FIC~Ricarjulista~ *A tu lado* ((Capitulo 20))
#0
29/04/2013 09:58
Aquí estoy de nuevo con otro fic Ricarjulista. Este empezará en la segunda temporada, no pretendo que sea igual que en la serie aunque habrá alguna semejanza.
Nose si podré actualizar tan a menudo como hacia con el otro fic, pero lo intentaré!!!
Espero que os guste y ya sabéis que estoy abierta a sugerencias, si queréis que algo ocurra en el fic decírmelo e intentaré meterlo ;)
Un besazo!!!
Nose si podré actualizar tan a menudo como hacia con el otro fic, pero lo intentaré!!!
Espero que os guste y ya sabéis que estoy abierta a sugerencias, si queréis que algo ocurra en el fic decírmelo e intentaré meterlo ;)
Un besazo!!!
#21
24/06/2013 09:57
CAPITULO 9 parte 2
Tomándola en brazos fueron hasta la bodega, Ricardo la dejó sobre la cama. Se miraron a los ojos unos segundos mientras terminaban de quitarse la ropa interior que les quedaba.
Julia acarició sus brazos y su pecho, besándolo luego en los labios. Se estaban arriesgando demasiado y ambos lo sabían, aquello que estaban haciendo no era lo correcto. La doctora desechó aquel pensamiento cuando el pecho del capitán rozo los suyos haciendo que su piel se erizara una vez más.
Ricardo: Quiero hacerte mía, Julia….quiero que grites en mis brazos…-Su boca recorrió su oído y luego la parte de atrás del cuello.
Tomándolo por la nuca la doctora atrajo sus labios a los suyos una vez más, tratando de saborear cada exquisito beso que los labios de Ricardo le brindaban. Los cuerpos de ambos estaban empezando a pedir cada vez más. Como muestra de eso la cadera de la mujer se acercó a la de él notando enseguida la creciente excitación del capitán.
Él seguía besando el cuello de Julia, la cual se aferró a su cuello invitándolo sin palabras, las palabras no fueron necesarias en ese momento, Ricardo abrió aún más las piernas de la doctora colocándolas alrededor de su cintura y entrando al fin en su interior. La garganta de Julia lanzó un grito, su cuerpo se arqueaba una y otra vez contra las sabanas mientras las manos de él la tomaban por las nalgas haciendo que lo sintiera cada vez más dentro, cada vez mejor.
Sus labios se besaban sin parar. Pero cuando el placer se hizo casi insoportable Ricardo metió su cara en el cuello de la doctora entrando y saliendo de su interior. Esta se agarró fuerte a su espalda pidiéndole más y más, no quería que parara, no quería que hiciera nada más que moverse de aquella forma. De sus gargantas solo salían gritos y jadeos cuando los primeros espasmos recorrieron sus cuerpos.
Estaban casi flotando por el aire, su mente y su cuerpo no procesaban nada de lo que acababa de pasar, solo podían sentir el placer en cada parte de sus cuerpos. Ricardo se quitó de encima de la doctora haciéndose a un lado, y doliéndose de sus quemaduras.
Julia: ¿te duele?-le miró preocupada, este negó con la cabeza.
Ricardo: me hubiese gustado que nuestra primera vez hubiese sido diferente…más romántica quizás.-Julia le calló con un beso.
Julia: ha sido perfecta. Siempre será perfecto mientras estemos tú y yo…
Ricardo: Julia, yo…bueno no me he atrevido a decírtelo antes, pero quiero que sepas que…-la doctora que sabía perfectamente lo que Ricardo quería decirle, le cortó.
Julia: Ricardo mira qué hora es…deberíamos volver.-el capitán la miró sorprendido, asintió y ambos se levantaron.
¿Por qué ella no le había dejado decirle que la quería? Estaba seguro que sabía que iba a decirlo y por eso salió huyendo. Pero no se daría por vencido.
El capitán estuvo unos días más en la enfermería, mientras se curaba de sus quemaduras. Eso les hacia bien a los dos, pues pasaban casi todo el día juntos sin necesidad de que Philipe sospechase nada, de hecho, cuando el francés estaba delante se trataban fríamente, Ricardo actuaba como si quisiera irse lejos, lo más lejos posible de aquella enfermería y de aquella doctora.
Pero como dice el dicho “todo lo bueno se acaba”, y esto no iba a ser menos. Ricardo estaba mucho mejor y debía irse a su camarote, la doctora le dio el alta ante la atenta mirada de Philipe, quien salió de la enfermería con una sonrisa burlona. El capitán se puso unos pantalones que su hija le había llevado y salió de la enfermería.
Ricardo: te voy a echar de menos…-susurró a la doctora, pasando cerca de ella al salir. Esta sonrió y sin más le dejó marchar.
Tenía claro que los días en aquella enfermería sin Ricardo no serían lo mismo, ni igual de divertidos, pensó recordando cada noche que ella había acudido curarle y habían acabado haciendo el amor como locos.
Tomándola en brazos fueron hasta la bodega, Ricardo la dejó sobre la cama. Se miraron a los ojos unos segundos mientras terminaban de quitarse la ropa interior que les quedaba.
Julia acarició sus brazos y su pecho, besándolo luego en los labios. Se estaban arriesgando demasiado y ambos lo sabían, aquello que estaban haciendo no era lo correcto. La doctora desechó aquel pensamiento cuando el pecho del capitán rozo los suyos haciendo que su piel se erizara una vez más.
Ricardo: Quiero hacerte mía, Julia….quiero que grites en mis brazos…-Su boca recorrió su oído y luego la parte de atrás del cuello.
Tomándolo por la nuca la doctora atrajo sus labios a los suyos una vez más, tratando de saborear cada exquisito beso que los labios de Ricardo le brindaban. Los cuerpos de ambos estaban empezando a pedir cada vez más. Como muestra de eso la cadera de la mujer se acercó a la de él notando enseguida la creciente excitación del capitán.
Él seguía besando el cuello de Julia, la cual se aferró a su cuello invitándolo sin palabras, las palabras no fueron necesarias en ese momento, Ricardo abrió aún más las piernas de la doctora colocándolas alrededor de su cintura y entrando al fin en su interior. La garganta de Julia lanzó un grito, su cuerpo se arqueaba una y otra vez contra las sabanas mientras las manos de él la tomaban por las nalgas haciendo que lo sintiera cada vez más dentro, cada vez mejor.
Sus labios se besaban sin parar. Pero cuando el placer se hizo casi insoportable Ricardo metió su cara en el cuello de la doctora entrando y saliendo de su interior. Esta se agarró fuerte a su espalda pidiéndole más y más, no quería que parara, no quería que hiciera nada más que moverse de aquella forma. De sus gargantas solo salían gritos y jadeos cuando los primeros espasmos recorrieron sus cuerpos.
Estaban casi flotando por el aire, su mente y su cuerpo no procesaban nada de lo que acababa de pasar, solo podían sentir el placer en cada parte de sus cuerpos. Ricardo se quitó de encima de la doctora haciéndose a un lado, y doliéndose de sus quemaduras.
Julia: ¿te duele?-le miró preocupada, este negó con la cabeza.
Ricardo: me hubiese gustado que nuestra primera vez hubiese sido diferente…más romántica quizás.-Julia le calló con un beso.
Julia: ha sido perfecta. Siempre será perfecto mientras estemos tú y yo…
Ricardo: Julia, yo…bueno no me he atrevido a decírtelo antes, pero quiero que sepas que…-la doctora que sabía perfectamente lo que Ricardo quería decirle, le cortó.
Julia: Ricardo mira qué hora es…deberíamos volver.-el capitán la miró sorprendido, asintió y ambos se levantaron.
¿Por qué ella no le había dejado decirle que la quería? Estaba seguro que sabía que iba a decirlo y por eso salió huyendo. Pero no se daría por vencido.
El capitán estuvo unos días más en la enfermería, mientras se curaba de sus quemaduras. Eso les hacia bien a los dos, pues pasaban casi todo el día juntos sin necesidad de que Philipe sospechase nada, de hecho, cuando el francés estaba delante se trataban fríamente, Ricardo actuaba como si quisiera irse lejos, lo más lejos posible de aquella enfermería y de aquella doctora.
Pero como dice el dicho “todo lo bueno se acaba”, y esto no iba a ser menos. Ricardo estaba mucho mejor y debía irse a su camarote, la doctora le dio el alta ante la atenta mirada de Philipe, quien salió de la enfermería con una sonrisa burlona. El capitán se puso unos pantalones que su hija le había llevado y salió de la enfermería.
Ricardo: te voy a echar de menos…-susurró a la doctora, pasando cerca de ella al salir. Esta sonrió y sin más le dejó marchar.
Tenía claro que los días en aquella enfermería sin Ricardo no serían lo mismo, ni igual de divertidos, pensó recordando cada noche que ella había acudido curarle y habían acabado haciendo el amor como locos.
#22
25/06/2013 22:48
POR DIOS, ESCRIBEEEEEEE, ERES MI UNICA SALVACION/DIVERSION DE VERANO AISLADA SIN AMIGOS, POR FAVOR, NECESITO MAS, ES PEOR QUE LA DROGA, ESTO ENGANCHA MAS.
Ademas escribes muy muy bien y te leo desde el principio, desde el otro fic, pero me daba corte decir algo, pues eso que escribas pronto y que amo como escribes, un besi.
Ademas escribes muy muy bien y te leo desde el principio, desde el otro fic, pero me daba corte decir algo, pues eso que escribas pronto y que amo como escribes, un besi.
#23
27/06/2013 11:14
Bueno Maria si me lo pides así yo te pongo un capitulo nuevo jajaja, gracias por animarte a comentar ;)
Os dejo el capitulo 10, tengo bastantes escritos asique supongo que el lunes o el martes tendréis otro por aqui!
CAPITULO 10
Tres días. Setenta y dos malditas horas llevaba sin ver su sonrisa. Cuando murió su mujer pensó que jamás podría echar tanto de menos a alguien, pero no ver a Julia le estaba matando por dentro.
Estaba todo el día enfadado, contestaba mal a la gente que había alrededor e incluso abroncaba a Valeria más de la cuenta. Cada día había pasado por la puerta de aquel camarote, no escuchaba nada o simplemente escuchaba a Philipe hablar y Julia contestarle con monosílabos.
Y cuando la puerta se abría, creando una esperanza para él, siempre los veía salir a los dos juntos. Veía la cara triste de Julia y él no podía acercarse, abrazarla, besarla…no podía.
Era de noche, estaba dormida cuando escuchó el sonido de un teléfono, tras esto oyó a Philipe hablar en el baño. Cuando salió le vio vestirse y le preguntó.
Julia: ¿pasa algo?
Philipe: no creo que te interese, pero para matar tu curiosidad te diré que…creo que el jefe quiere comenzar con la fase dos, ya sabes lo que significa eso.-Julia asintió.- debo irme, volveré mañana, dile a tu amiga la cocinera que me prepare algo rico para comer.-dijo burlón.
Cuando se marchó, Julia salió de su camarote, fue a cubierta y estuvo paseando un buen rato, la fase dos…por fin la fase dos. Llamó a Ricardo por el walkie, se moría de ganas de verlo, pero este no le contestó. Julia supuso que estaba durmiendo asique decidió no molestarle y volver a su camarote.
Pasaba por los baños cuando una mano la cogió del brazo mientras otra le tapó la boca para acallar el gritó que estuvo a punto de soltar.
Ricardo: no grites, soy yo.-murmuró en el oído de la doctora. Esta se relajó, se dio la vuelta y lo besó.
Julia: ¡¡dios!! No sabes las ganas que tenía de estar contigo…
Ricardo: ¿Philipe se fue?-la doctora asintió.
Julia lo tomó de la mano y caminaron casi temblando hacia las duchas. Ricardo cerró la puerta a su espalda y Julia se abalanzó sobre él besándolo con deseo, en los labios, en el cuello, le daba mordisquitos en el lóbulo de la oreja, mientras intentaba quitarle la camisa rompiendo los botones. Cuando Ricardo pudo reaccionar se cambió de lugar con ella y la aprisionó en la pared sin dejar de besarla.
Ricardo: Joder Julia… -Ella no lo dejó hablar.
Metió sus manos entre el pelo del capitán mordiéndole los labios, este la tomó por las nalgas apretando su cadera con la de ella. Todo aquello era una completa locura pero le daba igual. Las manos de Ricardo la estaban llevando al cielo y era lo único que le importaba. Empezó a tantear en los pantalones de él, el botón y la cremallera, pero estaba temblando tanto que no podía quitarlo, él la ayudó bajándolos sin problema. Luego volvió a tomarla de las nalgas, esta vez abriéndole las piernas y colocándose entre ellas. Julia gimió cuando su capitán bajó el tirante de su camisón y metió uno de sus pechos en su boca.
Julia: No sabes las veces que he imaginado que esto pasaba de nuevo.-Dijo ella en medio de los jadeos y los gemidos de ambos.
Le quitó las bragas con dedos impacientes. Tomó las manos de Julia con las suyas y las colocó a cada lado de la cabeza de ella empujando una y otra vez. Ricardo la volvió a besar, acallando los gritos que salían de sus gargantas, con su lengua que se movía al mismo ritmo que sus caderas.
Julia: no tan rápido.-La escuchó susurrar.
Pero no podía, no podía hacerlo más lento. Intentó hacer sus movimientos más suaves y la escuchó gritar de nuevo. La doctora se soltó de sus manos y se aferró a su espalda clavando las uñas. Él empezó a acariciarle las piernas sintiendo como el placer estaba a punto de explotar en su máximo punto. Ricardo la besaba por todas partes sin dejar de mover las caderas. La vio arquearse entre la pared y su cuerpo y escuchó ese sonido que noches atrás había escuchado tantas veces de la garganta de Julia. Él no fue capaz de emitir ningún tipo de sonido, simplemente cerró los ojos dejándose llevar por el olor de ella y el sudor que compartían.
Sus cuerpos ardían. Julia respiraba en su cuello y él simplemente no quería soltarla.
Ricardo: te quiero…-dijo aún con la respiración agitada.
Julia: ¿qué has dicho?-dijo saliendo del refugio que le proporcionaba el cuello de Ricardo.
Ricardo: que te quiero, te amo Julia ¿no lo ves?- Julia se bajó de sus brazos.
Julia: ¿puedo dormir contigo hoy?-Ricardo la miró decepcionado, no con ella sino consigo mismo ¿cómo había podido pensar que una mujer como ella se fijaría en alguien como él?
Ricardo: claro, vamos a la cama anda.
Se revolvió en la cama, intentó abrazarla, en vano. No estaba, notó que le faltaba su calor, su pequeño cuerpo abrazándose a él como se abraza un naufrago a su salvavidas. Miró el reloj, era demasiado pronto, ni siquiera había amanecido aún. Salió a buscarla…
Estaba en cubierta, apoyada en una de las barandillas del barco mirando al horizonte, unos tímidos rayos de sol comenzaban a aparecer. Oyó unos pasos, notó como alguien se abrazaba a ella por detrás y la besaba en la cabeza. Era él, no podía ser otra persona, solo Ricardo provocaba esas sensaciones en ella con tan solo un abrazo, un beso…una lágrima recorrió su mejilla.
Ricardo: ¿Qué pasa?-preguntó casi en un susurro.
Julia: que yo también te amo…-Ricardo sonrió, definitivamente esto era un sueño, aun no se había levantado de la cama y estaba soñando con ella, otra vez, como cada noche desde que la conoció.
Ricardo: ¿y por eso lloras? ¿tan malo es quererme?-dijo abrazándola más fuerte.
Julia: quererte es lo mejor que me ha pasado en la vida…
Se fundieron en un magnifico beso, ni el bello amanecer que se mostraba ya ante ellos consiguió que se separasen. Como tampoco lo conseguiría Philipe. Ricardo lo tenía claro, él la amaba y ella a él también, y eso le daba fuerzas para acabar con todo aquello.
Os dejo el capitulo 10, tengo bastantes escritos asique supongo que el lunes o el martes tendréis otro por aqui!
CAPITULO 10
Tres días. Setenta y dos malditas horas llevaba sin ver su sonrisa. Cuando murió su mujer pensó que jamás podría echar tanto de menos a alguien, pero no ver a Julia le estaba matando por dentro.
Estaba todo el día enfadado, contestaba mal a la gente que había alrededor e incluso abroncaba a Valeria más de la cuenta. Cada día había pasado por la puerta de aquel camarote, no escuchaba nada o simplemente escuchaba a Philipe hablar y Julia contestarle con monosílabos.
Y cuando la puerta se abría, creando una esperanza para él, siempre los veía salir a los dos juntos. Veía la cara triste de Julia y él no podía acercarse, abrazarla, besarla…no podía.
Era de noche, estaba dormida cuando escuchó el sonido de un teléfono, tras esto oyó a Philipe hablar en el baño. Cuando salió le vio vestirse y le preguntó.
Julia: ¿pasa algo?
Philipe: no creo que te interese, pero para matar tu curiosidad te diré que…creo que el jefe quiere comenzar con la fase dos, ya sabes lo que significa eso.-Julia asintió.- debo irme, volveré mañana, dile a tu amiga la cocinera que me prepare algo rico para comer.-dijo burlón.
Cuando se marchó, Julia salió de su camarote, fue a cubierta y estuvo paseando un buen rato, la fase dos…por fin la fase dos. Llamó a Ricardo por el walkie, se moría de ganas de verlo, pero este no le contestó. Julia supuso que estaba durmiendo asique decidió no molestarle y volver a su camarote.
Pasaba por los baños cuando una mano la cogió del brazo mientras otra le tapó la boca para acallar el gritó que estuvo a punto de soltar.
Ricardo: no grites, soy yo.-murmuró en el oído de la doctora. Esta se relajó, se dio la vuelta y lo besó.
Julia: ¡¡dios!! No sabes las ganas que tenía de estar contigo…
Ricardo: ¿Philipe se fue?-la doctora asintió.
Julia lo tomó de la mano y caminaron casi temblando hacia las duchas. Ricardo cerró la puerta a su espalda y Julia se abalanzó sobre él besándolo con deseo, en los labios, en el cuello, le daba mordisquitos en el lóbulo de la oreja, mientras intentaba quitarle la camisa rompiendo los botones. Cuando Ricardo pudo reaccionar se cambió de lugar con ella y la aprisionó en la pared sin dejar de besarla.
Ricardo: Joder Julia… -Ella no lo dejó hablar.
Metió sus manos entre el pelo del capitán mordiéndole los labios, este la tomó por las nalgas apretando su cadera con la de ella. Todo aquello era una completa locura pero le daba igual. Las manos de Ricardo la estaban llevando al cielo y era lo único que le importaba. Empezó a tantear en los pantalones de él, el botón y la cremallera, pero estaba temblando tanto que no podía quitarlo, él la ayudó bajándolos sin problema. Luego volvió a tomarla de las nalgas, esta vez abriéndole las piernas y colocándose entre ellas. Julia gimió cuando su capitán bajó el tirante de su camisón y metió uno de sus pechos en su boca.
Julia: No sabes las veces que he imaginado que esto pasaba de nuevo.-Dijo ella en medio de los jadeos y los gemidos de ambos.
Le quitó las bragas con dedos impacientes. Tomó las manos de Julia con las suyas y las colocó a cada lado de la cabeza de ella empujando una y otra vez. Ricardo la volvió a besar, acallando los gritos que salían de sus gargantas, con su lengua que se movía al mismo ritmo que sus caderas.
Julia: no tan rápido.-La escuchó susurrar.
Pero no podía, no podía hacerlo más lento. Intentó hacer sus movimientos más suaves y la escuchó gritar de nuevo. La doctora se soltó de sus manos y se aferró a su espalda clavando las uñas. Él empezó a acariciarle las piernas sintiendo como el placer estaba a punto de explotar en su máximo punto. Ricardo la besaba por todas partes sin dejar de mover las caderas. La vio arquearse entre la pared y su cuerpo y escuchó ese sonido que noches atrás había escuchado tantas veces de la garganta de Julia. Él no fue capaz de emitir ningún tipo de sonido, simplemente cerró los ojos dejándose llevar por el olor de ella y el sudor que compartían.
Sus cuerpos ardían. Julia respiraba en su cuello y él simplemente no quería soltarla.
Ricardo: te quiero…-dijo aún con la respiración agitada.
Julia: ¿qué has dicho?-dijo saliendo del refugio que le proporcionaba el cuello de Ricardo.
Ricardo: que te quiero, te amo Julia ¿no lo ves?- Julia se bajó de sus brazos.
Julia: ¿puedo dormir contigo hoy?-Ricardo la miró decepcionado, no con ella sino consigo mismo ¿cómo había podido pensar que una mujer como ella se fijaría en alguien como él?
Ricardo: claro, vamos a la cama anda.
Se revolvió en la cama, intentó abrazarla, en vano. No estaba, notó que le faltaba su calor, su pequeño cuerpo abrazándose a él como se abraza un naufrago a su salvavidas. Miró el reloj, era demasiado pronto, ni siquiera había amanecido aún. Salió a buscarla…
Estaba en cubierta, apoyada en una de las barandillas del barco mirando al horizonte, unos tímidos rayos de sol comenzaban a aparecer. Oyó unos pasos, notó como alguien se abrazaba a ella por detrás y la besaba en la cabeza. Era él, no podía ser otra persona, solo Ricardo provocaba esas sensaciones en ella con tan solo un abrazo, un beso…una lágrima recorrió su mejilla.
Ricardo: ¿Qué pasa?-preguntó casi en un susurro.
Julia: que yo también te amo…-Ricardo sonrió, definitivamente esto era un sueño, aun no se había levantado de la cama y estaba soñando con ella, otra vez, como cada noche desde que la conoció.
Ricardo: ¿y por eso lloras? ¿tan malo es quererme?-dijo abrazándola más fuerte.
Julia: quererte es lo mejor que me ha pasado en la vida…
Se fundieron en un magnifico beso, ni el bello amanecer que se mostraba ya ante ellos consiguió que se separasen. Como tampoco lo conseguiría Philipe. Ricardo lo tenía claro, él la amaba y ella a él también, y eso le daba fuerzas para acabar con todo aquello.
#24
29/06/2013 14:05
Me encanta!! *-*
Siento no haber comentado antes pero ni he podido, eso si, aunque no comente mucho leo todos los capitulos eh...
Siguelo pronto!!
Siento no haber comentado antes pero ni he podido, eso si, aunque no comente mucho leo todos los capitulos eh...
Siguelo pronto!!
#25
01/07/2013 12:23
CAPITULO 11
Nadie sabía lo que estaba pasando, a que se debía el hecho de que les hubiesen reunido a todos, sin excepción, en el comedor. Philipe estaba en la parte de arriba, junto a la puerta que daba a la cubierta del Estrella. En una mano llevaba una mochila y en la otra sostenía la mano de Julia.
Desde aquel lugar dio un discursito, típico del francés, les dijo que por mucho que él se fuera del barco siempre habría alguien que les vigilaría, jamás podrían librarse del Proyecto Alejandría y mucho menos de él. Habló de su repentina marcha, aclarando que volvería, pero que ahora más que nunca debía estar en el submarino, pues comenzaba la fase dos…
Lo cual dejó a todos más intrigados de lo que ya estaban…¿qué sería la fase dos? Pronto lo adivinarían.
Antes de salir les dedicó a todos una sonrisa burlona y de superioridad, movía la cabeza de un lado a otro buscando a alguien. Al capitán. Cuando lo encontró apretó más la mano de Julia, haciéndole saber que ella le pertenecía. Al ver la mirada furiosa del capitán, Philipe atrajo a Julia hacia él y la beso, esta no pudo apartarse.
El francés salió del barco triunfal, Julia buscó a Ricardo con la mirada y vio como este se perdía por las escaleras que bajaban a los pasillos de marinería. Corriendo intentó seguirle…
Julia: ¡Ricardo!- le buscó por todos lados, por todos los pasillos, hasta que le encontró en una de las bodegas. Estaba golpeando con sus puños una de las tantas cajas que allí guardaban.-¡Ricardo para!¡Por favor estate quieto!-era inútil porque este no le hacía caso, ni siquiera paraba al sentir los brazos de Julia a su alrededor.-Por favor para, me estas asustando…
Al escuchar aquello el capitán paró, estaba furioso, le dolían y le sangraban las manos de tanto golpe. Notó como Julia se apartaba de su espalda y se dio la vuelta. La miró fijamente, estaba llorando y sus ojos reflejaban miedo.
Ricardo: da igual lo que hagamos Julia, ellos…él siempre va a ganar.-dijo sin apartar la vista de la doctora.
Julia: no, eso no es verdad…yo te quiero a ti Ricardo.
Ricardo: y qué importa eso si al final quién te tiene a su lado todas las noches es él…
Julia: ey, Ricardo mírame.-cogió la cara del capitán entre sus manos y junto sus frentes.- soy tuya ¿me oyes? Solo tuya…y da igual cuantas noches duerma a su lado porque jamás se compraran a una sola noche contigo.
Ricardo: te amo tanto…-se abrazó a ella y se besaron.
Julia: vamos a curarte esas manos…-dijo separándose de él y caminando hacia la puerta.
Ricardo: ¡a la mierda las manos! –la abrazó por detrás y comenzó a darle mordisquitos en el cuello.
Sus manos recorrían el cuerpo de la doctora, esta se desequilibró y tuvo que apoyar sus manos en una de las cajas para no caerse. Nunca había visto a Ricardo así, tan apasionado. Llevó una de sus manos al cuello de este, invitándolo a que besara más y más su cuello.
El capitán llevó una de sus manos al muslo interno de la doctora y con movimientos lentos pero firmes comenzó a darle placer. Julia notaba que le temblaban las piernas, pero le encanta sentirse tan deseada por él. Se dio la vuelta, quitando la mano del capitán de donde estaba. Se agarró a su cuello y comenzó a besarle, tenían tantas ganas el uno del otro…Ricardo cogió a Julia por las piernas y la subió a la caja que antes había estado golpeando. Sin dejar de besarla llevó sus manos al botón de los short de la doctora y lo desabrochó, bajó la cremallera e introdujo la mano dentro del pantalón.
Julia bajó sus manos hasta la cintura de Ricardo y le arrebató el polo que llevaba puesto, después intentó hacer lo mismo con el cinturón y los pantalones del capitán…
Valeria: ¿qué estáis haciendo?-la pequeña apareció en la puerta de la bodega, seguida de su hermana, la cual la tapo los ojos con sus manos al ver la escena de su padre con la doctora.
Ainhoa: perdón…solo veníamos a avisaros de la fiesta que hay en el comedor, para celebrar que se ha ido Philipe, pero vamos que ya veo que celebrar estáis celebrando…nos vamos.-no podía parar de reírse, soltaba cada palabra a trompicones.
Cuando las niñas desaparecieron Julia reaccionó y metió su cabeza en el cuello de Ricardo, abrazándole avergonzada. El capitán empezó a reírse y Julia le siguió…
Ricardo: si, si…ríete. A ver quién le explica esto a Valeria…-la risa de Julia se incrementó al escuchar el comentario del capitán. Mientras cogió un pañuelo y comenzó a limpiarle las heridas.
Julia: vamos con todos…hoy tenemos toda la noche para nosotros, sin prisas.-le dijo sonriendo y le besó.
Se colocaron la ropa y subieron al comedor, todos estaban festejando la marcha de Philipe. No sabían a qué se refería el francés con la fase dos…ni tampoco a cuantos peligros más se tendrían que enfrentar. Pero esa noche todos merecían un poco de felicidad…
Nadie sabía lo que estaba pasando, a que se debía el hecho de que les hubiesen reunido a todos, sin excepción, en el comedor. Philipe estaba en la parte de arriba, junto a la puerta que daba a la cubierta del Estrella. En una mano llevaba una mochila y en la otra sostenía la mano de Julia.
Desde aquel lugar dio un discursito, típico del francés, les dijo que por mucho que él se fuera del barco siempre habría alguien que les vigilaría, jamás podrían librarse del Proyecto Alejandría y mucho menos de él. Habló de su repentina marcha, aclarando que volvería, pero que ahora más que nunca debía estar en el submarino, pues comenzaba la fase dos…
Lo cual dejó a todos más intrigados de lo que ya estaban…¿qué sería la fase dos? Pronto lo adivinarían.
Antes de salir les dedicó a todos una sonrisa burlona y de superioridad, movía la cabeza de un lado a otro buscando a alguien. Al capitán. Cuando lo encontró apretó más la mano de Julia, haciéndole saber que ella le pertenecía. Al ver la mirada furiosa del capitán, Philipe atrajo a Julia hacia él y la beso, esta no pudo apartarse.
El francés salió del barco triunfal, Julia buscó a Ricardo con la mirada y vio como este se perdía por las escaleras que bajaban a los pasillos de marinería. Corriendo intentó seguirle…
Julia: ¡Ricardo!- le buscó por todos lados, por todos los pasillos, hasta que le encontró en una de las bodegas. Estaba golpeando con sus puños una de las tantas cajas que allí guardaban.-¡Ricardo para!¡Por favor estate quieto!-era inútil porque este no le hacía caso, ni siquiera paraba al sentir los brazos de Julia a su alrededor.-Por favor para, me estas asustando…
Al escuchar aquello el capitán paró, estaba furioso, le dolían y le sangraban las manos de tanto golpe. Notó como Julia se apartaba de su espalda y se dio la vuelta. La miró fijamente, estaba llorando y sus ojos reflejaban miedo.
Ricardo: da igual lo que hagamos Julia, ellos…él siempre va a ganar.-dijo sin apartar la vista de la doctora.
Julia: no, eso no es verdad…yo te quiero a ti Ricardo.
Ricardo: y qué importa eso si al final quién te tiene a su lado todas las noches es él…
Julia: ey, Ricardo mírame.-cogió la cara del capitán entre sus manos y junto sus frentes.- soy tuya ¿me oyes? Solo tuya…y da igual cuantas noches duerma a su lado porque jamás se compraran a una sola noche contigo.
Ricardo: te amo tanto…-se abrazó a ella y se besaron.
Julia: vamos a curarte esas manos…-dijo separándose de él y caminando hacia la puerta.
Ricardo: ¡a la mierda las manos! –la abrazó por detrás y comenzó a darle mordisquitos en el cuello.
Sus manos recorrían el cuerpo de la doctora, esta se desequilibró y tuvo que apoyar sus manos en una de las cajas para no caerse. Nunca había visto a Ricardo así, tan apasionado. Llevó una de sus manos al cuello de este, invitándolo a que besara más y más su cuello.
El capitán llevó una de sus manos al muslo interno de la doctora y con movimientos lentos pero firmes comenzó a darle placer. Julia notaba que le temblaban las piernas, pero le encanta sentirse tan deseada por él. Se dio la vuelta, quitando la mano del capitán de donde estaba. Se agarró a su cuello y comenzó a besarle, tenían tantas ganas el uno del otro…Ricardo cogió a Julia por las piernas y la subió a la caja que antes había estado golpeando. Sin dejar de besarla llevó sus manos al botón de los short de la doctora y lo desabrochó, bajó la cremallera e introdujo la mano dentro del pantalón.
Julia bajó sus manos hasta la cintura de Ricardo y le arrebató el polo que llevaba puesto, después intentó hacer lo mismo con el cinturón y los pantalones del capitán…
Valeria: ¿qué estáis haciendo?-la pequeña apareció en la puerta de la bodega, seguida de su hermana, la cual la tapo los ojos con sus manos al ver la escena de su padre con la doctora.
Ainhoa: perdón…solo veníamos a avisaros de la fiesta que hay en el comedor, para celebrar que se ha ido Philipe, pero vamos que ya veo que celebrar estáis celebrando…nos vamos.-no podía parar de reírse, soltaba cada palabra a trompicones.
Cuando las niñas desaparecieron Julia reaccionó y metió su cabeza en el cuello de Ricardo, abrazándole avergonzada. El capitán empezó a reírse y Julia le siguió…
Ricardo: si, si…ríete. A ver quién le explica esto a Valeria…-la risa de Julia se incrementó al escuchar el comentario del capitán. Mientras cogió un pañuelo y comenzó a limpiarle las heridas.
Julia: vamos con todos…hoy tenemos toda la noche para nosotros, sin prisas.-le dijo sonriendo y le besó.
Se colocaron la ropa y subieron al comedor, todos estaban festejando la marcha de Philipe. No sabían a qué se refería el francés con la fase dos…ni tampoco a cuantos peligros más se tendrían que enfrentar. Pero esa noche todos merecían un poco de felicidad…
#26
02/07/2013 08:20
Jajajajajajaja Dios como me he reido con lo de Ainhoa y Valeria por favor.
Me ha encantado como siempre, y me encanta que esten tan fogosos los dos e.e
Sigue pronto que me dejas con la intriga de la fase dos!!
Me ha encantado como siempre, y me encanta que esten tan fogosos los dos e.e
Sigue pronto que me dejas con la intriga de la fase dos!!
#27
05/07/2013 10:36
CAPITULO 12
Una semana hacia ya que Philipe había dejado el barco, se respiraba tranquilidad, felicidad, buen rollo…El barco había cambiado, bueno sus tripulantes habían cambiado. Dejaron atrás los malos momentos y se centraron en vivir el presente, sin pensar en qué les depararía el futuro.
Esa noche le había tocado guardia a Ulises, Ainhoa estaba con él, así se le haría más corta la guardia. Estaban en el puente de mandos, Ainhoa sentada junto al timón y Ulises haciéndole carantoñas.
Un sonido que el radar emitía les sacó de su tonteo. El aparato decía que había algo justo delante de ellos que les cortaba el paso, pero Ulises no veía nada. Ordenó dar la luz de máximo alcance y entonces vio de qué se trataba. Un barco. Era una goleta exactamente igual al Estrella Polar. Pero parecía abandonada…
Ainhoa bajó rápidamente a buscar al capitán, a los pocos minutos Ricardo, seguido de Julia y Ainhoa entraba en el puente de mando.
Ricardo: Ulises ¿qué pasa?-este le cedió los prismáticos y el capitán observó el barco a través de ellos.- dios mío…no puede ser, ¿de dónde ha salido ese barco?
Julia: es la fase dos…ya ha empezado.-dijo con la mirada perdida.
Ainhoa: ¿Qué significa eso?-todos miraron a Julia buscando respuestas.
Julia: la fase dos del proyecto consistía en juntar todos los barcos e ir todos juntos a tierra, si ese barco está ahí no es por casualidad…
Ricardo: ¿Qué quieres decir con eso? ¿Crees que pueden ser ellos otra vez?-Julia asintió.
Ulises: pero ese barco está abandonado…no creo que haya nadie.
Ricardo: vamos a comprobarlo, Ulises coge los arpones, iremos tú y yo en la zodiac.
Julia: ¿por qué no lo dejáis para cuando amanezca? Es peligroso y no se ve nada…por favor.-dijo mirando al capitán.
Ricardo: está bien, en cuanto amanezca iremos.-Julia le sonrió y este pasó su brazo por encima de los hombros de la doctora, atrayéndola hacia él y besándole la cabeza.
Y así fue, con los primeros rayos de sol Ulises y Ricardo se dirigieron al barco. Julián, Salomé, Julia y Ainhoa observaban nerviosos en el puente de mando. Cuando llegaron al barco no vieron a nadie, registraron el barco de arriba abajo, nada…¿Dónde estaría la tripulación de aquel barco?
Cuando se disponían a abandonar el pasillo de marinería escucharon un grito, parecía una niña. Intentaron abrir la puerta de donde provenía aquella voz, pero estaba atrancada. Ulises cogió un extintor y de un golpe logró cargarse la cerradura. Al entrar en aquel camarote vieron a una mujer, que sostenía en brazos a una niña de la edad de Valeria, más o menos.
Ricardo: tranquila, no vamos a hacerle daño.-al acercarse la mujer se abrazó mas a la niña intentando protegerse.- no vamos a hacerle nada, confíe en nosotros.
Ulises: ¿habla nuestro idioma? ¿Dónde está el resto de la tripulación?
Ana: se los llevaron, se los llevaron a todos…-dijo sin fiarse aún de aquellos hombres que tenía delante.- ¿Quiénes son ustedes?
Ricardo: me llamo Ricardo Montero y este de aquí es Ulises, viajamos en un barco igual a este y nos topamos con él anoche.
Ana: yo soy Ana, y esta es mi hija Nerea.-la niña saludo riendo.- ¿entonces no son de los malos?
Ulises: créanos que no, ¿Quién se llevo al resto?
Ana: no lo sé, yo solo oí voces y disparos y me metí aquí con mi hija. Cuando todo se quedó en silencio salí y ya no había nadie…al oír vuestra barca me asuste. Pensé que serian ellos otra vez, asique me metí aquí y cerré la puerta.
Ulises: será mejor que vayamos a nuestro barco y salgamos de aquí, no sabemos si van a volver…
Ricardo: sí, será lo mejor. Vamos, venga con nosotros, estarán a salvo.
Al levantarse, vieron que Ana tenía una herida en la pierna y casi no podía andar así que Ricardo la cogió en brazos, y Ulises hizo lo mismo con la pequeña Nerea. Cuando llegaron al Estrella hicieron lo mismo, cosa que a Julia no le gusto nada, no sabía quién era la que iba en brazos de su capitán, agarrada a su cuello, pero ese cuello era suyo.
A medida que iban pasando los días Valeria y Nerea se habían hecho muy amigas, jugaban juntas en cubierta, el capitán les daba paseos en la zodiac, Ainhoa las maquillaba y jugaban juntas, todo lo que hiciera falta para que las dos pequeñas del Estrella Polar fueran felices.
Ana, la madre de Nerea, también participaba en esos juegos, y esto no le hacía mucha gracia a Julia. Últimamente Ricardo pasaba más tiempo con Ana que con ella. Incluso Valeria estaba más despegada de ella. Y a pesar de que tanto Ainhoa como Salomé le habían asegurado que no tenia de que preocuparse, no podía evitar sentir celos.
Sintió la puerta del camarote abrirse a su espalda, y notó el cuerpo de Ricardo pegarse al suyo.
Ricardo: buenas noches mi vida.-dijo dándole un beso en el cuello.
Julia: hola.-se estaba terminando de vestir, abrochándose la camisa.
Ricardo: deja que ya te quito yo la camisa…
Julia: no si me la estoy poniendo.-ante la mirada sorprendida de Ricardo continúo hablando.- hoy hay fiesta de chicas ¿no te acuerdas?-se deshizo del abrazo de Ricardo y fue hacia el baño.
Ricardo: pensé que como Valeria no dormía aquí hoy, te quedarías conmigo…-volvió a acercarse a ella.
Julia: ya pues, lo siento. Te vas a tener que quedar solito.- alejándose de él de nuevo.
Ricardo: vale… ¿me dices qué te pasa o lo tengo que averiguar yo?
Julia: no me pasa nada Ricardo, buenas noches, descansa.-le dio un simple pico en los labios y se fue.
Él esperaba una noche con su doctora favorita, juntos. Besándose, mimándose, haciendo el amor…por mucho que Julia dijera que no le pasaba nada, la conocía y sabía que algo rondaba la cabecita de su amada.
Una semana hacia ya que Philipe había dejado el barco, se respiraba tranquilidad, felicidad, buen rollo…El barco había cambiado, bueno sus tripulantes habían cambiado. Dejaron atrás los malos momentos y se centraron en vivir el presente, sin pensar en qué les depararía el futuro.
Esa noche le había tocado guardia a Ulises, Ainhoa estaba con él, así se le haría más corta la guardia. Estaban en el puente de mandos, Ainhoa sentada junto al timón y Ulises haciéndole carantoñas.
Un sonido que el radar emitía les sacó de su tonteo. El aparato decía que había algo justo delante de ellos que les cortaba el paso, pero Ulises no veía nada. Ordenó dar la luz de máximo alcance y entonces vio de qué se trataba. Un barco. Era una goleta exactamente igual al Estrella Polar. Pero parecía abandonada…
Ainhoa bajó rápidamente a buscar al capitán, a los pocos minutos Ricardo, seguido de Julia y Ainhoa entraba en el puente de mando.
Ricardo: Ulises ¿qué pasa?-este le cedió los prismáticos y el capitán observó el barco a través de ellos.- dios mío…no puede ser, ¿de dónde ha salido ese barco?
Julia: es la fase dos…ya ha empezado.-dijo con la mirada perdida.
Ainhoa: ¿Qué significa eso?-todos miraron a Julia buscando respuestas.
Julia: la fase dos del proyecto consistía en juntar todos los barcos e ir todos juntos a tierra, si ese barco está ahí no es por casualidad…
Ricardo: ¿Qué quieres decir con eso? ¿Crees que pueden ser ellos otra vez?-Julia asintió.
Ulises: pero ese barco está abandonado…no creo que haya nadie.
Ricardo: vamos a comprobarlo, Ulises coge los arpones, iremos tú y yo en la zodiac.
Julia: ¿por qué no lo dejáis para cuando amanezca? Es peligroso y no se ve nada…por favor.-dijo mirando al capitán.
Ricardo: está bien, en cuanto amanezca iremos.-Julia le sonrió y este pasó su brazo por encima de los hombros de la doctora, atrayéndola hacia él y besándole la cabeza.
Y así fue, con los primeros rayos de sol Ulises y Ricardo se dirigieron al barco. Julián, Salomé, Julia y Ainhoa observaban nerviosos en el puente de mando. Cuando llegaron al barco no vieron a nadie, registraron el barco de arriba abajo, nada…¿Dónde estaría la tripulación de aquel barco?
Cuando se disponían a abandonar el pasillo de marinería escucharon un grito, parecía una niña. Intentaron abrir la puerta de donde provenía aquella voz, pero estaba atrancada. Ulises cogió un extintor y de un golpe logró cargarse la cerradura. Al entrar en aquel camarote vieron a una mujer, que sostenía en brazos a una niña de la edad de Valeria, más o menos.
Ricardo: tranquila, no vamos a hacerle daño.-al acercarse la mujer se abrazó mas a la niña intentando protegerse.- no vamos a hacerle nada, confíe en nosotros.
Ulises: ¿habla nuestro idioma? ¿Dónde está el resto de la tripulación?
Ana: se los llevaron, se los llevaron a todos…-dijo sin fiarse aún de aquellos hombres que tenía delante.- ¿Quiénes son ustedes?
Ricardo: me llamo Ricardo Montero y este de aquí es Ulises, viajamos en un barco igual a este y nos topamos con él anoche.
Ana: yo soy Ana, y esta es mi hija Nerea.-la niña saludo riendo.- ¿entonces no son de los malos?
Ulises: créanos que no, ¿Quién se llevo al resto?
Ana: no lo sé, yo solo oí voces y disparos y me metí aquí con mi hija. Cuando todo se quedó en silencio salí y ya no había nadie…al oír vuestra barca me asuste. Pensé que serian ellos otra vez, asique me metí aquí y cerré la puerta.
Ulises: será mejor que vayamos a nuestro barco y salgamos de aquí, no sabemos si van a volver…
Ricardo: sí, será lo mejor. Vamos, venga con nosotros, estarán a salvo.
Al levantarse, vieron que Ana tenía una herida en la pierna y casi no podía andar así que Ricardo la cogió en brazos, y Ulises hizo lo mismo con la pequeña Nerea. Cuando llegaron al Estrella hicieron lo mismo, cosa que a Julia no le gusto nada, no sabía quién era la que iba en brazos de su capitán, agarrada a su cuello, pero ese cuello era suyo.
A medida que iban pasando los días Valeria y Nerea se habían hecho muy amigas, jugaban juntas en cubierta, el capitán les daba paseos en la zodiac, Ainhoa las maquillaba y jugaban juntas, todo lo que hiciera falta para que las dos pequeñas del Estrella Polar fueran felices.
Ana, la madre de Nerea, también participaba en esos juegos, y esto no le hacía mucha gracia a Julia. Últimamente Ricardo pasaba más tiempo con Ana que con ella. Incluso Valeria estaba más despegada de ella. Y a pesar de que tanto Ainhoa como Salomé le habían asegurado que no tenia de que preocuparse, no podía evitar sentir celos.
Sintió la puerta del camarote abrirse a su espalda, y notó el cuerpo de Ricardo pegarse al suyo.
Ricardo: buenas noches mi vida.-dijo dándole un beso en el cuello.
Julia: hola.-se estaba terminando de vestir, abrochándose la camisa.
Ricardo: deja que ya te quito yo la camisa…
Julia: no si me la estoy poniendo.-ante la mirada sorprendida de Ricardo continúo hablando.- hoy hay fiesta de chicas ¿no te acuerdas?-se deshizo del abrazo de Ricardo y fue hacia el baño.
Ricardo: pensé que como Valeria no dormía aquí hoy, te quedarías conmigo…-volvió a acercarse a ella.
Julia: ya pues, lo siento. Te vas a tener que quedar solito.- alejándose de él de nuevo.
Ricardo: vale… ¿me dices qué te pasa o lo tengo que averiguar yo?
Julia: no me pasa nada Ricardo, buenas noches, descansa.-le dio un simple pico en los labios y se fue.
Él esperaba una noche con su doctora favorita, juntos. Besándose, mimándose, haciendo el amor…por mucho que Julia dijera que no le pasaba nada, la conocía y sabía que algo rondaba la cabecita de su amada.
#28
08/07/2013 13:32
Pobre Ricardo, con que carita se ha quedado jajajajajajaja
No seas muy mala con ellos eh? Continualo pronto que me encanta :)
Un besito
No seas muy mala con ellos eh? Continualo pronto que me encanta :)
Un besito
#29
08/07/2013 18:43
Este capi es un poco corto, el viernes si puedo subiré el siguiente ;)
CAPITULO 13
Agotamiento, esa era la mejor palabra para definir su estado. Se había pasado todo el día en la enfermería, revisando informes. Tenía tantas ganas de llegar a su camarote y dejarse querer por su capitán…
Cuando llegó a la puerta escuchó música, igual Valeria le había hecho bailar a su padre para dormirse, pensó con una sonrisa en su cara. Aunque cuando abrió la puerta la escena era bien diferente. Ricardo y Ana bailaban, ante la atenta mirada de sus hijas, que saltaban como locas en la cama de Valeria.
Julia: perdón, no quería molestar…
Ricardo: Julia, no…-soltó a Ana y fue tras la doctora, que ya había cerrado la puerta y andaba por el pasillo mientras la lágrimas se agolpaban en sus ojos.-¡Julia espera!-llegó hasta ella y cogiéndole del brazo la giro hacia él.
Julia: no pasa nada…está todo bien, yo…me voy a la bodega.-decía mientras le caían las lágrimas por sus mejillas.
Ricardo: no, por favor no llores. Solo estábamos bailando…las niñas nos lo pidieron. De verdad es
solo eso…-dijo limpiándole las lagrimas con sus dedos.
Julia: ya…no es solo eso Ricardo. Llevas desde que ellas llegaron… muy raro. No te separas de ellas ni un solo momento, ¿y yo qué?
Ricardo: cariño, de verdad si estoy con ellas es porque Valeria está feliz jugando con Nerea, solo quiero verla reír y jugar.
Julia: igual es eso…quizás es mejor que formes una familia con ellas y no conmigo…
Ricardo: ¿Qué estás diciendo? Escúchame, yo te quiero a ti. Sé que eres tú con quien quiero compartirlo todo Julia.-Julia sonrió y Ricardo la besó.- además Valeria te adora y lo sabes…vamos a dormir anda.-cuando llegaron de nuevo al camarote solo estaba Valeria, al verlos llegar se levantó de la cama.
Valeria: ¿estás enfadada Julia?-dijo acercándose a ella.
Julia: no cariño…
Valeria: pero has llorado…tienes la nariz roja.-la doctora sonrió y la abrazó.-te quiero mucho Julia.
Julia: y yo a ti mi vida.
Ricardo: y yo os amo a las dos.-se abrazó a ellas también y ambas rieron.
Valeria: podríamos dormir juntos hoy los tres… ¿no?-dijo poniendo cara de niña buena.
Julia: ¿podemos papi?-mirando a Ricardo, el cual puso los ojos en blanco, cuando estaban juntas era imposible negarles nada.
Se despertó en mitad de una maraña de piernas y brazos, miró a su alrededor y vio la imagen más bonita que había visto en mucho tiempo. Valeria dormía entre él y Julia, la doctora la abrazaba fuerte contra su pecho y la pequeña a su vez estaba abrazada a su padre. No podía evitarlo, vivía por y para ellas. Ellas junto a Ainhoa eran lo más importante en su vida.
Recordó el mal momento que le había hecho pasar a Julia la noche anterior. La doctora estaba celosa de Ana y él la entendía, aunque por su parte no había nada, no podía negar que la naufraga tonteaba con el mas de lo normal. Él tenía claro a quien amaba, así que intentaría apartarse de Ana, para no hacer sufrir a Julia. De esa manera le dejaría claro que él no quería nada con ella, simplemente eran padres de dos niñas a las que le encanta jugar juntas.
CAPITULO 13
Agotamiento, esa era la mejor palabra para definir su estado. Se había pasado todo el día en la enfermería, revisando informes. Tenía tantas ganas de llegar a su camarote y dejarse querer por su capitán…
Cuando llegó a la puerta escuchó música, igual Valeria le había hecho bailar a su padre para dormirse, pensó con una sonrisa en su cara. Aunque cuando abrió la puerta la escena era bien diferente. Ricardo y Ana bailaban, ante la atenta mirada de sus hijas, que saltaban como locas en la cama de Valeria.
Julia: perdón, no quería molestar…
Ricardo: Julia, no…-soltó a Ana y fue tras la doctora, que ya había cerrado la puerta y andaba por el pasillo mientras la lágrimas se agolpaban en sus ojos.-¡Julia espera!-llegó hasta ella y cogiéndole del brazo la giro hacia él.
Julia: no pasa nada…está todo bien, yo…me voy a la bodega.-decía mientras le caían las lágrimas por sus mejillas.
Ricardo: no, por favor no llores. Solo estábamos bailando…las niñas nos lo pidieron. De verdad es
solo eso…-dijo limpiándole las lagrimas con sus dedos.
Julia: ya…no es solo eso Ricardo. Llevas desde que ellas llegaron… muy raro. No te separas de ellas ni un solo momento, ¿y yo qué?
Ricardo: cariño, de verdad si estoy con ellas es porque Valeria está feliz jugando con Nerea, solo quiero verla reír y jugar.
Julia: igual es eso…quizás es mejor que formes una familia con ellas y no conmigo…
Ricardo: ¿Qué estás diciendo? Escúchame, yo te quiero a ti. Sé que eres tú con quien quiero compartirlo todo Julia.-Julia sonrió y Ricardo la besó.- además Valeria te adora y lo sabes…vamos a dormir anda.-cuando llegaron de nuevo al camarote solo estaba Valeria, al verlos llegar se levantó de la cama.
Valeria: ¿estás enfadada Julia?-dijo acercándose a ella.
Julia: no cariño…
Valeria: pero has llorado…tienes la nariz roja.-la doctora sonrió y la abrazó.-te quiero mucho Julia.
Julia: y yo a ti mi vida.
Ricardo: y yo os amo a las dos.-se abrazó a ellas también y ambas rieron.
Valeria: podríamos dormir juntos hoy los tres… ¿no?-dijo poniendo cara de niña buena.
Julia: ¿podemos papi?-mirando a Ricardo, el cual puso los ojos en blanco, cuando estaban juntas era imposible negarles nada.
Se despertó en mitad de una maraña de piernas y brazos, miró a su alrededor y vio la imagen más bonita que había visto en mucho tiempo. Valeria dormía entre él y Julia, la doctora la abrazaba fuerte contra su pecho y la pequeña a su vez estaba abrazada a su padre. No podía evitarlo, vivía por y para ellas. Ellas junto a Ainhoa eran lo más importante en su vida.
Recordó el mal momento que le había hecho pasar a Julia la noche anterior. La doctora estaba celosa de Ana y él la entendía, aunque por su parte no había nada, no podía negar que la naufraga tonteaba con el mas de lo normal. Él tenía claro a quien amaba, así que intentaría apartarse de Ana, para no hacer sufrir a Julia. De esa manera le dejaría claro que él no quería nada con ella, simplemente eran padres de dos niñas a las que le encanta jugar juntas.
#30
13/07/2013 16:11
Me encanta me encanta me encanta jajja sigueloo :)
#31
14/07/2013 18:25
CAPITULO 14
Lo tenía todo preparado, la mesa llena de comida, velas, vino, música de fondo…solo faltaba ella. Esa semana en el barco unos cuantos tripulantes se habían puesto enfermos por tomar algún alimento en mal estado, y Julia no había parado de trabajar. Por eso Ricardo le había preparado una cena romántica, así se olvidaría un poco del trabajo y despejaría su mente.
Escuchó unos tacones acercándose al club, tenía que ser ella. Y así fue. Estaba guapísima. Llevaba puesto ese vestido rojo que tanto le gustaba a él. Su pelo suelto y ondulado caía por sus hombros. En cuanto la vio se acercó a ella, le cogió de la mano ayudándole a subir el último escalón y la besó.
Ricardo: buenas noches princesa…
Julia: que bonito…no sé cómo lo haces pero siempre acabas sorprendiéndome.
Se volvieron a besar y Ricardo la acompañó de la mano hasta su silla. La cena transcurrió bien, entre miradas, piropos y promesas de futuro. Hasta que al capitán le sonó el walkie. Era Ana, que ya había sido dada de alta, después de su intoxicación. Pero decía encontrarse mal. Julia cogió el walkie y le dijo que bebiera un poco de agua y se tomase el medicamento, que intentase dormir. Pero esta seguía insistiendo en que se encontraba fatal…
Ricardo: ¿por qué no la llevamos a la enfermería y la haces más pruebas?
Julia: ¿Qué? Ricardo, está perfectamente…sus últimos análisis han salido perfectos.-dijo bebiendo
de su copa de vino.
Ricardo: ya pues dice que se encuentra mal…¿Por qué iba a mentir?
Julia: ¿Por qué? ¿Quieres que te lo diga? Porque esa mujer está enamorada de ti, lo único que quiere es jodernos la cena…
Ricardo: ¡no digas tonterías! Aquí la única que ve celos donde no los hay eres tú Julia…-la doctora le miró, sorprendida de lo que le estaba diciendo.
Julia: está bien, ¿quieres que le haga otros análisis? se los haré.-se levantó de su silla y fue hacia la enfermería.
Eran las 4 de la mañana, Ricardo esperaba fuera de la enfermería, mientras Julia terminaba con los resultados de la analítica. Ana estaba tumbada en la camilla con cara de satisfacción. En cuanto tuvo los resultados salió a hablar con Ricardo.
Julia: toma, la analítica de tu naufraga…-dijo poniéndole el papel en el pecho.- está perfectamente, como ya te había dicho antes.-Ricardo la miró, no sabía que decir.- me voy a dormir, lo necesito.
Ricardo: espera que voy contigo…
Julia: no hace falta, dormiré en la bodega hoy.-inicio su camino pero Ricardo se puso delante, parándola.
Ricardo: no Julia, vamos a mi camarote y dormimos los dos juntos. Por favor…
Julia: ¿ves? Ese es el problema, que es tú camarote, tú barco, tú vida, tú hija…
Ricardo: ¡es que es mi hija…!-en cuanto dijo aquello sabia que la había fastidiado, pero aquella situación le superaba y no sabía cómo actuar.
Julia: creo que es mejor que nos demos un tiempo, yo no puedo más y esto me hace daño…
Ricardo: Julia…
Pero esta no se paró, salió de allí directa al camarote número 7. Recogió la mayoría de sus cosas, le dio un beso a Valeria, que aún dormía, y se fue, volvió a su antiguo camarote.
Días después la situación no era mejor, no se miraban, ni se hablaban y casi mejor, porque las pocas veces que lo hacían era para discutir. Julia estaba segura de que ya no habría vuelta atrás, su relación con Ricardo había acabado. Ya no la abrazaría por las noches, ni la calmaría cuando estuviera mal…Todo principio tiene su final.
Lo tenía todo preparado, la mesa llena de comida, velas, vino, música de fondo…solo faltaba ella. Esa semana en el barco unos cuantos tripulantes se habían puesto enfermos por tomar algún alimento en mal estado, y Julia no había parado de trabajar. Por eso Ricardo le había preparado una cena romántica, así se olvidaría un poco del trabajo y despejaría su mente.
Escuchó unos tacones acercándose al club, tenía que ser ella. Y así fue. Estaba guapísima. Llevaba puesto ese vestido rojo que tanto le gustaba a él. Su pelo suelto y ondulado caía por sus hombros. En cuanto la vio se acercó a ella, le cogió de la mano ayudándole a subir el último escalón y la besó.
Ricardo: buenas noches princesa…
Julia: que bonito…no sé cómo lo haces pero siempre acabas sorprendiéndome.
Se volvieron a besar y Ricardo la acompañó de la mano hasta su silla. La cena transcurrió bien, entre miradas, piropos y promesas de futuro. Hasta que al capitán le sonó el walkie. Era Ana, que ya había sido dada de alta, después de su intoxicación. Pero decía encontrarse mal. Julia cogió el walkie y le dijo que bebiera un poco de agua y se tomase el medicamento, que intentase dormir. Pero esta seguía insistiendo en que se encontraba fatal…
Ricardo: ¿por qué no la llevamos a la enfermería y la haces más pruebas?
Julia: ¿Qué? Ricardo, está perfectamente…sus últimos análisis han salido perfectos.-dijo bebiendo
de su copa de vino.
Ricardo: ya pues dice que se encuentra mal…¿Por qué iba a mentir?
Julia: ¿Por qué? ¿Quieres que te lo diga? Porque esa mujer está enamorada de ti, lo único que quiere es jodernos la cena…
Ricardo: ¡no digas tonterías! Aquí la única que ve celos donde no los hay eres tú Julia…-la doctora le miró, sorprendida de lo que le estaba diciendo.
Julia: está bien, ¿quieres que le haga otros análisis? se los haré.-se levantó de su silla y fue hacia la enfermería.
Eran las 4 de la mañana, Ricardo esperaba fuera de la enfermería, mientras Julia terminaba con los resultados de la analítica. Ana estaba tumbada en la camilla con cara de satisfacción. En cuanto tuvo los resultados salió a hablar con Ricardo.
Julia: toma, la analítica de tu naufraga…-dijo poniéndole el papel en el pecho.- está perfectamente, como ya te había dicho antes.-Ricardo la miró, no sabía que decir.- me voy a dormir, lo necesito.
Ricardo: espera que voy contigo…
Julia: no hace falta, dormiré en la bodega hoy.-inicio su camino pero Ricardo se puso delante, parándola.
Ricardo: no Julia, vamos a mi camarote y dormimos los dos juntos. Por favor…
Julia: ¿ves? Ese es el problema, que es tú camarote, tú barco, tú vida, tú hija…
Ricardo: ¡es que es mi hija…!-en cuanto dijo aquello sabia que la había fastidiado, pero aquella situación le superaba y no sabía cómo actuar.
Julia: creo que es mejor que nos demos un tiempo, yo no puedo más y esto me hace daño…
Ricardo: Julia…
Pero esta no se paró, salió de allí directa al camarote número 7. Recogió la mayoría de sus cosas, le dio un beso a Valeria, que aún dormía, y se fue, volvió a su antiguo camarote.
Días después la situación no era mejor, no se miraban, ni se hablaban y casi mejor, porque las pocas veces que lo hacían era para discutir. Julia estaba segura de que ya no habría vuelta atrás, su relación con Ricardo había acabado. Ya no la abrazaría por las noches, ni la calmaría cuando estuviera mal…Todo principio tiene su final.
#32
16/07/2013 20:56
Aii madre que los as separaoo! Jaja espero q se solucione
Muuuchos beesoos :)
Muuuchos beesoos :)
#33
19/07/2013 10:03
Os dejo el capítulo 15, es un capi navideño jajaja un poco desubicado en verano pero....era por seguir la trama de la serie jajaja. Espero que lo disfrutéis!
CAPITULO 15 “La navidad llega al Estrella Polar.”
El ambiente navideño inundaba el Estrella de proa a popa. Adornos por todos lados, villancicos sonando por megafonía, un gran “árbol” presidiendo el comedor…Todo estaba preparado, esa noche cenarían todos juntos, pescado como no, pero era Nochebuena. Daba igual qué cenasen, lo importante era que, a pesar de no tener a sus seres queridos cerca, estaban vivos y habían formado su pequeña familia.
Salomé daba los últimos retoques a la cena, con ayuda de Julián y Burbuja; Ricardo terminaba de vestir a Valeria; los chicos se vestían para la gran cena de gala. Todos preparados excepto una persona, Julia.
Eran las primeras navidades sin su familia, a penas se hablaba con Ricardo, sabía que de un momento a otro volvería a aparecer Philipe…no tenía ningún motivo para celebrar. Unos toques en la puerta de su camarote la sacaron de sus pensamientos, y una pequeña vestida de princesa se asomaba por la puerta.
Valeria: ¡Julia! Que no te va a dar tiempo a vestirte…-dijo acercándose a la cama, donde estaba tumbada la doctora.
Julia: lo sé cariño, es que no tengo mucha hambre…
Valeria: Pero es navidad…¿no piensas cenar con todos?-Julia se incorporó y le indicó a Valeria que se sentara a su lado.
Julia: verás…es que no me apetece cenar cielo. No me gusta la navidad…me recuerda a la gente que quiero y no está conmigo.
Valeria: pero yo quiero que cenes conmigo…-se entristeció.
Julia: ¡pero si cenamos juntas casi todos los días!-la abrazó.
Valeria: ya pero hoy es diferente…¡es Nochebuena!
Julia: vamos a hacer una cosa…te prometo que mañana abriré los regalos contigo ¿sí?
Valeria: no es lo mismo, pero…vale.-le dio un beso a Julia.-te quiero mucho.
Julia: y yo a ti mi niña, pásalo bien.-Valeria asintió y salió del camarote.
Todos estaban ya sentados, excepto el capitán que, antes de hacerlo, dijo unas palabras. Cuando se dirigió a su sitio vio que Julia no estaba en aquella mesa, ni en aquella ni en ninguna…sin embargo Ana ocupaba el lugar de la doctora, sentada junto al capitán.
Ricardo: Ana, este es el sitio de Julia. ¿Puedes buscar otro para ti?- la naufraga le miró con tristeza.
Ana: la doctora no está, así que no creo que pase nada porque me siente aquí.-se giró a hablar con su hija dando por terminada la conversación.
El capitán se giró hacia su hija pequeña y le preguntó por Julia. Esta le contó donde estaba y él bajó a buscarla, era Nochebuena y no iba a permitir que la pasara sola. Bajó hasta el camarote y tocó la puerta con sus nudillos. Julia no contestó, pero él abrió igualmente.
Ricardo: Julia…-la doctora salía del baño, con su camisón puesto y los ojos rojos de tanto llorar.
Julia: ¿qué?
Ricardo: ¿por qué no subes a cenar? ¿Te encuentras mal?
Julia: estoy perfectamente…solo no me apetece cenar, no tengo hambre.-dijo tumbándose de nuevo en la cama.
Ricardo: Julia, por favor…-se acuclilló al lado de la cama.- deja atrás estos días, solo…sube, cena con todos y diviértete.
Julia: ¿sabes? Es que para mí no es tan fácil olvidar…otros tienen más facilidad.-Ricardo se levantó, eso que había dicho no le había gustado ¿a caso pensaba que la había olvidado?
Ricardo: está bien…no quieres subir, no subas. No te voy a rogar más…pero piensa, que esa gente de ahí arriba es ahora tu familia. Que si un día estas mal son ellos los que estarán ahí. Piensa en Valeria…son las primeras Navidades que pasa sin su madre, y tú…tú eres lo más parecido a una madre que tiene.
La cena transcurrió con normalidad, de postre Salomé preparó una tarta deliciosa. El capitán fue el encargado de partirla y repartir cada trozo a su tripulación. Cuando pensaba que había terminado, otro plato apareció delante suyo, miró a ver de quién era y se llevó una sorpresa.
Julia: me partes un trocito a mí, por favor…-Valeria la oyó, corrió hacia ella y Julia la cogió en brazos.
Ricardo: claro que sí.-dijo sonriendo.
Tras la cena vino el baile, amenizado con canciones que “DJ Piti”, como él mismo se había definido, ponía en la mini cadena. Ana no se separaba del capitán en ningún momento, bailaba a su lado, le cogía de la mano. Todo esto mirando a Julia, quién bailaba con Valeria y se divertía con los chistes de Ulises y de la Cuadra.
Piti: venga señores, cojan a sus churris que vienen…¡¡¡las lentas!!!-cuando Ricardo le escuchó, dejó a Ana bailando sola y se acercó a Julia.
Ricardo: ¿bailas conmigo?-dijo ofreciéndole su mano. La doctora dudo, pero Valeria le dio el empujoncito que le hacía falta.
Julia: claro...-dijo riendo y acercándose al capitán. Ricardo la cogió por la cintura, pegándola a él y esta colocó sus brazos alrededor del cuello del capitán.-pensé que te lo estabas pasando bien…
Ricardo: solo me gusta bailar con tres personas de este barco…una ya tiene pareja.-miró hacia Ainhoa, que bailaba agarrada a Ulises.- la otra, la otra creo que es demasiado pequeña para trasnochar tanto.-miraron a Valeria que se había quedado dormida en el sofá del pub.-y la tercera…la tengo entre mis brazos ahora mismo.-Julia sonrió y bajó su mirada.
Julia: gracias por haberme ido a buscar al camarote…
Ricardo: shhhh.-la abrazó más y pegó sus labios a la oreja de la doctora.-Julia, pase lo que pase entre nosotros, discutamos cuantas veces discutamos, siempre me tendrás ahí ¿vale?
Julia no le contestó, se limitó a abrazarle más y a apoyar su cabeza en el hombro derecho del capitán. Bailaron juntos casi toda la noche. Hasta que llegó el momento de irse a dormir.
Al día siguiente la primera en levantarse fue Valeria, despertando a todo el mundo con sus gritos mientras subía al comedor a por sus regalos. Todos y cada uno de los tripulantes tenían un pequeño detalle, Salomé se había encargado de que nadie se quedara sin regalo de Navidad.
Ana: vaya Valeria…¿quién te ha regalado esto tan bonito?-dijo acercándose a la niña que jugaba con el kit de maquillaje que Julia le había regalado.
Valeria: ¡Julia! ¿A qué es chulo?
Ana: si…¿pero no eres demasiado pequeña para usar maquillajes?-dijo mirando a Julia.
Julia: es lo que ella quería, además lo preparé con su padre…no creo que tenga ninguna queja.-en ese momento Ricardo se unió a ellas, abrazando a su pequeña.
Ana: claro…se nota que no eres madre, no sabes lo que le conviene a Valeria.-Julia la miró enfadada.
Julia: pues no, no soy madre. Pero si ser madre es convertirme en alguien como tú, prefiero no serlo…
Ricardo: ¡bueno basta ya!-Ana se rió mirando a Julia- las dos…¿no podéis llevaros bien ni siquiera en Navidad?-Julia le miró y se fue. Subió las escaleras y salió a cubierta.
¿Es que Ricardo no se daba cuenta de cómo era esa mujer? ¿Por qué siempre acababa reprochándole las cosas a ella? Maldito el día que el Estrella Polar se había cruzado con ese barco...Miró al frente, aun era de noche. Estaba viendo…no, imposible. Abrió la boca sorprendida ante lo que veían sus ojos…
CAPITULO 15 “La navidad llega al Estrella Polar.”
El ambiente navideño inundaba el Estrella de proa a popa. Adornos por todos lados, villancicos sonando por megafonía, un gran “árbol” presidiendo el comedor…Todo estaba preparado, esa noche cenarían todos juntos, pescado como no, pero era Nochebuena. Daba igual qué cenasen, lo importante era que, a pesar de no tener a sus seres queridos cerca, estaban vivos y habían formado su pequeña familia.
Salomé daba los últimos retoques a la cena, con ayuda de Julián y Burbuja; Ricardo terminaba de vestir a Valeria; los chicos se vestían para la gran cena de gala. Todos preparados excepto una persona, Julia.
Eran las primeras navidades sin su familia, a penas se hablaba con Ricardo, sabía que de un momento a otro volvería a aparecer Philipe…no tenía ningún motivo para celebrar. Unos toques en la puerta de su camarote la sacaron de sus pensamientos, y una pequeña vestida de princesa se asomaba por la puerta.
Valeria: ¡Julia! Que no te va a dar tiempo a vestirte…-dijo acercándose a la cama, donde estaba tumbada la doctora.
Julia: lo sé cariño, es que no tengo mucha hambre…
Valeria: Pero es navidad…¿no piensas cenar con todos?-Julia se incorporó y le indicó a Valeria que se sentara a su lado.
Julia: verás…es que no me apetece cenar cielo. No me gusta la navidad…me recuerda a la gente que quiero y no está conmigo.
Valeria: pero yo quiero que cenes conmigo…-se entristeció.
Julia: ¡pero si cenamos juntas casi todos los días!-la abrazó.
Valeria: ya pero hoy es diferente…¡es Nochebuena!
Julia: vamos a hacer una cosa…te prometo que mañana abriré los regalos contigo ¿sí?
Valeria: no es lo mismo, pero…vale.-le dio un beso a Julia.-te quiero mucho.
Julia: y yo a ti mi niña, pásalo bien.-Valeria asintió y salió del camarote.
Todos estaban ya sentados, excepto el capitán que, antes de hacerlo, dijo unas palabras. Cuando se dirigió a su sitio vio que Julia no estaba en aquella mesa, ni en aquella ni en ninguna…sin embargo Ana ocupaba el lugar de la doctora, sentada junto al capitán.
Ricardo: Ana, este es el sitio de Julia. ¿Puedes buscar otro para ti?- la naufraga le miró con tristeza.
Ana: la doctora no está, así que no creo que pase nada porque me siente aquí.-se giró a hablar con su hija dando por terminada la conversación.
El capitán se giró hacia su hija pequeña y le preguntó por Julia. Esta le contó donde estaba y él bajó a buscarla, era Nochebuena y no iba a permitir que la pasara sola. Bajó hasta el camarote y tocó la puerta con sus nudillos. Julia no contestó, pero él abrió igualmente.
Ricardo: Julia…-la doctora salía del baño, con su camisón puesto y los ojos rojos de tanto llorar.
Julia: ¿qué?
Ricardo: ¿por qué no subes a cenar? ¿Te encuentras mal?
Julia: estoy perfectamente…solo no me apetece cenar, no tengo hambre.-dijo tumbándose de nuevo en la cama.
Ricardo: Julia, por favor…-se acuclilló al lado de la cama.- deja atrás estos días, solo…sube, cena con todos y diviértete.
Julia: ¿sabes? Es que para mí no es tan fácil olvidar…otros tienen más facilidad.-Ricardo se levantó, eso que había dicho no le había gustado ¿a caso pensaba que la había olvidado?
Ricardo: está bien…no quieres subir, no subas. No te voy a rogar más…pero piensa, que esa gente de ahí arriba es ahora tu familia. Que si un día estas mal son ellos los que estarán ahí. Piensa en Valeria…son las primeras Navidades que pasa sin su madre, y tú…tú eres lo más parecido a una madre que tiene.
La cena transcurrió con normalidad, de postre Salomé preparó una tarta deliciosa. El capitán fue el encargado de partirla y repartir cada trozo a su tripulación. Cuando pensaba que había terminado, otro plato apareció delante suyo, miró a ver de quién era y se llevó una sorpresa.
Julia: me partes un trocito a mí, por favor…-Valeria la oyó, corrió hacia ella y Julia la cogió en brazos.
Ricardo: claro que sí.-dijo sonriendo.
Tras la cena vino el baile, amenizado con canciones que “DJ Piti”, como él mismo se había definido, ponía en la mini cadena. Ana no se separaba del capitán en ningún momento, bailaba a su lado, le cogía de la mano. Todo esto mirando a Julia, quién bailaba con Valeria y se divertía con los chistes de Ulises y de la Cuadra.
Piti: venga señores, cojan a sus churris que vienen…¡¡¡las lentas!!!-cuando Ricardo le escuchó, dejó a Ana bailando sola y se acercó a Julia.
Ricardo: ¿bailas conmigo?-dijo ofreciéndole su mano. La doctora dudo, pero Valeria le dio el empujoncito que le hacía falta.
Julia: claro...-dijo riendo y acercándose al capitán. Ricardo la cogió por la cintura, pegándola a él y esta colocó sus brazos alrededor del cuello del capitán.-pensé que te lo estabas pasando bien…
Ricardo: solo me gusta bailar con tres personas de este barco…una ya tiene pareja.-miró hacia Ainhoa, que bailaba agarrada a Ulises.- la otra, la otra creo que es demasiado pequeña para trasnochar tanto.-miraron a Valeria que se había quedado dormida en el sofá del pub.-y la tercera…la tengo entre mis brazos ahora mismo.-Julia sonrió y bajó su mirada.
Julia: gracias por haberme ido a buscar al camarote…
Ricardo: shhhh.-la abrazó más y pegó sus labios a la oreja de la doctora.-Julia, pase lo que pase entre nosotros, discutamos cuantas veces discutamos, siempre me tendrás ahí ¿vale?
Julia no le contestó, se limitó a abrazarle más y a apoyar su cabeza en el hombro derecho del capitán. Bailaron juntos casi toda la noche. Hasta que llegó el momento de irse a dormir.
Al día siguiente la primera en levantarse fue Valeria, despertando a todo el mundo con sus gritos mientras subía al comedor a por sus regalos. Todos y cada uno de los tripulantes tenían un pequeño detalle, Salomé se había encargado de que nadie se quedara sin regalo de Navidad.
Ana: vaya Valeria…¿quién te ha regalado esto tan bonito?-dijo acercándose a la niña que jugaba con el kit de maquillaje que Julia le había regalado.
Valeria: ¡Julia! ¿A qué es chulo?
Ana: si…¿pero no eres demasiado pequeña para usar maquillajes?-dijo mirando a Julia.
Julia: es lo que ella quería, además lo preparé con su padre…no creo que tenga ninguna queja.-en ese momento Ricardo se unió a ellas, abrazando a su pequeña.
Ana: claro…se nota que no eres madre, no sabes lo que le conviene a Valeria.-Julia la miró enfadada.
Julia: pues no, no soy madre. Pero si ser madre es convertirme en alguien como tú, prefiero no serlo…
Ricardo: ¡bueno basta ya!-Ana se rió mirando a Julia- las dos…¿no podéis llevaros bien ni siquiera en Navidad?-Julia le miró y se fue. Subió las escaleras y salió a cubierta.
¿Es que Ricardo no se daba cuenta de cómo era esa mujer? ¿Por qué siempre acababa reprochándole las cosas a ella? Maldito el día que el Estrella Polar se había cruzado con ese barco...Miró al frente, aun era de noche. Estaba viendo…no, imposible. Abrió la boca sorprendida ante lo que veían sus ojos…
#34
22/07/2013 12:44
En serio. O sea muere.
O matas tu a Ana o te trolleo la cuenta y la mato yo. Es que me recuerda a Leonor y no, Ana sorra.
Bueno a parte de eso genial como siempre, sigue pronto.
O matas tu a Ana o te trolleo la cuenta y la mato yo. Es que me recuerda a Leonor y no, Ana sorra.
Bueno a parte de eso genial como siempre, sigue pronto.
#35
23/07/2013 11:06
Os dejo el capítulo 16, es cortito porque es como de transición. Aun así espero que os guste ;)
CAPITULO 16
Pero no, no era imposible. De La Cuadra que estaba en el puente de mando también lo vio. Y Salomé que estaba a su lado. Rápidamente Julián avisó al capitán por walkie.
Julián: Ricardo sube al puente ya. Cambio.
Ricardo: Julián ¿qué quieres? Estoy con Valeria…
Julián: no te lo vas a creer…pero estamos divisando una luz a unas millas de distancia.
Ricardo: ¿qué? Voy para allá.-dejó a Valeria con Ainhoa, Ana y Nerea, y subió al puente.
Julián: es imposible que eso sea un barco.-dijo cuando notó que el capitán entraba.-la neblina que había se despejó, los rayos del sol comenzaron a aparecer, reflejándose en…-la madre que me parió…es un jodido rasca cielos.-tanto él como Salomé se quedaron quietos mirando lo que ante ellos acababa de aparecer.
Ricardo: ¿qué cojones hace Julia ahí fuera?-la llamó, pero esta estaba tan sorprendida por lo que veía que no se movió, Ricardo salió a por ella.- ¡Julia! Vamos dentro.-la cogió del brazo y ambos entraron.
Horas más tarde…
Ulises: capitán tenemos que ir, allí puede haber comida, gente...
Ricardo: si…prepara dos equipos, iremos en las zodiac.
Julia: yo iré con vosotros.-Ulises asintió, pero la respuesta del capitán fue clara.
Ricardo: no, tú te quedas aquí. No sabemos con qué nos vamos a encontrar en ese edificio, ni si se va a caer en cuanto pongamos un pie en él.-dijo mirando firmemente a Julia.
Julia: Vamos Ricardo…soy científica, podéis necesitarme allí.
Ricardo: ¡te he dicho que no! Soy el capitán y le estoy dando una orden doctora.-Julia le miró cabreada.
Julia: como usted ordene, señor.-y se largó del puente de mandos.
Salomé: no hace falta que la trates así Ricardo…
Ricardo: es que si no la trato así irá de todas formas. No quiero ponerla en peligro Salo.-la cocinera asintió y sonrió.
Los dos equipos se prepararon para ir hasta el edificio, cuando iban a embarcar en las zodiac, Ricardo miró hacia atrás, pero ella no estaba. Julia estaba en su camarote, le había cabreado muchísimo la manera de tratarla de Ricardo. ¿A caso quería volver a tratarse de usted? Pues así lo haría. A partir de ahora serían exclusivamente, capitán y doctora.
CAPITULO 16
Pero no, no era imposible. De La Cuadra que estaba en el puente de mando también lo vio. Y Salomé que estaba a su lado. Rápidamente Julián avisó al capitán por walkie.
Julián: Ricardo sube al puente ya. Cambio.
Ricardo: Julián ¿qué quieres? Estoy con Valeria…
Julián: no te lo vas a creer…pero estamos divisando una luz a unas millas de distancia.
Ricardo: ¿qué? Voy para allá.-dejó a Valeria con Ainhoa, Ana y Nerea, y subió al puente.
Julián: es imposible que eso sea un barco.-dijo cuando notó que el capitán entraba.-la neblina que había se despejó, los rayos del sol comenzaron a aparecer, reflejándose en…-la madre que me parió…es un jodido rasca cielos.-tanto él como Salomé se quedaron quietos mirando lo que ante ellos acababa de aparecer.
Ricardo: ¿qué cojones hace Julia ahí fuera?-la llamó, pero esta estaba tan sorprendida por lo que veía que no se movió, Ricardo salió a por ella.- ¡Julia! Vamos dentro.-la cogió del brazo y ambos entraron.
Horas más tarde…
Ulises: capitán tenemos que ir, allí puede haber comida, gente...
Ricardo: si…prepara dos equipos, iremos en las zodiac.
Julia: yo iré con vosotros.-Ulises asintió, pero la respuesta del capitán fue clara.
Ricardo: no, tú te quedas aquí. No sabemos con qué nos vamos a encontrar en ese edificio, ni si se va a caer en cuanto pongamos un pie en él.-dijo mirando firmemente a Julia.
Julia: Vamos Ricardo…soy científica, podéis necesitarme allí.
Ricardo: ¡te he dicho que no! Soy el capitán y le estoy dando una orden doctora.-Julia le miró cabreada.
Julia: como usted ordene, señor.-y se largó del puente de mandos.
Salomé: no hace falta que la trates así Ricardo…
Ricardo: es que si no la trato así irá de todas formas. No quiero ponerla en peligro Salo.-la cocinera asintió y sonrió.
Los dos equipos se prepararon para ir hasta el edificio, cuando iban a embarcar en las zodiac, Ricardo miró hacia atrás, pero ella no estaba. Julia estaba en su camarote, le había cabreado muchísimo la manera de tratarla de Ricardo. ¿A caso quería volver a tratarse de usted? Pues así lo haría. A partir de ahora serían exclusivamente, capitán y doctora.
#36
29/07/2013 19:30
CAPITULO 17
En cuanto llegaron al edificio, accedieron a él a través de un ventanal. Una vez dentro no vieron a nadie, aquello estaba desierto, como si un huracán hubiese dejado aquello devastado. Había sillas tiradas en el suelo, macetas rotas y caídas, lámparas sin luz y mal colgadas…
Ricardo: ¿Julia, me recibes?
Julia: Le recibo capitán.-a Ricardo le extraño escucharla así por el walkie, pensó que estaría enfadada por como la había tratado antes.
Ricardo: aquí no hay nadie…parece como si la gente se hubiese esfumado. Seguiremos registrando el edificio, en busca de comida, combustible o cualquier cosa de valor que encontremos. Volveré a contactar con vosotros si pasa algo…
Julia: recibido capitán, le dejaré el walkie a Salomé, yo tengo cosas que hacer en la enfermería. Corto.
El capitán se quedó serio mirando el walkie… ¿qué bicho le había picado a Julia? Julián se acerco y habló con él.
Julián: amigo…¿se puede saber qué la has hecho? Vosotros en vez de dar pasos hacia delante vais hacia atrás como los cangrejos…
Ricardo: y qué quieres que haga ¿eh?
Julián: vaya par…
Ulises interrumpió la conversación, parecía que habían encontrado algo. Al parecer aquel edificio era un hotel, estaban en una habitación muy amplia, parecía ser una especie de cocina. Todos se pusieron a buscar comida, Julián enseguida se puso en contacto con Salomé. Hasta que algo, más bien alguien que les estaba vigilando les sorprendió…
Salomé: ¿Julián? ¿Me recibes?...este hombre…-seguía intentando contactar con él, en vano. Ainhoa la miraba asustada.-nada…parece como si hubiesen desaparecido ¡¡Julián, contéstame!!
Julia: ¿se puede saber qué son esos gritos? Se os oye desde abajo…-dijo entrando en el puente.
Ainhoa: Salomé estaba hablando con mi tío Julián, de repente se escucharon unos ruidos y ya no hemos podido hablar con ellos…Algo les ha pasado Julia.-la doctora cogió el walkie de las manos de Salomé.
Julia: ¿Ricardo? ¿Ricardo estáis bien? ¡¡Contesta joder!!-miró a Ainhoa y después a Salomé.- hay que ir a buscarles…
Salomé: ¿Qué? Pero cariño no sabemos que puede haber allí…
Julia: voy a coger la lancha auxiliar e iré a ver qué sucede.-cuando Ainhoa iba a decir algo Julia se adelantó.- vosotras os quedáis aquí, si no he vuelto en menos de 30 minutos o no contactáis con ellos cogéis el barco y os largáis.
Ainhoa: ¿qué? No, no pienso dejaros aquí…
Julia: Ainhoa escúchame, si hay alguien en ese edificio probablemente serán del proyecto…prométeme que lo haréis, Ainhoa prométemelo.-Ainhoa asintió.
Cuando llegó vio las zodiac junto al edificio, entró por el mismo sitio que habían entrado ellos. Todo estaba en silencio…subió por unas escaleras, nadie… De repente una mano la sujetó por detrás tapándole la boca, y de la puerta que estaba enfrente suya salió él…
Philipe: Vaya, vaya cariño…yo que pensaba ir a buscarte pronto y mira, resulta que no aguantabas más tiempo sin mí y has venido tú a buscarme.-hizo un gesto para que el hombre que la sujetaba la soltase.
Julia: ¿qué has hecho con ellos? ¿Dónde están?-Philipe solo rió ante su pregunta.- ¡¡¡Que me digas dónde están!!!
Philipe: está bien, si insistes…-la llevó hacia otra zona del edificio, frente a una cristalera que daba a una habitación. Todos estaban en el suelo, atados y amordazados. Probablemente los hombres de Philipe se habían encargado de darles una buena paliza.- ahí tienes a tus amigos.
Julia: ¿por qué haces todo esto?-dijo mientras les miraba, entonces se dio cuenta.- él no está…¿Dónde le tienes?-pero Philipe se limitaba a sonreír sin parar.- no…dime que no le has matado, ¡¡¡dime que no le has matado cabrón!!!
Philipe: solo hice lo que tenía que hacer…
Julia se arrodilló en el suelo, negando con la cabeza, negándose a sí misma que Ricardo pudiera estar…
En cuanto llegaron al edificio, accedieron a él a través de un ventanal. Una vez dentro no vieron a nadie, aquello estaba desierto, como si un huracán hubiese dejado aquello devastado. Había sillas tiradas en el suelo, macetas rotas y caídas, lámparas sin luz y mal colgadas…
Ricardo: ¿Julia, me recibes?
Julia: Le recibo capitán.-a Ricardo le extraño escucharla así por el walkie, pensó que estaría enfadada por como la había tratado antes.
Ricardo: aquí no hay nadie…parece como si la gente se hubiese esfumado. Seguiremos registrando el edificio, en busca de comida, combustible o cualquier cosa de valor que encontremos. Volveré a contactar con vosotros si pasa algo…
Julia: recibido capitán, le dejaré el walkie a Salomé, yo tengo cosas que hacer en la enfermería. Corto.
El capitán se quedó serio mirando el walkie… ¿qué bicho le había picado a Julia? Julián se acerco y habló con él.
Julián: amigo…¿se puede saber qué la has hecho? Vosotros en vez de dar pasos hacia delante vais hacia atrás como los cangrejos…
Ricardo: y qué quieres que haga ¿eh?
Julián: vaya par…
Ulises interrumpió la conversación, parecía que habían encontrado algo. Al parecer aquel edificio era un hotel, estaban en una habitación muy amplia, parecía ser una especie de cocina. Todos se pusieron a buscar comida, Julián enseguida se puso en contacto con Salomé. Hasta que algo, más bien alguien que les estaba vigilando les sorprendió…
Salomé: ¿Julián? ¿Me recibes?...este hombre…-seguía intentando contactar con él, en vano. Ainhoa la miraba asustada.-nada…parece como si hubiesen desaparecido ¡¡Julián, contéstame!!
Julia: ¿se puede saber qué son esos gritos? Se os oye desde abajo…-dijo entrando en el puente.
Ainhoa: Salomé estaba hablando con mi tío Julián, de repente se escucharon unos ruidos y ya no hemos podido hablar con ellos…Algo les ha pasado Julia.-la doctora cogió el walkie de las manos de Salomé.
Julia: ¿Ricardo? ¿Ricardo estáis bien? ¡¡Contesta joder!!-miró a Ainhoa y después a Salomé.- hay que ir a buscarles…
Salomé: ¿Qué? Pero cariño no sabemos que puede haber allí…
Julia: voy a coger la lancha auxiliar e iré a ver qué sucede.-cuando Ainhoa iba a decir algo Julia se adelantó.- vosotras os quedáis aquí, si no he vuelto en menos de 30 minutos o no contactáis con ellos cogéis el barco y os largáis.
Ainhoa: ¿qué? No, no pienso dejaros aquí…
Julia: Ainhoa escúchame, si hay alguien en ese edificio probablemente serán del proyecto…prométeme que lo haréis, Ainhoa prométemelo.-Ainhoa asintió.
Cuando llegó vio las zodiac junto al edificio, entró por el mismo sitio que habían entrado ellos. Todo estaba en silencio…subió por unas escaleras, nadie… De repente una mano la sujetó por detrás tapándole la boca, y de la puerta que estaba enfrente suya salió él…
Philipe: Vaya, vaya cariño…yo que pensaba ir a buscarte pronto y mira, resulta que no aguantabas más tiempo sin mí y has venido tú a buscarme.-hizo un gesto para que el hombre que la sujetaba la soltase.
Julia: ¿qué has hecho con ellos? ¿Dónde están?-Philipe solo rió ante su pregunta.- ¡¡¡Que me digas dónde están!!!
Philipe: está bien, si insistes…-la llevó hacia otra zona del edificio, frente a una cristalera que daba a una habitación. Todos estaban en el suelo, atados y amordazados. Probablemente los hombres de Philipe se habían encargado de darles una buena paliza.- ahí tienes a tus amigos.
Julia: ¿por qué haces todo esto?-dijo mientras les miraba, entonces se dio cuenta.- él no está…¿Dónde le tienes?-pero Philipe se limitaba a sonreír sin parar.- no…dime que no le has matado, ¡¡¡dime que no le has matado cabrón!!!
Philipe: solo hice lo que tenía que hacer…
Julia se arrodilló en el suelo, negando con la cabeza, negándose a sí misma que Ricardo pudiera estar…
#37
30/07/2013 00:43
diooooooss, me encanta tu fic *_* siguelo cuando puedass
pd: NO NOS MATESSS A RICARDOOO
pd: NO NOS MATESSS A RICARDOOO
#38
30/07/2013 22:29
Me encanta tu fic! Pero por favor no mates a Ricardo!!! Un beso
#39
02/08/2013 15:07
Nuevo capitulo por aquí y último de momento en todo agosto, me voy de vacaciones y no tendré internet ni ordenador. Así que...hasta septiembre!!
Gracias por los comentarios chicas ;)
CAPITULO 18
Perdió la cuenta del tiempo que había estado allí, llorando, arrodillada en el suelo, con Philipe mirándola y sonriendo…
Julia: no podías soportarlo ¿verdad?, no podías soportar que le amase más que a ti.- a Philipe se le borró de inmediato la sonrisa de superioridad que tenía en la cara.
Philipe: eso no es verdad…no podías quererle más que a mí. Estuvimos juntos muchos años cariño.
Julia: es verdad…pero con él me han bastado unos meses para quererle más a que a nada, hubiese dado mi vida por él.
Philipe: cállate ya, Julia.-esta se puso de pie.
Julia: hemos estado juntos muy poco tiempo, hemos discutido, hemos roto…pero le amo y le amaré toda mi vida.
Philipe: te he dicho que te calles.-la dio una bofetada en la cara y volvió a tirarla al suelo.- ¿quieres ir con él? ¿eh?.-la cogió del pelo haciendo que le mirase.- ¿quieres reunirte con tu capitán zorra?-sin soltarla la llevo por toda la sala, hacia el pasillo.
Allí había cuatro hombres más, Philipe dio una orden a uno de ellos y este se fue, a los pocos minutos la puerta del ascensor se abrió. Y Julia le vio, estaba tirado en el suelo, apenas podía moverse, tenía sangre en la cara. Philipe la tiró contra él y ordenó que cerrasen la puerta.
Julia: Ricardo, dime que estas bien por favor, dime que estas bien…-decía dándole palmadas en la cara.
Ricardo: Ju…. Julia, estoy…
Julia: vivo, estás vivo.- le cogió la cabeza y la acunó contra su pecho.- estoy aquí contigo, estamos juntos…-Ricardo se separó un poco, la miró y sonrió.
Ricardo: pensé que no te volvería a ver nunca…-ambos lloraban.
Julia: shh, pues aquí estoy.-dijo acariciándole la cara.
Ricardo: no tenías que haber venido…-se dio cuenta de que tenía el labio partido.- ese cabrón te ha vuelto a pegar…
Julia: eso da igual ahora ¿vale?, lo importante es que estoy aquí…
Ricardo: que estás conmigo…-decía mientras se acercaba más a ella.
Julia: si…-el capitán la besó en la cara, en la nariz, estaba a punto de besarla en los labios cuando notaron que el ascensor se movía.- estamos bajando…
Ricardo: no puede ser.- se puso de pie, dolorido y con ayuda de Julia.- quieren matarnos…-el ascensor se paró de golpe, ambos se tambalearon.- ¿estás bien?
Julia: si…-miró sus pies, el agua estaba comenzando a entrar.- tenemos que salir de aquí Ricardo…
__________________________________
Mientras tanto en el barco, una asustada y nerviosa Ainhoa miraba el reloj…había pasado ya el tiempo de margen que Julia le dijo. Pero no podía hacerlo, no podía dejarles allí. Ramiro y Palomares, que no habían ido con el grupo al edificio entraron en el puente.
Palomares: ¿Qué pasa? ¿Todavía no han vuelto?
Salomé: perdimos la conexión hace casi una hora…Julia fue a buscarles pero tampoco sabemos nada de ella.
Ainhoa: Julia nos dijo que si no volvía que nos fuésemos…pero no podemos dejarles tirados.
Palomares: tenemos que ir a buscarles.
Salomé: no, nadie más saldrá del barco. ¿Qué queréis? ¿Qué nos cojan a todos?
Ramiro: yo sé de alguien que puede ayudarnos…
Ramiro bajó al camarote de Gamboa y le contó lo que había pasado, este no daba crédito pues nadie del proyecto le había informado de esta situación. Les llamó y no consiguió que le contestaran. Quizás Julia tenía razón y ahora que ya no les necesitaban acabarían con ellos…
________________________________
Ricardo: es imposible…las puertas están atascadas.-decía mientras hacía fuerza intentando abrir las puertas del ascensor.
Julia: Ricardo, mira.-ambos miraron hacia el techo, había una trampilla, quizás por ahí pudieran salir…-cógeme, intentaré abrirla.
Ricardo: bien…-Julia pasó sus brazos por el cuello del capitán, y este la cogió en brazos, las piernas de la doctora quedaron enroscadas a la cintura de Ricardo.- ¿llegas?
Julia: no puedo…súbeme un poco más arriba, por favor.- Ricardo puso una de sus manos en las nalgas de Julia y la impulsó más.- es imposible…no se abre, no saldremos de aquí.
Ricardo: tranquila ¿vale?- la fue bajando poco a poco, sin dejar de abrazarla, hasta que sus caras coincidieron.- seguro que los que están en el barco vienen por nosotros, no te preocupes.
Julia: no, no vendrán…le dije a Ainhoa que si no volvíamos que se fuesen de aquí. Ricardo yo solo quería ponerlos a salvo…- el capitán cogió su cara con las manos.
Ricardo: vale, vale…no pasa nada ¿sí?, conozco a mi hija, no nos dejarán aquí.-la abrazó fuerte contra su pecho.
_______________________________
Mientras tanto en la otra sala…
Piti: tenemos que salir de aquí joder…que si no nos van a matar.
Ulises: ¡¡¡Piti cálmate!!! Nadie va a matar a nadie…
Julián: hijo, perdona que no sea tan optimista como tú…pero esta pinta negro, muy negro.
De repente uno de los hombres que les custodiaban se acercó a Ulises, le cogió de los brazos y se lo llevó a una sala contigua.
Ulises: ¿Qué quieres ahora eh? Porque no nos dejáis en paz…
Max: voy a ayudaros ¿vale?
Ulises: ¿tú? Si claro…la gente de ese asqueroso proyecto no ayuda al resto.
Max: sí, tienes razón. Pero no todos somos iguales, ¿o acaso Julia es como ellos? Ella es mi amiga, he visto como Philipe la ha tratado, a ella y a todos vosotros. Esto era un proyecto de supervivencia y mira en lo que se ha convertido. Voy a ayudaros, pero necesito que colaboréis…
Ulises: tampoco tenemos otra opción…
Max: habla con tus compañeros, hay que estar preparados. Voy a sacaros de aquí.
Gracias por los comentarios chicas ;)
CAPITULO 18
Perdió la cuenta del tiempo que había estado allí, llorando, arrodillada en el suelo, con Philipe mirándola y sonriendo…
Julia: no podías soportarlo ¿verdad?, no podías soportar que le amase más que a ti.- a Philipe se le borró de inmediato la sonrisa de superioridad que tenía en la cara.
Philipe: eso no es verdad…no podías quererle más que a mí. Estuvimos juntos muchos años cariño.
Julia: es verdad…pero con él me han bastado unos meses para quererle más a que a nada, hubiese dado mi vida por él.
Philipe: cállate ya, Julia.-esta se puso de pie.
Julia: hemos estado juntos muy poco tiempo, hemos discutido, hemos roto…pero le amo y le amaré toda mi vida.
Philipe: te he dicho que te calles.-la dio una bofetada en la cara y volvió a tirarla al suelo.- ¿quieres ir con él? ¿eh?.-la cogió del pelo haciendo que le mirase.- ¿quieres reunirte con tu capitán zorra?-sin soltarla la llevo por toda la sala, hacia el pasillo.
Allí había cuatro hombres más, Philipe dio una orden a uno de ellos y este se fue, a los pocos minutos la puerta del ascensor se abrió. Y Julia le vio, estaba tirado en el suelo, apenas podía moverse, tenía sangre en la cara. Philipe la tiró contra él y ordenó que cerrasen la puerta.
Julia: Ricardo, dime que estas bien por favor, dime que estas bien…-decía dándole palmadas en la cara.
Ricardo: Ju…. Julia, estoy…
Julia: vivo, estás vivo.- le cogió la cabeza y la acunó contra su pecho.- estoy aquí contigo, estamos juntos…-Ricardo se separó un poco, la miró y sonrió.
Ricardo: pensé que no te volvería a ver nunca…-ambos lloraban.
Julia: shh, pues aquí estoy.-dijo acariciándole la cara.
Ricardo: no tenías que haber venido…-se dio cuenta de que tenía el labio partido.- ese cabrón te ha vuelto a pegar…
Julia: eso da igual ahora ¿vale?, lo importante es que estoy aquí…
Ricardo: que estás conmigo…-decía mientras se acercaba más a ella.
Julia: si…-el capitán la besó en la cara, en la nariz, estaba a punto de besarla en los labios cuando notaron que el ascensor se movía.- estamos bajando…
Ricardo: no puede ser.- se puso de pie, dolorido y con ayuda de Julia.- quieren matarnos…-el ascensor se paró de golpe, ambos se tambalearon.- ¿estás bien?
Julia: si…-miró sus pies, el agua estaba comenzando a entrar.- tenemos que salir de aquí Ricardo…
__________________________________
Mientras tanto en el barco, una asustada y nerviosa Ainhoa miraba el reloj…había pasado ya el tiempo de margen que Julia le dijo. Pero no podía hacerlo, no podía dejarles allí. Ramiro y Palomares, que no habían ido con el grupo al edificio entraron en el puente.
Palomares: ¿Qué pasa? ¿Todavía no han vuelto?
Salomé: perdimos la conexión hace casi una hora…Julia fue a buscarles pero tampoco sabemos nada de ella.
Ainhoa: Julia nos dijo que si no volvía que nos fuésemos…pero no podemos dejarles tirados.
Palomares: tenemos que ir a buscarles.
Salomé: no, nadie más saldrá del barco. ¿Qué queréis? ¿Qué nos cojan a todos?
Ramiro: yo sé de alguien que puede ayudarnos…
Ramiro bajó al camarote de Gamboa y le contó lo que había pasado, este no daba crédito pues nadie del proyecto le había informado de esta situación. Les llamó y no consiguió que le contestaran. Quizás Julia tenía razón y ahora que ya no les necesitaban acabarían con ellos…
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Ricardo: es imposible…las puertas están atascadas.-decía mientras hacía fuerza intentando abrir las puertas del ascensor.
Julia: Ricardo, mira.-ambos miraron hacia el techo, había una trampilla, quizás por ahí pudieran salir…-cógeme, intentaré abrirla.
Ricardo: bien…-Julia pasó sus brazos por el cuello del capitán, y este la cogió en brazos, las piernas de la doctora quedaron enroscadas a la cintura de Ricardo.- ¿llegas?
Julia: no puedo…súbeme un poco más arriba, por favor.- Ricardo puso una de sus manos en las nalgas de Julia y la impulsó más.- es imposible…no se abre, no saldremos de aquí.
Ricardo: tranquila ¿vale?- la fue bajando poco a poco, sin dejar de abrazarla, hasta que sus caras coincidieron.- seguro que los que están en el barco vienen por nosotros, no te preocupes.
Julia: no, no vendrán…le dije a Ainhoa que si no volvíamos que se fuesen de aquí. Ricardo yo solo quería ponerlos a salvo…- el capitán cogió su cara con las manos.
Ricardo: vale, vale…no pasa nada ¿sí?, conozco a mi hija, no nos dejarán aquí.-la abrazó fuerte contra su pecho.
_______________________________
Mientras tanto en la otra sala…
Piti: tenemos que salir de aquí joder…que si no nos van a matar.
Ulises: ¡¡¡Piti cálmate!!! Nadie va a matar a nadie…
Julián: hijo, perdona que no sea tan optimista como tú…pero esta pinta negro, muy negro.
De repente uno de los hombres que les custodiaban se acercó a Ulises, le cogió de los brazos y se lo llevó a una sala contigua.
Ulises: ¿Qué quieres ahora eh? Porque no nos dejáis en paz…
Max: voy a ayudaros ¿vale?
Ulises: ¿tú? Si claro…la gente de ese asqueroso proyecto no ayuda al resto.
Max: sí, tienes razón. Pero no todos somos iguales, ¿o acaso Julia es como ellos? Ella es mi amiga, he visto como Philipe la ha tratado, a ella y a todos vosotros. Esto era un proyecto de supervivencia y mira en lo que se ha convertido. Voy a ayudaros, pero necesito que colaboréis…
Ulises: tampoco tenemos otra opción…
Max: habla con tus compañeros, hay que estar preparados. Voy a sacaros de aquí.
#40
16/08/2013 12:45
Me gusta me gusta me gusta ME ENCANTA!!!
Ganas de leer el siguiente!!
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