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~EL BARCO_LA ENERGÍA QUE MUEVE EL MUNDO~ ¿Quién ha dicho final? Mientras el amor siga haciendo girar el mundo, la historia continuará...

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Bea84
Bea84
27/02/2013 13:05


elbarco_laenergiaquemueveelmundoquienhadichofinalmientraselamorsigahaciendogirarelmundolahistoriacontinuara

Gracias
Por la promo, por la imagen del título, y todas tus aportaciones. Gracias por ayudarme a que la portada se vea mucho más bonita. guiño




LA
Estará a partir de ahora en un nuevo post, para no sobrecargar este. La actualizaré en cada capítulo subido, y podéis pasearos por allí para ver las actualizaciones y así no perderos entre tanto personaje. A continuación, el enlace:



~EL BARCO_LA ENERGÍA QUE MUEVE EL MUNDO~ [La portada] Si no quieres perderte, pasea por aquí con cada capítulo.
#41
leo10
leo10
01/03/2013 09:19
Que currada lo de las fotos, queda muy bien! Pero Philippe y Leo són hermanos? Comparten apellido...

Estoy deseando que acabes de subir los capitulos viejos y sigas con el fic. Estoy impaciente, nos estás teniendo mucho tiempo en espera. Pero viendo cómo está quedando el nuevo post merece la pena.
#42
Bea84
Bea84
01/03/2013 12:35

PRESENTACIÓN DE LOS NUEVOS PERSONAJES QUE SE INCORPORAN A LA HISTORIA:



PERSONAJES QUE YA HAN SALIDO EN LA SERIE:



Alba Ribas. Sol, la verdadera, la que cedió su beca a su hermana gemela, Elena.
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Su intención era salvarle la vida. Sol, además de ser una elegida, forma parte del PA. Pidió a Roberto permitir que Elena se hiciese pasar por ella para salvarla, y Roberto aceptó, ideando que ella fingiese aliarse con Alexander, para que salvase su vida también. Ahora Sol está en la casa de la isla, y sigue haciendo creer a todos que está de parte del PH. Pronto la verán todos. Entonces, Elena podrá ser ella misma ante todos.


Ana Cuesta. Pilar era la novia de Ramiro en tierra. Tras despedirse de ella en el puerto, embarcó en el Estrella, pese a las insistencias de ella para que no lo hiciese. Una vez en el barco, recibió un mensaje de Pilar diciéndole que le dejaba. Como no conseguía contactar con ella a través del móvil, se montó en una barca, con Estela, y fue en dirección contraria al Estrella Polar en busca de cobertura. Al final consiguió hablar ella, quedándose más tranquilo al escuchar de su novia, que todavía le seguía queriendo y que le iba a esperar. Tras el cataclismo, Ramiro se negó a creer que la superficie terrestre hubiese desaparecido, y siguió aferrándose a la posibilidad de que su novia estuviese viva. Por ella, se ha mantenido cerrado al amor.
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Pero Pilar no era lo que aparentaba a ojos de Ramiro. Ella forma parte del PH, y su intención insistiéndole a él en que no subiese al Estrella, era que el cataclismo acabase con su vida. Pilar está en la casa de la isla, y muy pronto su "novio" descubrirá todo. La verá en la isla y conocerá su implicación en el Proyecto y sus intenciones de acabar con su vida. Esto hará que Ramiro se replantee todo, y que vuelva a abrir sus puertas al amor.


Deborah Guerrero. Natalia, la que fue novia de Max. Por la que Max dejó todo para que ella aprovechase la beca en Ginebra.
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Ella le pagó con traición. Durante 4 años fue la amante de Phillipe, mientras seguía manteniendo un noviazgo con Max. Max lo descubrió, y a pesar de su dolor, intentó que continuase del lado de Roberto, pero finalmente ella se alió al PH.

Nerea Camacho. Sandra, se obsesiona con Ulises cuando se encuentran en el hotel.
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Hija de Phillipe. Tiene 16 años.


NUEVA INCORPORACIÓN:



María Valverde. Carla, la novia de Ulises en tierra. Ella no le había contado nada, porque no estaba autorizada, pero Ulises estando en tierra, vio los papeles del PA en su casa. De ahí ese interés repentino de Ulises por saber más, por ir a casa de Dulce, por subir al Estrella...sabía que era el fin del mundo, y que su única oportunidad era subirse a ese barco.
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Y ahora, una vez hechas las presentaciones, os dejo con otro capítulo.
#43
Bea84
Bea84
01/03/2013 12:52
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[Ainhoa] - Recuperarás a tu hija. Te ayudaremos. Pero... ¿me vais a explicar por qué habéis fingido no conoceros? ¿Por los que estábamos en el Estrella, o por las cámaras con las que nos vigilan desde el submarino?

[Max] - Los del PH no saben que nos conocemos de antes.

[Gamboa] - Alexander me pidió que me hiciera pasar por hombre de confianza de Roberto, para sacarle información. Por eso me borré el tatuaje, porque si él me lo hubiera visto, me vería obligado a contarle la poca información de la que yo disponía y ellos no. Le mentí, le hice creer que no me había ganado la confianza de Roberto. Cuando Max apareció, yo no estaba seguro de si sabía de la existencia de las cámaras, y para dárselo a entender sin decirlo directamente, fingí no conocerlo, incluso en nuestras conversaciones a solas. Lo que yo no entiendo, es por qué eres mi superior. ¿Tantos puestos has subido en el PH? Roberto estaría orgulloso de ti.

