se terminaban mientras que las lágrimas parecían no desvanecerse nunca, por fin llegué al último relato que tenía escrito del verano, el único que estaba escrito en primera persona
3 de septiembre de 2009
Hace meses que me fui, tú me obligaste a ello, y aún no he vuelto, sé que tardío o temprano he de verte y no podré evitarlo, aún así sigo aquí, en la misma habitación en la que me cobijé hace tiempo, y la misma que tantas lágrimas ha visto derramar, continúo emborronando páginas con tu recuerdo, recuerdos que un día fueron nuestros y, que a la fuerza, he tenido que olvidar, sí, es cierto, ya no los rememoro tanto y no es porque lo que pasó contigo no formara parte de los mejores momentos de lo que llevo de vida, si no que al recordarlo, y eso solía ser a menudo, me hacía daño.
Me siento estúpida al escribir estas palabras, al desperdiciar otra página de este cuaderno, un cuaderno que sabe más de mi, que ninguna otra persona, mí cuaderno, el que en sus innumerables páginas lleva imborrables marcas de dolor, sufrimiento y, a veces alegría. Sé que nunca lo leerás y es mejor así, porque hagas lo que hagas, sé que ya no formo parte de tus recuerdos y, que si algún día lo hice, solo fue para añadir a tu lista un nombre más, una idiota más.
Ella continúa esperándole, en aquella fría habitación, continúa embadurnando hojas, folios y todo lo que encentra, sigue derrochando clínex, y tomando tilas para dormir algo por la noche. No consigue olvidarle, ni salir a que la de el sol, si siquiera la importa, solo sueña con verle entrar por la puerta que solo su prima y su madre abren para rogarla que coma algo, los vecinos comentan, sus ojos verdes no paran de derramar lágrimas por un amor que hace tiempo que dejo de existir y sus labios esperan impacientes un último beso. Solo sueña despierta, por miedo a que las pesadillas vuelvan y escucha tras la puerta, los murmullos que demuestran que ya no estás aquí y no te has molestado en pedir perdón.
Todos los relatos del libro estaban en aquella tercera persona, el mismo pronombre personal que me salvaba de tantos sentimientos dolorosos que en realidad sentía
15 de agosto de 2009
Hoy, ella ha salido a la puerta, supone un gran avance, pero ni siquiera la importa, ya la da igual caminar, respirar o dejar de llorar. Solo piensa en él, cuando se ducha, cuando come, cuando duerme y cuando ella ha caminado hacia la puerta solo ha pensado en él, en que estaba detrás de esa puerta, que volvería para disculparse para creerla, pero todo se ha desvanecido cuando ha abierto la puerta y solo ha encontrado su eco, repetir una vez un nombre que nunca más verá y ha vuelto a desvanecerse, ha vuelto a arrodillarse ante la puerta gritando, cada vez mas alto, por si él la oía y regresaba. Pero ha acabado, una vez más, con una tila en la mano y encerrada en la misma habitación contemplando la ventana.
Las páginas del cuaderno se terminaban mientras que las lágrimas parecían no desvanecerse nunca, por fin llegué al último relato que tenía escrito del verano, el único que estaba escrito en primera persona
3 de septiembre de 2009
Hace meses que me fui, tú me obligaste a ello, y aún no he vuelto, sé que tardío o temprano he de verte y no podré evitarlo, aún así sigo aquí, en la misma habitación en la que me cobijé hace tiempo, y la misma que tantas lágrimas ha visto derramar, continúo emborronando páginas con tu recuerdo, recuerdos que un día fueron nuestros y, que a la fuerza, he tenido que olvidar, sí, es cierto, ya no los rememoro tanto y no es porque lo que pasó contigo no formara parte de los mejores momentos de lo que llevo de vida, si no que al recordarlo, y eso solía ser a menudo, me hacía daño.
Me siento estúpida al escribir estas palabras, al desperdiciar otra página de este cuaderno, un cuaderno que sabe más de mi, que ninguna otra persona, mí cuaderno, el que en sus innumerables páginas lleva imborrables marcas de dolor, sufrimiento y, a veces alegría. Sé que nunca lo leerás y es mejor así, porque hagas lo que hagas, sé que ya no formo parte de tus recuerdos y, que si algún día lo hice, solo fue para añadir a tu lista un nombre más, una idiota más.
#65

23/02/2010 00:00
Para la segunda parde he decido poner esta cancion
Parte (2.2)
Miré el reloj, quedaba media hora, terminé de hacer la maleta, empaqueté todo lo mejor que pude, me lavé la cara y recorrí el pasillo con una sola dirección en mi cabeza. Abrí aquella puerta y le vi tumbado en la cama, pensando
-¿Se puede?- pregunté entrando en la habitación
-Ya estas dentro- Respondió el sentándose en la cama
-Iván, siento haber dicho lo que dije, pero no es cierto que no me importes, es más, no hago más que pensar en ti, pero hay que aceptarlo, esto no va a salir bien, nunca ha salido bien.
-Pero no lo hemos intentado
-No hace falta intentarlo- le respondí yo sentándome en la cama- es cierto que me gustaría que hubiera un nosotros cuando cruce aquella puerta, pero no saldría bien, no estaríamos bien, no te pediría que me olvides si supiera que no vas a poder, Iván hay personas increíbles en cada esquina, y seguro que al final encontrarás a alguien y me olvidaras
-¿Cómo estas tan segura?
-No sé si es seguridad o miedo a hacerte daño, no lo sé, pero prefiero irme sabiendo que algún día me olvidaras que pensando que no vas a dejar de pesar en mí
-Julia lo que siento por ti no lo voy a sentir nunca, ni con nadie
-Y te crees que yo sí, en este juego estas cosas pasan, uno llora, chilla sin que le oigan, ama sin ser amado, pero así es el juego, fuimos unos irresponsables, jugamos sin leer las normas y ahora el contador se pone a cero, esto se acaba y ya no hay mas monedas para continuar la historia
El móvil sonó mi madre esperaba abajo, Iván me miró y sus ojos oscuros se llenaron de lágrimas, me levante del colchón y cogí la maleta
-Sin embargo no puedo negar que me he enamorado de ti-Él levantó la cabeza- y que olvidarte y olvidar lo que paso va a ser muy difícil, pero sabes, cuando yo me valla, el que lo va a pasar peor eres tú, pero cuando vuelva, entonces las cosas cambiarán y yo seré la que sufra. Por eso a lo mejor no vuelvo, para evitar este sufrimiento que me consume el cuerpo- Se quedó callado mirando, en silencio, mis pasos, sin decir que esperara, sin un beso, sin un nosotros.
(…..)
-Y te crees que yo sí, en este juego estas cosas pasan, uno llora, chilla sin que le oigan, ama sin ser amado, pero así es el juego, fuimos unos irresponsables, jugamos sin leer las normas y ahora el contador se pone a cero, esto se acaba y ya no hay mas monedas para continuar la historia
El móvil de Julia sonó, la miré y mis ojos se empañaron de lágrimas. Ella se levantó de la cama y cogió su maleta
