• Estrella Polar • Última temporada • Se acerca el final

Nota: En una parte de este capítulo hay una breve conversación en francés y griego. (La "traducción" [Con Google, la de griego ] está entre paréntesis). Este capítulo se lo dedico a LoloUlinhoa, que ha empezado recientemente a leer mi fic y me ha pedido que lo introduzca en las tramas del mismo. Algunos personajes se van, pero... nuevos llegan. ¡Disfrutad de la lectura! Y no os olvidéis de comentar, eh

Capítulo 3x10 (41) "TIERRA A LA VISTA"

[/u][/h1] (ÚLTIMO Capítulo de Temporada)

Dormía plácidamente, sin saber a lo que el destino le tenía aguardado. Había matado a Claudia y eso le tendría consecuencias... que iban a ser saldadas con su propia vida. El fin había llegado. No había vuelta atrás.

Unas 8 horas antes…[/u]

El buque frenó en seco, de repente. Habían tirado el ancla para no moverse de allí. Miró preocupada por la ventana, y allí observó a su marido mirar por unos prismáticos. Corrió hasta cubierta y se paró junto a él, que le entregó aquel instrumento para que observara a través de ellos.

Julia: Tenemos visita… Esto no me gusta nada. Nos fiamos de aquellos náufragos y mira lo que ocurrió. De todas formas esperemos a que se acerque más. Parece que solo viene un ocupante.

El capitán asintió mirándola, mientras apoyaba sus brazos en la barandilla.
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Permanecía en silencio, totalmente quieto y aguantando su agitada respiración, mientras la miraba de reojo. El silencio dominaba aquella zona de mercancías, pero él, en la penumbra, podía vislumbrar decenas de cajas llenas de alimentos, utensilios y provisiones de todo tipo. Incluso armas.

Las puertas se abrieron de nuevo y un hombre accedió al interior. Rápidamente comenzó a revisar las cajas, para cerciorarse de que no se habían dejado nada, cuando observó algo al final de la sala. Se acercó hacia allá, muy despacio, y se le heló el aliento. Había dos polizones. Un chico y una chica, escondidos tras unas cajas. Por si acaso, agarró un revolver y avanzó a regañadientes. Al llegar se dio cuenta de que ninguno de los dos estaba armado, tan sólo querían huir de aquella isla.



Hombre: Tranquilos. No tenéis nada que temer. Os sacaré de esta isla, os doy mi palabra. Pero quizás mi compañero no sea tan inflexivo, así que será mejor que os ocultéis aquí durante todo el trayecto, que será muy corto, para que no os descubran. Un momento… ¿No os estarán buscando en el centro, no?

Piti: La verdad es que sí. Nos hemos escapado, así que si te puedes dar un poco de prisa, mejor, porque como nos encuentren… Nos matarán. Me llamo Piti, por cierto -dijo dejando de mirar las armas, a las que había estado observando por si la situación las hubiera requerido- ¿Y tú eres…?

Lolo: Lolo, el piloto de este avión y el que os llevará a un lugar seguro. Es otra isla, pero esta no está dominada por el Proyecto. En realidad vamos allá para establecer un campamento base. Los jefes del ECND han sabido por el satélite la existencia de aquella isla, totalmente desconocida hasta ahora. Bueno, no me entretengo más, ¡disfrutad del viaje!

El muchacho, que no superaría los 23 años y parecía bastante agradable, se despidió con la mano y salió sonriendo de allí, cerrando las puertas a su paso. Vilma agarró fuertemente a Piti y cerró los ojos, deseando que cuando volviera a abrirlos, hubieran llegado por fin.

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Dobló la esquina y siguió corriendo por aquel pasillo, sin detenerse. Tenía que recuperar el transmisor de la difunta Claudia, para así poder cumplir sus propósitos. Ella ahora debía convertirse en la espía del Estrella Polar, aunque aquello no le gustara.

Agarró el pomo de la puerta y lo giró. Afortunadamente no estaba cerrada con llave. Accedió al camarote y echó un rápido vistazo. Sabía dónde estaría escondido el intercomunicador. Tenían un protocolo para aquello. Ante las innumerables perturbaciones del Proyecto, Alexander había decidido enviar un segundo espía a cada barco no controlado por el P.A. Gracias a eso, a pesar de que Claudia había fallecido, Alexander iba a lograr enterarse de todo lo que ocurría en aquel buque-escuela. Y Celeste iba a ser su topo. Pero ella ya sabía a lo que había llegado. Tenía que obedecer las órdenes de Alexander, o… matarían a su hermana. Y eso ella no lo podía consentir. Ya había perdido a toda su familia, no iba a dejar que también le quitaran a su hermana.
Quitó el colchón de la cama y lo tiró al suelo. Casi instantáneamente observó una diminuta llave.

La cogió y caminó hasta la cómoda, donde, si el plan no fallaba, debía haber un cajón cerrado. Y así era. Introdujo la llave en aquella vieja cerradura, y tras un par de chirridos, observó el ansiado aparato. Pero entonces las puertas del armario se abrieron. Se dio la vuelta y observó a Estela.

Celeste: Pero, Estela… ¿Qué haces aquí? -dijo mientras cerraba lentamente el cajón-

Estela: ¿Qué que hago? Esperar a que alguien cayera en su propia trampa. Claudia era mi amiga y me gané su confianza. Me lo contó todo sobre el Proyecto, incluso que mi padre estaba metido en el fondo del asunto. Ella me contó que en este barco había otro espía aparte de ella, pero que solo comenzaría a operar si Claudia moría. Y así ha sido. Sintiéndolo mucho, quería averiguar quién sería el topo. Y veo que ha sido más fácil de lo que pensaba. Tan sólo he tenido que esperar un poco.

La espía la observó a sus ojos, asimilando lo que le había contado. Menuda artimaña tan astuta. Le había tendido una trampa en la que ella misma había caído.

Celeste: ¿Qué quieres…?

Estela: Venganza. Es lo único que quiero. Lo que Claudia me prometió. ¡Me juró que me ayudaría a matar a mi padre! Quiero que tú me ayudes. Que juntas le tengamos una trampa, pero no sé cómo hacerlo. Ni siquiera sé si seguirá en el submarino del que me habló Claudia.

Celeste: No, Alexander está en el centro de operaciones del Proyecto, en Andros, una pequeña isla. Pero sé la jugada perfecta para asesinarlo. ¿Sabes qué Julián ha sido envenenado, no? -Estela asintió con la cabeza- Pues un submarino está a punto de llegar para llevarse a De la Cuadra e intentar curarle. Tendrás que esperar en cubierta a que lleguen los buzos, y dejar inconsciente a uno. Luego tan sólo tendrás que cambiarte e irte hacia el submarino, que volverá a la isla que te mencioné en como mucho, dos semanas.

Una sonrisa se dibujó en los labios de Estela. Por fin iba a conseguir su venganza. Iba a hacerle pagar a su padre todo lo que él le había hecho al mundo. Ya era hora de terminar con Alexander Montes.
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Esperó respuesta, mientras observaba el cadáver de Daphne. Estaba tirada en el suelo, con la cabeza manchada de sangre, y restos de cristales a su alrededor.

Voz de Alexander: Tendrás que ocuparte ahora tú de aquel barco. El Estrella Polar ya ha salido del edificio. Poned rumbo hacia el YouHao, ya mismo. Corto.

Asintió con la cabeza señalando al cuerpo sin vida de la mujer, con media sonrisa dibujada en su boca. No podía decir que le diera ninguna pena, puesto que Daphne era la peor persona que había conocido en su vida. En cuanto la señaló, dos de los soldados la cogieron en brazos y caminaron hasta cubierta para tirarla por la borda.

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Estiró la mano para ayudar a la muchacha a subir al barco, bajo la atenta mirada de Julia, que le hacía un rápido análisis para descubrir si estaba enferma. Pero inmediatamente se dio cuenta de que no. Ni siquiera mostraba síntomas de deshidratación o inanición. Era como si llevara tan sólo unas horas a borde de la Zodiac. Pero lo más curioso es que su cara le resultaba tremendamente familiar.

Ricardo: Bienvenida al Estrella Polar. Soy Ricardo Montero, su capitán, y ella es mi mujer, Julia Wilson. ¿De dónde vienes?

Marimar: He huido del Etoile du Nord. Unos soldados llegaron y ocuparon el barco, pero he logrado escapar de allí. El capitán ha muerto y algunas otras personas más. La barca me trajo por fortuna hasta aquí… -se quedó atontada al leer el grabado en la superficie del buque, ‘Estrella Polar’ Un momento… ¿Conocéis a Roberto, Roberto Schneider? -dijo sacando una foto suya y mostrándosela- Es mi novio. Gracias a él, estoy viva...

Ambos se miraron a los ojos, sin saber qué decirle. Lo conocían y a la vez no, porque ahora era una persona diferente. No sabían cómo iban a poder darle aquella noticia y si Marimar la iba a aceptar. Pero el amor todo lo puede…
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Dimitros corría como un loco por los recintos de aquel dichoso laberinto de pasillos, mientras una incesante alarma se repetía en el lugar. De pronto, se escuchó un fuerte estruendo fuera, seguido de un seísmo que agitó todo el lugar.

Flashback

Quince minutos antes…

Miró horrorizado a la puerta. No había podido escapar a tiempo. Se giró, buscando una segunda salida y observó una trampilla escondida bajo una maceta. Corrió hasta allí, la abrió y la cerró con un cerrojo, justo cuando un disparo impactó en la misma.
Observó las blancas paredes de aquellos pasillos que se extendían metros y metros, y empezó a correr.

Cuando todo dejó de agitarse, la luz se fue y la alarma dejó de sonar. Se escuchó un nuevo estruendo y numerosos pasos de gente que corría por el nivel de arriba. Tragó saliva y siguió su camino en una total oscuridad. Por fin vio algo de luz, y es que había un gigantesco montaplatos situado junto a una siniestra celda. Se subió en él y pulsó el botón de arriba. No funcionaba, puesto que no había electricidad.

Pero entonces volvió la luz y las puertas se cerraron, mientras el montacargas comenzaba a ascender.
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Echó la mano en la cubierta del barco, y con todas sus fuerzas logró agarrarse a la barandilla, para después saltar al interior del buque. Menos mal que había logrado encontrarlo, después de casi dos semanas en alta mar. Eso sí, no había tenido hambre ni sed, puesto que se había llevado las provisiones necesarias. Lo único… soledad. Un gigantesco vacío en su corazón.

Pero no tuvo mucho más tiempo de reflexionar. Se sintió observada y se dio la vuelta. Ocho personas la rodeaban, armados con arpones y cañas de pescar.

Melodie: Mon nom est Melodie. Je ne veux pas te faire de mal. (Mi nombre es Melodie, no quiero haceros daño)

Hombre 1: Ποιος είσαι εσύ; Τι θέλεις; Δεν μιλούν τη γλώσσα μας. (¿Quién eres, qué quieres? ¿No hablas nuestro idioma?

En aquel momento se dio cuenta de que iba a tardar una eternidad en explicar que no quería hacerles nada…
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Celeste, a través del inter-comunicador: Aquí Estrella Polar. Soy Celeste Rivas. Max ha matado a Claudia. Está obsesionado con Ainhoa. Ahora lo han encerrado en las bodegas, no supone ningún peligro.

Voz de Leonor: ¡¿QUÉ?! ¿Qué ese desgraciado ha matado a mi hermana? ¡Asegúrate de matarlo! Puedes usar tu pistola. Mátalo. No merece vivir.

Celeste: Está bien, lo haré… ¿Cuándo llegará el submarino a por De la Cuadra? Ha empeorado.

Leonor: No lo sé. Aquí la situación es caótica. Hemos tenido que huir en el submarino particular de Alexander. El volcán ha empezado a dar señales de su actividad. Y eso no es nada bueno. La última vez que contactamos con el submarino estaban a dos millas, así que supongo que ya estarán allá. Los buzos llegarán en cuanto se haga de noche, no quiero que corran riesgos. Corto.
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Piti abrió los ojos, asustado ante la respiración de Vilma. Ésta se mordía la lengua para no gritar, agarrándolo fuertemente de la mano. De pronto miró al suelo. Había agua. ¡Vilma había roto aguas! Y el bebé llegaba antes de lo esperado. Sólo estaba de 8 meses. Intentó abanicar a su novia y se levantó en busca de algo que pudiera ayudarles, mientras deseaba que llegaran a tierra.

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Miró asegurándose de que no había nadie y cruzó rápidamente la esquina. Se encontraba muy cansado. Era demasiado mayor para tanto ejercicio. Pero ya veía la puerta trasera, que daba a la parte de atrás. La abrió y salió afuera.

Allí, numerosos soldados se montaban en barcas y huían remando por el río, con todas sus fuerzas. Aquello estaba casi desierto. Entonces se giró y se quedó pasmado. Una gigantesca bandada de aves emprendió su vuelo para alejarse, mientras serpientes y pequeños ratones se alejaban de allí. Fue cuando se dio cuenta de lo que habían sido los estruendos. Era el volcán, que estaba a punto de estallar. Tragó saliva y empezó de nuevo a correr.

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Ainhoa: ¿Qué tal está tu padre?

Ulises: Está mejor… -dijo besándola en los labios-

Ainhoa: No sé como Max ha podido hacer esto. ¡Estaba totalmente obsesionado! Pero te juro que nada ni nadie va a lograr separarnos. Yo te quiero, Ulises y siempre te querré. Pase lo que pase.

Lo abrazó fuertemente y apoyó su cabeza en sus hombros, conteniéndose las lágrimas.
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El sol ya se había ocultado y la luna ocupaba felizmente su lugar. Aquella noche estaba particularmente tranquila, sin que ni tan siquiera las olas lograran perturbar el absoluto silencio. En el interior del buque, Estela se encontraba mirando fijamente por la ventana, esperando el momento.

Y el momento llegó. Observó una mano agarrarse a la barandilla, y segundos después tres buzos subieron. Uno de ellos se acercó hasta la sala de mandos, donde se encontraba Estela, que se ocultó detrás de la puerta. Éste la abrió y accedió a la habitación. La muchacha dio algunos pasos en silencio y le golpeó con una maceta en la cabeza. El buzo cayó inconsciente al suelo y ella le quitó su traje de neopreno.
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Marimar: ¿De verdad no te acuerdas de mí? Soy yo, Marimar. Casi nos casamos… ¿No lo recuerdas?

Burbuja: ¡NO! ¡Yo no-no tengo ni-ninguna novia! De-déjame en paz. -mintió él y salió corriendo del camarote-

Echó a correr por el pasillo justo cuando Marimar se levantó de la cama y caminó hasta la puerta. La abrió y corrió buscándolo, pero era tarde. En aquel momento un buzo se lo llevaba a rastras, tapándole la boca para que no hiciera ruido.
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Oyeron algunos ruidos procedentes de la parte de atrás. Acto seguido las puertas se abrieron nuevamente y Lolo apareció allí.

Lolo: ¿Qué ocurre? He oído ruidos. He intentado disimularlos, pero no creo que haya colado. Le dije que había venido a por algo de comer... -entonces vio a Vilma hiperventilando y lo comprendió- ¡Oh Dios! Espera, por favor, espera… Llegaremos en diez minutos.

Salió corriendo nuevamente de allí y segundos después el avión aceleró.
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Un nuevo seísmo cambió su destino. En cuestión de segundos, el tronco de una palmera se desquebrajó totalmente y cayó sobre él, sepultándolo. En su mente apareció su apreciado barco.

Dimitros iba caminando sobre las aguas, hacia él, donde estaban su mujer y sus dos hijos. Ellos le miraban sonriendo… Y él devolvió la sonrisa. La paz había llegado.
Su corazón dejó de latir y una riada de lava comenzó a descender del volcán.
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Abrió la puerta del camarote, pero primero dejó pasar a Ainhoa, que pegó un grito. La ventana de la habitación estaba abierta y De la Cuadra se había esfumado. Él ni siquiera tenía fuerzas para abrir los ojos, lo habían capturado. Corrió fuera del camarote y pulsó la alarma de incendios.

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Una alarma comenzó a sonar y los dos tripulantes que custodiaban las bodegas salieron corriendo de allí. Aquel era el momento perfecto. Se tapó la cabeza con la capucha y abrió ligeramente la puerta, lo suficiente como para que el revólver cupiera en ella. Allí vio a Max y Gamboa, ambos estaban durmiendo en dos pequeñas camas algo descoloridas. Apuntó al corazón de Max y un disparó se escuchó en todo el barco.

Cerró la puerta y se alejó corriendo, mientras el muchacho se desplomaba en el suelo.
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Los ató a ambos a un paracaídas.

Lolo: Ya estamos sobrevolando la isla. En cuanto notéis que descendemos, saltad. Nosotros intentaremos localizar un claro en aquella isla, que parece bastante grande. ¡Suerte!

Vilma: Gra…cias por todo.

Le sonrió levemente y se esfumó de nuevo hacia la sala del piloto. Segundos después comenzaron a descender. Tal como les había ordenado, abrieron las puertas y se lanzaron al vacío, mientras Vilma gritaba de dolor.
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Al ver a los otros dos buzos correr por cubierta, con Roberto y De la Cuadra, ella les siguió. Se lanzó a la zodiac y rápidamente se alejaron hacia el submarino. La venganza estaba cerca.
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Corrió todo lo que podía, abriéndose paso entre zarzas y maleza. Se tropezó con una piedra y cayó de bruces al suelo, pero se levantó y siguió corriendo, tras limpiarse la sangre de la nariz. Por fin divisó la entrada a la villa y avanzó sin mirar atrás. Pulsó el timbre y las puertas se abrieron.

Accedió al interior y pronto localizó la cabaña de su padre. Abrió la puerta y entró dentro. Allí estaba su padre, leyendo un libro.

Luis: ¿Pero qué ocurre, hijo? ¡Estás bien?!

Javier: Hay… un avión. Acabo de ver un avión y un paracaídas… -en aquel momento el ruido de un avión cercano certificó sus palabras-

Inmediatamente el hombre se levantó y dejó el libro sobre la mesa. Se dirigió al armario y sacó el aparato de allí. Aquel era un comunicador cifrado. Tan sólo podría escucharlo Roberto, si se encontraba cerca de allí. Y ojalá que lo fuera. Porque ya había pasado demasiado tiempo, y seguían sin aparecer. Miró la superficie del aparato. No había habido suerte. O eso pensaba… porque en aquel momento apareció una débil señal, que significaba que estaba a unas cinco millas.

Voz de Luis: ¡Roberto! ¡Necesitamos ayuda! La situación está descontrolada. Hace poco, como intenté decirte, llegó un barco y algunos se volvieron locos y les dispararon. Murió gente… ¡Pero ahora es peor! Un avión acaba de sobrevolarnos. Estamos en peligro. Estoy seguro de que es algún secuaz de Alexander. Por favor, Roberto…

Continuará... en la 4ª temporada

¡Increíble!Lo acabo de leer y me ha gustado mucho.Empiezo desordenado..¡Las muertes!Haz matado a Max y a Daphne..¡¡Juro por dios que le tenía ganas a esa perra!!Luego,se llevan a Roberto y a Julián al submarino y ¡Marimar llega al Estrella! Por otra parte..Estela y su venganza..¿Matará a Alexander?Y Celeste la que mata a Max..Tampoco abría pasado nada si hubieras usado otra bala para Gamboa jajaja..Por otra parte la trama de Vilma y Piti,Ole Lolo,¡Se merece otra aparación!jajaja
Por otra parte,¿Quién es el que corre de la lava del volcán? Luego,Ainhoa y Ulises juntos..¿Aparecerá otro Max en la historia?O.o Y el final,¡¡¡¡MI PERSONAJE!!!^^ ¡¡Y mi padre,Luís!!! ¿Qué pasará? ¡¡Exijo 4·Temporada para Julio como máximo!!

Espectacular, estoy ansioso por la nueva temporada y espero más apariciones eh! Jajaja

Todo ha cambiado

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Me he leído toda la temporada en cero coma, que ganas de ver la nueva!! :D

El momento se acerca[/b]



Todo va a cambiar.

Avance


Tras 4 meses de travesía...

El buque-escuela serpenteó a toda máquina entre aquellas cristalinas aguas mientras la ansiada tierra firme comenzaba a dibujarse en el horizonte... Cada vez más cerca.

El Estrella Polar... llega a tierra[/i]

Tierra, ¡tierra a la vista! gritó un tripulante subido al palo mayor y todos dirigieron su mirada hacia aquella gigantesca porción de tierra firme.

¡Viva, viva! ¡Por fin! los gritos comenzaron a prorrumpir en la cubierta del pequeño barco.

Pero la alegría no durará para siempre[/i]

Ricardo: ¡Julia, no voy a permitir que nadie baje a aquella isla! Han secuestrado a Julián, a Burbuja y a Estela. No dejaré salir a nadie de este barco antes de que regresen. ¡Antes de que contacten con nosotros los de tu Proyecto Alejandría!

Julia: ¿Mi Proyecto? gritó la doctora y salió pegando un portazo

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Las puertas de la bodega se abrieron dejando pasar a Ricardo, seguido de su mujer. Nada más llegar contemplaron la escena. Max estaba boca arriba en el suelo, envuelto en una extensa mancha de sangre rojiza.

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Voz desconocida: No hagan preguntas, limítese a escucharme y no les ocurrirá nada ni a Roberto ni a vuestro oficial. Mañana al amanecer enviaréis sólo a un tripulante, el que queráis, en lancha hasta que esté apartado del Estrella Polar, con la carpeta azul en sus manos. Si no lo hacéis...

Voz desconocida: Estarán muertos los dos.


Nadie estará a salvo...[/i]

Tripulante: Esa maldita perra está muerta, esa asquerosa falsa capitana. ¡Ya no está! Carguémonos a esos asquerosos y retomemos el control de ¡nuestro barco!

Todos se miraron entre sí. El silencio se produjo durante un efímero instante.. hasta que los gritos ahogaron el comedor mientras dos decenas de tripulantes se avalanzaban sobre los guardias enmascarados que patrullaban por los pasillos. Uno de ellos consiguió robar una escopeta y comenzó a disparar contra aquellos guardianes.

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Melodie circuló por aquel desierto pasillo. Dos esquinas a la derecha, una habitación apartada estaba repleta de tripulantes moribundos. Las toses y maldiciones se hacían eco por aquellas paredes.

¿Pero qué podía hacer? Tan sólo conseguir provisiones y lanzarse de nuevo al mar. No podía quedarse más en aquel barco griego o contraería la enfermedad. Así que giró a la derecha y corrió hacia la cocina. Una mujer apareció a sus espaldas.

Mujer: Por favor, déjame ir contigo. No estoy enferma, necesito salir de aquí. Me llamo Nuria, ¿tú...?


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La batalla entre barcos y Proyecto está a punto de estallar

Voz por walkie: Ha habido un nuevo motín en el Etoile du Nord. La situación está complicada y no podemos asegurar que no haya nuevos motines. ¿Qué hacemos?

Alexander: Se acabó. El Proyecto Alejandría se reduce al mínimo. Matarlos a todos.

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Vilma: ¡Está muerto, Piti! ¡Está muerto! Y todo por esos cabrones tripulantes rusos que nos dejaron tirados. Por favor, ¡vete!

Piti alzó la mirada hacia sus ojos y comenzó a caminar para alejarse de ella. Muy pronto lo perdió de vista. La muchacha avanzó a zancadillas por el bosque cuándo su pierna quedó atravesada por el cepo.

Vilma: ¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!

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Corrió la cortina y observó por la ventana. Sandra reprimió un grito, aquel barco no era el Estrella Polar. Lo sabía porque dos lanchas con varios hombres armados en cada una avanzaban hacia el edificio.

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Ricardo extendió la mano para ayudar a subir a la primera ocupante de la lancha. Después ofreció su mano a la segunda ocupante, una mujer de mediana edad, de pelo largo y morena cuando...

Ricardo: ¡Nuria!

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Todo va a cambiar[/i]

Luis: Javier, vete ahora mismo a esconderte en nuestra caseta. Roberto no contesta y la situación aquí se ha descontrolado. Me temo que no podemos hacer nada.

Su hijo asintió con la cabeza y salió de allí. Dos casas más abajo, Lolo se retorcía para liberarse de sus cuerdas.

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Vilma: ¡Corre! ¡Ainhoa, corre, vete!

Las balas comenzaron a impactar contra las cortezas de los árboles mientras el grupo echaba a correr. Ainhoa giró la cabeza: un disparo resonó en el bosque.

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Julia: Está muerto, Ricardo, ya no puedes hacer nada. Cada vez somos menos contra lo que se avecina...

Una bengala circuló por el cielo hasta caer en un punto de la playa. Ambos se miraron entre sí.

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Ulises corrió por el pasillo del Estrella Polar. Fuera, el viento azotaba con fuerza creando fuertes olas que conseguían revolverle el estómago.

Se quedó de piedra. La puerta de la bodega estaba abierta. Gamboa había escapado.


El Proyecto Alejandría ya no existe

Se agazapó junto a una caja con mercancías. La oscuridad era repleta. Estaba bajo la planta superior y sabía que allí no alcanzarían a escucharla, pero se esforzó por hacer el mínimo ruido posible.

Estela: Voy a matar a Alexander Montes repitió su propósito en su mente hasta que quedó dormida-

Estrella Polar, muy pronto, NUEVOS capítulos[/u]

Ay ay ay...Siento no haber visto el nuevo cartel y el magnífico avance antes..
Estoy muy liado y ahora solo cojo la tablet. mandame un email cuando subas cap...
Suerte con los exámenes...

(Mensaje escrito desde mi tablet)

De acuerdo, cuando suba capítulo te avisaré. Cuando tengas más tiempo ya me contarás qué tal te ha parecido el avance

Fin de semana = Un poquito de más tiempo

Ahora te cuento por mp!

Termino de empollar geografía y vengo aquí unos minutos para ver si subes y nada...¡Te mato!
Mañana tengo dos exámenes, el jueves otro, y el viernes ninguno...¡así qué el jueves será como un segundo viernes ya que no tengo que empollar! ^^ El viernes veré el 5x03 de TVD e intentaré ver el 2x01 de Arrow que no creo...Por cierto, ¿Se acerca tu birthday no?

¡Suerte con los exámenes y trabajos!

Hola! se que he estado desaparecida pero he vuelto! HE leido todos los capitulos atrasados y me encantaaan! empieza esa 4ª temporada ya! jajajaja
Suerte a todos con los examenes ! Ah y felicidades si es el cumple de alguien.
PD_sientop no haber comentado nada :(

No importa Alba, me alegro de que te hayan gustado ^_^

¡¡POR FIN!! Tras tanto tiempo la inspiración me ha llegado. Ya tengo ideas para casi toda la temporada, y francamente, espero que os guste, porque podría ser la última. Al contrario que en las anteriores la mayor parte de las tramas (muchas a partir de la mitad) serán invención propia.

Así que de verdad, espero que os guste esta temporada. Este primer capítulo es de modo introductorio, para ir contando cómo reaccionan los tripulantes al secuestro y cómo poco a poco se va acercando una guerra que no se podrá evitar. ¡Leed!

Capítulo 04x01 (42): "Desaparecidos"

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Aquella terrible noche llegó a su fin y poco a poco el sol comenzó a aparecer tímidamente por el horizonte. El silencio reinaba aún en el ambiente del Estrella Polar, pero por poco tiempo. Menos de 10 horas antes, uno de los tripulantes recién llegados había fallecido, sumándose a las muertes de Claudia, Martínez, el piloto Roberto, y tantos otros cuyas vidas se habían apagado.

Abajo, las puertas de las bodegas se abrieron dejando pasar a Ricardo, seguido de su mujer. Nada más llegar contemplaron la espantosa escena. Max estaba tirado en el suelo, boca arriba y con la mirada perdida, envuelto en una extensa mancha rojiza. Tras contemplar el cadáver, Julia miró de nuevo al capitán.

Julia: La bala entró directamente por aquí, ligeramente a la derecha del corazón. Max se desangró casi al instante.

Con un movimiento de manos por parte de Ricardo, dos tripulantes entraron en la bodega y tapando el cuerpo con una fina sábana lo agarraron en brazos.

Óscar: ¿Y qué hacemos con...?

Ricardo: Tirarlo por la borda. -le respondió tras titubear un instante- Ya no tenemos nada que hacer aquí. Iré a hablar con De la Cuadra.



Pero entonces Marimar entró corriendo en las bodegas y se acercó a los recién casados. Gamboa estaba tumbado cerca de ellos, pero parecía no prestar interés a la conversación. Los demás ignoraban su presencia.

Marimar: ¡Capitán, han secuestrado a Roberto!

Julia: ¿Qué? -exclamó al escucharla- ¿Cómo es posible eso?

Ricardo: Hay que ver si falta alguien más.

El capitán salió rápidamente de las bodegas, seguido de Marimar y Julia, que cerró la puerta tras ella. Revisó cada camarote contando los tripulantes que estaban en ellos. Cuando giraron la esquina, su hija apareció de repente.

Ainhoa: ¡Papá! Te estaba buscando por todas partes. Han secuestrado a Julián y Estela tampoco aparece por ningún lado. Ulises está buscando algún rastro fuera, no parece haber nadie.

Julia y Ricardo se miraron preocupados. Habían secuestrado a 3 tripulantes. Pero la cuestión era, ¿Quién?

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El panel de mandos comenzó a iluminarse, algo estaba ocurriendo. El primer motor se apagó y dejó de funcionar. Lolo miró al teclado, no sabía cómo solucionar aquello. No había alternativa.

Piloto: ¡Coge los paracaídas! Es demasiado tarde para un aterrizaje de emergencia.

Y así lo hizo. Agarró los dos chalecos y le lanzó uno. Ambos se los colocaron mientras el avión descendía rápidamente de altitud. Abrieron la puerta y un fuerte viento agitó todo el interior. Se lanzaron al vacío y cayeron con velocidad mientras la tierra comenzaba a hacerse más visible.

Lolo apretó el botón del cinturón y el paracaídas se abrió con rapidez. Martín, el piloto del avión, abrió también el suyo. Pero una racha de viento giró el rumbo de Martín, provocando que se acercara a las paredes del avión. Intentó apartarse de éste, pero ya quedaban pocos metros... No iba a darle tiempo. El avión chocó contra el suelo y una gran explosión le cegó por un instante. Hasta que las llamas lo calcinaron.

Lolo se tapó los ojos ante aquello, él había tenido más suerte y había caído junto a un árbol. Se deslizó suavemente por la corteza y de un salto se colocó de pie. El bosque estaba ardiendo, así que cogió aire y comenzó a correr para alejarse de allí. Algunos animales también se escabullían entre aquel infierno. El humo lo invadió todo y el aire captó un olor a quemado.

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En algún lugar de la isla...

Desde la ventana, observó una gran explosión dos kilómetros al suroeste, a lo sumo. Lanzó el intercomunicador a la mesa, Roberto seguía sin responder. Alguien gritó fuera y la multitud comenzó a correr.

Corrió por el pasillo y abrió la puerta. Los habitantes de la villa estaban gritando y el pánico se había desatado. Su hijo apareció entre la multitud y se acercó hasta él.

Luis ¿Por qué ha cundido el pánico?

Javier: Todos han visto la explosión, y antes vieron el avión... Pero también han visto algunos paracaídas. Saben que hay supervivientes. Piensan que han llegado a la isla para matarnos a todos. Por lo que nos dijo Roberto, ellos desconfían de todos. Ya viste lo que pasó con los del barco francés...

Luis: Dios mío, como no hagamos algo pronto va a ocurrir otra masacre. Hay que evitar que cojan las armas de nuevo. ¡Vamos, rápido!

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Todos los tripulantes estaban reunidos en cubierta. La noticia de la desaparición del oficial, de Estela y Burbuja había circulado con rapidez por todo el barco. El ambiente estaba tenso, nadie sabía por qué les habían secuestrado, ni quién, ni que querrían a cambio de liberarlos.

Pero había algo aún más importante que estaba a punto de ocurrir aquel día. En el palo mayor, un tripulante observaba por unos prismáticos el horizonte. Y entonces... un pequeño punto comenzó a vislumbrarse.

Tripulante: ¡TIERRA! ¡TIERRA A LA VISTA! -gritó el tripulante a pleno pulmón y esbozando una amplia sonrisa- ¡Tierra a la vista!

Los gritos de euforia comenzaron a prorrumpir en la cubierta del pequeño buque. La alegría los invadía por completo. Después de más de 4 meses de travesía, habían encontrado tierra. Todo iba a cambiar.

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Abrió el armario y sacó de éste su mochila. Agarró la cremallera y tras abrirla, comenzó a meter algunas provisiones. Introdujo un walkie, una botella de agua, dos bocadillos, pero entonces alguien le agarró fuertemente de un brazo. Ainhoa gritó histérica y al girarse, observó a Ulises, que se reía al haberla asustado de esa forma.

Ainhoa: Cabrón, qué susto me has metido.

Ulises Perdona, jajaja. ¿Qué haces?

Ainhoa: Metiendo algunas provisiones en la mochila, seguro que mi padre me deja bajar a tierra. Y a ti también, supongo.

Ulises: Seguro que sí. Si tú vas, yo voy contigo. -le besó en los labios y ella le devolvió el beso. Después siguió con su tarea- Bueno, voy a prepararme yo también. Nos vemos después.

Le despidió lanzándole un beso con la mano y Ulises se perdió de vista por el pasillo. Ainhoa se giró de nuevo, mientras pensaba en qué más podía llevarse en la mochila. Sintió un escalofrío y de pronto alguien le agarró fuertemente del brazo. Se dio la vuelta, pero no había nadie. La puerta se cerró de un portazo.

Ainhoa: ¿Qué? -preguntó extrañada y corrió hasta la puerta. Intentó girar el pomo para abrirla, pero estaba atrancada-.

Su mochila levitó en el aire y todas las cosas metidas cayeron al suelo. La hija del capitán se sentó en el suelo, con los ojos totalmente abiertos. Sintió otro escalofrío. La lámpara de la habitación se apagó de repente. Cerró los ojos murmurando en silencio. Y cuando Ainhoa volvio a abrirlos, el corazón le dio un vuelco.

Era él... No, no, no podía ser. Se había vuelto completamente loca. Pero lo tenía ahí, ante sus ojos. Max estaba de pie frente a ella. Parecía igual que ella, tan tangible y cercano... pero emitía una extraña luz azulina. Sus ojos estaban fijos en Ainhoa. Se pellizcó, se frotó los ojos, pero él seguía ahí.

Max: No, no te has vuelto loca. Me ves. [/i]-su voz se escuchaba lejana, retumbando en las paredes del camarote-[/i] Ainhoa, yo te quería. Te amaba. Y tú a mí no. ¿Por qué? ¿Por qué? Intenté que estuvieras conmigo, intenté matar al maldito Ulises, ese al que tanto quieres. Pero todo me salió mal.

Hubo un extraño silencio. La hija del capitán no se atrevió a pronunciar palabra.

Max: Claudia se enteró y tuve que matarla. ¡Pero me pillasteis! Por tu culpa y la de Julia me encerraron. Y ahí era un blanco fácil. Por tu culpa me dispararon. Y yo seguía queriéndote tanto... ¡Maldita sea, aún te sigo queriendo! ¡Pero no sé por qué! Me dan ganas de...

Pasaron los segundos y no terminó la frase.

Ainhoa: ¿De... qué?

Max: De matarte. -sus ojos azules se tornaron rojos como las llamas-

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En el submarino del Proyecto...

El submarino B-2 salió a flote, ya estaban bastante lejos de la isla. Se acercó hasta la ventana, aquella mañana el mar estaba bastante tranquilo.

Dirigió su mirada hacia aquella porción de tierra, o lo que quedaba de ella. La isla estaba carbonizada, no había ni rastro de vida y todavía había algunos incendios que la consumían todavía más. En el cielo, los pájaros volaban alejándose de la isla, en dirección hacia ellos. Algunos se posaron sobre el techo, para descansar y retomar el vuelo.

La puerta de su despacho se abrió y Alexander entró al interior. Leonor giró la vista y lo saludó con la mano.

Alexander: ¿Qué ocurrió con el último prisionero?

Leonor: Por lo que sé no ha podido escapar de la isla. Está más que muerto.

Una risa tonta salió de los labios de Alexander. Esbozó una macabra sonrisa, pero entonces algo se le vino a la cabeza.

Alexander: Vamos inmediatamente con el nº101. Marcos Gironés.

Leonor asintió con la cabeza y lo siguió por el pasillo. Giraron dos esquinas y entraron en una habitación dónde algunos trabajadores del Proyecto estaban reunidos.

Alexander: Fuera todos. Marcos, tú quédate aquí, majo.

Marcos tragó saliva y miró hacia el suelo. Sabía que lo habían descubierto. Habían averiguado que ayudó a su primo, su novia y el capitán del barco ruso a escapar. Y se lo iban a hacer pagar, muy muy caro. Su jefe se sentó junto a él y le miró de frente. Leonor escuchaba la conversación desde la puerta.

Alexander: Sé que ayudaste a los prisioneros a escapar. ¿Por qué lo hiciste?

Marcos: Yo no les ayudé.

Alexander: Vamos, no me mientas...

Marcos: ¡Yo no les ayudé, te lo juro!

Alexander cerró el puño y lo golpeó contra la mesa. Después le miró de nuevo.

Alexander: No lo voy a volver a repetir.

Marcos: Está bien, les ayudé. Pero sólo porque les conocía. Él es mi primo, no podía dejar que les hicierais lo mismo que a los tripulantes del barco ruso.

Marcos esperó algún grito, algún puñetazo o signos de desprecio, pero su jefe no pronunció palabra. Sólo asintió levemente y bostezó.

Alexander: Como soy benevolente, te daré una nueva oportunidad. Pero sólo si me prometes no volver a fallarnos. ¿Estás con o contra nosotros?

Marcos: Estoy con vosotros.

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Observó la imagen y no pudo evitar esbozar una sonrisa. Aquellos habían sido buenos tiempos. Pero ahora, todo había cambiado. El mundo se había ido a la mierda, habían muerto todos salvo ellos y los tripulantes del resto de barcos... y ahora, Julián estaría agonizando en algún barco del Proyecto Alejandría.

Guardó aquella fotografía de nuevo en su cartera, y giró la vista fijándose en otra. Marisa sonreía resplandeciente a la cámara, junto a la pequeña Valeria. Sus ojos se humedecieron, recordando los buenos momentos que había compartido junto a Marisa. Pero ahora ella... también se había ido. Aquellos pensamientos fueron interrumpidos cuando Julia abrió la puerta y se acercó hasta él.

Julia: Bueno, de los tripulantes que duermen en los camarotes justo encima de las bodegas, nadie vio nada. Así que sólo nos queda un último recurso. Hay que interrogar a Gamboa.

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La lámpara estaba flotando en el aire, al igual que dos cuadros, una pequeña mesita y varios libros, que giraban en un círculo. Ella seguía sentada sin moverse, preparándose para reaccionar si fuera necesario. Y de pronto Max se esfumó. La lámpara salió volando contra ella, y por su rápida reacción, se chocó contra la puerta, un poco más arriba de su cabeza.

Ainhoa se levantó corriendo y se arrastró hacia debajo de la cama, dónde se escondió. Los cuadros también chocaban contra las paredes, la ventana se abrió de repente y un fuerte viento irrumpió en la habitación. La mesa salió volando contra la ventana y chocó contra ésta, rompiéndola en mil pedazos de cristal. Reprimió un grito al oír eso.

Y entonces todo quedó en calma. Salió de debajo de la cama y observó que toda su habitación había quedado destrozada. La litera de Estela se había derrumbado y el colchón estaba tirado en el suelo. "Estela me matará cuándo vuelva..." Pero de repente el fantasma de Max apareció de nuevo y se dirigió con velocidad hacia ella. Ainhoa sintió un fuerte impulso y chocó de espaldas contra la puerta. Los ojos se le cerraron y se hizo la oscuridad.

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En el barco francés...

Los últimos tripulantes del Etoile du Nord estaban reunidos en el comedor. Dos soldados vigilaban la puerta, pero aparte de eso no ocurría nada. Los habían obligado a quedarse allí, mientras ellos revisaban los camarotes. Había desaparecido Marimar... Y parecía que ella era la única imprescindible.

La noticia de la muerte de Daphne había llegado a los oídos de todos.

Tripulante: Esa maldita perra está muerta, esa asquerosa falsa capitana. ¡Ya no está! Carguémonos a esos asquerosos y retomemos el control de ¡nuestro barco!

Todos se miraron entre sí. El silencio se produjo durante un efímero instante.. hasta que los gritos ahogaron el comedor mientras dos decenas de tripulantes se abalanzaban sobre los guardias enmascarados que patrullaban por los pasillos. Uno de ellos consiguió robar una escopeta y comenzó a disparar contra aquellos guardianes.

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El buque-escuela seguía avanzando hacia tierra firme... La isla se extendía majestuosa muy cerca del barco. Estaban tan cerca... Detrás del Estrella Polar, un submarino nuclear comenzaba a emerger.

Ricardo observaba por la ventana aquella porción de tierra tan ansiada, cuando el walkie comenzó a pitar. El capitán activó el walkie y lo colocó en la mesa, junto al micrófono. La doctora le miró preocupada.

Voz desconocida: Si quieren que sigan vivos, más os vale escucharme.

Los recién casados se miraron. Ricardo se levantó rápidamente y gritó que tiraran el ancla. No iban a moverse de allí ni a bajar a tierra hasta que resolvieran aquel asunto.

Continuará...[/i]

Por fin has empezado la nueva y `¿Última?´ del fic.

FIC:

La temporada ha empezado muy bien, desde mi punto de vista. Julián y Burbuja secuestrados y Estela llevando a cabo su venganza y ellos creen que también ha sido secuestrada.
Llegan a isla y no bajan esto es la leche...
Pobre Marimar, encuentra a su amor y desaparece al cuarto de hora.
Javier y Luís son los mejores...
Y este capítulo ha sido como un especial de halloween con Max como fantasma y tal.
Un 9! Ya que ni mi LOVE Sandra ha salido ni Piti y Vilma.


Sube pronto!

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