[Max] - En esos años en Ginebra con mi novia, fui simplemente uno más en el Proyecto. Pero cuando descubrí que Natalia había sido amante de Phillipe durante 4 años, aproveché la situación para ganarme a Alexander. Fingí querer vengarme, fingí volverme despiadado y sin escrúpulos, dispuesto a hacer cualquier cosa para desquitarme por esa traición. Alexander se apoyó en mí, en secreto, prometiéndome ayudarme después del fin del mundo. Él me permitiría matar a Phillipe una vez en la isla, a cambio de que yo traicionara a Roberto y obedeciera a sus órdenes. Yo también le hice creer que estaba de su lado, Gamboa. Estando ya en el submarino, Alexander me demostró el valor de su promesa, convirtiéndome en su mano derecha. Phillipe quedó relevado de su puesto, y me puso a mí en su lugar.

[Ainhoa] - ¿Y Natalia? ¿Ella está en el submarino?

[Max] - Está en la isla, en la casa. Donde también está la verdadera Sol, Pilar la que era novia de Ramiro en tierra, y Carla la novia de Ulises en tierra.

[Ainhoa] - ¿La verdadera Sol? ¿Las novias de Ramiro y Ulises en tierra?

[Gamboa] - La Sol que tú conoces, no es Sol, sino Elena, su hermana gemela. Por eso intenté matarla cuando lo descubrí, porque entre mis obligaciones estaba mantener vivos solo a los elegidos. Sol le cedió su beca a Elena, y ella se hizo pasar por Sol, engañándonos a todos. Si la verdadera Sol está en la isla, eso significa que además de una elegida, es también parte del PH.

[Max] - Y Carla, la novia de Ulises era parte del PA también, pero nos traicionó, igual que Natalia y Pilar. Solo quedamos 4 en el bando de Roberto. Sus dos hombres de confianza, Gamboa y yo. Y sus dos mujeres de confianza, su novia Marimar y tú.

[Ainhoa] - ¿Y Marimar? ¿Sabes dónde está?

[Max] - En el barco francés.

[Ainhoa] - ¿Y Roberto me incluyó en su plan B?

[Max] - Sí. Me encargó hacerte partícipe de todo, al llegar a la isla. Sabía que tú no le fallarías.

[Ainhoa] - No lo haré. Esa gente pagará muy caro haber obligado a Roberto a que lo ahogárais para salvar su vida.

[Gamboa] - Yo no estoy tan seguro de que su burbuja sea real. Me ha dado muchas pistas que me llevan a pensar eso, y conociendo a Roberto y su mente, tan perfecta como brillante, esas pistas me las ha dado a propósito, para que yo me dé cuenta.

[Ainhoa] - ¿Estás diciendo que Roberto está bien? ¿Que solo finge su burbuja para mantenerse vivo?

[Gamboa] - Nos ordenó tenerle 4 minutos exactos bajo el agua. No puedo asegurarlo, pero creo que no son suficientes para afectar al cerebro, y menos aún siendo un excelente buceador. Aguanta mucho tiempo la respiración. Así que sí, eso es lo que creo. Pero de ser así, hasta que baje del Estrella, no podrá reconocerlo. Seguramente intuye que hay cámaras. Y la isla no la puede pisar, no hasta que el peligro haya acabado. Si pisa tierra, está muerto.

[Max] - Espero que estés en lo cierto. Roberto nos dio muchos datos, pero no los suficientes, él tiene la clave para sobrevivir a todo esto. Sin él, estamos perdidos.

[Ainhoa] - Pero si no puede pisar la isla, deberá quedarse en el Estrella. Y en el Estrella las cámaras le impiden hablar. Entonces... ¿cómo nos va a dar la clave para sobrevivir?

[Gamboa] - La única opción es matar a todos los miembros del PH.

[Max] - O hacerles prisioneros.

[Ainhoa] - Haremos prisioneros a los miembros del PH que están en la casa y liberaremos a los buenos, como planeaba Max desde el principio. ¿Hay forma de comunicarse con el submarino?

[Gamboa] - Sí.

[Ainhoa] - Gamboa, tú te comunicarás con ellos haciéndoles creer que sigues de su lado, les engañaremos de alguna forma, para que vayan a buscar otro de los barcos, y cuando creamos que están lo suficientemente lejos, Burbuja podrá pisar tierra y ser Roberto, aunque solo sea por un momento, para contarnos lo necesario para ayudarnos.

[Max] - ¿Y si no finge su Burbuja? ¿Y si Burbuja nunca vuelve a ser Roberto? ¿Qué haremos?

[Ainhoa] - Cargarnos a todo el que no esté de nuestra parte. Ahora que lo tengo todo para ser feliz, no pienso permitir que me lo quiten. En la supervivencia y en el amor, vale todo.

[Max] - Esa es mi chica. Valiente y guerrera. Me encanta cuando te enfadas.

Contestó Max sonriendo, y rodeándola con sus brazos para besarla, mientras Gamboa les dejaba a solas.


En el barco, continuaban su viaje rumbo al hotel. Parecía que el tiempo era favorable, y nada podría impedir que la llegada fuese en 3 días. Ricardo y Julia, aprovechaban cada momento para estar juntos, y Burbuja y Valeria se entretenían jugando por el barco. Entrada la noche, tras dar las buenas noches a Valeria, en el cuarto de Burbuja, Ricardo y Julia se fueron a su camarote a descansar. Solo quedaba una noche más, una más, y llegarían al hotel.