-Sin embargo-me contestó- no puedo negar que me he enamorado de ti-levanté la cabeza- y que olvidarte y olvidar lo que paso va a ser muy difícil, pero sabes, cuando yo me valla, el que lo va a pasar peor eres tú, pero cuando vuelva, entonces las cosas cambiarán y yo seré la que sufra. Por eso a lo mejor no vuelvo, para evitar este sufrimiento que me consume el cuerpo.
Me quedé observando la puerta abierta en la que segundo antes ella había salido llevándose consigo ilusiones, sueños de un futuro y dejándome a mí solo en aquella fría habitación. Escuchaba la maleta rodar por el pasillo, cada vez más lejana, me acerqué a la ventana y la abrí, contemplé en silencio, su lento caminar aproximarse al coche, el vehículo arrancó y se alejó. Entonces lo comprendí todo, ya no habría más besos escondidos, ya no habría más discusiones a media voz por miedo a que los profesores se enteraran, ya no habría un nosotros, si no un Julia e Iván con vidas separadas. Porque ella empezaría de nuevo una vida, un contador de historias, y yo no estaría a su lado para verla sonreír.
(…..)
Caminaba en dirección a la puerta principal, la gente uniformada cruzaba velozmente entre los pasillos, mi mano derecha guiaba la gran maleta roja la cual entorpecía el paso a los estudiantes, dejaba atrás sueños, antiguos cuadernos, profesores, compañeros, millones de promesas sin cumplir y a él. Me paré delante de la escalera principal y suspiré, derramaba lágrimas, miré atrás y contemplé el largo pasillo que había recorrido, a la derecha la puerta abierta era el reflejo de aquella felicidad desvanecida. Bajé las escaleras agarrando fuertemente la maleta, aun recordaba la primera vez que entré, que le vi, que nos miramos. Sibí el último escalón y di media vuelta, observé, durante unos segundos, por última vez el internado, la gente no se daba cuenta de mi marcha, ni Carol, ni Roque, ni Vicky, ni Marcos, ni tan siquiera Iván veían marcharme de ahí, para siempre. Abrí la puerta principal y la cerré tras de mí, en ese momento, todo, hasta mi orgullo se desvaneció, caminé llorando hasta el coche, mi madre no dijo nada, subió al coche y arrancó, pasando página por mí, obligándome a mantener todos mis recuerdos en mi memoria.
Parte (2.2)
Miré el reloj, quedaba media hora, terminé de hacer la maleta, empaqueté todo lo mejor que pude, me lavé la cara y recorrí el pasillo con una sola dirección en mi cabeza. Abrí aquella puerta y le vi tumbado en la cama, pensando
-¿Se puede?- pregunté entrando en la habitación
-Ya estas dentro- Respondió el sentándose en la cama
-Iván, siento haber dicho lo que dije, pero no es cierto que no me importes, es más, no hago más que pensar en ti, pero hay que aceptarlo, esto no va a salir bien, nunca ha salido bien.
-Pero no lo hemos intentado
-No hace falta intentarlo- le respondí yo sentándome en la cama- es cierto que me gustaría que hubiera un nosotros cuando cruce aquella puerta, pero no saldría bien, no estaríamos bien, no te pediría que me olvides si supiera que no vas a poder, Iván hay personas increíbles en cada esquina, y seguro que al final encontrarás a alguien y me olvidaras
-¿Cómo estas tan segura?
-No sé si es seguridad o miedo a hacerte daño, no lo sé, pero prefiero irme sabiendo que algún día me olvidaras que pensando que no vas a dejar de pesar en mí
-Julia lo que siento por ti no lo voy a sentir nunca, ni con nadie
-Y te crees que yo sí, en este juego estas cosas pasan, uno llora, chilla sin que le oigan, ama sin ser amado, pero así es el juego, fuimos unos irresponsables, jugamos sin leer las normas y ahora el contador se pone a cero, esto se acaba y ya no hay mas monedas para continuar la historia
El móvil sonó mi madre esperaba abajo, Iván me miró y sus ojos oscuros se llenaron de lágrimas, me levante del colchón y cogí la maleta
-Sin embargo no puedo negar que me he enamorado de ti-Él levantó la cabeza- y que olvidarte y olvidar lo que paso va a ser muy difícil, pero sabes, cuando yo me valla, el que lo va a pasar peor eres tú, pero cuando vuelva, entonces las cosas cambiarán y yo seré la que sufra. Por eso a lo mejor no vuelvo, para evitar este sufrimiento que me consume el cuerpo- Se quedó callado mirando, en silencio, mis pasos, sin decir que esperara, sin un beso, sin un nosotros.
(…..)
-Y te crees que yo sí, en este juego estas cosas pasan, uno llora, chilla sin que le oigan, ama sin ser amado, pero así es el juego, fuimos unos irresponsables, jugamos sin leer las normas y ahora el contador se pone a cero, esto se acaba y ya no hay mas monedas para continuar la historia
El móvil de Julia sonó, la miré y mis ojos se empañaron de lágrimas. Ella se levantó de la cama y cogió su maleta
-Sin embargo-me contestó- no puedo negar que me he enamorado de ti-levanté la cabeza- y que olvidarte y olvidar lo que paso va a ser muy difícil, pero sabes, cuando yo me valla, el que lo va a pasar peor eres tú, pero cuando vuelva, entonces las cosas cambiarán y yo seré la que sufra. Por eso a lo mejor no vuelvo, para evitar este sufrimiento que me consume el cuerpo.
Me quedé observando la puerta abierta en la que segundo antes ella había salido llevándose consigo ilusiones, sueños de un futuro y dejándome a mí solo en aquella fría habitación. Escuchaba la maleta rodar por el pasillo, cada vez más lejana, me acerqué a la ventana y la abrí, contemplé en silencio, su lento caminar aproximarse al coche, el vehículo arrancó y se alejó. Entonces lo comprendí todo, ya no habría más besos escondidos, ya no habría más discusiones a media voz por miedo a que los profesores se enteraran, ya no habría un nosotros, si no un Julia e Iván con vidas separadas. Porque ella empezaría de nuevo una vida, un contador de historias, y yo no estaría a su lado para verla sonreír.
(…..)
Caminaba en dirección a la puerta principal, la gente uniformada cruzaba velozmente entre los pasillos, mi mano derecha guiaba la gran maleta roja la cual entorpecía el paso a los estudiantes, dejaba atrás sueños, antiguos cuadernos, profesores, compañeros, millones de promesas sin cumplir y a él. Me paré delante de la escalera principal y suspiré, derramaba lágrimas, miré atrás y contemplé el largo pasillo que había recorrido, a la derecha la puerta abierta era el reflejo de aquella felicidad desvanecida. Bajé las escaleras agarrando fuertemente la maleta, aun recordaba la primera vez que entré, que le vi, que nos miramos. Sibí el último escalón y di media vuelta, observé, durante unos segundos, por última vez el internado, la gente no se daba cuenta de mi marcha, ni Carol, ni Roque, ni Vicky, ni Marcos, ni tan siquiera Iván veían marcharme de ahí, para siempre. Abrí la puerta principal y la cerré tras de mí, en ese momento, todo, hasta mi orgullo se desvaneció, caminé llorando hasta el coche, mi madre no dijo nada, subió al coche y arrancó, pasando página por mí, obligándome a mantener todos mis recuerdos en mi memoria.
#66

