~EL BARCO_LA ENERGÍA QUE MUEVE EL MUNDO~ ¿Quién ha dicho final? Mientras el amor siga haciendo girar el mundo, la historia continuará...

Mary, me encanta tu comentario, como siempre. Poco puedo decirte, sobre Piti ya te lo he dicho...a ver por dónde salgo.

Gracias Javi. Me alegro que te haya gustado.

David, gracias a ti por leerme. Ya he visto lo bien que escribes, así que para mí será un placer leerte y ponerme al día.

Sofiabigail, por supuesto que sí, de hecho estará en el capítulo que voy a subir ahora. Y si quieres pedirme algo más, no lo dudes. Lo haré encantada. Gracias por ese 100.

Y ahora subo el capítulo. Será cortito porque hoy he tenido muy poco tiempo. Intentaré subir mañana algo más.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~DÍA 140~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~




Eran las 7 de la mañana. El Estrella Polar concluía su primer viaje con Max como capitán, y el primero sin mí. Todos se apresuraron a bajar del Estrella, para subirse al Rescatador en cuanto llegase. No había tiempo que perder. Tenían el tiempo justo para llegar a la isla a la hora que Leo les había ordenado.

[Max] - ¿Quiénes iremos? ¿Todos?

[Gamboa] - Todos menos los niños, y Ventura que se quedará a cargo de ellos.

[Raúl] – También debería quedarse Ernesto, siendo médico podrá atenderles ante cualquier imprevisto, y nos iremos más tranquilos. Y Tomás, como en el primer viaje a la isla. No está bien de salud, lo mejor es que se quede.

[Ventura] – Μax, sabes que no me queda mucho tiempo de vida. Sé que este no es el momento, pero debo decírtelo porque a pesar de que me queda medicina para unos días más, no estoy bien y en cualquier momento mi salud podría fallar. No quiero irme sin decirte que la madre de Ratón es Mara, mi hija, y el padre es Lorenzo, tu hermano. Ratón es tu sobrino, Max. Y necesito que le cuides, cuando yo...

[Max] – Le habría cuidado igualmente. Me alegra saber que una parte de mi hermano sigue viva. Gracias por decírmelo.

Unos minutos después, el Rescatador llegaba al Nivel 1. Todos subieron para ponerse rumbo a la isla cuanto antes. Julián seguía en estado grave.

[Salomé] – Julián, cariño, ¿estás seguro de que no quieres hablar con Ulises?

[Julián] – Νο. Si no salgo de esta, espero que al menos le sirva a él para recapacitar y ser un hombre como dios manda.

Roberto ya había terminado todas las dosis del antídoto. Ahora solo quedaba esperar a llegar a la isla. Julián y Salomé se quedarían en el Rescatador, mientras los demás bajaban. Esta vez, no tendrían que fingir ser 700. Max, Ainhoa, Vilma, Piti, Ramiro, Palomares, Estela, Elena, Julia, Gamboa y Sol. Raúl, Fernando, Leire, Vera, Sonia, Joel, Nacho, Pablo, Salva, Elías y Ricky. Antonio, Mario, Rosa, Sandra, Lucía, Blanca, Culebra, Carlitos, Lucas, Borja, Jimena, Leo y Víctor. Roberto, Martín, Dani, Marimar, Raquel y Laura. Eran 41, sólo eso. Y aunque pudiese parecer un simple número, 41 significaba mucho más, 41 era el número que rondaba en el pensamiento de cada uno de ellos. 41 era el número que deseaban que regresase de vuelta al Rescatador, 41 sanos y salvos, 41 intactos.

[Roberto] – Bajaré yo solo. Sin el antídoto. Le diré que hasta que Evelyn esté en el Rescatador, no le daré lo que quiere.
[Gamboa] – No. Es muy arriesgado. Iré yo.

[Roberto] – Te matarán. Tengo que ir yo. A mí no me harán nada.

[Max] – Pero si nisiquiera sabes quien es el nuevo malo...

[Roberto] – No, pero me lo imagino. Seguramente sea el hermano mayor de Phillipe, Leo. Si hay alguien peor que Alexander, ese es él.

Horas más tarde, llegaban a la isla. Eran las 19:15. Llegaban 15 minutos tarde. Roberto bajó del Rescatador, pero en la playa no había nadie. Algo venía corriendo de entre los árboles. ¡Era Mika! La perra que había aparecido días atrás en la isla, aquella que se había encariñado con Julián. Mika corrió hacia la orilla donde estaba Roberto. Él se arodilló para recibirla, pero Mika no le buscaba a él. Mika siguió corriendo, metiéndose al agua, donde estaba parado el Rescatador. Y con su lengua de fuera y meneando su cola, miraba al Rescatador fijamente, como esperando que alguien le subiese. Julia, que le había visto, salió para llevarle dentro, mientras Roberto se quedaba allí, en la orilla de la playa, esperando que alguien apareciese, esperando que no fuese demasiado tarde.

[Julia] – Julián, mira quién está aquí.

Mika corrió hacia él, y al llegar frente a la cama, se paró, se sentó y miró a Julián con la cabeza ladeada y gimiendo. Luego, se levantó otra vez, y muy despacio se subió a la cama para recostarse a su lado, mientras Julián sonreía, emocionado, y acariciando a Mika.

[Salomé] – Me parece que ya ha escogido dueño.

Fuera de allí, Roberto seguía esperando. Todos bajaron con él, todos menos Salomé, Julián y Mika.

[Max] – No podemos seguir esperando. En cualquier momento podrían matar a Evelyn.

[Roberto] - ¡Vamos! Nos meteremos en el bosque, e iremos hacia la cabaña. Tal vez estén allí.

Minutos más tarde, llegaban a la cabaña, y efectivamente, allí estaban. Leo salió a recibirles.

[Leo] - ¿Traes lo que te he pedido?

[Roberto] – No lo llevo conmigo. Si lo quieres, tendrás que darnos a Evelyn. Hasta que Evelyn no esté en el Rescatador, no verás el antídoto.

[Leo] – Está bien. Vayamos a la playa. ¡Traed a Evelyn!

Evelyn salió de la cabaña y corrió a abrazar a su padre. Gamboa la cogió en sus brazos y empezó a correr con ella, asustado ante la posibilidad de que le arrebatasen a su niña otra vez. La dejó en el Rescatador con Salomé, cogió la caja que contenía los envases con el antídoto y volvió a la playa.

[Leo] – Dame eso, Gamboa.

[Roberto] – Aún no.

Dijo Roberto, colocando una mano delante de la caja.

[Roberto] – Si os curáis, seréis más peligrosos para nosotros. Queréis la isla, y nosotros también, no podemos vivir mucho tiempo más sin ella. El combustible del Rescatador se nos agota.

[Leo] - ¿Y qué pretendes? ¿Que compartamos isla? ¿Dormiréis tranquilos?

Preguntó Leo, riendo.

[Roberto] – Pretendo que negociemos. Por las noches desapareceremos en el Rescatador, pero durante el día, nos dejarás estar dentro de él, en la orilla de esta playa. El antídoto a cambio de eso.

[Leo] – Acepto, pero solo porque me conviene no perderos de vista.