En la isla, todos se daban las buenas noches, y poco a poco se iban metiendo en las tiendas para irse a dormir.

[Piti] - Ven, hoy dormiremos al otro lado de las rocas, como ya te había dicho.

Vilma le dio la mano a Piti, y caminaron hasta la tienda.

[Ainhoa] - Solo quedamos tú y yo. ¿Dónde dormiremos? ¿En el campamento o en la laguna?

[Max] - Al otro lado de las rocas. Ayúdame a desmontar la tienda y colocarla allí.

[Ainhoa] - Pero allí están Piti y Vilma...recién casados. Querrán intimidad.

[Max] - Y la tendrán. Colocaremos la tienda a varios metros de la suya. En la isla hay gente del PH, no pienso dejarlos solos. Ya he hablado con Gamboa. Y él se encargará de proteger el campamento esta noche. Por la mañana temprano, Gamboa y yo iremos a la casa.

[Ainhoa] - ¿Gamboa y tú? ¡Ni en tus sueños! Yo iré contigo, y Gamboa se quedará vigilando que todo esté bien aquí.

[Max] - Pero...

[Ainhoa] - No hay pero que valga. Estás loco si creías que ibas a ir sin mí. Tú serías incapaz de disparar a una mujer... ¿o me equivoco?

Max no contestó, pero su cara lo decía todo. No sería capaz.

[Ainhoa] - Sol es de las nuestras, eso seguro. Si hubiera cambiado de bando, ya habría venido a buscar a Elena. Quedan Natalia, Carla y Pilar. ¿Hay alguien más allí?

[Max] - No. Solo los prisioneros, y ellas vigilando.

[Ainhoa] - Pues avisaremos a Gamboa, es mejor atacar por la noche. Él se encargará de vigilar el campamento y a Piti y a Vilma.

[Max] - ¿Vamos a ir ahora? ¿Tanta curiosidad tienes curiosidad por conocer a Natalia? ¿O la curiosidad es por Carla?

Preguntó Max sonriendo.
#44
Bea84
Bea84
01/03/2013 12:54
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[Ainhoa] - Tengo curiosidad por ver la cara de Natalia cuando vea que te ha perdido definitivamente, que ahora sí tiene a una mujer a su lado que lo valora. Y Carla...por mí que se coma a Ulises con patatas. De esa ya se encargará la nueva novia de Ulises, si quiere.

[Max] - Sandra, se llama Sandra.

[Ainhoa] - ¿La conoces?

[Max] - Reconocí su voz cuando te habló por el walkie. Es hija de Phillipe. Sobra decir de qué lado está, ¿verdad? Tiene 16 años, no creo que sea rival para nadie de momento, ni que Ulises esté con ella...a menos que se haya vuelto un asaltacunas. Vamos, avisaremos a Gamboa. Tienes razón, por la noche les pillaremos más desprevenidos.


Y ya en la tienda, Max se asomó para llamarle, y Gamboa salió.

[Gamboa] - ¿Qué pasa?

[Max] - Nos vamos a la casa. Quédate aquí vigilando.

[Gamboa] - ¿Pero a dónde vais los dos? ¿Estáis locos?

[Max] - La que está loca es ella. Explícaselo tú, a ver si a ti te hace caso.

Contestó Max, señalando a Ainhoa.

[Gamboa] - Sería perder el tiempo. Pero esperad.

Gamboa se asomó a la tienda.

[Gamboa] - Elena, ven. Ya le he contado que su hermana está en la casa. Ella también tiene que ir. Una vez que Sol la vea, no dudará si es el momento para dejar de fingir que está del lado de ellos. Iremos los 4.

[Max] - ¿Y quién protegerá el campamento?

[Piti] - Nosotros.

Contestó Piti, que caminaba hacia ellos, con Vilma a su lado.

[Ainhoa] - ¿Qué hacéis aquí? Eh...nosotros... ¿qué habéis escuchado?

[Vilma]- Que hay una casa, que Sol está allí, que ella es Elena, y que hay que proteger el campamento.

[Max] - A ver...nosotros...

[Piti] - No hay tiempo para explicar nada. Si vais en plena noche, les cogeréis por sorpresa. Ya habrá tiempo para explicaciones.

[Elena] - ¿Y vuestra noche de bodas?

[Vilma] - Ahora lo único que importa es que tengamos más de una noche. ¿De qué me serviría una noche de bodas hoy, si mañana nos atacaran por sorpresa y nos mataran a todos? Prefiero no tenerla hoy, arreglar esto, y tener luego una vida junto a Piti, y muchas noches para compartir con él. Iros ya.

Ainhoa abrazó a Vilma, y le dijo al oído.

[Ainhoa] - Gracias. Tu esfuerzo valdrá la pena, lo prometo.

[Vilma] - Y el tuyo también. Cuídate.

[Piti] - Llevaos unas bengalas. Si algo sale mal, usadlas, y acudiremos a ayudar.

[Max] - ¿Ves aquel árbol de allí? ¿El que tiene una piedra grande al lado?

Preguntó Max, apoyando su brazo en el hombro de Piti, y señalando hacia allí con la otra mano.

[Piti] - ¿La casa está allí?

[Max] - A unos minutos, caminando todo recto. Una bengala, estáis en peligro, despierta a todos para estar alerta. Dos bengalas, venid solos, Vilma y tú. Tres bengalas, estamos en peligro, trae a todos a la casa.