23/02/2010 00:02
Capitulo 16 integro (en la parte correspondiente alc apitulo 16 le falta esta parte, siento las molestias)
Las dos primeras semanas pasaron rápido, había nuevos profesores, ya que algunos estaban detenidos por tener relación con géminis, en esas semanas mis charlas con Vicky aumentaron y pude comprobar que las de Iván con Roque o con Marcos también. Carol estaba mas al margen, me hablaba, pero estaba mas ausente, miraba a Marcos todo el día como si no pudiera olvidarle, a veces me daba la sensación que para sí suplicaba que la mirara, pero Marcos no la prestaba la mas mínima atención, Iván era igual, los primeros días no paraba de fijarme en él, pero el cuarto día desistí, había veces que le miraba, hoy era viernes ya llevaba allí dos semanas y el tiempo había pasado rapidísimo desde el día en el que entre por la puerta. Dado a la ausencia de Vicky decidí mirar al resto de mis compañeros, vi a Carol llorosa, esta vez no miraba a Marcos y me compadecí de aquella pobre chica a la que tanto me parecía, las dos intentábamos que ellos nos miraran, que nos saludaran, pero no conseguíamos nada, cuando terminó esa insufrible clase de mates me acerqué a ella
-Carol ¿Estas bien?-la pregunté
-Sí- respondió ella secándose las lágrimas
-Tus ojos no dicen lo mismo
-Lo de las lágrimas-Dijo ella intentando restar importancia- eso es que me ha entrado una cosa en los ojos
-Vale-Desistí, no quería contarlo, era evidente-Oye ¿Tienes las tareas de latín?
-No-Carol se fue y yo la agarré del brazo
-Sé lo que te pasa, estas así por Marcos
-Y tú que sabrás-Hizo ademán de soltarse
-Porque a mí me pasa lo mismo con Iván- Ala ya lo solté, no esperaba que ella fuera la primera en saberlo, pero al menos así podríamos ayudarnos mutuamente, tenía gracia que fuera Carol, ya que cuando ella rompió con Iván yo ayudé a Iván y al final él y yo terminamos juntos
-A ti con Iván-Carol se rió, esa no era no mucho menos la respuesta que me esperaba de Carol-Si no hay ni punto de comparación
-Venga ya, Carol, nosotras nos pasamos las clases mirando y ellos ni se giran
-Julia ¿Lo dices en serio? Hablamos del mismo Iván, el que no siente nada
-Me lo vas a decir a mí-La respondí yo moviendo las manos en señal de desesperación
-Que no siente nada, excepto por ti
-Bueno majo, si yo, la cazafantasmas
-La cazafantasmas le ha cazado-respondió ella, me pasa por usas esos términos-¿Te sientas en latín y te lo explico?
-Vale-La respondí yo que podía perder, se ve que hablar de mí y de Iván la entretenía-hoy Vicky está mala así que estoy sola
Salimos hacia la clase de latín, las últimas palabras de Carol me habían animado bastante pero sabía que no eran ciertas. Entramos en latín, Carol y yo nos sentamos juntas según lo planeado.
-Carol, a ver, que quieres decirme
-Que arrincones a Iván y le digas que le quieres
-Ya y viviremos juntos en un piso para siempre
-No, te besará, entonces, pasará lo que has dicho
-Carol-La respondí yo toda enfadada-No va a pasar, es Iván, Iván Noiret, no tiene muchos sentimientos y menos hacia a mí
-No, no les tenia hasta que llegaste tú-Me contesto enojada-Vale entonces no lo hagas y contémplale hasta que se busque a otra y entonces ya no podrás hacerlo
-Espera, no se ha buscado a otra aún-dije yo incrédula
-Sí, ves tonta, aún puedes hacer algo
Me quede pensando en lo que había dicho Carol, pero moví la cabeza. No, no podía ser
-No-espeté- y por que si es tan fácil no lo haces tú con Marcos
Bajó la mirada y me respondió
-Porque él ya tiene a otra
(…..)
-No. y por que si es tan fácil no lo haces tú con Marcos
Bajé la mirada, claro que me gustaría, pero si Marcos me mirara un poco, la mitad de lo que Iván la mira a ella, me conformaría, él la quería mucho mas de lo que en su día me quiso a mí, él me había dicho que había perdido a la única persona que le hacía reír cada mañana y esa era Julia, yo en cambio, le tenía cerca, pero sentía que estaba lejos, tenia que aceptarlo, Marcos quería a otra, rubia y con rizos y esa otra se llamaba Amelia.
Julia se giró dio la batalla por perdida, era muy maja, me gustaba para Iván, se la merecía y ella tenía que estar con él, estaba segura de que yo solo tenía que darla ese “empujoncito”
-Muy bien, pues si no lo haces tú lo voy a hacer yo
-¿Qué vas a hacer, Carol?
Cogí mi goma y la estrellé contra el cráneo de Iván, situado 2 mesas más adelante, perfecto, tenía buena puntería de pequeña ganaba a las dianas y los bolos, como me esperaba Julia tenía una cara de incredulidad y solo repetía, “eres tonta, eres tonta”, mientras yo ponía una cara de indiferencia. La reacción de Iván no se hizo esperar y se giró tirando la silla, yo le indiqué con el dedo que había sido Julia sin que ella me viera y él con su potente voz y a gritos contestó
-Eres tonta o que, porque me tiras la goma
-y tu gilipollas-dijo Julia poniéndose de pie-por qué me miras a mi
El nuevo profesor de latín contemplaba la escena, era su primera “movida” seria y como me esperaba su reacción fue la apropiada
-Noiret, Medina, al despacho de dirección
Y así salieron, los dos cabreados y todo gracias a mí, aunque mi recompensa fue volver a las declinaciones latinas.
Las dos primeras semanas pasaron rápido, había nuevos profesores, ya que algunos estaban detenidos por tener relación con géminis, en esas semanas mis charlas con Vicky aumentaron y pude comprobar que las de Iván con Roque o con Marcos también. Carol estaba mas al margen, me hablaba, pero estaba mas ausente, miraba a Marcos todo el día como si no pudiera olvidarle, a veces me daba la sensación que para sí suplicaba que la mirara, pero Marcos no la prestaba la mas mínima atención, Iván era igual, los primeros días no paraba de fijarme en él, pero el cuarto día desistí, había veces que le miraba, hoy era viernes ya llevaba allí dos semanas y el tiempo había pasado rapidísimo desde el día en el que entre por la puerta. Dado a la ausencia de Vicky decidí mirar al resto de mis compañeros, vi a Carol llorosa, esta vez no miraba a Marcos y me compadecí de aquella pobre chica a la que tanto me parecía, las dos intentábamos que ellos nos miraran, que nos saludaran, pero no conseguíamos nada, cuando terminó esa insufrible clase de mates me acerqué a ella
-Carol ¿Estas bien?-la pregunté
-Sí- respondió ella secándose las lágrimas
-Tus ojos no dicen lo mismo
-Lo de las lágrimas-Dijo ella intentando restar importancia- eso es que me ha entrado una cosa en los ojos
-Vale-Desistí, no quería contarlo, era evidente-Oye ¿Tienes las tareas de latín?
-No-Carol se fue y yo la agarré del brazo
-Sé lo que te pasa, estas así por Marcos
-Y tú que sabrás-Hizo ademán de soltarse
-Porque a mí me pasa lo mismo con Iván- Ala ya lo solté, no esperaba que ella fuera la primera en saberlo, pero al menos así podríamos ayudarnos mutuamente, tenía gracia que fuera Carol, ya que cuando ella rompió con Iván yo ayudé a Iván y al final él y yo terminamos juntos
-A ti con Iván-Carol se rió, esa no era no mucho menos la respuesta que me esperaba de Carol-Si no hay ni punto de comparación
-Venga ya, Carol, nosotras nos pasamos las clases mirando y ellos ni se giran
-Julia ¿Lo dices en serio? Hablamos del mismo Iván, el que no siente nada
-Me lo vas a decir a mí-La respondí yo moviendo las manos en señal de desesperación
-Que no siente nada, excepto por ti
-Bueno majo, si yo, la cazafantasmas
-La cazafantasmas le ha cazado-respondió ella, me pasa por usas esos términos-¿Te sientas en latín y te lo explico?
-Vale-La respondí yo que podía perder, se ve que hablar de mí y de Iván la entretenía-hoy Vicky está mala así que estoy sola
Salimos hacia la clase de latín, las últimas palabras de Carol me habían animado bastante pero sabía que no eran ciertas. Entramos en latín, Carol y yo nos sentamos juntas según lo planeado.
-Carol, a ver, que quieres decirme
-Que arrincones a Iván y le digas que le quieres
-Ya y viviremos juntos en un piso para siempre
-No, te besará, entonces, pasará lo que has dicho
-Carol-La respondí yo toda enfadada-No va a pasar, es Iván, Iván Noiret, no tiene muchos sentimientos y menos hacia a mí
-No, no les tenia hasta que llegaste tú-Me contesto enojada-Vale entonces no lo hagas y contémplale hasta que se busque a otra y entonces ya no podrás hacerlo
-Espera, no se ha buscado a otra aún-dije yo incrédula
-Sí, ves tonta, aún puedes hacer algo
Me quede pensando en lo que había dicho Carol, pero moví la cabeza. No, no podía ser
-No-espeté- y por que si es tan fácil no lo haces tú con Marcos
Bajó la mirada y me respondió
-Porque él ya tiene a otra
(…..)
-No. y por que si es tan fácil no lo haces tú con Marcos
Bajé la mirada, claro que me gustaría, pero si Marcos me mirara un poco, la mitad de lo que Iván la mira a ella, me conformaría, él la quería mucho mas de lo que en su día me quiso a mí, él me había dicho que había perdido a la única persona que le hacía reír cada mañana y esa era Julia, yo en cambio, le tenía cerca, pero sentía que estaba lejos, tenia que aceptarlo, Marcos quería a otra, rubia y con rizos y esa otra se llamaba Amelia.
Julia se giró dio la batalla por perdida, era muy maja, me gustaba para Iván, se la merecía y ella tenía que estar con él, estaba segura de que yo solo tenía que darla ese “empujoncito”
-Muy bien, pues si no lo haces tú lo voy a hacer yo
-¿Qué vas a hacer, Carol?
Cogí mi goma y la estrellé contra el cráneo de Iván, situado 2 mesas más adelante, perfecto, tenía buena puntería de pequeña ganaba a las dianas y los bolos, como me esperaba Julia tenía una cara de incredulidad y solo repetía, “eres tonta, eres tonta”, mientras yo ponía una cara de indiferencia. La reacción de Iván no se hizo esperar y se giró tirando la silla, yo le indiqué con el dedo que había sido Julia sin que ella me viera y él con su potente voz y a gritos contestó
-Eres tonta o que, porque me tiras la goma
-y tu gilipollas-dijo Julia poniéndose de pie-por qué me miras a mi
El nuevo profesor de latín contemplaba la escena, era su primera “movida” seria y como me esperaba su reacción fue la apropiada
-Noiret, Medina, al despacho de dirección
Y así salieron, los dos cabreados y todo gracias a mí, aunque mi recompensa fue volver a las declinaciones latinas.
#67

