~EL BARCO_LA ENERGÍA QUE MUEVE EL MUNDO~ ¿Quién ha dicho final? Mientras el amor siga haciendo girar el mundo, la historia continuará...
Gracias
Por la promo, por la imagen del título, y todas tus aportaciones. Gracias por ayudarme a que la portada se vea mucho más bonita.
LA
Estará a partir de ahora en un nuevo post, para no sobrecargar este. La actualizaré en cada capítulo subido, y podéis pasearos por allí para ver las actualizaciones y así no perderos entre tanto personaje. A continuación, el enlace:
~EL BARCO_LA ENERGÍA QUE MUEVE EL MUNDO~ [La portada] Si no quieres perderte, pasea por aquí con cada capítulo.
Mary, da gusto llegar y ver un comentario tuyo. ¡Como te explayas! Y aún te atreves a decir que tu comentario no está a la altura de mi fic... ¡te voy a matar! Si eres la que más te esmeras comentando, siempre.
Me ha encantado ese: "¿CÓMO ESCRIBES TAN JODIDAMENTE BIEN?" Si lo dices a lo bruto, parece que me llega más hondo.
Las 2 adoramos a Megan... ¿cómo no iba a estar aquí? De momento no saldrá más que nombrándola, pero la daré los momentos que merece muy pronto.
A mí también me gusta más esta familia de Luna.
Con Ulises, ya te lo he dicho. Ahora cambiará, será bueno. Y quiero mostrar un Ulises humilde y arrepentido...como tú bien dices, más humano. Intentaré con todas mis fuerzas, que nos caiga bien.
Álvaro, no has comentado aquí, pero ha sido como si lo hicieses, porque me has ido dando tus impresiones por otro sitio. Gracias por pasarte y leerme, y espero ansiosa tu próximo capítulo, pero sin agobiar. Tú a tu ritmo.
Habían pasado 20 días. El Rescatador no se había movido del Nivel 1. Ya entrada la tarde, los niños jugaban en la arena con los juguetes que Max había quitado de un búnker lleno de ellos. Los mayores rodeaban una enorme fogata. Sandra y Ulises estaban sentados uno al lado del otro. En esos últimos días habían cogido mucha confianza. A Ulises le seguía molestando que ella insistiera en tener algo con él, pero a pesar de eso, le tenía mucho cariño, y se sentía muy bien cuando estaba con ella.
[Sandra] - ¿Ves que yo tenía razón? Al final todo ha salido bien. Te has ganado la confianza de tu padre, y la de todos los demás. Sino no te habrían liberado hoy. Ya has mostrado tu arrepentimiento, ahora es el momento de que vayas cambiando las cosas, de que actúes como una buena persona, y todos te vean con buenos ojos.
[Ulises] – Lo intentaré, pero he hecho tanto daño, que no sé si podré remediarlo. Siento que ni puedo hacerlo, ni merezco esta oportunidad. Me siento una mierda, Sandra. Es como si hubiera tenido una venda llena de egoísmo, rencor y maldad, cubriéndome los ojos, y de repente me la hubieran arrancado. Ya no lo veo todo como antes. Ahora soy consciente de todo lo que hice, de lo mal que lo hice. Y son tantas cosas y tan malas, que no sé ni por donde empezar. ¿Qué hago? ¿Pido perdón? Eso no cambiará nada.
[Sandra] – Es eso Ulises, exactamente eso. Tenías una venda que no te permitía ver con claridad, no eras tú. Ahora eres tú, y debes mostrarte ante todos tal y como eres, debes darles a conocer el Ulises de verdad. Cuando te conozcan, aprenderán a confiar en ti y a quererte, y lo malo quedará atrás. No es necesario pedir perdón, todos se han dado cuenta de que estás arrepentido. No voy a permitir que te vengas abajo, ¿vale? Yo estoy aquí, y te apoyaré en todo momento.
Ulises no daba crédito a tan buenas palabras. No entendía que aquella chica confiase más en él, que él mismo. A veces, se sorprendía pensando en Sandra y deseando haberse enamorado de ella, pero a los pocos segundos recapacitaba y se negaba a que algo así ocurriese. Y ese era uno de esos momentos, cuando ella le daba todo su apoyo y le reconfortaba con sus palabras llenas de fuerza. Absorto en sus pensamientos, Ulises se sorprendió acariciando la mejilla de Sandra y sonriendo. Sus ojos brillaban al mirarla, y desprendían una inmensa ternura.
[Sandra] - ¿En qué piensas?
Preguntó Sandra, quitando a Ulises de su ensimismamiento. Él tomó aire y lo soltó por la boca con fuerza, al mismo tiempo que negaba con la cabeza.
[Ulises] – En lo que no debo, Sandra. En lo que no debo.
Sandra le rodeó con sus brazos, y mientras le abrazaba...
[Sandra] – No te preocupes. Todo irá bien.
Susurró Sandra al oído de Ulises, mientras él le acariciaba el pelo y sonreía. Sandra se apartó, y se puso seria mirando al suelo.
[Sandra] – Sé que no es el momento, pero tengo que preguntarlo. ¿Sigues pensando en Ainhoa?
[Ulises] – A veces.
[Sandra] – ¿Y si Carla cambiase, te plantearías volver con ella?
[Ulises] – No lo sé, Sandra. Ahora mismo no me interesa estar con nadie. No me siento preparado. Y no por Ainhoa, sino porque no me siento bien conmigo mismo, y eso me hace creer que no merezco estar con nadie. Sí es verdad que siento cosas, que noto que está naciendo algo, y eso no lo puedo evitar...es muy complicado, por mucho que te lo explique no lo entenderías.
Contestó Ulises, bajando la mirada también.
[Sandra] – Sí lo entiendo. Te he entendido perfectamente. Pero no te voy a complicar más las cosas. Esperaré el tiempo que necesites.
Ulises levantó la cabeza, sorprendido. Él no intentaba que ella le entendiese, al contrario, no quería que ella notase lo que estaba pasando en su interior. Pero Sandra lo había entendido. Ulises cogió aire, cerró los ojos y mordió sus labios mientras volvía a abrirlos. En esos momentos en los que aquella niña mostraba esa inteligencia y madurez, Ulises sentía un inmenso deseo de olvidarse de todo lo que le frenaba y besarla. Pero siempre conseguía aplacar ese deseo en el último instante.
En otro rincón de la fogata...
[Ainhoa] – Ven, demos un paseo.
Dijo Ainhoa, levantándose y estirando su mano hacia Max. Él se levantó y cogidos de la mano, comenzaron a caminar por aquella pequeña isla.
[Max] - ¿Te pasa algo, Nhoa? Te noto extraña.
[Ainhoa] – Estoy bien. Mejor que nunca. Ahora sí lo tengo todo, Max.
[Max] - ¿Ahora sí? ¿Y en este mes conmigo no?
Ainhoa se paró, miró a Max durante unos segundos y le abrazó. Sin dejar de rodearle con sus brazos, apartó la cabeza para mirarle a los ojos, y con una amplia sonrisa, susurró.
[Ainhoa] – Lo tenía todo contigo. Todo, excepto un bebé.
[Max] - ¿Estás embarazada?
[Ainhoa] – Sí.
Max se había quedado sin palabras, embargado por la emoción. La cogió por la cintura y empezó a darle vueltas, riendo y gritando.
[Max] - ¡Vamos a ser padres! ¡Ainhoa me va a dar un hijo!
Todos les miraban, sonriendo, felices. Pero no era momento de levantarse de la fogata y felicitarles. Ese era un momento para ellos. Max dejó reposar con suavidad los pies de Ainhoa sobre el suelo, la miró sin poder dejar de sonreír, y acariciando su pelo, susurró.
[Max] – No puedo ser más feliz. Gracias por hacerme el hombre más feliz del mundo, Ainhoa. Te quiero. Igual que voy a querer a ese bebé. Tengo tantas ganas de tenerlo ya con nosotros.