Piti asintió, y Max, Ainhoa, Gamboa y Elena, tras coger las armas y las bengalas, se fueron de allí.Ya delante de la casa, se pararon tras unos árboles, para planear la entrada.

[Max] - Tenemos 3 pistolas, 2 de balas y una de fogueo.

Ainhoa cogió las dos pistolas de balas, se quedó con una, y la otra se la dio a Elena.

[Ainhoa] - Vosotros dos esperaréis en la puerta de la entrada. Elena y yo, entraremos en silencio y buscaremos a Sol. Ella estará armada, igual también podrá decirnos dónde hay más armas, y volveremos a la entrada, para entrar todos a por las 3.

[Max] - Y entonces seremos 5; Gamboa, Elena, Sol, tú y yo. Contra 3; Carla, Natalia y Pilar.

[Ainhoa] - ¿Por qué habrán dejado solamente a 4 chicas vigilando los rehenes? Si sabían que llegaríamos... ¿por qué no dejaron a más gente para hacernos prisioneros también?

[Max] - Porque saben que no nos moveremos de aquí. De momento su prioridad es otra. La gente del hotel y el barco francés.

[Ainhoa] - ¿Y el Estrella? ¿El Estrella está a salvo de momento?

[Max] - Si no fuera así, jamás hubiera permitido que salieran hacia el hotel. Conozco a Alexander, antes de ir a por Roberto, irá a por los demás.

[Ainhoa] - ¿Estás preparada, Elena?

[Elena] - Siempre estoy preparada para ayudar a mi hermana.

Y mientras ellos esperaban en la puerta, con sus espaldas tocando la pared, para que nadie pudiera verles desde dentro, si alguien se asomaba a la ventana, Max con la pistola de fogueo, Gamboa con un cuchillo...Ainhoa y Elena recorrían la casa sin hacer el mínimo ruido, buscando a Sol. Y tras abrir, muy despacio, varias puertas, ahí estaba, Sol dormida en una cama. Elena se acercó, mientras Ainhoa se quedó parada en la puerta de la habitación, por si alguien se acercaba por el pasillo. Elena postró sus rodillas frente a la cama, y apartando el pelo de la cara de su hermana, susurró...

[Elena] - Sol.

...con la voz entrecortada por la emoción. Su hermana, la que había creído muerta durante más de 4 meses, estaba viva. Ya no tenía que sentirse culpable por su muerte, ya sabía la verdad, y ahora era ella la que debía salvar a su hermana.

[Elena]- Sol...soy yo, Elena.

Sol abrió los ojos, sobresaltada.

[Sol] - ¿Eres tú? ¡Eres tú!

Dijo Sol, completamente emocionada, mientras se sentaba en la cama y la abrazaba.

[Elena] - No hay tiempo. Debemos actuar cuanto antes. ¿Tienes un arma?

[Sol] - Sí. Aquí está.

Contestó Sol, quitando una pistola que escondía bajo su almohada.

[Elena] - ¿Tienes más?

[Sol] - No. Tenemos una cada una, las demás están guardadas bajo llave, y la llave la tiene Carla.

[Elena]- No te separes de ella. Vamos, en la entrada están Max y Gamboa, nuestros novios.

[Sol] - ¡Vaya! Mi hermana tiene novio. ¿Y cuál es el tuyo?

Dijo Sol, riendo.

[Elena] - Eso ahora no importa. ¡Vamos!
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Bea84
Bea84
01/03/2013 13:04
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Y ya en la puerta de la entrada.

[Max] - ¿Habéis conseguido más armas?

[Ainhoa] - No. Pero sabemos que solo tienen un arma cada una.

[Gamboa] - Tenéis una pistola cada uno. Será suficiente. Yo puedo arreglarme con el cuchillo.

[Elena] - Y sin él también. ¡Si lo sabré yo!

Contestó Elena, sonriendo, y besando a Gamboa en la mejilla.

[Ainhoa] - ¿Cuáles son las puertas de sus habitaciones?

[Sol] - Son las siguientes a la mía. Están la de Pilar, Carla y Natalia, en ese orden.

[Ainhoa] - Sacad las cuerdas para atarlas.

Ainhoa cogió las cuerdas, se quedó con una y le dio una a Sol y otra a Elena. Y mientras todos la miraban perplejos, les hizo cambiar las armas entre ellos, quedando Max, Gamboa y ella, cada uno con una pistola. Elena con un cuchillo y Sol con la pistola de fogueo.

[Ainhoa] - Gamboa y Elena a la de Pilar, Max y Sol a la de Carla. Dejad que ellos, que llevan la pistola, vayan delante.

[Max] - Si ya...y tú sola a la de Natalia. No pienso dejarte sola, Nhoa.

[Ainhoa] - La que no piensa soy yo...no pienso quedarme de brazos cruzados con alguien que te ha traicionado. Sé defenderme sola. Vamos.

Ainhoa entró por la puerta de aquella habitación, sola. Se acercó lentamente a la cama, apuntó a Natalia con el arma, le dio una patada al colchón, y gritó.

[Ainhoa] - ¡Levántate, zorra!

Natalia despertó bruscamente, y dio un salto en la cama, mientras cogía el arma que tenía bajo su almohada. Y apuntando también a Ainhoa, contestó.

[Natalia] - ¿Quién te crees que eres para hablarme así?