23/02/2010 08:26
Adriiiii que triste!!! ya me lo lei completo y que triste la última parte, Julia se marcha y luego con la musica de fondo más que perfecta y acorde a la situación, me gusta mucho, en cuanto puedas sube lo que sigue, que en verdad me parte el alma de que Iván y Julia se separen.
Esta muy emotivo en verdad, pero aún así me encanta con que soltura y sentimiento imprimes tus relatos.
Adri
Esta muy emotivo en verdad, pero aún así me encanta con que soltura y sentimiento imprimes tus relatos.
Adri

#68

23/02/2010 17:19
continualo pronto! esta genial pero es muy triste :(
#69

23/02/2010 17:29
puuf qe boniitoo me as echo llorar!!! jjajajaja y las canciones preciosas pegan mucho con la istoria
#70

08/03/2010 16:09
Adri¡¡¡ precioso y mas cuando se lee todo seguidito, me encanta, ya sabes cuando puedas...
#71

13/03/2010 18:02
Muy bonito, muchas gracias.
#72

05/04/2010 18:01
Os dejo la siguiente parte, primero os dejo la cancion que le acompaña
#73

05/04/2010 18:05
Capitulo 23
Una tarde cualquiera, Estados Unidos, la gente cruza sin ni siquiera mirarse, la luz entra por la ventana, una chica, tumbada en su cama, intenta cerrar los ojos, solo se escucha el silencio. En la papelera clínex, en su escritorio la ropa se acumula, no tiene ganas de doblarla, no tiene ganas de nada; solo escribe, solo embadurna hojas de cuaderno hojas cuadriculadas, hojas con sentimiento pero sin sentido, sus cuadernos guardados en el cajón, cuadernos que muestran el paso del tiempo que dan muestras evidentes de que todo se acabo……
20 de noviembre de 2009
Ella acaba de pisar un nuevo país, un nuevo continente, una nueva vida, su última compra en aquel viejo lugar fue un cuaderno en el que desahogarse, en el que impregnar secretamente su nombre para intentar (no) olvidarle, lo último que hizo allí fue derramar lágrimas que se evaporaron con el viento, ella callaba por miedo a soltar las cosas no dichas. Ahora ha dejado todo atrás, se arrepiente y, vuelve, otra vez a silenciar su voz, a comprender que no tiene marcha atrás y que no puede ser una nicha caprichosa, porque su único capricho está lejos, demasiado lejos.
Últimamente ella se excusa en un es lo correcto y no escucha sus corazonadas que, en secreto, la dicen que todo hay que intentarlo, ella prefiere mentirse y decirse que siente rabia, cuando en realidad es dolor y el dolor del corazón, ni siquiera se corazón con parches para los latidos.
1 de diciembre de 2009
Nunca nada duele tanto como estar abandonada en una cama, a tu suerte, sin ganas de nada, sabiendo que una nueva vida empieza cuando no quieres empezarla, solo sabes llorar, se te han quitado las ganas de caminar hacia un futuro y solo miras aquella ventana de la que sale ese ápice de esperanza que pierdes a ratos. Vuelven los 3º persona, los “ella” en vez de “yo”, las visitas al supermercado en busca de clínex con los que disimular mis lágrimas, el maquillaje waterproof , por si una lágrima se derrama por la mejilla, vuelve el sufrimiento, las noches en vela y enfrentarte a eso da mas dolor que los combates de boxeo.
16 de diciembre de 2009
Hace tiempo que para ella las promesas ya no son promesas si no gotas de lluvia en un cristal empañado, ha pasado ya mucho tiempo desde que ella se fue abandonando aquel camino y aun no se ha recuperado de aquel suceso, continúan pasando los días y ella sigue abandonándose a sí misma, recuerda y se escuda en una verdad incierta que probablemente dentro de poco se confirme que es mentira. Denota rasgos de impaciencia de la más absoluta impertinencia, se mueve dentro de una habitación, mientras las paredes se la caen encima, suspira, inventa excusas y se justifica a si misma buscando una razón a sus últimas palabras hacia él.
Pero todo se queda en simples palabras en frases sacadas fuera de contexto y una lágrima en su mejilla.
28 de diciembre de 2009
Las luces de las calles encendidas, olor a antiguas promesas, olor a navidad, los abetos en las calles, la gente canta, la Navidad hace su aparición y él no está en la de ella. Un regalo menos en el árbol, un deseo más, deseo de él deseo de estar con él, los niños cantan intentando alegrar a los pesimistas más extremos, pero ella no lo oye, ella se molesta en bajar persianas y cerrar puertas, para no escuchar, para olvidar que falta algo, para no pensar en un y si estuviera aquí, ni en besos ni en caricias, solo llora y ni con eso, parece remediar su falta.
5 de enero de 2010
Antiguas costumbres dejadas en aquel viejo país, día de Reyes y él continua sin aparece, ella aún le busca, aún respira imaginando su olor, le llama entre sueños, y, solo en sueños él acude a buscarla; pero solo es un sueño, la misma fantasía que se imagina un día sí y otro también, todo se queda en su cabeza, como mucho en este trozo de papel escrito con tinta, sabe que ni siquiera él se acuerda, que ya ha pasado tiempo y ella ha perdido la corona de princesa, sin embargo no puede dejar de recordarle, de extrañarle las 24 horas del día, porque ella ha perdido esa esencia que la caracterizaba, la ha extraviado al dejar atrás su futuro con él, y aunque por las noches ella juegue a vivirlas, en el fondo tiene la certeza de que nunca serán suyas si no de su pensamiento.
14 de enero de 2010
Continúa su cautiverio, cercada entre cuatro paredes, comiendo a regañadientes, durmiendo sin querer, encendiendo su ordenador por si recibe algún mensaje con nombre de él de su amor extraviado, nunca lo recibe y su corazón le sigue dando vuelcos, la sorpresa la defrauda, nunca aprende, quizá porque la resulte ilógico, quizá porque no le ha olvidado, quizá porque no tenga ganas.
Los intentos de su madre porque sonría, fracasan, las pastillas de los médicos en contra de su depresión acaban en la acera, no tiene ganas de sonreír, no cree merecerlo, ella sabe que su problema no se resuelve con pastillas, ni con abrazos, solo con promesas que saben a él a Iván.
22 de enero de 2010
La música suena en la habitación, música para evitar penas, para sonreír, música para olvidarse de un nombre, aunque su historia esta tatuada en cada palabra que la cantante entona, rodea la cama en busca de una solución a su problema, con ganas de luchar, con ganas de dejar de ser cobarde, de dejar de escribir en 3º persona y enfrentarse a su problema, pero entonces contempla el mapa de la pared y descubre hay un gran espacio entre ellos, contempla el ordenador y descubre que el ya se ha marchado que solo queda un recuerdo y vuelve a cobijarse en la cama, a rodear sus piernas con sus manos y a disimular los llantos con la almohada, mientras su cabeza repite una pregunta ¿Él habrá logrado olvidarse de ella?, pero desgraciadamente, esa pregunta no tiene respuesta.
Una tarde cualquiera, Estados Unidos, la gente cruza sin ni siquiera mirarse, la luz entra por la ventana, una chica, tumbada en su cama, intenta cerrar los ojos, solo se escucha el silencio. En la papelera clínex, en su escritorio la ropa se acumula, no tiene ganas de doblarla, no tiene ganas de nada; solo escribe, solo embadurna hojas de cuaderno hojas cuadriculadas, hojas con sentimiento pero sin sentido, sus cuadernos guardados en el cajón, cuadernos que muestran el paso del tiempo que dan muestras evidentes de que todo se acabo……
20 de noviembre de 2009
Ella acaba de pisar un nuevo país, un nuevo continente, una nueva vida, su última compra en aquel viejo lugar fue un cuaderno en el que desahogarse, en el que impregnar secretamente su nombre para intentar (no) olvidarle, lo último que hizo allí fue derramar lágrimas que se evaporaron con el viento, ella callaba por miedo a soltar las cosas no dichas. Ahora ha dejado todo atrás, se arrepiente y, vuelve, otra vez a silenciar su voz, a comprender que no tiene marcha atrás y que no puede ser una nicha caprichosa, porque su único capricho está lejos, demasiado lejos.
Últimamente ella se excusa en un es lo correcto y no escucha sus corazonadas que, en secreto, la dicen que todo hay que intentarlo, ella prefiere mentirse y decirse que siente rabia, cuando en realidad es dolor y el dolor del corazón, ni siquiera se corazón con parches para los latidos.
1 de diciembre de 2009
Nunca nada duele tanto como estar abandonada en una cama, a tu suerte, sin ganas de nada, sabiendo que una nueva vida empieza cuando no quieres empezarla, solo sabes llorar, se te han quitado las ganas de caminar hacia un futuro y solo miras aquella ventana de la que sale ese ápice de esperanza que pierdes a ratos. Vuelven los 3º persona, los “ella” en vez de “yo”, las visitas al supermercado en busca de clínex con los que disimular mis lágrimas, el maquillaje waterproof , por si una lágrima se derrama por la mejilla, vuelve el sufrimiento, las noches en vela y enfrentarte a eso da mas dolor que los combates de boxeo.
16 de diciembre de 2009
Hace tiempo que para ella las promesas ya no son promesas si no gotas de lluvia en un cristal empañado, ha pasado ya mucho tiempo desde que ella se fue abandonando aquel camino y aun no se ha recuperado de aquel suceso, continúan pasando los días y ella sigue abandonándose a sí misma, recuerda y se escuda en una verdad incierta que probablemente dentro de poco se confirme que es mentira. Denota rasgos de impaciencia de la más absoluta impertinencia, se mueve dentro de una habitación, mientras las paredes se la caen encima, suspira, inventa excusas y se justifica a si misma buscando una razón a sus últimas palabras hacia él.
Pero todo se queda en simples palabras en frases sacadas fuera de contexto y una lágrima en su mejilla.
28 de diciembre de 2009
Las luces de las calles encendidas, olor a antiguas promesas, olor a navidad, los abetos en las calles, la gente canta, la Navidad hace su aparición y él no está en la de ella. Un regalo menos en el árbol, un deseo más, deseo de él deseo de estar con él, los niños cantan intentando alegrar a los pesimistas más extremos, pero ella no lo oye, ella se molesta en bajar persianas y cerrar puertas, para no escuchar, para olvidar que falta algo, para no pensar en un y si estuviera aquí, ni en besos ni en caricias, solo llora y ni con eso, parece remediar su falta.
5 de enero de 2010
Antiguas costumbres dejadas en aquel viejo país, día de Reyes y él continua sin aparece, ella aún le busca, aún respira imaginando su olor, le llama entre sueños, y, solo en sueños él acude a buscarla; pero solo es un sueño, la misma fantasía que se imagina un día sí y otro también, todo se queda en su cabeza, como mucho en este trozo de papel escrito con tinta, sabe que ni siquiera él se acuerda, que ya ha pasado tiempo y ella ha perdido la corona de princesa, sin embargo no puede dejar de recordarle, de extrañarle las 24 horas del día, porque ella ha perdido esa esencia que la caracterizaba, la ha extraviado al dejar atrás su futuro con él, y aunque por las noches ella juegue a vivirlas, en el fondo tiene la certeza de que nunca serán suyas si no de su pensamiento.
14 de enero de 2010
Continúa su cautiverio, cercada entre cuatro paredes, comiendo a regañadientes, durmiendo sin querer, encendiendo su ordenador por si recibe algún mensaje con nombre de él de su amor extraviado, nunca lo recibe y su corazón le sigue dando vuelcos, la sorpresa la defrauda, nunca aprende, quizá porque la resulte ilógico, quizá porque no le ha olvidado, quizá porque no tenga ganas.
Los intentos de su madre porque sonría, fracasan, las pastillas de los médicos en contra de su depresión acaban en la acera, no tiene ganas de sonreír, no cree merecerlo, ella sabe que su problema no se resuelve con pastillas, ni con abrazos, solo con promesas que saben a él a Iván.
22 de enero de 2010
La música suena en la habitación, música para evitar penas, para sonreír, música para olvidarse de un nombre, aunque su historia esta tatuada en cada palabra que la cantante entona, rodea la cama en busca de una solución a su problema, con ganas de luchar, con ganas de dejar de ser cobarde, de dejar de escribir en 3º persona y enfrentarse a su problema, pero entonces contempla el mapa de la pared y descubre hay un gran espacio entre ellos, contempla el ordenador y descubre que el ya se ha marchado que solo queda un recuerdo y vuelve a cobijarse en la cama, a rodear sus piernas con sus manos y a disimular los llantos con la almohada, mientras su cabeza repite una pregunta ¿Él habrá logrado olvidarse de ella?, pero desgraciadamente, esa pregunta no tiene respuesta.
#74