Roberto y Leo se dieron la mano, para cerrar el trato. Gamboa le dio la caja y todos empezaron a tomarse el antídoto.

[Roberto] – Volvemos al Rescatador.

[Leo] - ¡Espera! Puedes llevarte a este desertor.

Dijo Leo, cogiendo a Phillipe que estaba entre sus hombres, con las manos atadas a la espalda.

[Roberto] – ¡Pero si es tu hermano! ¿Qué quieres? ¿Meter un espía que te informe?

[Leo] – Es mi hermano, sí. Pero no me sirve, al contrario, podría traerme problemas. Lo único que quiere es a su hija, Sandra. Y a Julia. Porque es mi hermano os estoy dando la opción de llevarlo con vosotros, sino ya estaría muerto.

Roberto asintió, y se dirigieron al Rescatador, con Phillipe también.

Flashback:
Horas antes, en la isla.

[Phillipe] – Tienen a mi hija, Leo. Necesito que finjas que soy un desertor para infiltrarme entre ellos. Yo recuperaré a mi hija y tú tendrás un infiltrado que te mantenga informado. ¿Qué dices? ¿Aceptas?

[Leo] – Acepto.

Mientras caminaban hacia el Rescatador, sonó un disparo. Un Protegido había caído. Leo, el chico que podía jugar con el tiempo, había muerto.

[Leo] – Lo siento, no he podido evitarlo. Ahora soy el único Leo que queda en el mundo.

Gritó Leo, desde el otro lado de la playa, riéndose.

Avance:
Los del PH habían tragado el anzuelo, se habían tomado el que creían que era el antídoto, pero que en realidad no era más que un nuevo virus, más letal que el anterior. La única diferencia es que este virus no lo detectarían por el momento. El cáncer les iría consumiendo, y en pocas semanas, estarían todos muertos igualmente. Habían ganado algo de tiempo, los del PH y también los del PB. Ahora, tendrían que descubrir de qué lado estaba realmente Phillipe.

Se que me repito pero cada vez me dejas más impresionada, eres una GENIA!!. Corto pero intenso...

Me encanta como has metido a la perra Mika, ha quedado muy bonito y emotivo, me la he imaginado allí, al pie de la cama de Julián y él sonriendo... que bonito (L).

Muy bonito tb que Ratón haya resultado ser el sobrino de Max, para cuando muera Ventura por falta de medicina, él se quede a su cuidado y todo tenga sentido... ;).

Me ha hecho mucha gracia como te has cargado a Leo... jajajaja lo siento pero es que ver que el motivo que dice el otro Leo es para que solo haya un Leo en el mundo... me deshorino jajajaja. no lo hemos podido disfrutar nada :(. pero entiendo q era un jaleo tener a dos Leo.

Me encanta que todo haya salido bien, que los malos hayan picado y que hayan entrado al trato de la isla, deseando estoy que el nuevo virus acabe con ellos... muajaja hay que ver que listos que son los nuestros... si es que teniendo a Roberto, no podía ser de otra manera...

Y por último, PHILLIPE :O está infiltrado con ellos... q ganas d ver que es lo q pasa (aunque ya lo imagino... Julia, ejem...) y seguro que lo llevarás genial, como todo ;)

Como me ha gustado este capitulo, espero que hagas pronto otro capitulo, me encanto lo de Mika y al final Max fuera el tio de ratón,

Me ha encantado! Mika ha regresado,me encantaba...Roberto ha conseguido engañar a los del PH,pero..Ahora que les han infiltrado a Philippe tengo la sensación de que se enterará de eso y se lo contará a todos..Por fin Gamboa con Evelyn..Y Ratón el sobrino de Max..Leo ha muerto buf..Pero prefiero que muera él a que otro...Por cierto,¿Cuándo subirás el próximo capítulo?

Bea,estoy limitado a usar el ordenador por culpa de Sociales puf..Sube Pronto e intentaré conectarme el lunes o el martes...Aunque tengo el móvil,un alivio.CUÍDATE.

Lo siento por no pasarme antes, estaba castigado. ¡Bea, impresionatne el capítulo! Genial, de verdad Me ha encantado, ha sido muy intenso. ¿Se enterará de todo Philippe? ¿Morirán los malos al final? ¡que intriga!

Bea,¿Dónde estás?Haber cuando subes y lees mi historia al completo que hay dos nuevos capítulos..Y tu personaje está apunto de salir leches..¡¡Sube uno de tus capítulos y que sea largo eh?!!!!

Mary, como siempre te quejas de que es muy corto, esta vez he traído todo junto.

Gracias Mary, Sofía, Javi y David, por pasaros a leerme.

Deciros que la portada la he abierto en un nuevo post, porque aquí se hacía muy cargado con tanta foto. Solo tenéis que pinchar en el enlace que he puesto arriba, y os llevará directamente a ella. Allí tenéis todo lo necesario para no perderos nada.

Siento no extenderme, pero es que vengo con poco tiempo y mucho por hacer. Así que os dejo con un nuevo capítulo. Espero que lo disfrutéis.

EDITO: Hay una nueva narradora, Candelaria, la madre de Raúl y Olivia. Intentaré separar dentro de lo que pueda, para que Julia narre lo de los personajes de Los Protegidos, Candelaria lo de Luna y Marisa y Ricardo lo de El Barco.

Ya en el Rescatador...

[Max] - ¡Me lo llevo al calabozo!

Dijo Max, mientras Julia veía de quién se trataba, sin comprender por qué le habían retenido.

[Phillipe] – Esperad, por favor. Hay algo que tenéis que saber.

[Roberto] – Tus mentiras no servirán de nada.

[Phillipe] – Solo dejadme hablar, y en cuanto termine me encerráis. No pondré resistencia alguna. Pero de verdad, tenéis que escuchar lo que os tengo que decir.

[Julia] – No lo hagáis. Os está intentando engañar.

[Phillipe] – No es así, Julia. Tú me conoces, sabes que no estoy mintiendo.

[Julia] - ¿Que yo te conozco? Si te conociese, no me habrías engañado durante 4 años con Natalia. ¡Encerradle!

Max asintió, y le cogió de un brazo.

[Phillipe] - ¡Sara! Sara Cruz está en peligro. ¡La van a descubrir de un momento a otro! Tenéis que ayudarla.

Ernesto, Leire y Raúl (padre, hija y novio) corrieron hacia aquel hombre, dispuestos a escucharle. Aunque mintiese, no podían arriesgarse a no escucharle. Le sentaron en un sillón, y Phillipe comenzó a hablar mientras todos le rodeaban con desconfianza y curiosidad a la vez.

[Phillipe] – Hay 2 grupos. El de la cabaña y el de la casa. Sara, la que ellos conocen como Leonor, está en la cabaña. David Costa y Carola Morales están en la casa de la isla. Allí también están Diego Mendoza que es el padre biológico de Vera y Pablo, Francisco Elías, el que era alcalde de Calenda, y su hijo Manu. En cualquier momento se unirán los 2 grupos, y descubrirán a Sara. Yo siempre estuve del lado de Alexander, no lo voy a negar. Pero hace ya tiempo que veo todo de otra manera, que me arrepiento de cómo hice las cosas...no pido vuestro perdón, no lo merezco. Solo os pido que quitéis a Sara de ahí cuanto antes. Y antes de que me encerréis, deciros también que me ofrezco para hacerle creer a mi hermano Leo, que me habéis creído y que estoy libre entre vosotros como uno más. Así podría comunicarme con él cuando vosotros digáis, para intentar sonsacarle sus planes.