[Ainhoa] - Te llamo por tu nombre: zorra. Así se llama a las tías que van por ahí follándose a otro, mientras siguen con su novio. Y soy la mujer de Max...y la que te va a poner en tu lugar. Mi marido es un caballero, jamás pegaría a una mujer, pero para tu mala suerte, yo no voy a tener reparos en hacerlo, al contrario, creo que hasta me va a gustar.

Max apareció, colocándose delante de Ainhoa para protegerla del arma con la que Natalia la apuntaba, y apuntó con su pistola a Natalia.

[Natalia] - ¿Crees que no te conozco? No vas a disparar.

Y sonó un disparo.

[Ainhoa] - Pero yo sí.

Ainhoa había disparado a Natalia en una pierna. Ella también sabía que Max no lo haría, y no estaba dispuesta a arriesgarse a que Natalia disparase a Max.

[Sol] - Cuando entramos en la habitación, Carla ya no estaba. Se ha llevado todas las llaves. No podemos coger armas, ni liberar a los prisioneros.

[Elena] - Pilar está atada.

[Max] - El campamento. Tiraré una bengala, para que Piti sepa que están en peligro, y que despierte a todos para que estén alerta.

[Gamboa] - Tres. Así vendrán todos a la casa. Aquí, con ellas dos atadas y Carla por ahí huyendo, de momento no hay peligro, en cambio en el campamento sí. Elena, Sol y Ainhoa, se quedarán vigilando a Natalia y Pilar, y nosotros iremos a darle caza a Carla.

[Ainhoa] - Dirás ellas dos. Yo me voy con vosotros.

Miró a Max, luego a Gamboa, y continuó.

[Ainhoa] - ¿Algo que decir?

Y ambos se miraron, moviendo la cabeza de un lado a otro, negando. ¿Para qué? Si al final iría con ellos igualmente.

[Sol] - Tened cuidado. Carla es muy peligrosa, y no tiene escrúpulos. Si os la cruzáis y dudáis un solo segundo en disparar, ella ya habrá disparado...a matar.

Los tres salieron de la casa, y tras avisar a Piti con 3 bengalas, se adentraron en el bosque en busca de Carla.

En el campamento...

[Vilma] - 1...2...3. 3 bengalas, Piti.

[Piti] - Ayúdame a despertar a todos. Debemos ir a la casa. Nada de explicaciones a nadie. Tenemos que ir armados con cualquier cosa, un cuchillo, un palo...lo que sea. Y nos vamos. El que pregunte, que se quede con las ganas. ¡Vamos!

[Julián] - ¿Qué pasa? ¿Estás loco, Piti? ¿Esta es tu idea de una buena noche de bodas? ¿Venir a despertarme?

[Piti] - Estamos en peligro, coged lo primero que encontréis para defenderos y vámonos de aquí.

Unos minutos más tarde, Sol y Elena estaban en el salón, con Natalia y Pilar, atadas a unas sillas. Y la puerta se abrió. Ramiro no podía creer lo que estaba viendo. Su novia estaba viva...y atada.

[Ramiro] - Pero... ¿por qué la tenéis atada? Es mi novia.

Gritó Ramiro, mientras se arrodillaba frente a ella, para intentar desatarla. Y cuando echó las manos a las cuerdas, Sol se arrodilló a su lado, colocó su mano sobre las de Ramiro, le miró, y con gesto serio y dulce a la vez, le habló.

[Sol] - Tu novia no es quien te ha hecho creer. Ella sabía que sería el fin del mundo.

[Ramiro] - ¿Cómo iba a saberlo? Si insistió para que no subiera al Estrella. Si lo supiera...

[Sol] - Precisamente porque lo sabía. No tienes por qué creerme, no me conoces de nada, así que lo entiendo. Pero no puedo permitirte que la sueltes, aunque no me creas lo que te estoy diciendo.

Ramiro, todavía con su mano en las cuerdas que retenían a Pilar, y con la mano de Sol sobre la de él, miraba a Sol impresionado, embargado por un sentimiento inexplicable. Las palabras de aquella chica, su tono de voz tan dulce, mantenían sus ojos absortos en aquellos ojos azules, embriagado con la sensación de ser la primera vez que los veía. Y cuando reaccionó.

[Ramiro] - ¿Cómo que no te conozco de nada?

[Julián] - Tiene razón. Mira.

Ramiro miró detrás suya, para ver a Julián que le hablaba, y volvió a girarla para mirar donde él le señalaba. Justo detrás de Sol, la Sol que estaba arrodillada al lado de él, había otra Sol, pero de pie. Ramiro no entendía nada, eran idénticas. Se levantó repentinamente, mirando a una y a otra, exactamente igual que hacían todos desde que habían entrado a aquella casa.

[Sol] - Yo soy Sol.

[Elena] - Y yo soy Elena.

Salomé se acercó a la que creía que era la Sol que conocía.

[Salomé] - ¿Tienes una hermana gemela? Nunca nos habías dicho nada. Qué suerte tienes que esté viva.

[Elena] - Eso tendrías que decírmelo a mí. Yo soy la que ha estado en el Estrella con vosotros. Sol me cedió la beca, y yo me hice pasar por ella.

[Julián] - Bueno, eso es lo de menos ahora. Aquí me falta gente. ¿Dónde están Ainhoa, Max y Gamboa?

[Sol] - Persiguiendo a Carla, la que era novia de tu hijo en tierra.