05/04/2010 18:44
Os dejo el siguiente capitulo, primero pongo la canción, espero que os guste
#75

05/04/2010 18:45
Capitulo 24
Iván nos esperaba al otro lado de la puerta, como siempre, Vicky colocaba sus tareas y yo mientras me agarraba el pelo con un recogido improvisado
-Chicas, daros prisa que me aburro
-Ya vamos Iván-respondió Vicky- espera un momento que me cepillo el pelo
-Vicky, es la decima vez que te cepillas el pelo hoy, que no pasa nada porque un día te vea un poco despeinada y Carol a ti te digo lo mismo
-Iván deja las coñas, ya vamos solo espera un poco y si no eres capaz de esperar baja tu a desayunar ya
-Eso hare algún día, pero es que Marcos es aún más lento que vosotras y Roque es todo lo contrario, se levanta prontísimo y al final, él siempre desayuna el primero
Abrí la puerta y me le encontré, como siempre, sonriendo, hacia ya dos meses que Julia se había marchado, que su historia con ella había terminado para siempre y en ningún momento él había dado muestras de echarla de menos, solo la primera semana la cual fue para todos la más difícil, desde el día en el que se fue Julia algo en todos cambio
--------------------------------
Caminaba por el pasillo, tenía que ir a la habitación ya que Vicky continuaba enferma y tenía que llevarla la manzanilla que María la había preparado, de paso por la habitación de Iván oí golpes, me acerque y abrí la puerta. La ropa estaba tirado por el suelo, hojas de cuaderno volaban por la habitación, la cama de Iván estaba deshecha y él estaba sentado en una esquina, llorando
-Iván ¿Estás bien?
-¡Vete!-Me ordenó, me di media vuelta y abrí la puerta, eche un vistazo por la habitación deje la taza sobre la mesilla y cerré la puerta
-no, no me voy a ir hasta que no me digas que ha pasado
-Carol vete, lárgate, no tienes que preocuparte por mi
-Te equivocas, eres mi amigo, ¿Qué ha pasado? ¿Es por Julia?
-Lárgate, Carol lárgate
-¡Iván!-Chillé mientras me acercaba a él-Grítame, chíllame, haz lo que te dé la gana, pero no me voy a ir.
-Carol, en estos momentos quiero estar solo
.Sí, pero tal y como está la habitación es mejor que me quede aquí, has tirado todo, solo te ha faltado quemar el internado
-Déjame, eso es la rabia, rabia porque ya no esta
-¿Qué te pasa hoy? Voy a llamar a Julia, seguro que ella te entiende
-No lo va a hacer, no va a venir, no va a consolarme, no va a decirme que ya pasó todo, no lo va a hacer, así que no ter molestes en buscarla
-¿Os habéis peleado? Madre mía, que os queréis que no podéis estar de pelea en pelea todo el día.
-No, ella se ha ido, se la ha llevado su madre hace una hora, se ha marchado sin ni siquiera intentar estar conmigo
-¿Qué dices? ¿Cómo que se ha ido? ¿Por qué no nos avisas?
-Se iba, solo teníamos tiempo para despedirnos, yo quería convencerla de que siguiéramos juntos, pero no, ella no quiere esperarme
Iván levantó la cabeza, se esforzaba por ocultar sus lágrimas, por aparentar que la marcha de Julia no le ha importado para nada, dudé, me acerque a él y me senté a su lado, le abracé y empezó a llorar y yo con él.
-----------------------------------------
-¿Estás bien? Le pregunté, esa era la pregunta que él escuchaba todos los días, pero a mí me parecía increíble que ya la hubiera olvidado
-Sí, Carol, Julia ya pasó, hay muchas chicas, si tengo que lamentarme por todas las chicas que salen conmigo y me dejan
-Iván, lo mío es diferente
-En eso tiene razón Iván, Carol-Dijo Vicky entrometiéndose-cuando le dejaste, él tampoco lloro mucho y eso que tu le dejaste por un chico y después de mucho tiempo saliendo
-Ves Carol, por estas cosas siempre bajo con vosotras, gracias Vicky, lo has entendido perfectamente
-Iván, eres imposible, ya sé que tú la has olvidado, pero de verdad que no la echas de menos aunque solo sea un minuto, pero nada de nada
-Nada de nada, solo la echo de menos cuando me hacéis el interrogatorio de tercer grado todos los días
-Iván, no te hacemos un interrogatorio, solo te preguntamos si estás bien
-No hace falta que lo hagáis, estoy perfectamente, Julia ya es pasado
Llegamos al comedor, en el nos estaban esperando los chicos con los que teníamos una especial relación, no eran nuestros novios pero estábamos en proceso. Iván nos dejo con ellos y se fue a desayunar
-Está bien, Carol- Me susurró Vicky
-Me cuesta creerlo, han pasado ya 2 meses, hoy hace 2 meses que se fue y hasta yo lo echo de menos mas que él
-Es sencillo, él ha querido olvidarla, tú prefieres recordarla, para estar segura que él no se olvidara de su nombre
-No hago eso, Julia es mi amiga, es nuestra amiga y era su novia, solo quiero estar segura de que él está bien
-No te preocupes, tú disfruta del día, él está bien
Iván nos esperaba al otro lado de la puerta, como siempre, Vicky colocaba sus tareas y yo mientras me agarraba el pelo con un recogido improvisado
-Chicas, daros prisa que me aburro
-Ya vamos Iván-respondió Vicky- espera un momento que me cepillo el pelo
-Vicky, es la decima vez que te cepillas el pelo hoy, que no pasa nada porque un día te vea un poco despeinada y Carol a ti te digo lo mismo
-Iván deja las coñas, ya vamos solo espera un poco y si no eres capaz de esperar baja tu a desayunar ya
-Eso hare algún día, pero es que Marcos es aún más lento que vosotras y Roque es todo lo contrario, se levanta prontísimo y al final, él siempre desayuna el primero
Abrí la puerta y me le encontré, como siempre, sonriendo, hacia ya dos meses que Julia se había marchado, que su historia con ella había terminado para siempre y en ningún momento él había dado muestras de echarla de menos, solo la primera semana la cual fue para todos la más difícil, desde el día en el que se fue Julia algo en todos cambio
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Caminaba por el pasillo, tenía que ir a la habitación ya que Vicky continuaba enferma y tenía que llevarla la manzanilla que María la había preparado, de paso por la habitación de Iván oí golpes, me acerque y abrí la puerta. La ropa estaba tirado por el suelo, hojas de cuaderno volaban por la habitación, la cama de Iván estaba deshecha y él estaba sentado en una esquina, llorando
-Iván ¿Estás bien?
-¡Vete!-Me ordenó, me di media vuelta y abrí la puerta, eche un vistazo por la habitación deje la taza sobre la mesilla y cerré la puerta
-no, no me voy a ir hasta que no me digas que ha pasado
-Carol vete, lárgate, no tienes que preocuparte por mi
-Te equivocas, eres mi amigo, ¿Qué ha pasado? ¿Es por Julia?
-Lárgate, Carol lárgate
-¡Iván!-Chillé mientras me acercaba a él-Grítame, chíllame, haz lo que te dé la gana, pero no me voy a ir.
-Carol, en estos momentos quiero estar solo
.Sí, pero tal y como está la habitación es mejor que me quede aquí, has tirado todo, solo te ha faltado quemar el internado
-Déjame, eso es la rabia, rabia porque ya no esta
-¿Qué te pasa hoy? Voy a llamar a Julia, seguro que ella te entiende
-No lo va a hacer, no va a venir, no va a consolarme, no va a decirme que ya pasó todo, no lo va a hacer, así que no ter molestes en buscarla
-¿Os habéis peleado? Madre mía, que os queréis que no podéis estar de pelea en pelea todo el día.
-No, ella se ha ido, se la ha llevado su madre hace una hora, se ha marchado sin ni siquiera intentar estar conmigo
-¿Qué dices? ¿Cómo que se ha ido? ¿Por qué no nos avisas?
-Se iba, solo teníamos tiempo para despedirnos, yo quería convencerla de que siguiéramos juntos, pero no, ella no quiere esperarme
Iván levantó la cabeza, se esforzaba por ocultar sus lágrimas, por aparentar que la marcha de Julia no le ha importado para nada, dudé, me acerque a él y me senté a su lado, le abracé y empezó a llorar y yo con él.
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-¿Estás bien? Le pregunté, esa era la pregunta que él escuchaba todos los días, pero a mí me parecía increíble que ya la hubiera olvidado
-Sí, Carol, Julia ya pasó, hay muchas chicas, si tengo que lamentarme por todas las chicas que salen conmigo y me dejan
-Iván, lo mío es diferente
-En eso tiene razón Iván, Carol-Dijo Vicky entrometiéndose-cuando le dejaste, él tampoco lloro mucho y eso que tu le dejaste por un chico y después de mucho tiempo saliendo
-Ves Carol, por estas cosas siempre bajo con vosotras, gracias Vicky, lo has entendido perfectamente
-Iván, eres imposible, ya sé que tú la has olvidado, pero de verdad que no la echas de menos aunque solo sea un minuto, pero nada de nada
-Nada de nada, solo la echo de menos cuando me hacéis el interrogatorio de tercer grado todos los días
-Iván, no te hacemos un interrogatorio, solo te preguntamos si estás bien
-No hace falta que lo hagáis, estoy perfectamente, Julia ya es pasado
Llegamos al comedor, en el nos estaban esperando los chicos con los que teníamos una especial relación, no eran nuestros novios pero estábamos en proceso. Iván nos dejo con ellos y se fue a desayunar
-Está bien, Carol- Me susurró Vicky
-Me cuesta creerlo, han pasado ya 2 meses, hoy hace 2 meses que se fue y hasta yo lo echo de menos mas que él
-Es sencillo, él ha querido olvidarla, tú prefieres recordarla, para estar segura que él no se olvidara de su nombre
-No hago eso, Julia es mi amiga, es nuestra amiga y era su novia, solo quiero estar segura de que él está bien
-No te preocupes, tú disfruta del día, él está bien
#76

05/04/2010 18:45
(……)
Al pasar de latín a castellano las vocales tanto cerradas como abiertas se abren un grado……
Estábamos en clase de latín, Iván estaba a mi lado, copiando lo que el profesor decía, habían pasado dos meses desde la marcha de Julia e Iván ya la había olvidado. Intentaba comprender como lo había hecho, como, en apenas 2 semanas borro todo recuerdo de ella, yo aun no había olvidado a Amelia y yo llevaba más tiempo sin verla a ella que Iván sin ver a Julia
-¿Cómo lo has hecho?
-¿El qué?- me contestó él dejando el lápiz en la mesa
-Hacer como si Julia no hubiese existido
-Es que, para mí, ya no existe-Me respondió él mirándome
-No es cierto, Julia, significa mucho para ti
-Significó, Marcos, he comprendido que ella nunca me quiso, que solo fui un juego y es muy gracioso, porque ella para mí no fue nada más que una diversión momentánea
-Puedes engañar a un espejo, pero a mí no
-No hace falta que te lo creas, es la verdad, si me crees bien, si no, allá tu
-Iván-El timbre sonó, todos, incluido Iván recogieron sus cosas, las clases habían terminado y todos se dirigieron a sus habitaciones, para dejar sus cosas y bajar a comer, Iván me dedicó una sonrisa al pasar por debajo de la puerta, no había conseguido nada, Iván y Julia eran historia
(……)
Eran las 6 de la tarde y empezaba mi ritual de todos los días, caminaba por los anchos pasillos en dirección hacia una sala, la gente pasaba a mi lado, oía mi nombre pero no me detenía, no había tiempo, no podía llegar tarde. Bajé las escaleras, la luz parpadeaba, abrí la puerta, el silencio me entristeció; ella hubiera roto ese silencio con su risa o simplemente con uno de sus besos; caminé hacia la esquina y me senté, contemplé la pared, mire los tubo de la calefacción, hacia frio a pesar de que era la sala de calderas, sentía frio, cerré los ojos para obligarme a mí mismo a ver su imagen, recordar sus ojos, sus labios, su nombre…Julia. Hace meses que se fue, que comenzó mi ritual de las 6 de la tarde, todos los días bajaba a la sala de las calderas para obligarme a recordarla, para cerciorarme de que no la he olvidado, aun que el resto del día aparentara lo contrario. Mentía, me movía entre mentiras, no la quiero, la olvidé, palabras que salían por mi boca para defenderme del dolor, funcionaban como un analgésico contra ella, nadie se daba cuenta, ni siquiera cuando recorría los pasillos para reencontrarme con ella.
En mi correo, borradores de correos que ella nunca leerá, en mi móvil, su nombre con letras grandes y una sintonía distinta al resto, por si algún día se la ocurre llamar, todos los días, intento ir lo mejor posible por si ha vuelto, pero he de ocultar mi decepción al no verla cuando cruzo la puerta, miro su asiento y descubro que ya no está que no va a volver y procuro guardarme las lágrimas hasta las 6, hasta la hora en la que me encuentro con su recuerdo, con su imagen en mi mente, paso una hora solo, escullando mis lamentos, escuchando mis gritos que la llaman para que vuelva y rallo diariamente la pared con una llave, para recordarme los días que estoy sin ella. Aun así no se que hace, si me recuerda o si me ha olvidado, si aun me quiere o si ya ha besado a otro, no hay preguntas ni respuestas, porque yo solo quiero, una vez más, sus besos.
Al pasar de latín a castellano las vocales tanto cerradas como abiertas se abren un grado……
Estábamos en clase de latín, Iván estaba a mi lado, copiando lo que el profesor decía, habían pasado dos meses desde la marcha de Julia e Iván ya la había olvidado. Intentaba comprender como lo había hecho, como, en apenas 2 semanas borro todo recuerdo de ella, yo aun no había olvidado a Amelia y yo llevaba más tiempo sin verla a ella que Iván sin ver a Julia
-¿Cómo lo has hecho?
-¿El qué?- me contestó él dejando el lápiz en la mesa
-Hacer como si Julia no hubiese existido
-Es que, para mí, ya no existe-Me respondió él mirándome
-No es cierto, Julia, significa mucho para ti
-Significó, Marcos, he comprendido que ella nunca me quiso, que solo fui un juego y es muy gracioso, porque ella para mí no fue nada más que una diversión momentánea
-Puedes engañar a un espejo, pero a mí no
-No hace falta que te lo creas, es la verdad, si me crees bien, si no, allá tu
-Iván-El timbre sonó, todos, incluido Iván recogieron sus cosas, las clases habían terminado y todos se dirigieron a sus habitaciones, para dejar sus cosas y bajar a comer, Iván me dedicó una sonrisa al pasar por debajo de la puerta, no había conseguido nada, Iván y Julia eran historia
(……)
Eran las 6 de la tarde y empezaba mi ritual de todos los días, caminaba por los anchos pasillos en dirección hacia una sala, la gente pasaba a mi lado, oía mi nombre pero no me detenía, no había tiempo, no podía llegar tarde. Bajé las escaleras, la luz parpadeaba, abrí la puerta, el silencio me entristeció; ella hubiera roto ese silencio con su risa o simplemente con uno de sus besos; caminé hacia la esquina y me senté, contemplé la pared, mire los tubo de la calefacción, hacia frio a pesar de que era la sala de calderas, sentía frio, cerré los ojos para obligarme a mí mismo a ver su imagen, recordar sus ojos, sus labios, su nombre…Julia. Hace meses que se fue, que comenzó mi ritual de las 6 de la tarde, todos los días bajaba a la sala de las calderas para obligarme a recordarla, para cerciorarme de que no la he olvidado, aun que el resto del día aparentara lo contrario. Mentía, me movía entre mentiras, no la quiero, la olvidé, palabras que salían por mi boca para defenderme del dolor, funcionaban como un analgésico contra ella, nadie se daba cuenta, ni siquiera cuando recorría los pasillos para reencontrarme con ella.
En mi correo, borradores de correos que ella nunca leerá, en mi móvil, su nombre con letras grandes y una sintonía distinta al resto, por si algún día se la ocurre llamar, todos los días, intento ir lo mejor posible por si ha vuelto, pero he de ocultar mi decepción al no verla cuando cruzo la puerta, miro su asiento y descubro que ya no está que no va a volver y procuro guardarme las lágrimas hasta las 6, hasta la hora en la que me encuentro con su recuerdo, con su imagen en mi mente, paso una hora solo, escullando mis lamentos, escuchando mis gritos que la llaman para que vuelva y rallo diariamente la pared con una llave, para recordarme los días que estoy sin ella. Aun así no se que hace, si me recuerda o si me ha olvidado, si aun me quiere o si ya ha besado a otro, no hay preguntas ni respuestas, porque yo solo quiero, una vez más, sus besos.
#77

05/04/2010 18:50
Capitulo 25
La canción
La canción
#78

05/04/2010 18:50
Hace tiempo que se marcha, que abandonó su lucha cotidiana, su te quiero pero no puedo reconocerlo, el pasar por la habitación una y otra vez para que notaras su presencia, el fingir que tiene sed para que él la pasara la jarra de agua. Se ha marchado y ahora todo la viene grande, se pierde en una casa con 3 habitaciones, se asoma a la ventana y se encuentra en una ciudad que no conoce y no tiene ganas de conocer.
Pasan los días, uno tras otro, y el dolor sigue ahí, aún por las noches cuando se despierta por las pesadillas, a veces siente que todo es un mal sueño, que si abre los ojos le verá observándola, secándola las lagrimas, sonriendo, deseando decirla un te quiero, pero choca con la realidad, con las más dura realidad y se da cuenta de que su dolor y sus lágrimas son verdaderos, como su marcha.
Mi madre llamó a la puerta, yo me tumbñe en la cama escuchando sus gritos, ella sabía que estaba dentro, era mi madre no la hacía falta un manual de instrucciones.
-Julia abre, tengo que contarte algo- La puerta continuaba cerrada, ni siquiera la curiosidad de lo que mi madre tenia que contarme produjo en mí ningún movimiento-He hablado con tu prima, me ha contado como son las cosas en el internado
De repente pensé en el, en él en el internado y me levanté de la cama, sin pensarlo dos veces y abrí la puerta
-¿Qué te ha dicho?
-Que una tal Carol y…
-No-la interrumpí- primero Iván
-Julia no sé si debería empezar por Iván
-Me da igual como este el internado, si las paredes están amarillas o hay alguna pintada, solo quiero saber cómo está
-él está bien, dice que esta muy contento, que no se le nota ninguna tristeza, que ya te ha olvidado
Él corazón se me paro, miraba a mi madre, pero sentía que no estaba dentro de la escena, que yo era una espectadora del espectáculo que aguardaba la respuesta de la chica
-No, no puede ser, te esta mintiendo- dije intentando no llorar
-Cariño, se que aun tenia esperanzas de que las cosas no fueran asi, que él aun te recuerde, pero no lo hace, ahora solo tienes que hacer tú lo que esta haciendo él
-No me ha olvidado, lo sé, no lo ha hecho, Laura miente y no voy a creerme sus mentiras
- Vale, pues sigue pensando que te quiere, que no te olvida, que un dia llegaras y volverá a ser todo como antes, si eso te hace mas feliz, adelante
-¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué llegaste y dijiste que me fuera contigo? ¿Por qué no me preguntaste?- empezé a llorar
-Por protegerte, es lo hacen los padres, tengo que protegerte, no quiero que sufras, sé que te hice mucho daño en el pasado, pero tengo que remediarlo, quiero que estés aquí conmigo y no lejos donde no pueda consolarte cuando te hagan daño
-Mírame mama, mírame por un momento, se que para ti aun soy una princesita, que aun tienes la imagen de cuando era pequeña y sonreía por los pasillos de casa, pero he cambiado ya no soy la misma, se levantarme si me caigo, se gritar ante una injusticia y ya se pensar que es lo correcto o lo incorrecto igual que aprendí hace tiempo que era lo mejor para mí, es cierto que a veces necesito tus abrazos igual que tus consejos y que este verano acudí a ti para que me consolaras, para que me protegieras como cuando era pequeña y me escondía de los vecinos, pero ahora donde quiero estar es en el internado, ahí están mis amigos, esta él.
-Cuando te vi en mi casa este verano, con los ojos rojos y los labios húmedos me di cuenta del daño que te había hecho, de que necesitaste mi cariño y no te lo supe dar, me jure a mi misma que no dejaría que sufrieras, que estaría ahí para intentar calmar tus lágrimas, ahora no lo ves, no ves que si te dejo que te vayas por esa puerta al internado volverías a sufrir y sé que te vas a dar media vuelta y vas a encerrarte en la habitación culpándome de todo, pero quiero que sepas que estoy orgullosa de ti.
-Aun no te das cuenta verdad, aun no aceptas que crecí, ¿me piensas tener encerrada como una presa, como si hubiera cometido algún delito? No estás orgullosa de mí, lo único que quieres es que haga lo que tú quieres, manejarme como un muñeco y te escudas en la afirmación de que eres mi madre y yo soy tu hija, pero un día eso no te servirá, un día ya no habrá ningún impedimento para que salga por esa puerta.
Me di media vuelta y entré en mi habitación, cerré la puerta de un portazo y puse la música, comencé a llorar de impotencia, de rabia, porque sabía que jamás volvería a estar con Iván.
El reloj marcó las 6 de las tarde, era sábado 23 de enero, la lluvia golpeaba el cristal de la ventana y la música llenaba todo el vací que había en la habitación
El dolor , me desarma y llorar ya no me calma
Las lágrimas recorrían mis mejillas, mientras pasaba las hojas de mi diario, las fotos, alrededor mio, rememoraban besos, recuerdos de lo feliz que llegue a ser en aquel internado, de cómo empezó a gustarme más aquel sitio, sentía vacio dentro de mi y dentro de esa habitación.
Sueño que te intento besar, y me vuelvo a quemar, la vida se me escapa, y aunque cada vez dueles mas, no te puedo olvidar
Abrí la puerta, con miedo, y traspasé el marco colocándome el principio de ese interminable pasillo, oí a mi madre responder a las llamadas del teléfono; cogí las llaves que estaban en mi mesilla y mi cazadora negra, salí a la calle intentando respirar aire, intentando sonreír.
Pasan los días, uno tras otro, y el dolor sigue ahí, aún por las noches cuando se despierta por las pesadillas, a veces siente que todo es un mal sueño, que si abre los ojos le verá observándola, secándola las lagrimas, sonriendo, deseando decirla un te quiero, pero choca con la realidad, con las más dura realidad y se da cuenta de que su dolor y sus lágrimas son verdaderos, como su marcha.
Mi madre llamó a la puerta, yo me tumbñe en la cama escuchando sus gritos, ella sabía que estaba dentro, era mi madre no la hacía falta un manual de instrucciones.
-Julia abre, tengo que contarte algo- La puerta continuaba cerrada, ni siquiera la curiosidad de lo que mi madre tenia que contarme produjo en mí ningún movimiento-He hablado con tu prima, me ha contado como son las cosas en el internado
De repente pensé en el, en él en el internado y me levanté de la cama, sin pensarlo dos veces y abrí la puerta
-¿Qué te ha dicho?
-Que una tal Carol y…
-No-la interrumpí- primero Iván
-Julia no sé si debería empezar por Iván
-Me da igual como este el internado, si las paredes están amarillas o hay alguna pintada, solo quiero saber cómo está
-él está bien, dice que esta muy contento, que no se le nota ninguna tristeza, que ya te ha olvidado
Él corazón se me paro, miraba a mi madre, pero sentía que no estaba dentro de la escena, que yo era una espectadora del espectáculo que aguardaba la respuesta de la chica
-No, no puede ser, te esta mintiendo- dije intentando no llorar
-Cariño, se que aun tenia esperanzas de que las cosas no fueran asi, que él aun te recuerde, pero no lo hace, ahora solo tienes que hacer tú lo que esta haciendo él
-No me ha olvidado, lo sé, no lo ha hecho, Laura miente y no voy a creerme sus mentiras
- Vale, pues sigue pensando que te quiere, que no te olvida, que un dia llegaras y volverá a ser todo como antes, si eso te hace mas feliz, adelante
-¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué llegaste y dijiste que me fuera contigo? ¿Por qué no me preguntaste?- empezé a llorar
-Por protegerte, es lo hacen los padres, tengo que protegerte, no quiero que sufras, sé que te hice mucho daño en el pasado, pero tengo que remediarlo, quiero que estés aquí conmigo y no lejos donde no pueda consolarte cuando te hagan daño
-Mírame mama, mírame por un momento, se que para ti aun soy una princesita, que aun tienes la imagen de cuando era pequeña y sonreía por los pasillos de casa, pero he cambiado ya no soy la misma, se levantarme si me caigo, se gritar ante una injusticia y ya se pensar que es lo correcto o lo incorrecto igual que aprendí hace tiempo que era lo mejor para mí, es cierto que a veces necesito tus abrazos igual que tus consejos y que este verano acudí a ti para que me consolaras, para que me protegieras como cuando era pequeña y me escondía de los vecinos, pero ahora donde quiero estar es en el internado, ahí están mis amigos, esta él.
-Cuando te vi en mi casa este verano, con los ojos rojos y los labios húmedos me di cuenta del daño que te había hecho, de que necesitaste mi cariño y no te lo supe dar, me jure a mi misma que no dejaría que sufrieras, que estaría ahí para intentar calmar tus lágrimas, ahora no lo ves, no ves que si te dejo que te vayas por esa puerta al internado volverías a sufrir y sé que te vas a dar media vuelta y vas a encerrarte en la habitación culpándome de todo, pero quiero que sepas que estoy orgullosa de ti.
-Aun no te das cuenta verdad, aun no aceptas que crecí, ¿me piensas tener encerrada como una presa, como si hubiera cometido algún delito? No estás orgullosa de mí, lo único que quieres es que haga lo que tú quieres, manejarme como un muñeco y te escudas en la afirmación de que eres mi madre y yo soy tu hija, pero un día eso no te servirá, un día ya no habrá ningún impedimento para que salga por esa puerta.
Me di media vuelta y entré en mi habitación, cerré la puerta de un portazo y puse la música, comencé a llorar de impotencia, de rabia, porque sabía que jamás volvería a estar con Iván.
El reloj marcó las 6 de las tarde, era sábado 23 de enero, la lluvia golpeaba el cristal de la ventana y la música llenaba todo el vací que había en la habitación
El dolor , me desarma y llorar ya no me calma
Las lágrimas recorrían mis mejillas, mientras pasaba las hojas de mi diario, las fotos, alrededor mio, rememoraban besos, recuerdos de lo feliz que llegue a ser en aquel internado, de cómo empezó a gustarme más aquel sitio, sentía vacio dentro de mi y dentro de esa habitación.
Sueño que te intento besar, y me vuelvo a quemar, la vida se me escapa, y aunque cada vez dueles mas, no te puedo olvidar
Abrí la puerta, con miedo, y traspasé el marco colocándome el principio de ese interminable pasillo, oí a mi madre responder a las llamadas del teléfono; cogí las llaves que estaban en mi mesilla y mi cazadora negra, salí a la calle intentando respirar aire, intentando sonreír.
#79

05/04/2010 18:50
La gente neoyorquina, era muy ocupada, a pesar de que era sábado se veía a la mayoría de las personas caminar a toda prisa para llegar a sus destinos, madres agarrando a sus hijos para cruzar por el paso de peatones, ejecutivos trajeados con el móvil en la oreja, chicos riendo a carcajadas y comentando algo en un perfecto inglés. Caminaba sin rumbo, entre las calles de nueva York, recordando mi itinerario para mi vuelta, de repente vi una pista de hielo, recordé que, de pequeña, la veía en todas las películas románticas que mi madre ponía en navidad, yo adoraba ese sitio, me imaginaba ir allí, algún día y patinar en la fría noche neoyorquina. La gente patinaba, unos con un elegante estilo, otros haciendo malabares para no caerse, muchas chicas miraban a sus novios mientras les cogían la mano; unos trazaban un itinerario circular, otros cruzaban por en medio de la pista; gente como yo contemplaba el espectáculo improvisado, mientras niños pedían entrar a la pista entre súplicas y lamentos, algunas chicas se paraban en la puerta negándose a entrar, solo se oían risas, risas de diversión, de disfrutar del tiempo de ocio, se me pasaron las ganas de llorar y comprobé si en los bolsillos tenía el suficiente dinero para entrar a la pista, una vez comprobado, me dirigí a la taquilla a por la entrada y un par de patines; mis pasos sobre los patines, eran menos firmes y corría el riesgo de caerme, iba agarrándome a las vallas de seguridad hasta llegar a la pista, tuve miedo ya que hacía tiempo que no patinaba, puse un pie en la pista y después otro, mis primeros pasos fueron agarrada de la valla, hasta que cogí la suficiente seguridad como para soltarme y dejarme deslizar por la pista helada, me sentí liberada, como si los días pasados encerrada en mi habitación no hubieran existido nunca, sonreía y contemplaba a la gente que miraba desde el otro lado de la valla, por primera vez en mucho tiempo no esperaba su cara entre el resto, no esperaba su silbido ni su sonrisa, pero primera vez, conseguí subida a unos patines, olvidarme de todo lo ocurrido los últimos meses.
-hola- un chico, patinaba a mi lado, sonriendo, me extrañó su saludo y por un momento pensé que volvía a estar en España
-Ho..hola- dije al fin- ¿Me has hablado en Español no?
El chico empezó a reírse-si, te ha hablado en español
-Pero, ¿Cómo sabias que era española? Estamos en Nueva York no en España
-Muy sencillo, pocas personas estadounidenses dicen, mierda como se decía esto, varias veces cuando se va a sacar un ticket para entrar en la pista de hielo
-Mierda-susurre, era verdad que en la cola no me acordaba de varias palabras- he quedado en ridículo ¿Verdad?
-No, no eres la primera persona que no se acuerda de una palabra en inglés, se ven muchas por aquí
-Bueno, no creas que eso me tranquiliza, pero me deja ver que tampoco es tan raro, ¿Llevas mucho por aquí?
-Sí, dos año y medio, es bastante la verdad, por eso se inglés que yo era malísimo en el colegio
-Bueno, pues tenemos algo en común, se manejarlo un poquillo, pero se me olvidan las cosas ¿Y no es difícil acostumbrarte? Es que yo llevo muy poco tiempo aquí y veo muy difícil eso de acostumbrarte a hablar en otro idioma
-No es muy difícil, o te acostumbras o te pasas el día encerrado en una habitación, lo más lógico es lo primero, aun que sé que hay gente que prefiere lo segundo
-Yo he sido de las segundas, pero me he cansado, he decidido conocer mundo, hoy he salido de casa y he visto la pista y a patinar
El comenzó a reírse otra vez- Pues lo de la pista de patinaje está muy bien, ahora, hoy no has practicado mucho hablar
-Ya lo sé, por culpa de un señorito que se ha acercado a mi cuando estaba patinando
-Si quieres me alejo
-No no hace falta, aaay-tambalee sobre los patines pero el por suerte me agarró-gracias, has evitado una desgracia
-De nada, si quieres te doy también clases de esto, para evitar desgracias básicamente- comenzó a reirse
-No, no hace falta-le miré, intentando no pegarle- si las necesito ya te buscare algún día, ya sé que lo que tengo que hacer es no acordarme de las palabras en ingles
-Ese es una opción, otra es preguntarme mi número de teléfono y llamarme
-Esa es la otra, es verdad, pero no tengo papel ni bolígrafo
-¿No tienes móvil aquí?
-No, lo he dejado en casa y me voy a tener que ir pronto porque he salido sin avisar a mi madre y se va a enfadar
-Dame tu número, ¿por cierto tu nombre es?
-Julia, ¿Y el tuyo?
-David, Julia, bonito nombre, dame tu número y si quieres un día salimos te enseño la ciudad y a moverte con el inglés
-Apunta, 665425870, pero te advierto que soy una chica demasiado ocupada y que lo mismo te dijo que si como te digo que no
-Correré el riesgo-dijo él y sonrió
El timbre que indicaba que se acabo el tiempo, sonó, me dirigí al banco a quitarme los patines y a salir de la pista, le vi como me miraba y me decía adiós con la mano, era simpático, dejé los patines en el mostrador y salí a la calle, intentando memorizar el camino de vuelta a casa, fue bastante fácil, ya que mi casa no quedaba muy lejos de la pista de hielo. Cuando entré mi madre estaba en la cocina, no me dijo nada, me miró y se dio media vuelta. Me encaminé al cuarto y cerré la puerta, la música aun seguía puesta y comencé a llorar apoyada en la puerta, no podía olvidar a Iván y no me permitía si siquiera intentarlo, tampoco podía mirar a otros chicos por muy simpáticos que fueran. Mientras mis lágrimas se deslizaban por mis mejillas, saqué mi cuaderno y comencé a ensuciar otra hoja con mis demoledores sentimientos, me di cuenta que las lágrimas y escribir eran parte de mi rutina, y que eso no podía cambiar nunca.
La música continua sonando, mis lágrimas perdiéndose en el tiempo y en el espacio, mi corazón intentando recomponerse y yo intentando no quemarme al recordar su nombre, entre suspiros, en mis labios.
-hola- un chico, patinaba a mi lado, sonriendo, me extrañó su saludo y por un momento pensé que volvía a estar en España
-Ho..hola- dije al fin- ¿Me has hablado en Español no?
El chico empezó a reírse-si, te ha hablado en español
-Pero, ¿Cómo sabias que era española? Estamos en Nueva York no en España
-Muy sencillo, pocas personas estadounidenses dicen, mierda como se decía esto, varias veces cuando se va a sacar un ticket para entrar en la pista de hielo
-Mierda-susurre, era verdad que en la cola no me acordaba de varias palabras- he quedado en ridículo ¿Verdad?
-No, no eres la primera persona que no se acuerda de una palabra en inglés, se ven muchas por aquí
-Bueno, no creas que eso me tranquiliza, pero me deja ver que tampoco es tan raro, ¿Llevas mucho por aquí?
-Sí, dos año y medio, es bastante la verdad, por eso se inglés que yo era malísimo en el colegio
-Bueno, pues tenemos algo en común, se manejarlo un poquillo, pero se me olvidan las cosas ¿Y no es difícil acostumbrarte? Es que yo llevo muy poco tiempo aquí y veo muy difícil eso de acostumbrarte a hablar en otro idioma
-No es muy difícil, o te acostumbras o te pasas el día encerrado en una habitación, lo más lógico es lo primero, aun que sé que hay gente que prefiere lo segundo
-Yo he sido de las segundas, pero me he cansado, he decidido conocer mundo, hoy he salido de casa y he visto la pista y a patinar
El comenzó a reírse otra vez- Pues lo de la pista de patinaje está muy bien, ahora, hoy no has practicado mucho hablar
-Ya lo sé, por culpa de un señorito que se ha acercado a mi cuando estaba patinando
-Si quieres me alejo
-No no hace falta, aaay-tambalee sobre los patines pero el por suerte me agarró-gracias, has evitado una desgracia
-De nada, si quieres te doy también clases de esto, para evitar desgracias básicamente- comenzó a reirse
-No, no hace falta-le miré, intentando no pegarle- si las necesito ya te buscare algún día, ya sé que lo que tengo que hacer es no acordarme de las palabras en ingles
-Ese es una opción, otra es preguntarme mi número de teléfono y llamarme
-Esa es la otra, es verdad, pero no tengo papel ni bolígrafo
-¿No tienes móvil aquí?
-No, lo he dejado en casa y me voy a tener que ir pronto porque he salido sin avisar a mi madre y se va a enfadar
-Dame tu número, ¿por cierto tu nombre es?
-Julia, ¿Y el tuyo?
-David, Julia, bonito nombre, dame tu número y si quieres un día salimos te enseño la ciudad y a moverte con el inglés
-Apunta, 665425870, pero te advierto que soy una chica demasiado ocupada y que lo mismo te dijo que si como te digo que no
-Correré el riesgo-dijo él y sonrió
El timbre que indicaba que se acabo el tiempo, sonó, me dirigí al banco a quitarme los patines y a salir de la pista, le vi como me miraba y me decía adiós con la mano, era simpático, dejé los patines en el mostrador y salí a la calle, intentando memorizar el camino de vuelta a casa, fue bastante fácil, ya que mi casa no quedaba muy lejos de la pista de hielo. Cuando entré mi madre estaba en la cocina, no me dijo nada, me miró y se dio media vuelta. Me encaminé al cuarto y cerré la puerta, la música aun seguía puesta y comencé a llorar apoyada en la puerta, no podía olvidar a Iván y no me permitía si siquiera intentarlo, tampoco podía mirar a otros chicos por muy simpáticos que fueran. Mientras mis lágrimas se deslizaban por mis mejillas, saqué mi cuaderno y comencé a ensuciar otra hoja con mis demoledores sentimientos, me di cuenta que las lágrimas y escribir eran parte de mi rutina, y que eso no podía cambiar nunca.
La música continua sonando, mis lágrimas perdiéndose en el tiempo y en el espacio, mi corazón intentando recomponerse y yo intentando no quemarme al recordar su nombre, entre suspiros, en mis labios.
#80

08/04/2010 20:19
me he leido la historia entera hoy, he tardado3 horas y media, con la ara pegada al ordenador pero al fin lo he acabado...
A sido preciosa, continuala por favor que tengo muchissimas ganas de continual leiendo,
PD: Soy julia-ivanista, que vuelvan pliss
A sido preciosa, continuala por favor que tengo muchissimas ganas de continual leiendo,
PD: Soy julia-ivanista, que vuelvan pliss