[Ainhoa] – Tú también me haces muy feliz, Max. En unos meses llegará, y formaremos una familia...con Valeria y Ratón, también.
[Max] – Aunque Valeria y Ratón tienen a sus padres e insistiremos cada día en recordárselo para que no se olviden nunca de ellos, será como tener 3 hijos.
[Ainhoa] – Yo también lo siento así. Son muy pequeños todavía, y necesitan la figura de unos padres para crecer con normalidad, y nosotros lo haremos. La tristeza de no tener a sus padres no se la podemos quitar, pero sí podemos llenarles de atención y cariño.
[Max] – En cuanto podamos hacer una vida normal en la isla, les montaré el parque con los columpios, los toboganes, los balancines...todo lo que hay en el búnker de los niños. Serán muy felices, y tendrán una infancia como merecen.
[Ainhoa] – Pero para eso falta mucho. Tras las muertes de los nuestros, creo que Roberto se ha resignado a esperar. En 20 días, ni él ni nadie ha hablado de ir a la isla.
[Max] – Yo tenía la misma impresión, hasta que hablé con él esta mañana. No ha desistido. El mundo tras la apocalipsis es un caos, Ainhoa. Por el momento no nos ha perjudicado, pero lo hará. Las temperaturas enloquecerán, y sufriremos olas de calor muy fuertes que el cuerpo humano no podría aguantar, y que tornarán en pocos segundos en temporales de nieve y un frío a temperaturas letales. Los campos magnéticos y la gravedad se descontrolará, la tierra temblará y comenzará a abrirse bajo nuestros pies. El pedazo de tierra que ahora anhelamos, dejará de existir también si no devolvemos la tierra a su estado original. Roberto sabe cómo hacerlo, pero hay un tiempo límite para poder restablecer todo, y para hacerlo, necesitamos estar en la isla. El tiempo se agota, y esperar a que Leo y sus hombres mueran, no es una opción.
[Ainhoa] – Tenía la esperanza de poder esperar, de no tener que enfrentarnos otra vez, pero ahora entiendo que no es posible. Max...no sé si podré ser la misma de antes, no sé si podré ir y ponerme frente a ellos, sabiendo que un bebé crece dentro de mí.
[Max] – Cuando llegue el momento, espero y deseo que no seas capaz. Estarás más segura aquí, y uno menos entre todos los que somos, no repercutirá en el resultado final. Además, tenemos que pensar en ese bebé que viene en camino, y también en Valeria y Ratón. No podemos ir los 2, no podemos arriesgarnos a caer los 2. Se quedarían solos...otra vez.
Ainhoa asintió. Max tenía razón. Ella deseaba con todas sus fuerzas seguir luchando por ese pedazo de tierra, por un futuro para todos, pero tenía que pensar en todo. Y por mucho que quisiera ir y enfrentarse, había 3 personitas a las que no les podía fallar.
Julián ya estaba completamente recuperado. Los heridos de la segunda batalla, también se habían salvado. Piti, Elena, Estela. Fernando, Vera, Leire, Pablo, Sonia. Antonio, Mario, Rosa, Sandra, Lucas, Jimena. Dani y Laura. Todos se encontraban totalmente restablecidos de las heridas. Roberto les llamó a todos, para que los que estaban algo alejados de la fogata, se acercasen.
[Roberto] – Lo primero que tengo que deciros, es que esta mañana he preparado el antídoto real, con células inmortales de Vilma, para dárselo a Phillipe, a Sandra y a Ulises. El antídoto falso que les habíamos inyectado cuando Leo y los suyos lo hicieron, pierde así efecto, y se salvarán. Tenemos tiempo, así que le daremos la posibilidad de recapacitar a los demás prisioneros, y en caso de que recapaciten, les daremos también el antídoto. Lo segundo, es que sentarse y esperar no es una opción. Ese pedazo de tierra será el único habitable en muchos años, y lo necesitamos. Pero hay algo más. La apocalipsis creará un desajuste que nos fulminará. Las temperaturas y los campos magnéticos se volverán locos y lo que queda de tierra también desaparecerá. Tengo que encontrar la partícula de Dios, para restablecer el planeta. Con ella podría hacer resurgir la tierra sumergida. Tendríamos que comenzar de cero en esta isla e ir habilitando los demás continentes, que no serían habitables en muchísimos años. Pero para encontrar la partícula de Dios, tenemos que hacernos con la casa de la isla, donde hay un laboratorio equipado para ello. Y no solo eso, también necesitaré algunos científicos, y todos los científicos que quedan, están en el PH...excepto Sol, Phillipe que ahora es de los nuestros, y Natalia que la tenemos prisionera. Pero no nos sirve que les obliguemos. Tienen que colaborar voluntariamente, o de lo contrario, podrían echar la investigación por tierra.
[Julia] - ¿Cuantos científicos necesitas que colaboren? ¿Si convencemos a Natalia, será suficiente?
[Roberto] – No. Necesitamos los 5 que quedan. Alma ha muerto, eso nos deja con Sol, Phillipe, Natalia, Samuel y Marta.
[Julia] – Yo podría intentar hablar con Samuel, siempre hemos tenido muy buena relación, y creo que nos apoyaría.
[Phillipe] – Yo por mi parte, hablaré con Natalia. La duda es Marta. Ella fue una incorporación de última hora, y nadie ha tratado con ella antes del día de la apocalipsis.
[Roberto] – El problema es que no tenemos forma de comunicarnos con ellos. Y no podemos llegar allí y provocar otra batalla. Si en medio de ella, uno de los científicos muere, estamos perdidos.
[Ulises] – Carla. Ella es la clave. Es la única prisionera de la que Leo no desconfiaría. No se le va a ocurrir pensar que ella está de nuestro lado, porque Carla es insalvable, y él lo sabe. Si ella nos ayuda, Leo la creerá.
[Max] – Buena idea, Ulises. Pero ella no va a colaborar con nosotros. Tú mismo lo has dicho, Carla es insalvable.
[Gamboa] – Sí lo hará. Lo único que le importa es ella misma. Le da igual el PH, el PB...todo. Solo le importa salvar su culo. Está claro que nos ayudará por conveniencia ahora, y que luego se las ingeniará para traicionarnos, pero si le ofrecemos la posibilidad de ser libre cuando todo acabe, colaborará. Y cuando consigamos el objetivo, ya veremos qué hacemos con ella.
[Roberto] - ¡Traedla!
[Ulises] – Dejadme a mí. Conmigo tiene confianza, y sabré llevarla mejor.
Roberto accedió, y Ulises se fue al calabozo, para hablar con Carla. Ya en el calabozo...
[Ulises] – Esta es tu oportunidad de salir de aquí. Te necesitamos como infiltrada. Tendrías que comunicarte con Leo por walkie, y decirle que nos la has metido doblada, que creemos que eres de los nuestros, y decir algo que no es verdad, para distraerles.
[Carla] - ¿Y qué gano yo con eso?
[Ulises] – Tu libertad. El propósito es hacernos con la casa sin batallas, sin poner en peligro a ninguno de los científicos que quedan, ni de los nuestros, ni de los suyos. Cuando hayamos logrado eso, serás libre para irte o hacer lo que quieras.
[Carla] – Pero si os ayudo, cuando me liberéis, Alexander ya no me aceptará después de haberle traicionado. Saldré perdiendo.
[Ulises] – Alexander ha muerto. El líder ahora es Leo.
Carla se quedó en silencio durante unos segundos, con la mirada perdida. Miró a Ulises y sonrió.
[Carla] – Eso me lo pone todo más fácil. No me será difícil hacerme con el poder. Está bien, os ayudaré.
Ulises se llevó a Carla del Rescatador, hasta llegar a la fogata donde todos seguían reunidos.
[Roberto] - ¿Nos ayudarás?
[Carla] - ¿Cumpliréis? ¿De verdad me liberaréis después?
[Roberto] – Sí. Lo que quieras hacer después, ya es cosa tuya.
[Carla] – Bien. ¿Qué tengo que hacer?
[Roberto] – Te comunicarás ahora con Leo. Le dirás que nos has hecho creer que estás arrepentida y que eres de los nuestros. Después, le darás información, que por supuesto será falsa. El Estrella Polar llegará a la isla mañana por la mañana, y tú vas en él. Te has hecho con papeles míos, en los que están los datos para crear la partícula de Dios. Leo y todos sus hombres, excepto los científicos tendrán que estar en la cabaña para cuando lleguemos. Los científicos estarán en la casa de la isla, a donde tú irás nada más llegar para llevarles los papeles y que se pongan con ellos cuanto antes. ¿Lo has entendido?
Carla asintió, y Roberto le dio el walkie.
[Carla] – Leo, soy Carla.
[Leo] - ¿Carla? ¿Donde estás? ¿Has conseguido escapar?
[Carla] – No. He conseguido engañarles. Estos son tontos perdidos. Se creen que he cambiado y que me tienen de su lado. ¡Mira que fiarse de mí!
Dijo Carla, riéndose.
[Carla] – Voy en el Estrella Polar. Mañana por la mañana llegaremos. He conseguido hacerme con los papeles de Roberto, los de la partícula de Dios.
[Leo] - ¿Y él no se ha dado cuenta? ¿Y por qué no venís en el Rescatador?
[Carla] – No. En estos días, los he ido transcribiendo a escondidas. Los originales los sigue teniendo él. Queda poco combustible, y el Rescatador consume muchísimo más que el barco, por eso vamos en él. Tenéis que esperarnos en la cabaña. En cuanto lleguemos, mientras vosotros os enfrentáis, yo llevaré los papeles a la casa de la isla, para que los científicos, que estarán allí esperándome, se pongan a ello cuanto antes. ¿Estás de acuerdo?
[Leo] – Bien. ¡Buen trabajo! Sabía que tú no me defraudarías. Los científicos te esperarán en la casa, y nosotros te cubriremos para que puedas escapar de allí, cuando lleguéis.
Carla cortó la comunicación.
[Roberto] – No perdamos más tiempo. El Estrella Polar se quedará aquí, e iremos todos en el Rescatador. Nadie aparecerá en el otro lado de la isla. Iremos todos a la casa de la isla. Para cuando se den cuenta de que han sido engañados, nosotros ya nos habremos hecho con la casa. Debemos llevar todo lo necesario en el Rescatador, y con todo me refiero también a los animales, gran cantidad de comida y bebida de los búnker, y de todo lo necesario. Lo más probable es que tengamos que encerrarnos allí y que nos acorralen sin dejarnos salir.
[Phillipe] – Hay 4 horas de distancia entre la casa y la cabaña. Necesitaremos ese tiempo para bajar todo lo necesario del Rescatador. Después, alguien tendrá que irse con el Rescatador, no podemos dejarlo allí.
[Roberto] – Sí. Ventura se quedará aquí, en el Nivel 1, con los niños. En el Rescatador volverán Raquel, que sabe manejarlo, y Ernesto, por si alguno necesitase asistencia médica. Los demás nos quedaremos en la casa, y los prisioneros quedarán en los calabozos del Rescatador. Todos, menos Natalia, que la necesitaremos.
Tras llenar el Rescatador con todo lo necesario, partieron rumbo a la isla.
Eran las 3 de la mañana. El Rescatador estaba a 2 horas de la isla. Pero no podían avanzar más. No sabían si Leo y sus hombres, ya se habían ido al otro lado de la isla. Bajaron 5 lanchas, y se acercaron sin ser vistos hasta la orilla, desde donde podían ver la casa. Julián, Salomé, Vilma, Piti, Ramiro, Elena, Estela, Julia, Gamboa y Ulises. Raúl, Fernando, Vera, Nacho, Sonia, Salva, Joel, Pablo, Silvia y Leire. Antonio, Mario, Rosa, Sandra, Culebra, Lucas y Jimena. Roberto, Marimar, Martín, Dani, Laura, Max, Sol, Phillipe y Sandra. Carla, Natalia, Megan, Michael, Vicente, Marga, Celia y Hugo. Todos, menos Ernesto, que volvería al Nivel 1 por si necesitaban un médico que les atendiese, y Raquel, que tras llevar el Rescatador hasta la isla para bajar todo lo que llevaban y dejarlo en la casa, dirigiría el Rescatador de vuelta al Nivel 1. A las 7 de la mañana, Leo y sus hombres salían de la casa.
[Martín] – Ya salen, Raquel. Los científicos están dentro. Espera 2 horas, para darle tiempo a alejarse lo suficiente para que no escuchen el Rescatador. Mientras tanto, nosotros atacaremos la casa.
5 horas más tarde, Julia hablaba con Samuel, Phillipe con Natalia, y Roberto con Marta. Tenían que convencerles de ayudar, sin ellos, no podrían dar con la partícula de Dios a tiempo de salvar el mundo. El Rescatador, tras haber llevado todo a la casa, ya estaba de regreso al Nivel 1, desde hacía 2 horas. Leo y los suyos hacía una hora que habrían llegado al otro lado de la isla, seguramente ya se habían percatado del engaño, pero por el momento, no habían dado señales. Habiendo 4 horas de camino de la cabaña a la isla, les daba de margen las siguientes 3 o 4 horas. Tiempo suficiente para atrincherarse en la casa y protegerla para cuando llegasen. Todo parecía ir como lo habían planeado...
[Raquel] - ¡Roberto! ¡Martín! ¿Estáis ahí?
[Roberto] – Sí, Raquel, aquí estamos, en la radio. Ahora íbamos a comunicarnos contigo. ¿Va todo bien?
[Padre] – Va todo perfectamente. Vamos directos al Nivel 1 para hacer prisioneros a los niños.
La comunicación se cortó.
Avance:
Los prisioneros del Rescatador estaban ahora libres. Pilar, Olivia, Marcela, Ricky, Madre, Padre, Claudia y Víctor. Todos se dirigían ahora al Nivel 1, para tomar como rehenes a los niños, que estaban con Ventura. Cuando todo parecía ir solucionándose, una nueva dificultad se les presentaba. Ahora se veían sin ningún transporte en el que acudir en su ayuda. Tal vez, la idea de dejar a los niños allí, no había sido la acertada. Tal vez, tendrían que pagar demasiado caro ese error. Sentarse y esperar que nada malo les pase, ante la impotencia de no poder hacer nada, será muy duro para todos.
Aquí vengo con otro comentario churro como el d ayer xD aunque me alegra que te gusten :).
-Me encanta la conversación entre Ulises y Sandra y como estás haciendo que cambie y lo veamos más humano y que su cambio sea creíble, además estás haciendo q la relación de estos dos como pareja me guste, por que él se resiste pero ya dice que le tiene cariño, poco a poco jeje.
La frase de: "[Ulises] – En lo que no debo, Sandra. En lo que no debo. " me ha matado del todo, vamos que él no quiere nada con ella por que piensa que no debe, pero algo hay... QUE MONO ♥ no te digo yo? carpetera de estos dos, YA. lo que tú no consigas... xD
agbdldhdñddhdñdjdñd DEFINITIVAMENTE MUERO. "Ulises sentía un inmenso deseo de olvidarse de todo lo que le frenaba y besarla" ME ENCANTA ESTO!! ♥.
-AINHOA EMBARAZADA? :O :O lo que me faltaba... lo dicho, hoy te has levantado romanticona y pretendías matarme de amor xD.
Max ha reaccionado como esperaba... me he imaginado perfectamente la escena levantándola en brazos... ♥ y esa conversación sobre el futuro planificandolo todo en referencia a Ratón, Valeria y la isla y los futuros enfrentamientos... me encanta como haces referencia a todo en las conversaciones para que sea lo más lógico posible, no se cuantas veces te lo he dicho pero me deja impresionada como lo manejas todo a la perfección.
- me he quedado embelesada leyendo el plan de hacerse con la casa de la isla para llevar a cabo la partícula de Dios con los científicos, como siempre, un plan arriesgado pero perfecto, sabiendo los puntos débiles de cada persona para conseguir lo que quieren, manejando en este caso a Carla sabiendo de antemano q les va a ayudar...
Me gusta mucho tb lo de tener el antídoto y darle una segunda oportunidad a quienes piensan que lo merecen para salvarles ;).
- :O :O EL FINAL!! madre mía... en menudo lío se han metido... los niños en manos de padre... no pueden llevar tantas cosas a la vez, siempre hay peligro de que algo salga mal... :S que interesante lo has dejado!! quiero ver como sale todo! aunque no presiono que en dos días has escrito mucho jejeje.
Ainhoa embarazada, ¡menuda sorpresa! Formando una familia con Max y ahora con tres "hijos"
Nuevos peligros, porque como se hagan con los niños... Buff. Menudo finalón joe..
Se me ha olvidado comentarte algo más, ya te lo diré si me acuerdo Lo dicho, ha estado impresionante, siento no hacer un comentario más extenso
CAPÍTULAZO!
Noto que Ulises está sintiendo algo por Sandra...
Ainhoa embarazada..¡Max y ella padres!^^ Pero con Ratón y mi Valeria van a tener 3 hijos jajaja
¡Bien!Ulises ha convencido a Carla..Pero..¡Los malos van hacia el nivel 1 a tomar como rehenes a Ventura y los niños! Si estuviera yo ahí nadie tocaba a mis protegidos..ajajaja
Increíble..¡¡Haber que trama le metes ahora!! :)
Sobre Sandra y Ulises... ¿qué te digo? He querido venderos un Ulises más humano, y por el camino me he enamorado de esta pareja. Menuda Maxnhoa estoy hecha.
Lo de Ainhoa embarazada lo llevo planeando desde que comencé el fic, y ya no quise retrasarlo más, por eso me salté de repente 20 días, para que tuviese sentido en el tiempo. Además, que algún salto que otro, tendré que hacer, porque sino esto no avanza. No vamos a esperar meses para ver el bebé de Vilma, de Salomé o de Ainhoa.
Lo del antídoto real tenía que ser. Quiero salvar a Olivia y a alguno más, así que tenía que haberlo.
Y sí, es verdad que he escrito mucho estos 2 días, y hoy vengo otra vez. Últimamente estoy inspirada, aunque el tiempo cada vez me limita más para todo.
David, no te preocupes, lo que comentes está bien. Yo con que me leáis y os guste, y dejéis constancia de ello, me doy por satisfecha.
Javi, lo de Ulises...notas bien. La trama de los niños se quedará en nada. He matado a un niño ya, ya es suficiente por una buena temporada.
Sofía, gracias. Siempre consigues emocionarme con tus palabras. El cambio de Ulises, para mí era necesario. No me convencía mucho en la serie, y la solución fácil sería cargármelo, pero no. Prefiero currármelo y darle a ver de otra forma, de forma que guste. No sé con los que me leéis, pero conmigo misma está funcionando, cada vez me cae mejor Ulises.
Y ahora, os dejo nuevo capítulo.
PD: No os acostumbréis a que escriba tanto y tan seguido, que la inspiración es muy caprichosa y viene y va cuando se le antoja, y encima está el tiempo, que no siempre está a mi favor.
Raquel y Ernesto en el Rescatador, ya prisioneros. Valeria y Ratón. Tomás, que por su enfermedad, también se había quedado en el Nivel 1. Carlitos, Lucía y Blanca. Evelyn, y Hugo, el niño del Kore Kore de entre los últimos rescatados...además de Ventura, que había quedado al cuidado de ellos. Todos serían prisioneros ahora, sino hacían algo para remediarlo.
[Roberto] - ¡Están libres! Seguramente, al irles a dar de comer, se escaparon.
[Max] - ¿Qué haremos ahora? No tenemos transporte para ir al Nivel 1.
[Gamboa] – Ahora que había recuperado a mi niña... ¡me niego a quedarme de brazos cruzados, mientras la retienen otra vez!
[Ainhoa] – A ver, tranquilizaos todos. Ventura puede quitarles de allí en el Estrella Polar.
[Roberto] – Sí. Le mandaremos por otra zona, para que no se crucen con el Rescatador.
Max se puso en contacto con Ventura por el walkie. Ahora quedaba lo más difícil, conseguir que el Rescatador no llegase al Nivel 1. Aunque no lograrían robar nada allí, sabiendo las coordenadas de esa isla, les sería muy sencillo dar con las demás islas. Pero no podían advertirles de que al llegar allí no encontrarían a nadie. Eso les alertaría, y les haría ir en busca del Estrella Polar.
[Roberto] – Hay que desviarles como sea. No pueden llegar al Nivel 1.
[Raúl] – Pero tampoco al Estrella Polar. Allí está mi hermana Olivia, si tuviese alguna forma de comunicarme con ella, sin que estuvieran los demás...
[Antonio] – También está Claudia, mi hija, con la que podría intentar hablar. Pero es imposible saber en qué momento estarán solas para comunicarnos con ellas.
[Roberto] – Todo se complica, y yo no puedo detenerme en la búsqueda de la partícula de Dios. Lo siento, pero tengo que irme al laboratorio. Max, Gamboa y Raúl. Quedáis al mando.
[Max] – No te preocupes, nosotros nos encargaremos.
[Piti] – A ver...yo tengo una idea. Igual es muy enrevesado, pero no perdemos nada por intentarlo.
[Max] – Adelante, Piti, cuéntanos. A estas alturas, cualquier idea viene bien, por enrevesada que sea.
[Piti] – Tenemos a Samuel y a Marta, los científicos que quedaban en el PH. Pero hacer que ellos se comuniquen con él, fingiendo estar aún de su lado, no es una opción. La misma artimaña de siempre, no colará. Pero podemos ser nosotros los que nos comuniquemos directamente con Leo.
[Gamboa] - ¿Con Leo? ¿Y conseguirá él que el Rescatador cambie su rumbo?
[Piti] – Se supone que Padre está ahora al mando del Rescatador, y Leo al mando de la isla. No hay que ser muy listo para caer en que habrá una batalla entre ellos por el poder. Los 2 querrán ser los jefes. Y podemos jugar con eso. Decirle a Leo que los prisioneros del Rescatador han conseguido liberarse, y que Padre quiere tomar el mando del PH. Y luego decirle a Padre, que Leo está al corriente de que están libres y que está dispuesto a matarle antes de arriesgarse a que le quite el puesto. Los niños seguirán en el Nivel 1, y nosotros no tenemos transporte para quitarles de ahí, y lo saben. Lo primero que hará Padre, es regresar a la isla para hacerse con el poder cuanto antes. Y Leo se centrará en vencer a Padre, y eso hará que no regrese aquí, a la casa. Nosotros estaremos aquí tranquilos al menos por unas horas, y Ventura podrá traer el Estrella hasta la isla sin ningún peligro. Algunos de nosotros, podemos salir ahí fuera, e ir al otro lado de la isla, para comprobar que el Rescatador regresa a la isla y se enfrentan. De ser así, nos comunicaremos con Ventura, para que cambie el rumbo y se dirija directo a la isla, mientras se produzca la batalla, y en el momento en que todo termine, le haremos desviarse otra vez. Eso nos hará ganar tiempo, y que el Estrella llegue antes de 2 días... ¿habéis entendido algo?
[Max] – Pues sí que es enrevesado...pero es perfecto. Eso haremos.
4 horas más tarde, se escondían entre el bosque que estaba entre la playa y la cabaña. Como Piti había pensado, ambos habían tragado el anzuelo. Leo no se había movido de allí, y Padre bajaba del Rescatador.
[Gamboa] – No queda nadie en el Rescatador. Solo Raquel y Ernesto. ¡Es el momento!
[Raúl] – No podremos llegar allí, sin que se den cuenta.
[Ulises] – Yo sí puedo. Iré hasta el final del bosque, y al llegar al mar, recorreré el trayecto de allí al Rescatador buceando, para que no me vean.
[Raúl] - ¡Eso es imposible! Morirás ahogado.
[Gamboa] – Es posible. Tiene unos pulmones más resistentes que los nuestros. Por eso fue elegido. ¡Corre Ulises! No tenemos mucho tiempo. En cuanto llegues, comunícate con nosotros.
Ulises asintió, y comenzó a correr entre los árboles. Mientras tanto, Max avisaba a Ventura de que no había peligro, y le daba nuevas indicaciones. Durante ese tiempo, podría dirigirse directo hacia la isla, sin hacer ningún tipo de desvío.
Una hora más tarde...
[Ulises] – Ya estoy aquí, en el Rescatador. He liberado a Raquel y a Ernesto. ¿Lo ponemos en marcha?
[Max] - ¡No! Nos pondrías en peligro a nosotros. Hasta que alguien comience a caminar hacia el Rescatador, no lo pongáis en marcha. Si lo hacéis, se darán cuenta de que era una trampa. Danos tiempo a nosotros a escapar. Una hora. En una hora poned el Rescatador en marcha, rodeando la isla por la orilla. Nosotros caminaremos por la orilla para que nos veáis y podáis recogernos.
Todos salieron de allí, mientras Leo y Padre se enfrentaban. Saber el vencedor de aquella batalla, poco importaba en ese momento. En medio de la carrera, Max avisaba por walkie a Ventura, de que el peligro había pasado. Podían regresar al Nivel 1, y el Rescatador iría por ellos. Una hora después, el Rescatador se ponía en marcha, ante la mirada atónita de los combatientes. ¡Les habían engañado! El plan de Piti no podría haber salido mejor. Minutos después, el Rescatador hacía una parada, para recoger a los suyos que corrían por la orilla de la isla.
[Max] – Raquel, Ernesto, ¿estáis bien? ¿Os han hecho algo?
[Raquel] – No. Estamos bien.
[Max] – Coge un walkie y avísales a los que están en la casa. No tardaremos ni una hora en llegar allí, pero cuanto antes les tranquilicemos mejor.
Una hora más tarde, los de la casa de la isla se quedaban nuevamente sin transporte. El Rescatador partía rumbo al Nivel 1. No podían volver a arriesgarse. Si algo habían aprendido de aquello, es que lo más seguro era estar todos juntos.
[Max] - ¿Te ocurre algo?
Preguntó Max, percibiendo que Ainhoa estaba muy decaída.
[Ainhoa] – Me siento culpable. Ahora debería estar en el Nivel 1, con Valeria, con Ratón, con todos los niños. Dije que no sabía si sería capaz de enfrentarme a los malos ahora, pero creí que este plan no era peligroso. Esta vez no era enfrentarnos a balazos como las otras 2 veces. Por eso a pesar de que dudé, al final me decidí a venir a la isla. Pero ahora me doy cuenta de que les dejé solos... ¿qué clase de madre voy a ser?
[Max] – La que no se cruza de brazos frente a los problemas. La que lucha hasta el final. La que se desvive por los suyos y por el bienestar de ellos. La que lucha contra viento y marea por darles un futuro. La que sufre con cada padecimiento que tengan. La que piensa en ellos por encima de cualquier otra cosa. La que duda de sus capacidades para ser una buena madre, y se preocupa por estar capacitada para serlo. La que frena sus impulsos y su forma de ser, luchadora hasta el cansancio, y terca como ninguna, que ante la posibilidad de arriesgar la vida de su hijo, es capaz de ir en contra de sí misma, no haciendo nada, tan solo por mantenerle vivo.
Contestó Max, con tono molesto y firme. No entendía como ella podía dudar en ese aspecto. Se tomó unos segundos para calmarse, y ya con tono suave y cariñoso, terminó de contestar.
[Max] - ¿Qué clase de madre vas a ser? Yo lo tengo claro. Exactamente la clase de madre que yo quiero para mis hijos. Lo harás bien cariño, no me cabe duda de eso.
Y tras decir esto, Max la recogió entre sus brazos.
[Ainhoa] – Gracias. Siempre tienes las palabras adecuadas para hacerme sentir mejor. Te quiero.
[Max] – Yo también te quiero. Ven, ya está anocheciendo. Será mejor acostarse temprano, mañana habrá mucho que hacer.
Al día siguiente, cuando ya eran las 8 de la tarde, el Rescatador llegaba con Raquel, Ernesto, Ventura, y los niños.
[Max] – ¿Habéis cerrado bien el Rescatador?
[Raquel] – Sí. Nadie podrá entrar en él. Habrá que vigilar que no lo destrocen...aunque no creo. A ellos les interesa mantenerlo intacto y hacerse con él. Es el transporte más rápido. No serán tan tontos como para destruirlo.
[Gamboa] – Igualmente, no le quitaremos ojo. Por si acaso.
[Max] – No sabemos como habrá terminado todo ayer, en la batalla por el poder.
[Blanca] – Yo sí lo sé. Mientras estaba en el Nivel 1, he tenido una premonición...bueno, en realidad he tenido 3 a la vez, una detrás de otra. Carla os traiciona, comunicándose a escondidas con Leo, y dándole información para acabar con nosotros. Padre muere a manos de Leo. Madre intenta hacerse también con el poder, aunque no he podido ver cómo termina.
[Mario] - Entonces Padre ha muerto, y Carla nos traicionará de un momento a otro.
[Blanca] – No, ya lo está haciendo. De antes de la batalla. Tras hablar por walkie con él, ante todos, diciéndole que se dirigiesen a la cabaña dejando a los científicos en la casa de la isla, Carla volvió a comunicarse con Leo para contarle la verdad. Pero Leo siguió con el plan, porque le conviene también que encontréis la partícula de Dios. Por eso no ha aparecido por aquí a molestar.
[Max] – Ahora entiendo. Por eso no sabemos nada desde ayer. Por eso no han dado señales.
[Gamboa] - ¿La hacemos prisionera?
[Max] – No. De momento no nos perjudica que se comunique con él. Nos las arreglaremos para mantenernos todos informados, sin que ella lo esté. A partir de ahora, las reuniones para hablar sobre los planes futuros, se harán aquí, en la radio. A las reuniones asistiremos los menos posibles, y los asistentes se encargarán de informar a los demás, pero solo por la noche y en sus habitaciones. A ver... Del Estrella Polar; Julián, Piti, Ramiro, Estela, Julia, Gamboa y Ulises. Del Estrella Sirrah; Raúl, Fernando, Nacho, Salva, Joel y Pablo. Del Estrella del Norte; Antonio, Mario y Culebra. Del Hotel; Ventura. Del Rescatador; Martín, Dani y Marimar. De los prisioneros rescatados; Michael y Vicente. Y me incluyo a mí también.
[Ainhoa] - ¿Qué? ¡Menuda lista más machista! No me lo esperaba de ti...
[Max] – Es que así, los que tienen pareja, la informan en sus habitaciones. No podemos ser muchos en las reuniones, cuantos más seamos, más desconfianza le crearemos a Carla.
[Ainhoa] – Pero has escogido por parejas, no por utilidad a la hora de planear algo o salir de un apuro. Además, aún seleccionando así, serían muchos para la reunión. Yo propongo otra cosa. Una reunión aquí, en la radio, para planear las cosas. Solo estaríais el capitán de cada barco, y los antiguos inflitrados en el PH, que son los que más conocen al enemigo. Max, Raúl, Antonio, Gamboa, y Sara. Porque Sol, está en el laboratorio con los demás. Una reunión de 5 personas siempre será menos cantosa.
[Max] – Pero no estaremos todos informados, y arriesgarnos a hablarlo después por la casa con los demás, es peligroso.
[Ainhoa] – No. Porque habrá una segunda reunión, de madrugada, en la que sí se presente la lista que has dicho. Una reunión en la habitación de cada capitán, el que se encargará de informar a toda su tripulación y un grupo más. Antonio a los del Estrella del Norte y a los prisioneros rescatados. Raúl a los del Estrella Sirrah y a Ventura. Y tú, Max, a los del Estrella Polar y a los del Rescatador. Luego, cada asistente a esa reunión, ya en su habitación, informará a su pareja de todas las novedades. ¿Qué os parece?
[Max] – Que no notaremos en falta las brillantes ideas de Roberto. Primero Piti con su plan tan factible como enrevesado, y ahora tú, con un plan de reuniones perfecto, que te quitas de la manga en cuestión de segundos.
Contestó Max, sonriendo.
Flashback:
La batalla había terminado gracias a Phillipe, que había disparado a su hermano Leo. Tras regresar al Rescatador, Phillipe se sentó en uno de los sillones, pensativo, serio y cabizbajo.
[Julia] – Sé que no te sientes orgulloso de haberle disparado a tu hermano, pero por una vez en tu vida, has hecho lo correcto. Y así como para ti no ha sido fácil dispararle, tampoco es fácil para mí decir esto...te perdono Phillipe. Te perdono que me hubieras sido infiel durante 4 años, porque quiero pensar que realmente estás cambiando, y porque prefiero quedarme con el Phillipe de ahora, y no con el de antes...
[Phillipe] – Te agradezco que me perdones, pero eso no me hace sentir mejor, la verdad. Que me perdones no borra todo el daño que te he causado, así que tampoco me hace sentirme mejor como persona, ni me da posibilidad alguna de recuperarte, lo que me hace sentirme además de mala persona, también gilipollas.
[Julia] – Gracias. Me reconforta saber que te sientes así, mala persona y gilipollas.
[Phillipe] – ¿Has venido a perdonarme, o a retorcer tu dedo en mi herida? Da igual, lo que digas, lo merezco.
[Julia] – Me alegra saber que estás cambiando, y que serás una buena persona, pero también me alegra que te sientas mal por todo el daño que me hiciste...para mí, eso es suficiente venganza, que se te remueva la conciencia y que te sientas una mierda por lo que me hiciste. Me has hecho mucho daño, Phillipe. No voy a negar cuanto te he querido, lo sabes. Pero yo ya no puedo confiar en ti. Tienes mi perdón, pero solo eso.
La casa de la isla, era una inmensa mansión que contaba con muchas habitaciones. Hasta ahora habían dormido desperdigados, en los sofás del salón, en la habitación que cuadrase, a turnos para vigilar...pero llegaba la hora de adjudicar las habitaciones y las zonas de cada uno. Una casa tan grande, debía estar ocupada en cada rincón, o Leo y los suyos podrían colarse en cualquier momento. Si se repartían por toda la casa, estarían más protegidos. Horas más tarde, tras haber estudiado al milímetro todo, Max, Gamboa y Raúl, reunieron a todos en el salón, a todos excepto a Roberto y los científicos.
[Max] – Tenemos que distribuirnos. Cuando llegue el momento, y Leo y sus hombres nos ataquen, tenemos que tenerlo todo controlado. Gamboa, Raúl y yo, hemos dividido la casa por zonas, para indicarnos por walkie, donde nos encontramos en cada momento, e indicar fácilmente nuestras posiciones. En la Zona Este, está la sala circular que es el laboratorio, y justo al lado hay habitaciones en las que dormirán los de esa zona, en la Zona Oeste está la pequeña casa de una sola planta que es la cocina, también con habitaciones pegadas a ella. En la Zona Central tenemos la planta baja, que es este enorme salón comedor. Luego tenemos el sótano, que está bajo la casa, al que solo podrían acceder rompiendo uno de sus ventanales de la parte baja de la entrada principal de la casa. Y por último la 1ª y 2ª planta, llenas de habitaciones. Resumiendo; tenemos la Zona Este (el laboratorio), la Zona Oeste (la cocina), la Zona Central (el salón comedor), el sótano, y la 1ª y la 2ª planta. Ahora repartiré en cada zona, un grupo de vigilancia que no podrá salirse de la zona bajo ninguna circunstancia. ¿Hasta ahí lo habéis entendido?
[Todos] – Sí.
[Max] - En la Zona Este, estarán los científicos (Phillipe, Natalia, Sol, Samuel y Marta) con Roberto. Los vigilantes serán los del Rescatador (Martín, Dani, Raquel, Laura y Marimar) y también Ramiro, para que pueda estar cerca de Sol. En la Zona Oeste, estarán las cocineras (Salomé y Rosa), y también las nuevas cocineras (Jimena y Marga), ya que 2 serán muy pocas para preparar comida para tantos. Los vigilantes serán Julián, Antonio, Mario y Vicente. En el sótano estarán los hombres lobo (Salva y Joel) con sus parejas (Sonia y Leire), y los vigilantes serán Megan y Michael, expertos en defensa personal, y Carla, que encadenarán a los hombres lobo en luna llena, y que mantendrán la vigilancia en los ventanales por los que podrían entrar Leo y los suyos. Ya hemos habilitado allí unas camas para ellos. En la Zona Central, nos quedaremos; Gamboa y Elena, Raúl y Sara, y Ainhoa y yo. Teniendo en cuenta que las escaleras que van a dar a las 2 plantas están en el lado oeste, hemos decidido colocar a los niños al final del pasillo de la segunda planta, para que estén más seguros y sea más difícil acceder a ellos. Los que estén en la 2ª planta con ellos, les protegerán en todo momento. En la 1ª planta estarán; Vilma y Piti, Vera y Nacho, Pablo y Silvia, Sandra y Culebra, y por último Sandra y Ulises. Al final del pasillo estará Julia, como médico de la 1ª planta, acompañada por Estela. En la 2ª planta estarán; Valeria, Ratón, Evelyn y Hugo, con Ventura y Celia. Carlitos, Lucía y Blanca con Lucas y Fernando. Y Ernesto, como médico de la 2ª planta, acompañado de Tomás. ¿Alguna pregunta? ¿O idea? Tal vez hemos pasado algo por alto, y vosotros os habéis dado cuenta de algún punto muerto que haya quedado con la distribución...
[Nacho] - ¿Habéis pasado por alto que Vera es menor?
[Vera] – Cállate, idiota. Lo vas a estropear todo.
Contestó Vera, dándole en el brazo a Nacho.
[Raúl] – Yo estaba de acuerdo, pero si queréis os cambiamos la pareja.
[Vera] – No, no . Está bien así, papá.
[Gamboa] – Todos vigilaréis vuestra zona, y también el exterior, controlando que nadie se acerque desde fuera. Con los walkies del Estrella, del Rescatador, los que encontramos en esta casa, y los que hemos traído de un búnker del Nivel 1, tenemos suficientes para tener uno por habitación. 6 en la Zona Este, 4 en la Zona Oeste, 3 en el sótano, 3 en la Zona Central, 6 en la 1ª planta y 3 en la 2ª planta. Un total de 25 walkies que nos mantendrán comunicados en todo momento.
[Raúl] – Los turnos de vigilancia los estableceréis entre vosotros, la única condición es que haya siempre 2 personas vigilando su zona. Los horarios de comida variarán 30 minutos. Zona Este (Marimar); 07:00/13:00/20:00. 2ª Planta (Celia); 07:30/13:30/20:30. Sótano (Leire); 08:00/14:00/21:00.
1ª planta (Silvia); 08:30/14:30/21:30. Zona Central (Elena); 9:00/15:00/22:00. Zona Oeste (Jimena); 09:30/15:30/22:30. En esos 30 minutos de margen, la persona elegida de cada zona, se encargará de bajar para subir la comida de todos los de su zona. En la siguiente comida, el encargado de bajar a buscar la comida, aprovechará para llevar todos los platos de la anterior comida, para que en la cocina se encarguen de lavarlos.
[Max] – Eso es todo. Coged un walkie por habitación, e iros a vuestros puestos. Cualquier duda que os surja, lo hablaremos por walkie.
Todos se apresuraron a ponerse en el lugar que le tocaba. Parecían haber entendido todo, y lo que era más importante, parecía no haber ningún cabo suelto. Max, Gamboa y Raúl, lo habían pensado todo, hasta el más mínimo detalle. Las armas que sobraban y la munición de repuesto, estarían repartidas por todas las zonas de la casa. Cada uno llevaría un arma siempre encima. Vigilarían en todo momento cada rincón de la casa, cada rincón del exterior que rodeaba la casa, así como también el Rescatador. Todo estaba pensado y estudiado, tanto, que parecía no haber ni un solo error con el que Leo pudiese jugar para entrar en la casa.
[Ainhoa] – Ahora que están todos distribuidos, debemos cambiar todo lo de las reuniones. Tanto pensar para nada. Me rompéis los esquemas. Menudos 3 os habéis juntado.
Max, Gamboa y Raúl, sonrieron.
[Max] - ¿Y qué propones ahora? Seguro que se te ocurre algo.
[Ainhoa] – Ahora es más sencillo. Nos comunicaremos con todos por walkie, pero cuando no nos interese que Carla conozca una información, hablaremos con todos, excepto con los del sótano, que es donde está Carla. Cuando os dejé planeando las zonas... ¿recuerdas que volví mas tarde para preguntarte en qué grupo iría Carla? Pues era por algo. Hablé con Michael y Megan. Les conté que Carla nos había traicionado ya, y que las vigilancias debían hacerlas ellos. Nunca Carla, porque ella dejaría entrar a Leo. Estarán desinformados de muchas cosas, pero están al corriente de lo principal, Carla es un peligro. Aunque de momento no nos conviene hacerla prisionera otra vez. Mientras ella siga comunicada con Leo, habrá más posibilidades de que no se acerque a la casa. Al menos hasta que Roberto y los científicos encuentren la partícula de Dios.
Ya había anochecido. Todos se acostaban, excepto los que quedarían vigilando en cada zona. En una habitación de la 1ª planta, las únicas 2 personas que habían puesto en una habitación y que no eran pareja, intentaban sobrellevar aquella situación.
[Sandra] – Me ha sorprendido que no hayas pedido un cambio de habitación.
[Ulises] – Está claro que me sentiré incómodo teniendo que dormir contigo, pero no voy a negar que te aprecio, y que ya que tu padre está en el laboratorio, me siento obligado a protegerte.
[Sandra] - ¿Que te sientes obligado? ¿Me estás hablando en serio? Conmigo no tienes que sentirte obligado a nada. Dame el walkie, yo misma pediré el cambio.
[Ulises] – No te enfades, no tienes por qué.
[Sandra] - ¿Quieres darme el walkie?
Dijo Sandra, sin atender a explicaciones y echando la mano al walkie que Ulises llevaba en un bolsillo de la parte de atrás derecha de su pantalón. Ulises llevó la mano derecha al walkie, y con la izquierda sujetó la barbilla de Sandra.
[Ulises] - ¡Sandra! Sandra...mírame. Escúchame, por favor.
Ella asintió, y se sentó en la cama, dispuesta a escucharle. Ulises se sentó a su lado, apoyándose en la cama con una mano, y colocando la otra mano sobre la pierna de Sandra.
[Ulises] – Me siento obligado porque te aprecio, porque te tengo cariño. ¿Prefieres que me importes una mierda, y que no me sienta en la obligación de protegerte? ¿Es eso lo que quieres? Porque si quieres eso, llegas tarde.
[Sandra] – Me temo que he llegado tarde para todo. He llegado tarde para que te fijes en mí...no quiero ser pesada, de verdad que no. Bastante tienes con lo tuyo, y no te voy a molestar con mis problemas. Creo que ha llegado el momento de tomar cada uno su camino. Tú me aprecias y me tienes cariño, pero seamos realistas, ese sentimiento nunca va a llegar a más, y yo me estoy haciendo daño a mí misma, continuando a tu lado y haciéndome ilusiones con algo que nunca será posible. Ha llegado la hora de ser egoísta y pensar en mí, en estar bien yo, porque hasta ahora solo he pensado en que tú estuvieras bien, a pesar de que estar a tu lado para levantarte, me hacía caer a mí. Seguiré estando ahí si me necesitas, pero no pienso pasarme los días y las noches encerrada aquí contigo. Eso me hará daño, mucho daño. Y yo ya no puedo más, Ulises. ¡No puedo!
Sandra se derrumbó, y con su cara bañada en lágrimas, cogió sus cosas y salió por la puerta. Ulises corrió tras ella, y cuando se giraba para emprender ese camino por el pasillo, que la alejaría definitivamente de su primer amor, él la agarró de un brazo para pararla. Cogió las cosas que Sandra llevaba en la mano y volvió a la habitación.
[Ulises] – Ven, por favor.
Ulises entró en la habitación, dejó las cosas de Sandra sobre una mesa, y volvió hacia ella que seguía en la puerta. La cogió de la mano, y ella caminó hasta entrar. Él cerró la puerta, y se dejó caer apoyándose en la puerta. Sujetó las dos manos de Sandra, y le habló.
[Ulises] – Yo...yo no quiero que te vayas.
[Sandra] – Diciéndome eso, solo estás pensando en ti, en que te hace bien tenerme de apoyo para que te escuche y te anime. Pero no te estás parando a pensar en mí, en el daño que me va a hacer estar aquí contigo y no tenerte como quiero. Estás siendo muy egoísta.
[Ulises] – No es egoísmo, Sandra.
[Sandra] - No puedes pedirme que me quede, después de todo lo que te he dicho. No hay una sola razón lógica que puedas darme, para justificar lo que me estás pidiendo.
[Ulises] – Sí la hay.
[Sandra] – Que no te importo. Que solo me proteges porque te conviene tenerme ahí. Que solo te importa no perder uno de los pocos apoyos que tienes.
[Ulises] – Que te quiero. Esa es la razón.
Contestó Ulises, soltando las manos de Sandra, y abrazándola con fuerza.
[Sandra] – Pero volvemos a lo mismo. Aunque me quieras, aunque me aprecies, aunque me tengas cariño...tienes que entender que estar contigo las 24 horas del día, me hará daño. Tienes que dejarme ir.
Ulises dejó de abrazarla y la miró a los ojos.
[Ulises] – No has entendido nada. La primera vez que soy sincero, y que muestro mis sentimientos abiertamente, y no me entiendes. En cambio, cuando intentaba ocultarlo, y hablaba entre líneas, lo entendías todo.
[Sandra] – Supongo que es porque ahora mismo, y también por primera vez, solo estoy pensando en mí. En lo que me conviene para no sufrir. Lo único que entiendo ahora mismo, es que estoy enamorada de ti, y eso me hace daño.
[Ulises] – Entiendo.
Ulises entendía que ella se había resignado a olvidarle, y en ese momento, todas sus dudas e inseguridades se apoderaron de él. Entendía que Sandra estaba dejando a un lado lo que sentía, porque no le convenía estar con alguien como él. Entendía que ella le estaba dejando claro, que él no la merecía. Ulises caminó hasta la ventana, dándole la espalda a Sandra. No podía evitar llorar, pero sí podía evitar así, que ella le viese llorando. Sin darse la vuelta, susurró.
[Ulises] – Una vez más tus 16 años me han dado una buena ostia en la cara. Si algo he aprendido en estas semanas, es que la madurez de una persona, no se cuenta por los años que tenga. Mereces alguien mejor a tu lado, alguien mucho mejor. Ahora lo sabes, lo tienes claro. Vete y sé feliz.
[Sandra] – No quiero a alguien mejor que tú, solo a alguien que me corresponda, que me quiera.
Pero Ulises no respondió. Sus fantasmas se habían apoderado de él, impidiéndole luchar por lo que sentía. Ahora era él el que se había derrumbado, el que creía que lo mejor era alejarse el uno del otro, por no creerse merecer a alguien como ella. Sandra cogió sus cosas de la mesa donde Ulises las había dejado, y se fue.
A los pocos minutos, apareció Estela. Sandra le había pedido cambiarse, ella se quedaría con Julia, y Estela se iría con Ulises. Estela se encontró con Ulises sentado en el suelo, con su espalda apoyada en la cama, con la mirada perdida, y llorando.
[Ulises] - ¿Qué haces tú aquí? No quiero a nadie aquí. ¡Vete!
Estela no se atrevió a decir nada. Salió de allí y se dirigió a la habitación donde había dejado a Julia y a Sandra.
[Sandra] - ¿Qué haces aquí? ¿Has cambiado de idea?
[Estela] – No. Pero he visto que te has dejado cosas tuyas, y sabes que tenemos que estar en las habitaciones, no podemos andar paseándonos. Antes de que me instale, pásate por allí y recoge lo que te ha quedado.
[Sandra] - ¿Me ha quedado algo? Juraría que lo tengo todo aquí. Está bien. Voy.
Al llegar a la habitación, Sandra se encontró a Ulises igual que Estela se lo había encontrado un momento antes. Sandra se acercó, y se arrodilló a su lado.
[Sandra] - ¿Qué te pasa? ¿Por qué estás así? ¿Por qué lloras?
[Ulises] – Déjame, Sandra. Por favor. No quiero hablar. Quiero estar solo.
[Sandra] – No me iré hasta que me digas qué está pasando. Así que si quieres que me vaya, habla.
[Ulises] – Pasa que me enamoré de quién no debía. Eso es lo que pasa.
[Sandra] - ¡Ah, no! Por ahí no paso.
Contestó Sandra, levantándose.
[Sandra] - Escucharé tus penas con respecto a tu arrepentimiento, a tu padre y lo que quieras. Pero tus penas de amor, ni loca. No sé ni cómo te atreves a decírmelo. Te acabo de decir hace nada que me hace daño estar contigo y...
[Ulises] – Me enamoré de ti, idiota. Ya lo he dicho. Ahora vete.
Sandra se había quedado de pie, frente a él, en silencio, paralizada. No se lo esperaba, y era incapaz de reaccionar ante lo que acababa de escuchar. Tras unos segundos...
[Sandra] - ¿De verdad quieres que me vaya?
[Ulises] – Quiero que te quedes, que me abraces, que me dejes hacerte feliz y apoyarte siempre, como tú lo has hecho conmigo hasta ahora. Quiero estar contigo, pero...
[Sandra] – Ven, levántate.
Interrumpió Sandra, ofreciéndole su mano. Ulises accedió, y se levantó.
[Sandra] – ¿Lo intentamos?
[Ulises] – Creí que ya no querías. Es que...no me merezco estar con nadie. Lo sé. Pero no puedo evitar sentir lo que siento. Además, temo hacerte daño. ¿Y si solo estoy confundido y luego descubro que no sé ni lo que siento?
[Sandra] – Ya te lo he dicho muchas veces. Eres una buena persona, aunque ahora mismo no lo veas así. Daño ya me lo he hecho, estas semanas luchando contra una pared. Si resulta ser eso, al menos te habré tenido como quería, ¿no crees? Ahora el que parece que tiene 16, eres tú. ¿Quieres dejarte de niñerías y besarme de una vez?
Ulises la agarró con una mano por la cintura, y con apoyó la otra sobre su pelo, a la altura de la nuca. Acercó sus labios a los de Sandra, y susurró.
[Ulises] – No sé si besarte. Me has llamado niño.
[Sandra] – Y tú a mí niña.
[Ulises] – Es que lo eres.
[Sandra] – Tú también lo eres.
[Ulises] – Es verdad. Pero solo cuando estoy contigo. Me haces perder la razón, y me ilusiono como un niño.
Contestó él, mientras ella le rodeaba con sus brazos, y jugaba con su pelo. Ulises se acercó, devorando en un segundo, el suspiro que quedaba entre sus labios y los de Sandra, dejándose llevar por ese deseo de besarla que llevaba días conteniendo, dejándose arrastrar por fin, por la pasión y la ternura que aquella niña le provocaba. Tras besarla, Ulises se fue separando muy despacio. Apoyó su frente en la de ella, y suspiró sonriendo.
[Ulises] – Al final lo has conseguido. Me he enamorado. ¿Y ahora qué?
[Sandra] – Ahora conseguiré que no dejes de besarme en toda la noche.
[Ulises] – No te pases, que uno no es de piedra...y tus 16 siguen ahí.
[Sandra] – Y seguirán ahí, hagamos lo que hagamos.
[Ulises] – No, Sandra. Eres muy joven todavía. Esperaré.
[Sandra] - ¿Podrás esperar?
[Ulises] – Sí. No te preocupes por eso.
[Sandra] – Lo que me preocupa es lo convencido que te veo...y que yo no pueda ser tan paciente como tú.
Ulises la agarró por la cintura, la levantó del suelo, y la recostó con suavidad sobre la cama.
[Ulises] – Entonces tendré que conseguir yo algo ahora. Que aprendas a no ser tan impaciente. Así que por el momento, me voy a por unas mantas, y duermo en el suelo.
[Sandra] - ¡No! Prometo controlarme, de verdad. ¿Nos cambiamos?
Los 2 se cambiaron, uno de espaldas al otro. Cuando terminaron, se acostaron en la cama. Y tras un beso de buenas noches, cerraron sus ojos, abrazándose.
¡SUBE CUANDO PUEDAS ARTISTAZA!
No lo leo ahora por que tengo los ojos cansados y no lo disfrutaría igual, a parte me gusta comentarlo mientras lo leo y a estas horas me es imposible... mañana en cuánto me levante tienes mi lectura y mi comentario, me siento fatal por q se me haya pasado :( :( ya q me lo has dicho varias veces, voy a perder la cabeza!. y yo rayandote con mi vídeo... soy lo q no hay.
Sé q me entenderás y me llamarás exagerada pero diciéndomelo varias veces y va y se me olvida..
¡¡¡¡¡EXAGERADA!!!!!
Sabía que no me leerías ayer, sabía por qué. Y lo entiendo perfectamente. Y lo sabes. No tienes que disculparte, ni tampoco leerme en cuanto subo nuevo capítulo. Eres mi lectora más fiel, aunque te tiraras días sin aparecer por aquí, ni aún así podría enfadarme, porque sabría que es porque no has podido.
Javi, CABAL INDOMABLE no es exactamente eso, engañar a los demás. Va mucho más allá, solo que aún no le ha surgido la oportunidad de demostrar su capacidad. Si he matado a Padre, es porque Leo me dará más juego, además de que todavía queda Madre. Y sí, lo de las zonas y los horarios, me lo he currado... ¡no te imaginas cuánto! Quería idear un plan perfecto de defensa, y temo haberme liado más de la cuenta, y haberos liado a vosotros...espero que lo hayáis entendido. Me alegro de haber conseguido que veas a Ulises mejor, con Álvaro me huelo que no lo conseguiré ni por asomo.
Y ahora me voy a Youtube, que tengo el vídeo cargando.