[Julián] - ¿La novia de mi hijo en tierra? ¿Y está viva? ¿Y tú conoces a mi hijo? Uy, uy, uy. Aquí hay mucho por contar. Pero ahora debemos ayudar al trío calavera, cada uno peor que el anterior. ¿Cómo se les ocurre salir solos al bosque en plena noche? ¿Hay armas en esta casa?

[Sol] - Sí, pero Carla tiene la llave.

[Julián] - Joder con la novia de mi hijo. No la conozco, y ya me cae mal la muy condenada. Bien, haremos 2 grupos...no, 3 grupos. Vilma, Salomé, Ventura y Ratón, el grupo que se queda.

[Vilma] - ¿Qué?

[Julián] - ¡Qué digo yo! Hace un par de días nos diste un buen susto, y te tiraste horas en la cama. ¿Has olvidado ya que tu embarazo es de riesgo? Pues eso. Te quedas y punto. Y no me sueltes el rollo de que Ainhoa es tu mejor amiga, que ya lo sé, y lo entiendo, pero ahora lo primero es tu salud y la de tu bebé. Y Ainhoa estará bien con Max y Gamboa. Tú no la vas a proteger mejor que ellos. ¿Entendido?

Vilma asintió. Por mucho que le fastidiase, sabía que Julián tenía razón.

[Julián] - Piti, Ramiro y Cho, conmigo. Los demás en otro grupo. Nosotros por la derecha del bosque, vosotros por la izquierda. El objetivo no es la Carla esa. Es encontrar a los nuestros y traerlos a casa. De ella ya nos encargaremos. ¡Vamos chicos!

Horas más tarde, los dos grupos regresaron como se habían ido. No les encontraron. Y nuevamente, en 2 grupos, se fueron a buscar todo lo que había en el campamento, para llevarlo a la casa.
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Bea84
Bea84
01/03/2013 13:13
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elbarco_laenergiaquemueveelmundoquienhadichofinalmientraselamorsigahaciendogirarelmundolahistoriacontinuara

Ya ha amanecido, y en la casa todos están despiertos. La mayoría no han podido pegar ojo en toda la noche. Max, Ainhoa y Gamboa, siguen sin aparecer.

[Salomé] - Espero que no les haya pasado nada.

[Julián] - Cuando vuelvan me van a oír. No debieron haber ido tras ella.

[Sol] - ¿Y qué iban a hacer? ¿Quedarse aquí sentados, mientras hay prisioneros debajo de esta casa, que de no abrirles morirán? Bajo este suelo hay un sótano, y ahí están los tripulantes del barco ruso. Si no encontramos a Carla, morirán ahí encerrados.

[Vilma] - ¿Habéis mirado si Carla se ha llevado algo de su habitación? ¿Pudo coger más armas?

[Sol] - Sí, ya he registrado toda la habitación, y está todo. Solo se ha llevado la pistola que siempre llevamos encima. Es imposible que hubiera abierto la caja fuerte donde están las armas, sin que la escucharamos. Esa caja fuerte chirría muchísimo cuando se abre, el ruido se escucha en toda la casa, además de pitar varias veces, después de introducir el código y meter la llave.

[Julián] - Y además de llave, aún por encima tiene código. ¡Lo que nos faltaba!

[Vilma] - Entonces salió de aquí con lo puesto, y una pistola. Ayudadme a vaciar las mochilas del campamento. Hay que recontar todo lo que hay, y ver si falta algo.

Tras comprobar que estaba todo lo que habían traído del barco.

[Vilma] - Está todo. Carla no se llevó nada del campamento, mientras estábamos aquí. Eso significa que Carla, igual que los prisioneros, no tendrá nada que llevarse a la boca. No tiene una caña para pescar, una lata de comida, una manta para abrigarse del frío...volverá.

[Piti] - Pero Ainhoa, Max y Gamboa, siguen ahí fuera. Tenemos que buscarles. ¿Y si les ha pasado algo? ¿Y si Carla los tiene retenidos, y no pueden volver?

[Max] - Una chica sola, contra una pedazo de mujer y dos hombres, ¿y no confías en que regresemos sanos y salvos por nuestro propio pie? ¡Qué poca confianza tienes en nosotros!

Contestó Max, con una sonrisa, mientras entraba por la puerta con Ainhoa y Gamboa. Elena corrió a abrazar a su novio, aliviada al ver que estaba bien.

[Piti] - No es eso. Ahí fuera podría haber más obstáculos además de esa chica, como algún cepo por ejemplo. Nunca se sabe. Estábamos preocupados.

[Gamboa] - No la hemos encontrado.

[Vilma] - No importa. Ya hemos registrado todo, y no se ha llevado nada, ni de la casa, ni del campamento. Va por ahí con lo puesto, y un arma. Volverá.

[Ainhoa] - Pero...los prisioneros morirán de hambre o sed. ¿Podemos hacer un agujero en el suelo para quitarles de ahí? ¿Y Carla tiene un walkie con el que pueda comunicarse con el submarino?

[Sol] - No, todos los medios de comunicación están aquí, los walkies y la radio. Y el sótano no es de cemento, es una enorme caja de hierro, tan grueso que es imposible hacer un agujero.

[Pilar] - Hay otra llave. Si me soltáis...

[Ramiro] - ¿Si te soltamos, qué? ¿Nos ayudarás? Igual que ibas a ayudarme a mí, cuando insistías en que no subiera al Estrella. Nos ayudarás sí, pero a morir.

Contestó Ramiro, acercándose a Pilar, furioso y cegado por la rabia. Sol se acercó a él, colocó una mano en su hombro, con la otra mano cogió la de Ramiro, y lo apartó de allí hasta el sofá del otro lado del salón, mientras Pilar se reía. Ramiro se dejó caer al suelo, apoyando su espalda en el sofá. Sol se arrodilló en el suelo frente a él, mientras Ramiro, sintiéndose impotente ante la situación, rompió a llorar. Y mientras Sol secaba sus lágrimas, intentó consolarlo con sus palabras.

[Sol] - No te pongas así. No vale la pena. Al menos ahora sabes la verdad, ahora ya no te puede engañar. Cuando una relación termina, es mejor quedarse solo con lo bueno, y agradecer que haya sido ya, que no hayas perdido más años al lado de una persona que no te merece. Entiendo tu rabia, tu dolor, pero así lo único que vas a logras, es la satisfacción de ella, viéndote mal.

Y mientras Sol hablaba, con aquel tono de voz dulce, cariñoso y comprensivo, Ramiro fue cambiando su gesto. Ya no lloraba, ya no escuchaba la risa de Pilar burlándose, ya no veía más allá de aquel rincón, ya no sentía rabia. De repente, solo sentía necesidad de sonreír, lo único que escuchaba era la voz de Sol, lo único que veía era aquella mirada intensamente azul, y una extraña sensación le invadía todo el cuerpo, como si no existiesen más que ellos dos en aquel salón, en aquella isla, en el mundo entero. Pilar y su engaño, ya no importaba, ya no dolía. En aquella plenitud que esa mujer le hacía sentir, en la paz que le transmitía, en su cuerpo que lo sentía como flotar, no había cabida para el dolor, ya no. Y mientras Ramiro se perdía entre la mirada de Sol y lo que sentía al verla, Sol seguía hablando.

[Sol] - Debes esforzarte y pasar página. Sé que es difícil, pero...

Y detuvo sus palabras, al sentir que una mano acariciaba su mejilla. Ramiro ya no lloraba, sonreía.

[Ramiro] - Déjalo. Ya no importa. Sé de una mujer que sí vale la pena.

Ramiro se incorporó para arrodillarse frente a ella, y tras abrazar a aquella desconocida, sintiendo que la conocía de siempre, la miró, acarició su pelo, y con sus caras a un suspiro, susurró.

[Ramiro] - Y no descansaré hasta ganarme su amor.

A lo que Sol respondió con una sonrisa.


Al otro lado de la habitación...

[Max] - Tenemos que hacer algo. No podemos sentarnos aquí y esperar. Esto es más que Carla, o los prisioneros que no podemos liberar, es mucho más. Si los del submarino llegan, no tendremos forma de defendernos. Somos pocos y sin armas.

[Gamboa] - Aquí hay una radio. ¿Y si hablamos con Roberto?

[Ainhoa] - ¿Ya has olvidado las cámaras? Aunque pueda no dirá nada.

[Max] - Si esa burbuja no existe, al ver nuestra desesperación, encontrará la forma de decirnos algo. Gamboa, quédate aquí, los del submarino escucharán la conversación, y es mejor que tú no estés para que no sospechen.

Max y Ainhoa siguieron a Sol, hasta llegar a la habitación donde estaba la radio. La pareja se sentó frente a ella, y Sol se fue de allí, dejándoles a solas.

[Ainhoa] - Papá... ¿estás ahí, papá?

[Ricardo] - Sí, hija. ¿Pasa algo? ¿Estáis bien?

[Ainhoa] - Sí. Todo está bien. ¿Y vosotros? ¿Cuánto tardaréis en volver?

[Ricardo] - Estamos bien. Contamos llegar al hotel mañana por la mañana, y luego serían 3 días para volver ahí.

[Ainhoa] - ¿Puedes llamar a Burbuja? ¿Max y yo queremos hablar con él?

[Ricardo] - Sí, está aquí, conmigo.

[Ainhoa] - ¿Burbuja? Te paso a Max, ¿vale?

[Burbuja] - Va...vale.

[Max] - Amigo...porque eres mi amigo, ¿verdad?

Dijo Max, emocionado.

[Burbuja] - Lo...lo soy.

[Max] - Las cosas pintan muy mal, ¿sabes? Estoy desesperado. Necesito las palabras de un amigo.

[Burbuja] - La...la energía que mu...mueve el mundo, Max. Cual...quier mundo, con o sin ti...tierra.

[Max] - Gracias, Burbuja. Las palabras de un amigo, sirvan de ayuda o no, siempre vienen bien. Os esperamos aquí.

Max cortó la comunicación, miró a Ainhoa y sonrió, mientras una lágrima resbalaba por su cara.

[Ainhoa] - ¿La energía que mueve el mundo?

[Max] - El amor, cariño. La energía que mueve el mundo es el amor.

[Ainhoa] - ¿Y en qué nos ayuda eso?

[Max] - A pensar y mantener la esperanza. ¿Qué energía mueve a Alexander? La venganza y la inagotable sed de poder. ¿Qué energía nos mueve a nosotros? El amor por los nuestros, la desesperación por salvarlos. Roberto sigue ahí, y tiene la clave para sobrevivir, pero ahora no puede decirlo, por las cámaras. Esa fue su forma de hacérmelo ver. No todo está perdido.

Contestó Max, abrazando a Ainhoa, feliz y tranquilo, con la convicción de que todo saldría bien.
#47
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01/03/2013 13:32
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Tras cortarse las comunicaciones de la radio, en el barco...

[Ricardo] - ¿Y cuál es la energía que mueve el mundo, Burbuja?

Preguntó Ricardo, que había escuchado la conversación entre Burbuja y Max.

[Burbuja] - La mis...ma que te mu...mueve a levantarte ca...cada mañana. El amor. Una lucha no...no se gana solo por lo que ha...ces, también por lo que te mu...mueve a hacerlo. Y el amor a los tuyos, es el mo...tivo más inmen...menso y poderoso.

[Ricardo] - Si las batallas se ganasen por eso, sería muy sencillo, Burbuja. La vida no es tan fácil.

[Burbuja] - Sí es fá...cil, solo que no..nosotros la complica...mos. Si luchas por amor, si...siempre ganas, solo hay que tener un bu...buen plan.

[Ricardo] - Ya... ¿y cuál ese buen plan?

[Burbuja] - Si se lo conta...tara, tendría que ma...matarle capitán.

Contestó Burbuja riendo, como si estuviera de broma...pero solo lo estaba en parte, la realidad era que si se lo contaba, irrumpirían en el barco, y matarían al capitán, a Julia, a Valeria y a él.

En la isla, mientras Max y Ainhoa se comunicaban con el Estrella, los demás estaban en el salón.

[Cho] - Es una pena. Al final no hemos podido seguir buscando en la playa, más cajas como la encontramos. Y ahora, mientras Carla siga por ahí, es imposible seguir buscando.

[Piti] - Aunque sin estar encerrados bajo llave como los que están en el sótano, de alguna forma también somos prisioneros, estamos acorralados aquí dentro.

Max y Ainhoa se acercaban a ellos, caminando todavía por el pasillo.

[Max] - Pero para nosotros, estar encerrados aquí, es una opción. Pero no la acertada. No podemos sentarnos y esperar a que Carla se muera de hambre o decida volver en un acto suicida ella sola. Si esperamos será tarde, los prisioneros habrán muerto también, y les necesitamos. Cuantos más seamos para defendernos de lo que pueda venir, mejor. Pero tampoco podemos dejar desprotegida la casa, ella podría entrar y llevarse más armas, y es imprescindible que las conservemos. La mayor vigilancia debe estar aquí, en la casa, pero algunos saldremos a buscarla.

[Ainhoa] - Nosotros teníamos 2 pistolas, más una de fogueo. Ahora tenemos 3 más, las de Sol, Natalia y Pilar. Son 5 de balas. Saldremos los 3, y aquí quedarán 2 armas para defender la casa.

[Max] - ¿Ya te estás apuntando tú sola otra vez?

[Gamboa] - A esta le va más el peligro, que a un niño una piruleta.

[Max] - Y cuando lo pienso, me siento orgulloso de ella. Pero en el momento en que está exponiendo su vida, me siento mal por no impedírselo.

[Gamboa] - Pues no te sientas mal, amigo. Ni con todo el amor que te tiene, podrías detenerla.

[Julián] - Pero yo sí. Soy el capitán en tierra, y prometí a tu padre cuidarte como si fueras mi hija.

[Ainhoa] - Y yo soy la capitana de mi vida, que para algo soy mayor de edad. Y ni Max, ni mi padre, ni tú, vais a disponer de mi voluntad a vuestro antojo. Después de más de 4 meses buscando tierra, aquí estamos, la hemos encontrado. Y no pienso dejar de luchar por mi pedazo de tierra...aunque para ello tenga que pisar mis principios, y disparar a Natalia, a Carla, o a quien se me ponga por delante... ¡lo haré!

[Max] - Estos son los momentos en los que me enorgullece que seas mi mujer, pero ahora, cuando salgamos por esa puerta, no podré evitar sentirme culpable por no frenarte. No quiero perderte, cariño. Quédate, por favor.

[Vilma] - No insistas, Max. No se va a quedar. La mujer con la que te has casado, no es de las que se sienta a esperar, y lo sabes. Ella está siempre de pie, y lucha hasta el final. Tendrás que aprender a vivir con eso. Pero antes de que os vayáis, deberíamos meter la vaca lechera en la casa. Carla podría venir a escondidas, y alimentarse con su leche.

[Piti] - ¡Es verdad! Además, salir fuera para buscar leche es un riesgo, Carla podría aprovechar...

Y sonó un disparo. Mientras él hablaba, Vilma ya se había adelantado hasta la puerta de la entrada. Y nada más abrirla, cayó desplomada al suelo. Al verla, Piti, ciego de dolor, salió corriendo hacia ella, arrebatándole la pistola a Gamboa en medio de su carrera, y sin dudarlo ni un segundo, disparó a Carla, que salió huyendo, herida. Todos rodearon a Vilma, para ver cómo se encontraba. Piti se arrodilló, y colocó la cabeza de su novia en sus piernas, apartó el pelo de su cara, llorando, desesperado, impotente ante la situación.

[Piti] - Vilma...Vilma, cariño, ¿estás bien? ¿estás bien?

[Vilma] - Estoy bien. Tranquilo.

Piti la cogió en brazos, para colocarla en el sofá. El disparo le había dado en un brazo.

[Vilma] - Es que no me dio tiempo ni a abrir la puerta de todo, la estaba abriendo y ya me disparó.

[Sol] - