MARCOS y AMELIA. Adiós al internado. Pero esto no acaba aquí, nos vemos en el foro de "Bandolera" FELIZ ANIVERSARIO!!!!

Os dejo otros 2 homenajes más de Amelia:

Ohhhhhhh que recuerdos!! yo eso vídeos sí que los había visto! :O aunque no sabía que fueran tuyos!

así que te inventaste los nombres tu?? jajaj pues sí que calaron, sí!

¿Vives en Santander Julia?
Lo que yo daría con vivir ahí o por lo menos en algún pueblo de cantabria.Es que Cantabria me encanta.Ya he estado en Castro y Laredo y me han encantado los 2 y yo ya digo:me he enamorado de Cantabria.
Cuando acabe la carrera,quiero ir a Santander a vivir y a trabajar.A ver si tengo suerte...

Yo sólo lo dije por llamarme a mi misma y a unas pocas fans de la pareja de Marcos y Amelia de alguna forma y mira por donde,que se lo llamaba a sí mismo más gente que no estaba en la webforo
Es que la muerte de Amelia me afectó mucho,tanto que decidí hacer unos cuantos vídeos-homenaje al personaje de Amelia que había estado desde la 1ª temporada de la serie...

un juego que me gusto mucho fue las razones por las que amamos a amelia!

participamos todos :)

Pues me ha pasado como a Maria, si que habia visto esos dos videos pero no sabia que eran tuyos! me encantan

¿Estás enamorada de Cantabria? Qué bien jajaja Yo sí que vivo en Santander y lo cierto es que toda la comunidad es preciosa, sobre todo la costa, de lo único de que me quejo es del tiempo, con las playas que tenemos y no podemos ir... estamos pasando un Julio que parece Octubre jaja

Me encantan las razones! :)

pues no me acordaba de la gran historia! :O jajaja no puede ser!!! mañana me la vuelvo a leer enterita! jajaja

si alguien tiene fanfics a mano que también los vaya dejando! ^^

yo tengo un par jajaja XD aunque creo que son todos míos... queréis que suba alguno?

Yo también soy del norte pero del País Vasco y con el tiempo ocurre lo mismo aquí que en Cantabria:hoy por ejemplo lloviendo ha estado y un día de estos que ha pasado lloviendo un montón.Que no parece verano ni nada,parece más bien otoño-invierno.

Uff,yo tengo fan-fics de El Internado y ahora de Bandolera pero me ocupan bastantes páginas...¿Lo pongo?

Si Maria, sube fics! me acuerdo de alguno tuyo, tengo buena memoria para estas cosas, y me encantaban jajaja la historia esta grupal quedó muy bien!

Sí que haciamos cosas, si! era entretenido eh jaja

Edito;

Pues si, estamos en las mismas.... aquí también lleva todo el día lloviendo, es un asco jaja

Si, subid fics! o dejad el enlace :)

Pues a mi me da que me quedo sin subir el video porque no avanza, qué asco de Youtube :(

que recuerdos, tantas y tantas escenas que nos podian haber dado los guionistas con marcos y amelia, lo que más me disgusto es que encima querian hacernos creer que nunca la quiso yo eso no lo entendi nunca pero bueno, podian haber hecho que Amelia fuera mala desde el principio pero mala de verdad, no una eterna sufridora sea como sea en la cuarta temporada cuando volvio despues de la despedida del autobus que aun sigo esperando que me expliquen los guionistas que si Marcos solo quiso a Carolina pq la abandono en el desvan para ir a decirle adios a su amante? pos fijate que en todas las pelis o series lo que deseas es que el prota se entere de la verdad cuando alguien le engaña pero aqui no, aqui queria a Marcos eternamente engañado, por lo menos estaba de mejor humor...

También hice este homenaje a Amelia con varias canciones:

Bueno os pongo 2 capis de momento de mi historia de humor que me he inventado,El Internado Laguna Legra:

CAPÍTULO 1

Jacinta se mete en la cama con Martín, pero sólo es un sueño porque ella sigue en su habitación. No se ha movido de ella. Está en su cama al lado de María. Eso sí en su cama hay alguien que le dice:
-Ven aquí, Belén, que te voy a dar lo tuyo.

Jacinta se despierta sobresaltada.
-¿Qué? ¿Belén? no es hora de poner el belén, estamos en agosto.
-A gusto es como estoy yo. ¡Vamos!
-¿A dónde?
-¡A onde vas María Isabel!
-Isabel, deja de fumar ya en la pipa.
-Juan, pero ¿qué dices?
-¡Qué follón!

-Pero, ¿qué hace toda esta gente aquí?-pregunta María.

En la habitación de Jacinta y María se ha montado una verdadera fiesta. Han ido los vecinos del castillo contiguo.

-¿Qué pasa, tronca?
-A ver, ¿qué dices Héctor?-dice Jacinta dándole una bofetada.
-¿Qué Héctor ni Héctor? Yo me llamo Mauri y éste-dice acercándolo-es Fernando, mí novio.
-¿Cómo que Fernando? Pero, ¿no se llamaba Elsa? ¿O te has liado con el hermano de Amelia?
-Yo me voy de aquí...que no entiendo nada-dice Jacinta.
-Mamá, ¿dónde vas?
-¿Quién eres tú?
-Mamá, ¿no te acuerdas de mí?
-Yo tenía una hija, no un hijo y menos tan gordo.
-Me has hecho daño mamá, me has hecho daño.
-¿Qué te pasa, Sole? ¿Ya no te acuerdas de nosotros?

Jacinta y María bajan al hall, dónde la fiesta es mucho mayor.
Elsa y Mateo bailan un tango, Roque canta rap junto a Noiret y, Marcos, Carolina, Julia, Iván, Victoria y Nacho bailan una especie de raeggeton.

-Jacinta, Jacinta.
-¿Qué?
-¿Dónde está Amelia?
-Y yo que sé, Paula. Búscala.

-Elsa-la llama entre la gente.
Llega hasta donde están Elsa y Mateo.
-Elsa, ¿qué es esto?
-Esto es una fiesta. Disfruta, Jacinta. ¡Saca el güisqui! "Saca el güisqui, Cheli, para el personal"-canta, ya borracha.
-Estás borracha.
-Y tú, vieja. ¿Qué pasa?
-Vas a ir a la APA.
-¿A la APA? Jajaja. Eso díselo a Paula al cogerla. Estaba buscando a su madre.
-¿Está aquí?
-¡Y yo que sé! Aquí hay mucha gente.

En la biblioteca ve a Amelia con los niños. Hay una función de payasos.
Se acerca a Amelia.
-Amelia, pero ¿qué es todo esto? ¿De dónde ha salido toda esta gente?
-¿Dónde está Paula? La he perdido.
-Entre tanta gente, normal-dice para sí-Pero contéstame.
-El director que ha hecho esta fiesta para celebrar su santo.
-¿pero qué santo? Si no tiene...
-No lo sé. A mi es lo que me han dicho. Ale, me voy a vigilar a estos no les vayan a dar un tartazo a los niños.

Lucía sale de la enfermería riéndose y despidiéndose de alguien.
-Nacho, ahora vuelvo-dice entre risas.

CAPÍTULO 2

Marcos deja de bailar porque ha creído ver a su madre.
-¿Mamá?-pregunta.
Pero no es su madre, sino Amelia la profesora de su hermana Paula.
-¿Dónde está mi madre, Amelia? Si la has hecho algo, te juro que...
-Yo no he visto a tu madre.
-¿A dónde ha ido mi madre?
-No lo sé, Marcos-le dice Amelia con su mejor cara.
De repente, Marcos le planta un beso en la boca a la profesora. Elsa le ve y se levanta. Le coge de la oreja.
-¿Qué haces, Marcos? Vamos a mi despacho.
-Elsa, ya me ocupo yo.
-No estás en condiciones de hablar-le dice a Amelia, aunque todavía está borracha-Y tú-se dirige a Marcos-tienes derecho a guardar silencio.
-Elsa, déjame que me ocupe yo-dice Héctor apareciendo por detrás.
-Yo soy la jefa de estudios, soy la jefa de los estudiantes. Yo soy la dueña de todos estos mocosos.
-¡Te equivocas! El dueño soy yo.
-¡Papá!-dice girándose al reconocer la voz de su padre.
-Ves aquí todo el mundo ve a sus padres, menos yo. Yo sólo quiero ver a mi madre-dice Marcos.
-Qué pesadito estás con tu madre, Marcos-le contesta Elsa.
-Es que yo quiero verla-dice enfurruñado.
-No me seas, no me seas...que al final te voy a pegar una hostia.
-Tú calla, borracha.
-¿Borracha? ¿Yo? No sabes con quién estás hablando.
-Sí, con Elsa la más zorra del lugar.
-¿Qué me has llamado?
-Déjalo, Elsa-la calma Héctor-Y tú, vamos a mi despacho.
Jacinta busca a Héctor desesperadamente. Ese que estaba en su habitación no puede ser Héctor, su Héctor. Ese niño que crió cuando era pequeño.
-Hola Jacinta.
-¿Héctor? ¿Eres tú?
-Pues claro que soy yo. ¿Quién voy a ser? ¿El fantasma de la ópera?
-Es que he visto a uno igualito que tú que se hace llamar Mauri y está... ¡con un hombre! ¿No te habrás clonado y no me has dicho nada? ¡Y encima te has hecho mal!
-¿Que clonarme ni clonarme? Jacinta, el estar aquí encerrada te ha afectado. Y ahora te dejo, que tengo que hacer de director. Que si no estoy yo, el colegio se desmorona.
-Por cierto, ¿tú has hecho esta fiesta?
-¿Yo? Yo no.
-Pues me ha dicho Amelia que ha sido el director para celebrar su santo y no hay más director que tú.
-¿No habrá sido ese Mauri que te has inventado? O pensándolo mejor, habrá sido Noiret que me quiere quitar del puesto. Le veo mucho por el colegio trajeado y engominado. Y encima tiene acento francés que eso daría prestigio al internado.

Y os pongo mi primer y único vídeo de la pareja marcosamelista:

Aún queda esperanza 1

Estaba en una casita en medio del bosque, con Marcos y mi bebé, nuestro bebé. Yo estaba sentada en una silla, con el niño en brazos, tenía unos 6 meses. Y delante de nosotros estaba Marcos, haciéndole carantoñas, sonriéndonos. Y... de repente, oí un ruido que no quería oír, un ruido brusco. Mi despertador, tenía que cambiarlo por uno con un ruido más suave, pensé. Sin levantarme, alargué el brazo y lo apagué. Hasta estos momentos había tenido una sonrisa en la boca, pero volví a la realidad y se me quitó de golpe. Pensaba. Pensaba en el día anterior, estaba orgullosa de mi misma. Le había plantado cara a Noiret y le había dado las medicinas a Marcos. Volví a sonreír. Decidí que ya era hora de levantarme, era viernes, el último día de la semana, mañana aprovecharía para bajar al pueblo a mirar cosas por el niño. Me encantaba ver toda esa robita tan pequeña, los peucos, los zapatitos... Amelia, que llegarás tarde al desayuno, me dije. Me incorporé, pero al mismo tiempo que terminaba de incorporarme me arrepentí. Me había mareado. ¿Cómo podía haber olvidado que no me había de levantar bruscamente?. Me toqué la barriga y apoyé una mano en la cama, mientras cerraba los ojos y respiraba profundamente un par de minutos. Cuando noté que se me había pasado me levanté de la cama, está vez despacio, y dije en voz alta.
Amelia: mira que eres malo, ¿eh?-dije con una sonrisa en la boca- si me caigo, nos haremos daño los dos- añadí volviéndome a tocar la barriga.

Marcos

Fue una de las peores noches de mi vida. Julia había visto una niña igual a mi hermana. Ya volvíamos ha estar con el mismo tema... es que no había más niñas en el mundo? Todas se tenían que parecer a ella. Primero la que encontramos el año pasado, ahora el fantasma de Eva... ¡Mira qué había niñas en el mundo!
Pero también había estado dándole vueltas a otro tema que me tenía totalmente desconcertado... Amelia. Ayer me había dado las medicinas, para mi y para mis amigos. ¿Y si todo este tiempo me había estado diciendo la verdad? ¿Y si de verdad me quería? Me vinieron un montón de recuerdos, un pañuelo, su habitación, los pasillos, el bosque, el baño... habíamos pasado tantas cosas... Roque me sacó a rastras de mis pensamientos.
Roque: Marcos, venga que dentro de media hora es el desayuno.
Me incorporé y vi como Iván ya salía de la habitación con las toallas. Por su cara y sus ojos, supuse que no era el único que no había dormido esa noche. Me levanté de la cama, y yo también me dispuse a coger mis cosas para ir a ducharme.

Amelia

Cogí dos bollos y un cruasán de chocolate de la mesa de la comida y me fui a sentar a mi sitio. Al lado de Martín.

Martín: vaya... ¿todo eso te vas a comer?
Le sonreí. Ahora que por fin había dejado de vomitar todos los desayunos y algunas cenas... era hora de comer, ¿no?

Amelia: Sí, es que ayer no cené mucho, y ahora me muero de hambre- dije sonriéndole.

Elsa me miró con cara rara, entre melancólica y preocupada. Giré la cabeza, prefería no pensar en mi despido. Me giré hacia Martín, y allí en la mesa del fondo le vi. Me estaba observando, y nuestras miradas se cruzaron. El corazón me volvió a latir fuerte, como tantas otras veces. Y enseguida los dos, desviamos nuestras miradas. Me serví la leche, y me dispuse a comer. Tenía un hambre... Una vez vaciado mi plato. Decidí que ya era hora de ir a arreglar la clase para las actividades que había previsto para esa mañana. Despidiéndome de Hugo y Elsa, los únicos que quedaban en la mesa, y me levanté. Pero cuando iba hacia la puerta, empecé a ver borroso, lo oía y veía todo de otra manera, no distinguía la separación ni altura de las cosas. Oía como si todo fuera muy lejano, como un eco. Noté como la fuerza abandonaba mi cuerpo, y por puro instinto coloqué los brazos alrededor de mi abdomen, protegiéndolo.

Marcos

Nuestra mirada se había cruzado y aparté rapidamente mi mirada de la suya. No me había dado cuenta de que la estaba mirando, su pelo rubio, cada uno de sus lunares del cuello, aquellos que tantas veces había besado, hasta que ella también me miró. Miré a mi plato, y luego al volver a levantar mis ojos me encontré con la cara de Vicky. Miré a los otros. Comíamos todos en silencio, y los fui mirando uno a uno. Me encontré con otro par de ojos que tampoco habían dormido esa noche. Los de Julia. Se habían peleado, y esa vez parecía que la cosa iba en serio. No había discusiones, ni reproches... sólo silencio. Seguí comiendo. Y unos minutos más tarde, vi como Amelia se levantaba de su mesa. Noté algo raro, un presentimiento. La miré más fijamente. Se acababa de parar a unos cuantos metros de la puerta. Estaba pálida. Vi como sus rodillas se doblaban y sus brazos rodeaban su abdomen, y cayó al suelo. El golpe sonó por toda la sala. Me levanté tirándo la silla al suelo. Aunque luego me quedé quieto. Algún tipo de fuerza extraña me obligaba a deternerme en el sitio. Mis piernas temblaban y mi corazón latía a doscientos por hora. Y entonces, reaccioné. Intenté abrirme paso entre los alumnos que estaban contemplando la escena. Yo sólo quería ir hacía ella. Elsa estaba dando instrucciones para que despejaran la zona. Y vi como Hugo la cogía del suelo, la levantaba y sus brazos la rodeaban... Salía del comedor, la volvían a alejar de mí. Me dirigí hacía ella. Pero alguien me cogió del brazo. Era Elsa, que me negaba con la cabeza. Me volví a quedar clavado en el suelo. Todo eso era irreal. ¿Estaría bien? ¿Y el bebé? Sus palabras volvieron a resonar en mi mente. El niño está enfermo. Se me llenaron los ojos de lágrimas.

2a parte

Elsa: Vamos chicos, todos a clase.

Se acercó a mi y dándome empujoncitos suaves, me hizo ir con los demás.
Carol no me miraba. Y los otros parecía que no tenían nada mejor a hacer. Las lágrimas resbalaban por mis ojos mientras me dirigía a la habitación. Una vez allí, fue Iván el primero en dirigirme la palabra, en intentar calmarme.

Iván: Vamos, Marcos. Seguro que están bien. A las mujeres embarazadas, a veces les pasa esto.

Marcos: Ya pero es que Amelia, ya tenía problemas desde antes, con el embarazado. El niño tiene alguna enfermedad.

Se quedaron todos callados.

Amelia

Lucía no paraba de hablarme. Y yo aún me sentía demasiado débil como para escucharla. Pero hice un esfuerzo lo que me decía era importante.

Lucía: Amelia, algo está fallando con la medicación. Me parecé que te tendré que ir poniendo dosis más fuertes.

Amelia: ¿pero está bien, verdad?

Lucía: Sí, con la ecografía he podido ver que está bien. Aún así, te he sacado sangre cuando estabas inconsciente para llevarla a analizar. Quiero asegurarme-añadió cuando vio que mi cara se transformaba.

Amelia: y... ¿cómo va a ser la nueva medicación?

Lucía: Bueno, un par de pinchacitos al día y ya está...

Amelia: ¿pinchacitos?

Lucía: sí, en vena todo es más potente-dijo sonriendo- sólo serán dos al día, uno por la mañana y otro por la noche. Pero como hoy te pondré el de la noche un poco antes. Ahora mismo te voy a poner la primera dosis.

La puerta se abrió de golpe. Y mis preocupaciones se fueron al ver su cara.

Marcos

Elsa me había prohibido ir a ver a Amelia, almenos antes de que finalizaran las clases de la tarde. Me dijo que estaba en buenas manos, que Lucía la estaba cuidando. Al oírle decir eso, un pensamiento sarcástico me vino a la mente: en buenísimas, manos. Las de Ottox. Cuando terminé la última clase, me fui directo a su habitación. ¿Quería saber si estaba bien, y si el niño también lo estaba. Al fin y al cabo era mi hijo... ¿mi hijo? Que raro sonaba eso... tendría un hermano y un hijo más o menos de la misma edad. Se me dibujó una sonrisa en la cara y negué con la cabeza.

Me quedé mirando a Lucía con una jeringuilla bastante grande en la mano y a Amelia, pálida como una muñeca de porcelana, tumbada en la cama, pero con una sonrisa en los labios.

Marcos: ¿Qué haces con esto?- mi voz sonó borde, un tono de voz al que últimamente me había acostumbrado.

Lucía: Es la medicación para el niño. –Luego se giró hacía a Amelia y añadió- Te la pongo y os dejo solos.

Amelia asintió y se dejó pinchar. Yo estuve tenso todo el tiempo, que Lucía acababa de recoger sus cosas. Hasta que salió por la puerta, mis músculos no se relajaron. Amelia me miraba. La miré a los ojos. Ahora que estaba allí, no sabía como empezar.

Marcos: ¿Cómo estás?

Levantó las cejas y me volvió a sonreír.

Amelia: Bien

Mentía. Estaba blanca como la cal, recostada entre un montón de cojines. Me fui acercando a ella para observarla mejor. Tenía las manos encima de su tripita y los ojos un poco rojos. Había estado llorando. Su voz era débil. Pero aún así estaba preciosa, tranquila. Me senté encima de su cama, con cuidado, para no sentarme encima de ella.

Marcos: Lo siento...

Ella negó con la cabeza y me tendió la mano.

Amelia: Dame la mano, quiero enseñarte algo.

Me acerqué más a ella, y agarré su mano, un poco temblorosa. Ella me la cogió y me volvió a sonreír. Tranquilo, que no muerdo. Yo también sonreí. Se destapó un poco, y metió mi mano entre las sábanas. Sobre su barriga. Estaba más abultada de lo que recordaba. Entonces noté algo. El bebé. Estaba dando patadas.

Amelia: ¿no es increíble?

La miré a los ojos. En ese momento fui sincero. No había rencores, ni discusiones. En ese momento sólo estábamos nosotros. O mejor dicho nosotros tres.
Marcos: Es lo más impresionante que he sentido nunca.

Me miraba con eso ojos, los que vi con claridad desde cierto pañuelo, desde cierto llanto. Parecía que habían pasado siglos, desde aquello, y apenas había pasado un año. Pero nada había cambiado, la quería. Y podía deducir que por sus ojos, ella también. La besé, despacio, con cuidado, por temor a que mi muñeca de porcelana se puediera romper. Fue un beso suave, pero intenso. Luego me tumbé a su lado, un poco más abajo que ella, situando su cabeza justo al lado de abdomen. Lo oía y notaba todo. Le pase un brazo por encima, poseyéndola, poseyéndolos.

ademas no olviden que en el salon de clases le dijo a carol que no sentia lo que ella por el, y miraba a amelia...quedo clarisimo..

son unos incoherentes!

jajajajajajajajaja muy buenos los capis que harton de reir!!!!!!!!! me los he leido enteritos!!!!!!!!!

ademas no olviden que en el salon de clases le dijo a carol que no sentia lo que ella por el, y miraba a amelia...quedo clarisimo..

son unos incoherentes esos gionistas!

chicas ustedes creen que vicky tuvo algo de culpa en la muerte de amelia...muchos decian que no porque hugo la hubiese matado si o si en cualquier lugar...pero yo creo que si vicky no le robaba amelia hubiese vivido un poquito mas y eso me bastada

que opinan ustedeS?

Lo de los guionistas ya no tenía nombre, lo que hicieron en la 7a fue increible... si es que no tenían ni escenas juntos porque sinó era INNEGABLE que tendría que haber sucedido algo... y lo de las sandeces que decía Marcos de Carol... ya es que no había por donde cogerlo... lo mirabas y era flipante para mí el internado terminó en la 6a... la 7a no se puede decir que fuera el internado... y no sólo por lo referente al marcoamelismo... los guionistas de la 7a fueron PENOSOS...


yo voy copiando fics al word! ^^

p.d: Noe me encanta la historia que estás haciendo!!! que emoción! :O