[Max] – Como hacías tú, Gamboa.

[Phillipe] – Ahora que han descubierto a Gamboa y a Sol, necesitareis a alguien que consiga información. Pensadlo. Ya podéis encerrarme. Aunque me mantengáis encerrado, yo colaboraré en todo lo que me pidáis.

[Julia] – Ven, te llevaré con tu hija.

Julia le agarró por un brazo, y le llevó de allí hacia los calabozos.

[Phillipe] – Yo...lo siento. Sé que es imperdonable todo lo que te he hecho, y que jamás podrás perdonarme...

[Julia] - ¡Eso lo decidiré yo! Ahí tienes a tu hija. Por el momento estarás aquí, porque a pesar de lo que nos has contado, no podemos fiarnos.

[Ulises] – Quiero hablar con mi padre.

[Julia] – Tu padre está herido de bala, entre este mundo y el otro. ¿Crees que es el momento para que venga?

[Ulises] - ¿Qué? ¡Quiero verle!

[Julia] – Pero él a ti no.

Contestó Julia, cerrando la puerta del calabozo. Al otro lado del Rescatador, en el salón...

[Roberto] – Todavía no estoy convencido de que podamos fiarnos de Phillipe, pero de lo que sí estoy seguro es que lo que ha contado es cierto. Sara estaba ahora allí, entre ellos, y Phillipe sabe que es Sara y no Leonor y no la ha descubierto. De haberla descubierto, Leo la habría matado. Tenemos que quitar a Sara de allí. Ahora empieza a anochecer, y el trato es que debemos abandonar la isla hasta que salga el día.

En un rincón del salón del Rescatador, apartados de todos, estaba mi nieta con su enamorado. Cuando se atrevan a contarle la verdad... ¿cómo reaccionará mi hijo? ¿Se tomará bien la diferencia de edad? ¿Entenderá que están enamorados y que él sabrá respetar a su niña?

[Vera] – Mi madre nos abandonó para irse con Diego, mi padre biológico, y mi hermano Pablo y yo, no hemos vuelto a saber de ella desde entonces. Raúl ha sido el que se ha quedado con nosotros y nos ha cuidado como si fuésemos sus verdaderos hijos, porque siempre nos ha querido como tal. Ahora resulta que mi madre está viva, y está entre los malos que nos quieren matar. No sé si sabe que estamos vivos o no, pero eso es lo de menos. Nos abandonó, sin importarle ni lo más mínimo sus hijos se fue con Diego. Así que ahora que no venga diciendo nada. No pienso escucharla.

[Nacho] – Pero es tu madre, Vera.

[Vera] – Dejé de verla como una madre hace mucho tiempo, Nacho. Y tú lo sabes mejor que nadie. Ahora solo me importan Raúl, Pablo y tú.

Contestó Vera sonriendo y acariciando la cara de Nacho. A lo que Nacho respondió apartando la mano de ella de su cara, mostrándose incómodo ante aquel gesto, y mirando hacia todos los lados del salón, comprobando que nadie les estuviese mirando en aquel momento.

[Nacho] – Vera...sabes que no podemos. Aquí no. Si nos ve tu padre, ¿qué?

[Vera] – Mira, estoy harta ya. Vamos ahora mismo a hablar con mi padre, y se lo vamos a contar todo.

[Nacho] - ¿Estás loca? No pienso hacerlo. No le vamos a decir nada. Tú estate quietecita aquí, que te conozco. Este no es el momento, tu padre está preocupado por sacar a Sara de la isla.

[Vera] – Este no es el momento, cuando el acelerador de partículas se tragó el mundo tampoco, cuando embarcamos todos en el Estrella Sirrah tampoco, cuando mi madre nos abandonó tampoco...nunca es el momento. A este paso me veré con 80 años, escuchándote la misma dichosa frasecita de siempre: “Este no es el momento, Vera”.

Dijo Vera, con tono burlón intentando imitar a Nacho. Vera cogió de la mano a Nacho, y tiró de él hasta llegar frente a su padre.

[Raúl] - ¿Qué pasa, Vera?

Preguntó Raúl, mientras observaba que Vera cogía a Nacho de la mano.

[Vera] – Esto se lo tienes que decir tú, así que ahora mismo coges aire y le echas huevos al asunto. Eso, o se acabó.

[Nacho] – Vera...no me hagas esto.

[Raúl] – A ver, vais a decírmelo de una vez.

[Vera] – Vamos, venga. Habla Nacho.

[Nacho] – Capitán, yo...verá...es que su hija...yo...

[Raúl] - ¿La quieres?

[Nacho] – Sí.

Contestó Nacho, bajando la cabeza. Estaba convencido de que, desde ese momento, Raúl ya no le vería igual. Y lo que es peor, estaba convencido de que le obligaría a alejarse de Vera desde ese mismo instante.

[Raúl] – Vera, ¿por qué ahora? ¿por qué no habéis venido a mí antes? Creí que me tenías confianza, que serías capaz de contarme cualquier cosa, ¡cualquiera! Incluido esto. Lo sé desde hace mucho tiempo, ¿os creéis que soy tonto? Esas cosas se notan, por mucho que queráis disimular delante de mí. Y aún con todos vuestros intentos de esconder lo vuestro, me ha quedado claro que os queréis, y que tú, Nacho, eres consciente de la diferencia de edad, de que Vera es todavía muy joven, y que una relación con ella es más complicada que con una chica de tu edad. Aún así lo estás intentando, la tratas bien y la apoyas siempre. Cuando su padre biológico apareció, tú estuviste ahí. Cuando su madre se fue, tú estuviste ahí. Cuando el fin del mundo se nos vino encima, tú estuviste ahí. Siempre estás para apoyarla y darle fuerzas, y eso no lo puedo pasar por alto. Eso es lo que cuenta, que veo a mi hija feliz, y tú eres la mayor razón para que lo esté. No me voy a oponer, si es lo que creíais. Vera, en poco más de un año tú tendrás 18 años, ya no eres una niña. Además, ahora las leyes ya no existen. Ya nadie puede mandarte a la cárcel por estar con una menor de edad, Nacho. Solo os pido que vayáis despacio, porque podéis haceros mucho daño el uno al otro. Solo eso.

Dicho esto, Raúl le dio un apretón de manos a Nacho, mientras Vera se recostaba en el pecho de su padre que la rodeaba con su otro brazo.

[Raúl] – Gracias, papá. Por entenderlo, por no enfadarte por no habértelo contado antes, por permitirnos estar juntos...por todo. Solo hay una cosa en esta vida por la que le estoy agradecida a mi madre, y es porque ha sabido encontrar el padre perfecto para Pablo y para mí.

[Raúl] – Te quiero, mi niña.

Y tras un largo abrazo, Raúl se apartó de ella, tomó la mano de su hija, y se la ofreció a Nacho.

[Raúl] – Cuídala. O te las verás conmigo. Si le haces daño, te juro que no seré tan comprensivo como lo estoy siendo ahora.

[Nacho] – Lo haré, mi capitán. Sería incapaz de hacerle daño. La quiero.

Contestó Nacho, cogiendo la mano de Vera. Y mientras se alejaban de Raúl...

[Vera] - ¿Lo ves? Mi padre es muy comprensivo, lo ha entendido.

[Nacho] - ¿Tanta tensión, para esto? ¿Tan mal lo he pasado pensando en lo que podría pensar si se enteraba, para esto? Si lo sé, lo suelto antes.

Contestó Nacho, molesto por no haber tenido el valor de haberlo hecho mucho antes.

[Vera] – Ahora no pensemos en eso. Tenemos toda la libertad para vivir lo nuestro, a los ojos de mi padre y de todos. Eso es lo que queríamos, y lo único que importa ahora. Así que cállate y bésame, idiota.

Vera se paró en medio del salón, con una sonrisa que reflejaba su inmensa felicidad en aquel instante, mirando a su enamorado y deseosa de recibir un beso suyo, uno sin esconderse, sin temer a nada ni a nadie, sin miedo ni contenciones, un beso que ya no era prohibido, un beso en el que mostrar su amor ya no sería mal visto nunca más. Porque a partir de ahora, ya no tendrían que conformarse con besos de burbujas, con besos tras las puertas, o en medio de la noche mientras todos dormían soñando con un amor tan grande como el que ellos se tenían. Su amor era ahora completamente libre, y ellos eran libres también para vivirlo abiertamente.

Avance:
La diferencia de edad, nunca fue un problema, nunca fue un impedimento. Lo único que les frenaba era el qué dirán, y eso, en el fin del mundo, ya no importaba. Si el mundo tal y como lo conocemos desaparece, solo nos queda el amor que sentimos los unos por los otros, eso es lo que nos hace levantarnos cada mañana con las suficientes fuerzas para seguir luchando, para sobrevivir. El amor nos hace levantarnos, caminar, sonreír, verle sentido a la vida a pesar de disponer tan solo de un puñado de tierra. El mundo, hoy más que nunca, es un pañuelo. El mundo, hoy más que nunca, se mueve por amor. El fin del mundo no ha sido una catástrofe, una desgracia, ¡no! Ha sido una bendición, una forma de abrirle los ojos a los que quedan, una forma de mostrarles que lo esencial, es lo que tienen ahora, y no lo que tenían. Esto les enseñará que para ser feliz solo necesitas a tu gente, porque nuestra gente es nuestro hogar. Y lo que digan los demás, poco importa si eres feliz en tu hogar.

La noche se viene encima, y todos se retiran a sus habitaciones. Mañana será un día duro. Hay que ir a por Sara, y todo apunta a que se avecina una nueva batalla. Max y Ainhoa caminan de la mano hacia a su habitación.

[Max] – Mañana enterraremos a tu padre, a Cho y a Leo. Lo haremos aquí, en la isla, y al volver, tendrás que decírselo a Valeria. No puedes retrasarlo más, cariño.

[Ainhoa] – Lo sé. Esto no es justo, Max. Al final mi padre ni siquiera ha podido estar en nuestra boda. Le dije que me casaría contigo 2 veces, para que en la segunda él pudiese llevarme hasta el altar...pero se ha ido antes.

[Max] – Nos casaremos otra vez, cuando todo pase.

[Ainhoa] - ¿Ahora? ¿Para qué? ¿Qué sentido tiene si él ya no está?

[Max] – Él está, Nhoa. Con tu madre, en algún lugar desde el que estoy seguro que nos ven. Démosle la alegría de que nos vea desde donde quiera que esté.

[Ainhoa] – Está bien. Tal vez sea así, y no perdemos nada por hacerlo.

Y yo no puedo hacer otra cosa, que estar eternamente agradecido con Max. Él tiene razón, yo lo veré desde aquí, y nada me hará más ilusión que presenciar esa boda desde el cielo.




Ya en su habitación, Mario y Jimena hablan sobre la situación, y la decisión que tomaron aquel día en que decidieron embarcar en el Estrella del Norte.

[Mario] – Queriendo salvar nuestra familia, temo haberla metido en un peligro peor.

[Jimena] – Yo también lo creía. Sabes mejor que nadie, que no estaba de acuerdo con subirme al mismo barco que Padre y Madre. ¡Es que es todo tan subrealista, Mario! Descubrimos que nuestros hijos tienen poderes, creemos que tenemos un rival menos con Padre muerto y al final resulta que está vivo, y por si fuera poco, ahora un nuevo malo nos quiere matar a todos. ¿De verdad podría ir a peor? Porque yo no veo cómo.

[Mario] – Han sido demasiadas cosas en pocos años, pero estamos vivos, y juntos. Eso es lo importante. Saldremos de esta, como lo hemos hecho siempre. Después de todo lo que hemos pasado, no podemos rendirnos ahora.

[Jimena] - ¡Cómo han cambiado las cosas! Ahora tú eres el valiente.

[Mario] – La vida me ha cambiado...y tú también me has cambiado. Por los míos, seré lo que haga falta.

Contestó Mario, recogiendo entre sus brazos a una Jimena asustada ante la situación.




El peligro que les acecha, no está solo en la isla. En el Rescatador hay infiltrados entre ellos. Antes del embarque, Leo había planeado acabar con Alexander y ocupar su lugar, y para ello, eligió a un infiltrado en cada barco. El del Estrella Polar ha muerto, era Martínez. Pero quedan 2, Ricky en el Estrella Sirrah y Víctor en el Estrella del Norte. Ellos se han encargado de avisar a Leo de la traición de su hermano, Phillipe.

[Ricky] – ¡Leo! Phillipe te ha traicionado, está con ellos.

Dijo Ricky, comunicándose por walkie con Leo.

[Leo] - ¡Le mataré!

[Ricky] – Hay más. Hay una infiltrada entre vosotros y...

Roberto llegó justo a tiempo para quitarle el walkie a Ricky. Sabían que Phillipe le había traicionado, pero no que Leonor era realmente Sara.

[Roberto] – Martín, Dani, ayudadme a llevarles al calabozo, les meteremos con Pilar, Natalia, Carla, Ulises, Sandra y Phillipe.

Al llegar allí, les encerraron, e hicieron salir a Phillipe.

[Roberto] – No volveré a encerrarte, pero tampoco te desataré. Todavía no sé si puedo fiarme de ti.

Phillipe asintió.

[Roberto] – Acabo de sorprender a Ricky y a Víctor comunicándose con Leo. Les ha dicho que le has traicionado.

[Phillipe] - ¿Le han dicho lo de Sara?

[Roberto] – No. Por suerte he llegado a tiempo.

[Phillipe] – Podría intentar arreglarlo. Hablar con él, al menos le crearé la duda.

[Roberto] – Toma, háblale.

Dijo Roberto, ofreciéndole el walkie que le había quitado a Ricky.

[Phillipe] - ¡Leo! No tengo mucho tiempo. ¿Estás ahí?

[Leo] – Ricky y Víctor me lo han contado todo. ¡Me has traicionado! ¿Sabes cómo lo pagarás, verdad?

[Phillipe] – ¿Eres tonto? Si te han dicho eso, es porque he llegado aquí contando lo que Roberto y los suyos querían oír, y por lo visto hasta ellos se lo han tragado. Roberto ha pillado a Ricky y a Víctor hablando contigo, les ha encerrado. Lo mío, por el momento se lo han creído. Camino por el Rescatador a mis anchas, aunque todavía no terminan de fiarse del todo de mí. Mañana por la mañana, iremos a la isla, y como habéis acordado, estaremos parados en la orilla todo el día. Tengo un plan.

[Leo] – Dime.

Contestó Leo, todavía con cierta desconfianza, pero interesado en escucharle.

[Phillipe] – Necesito que os vayáis a la casa de la isla. Que dejéis la cabaña vacía...o casi. Que se quede uno, Leonor. Saldré del Rescatador a primera hora de la mañana, y volveré al Rescatador con ella, fingiendo que estaba prisionera. Pero necesito que os vayáis los demás, por si alguno de ellos me sigue.

[Leo] - ¿Y por qué Leonor? Con cualquier otro sería más fácil. Leonor ha estado en el Estrella Polar, ¿o ya lo has olvidado? No se lo creerán.

[Phillipe] - ¿Y quién quieres que venga? Si llego con un hombre desconfiarán. Tiene que ser una mujer. Y tampoco puedo traer a Michelle o a Estrella, también la reconocerían. Con Leonor puedo decir que la obligaron a hacerlo, igual que era obligado Gamboa. Les convenceré. Déjame intentarlo. Necesito un aliado aquí. Yo solo no puedo hacer nada.

[Leo] – Está bien. Mañana a primera hora, nos iremos a la casa y dejaremos a Leonor aquí, en la cabaña.

Phillipe cortó la comunicación.

[Roberto] - ¿Crees que se lo ha tragado?

[Phillipe] – Mañana lo comprobaremos.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~DÍA 141~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~




Al día siguiente, tras sobrevolar el mar durante toda la noche, el Rescatador regresó a la isla.

[Roberto] – Iremos contigo, pero solo la mitad. La otra mitad se quedará aquí por si atacan el Rescatador. Te esperaremos entre los árboles, por si siguen ahí.

[Phillipe] – Bien. Vamos.

La mitad de ellos siguió a Phillipe hasta la cabaña, y al llegar allí, Phillipe entró en la cabaña mientras los demás esperaban escondidos entre los árboles.

[Phillipe] - ¿Estás sola?

[Sara] – Sí.

[Phillipe] - ¡Vamos! No perdamos tiempo.

Al salir de allí, Phillipe escuchó pasos.

[Phillipe] – Están aquí. Sigue caminando hacia los árboles como si nada, y no se te ocurra mirar atrás.

Susurró Phillipe a Sara, mientras él se paraba. Al girarse, vio un batallón que aparecía por detrás de la cabaña. Leo había ido a buscar al grupo que estaba en la casa de la isla. Phillipe caminó hacia ellos con normalidad, lentamente, para darle tiempo a Sara de reunirse con los demás entre los árboles.

[Leo] – Les atacaremos.

[Phillipe] – Es mejor esperar, Leo. No te precipites.

[Leo] – Quiero el Rescatador. Dobla en velocidad al submarino, nos vendrá bien.

Mientras, entre los árboles, Roberto y los demás recibían a Sara, mientras escuchaban lo que Leo acababa de decir.

[Roberto] – Quiere el Rescatador. No se lo podemos permitir. Vamos, tenemos que avisar a los demás.

Mientras llegaban al Rescatador, Phillipe entretenía a Leo para retrasar la marcha hacia la playa.

[Roberto] – Preparaos, vienen a por el Rescatador. Tendremos que luchar.

[Piti] – O poner el Rescatador en marcha y largarnos. Total...están infectados, ¿no? Esperamos a que se mueran y nos hacemos con la isla.

[Roberto] – No sabemos cuánto tardará en actuar el virus cancerígeno, podrían no morir hasta dentro de unos meses, tal vez un año. No sobreviviremos sin esta isla tanto tiempo. Julia y Salomé se quedarán para atender a Julián. Los niños también se quedan. Marimar, tú llévate el Rescatador de la orilla. No te alejes, quédate al alcance de nuestra vista, y cuando todo termine, vuelve a por nosotros.

[Julia] - ¡Yo voy! Se quedará Ernesto, que también está capacitado para atenderle.

Roberto asintió, y cuando todos habían bajado ya, Marimar puso el Rescatador en marcha. Leo y sus hombres llegaban a la playa, y una vez más, ahí estaban. En la orilla, frente a los árboles donde estaban sus rivales. Todos comenzaron a disparar, esta vez, sí se produciría una masacre. Roberto ordenó a todos esconderse tras un puñado de rocas que había en la orilla, para protegerse mientras disparaban ellos también. Phillipe fingía apuntar bien, hasta que dejó de disparar. Se giró hacia su hermano, y le disparó en el estómago. Leo cayó al suelo de rodillas, con una mano sobre la herida y la otra apoyándose en la arena, para mantenerse. Ambos bandos cesaron los disparos.

[Leo] - ¿Qué has hecho? Al final Ricky y Víctor tenían razón.

[Phillipe] - ¿Ves aquel grupo que os dispara? Allí está Julia. No pienso permitir que una de vuestras balas vaya a parar a ella.

[Romina] – Estás muerto.

Dijo Romina, colocando su arma en la frente de Phillipe.

[Leo] – Déjale. Phillipe es cosa mía. Le mataré en cuanto me recupere. Ahora sacadme de aquí. Tenemos que ir al submarino, allí está el equipo médico.

[Roberto] – Vámonos de aquí.

[Phillipe] - ¡Esperad! Les llevará un tiempo llevarle hasta el submarino y atenderle. Podemos aprovechar para intentar liberar a los prisioneros. Espero que no haya cambiado la contraseña del sótano de la cabaña.

Mientras algunos subían al Rescatador los heridos y fallecidos, otros se dirigían a la cabaña. Leo no había cambiado la contraseña. Al abrir el sótano, salieron los tripulantes del Kore Kore; Vicente, el hermano de Antonio Ruano y padre de la familia, Marga, su mujer, y Celia y Hugo, sus hijos. Como el niño había dibujado, algo les había tragado, el submarino, pero no les mataron. También había 2 personas más, Megan Montaner y Michael Scofield. Nada más sacarles de allí, salieron corriendo hacia la playa. No había tiempo que perder, en cualquier momento podrían aparecer.

Avance:
Ya en el Rescatador, veían desolados cuántos habían caído en la batalla. Esta vez no eran 1 ni 2. Eran más. Unos habían quedado en el camino ya, otros seguían luchando con todas sus fuerzas por sobrevivir. Y pensar que muchos de los malos habían caído también, no les consolaba ni los más mínimo.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~DÍA 142~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~




El Rescatador se dirigió al Nivel 1, tras la batalla. Tom, Kaabil, Alma, Manu y Martín, habían caído en la batalla. Los prisioneros que tenían en el sótano de la cabaña estaban liberados, y los 2 infiltrados que Leo tenía entre ellos, descubiertos. La lista de prisioneros en los calabozos del Rescatador aumentaba, y eso les ponía la situación algo más fácil. Cada vez eran menos contra los que luchar. Aunque era imposible no lamentarse por las pérdidas de los suyos. A Ricardo, Cho y Leo, ahora se unían Palomares y Borja Ruano, que a pesar de ser un niño, escapó del Rescatador dispuesto a hacerse el héroe en aquella batalla. Y una lista interminable, permanecía herida en colchones colocados en el suelo del salón del Rescatador, mientras Ernesto y Julia se desvivían por atenderles. Piti, Elena, Estela. Fernando, Vera, Leire, Pablo, Sonia. Antonio, Mario, Rosa, Sandra, Lucas, Jimena. Dani y Laura.

[Vera] – Nacho, papá, mamá, hermanos...acercaos. Sentaros aquí conmigo.

Nacho, Raúl, Sara, Pablo y Leire, corrieron a sentarse con ella. Durante el tiempo que Vera vivió con Raúl y Sara, aprendió a ver a Sara como su madre. Sara la llenaba de cariño y atenciones, desviviéndose por ella y por Pablo, así como también lo hacía con su hija Leire, a la que Vera había sentido como una hermana desde siempre. Juntos, habían formado una familia. Hasta que Sara, por motivos de trabajo, tuvo que irse poco antes de la apocalipsis.

[Sara] – No te preocupes, saldrás de esta. Tú lucha con todas tus fuerzas, ¿vale? No puedes dejarnos.

Dijo Sara, intentando contener las lágrimas.

[Vera] – Lo haré. ¿Cómo voy a irme ahora que estamos la familia al completo otra vez?

Contestó ella, con una leve sonrisa.

[Raúl] – Sara...tenemos que hablar. Verás, Nacho...

[Sara] – Nacho y Vera están juntos. Lo sé. Lo he sabido siempre. Desde antes de estar contigo, Raúl.

[Raúl] - ¿Y por qué nunca me has dicho nada?

Preguntó Raúl, algo molesto.

[Sara] – Porque no era algo que me tocase contar a mí. Yo no soy quién para decir nada. Si hubiera visto en algún momento que Nacho fuera un mal hombre, que la tratase mal o algo, entonces habría hablado con ella, y le habría exigido que te lo contase, o de lo contrario sería yo la que te pusiera al corriente, pero no. Nacho es buena persona, la quiere, la trata bien, la respeta, y eso es suficiente para que yo acepte esa relación, y respete el silencio de Vera.

[Vera] - ¿Y por qué nunca me has dicho nada a mí?

[Sara] - ¿Y acrecentar tu miedo? Si ya tenías miedo de la reacción de tu padre al contárselo, imagínate si yo te hubiera dicho que lo sabía. La presión de pensar si yo me atrevería a contárselo a Raúl o no, te haría pasarlo mal, y sabes que yo no quiero eso. Lo importante es que os queréis, y que a pesar de la diferencia de edad, os tenéis un amor sano, lo demás ahora ya no importa.

[Vera] – Gracias. Por no oponerte, por callar para no crearme más miedos, por protegerme siempre. Eso es lo que hace una madre, pararse a ver si la persona de la que me he enamorado me hace bien o me hace mal, y no centrarse solo en el qué dirán los demás si se enteran. Carola llegó a amenazarme, llegó a decirme que o dejaba a Nacho, o hacía que le metiesen preso por estar conmigo siendo menor de edad.

[Raúl] - ¿Qué? Debiste habérmelo contado, cariño. Yo jamás habría permitido que te separase de él, y mucho menos que metiesen preso a Nacho.

[Vera] – Pero tuve que callar. En aquel momento, ella era mi tutora legal, y tú no hubieras podido hacer nada. Al contrario, si la hubieras desafiado, te habría apartado de Pablo y de mí.

[Raúl] – Tienes razón. Pero ahora ya no existen leyes. Estarás con quien tú quieras estar. Ahora eres libre. Libre para escoger la familia que quieres tener, y la persona con la que quieres compartir tu vida. Y si esa persona es Nacho, no solo lo acepto, sino que me alegro. Porque has elegido bien, Vera. Nacho te hará muy feliz, estoy seguro. Pero ahora tienes que centrarte en recuperarte y salir de esta. No te esfuerces más hablando, cierra los ojos y descansa.

[Vera] - Esta es la familia que quiero. El hombre al que quiero. No pienso irme ahora que lo tengo todo.

Contestó Vera, mientras Raúl besaba en la frente a su hija.

Flashback:
El día anterior, al llegar al Nivel 1, Ainhoa bajó del Rescatador para reunirse con Valeria. Llegaba la hora de contarle lo que había estado retrasando.

[Ainhoa] – Valeria, cariño, tenemos que hablar. Ha pasado algo. Papá...

[Valeria] - ¿Se ha ido con mamá?

[Ainhoa] – Sí. Es eso. Papá se ha ido con mamá, pero me ha dicho algo antes de irse.

[Valeria] - ¿Qué te ha dicho?

Preguntó Valeria, entre lágrimas.

[Ainhoa] – Que no te olvides de enviarle globos a él también. Que no te olvides que él siempre estará ahí contigo, viéndote desde el cielo, protegiéndote como hasta ahora lo ha hecho mamá. Aunque ya no podamos verle, él siempre estará con nosotras. Mientras siga en nuestro corazón y en nuestros recuerdos, seguirá vivo.

[Valeria] - ¿Y tú? ¿Me cuidarás? ¿Estarás siempre conmigo? ¿Me prometes que tú no te irás? Ahora solo me quedas tú.

Ainhoa se quedó en silencio. No sabía qué responder. No podía prometerle que nunca se iría, eso no lo sabía. La situación era difícil, y probablemente una nueva batalla estaba a la vuelta de la esquina, una batalla en la que podría morir ella, una batalla de la que no podía rehuir. Tenía que luchar por un futuro para los suyos, y sobretodo para Valeria.

[Max] – Te cuidará...te cuidaremos. También me tienes a mí, y a Ratón.

Contestó Max, que llegaba con Ratón de la mano.

[Ratón] - ¡Valeria! ¿Sabes qué? Max es mi tío, mi papá era su hermano. Cuando mi abuelo ya no esté, no estaré solo, seguiré teniendo una familia. Y tú también. Tendrás a Ainhoa. Los dos tendremos a Max y Ainhoa para cuidarnos. No estés triste. Tú me dijiste una vez, que en vez de enfadarme, lo mejor era disfrutar de lo que teníamos el tiempo que durase. ¿Hacemos eso?

Valeria asintió, mientras Ainhoa le secaba las lágrimas.

[Ainhoa] – No estés triste. Papá no querría verte así, y menos aún verte así por él. ¿Te apetece ir a dar un paseo por la isla con Ratón?

[Valeria] – Me gustaría subir a lo alto del edificio para mandarle un globo a papá. Dentro le meteré una carta.

[Ainhoa] – Muy bien. Pues ve a escribir la carta, y luego subiremos juntas.

[Valeria] – Pero no tenemos globos.

Contestó Valeria, entristecida.

[Max] - ¿Cómo que no? Mira. Uno para papá y otro para mamá.

Dijo Max, quitando de su bolsillo del pantalón 2 globos. Valeria cogió los globos, guardándolos muy bien en su bolsillo y se fue sonriendo, ilusionada por escribir la carta para su padre.

[Ainhoa] – Pero...

[Max] – Recordé que Valeria le había mandado un globo a su madre en el hotel, así que imaginé que le haría ilusión hacerlo con su padre también. En uno de los búnker de esta isla, hay globos. Cuando se lo mande, volveré a abrir ese búnker para traerles algunos de los juguetes que hay allí. Al menos, eso la mantendrá un poco distraída.

[Ainhoa] – Gracias, Max. ¿Qué haría yo sin ti?

Contestó Ainhoa, apoyando su cabeza sobre el pecho de Max, y dejandose acariciar por él.

Los cuerpos de Ricardo, Cho, Leo, Palomares y Borja, fueron incinerados esa misma mañana. Y las personas más cercanas a cada uno, esparcieron las cenizas por el mar. Era la hora de despedirse de aquellos con los que habían compartido tantos momentos que era imposible no aferrarse al dolor de la pérdida, algunos durante la travesía, otros durante toda la vida. Dar un adiós definitivo a alguien que quieres, siempre es difícil, pero la vida sigue, por mucho que nos duela el corazón. Y si el corazón todavía roto de Ainhoa, ha podido volver a amar, el corazón destrozado y con un vacío inmenso, también podrá compensar ese vacío con los que quedan.

Avance:
No hubo ceremonia alguna. Todos permanecieron en silencio durante la quema de los cuerpos y el esparcimiento de las cenizas. Palomares no estaba para darle cristiana sepultura, la isla era demasiado pequeña para recoger sus cuerpos en su tierra. Ese día, las palabras iban dentro de cada uno, en sus pensamientos. Entre los que había un deseo común, que esto no se repitiese, que nadie más de los suyos fuese esparcido por el mar. Pero había muchos heridos todavía, y en cualquier momento, y muy probablemente, habría que quemar algún cuerpo más entre el silencio.

Horas después, Roberto se acercaba a Phillipe.

[Roberto] - ¿Cómo te sientes? Imagino que no habrá sido fácil disparar a tu hermano.

[Phillipe] – Lo hice por Julia. Ella estaba con vosotros, y temía por su vida. No he disparado a matar, aunque podría morir. He apuntado al estómago, y si la bala le ha tocado algún órgano, podría no sobrevivir. Me siento mal, porque a pesar de todo es mi hermano, pero tenía que hacerlo.

[Roberto] – Sin duda, ahora puedo confiar en ti. Toma, libera a tu hija Sandra.

[Phillipe] – Gracias. Max, ¿vienes conmigo?

Max asintió, y los 2 subieron al Rescatador. Ya en el calabozo...

[Phillipe] – Ven Sandra. Puedes salir.

[Sandra] – Veré cómo se encuentra tu padre, y volveré para traerte noticias. Te lo prometo.

Le dijo Sandra a Ulises, dándole un beso en la mejilla.

[Ulises] – Gracias, Sandra.

Unos minutos más tarde, Phillipe, Sandra y Max, volvían al calabozo.

[Sandra] – He hablado con Julián, tu padre. Está fuera de peligro. No te preocupes, ¿vale? Cualquier cambio, vendré a avisarte. Estate tranquilo.

Informó Sandra a Ulises, que suspiró aliviado al escucharla.

[Max] - ¿De verdad estás preocupado?

[Ulises] – Sí. Sé que he hecho muchas cosas mal, pero tengo corazón. Es mi padre, y no quiero que le pase nada.

[Max] – Ven conmigo.

Max le llevó hasta la habitación donde Julián seguía en reposo absoluto, seguidos también por Phillipe y Sandra. Ulises se giró hacia Max, que estaba justo detrás de él.

[Ulises] – Gracias, Max. Te debo una.

Mientras Max, Phillipe y Sandra, le esperaban en la puerta, Ulises se acercó a la cama y se arrodilló frente a su padre, cubierto de lágrimas.

[Ulises] – Perdóname papá. Lo he hecho todo mal. Pero te juro que te quiero, y que te necesito. Entiendo que no quieras ni verme, pero te prometo que cambiaré. Seré una buena persona, y me ganaré tu admiración y tu cariño.

[Julián] – Lo creeré cuando lo vea. Espero que estés siendo sincero, si es así, cuando me lo demuestres, te recibiré con los brazos abiertos.

[Ulises] - ¿Cómo estás?

[Julián] – Mejor. Tengo que guardar reposo un tiempo más, pero pronto podré levantarme y hacer lo de siempre.

[Ulises] – Bien. Me voy más tranquilo.

Ulises besó en la frente a su padre, y se fue de allí, de vuelta al calabozo.

[Sandra] – Ven aquí. Deja de llorar. Él está bien.

Dijo Sandra intentando tranquilizar a Ulises, y abrazándole.

[Ulises] – Sé que está bien, ahora lo sé. Pero ha sido mucho tiempo sin saber. Lo he pasado fatal, pensando en lo peor y sin poder saber nada de él, y mucho menos hablar con él y verle. Yo me lo merezco, porque no me he portado como debiera, pero mi padre no merece estar en esa cama, no merecía recibir una bala. Él no.

[Sandra] – No. Tú tampoco te lo mereces. Todos nos equivocamos alguna vez. Tú te has equivocado, pero has abierto los ojos y ahora cogerás el camino correcto, eso es lo único que importa.

Dijo Sandra, acariciándole la cara a Ulises.

[Sandra] – Eres un buen chico, si no lo fueses no estarías arrepentido.

[Ulises] - ¿Y tú tienes 16 años? Vaya sermón me acabas de soltar, niña.

Dijo Ulises, sonriendo.

[Sandra] – Con 16 años también se sabe de la vida, también se sabe dar consejos, también se sabe ver lo que hay en el interior de las personas, también se quiere.

Contestó Sandra, secándole las últimas lagrimas a Ulises.

[Ulises] – Pero sabes que no puede ser, ¿verdad? ¿Has entendido por fin que no podemos tener nada? Por muy madura que seas, los 16 años están ahí.

[Sandra] – Si no podemos intentarlo aún, es porque todavía no has olvidado a Ainhoa. Pero yo te ayudaré a olvidarla, yo te haré feliz Ulises.

[Ulises] – No empieces, Sandra, no empieces...que ibas muy bien.

[Phillipe] – Cuando a mi hija se le mete algo en la cabeza, es imposible hacerla cambiar de opinión. Si le gustas no parará hasta conseguirte. Así que prepárate para el final de todo esto, que solo puede ser que te enamores o que la odies.

Phillipe sonrió a Ulises, y luego miró a su hija, guiñándole un ojo.

[Ulises] - ¿Pero tú estarías de acuerdo? Como su padre que eres, deberías frenarla o algo, ¿no?

[Phillipe] - ¿Frenarla? ¿Acaso se puede frenar el amor?

[Max] – No, sin duda no se puede.

Ulises entró al calabozo, pensando en todo lo que acababa de ocurrir.


En el edificio del Nivel 1, Ainhoa y Valeria subían a la planta más alta para dejar volar 2 globos.

[Valeria] – Para mamá, y para papá. Para que no me olvidéis nunca. No olvidéis nunca mi risa, mi voz, mi cara, y cuánto os quiero.

Gritó Valeria, soltando los globos, mientras Ainhoa se emocionaba al escuchar a su hermana.

[Ainhoa] – Es precioso lo que has dicho, Valeria.

[Max] – Sí que lo es. Y vosotras también sois preciosas.

Dijo Max, que acababa de llegar, abrazándolas. Valeria bajó la cremallera de su chaqueta, y quitó la gorra de capitán de su padre, con una sonrisa pícara.

[Ainhoa] - ¿De donde la has quitado?

[Valeria] – Ratón y yo, con la ayuda de Vilma y Piti, hemos subido al Estrella para cogerla.

Mientras Max y Ainhoa creían que la había cogido para quedársela a modo de recuerdo, Valeria le colocó a Max la gorra y le abrazó.

[Max] – Te nombro capitán del Estrella Polar, y te ordeno que no defraudes a mi padre.

Tú sí que no me defraudas nunca, mi pequeña. No quiero dejar de verte como a mi niña, pero siempre me sorprendes con tu madurez, que me aplasta y me devuelve a la realidad; mi niña se está convirtiendo en toda una mujercita. Y Max, Max lo hará bien, será el mejor capitán que el Estrella Polar pueda tener, y hará feliz a mi hija, estoy convencido. Y por ello, le deberé gratitud eterna.

Así me gusta, que tardes pero que traigas tanto... Dios mio que gusto!! :D

Geniales los cambios de la portada, se que te ha dado quebraderos de cabeza pero merece la pena, tienes que tener un lio con los personajes... pobre. y me encanta eso de abrir un post solo para poner la cabecera, por que la verdad es que costaba bajar... gran idea de Álvaro :).

También me encantan los nuevos encabezados... hay que ver, tu cabeza no para de pensar y cambiar eh? jeje.

Siendo un poco bruta: ¿CÓMO ESCRIBES TAN JODIDAMENTE BIEN? uff de verdad, tengo los pelos de punta con la manera que tienes de describir, flipando y muriendo estoy con lo de Nacho y Vera ♥, es que describes de una manera BESTIAL, eres una auténtica genia, soy tu fan... no puedes serlo más :).

Me encanta la salida de Julia a Ulises sobre su padre... hay que ver como nos gusta ver sufrir a Ulises jajaja.

Tengo ganas de ver como sacan a Sara de allí!! que interesante...

Nacho y Vera... dgflfdhddñfdjfñf ♥ HE MUERTO, no has podido escribir mejor sobre ellos... la salida de Vera sobre lo de esperar para contárselo a Raúl ha hecho que me ría... jajaja y cuándo deciden contarlo y se dan cuenta que Raúl ya lo sabía... la reacción de Nacho, GENIAL!! me encanta todo lo q les ha dicho... podrán vivir su amor libremente... PERFECTO todo (L).

El texto de la diferencia d edad y el amor es PRECIOSO.

Que bonita escena de Max y Ainhoa... me da mucha penita ella, pero me encanta como la tranquiliza Max haciéndole ver que su padre si sigue estando ahí...

Jimena y Mario tb me encantan ♥ ahora Mario es el valiente, como son las cosas... jeje.

Ricky es un traidor :O :O :O me encanta el plan que piensa Phillipe para engañar a su hermano y sacar a Sara... que buen ingenio para engañar a Leo.

Phillipe dispara a Leo :O :O BIEN!!!! me encanta... y cada vez te vas cargando a más gente, es necesario... si no, te vuelves loca con tanto personaje jajaja pero encima lo haces de forma lógica, en este caso cn el rescato de Sara y la masacre... da penita pero es lo que hay.

Has metido a Megan!! *-* te adoro!!

Ha muerto Palomares!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Dios de verdad, te amo!! jajajaja. pero me da penita Borja... :( pobre niño.

Que bonita la familia de Luna ^^ me encanta como lo has llevado todo, que Sara ahora sea la madre, que te hayas deprendido del personaje de Carola, las palabras tan bonitas que dicen sobre Nacho y Vera... ME ENCANTAN todos ♥ me gusta más que la serie en si jaja.

Preciosa y triste la escena de Ainhoa, Valeria, Max y Ratón... me encantan las palabras de Max por calmar a Valeria y q ellos tb sean una pequeña familia, muy emotivo lo de los globos, Max está en todo.. y Ainhoa así se lo reconoce jeje.

Bonita escena de despedida de los muertos... algo sencillo pero intenso.

Vaya... yo diciendo que que mala con Ulises y al final si que ve a Julián jaja pero me ha gustado mucho la escena, lo estás volviendo más humano y se nota que su pena es verdadera... me encanta ver a Philippe con su hija (aunque ella no me caiga bien ¬¬) y los consejos de ésta a Ulises, muy buena la frase de los 16 años y la madurez... jaja y que siga tirandole los trastos y su padre diga que no va a poder hacer nada por pararla... jaja y lo de: "acaso se puede frenar al amor"? muy buena ;).

La última escena... muy emotiva también, y una vez más, Valeria demostrando su madurez... me encanta lo q dice al tirar los globos y que cogiese la gorra de su padre (gracias a Piti y Vilma *-*) y se la ponga a Max... el nuevo capitán ;) y bonitas palabras finales de Ricardo..

Sé que mi comentario no está a la altura de tu gran fic pero lo he hecho lo mejor q he podido, estoy atontolinada y encima lo he escrito mientras leía, así que puede haber quedado repetitivo. y no me cansaré de decirte que ADORO tu forma de escribir, me dejas muerta, y sobre todo de tu forma de hilarlo todo de manera tan PERFECTA, eres una CRACK, con todas las letras =). este fic cada vez me gusta más, si es que eso es posible...

¡Pedazo de capítulo! En serio, me ha encantado, está GENIAL. Se me ha pasado volando y era bastante largo . Vaya, ha habido bastantes muertes y bastante acción, pero sólo puedo decir una palabra más: IMPRESIONANTE. Ahí resumo el capítulo.

¡Hasta el siguiente!

Estoy bastante impresionada con este pedazo capitulo , no tengo ni palabras (no enserio, no se me ocurre nada porque es bastante impresionante )

Grandes capítulos Bea,si señora

Lo primero de todo..Nacho y Vera por fin juntos.Han salvado a Sara y a otros prisioneros.Ricky y Víctor pillados;) ¡¡Phillippe hurra Phillippe!! Sara,Raúl,Leire,Pablo y Vera una gran familia:) Sandra hasta las trancas de Ulises..Me gustaría una relación entre ellos por favor:) ¡¡Estrella y Michelle en el fic,guay!!Y me he pasado por el post y está genial..Espero los próximos capítulos PD:La narración de Calendaria,genial:P PD2:Ahora si que el amor mueve el mundo gracias a Sandra-Ulises,Max-Ainhoa,Vera-Pablo y más!:)