Borradores/críticas inacabadas.

¿Queréis ver una trompa de acero? ¡Pues tomad la mía!

Os preguntaréis que si no soy fan de esto, que qué pollas hago viendolo? Pues muy fácil, os lo voy a explicar. Veréis, este fin de semana, el otro no, el anterior, me salió un curro guapo guapo, me tocó cuidar a 3 mocosos, uno de 4, otro de 5 y otro de 8 años, dárles de comer, bañárles, pasear a su decrépito chucho que apenas se tiene en pie y se va meando por los rincones, lo que es un peso muerto, vamos. Y todo por un módico precio, perdón sueldo, de 20€., gloria bendita.

Y en un momento de descanso, de retiro, después de 5 interminables horas de gritos, llantos, ruidos y tentativas de acabar ya, a lo rápido, precipitándome por la ventana desde un quinto, cuando ya he terminado de bañar al enano tocapelotas, de correr tras los malditos enanos por la puta casa para que no rompieran ninguna mierda de esas que se compran para aparentar de cara a los invitados, igual de numerosos que los individuos guapos y sonrientes que están sentados frente a tí en un vagón de metro (siempre te toca presenciar las caras mas guapas) de que manejan y de que derrochan arte y buen gusto por los cuatro costados, enciendo la tele con la esperanza de poner algo por la tele con lo que me pudiera entretener en lo que estos desgraciados cenan y se van a sobar de una vez ya, cuando el maldito enano se me acerca y me señala

Os preguntaréis que si no soy fan de esto, que qué pollas hago viéndolo? Pues muy fácil, os lo voy a explicar. Veréis, este fin de semana, el otro no, el anterior, me salió un curro guapo guapo, me tocó cuidar a 3 mocosos, uno de 4, otro de 5 y otro de 8 años, dárles de comer, bañárles, pasear a su decrépito chucho que apenas se tiene en pie y se va meando por los rincones, lo que es un peso muerto, vamos. Y todo por un módico precio, perdón sueldo, de 20€., gloria bendita.

Y en un momento de descanso, de retiro, después de 5 interminables horas de gritos, llantos, ruidos y tentativas de acabar ya, a lo rápido, precipitándome por la ventana desde un quinto, cuando ya he terminado de bañar al enano tocapelotas, de correr tras los malditos enanos por la puta casa para que no rompieran ninguna mierda de esas que se compran para aparentar de cara a los invitados, igual de numerosos que los individuos guapos y sonrientes que están sentados frente a tí en un vagón de metro (siempre te toca presenciar las caras mas guapas) de que manejan y de que derrochan arte y buen gusto por los cuatro costados, enciendo la tele con la esperanza de poner algo por la tele con lo que me pudiera entretener en lo que estos desgraciados cenan y se van a sobar de una vez ya, cuando el maldito enano que ya había acabado de comer, el cabrón, se me acerca y me señala la colección de DVD's que tenía de Doraemon. Putos chinos, pienso yo. ¿Qué me quedaba hacer? A tomar por culo, le pongo el vídeo ya y me dejo de líos. Total, para que estén haciendo ruido, ¿de qué me sirve tratar de evadirme viendo algo de mayor utilidad por la tele? Nah, cojo uno al azar, trago saliva, al igual que cantidades de tristeza y desolación y enchufo. El crío, que parece que se ha dado por satisfecho se sienta en el suelo a verlo. Yo regreso adonde me había sentado, dejándome caer en el asiento del sofá. En mis manos estaba la funda con la carátula en la que ponía "Doraemon y las nuevas tropas de acero". Me habría pasado lo mismo que a tí, querido lector, que me he confundido y en vez de "tropas" pensé que ponía "trompas". Si es que cada uno ve lo que quiere ver, para eso no necesitamos que Punset nos bale en La 2 sobre el tema. Examino la carátula y pienso: "Putos frikis. Y a que los críos de hoy en día les gusten estas mierdas. Lo de Shin Chan vale, pero es que esto ya..."

Desecho la funda a un lado y me pongo a mirar la tele, a la par que el crío ya volvía a las suyas a hacer ruido en tándem con sus hermanos, que ya habían terminado de comer (o esparcir toda esta mierda sobre la mesa; véanlo como prefieran) saltando y chillando como gilipollas en medio del salón. Y qué gilipollez de dibujos, por dios bendito, todo el rato ese puto gato dando vueltas, flotando en la pantalla de acá para allá junto a ese niño friki con gafas, - Nobita creo que se llama, - con esa voz de pito... Mira que me sonaban esos dibujos (como a todo el mundo), pero nunca me había parado a verlos. Y menudo mierdón mastodóntico, menudo martirio más monstruoso que experimentaba observando la pantalla y escuchando esas voces gimiendo. Eso la cosa va de amigos, todos se llevan bien, pero por Dios, qué frikada, jugando con piececitas raras... Luego sale un pikachu por ahí, uno de los otros grandes abanderados de los mundos de frikismo al que se ven sometidos millones y millones de críos hoy en día. Lo juro, cuando yo tenga hijos jamás voy a dejar que no vean ni un solo minuto de esta mierda, que luego se me traumatizan y se me quedan bartolitos para toda la vida.

La pistola de mi hermano (1997) Inacabada.

Esas palabras que se transformaron en latigazos.

Aquí tenemos una grata sorpresa, detrás de un metraje antiguo y emborronado se esconden esos maravillosos ingredientes que solo puede tener el cine español. No es que el argumento sea algo que se pueda destacar, - aunque yo como espectador joven no lo he encontrado nada denigrante, - pero lo que se presenta a las claras desde los primeros minutos de la película es que lo realmente importante son las brillantes intervenciones habladas en contexto a esas situaciones presentadas en secuencias, siempre de una temática que lleva por denominador común la desgracia.

La desgracia y una profunda tristeza que en ocasiones se intuye con mayor fuerza a través de lo que se te transmite, no por lo que se te muestra explícitamente, extraño fenómeno si tenemos en cuenta lo que he dicho, que los asuntos que presenta la película son tristes y el ambiente que se respira está lleno de melancolía y de una pena abrasadora para la cual no hay consuelo ni redención posible.

Este tipo de películas me gustan porque tienen un alto grado de capacidad de empatía, logran que te pongas en las carnes de los personajes y sientas ardor en la garganta al respirar esa misma ansiedad y desdicha que viven los protagonistas.

Sin embargo, como contraste, entra en juego como uno de los ingredientes y atracciones principales lo que por lógica, menos se podría esperar de la película: el humor. Es un humor basado en el desengañado, y esta impregnado de una profunda amargura pero es verdaderamente desternillante: al menos yo como tal lo he encontrado. Especial reconocimiento merece Karra Elajalde, a quién le han dejado campar mansamente a sus anchas, con su distendida oratoria que es humor, pero a la vez la más pura tristeza. Brillante. Es un actor con un buen papel capaz de atraer absolutamente toda la atención del público, haciendo que esta se deposite únicamente en su persona, cuando sale en escena con intervenciones dialogadas que parecen monólogos, por la duración, sino por la fuerza interpretativa de la que dota el actor su habla. Lo que se dice 'chupar cámara', pero en el mejor sentido de la palabra posible. No me caben adjetivos ni recursos para tratar de explicar y transmitir lo graciosas y buenas que me han parecido sus intervenciones, sin embargo considero adecuado destacar que no se han proporcionado matices suficientes de su personalidad ya sea por falta de tiempo o de desarrollo de los matices que conforman esta, los espectadores no contamos con demasiados datos para poder analizarla o indagar en ella.

A otro actor a quién por supuesto es obligatorio destacar es a Viggo Mortensen, su actuación también tiene momentos chistosos, pero por lo que se caracteriza es por presentar una solidez enorme y por inspirar algo de temor, así como unas intervenciones también fruto de una interpretación majestuosa, verdaderamente memorable. Cualquiera que le vea aquí no se extrañará ni un instante de por qué el éxito que tiene ahora.
Sus palabras son como varas que golpean el viento con una fiereza inaudita y que suponen también fuertes impactos para tu conciencia, ese habla, esa postura, esa visión de las cosas, esas maneras y sobre todo esos mensajes recaen sobre tí cual una losa pesada que lejos de resquebrajarse gana en solidez. Esas propiedades mencionadas suponen todo un amplio registro, un auténtico abanico que te provocan una sensación extraña, tristeza. La mujer del personaje de Viggo Mortensen también me ha gustado mucho, a primera vista tan distante de su marido, pero luego se nos muestra alguien tan cercana y unida a él que hasta las posibles diferencias que podrían presentar en un principio los dos se tornan en similitudes y hasta en un comparto de pareceres. Maravilloso. Acerca de su final, de su para mí brusca desaparición del escenario es algo que no me ha quedado muy claro.

El desenlace es algo precipitado, pero la película es muy buena. Además, en ocasiones parece que la acción es lo de menos. En resumidas cuentas es una película que tiene momentos muy buenos y los cuáles por supuesto no he mencionado todos aquí.

El Juramento (22001) Inacabada.

Valor oculto.

El Hecho de que sea una película pequeña la hace tan grande.. Porque lejos del esplendor de las lujosas producciones millonarias invita a fijarse en los pequeños detalles, los cuáles muy bien distendidos suponen todo un espectáculo al espectador que se hace preciar. Para apreciar tal despliegue de contrastes, insinuaciones sobre la gran pantalla, esencias y escondites de la acción tan solo es necesario fijarse, la película te atrapa sola. El estilo de Sean Penn se pronuncia aquí como una auténtica maravilla, valor supremo, lejos de que podría parecer a primera vista. Después, el otro gran valor es Jack Nicholson, que se presenta aquí con un rol que quizás tenga poco que ofrecer, con poco margen para destacar y sucumbir al público, pero que sin embargo a mí me ha fascinado (como siempre, Jack ;-]) y por lo que veo a los demás también. Parece fácil, pero no lo es, la capacidad para llevar a un personaje que no sea tan vanidoso, no solo de una forma sin que el espectador no se aburra, ni rebuzne ante la indiferencia que le produzca su actuación, - y por consecuencia el vació del resultado, - sino que haciendo que la propia actuación sea soberbia en sí. Tal es como ocurre, y esa interpretación deja constancia de unos matices de insólita caracterización que concreta detalles del propio personaje, haciéndolo más interesante todavía. Será el arte de 'llevar a un personaje' sin florituras ni demasiado recursos interpretativos, el caso es que nunca un personaje tan plano y de naturaleza intranscendental ha brillado tanto y haya incentivado ganas de aplaudir. Se les viene a la cabeza las palabras 'cine', 'gran pantalla', 'sala repelta'. Pues olvídense porque esta película nunca ha sido proyectada en ningún cine, goza de poco presupuesto y los que intervinieron en ella cobraron poco. Es difícil explicar el transcurso de la película, enunciarlo en líneas escritas, ya que se limita a ser un cúmulo de insinuaciones, detalles y amagos de distintas cosas que llaman la atención del espectador y turban su consciente hasta sembrar la inquietud, así como provocando unas reacciones determinadas de los personajes.

Aquí Sean Penn ha estado jugando con nosotros, - al igual que en 'The Game', - durante toda la película poniéndonos a prueba y buscando las cosquillas a nuestra innata tendencia de esclarecer los hechos. Es, a su manera magnífico. Entrada la segunda mitad, los hechos del principio parecen quedar lejanos, en los que una serie de detalles inspiran temor en el espectador y en un Harry que ya ha rehecho su vida. Es algo incesante, ve presagios por todas partes. De especial impacto es el momento en el que el veterano ex-policía ve a ese niño gordo que encontró el cadáver de la niña del caso que nunca se cerraría y el pobre Harry se dejó la vida y el juicio, tratando de resolverlo para así cumplir con su juramento con las más buenas intenciones.

Vale que soy fan de la saga Saw pero es que esto...
17 de Septiembre de 2013 1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿En qué clase de película a un hombre se le cortan las extremidades una por una, y luego se lanza su cuerpo (o lo que queda de él) contra un castillo con una catapulta gigante? Además, haciendo presenciar la faena a sus compañeros. Joder. Es que te quedas sin palabras. Sé que la película intenta representar el ambiente propio de la época, lo guarros que eran todos (ningún hijo de puta sabía lo que era darse un baño, ahí o no eras una puta rata apestosa te sentías marginado. ¿O acaso esos "seres" sentían algo que no fuese fisiológico; hambre, frío, dolor y ganas de follar?) o la mierda que había en las calles. Mirad Troya, han obviado este tipo de cosas, sacaron a todos bien guapos, bien peinados y bien vestidos... Y les ha quedado una película cojonuda. Pero esto, aparte de resultar tremendamente aburrido en su primera mitad, para pasar a pronunciarse luego como una obra verdaderamente repugnante. Esta es la impresión final que se me ha quedado. ¿Y Paul Giamatti en ese papel? ¡Está espantoso! Me gusta su faceta cómica en sus roles de malvado sin escrúpulos (Shoot'emUp), pero es que esto... Supera cualquier límite.

Los efectos especiales, sí, están muy conseguidos. Esas piedras gigantes molan cuando se reventaban.
spoiler
Con todo molan esas poses de James Purefoy de fondo, con ese gesto hosco en la cara, propio de algunos guerreros invulnerables de la época. Bastante creíble.

Desde luego. ¿qué hacía yo teniéndola con un 9? Un despolle en toda regla. Y lo cierto es que no estamos delante de una comedia desenfrenada que son las que me hacen a mí perder el norte y en los anuncios de los cuales ponerme a saltar por toda la casa, sino que se trata de un humor diferente, que tampoco es que sea una carcajada detrás de otra, pero que sin duda es una de las mejores películas que he visto. Gran parte del culpa de eso lo tiene el grandioso Jack Nicholson, mi actor favorito me atrevería a decir. Qué gracia, por dios! Todo tan apuntillado, que la puesta en escena de esos detalles plagados de comicidad, la muestra de esas muecas y apariciones de los personajes, escenas que mediante lo que simbolizan hablan más de lo imaginable y que te hacen reír sólo, sin motivos... Brillante.

El doctor, su persona. No hace falta que abra la boca, que la escena empiece a desarrollarse, todo ya está dicho y la mesa está servida de una gran risotada, que esconde un placer mucho mayor que el de una simple comedia.

Si para algo me ha servido esta película, es para reflexionar sobre algunas cosas. Que quede en constancia de que yo era el primero que se reía como nadie de Sam y del resto de sus amigos mongos, de cómo se comportaban y lo que y cómo lo hacían. Su presencia, su gesticulación era suficiente para poder socarronaearme de ellos a gusto en mi sofá, recordadnoa algunos momentos cuando a veces mis amigos y yo nos ponemos a imitar a retrasados mentales. Hostia, ¡pues los imitamos bien!

Pero no obstante el júbilo, fruto del patecismo y la ignorancia o al menos del desconocimiento de lo que son y suponen algunas cosas y las circunstancias que pueden crearse a raíz de esas vivencias y condicionantes que surgen a raíz de tener que luchar por las cosas, se ha ido transformando en una profunda tristeza al ver el malogrado y cruel avance de los acontecimientos, que se hacen irónicos a mis ojos.

Una división de pareceres se abre en mis adentros, pero la postura que toma ventaja en mí se hace clara a los pocos instantes de sembrarse en mí esa incertidumbre. Sam es una persona maravillosa que es una injusta víctima de

moore, si lo de que imitáis y os reís de discapacitados mentales es broma, no tiene gracia. Si lo hacéis de verdad, pues menos.

galeo, creo que esta es la primera vez que comentas en el foro de 'El Barco'

galeo, no, a lo que me refiero en esta crítica inacabada de 'Yo Soy Sam' no ocurría cuando nos reíamos de alguien, sino que por mi mente ha pasado el recuerdo de cuando a veces nos da (sin que pase nadie delante) por hacer el tonto; nos ponemos a andar raro y a emitir gesticulaciones y sonidos paranormales, eso es todo.

Aunuqe ahora que lo dices a veces alguno hace la gracia cuando pasa un discapacitado delante, a veces (sobre todo en los últimos tiempos) procuro no reírme.

Y en el tema de los animales ahí sí que soy inflexible, alguno cuando ve una salamandra o a un gato y le veo las intenciones le digo: Como toques a la salamandra, te toco yo a tí la cara.

No juzgues por lo que leas aquí, porque aquí dejo fragmentos de críticas inacabadas que luego las completo para Filmaffinity, y lo que se queda aquí pues parece un ejercicio absolutamente desechable, jeje.

Bueno es saberlo.

Si para algo me ha servido esta película, es para reflexionar sobre algunas cosas. Que quede en constancia de que yo era el primero que se reía como nadie de Sam y del resto de sus amigos mongos, de cómo se comportaban y lo que y cómo lo hacían. Su presencia, su gesticulación era suficiente para poder socarronaearme de ellos a gusto en mi sofá, recordadnoa algunos momentos cuando a veces mis amigos y yo nos ponemos a imitar a retrasados mentales. Hostia, ¡pues los imitamos bien!

Pero no obstante el júbilo, fruto del patecismo y la ignorancia o al menos del desconocimiento de lo que son y suponen algunas cosas y las circunstancias que pueden crearse a raíz de esas vivencias y condicionantes que surgen a raíz de tener que luchar por las cosas, se ha ido transformando en una profunda tristeza al ver el malogrado y cruel avance de los acontecimientos, que se hacen irónicos a mis ojos.

Una división de pareceres se abre en mis adentros, pero la postura que toma ventaja en mí se hace clara a los pocos instantes de sembrarse en mí esa incertidumbre. Sam es una persona maravillosa que es una injusta víctima de la sociedad y de su funcionamiento, sufriendo constantes e injustos ataques cometidos por un alrededor que se presenta como cruel y amoral.

Al principio la película se hace algo divertida por los distintos transvases de sus aventuras del día a día, ingeniosa artimaña de Jessie Nelson. Se nota que tampoco se quiere ahondar demasiado en el aspecto humorístico, pero alguna carcajada, basicamente fruto de un inoportuno juego de palabras que el espectador encuentra risible cumple la excepción.

A partir del minuto 40 aproximadamente, por fin entra en juego un personaje efervescenete y brillante, que arrasa absolutamente con todo y cuya efusiva y enérgica esencia lo abarca absolutamente todo, un bello astro en pleno momento de esplendor se cuela en la película. Rita Harrison, cuya elegante grosería que desemboca en una frialdad insultante hacia Sam se convierte en dedicación al recibir por parte de sus compañeras llamadas de atención a su mezquina ambición, lo único que parece existir en la vida de la doctora. Deicación y una implicación mucho más lejana que se pueda suponer de una relación abogado-cliente profesional. La siempre atareada doctora, tan maleducada, con sumo estilo y sin ningún tipo de pelos en la lengua, comportándose siempre de una manera brusca, irreverente y con una sinvergonzonería que pone los pelos de punta deja de lado su máscara de gárgola de oficina, una existencia en la que la burocracia, los papeleos y los intereses parece ser lo único que conformaban su vida para abrirse con Sam y enseñar a los espectadores su lado más emocional y humano e implicándose ciegamente en ese caso que no le acarrearía ganancia o beneficio alguno, o quizás sí, el mayor que jamás se pudiera imaginar...
¿Quién se imaginaba que su primer cliente retrasado de todos los que ha tenido sería el que

Lo que parece estar claro es que Sam no le ha ayudado menos que ella a él. Ver a la señorita Pffeifer en escena, y más con ese jugoso papel, en el que puede dar rienda suelta a sus atractivas y naturales dotes interpretativas es un espectáculo. Desde luego su deslumbrante presencia es lo mejor de la cinta, que a veces se hace algo pesada y larga. Por eso el 6, más que nada.

Crítica sin validar
¿No le estarás cogiendo cariño al chico?
22 de Junio de 2014 0 de 0 usuarios han encontrado esta crítica útil
En medio de una escenario en el que se respira el ambiente de una batalla inminente nace la entrega que para mí es la más afín de todas al libro. Sí, por extraño que parezca aquí con el broche final, Yates parece haberse aplicado las críticas recibidas (que a mí me parecen insignificantes, yo hubiera resaltado más otras cosas en mi queja) y firma una estupenda (y corta) entrega de una batalla apoteósica, que a mí, como no, se me ha hecho corta. Pero está muy bien. El humor no ha sido aplazado en ningún momento y de hecho este filme tiene sus momentos de humor insospechados, ya que supone una adicción por parte de los creadores de la película que nada tiene que ver con la obra escrita. El planteamiento de la batalla es diferente a tal como me lo había imaginado ya que es extraño. Admito que los escenarios de Hogwarts y sus alrededores están maravillosamente recreados pero a mí aún me cuesta entenderlos, pero bueno. El caso es que una horda de mortífagos está dispuesta a arrasar con el rescoldo de la comunidad mágica que se resiste a someterse y destruir así por completo el más mínimo indicio de amenaza existente. La batalla pese a hacerse corta no se puede decir que decepciona. Eso sí, una de dos, o hace falta tener mil ojos para apreciar esta maravilla pirotécnica que se nos ha montado o ver la película cien veces, por lo menos. Las bajas son constantes y dolorosas, se notan y es cómo con cada muerte Voldemort se hiciese más fuerte aunque cada vez quedara menos para poder destruirlo. Las explosiones, los rayos de colores hechos maldiciones y los destrozos denotaban un lucha empatada que pronto se decantaría por la superioridad numérica de los inmundos seguidores de Voldemort, que no obstante las circunstancias harían que esa lealtad tan incondicionada se resquebrajase como la cubierta del Titanic para dejar al despiadado líder casi sólo al frente de su merecido castigo después de un Imperio del Mal basado en el terror, en la extorsión y en el asesinato.

Harry, Ron y Hermione parecen tener menos protagonismo que nunca y su relación entre sí se hace casi inexistente ya que en medio del pavor de la batalla y del condicionante de que los dos últimos están liados, la amistad fraternal que los una desde hace 7 años (expuesta infinidad de veces mejor en la saga literaria) quede en un segundo plano. Y cuando después de valerosos lances que suponen la victoria en un duelo y una notoria ayuda a los demás miembros de la resistencia que se van encontrado a su paso, constantes lances sufridos después de desviar varias maldiciones casi mortales a las inmediaciones del colegio, de un recinto tan añorado que se destroza ante sus ojos llega por fin la pausa entre tanta destrucción, un respiro a un intenso y apasionado calvario que Sirius y James disfrutarían más que nadie, se hace un silencio abrumador, que hace que incluso el espectador pierda la noción de lo que está ocurriendo a su alrededor y perciba el estruendo que se forma en Harry, que abandona el campo de batalle en medio de un escenario de desolación y de dolor, confiante en sí mismo pero con el sosiego cabizbajo con el que un veterano goleador, curtido en mil batallas, celebra en discrección sus dianas, resistiéndose a levantar su cabeza incluso. Debía acudir. De un campo de la muerte de escondites para encontrar la muerte asegurada. Todo eso después de ver algo, una información que le proporcionó una persona muy especial de la que después hablaré. Debía morir. Y resuenan las palbras que no sé por qué le atribuyo siempre a Dubledore

¿DESDE CUANDO TE DEJAN A ENTRAR EN UN CASINO CON UNA LIBRETA APUNTANDO LOS NÚMEROS?

Lo cierto es que esperaba muchísimo de esta películas, tan altas eran mis expectativas que ni se me pasaba por la cabeza que lo que iba a presenciar un cargante tostón insulso y desprovisto de desequilibrante alguno. Es como un soporífero partido que no se me

Crítica sin validar
Muy extraña. El final es demasiado raro... Pero buena.
17 de Julio de 2014 0 de 0 usuarios han encontrado esta crítica útil
El arranque está bien, está contado con intensidad y se nos presenta a los personajes de una manera rápida a base de diálogos y decisiones que van cimentando el desarrollo del argumento que muestran a las claras las preocupaciones y la forma de ser cada uno. Por lo que no hay lugar para el aburrimiento, el avance no es lento, ya que sigue un ritmo propio de una historia interesante, con un matiz de angustia, que se perfila además como constante, una zozobrante cuenta atrás que preludia que algo que no es nada bueno está a punto de suceder. En algunos momentos da verdadero miedo.

Las actuaciones son espléndidas, yo destaco a Eduardo Noriega y a Penélope Cruz y aplaudo la dirección ya que introduce al espectador dentro de la historia mediante una manera extraña, sin duda esta película utiliza unos recursos poco vistos anteriormente. La rareza del filme sin embargo es uno de sus mayores alicientes ya que enseguida conforma un estilo que es único, propio de la película y practicamente inusitado, algo nunca visto. La atmósfera es a ratos un tanto tórrida y miesteriosa lo que desconcierta aún más al espectador y, paralelamente el interrogatorio a Cesar no avanza a ninguna parte, hacho que que exalta más todavía al espectador.

Tras confirmarse el amigo Cesar como un mujeriego en potencia incapaz de dejar un pedazo de ansiada carne suelta sin esta ser pasada por sus fauces y por sus dominios, poco después de eso sucede lo impensable, el bum!

BUM!*** Tras muchas horas de incesantes intentos Noriega se ha hecho a Cruz! !!!!!!! <<¿A que no es ese el bum que todos esperábais que pusiera?!!>> :D

Pero no no me refiero a eso ni tampoco a la así insaciable como extraña voracidad de César a hacerse un doblete en menos de 24 horas, sucumbiendo ante la persistente Nuria, que al fin parece conseguir lo que tanto ansiaba...

Me refiero a su despertar y comprobar que la única belleza que le queda es la interior, - si es que la tenía, vamos, porque visto lo visto, Cesar era un animal salvaje, una fiera que lo único que parecía tener en mente es un objetivo claro e inamovible, el de inseminar hembras. Instinto primario muy comprensible y que en estos días de refinación máxime y una remodelación radical de formas con las que se consiguen puntos, fruto del inevitable avances sociales, culturales, estéticos y tecnológicos las probabilidades que tienen de triunfar unos alcanzan unas diferencias estratosféricas respecto a las de otros organismos e individuos. Bueno, que se me va, lo que está claro es que la belleza exterior de Cesar solo tenía cabida en el circo o dentro de algunas corrientes más radicales del vanguardismo, que el tío estaba hecho un troll.

Y comprueba, dolorosamente, que el afecto de Sofía por César parece haberse esfumado tan rápido como la belleza de este último. Y ahora, y entramos, en el apartado de "Cuestiones inexplicables" con lo que paso directamente al spoiler,
spoiler
el amigo de César parece decirle exactamente lo mismo que este le decía al principio de la película. O sea, que mantenían un diálogo calcado. Luego, Cesar pierde el conocimiento en medio de la calle, en lo que el amigo se va a hacerse a Cruz, a la que ahora parece tener en el bote. Luego por la mañana le despierta Sofía y entonces resulta que hay un método para que le arreglen la cara totalmente. Se la arreglan, todo vuelve a ser como antes, pero hasta que de repente... el monstruo parece haber invadido de nuevo su cara... ¿PERO COMO ES POSIBLE ESO?

El arte de la provocación.
18 de Marzo de 2014 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
O de confundir. Porque esto es lo que creo yo que pretende este singular (o quizás no tanto) filme no en sus líneas principales, pero sí en un trasfondo, ya que es al fin y al cabo esta película es una esplendorosa oda de carácter ultraconservador, a primera vista bien disimulada, pero tan sólo se trata de mirar las cosas de una manera global, en su conjunto, de un modo lateral, sin dejarse confundir por "las maniobras de distracción". Es algo como una especie de publicidad subliminal, pero además tratada de ser envuelta en un aire de progreso, superación o "replanteamiento", como dice la sinopsis de la cinta. Todo un fantástico avance, que pretende ser enfocado desde una perspectiva engañosa, pero que se ve es que a tiro de piedra. Toda esta propaganda eclesiástica, que ojo, pretende ser disimulada como una profunda crítica, pero ya lo digo, es fijarse un poco más de cerca y echar un vistazo desde el perfil opuesto, y no desde el que te propone la película. Tampoco faltan críticas al comunismo, por parte de un personaje femenino, que además es la víctima, la pobre desamparada, la inmigrante de procedencia árabe, para darle una mayor nota de preocupación y pánico (eso te ha quedado de puta madre, Clint). Eso sí, la sutilidad en el culo, por lo menos yo es que lo he cazado al vuelo. Así como otras continuas estampas de talante conservador que no hacen más que sucederse en la película (la bandera americana, la furia y la figura del hombre estadounidense, que es algo ejemplar y maravilloso, y se puede identificar con la ley, término muy propenso y recurrente en el trendig del vocabulario del hombre reaccionario, aunque con denominaciones acostumbradas a presentar varios giros de tuerca, muy de gusto también de esos individuos. Muy engañosa, pretende hacernos mostrar una historia acerca de un cambio radical (que repito, no es así) en un entorno favorable, pero a la vez hostil. Me explico:

- Si el hombre blanco maravilloso, en cualquier caso tiene ganas de mostrarse amable, y de ser tu amigo, de encontrarte trabajo o de prestarte las herramientas, así como todo tipo de ayudas, a alguien como tú, que eres un pobre integrante de una familia achinada sin recursos del excelentísimo señor Kowalski, el aclamado veterano de guerra y sin demasiadas expectativas de futuro, estás de suerte, porque al señor le ha apetecido hacerlo. Por lo tanto hay que consagrarlo. Pero si se levanta de mal pie y le entra en gana de llamarte rollito de primavera y a tratarte no solo mal sino que además no respetarte, pues te jodes y te dan por culo, ya que es su barrio. La voluntad, el poder, y tu vida (al fin y al cabo) están condicionados por su persona, porque quieras o no mucho depende de él, ya que es el hombre americano. Pero todo hay que decirlo, este filme está considerado por muchos como una obra cumbre, y una excelente película, con un contenido adecuado y de carácter potente. Algo más que provevchoso. Y es así, si no se mira en los adentros del filme y se queda uno sólo con la parte superficial, este filme aparte de resultar como un ejercicio ameno y lucrativo, puede servir además como un manual didáctico y sumamente entretenido. Esto se debe en su integridad al indudable talento del director e intérprete, capaz de converger lo opuesto y hacer que ignore las supuestas pretensiones e ideas que pretende y esconde esta película para darle un nada despreciable "Notable", que sin duda alguna se lo merece. Es agradable ver a este hombre en su particular "transformación", como mínimo un ejemplo peculiar y complicado de repetir que aparte de perfilarse innovador (pese a lo común de la historia; no es un argumento especialmente inusual) se confirma como una película genial, dura y con carácter. Lo que se dice una marca de identidad propia y objeto de aplauso. Clint muestra su carácter y sus ideales tal como es, sin aparentar ni esconder nada, es así, un tipo con un carácter de hierro que consigue lo que se propone y vive vinculado a sus ideales como a sus hábitos, valores y actitudes, que en esta película supone todo un auténtico espectáculo de presenciar. La propaganda referida antes no es tan directa, las cosas como son y el "avance, el cambio en la mentalidad" se puede catar si tú mismo no vuelves tu paladar demasiado exigente. Me ha gustado la película. Es un ejemplo de cómo se puede hacer cine de verdad, con mayúsculas. Vale que el hombre se molesta en exaltar esos propios ideales y actitudes suyos, hasta el nivel de autoensalzarse, su fortaleza, sus reacciones, el que no es un anciano al que se le vaya a meter a un asilo, y que tiene fuerza para ocuparse él solito de su jardín, al igual de que tiene el privilegio de contar con unos amigotes de la hostia, nada se le escapa al metódico hombre, pero le ha quedado muy bien, hay que reconocerlo, y como ya digo no tiene ningún desperdicio presenciar su gesto hosco, su mal carácter, sus rifirafes, acompañados de refunfuños, gruñidos y posturas (actitudes) varias en un escenario innovador que al que le tenemos acostumbrado ver. Lo has conseguido. Felicidades Clint!
spoiler
Por último cabe añadir el matiz de que es una película provocadora, que busca un poco la excentridad y el impacto, otra característica positiva a tener en cuenta, hay que ver lo mucho que se puede hacer con tan poco, - se ve que la película no cuenta con demasiado presupuesto, -. Qué arte! Aunque ese final no es la salida más adecuada y racional, pero sí se puede considerar como la más correcta, que nos vuelve a llevar a lo que con tanto ahínco destaco en el principio, en el carácter conservador sumergido que esconde el filme. Siempre cumpliendo la ley, haberse presentado con armas sería ilegal y entonces los matones no serían detenidos y no se haría justicia. Pero otra vez, bravo, Clint, has conseguido lo que te has propuesto con creces.
Me_Creo_Rambo

se te va la puta pinza. Anda largo de aquí vamos. Sí, lárgate antes de que te patee ese culo blanco y arrugado.

Tu valoración: Regular
A ver quién es el guapo que me explica esto...
3 de Abril de 2014 0 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los mandamases de este tinglado me obligan a escribir en la zona spoiler...
spoiler
Por qué pollas el pive no se va con la piva al final de la película cuando está claro que los dos quieren estar juntos. Y por qué no se carga al soplapollas ese antes de que este tenga la posibilidad de herirle o matarle. Joder, es que es anteponerse a las circunstancias, pura lógica. ¿Estupidez o "principios"? Más bien lo segundo, a Gosling en ningún momento se nos lo ha presentado como a un estúpido. Por qué, señor Nicolas Winding Refn, estaba usted a punto de conseguir el aprobado. No, es que encima de que sobrevive, se pone a dar vueltas con el coche, no se va con la piva y encima se deja la pasta al lado del muerto. ¿De qué va a vivir ahora? Llamadme cerrado de mente, pero es que yo tengo una disposición muy logística de las cosas. a+a=2a y no pienso que pueda ser b...

Si es que el final estaba cantado y así me hubiera gustado que sucediera, sería lo más normal, y no por ello malo. Aún así me ha gustado, es una película que se mueve en torno a una línea situada entre lo pasable y lo correcto, pero cuyo final baja hasta un -20, para que me entendais. No, no exagero. No obstante me he quedado contento y pensativo, ha sido un entretenimiento lucrativo y productivo. Una película extraña, no me la esperaba tan noña (lo es un poquillo), es diferente a lo que por lo menos estoy acostumbrado a ver. Se presentan algunos cambios bruscos en la personalidad de Drive, para mi gusto no del todo explotados y no demasiado bien llevados. He hecho bien en poner la alarma del móvil a las 22.20 e interrumpir mi plácido y sudoroso sueño para presenciar esta película.

A ver si poneis las putas peliculas que tienen que haber.
Por: moore
El: Martes 15 de Julio 2014 18:01
Un franco, 14 pesetas (2006) [España]
Buena
Carlos Iglesias
Tu valoración: Excelente
Crítica sin validar
-No sé como no se te cae la cara de vergüenza. - Es que nunca había visto de tanto.
15 de Julio de 2014
de usuarios han encontrado esta crítica útil
Es una película que no será recordada ni por tener un arranque de vértigo ni tener un desenlace monumental, así como tampoco por poseer una dirección que base su virtud en unos planos modernos y novedosos. Sin embargo lo que llama la atención y lo que cala hasta lo más profundo del corazón y del sentido común es la descomunal crítica que se realiza al costumbrismo y a las maneras, que si por algunos lugares se juzgara cualquiera diría que han pasado cincuenta años. Y es que por desgracia este país, o una gran parte de él sigue sumida en un profundo pozo de cavernosidad y retrogradía más acentuada hasta palpar unos límites bizarros y que invitan al desprecio y a la vergüenza ajena. No hay más que ver como se comportaban los dos amigos al llegar a Suiza, ¡qué manera más brusca y desagradable de tratar a todo el mundo!, creyendo todo aquel el que hable una lengua extranjera y posea unos hábitos bien diferentes a los tuyos sea un enemigo. Espeical mención merece la escena del paisaje nudista, ¡menuda mentalidad! Y resulta que los malos y los imbéciles son los extranjeros que nos tratan mal y nosotros, los de aquí somos los mejores y los más hospitalarios.

Hospitalidad que puede resultar entrañable como ese "Ya sabes que aquí nunca te faltará un plato de lentejas." del padre del personaje de Carlos Iglesias, que serían además las últimas palabras que le diría este a su hijo. Es algo extraordinario, humano, pero todo dentro de sus posibilidades, que son bien pocas y limitadas. Y es que la calve del límite, de la descomunal diferencia está en nuestra propia de forma de ser y de comportarnos. Nos mimetizamos con el entorno, claro está, pero no hay duda de que estamos pagando las elecciones de nuestros antepasados en empeñarnos a ser unos seres cerrados, reacios a cualquier innovación y a mascullar entre dientes fruto de unos prejuicios absurdos como despreciables y de una pauta fija de comportarnos a la que nos agarramos como a clavo ardiente, empeñándonos en que es la única solución y por tanto la más válida y adecuada, cuando nada lejos de eso. Carlos Iglesias ilustra de una manera perfecta las desavenencias culturales y sociales entre un pueblo y otro mediante una sucesión de ácidos detalles que se plasman en la pantalla y de los cuáles cada uno resulta ser más hiriente que el anterior. Brillante narrativa que bien podría ser empleada como una estupenda crónica didáctica, de obligado visionado absolutamente para todos.
spoiler
Porque el extranjero, opción que se perfila como algo impensable y horrible a los primeros compases de la película ha supuesto una experiencia maravillosa debido en gran parte a la forzada transformación de esas personas que han vivido unas vivencias inimaginables que jamás podrían haber experimentado en la España de los sesenta. Y esa permutación ha sido posible en gran parte gracias a la hospitalidad y la amabilidad de los locales. Y para que luego se digan ciertas cosas. Bien que el personaje de Carlos Iglesias se le veía muy entusiasmado al volver. Fijaros en el chico. Qué claro resulta. Nada más lejos de su forzada resistencia a un lugar que creía que es la cárcel para luego acabar dándose cuenta de que era privilegiado por estar ahí

Crítica sin validar
I like Nicolas Cage.
21 de Julio de 2014 0 de 0 usuarios han encontrado esta crítica útil
Yes, I'am really like him. Sus películas siempre cuentan con la dosis de entretenimiento precisa y me gusta verle en escena, en ocasiones transmite la tensión necesaria y en otras (como esta) lleva su personaje de una forma muy amena. Sabe dotar a sus personajes de una simpatía que se perfila como elemental, innata, nada significativo en lo que haya que reparar pero sin embargo a mí eso me agrada. Sobre todo a su cincuentena de años su rostro lejos de sembrar desconfianza sugiere todo lo contrario, que adquieras agrado por los roles que interprete. Es algo que yo considero muy importante

Buena pero le falta algo...

Nada más empezar el filme ya se aprecia un ritmo apresurado, un montante frenético que trata de dar esencia y culminar a una idea original. Con agrado compruebo que la agradable voz del doblador al castellano de Donald Sutherland es el mismo tenor que el que dobla a muchos de mis personajes favoritos en distintas películas... Un detalle que aprecio con agrado y siento como una evolutiva sensación de placer va creciendo en mí al escuchar esa distendida sucesión de sonidos que conforman una sinfonía celestial para mis oídos.

Los problemas que sufren los tres personajes se van presentando al espectador en medio de bruscas situaciones que logran ser cómicas pero mantienen la constante de que hay algo entre todos esos excesos que te chirría, que no te termina de maravillar. Es como una especie de exageración forzada o de estupidez exorbitante que te satura y te descoloca para justo después hacerte (son)reír con uno de los vistosos gags, agradables para el oído. La clave del éxito de esta comedia es la estupidez profunda de sus personajes, - de algunos más que de otros, - todo ello acompañado de situaciones graciosas, de lenguaje zafio y grotesco, de una rápida e intermitente sucesión de chistes que no dejan lugar al respiro. La estupidez provoca la carcajada, una carcajada que es asegurada. La comedia está secundada maravillosamente por un Jamie Foxx muy natural y muy creíble, la naturalidad y la sencillez con la que ha abordado su personaje transfiere su fruto a la pantalla en forma de una extraordinaria aportación, demostrando que es un cómico cojonudo, por una Jennifer Aniston que está irreconocible, pero a la que se agradece mucho que se desquite de esa eterna estampa que la relaciona con Friends y con todas esas estúpidas comedias románticas. Kevin Spacey es soberbio y es genial eso ya lo sabemos todos, por lo que decir que su rol, su habla, su manera de actuar me han hecho mucha gracia y me han maravillado enormemente, que he disfrutado mucho sería caer demasiado en la redundancia pero si no lo hago no me quedo contento. Por último, en lo que a reparto se refiere, hay que destacar también a una efervescente y graciosa, a la par que bellísima Julie Bowen, cuya repentina aparición ha supuesto una gran y grata sorpresa para mí, haciendo un breve pero sugerente rol de esposa del tiránico Spacey que lejos de otorgarle un grato polvo por el cumpleaños de este se lo da al más baboso de los amigos

Crítica sin validar
A Snooker film.
29 de Julio de 2014 de usuarios han encontrado esta crítica útil
El comienzo es francamente genial, una frenética y atropellada presentación de lo que el maestro entiende por sentido común, que es la rápida sucesión de diálogos desconcertantes que nos sitúa en la acción y presenta de una manera clara el entorno a base de una constante siempre presente en sus mejores películas, ingenio, rapidez y chispa que se hacen palabras metidas en la boca de los personajes. El teorema de la lógica más aplastante. Todo el que aparece en escena es un auténtico seguro que te garantiza el interés y despierta en cero coma tu atención al resaltar a los personajes más sueltos y desvergonzados y repito con un habla que te descoloca, al sorprenderte gratamente. Un ingrediente siempre presente en el mejor de su cine. Aquí huele a peliculón. La fórmula de Scorsese parece que va a marchar.

Paul Newman está inmenso en todo momento, su actitud y su forma de ver las cosas, su estilo, su presencia en escena, su carisma basta para acaparar todo el escenario. Es así a lo largo de todo el filme (largo), eso no cambia. Siempre quieres que sea el mejor. Es un personaje al que tienes mucha simpatía. Y con decir que este es uno de los mejores roles de Tom Cruise, por no decir el mejor de un actor al que no trago demasiado, creo no dejar nada a la voluntad de la incertidumbre.

Pasemos a hablar del argumento. La película va única y exclusivamente acerca del billar, lo que muestra aquí una vez más la especie de obsesión (o dicho más suavemente pasión o entrega) que tiene Scorsese por el juego y por las cosas, cuando coge un tema está todo el rato con él, lo soba con elegancia y efectúa malabarismos exquisitos girándolo sobre sí, retorciendolo a más no poder hasta pulir y alcanzar una figura lo mejor que consigue. Pero no siempre logra entregar una obra maestra, insuperable. Pero los intentos se aprecian, vale la pena observarlos.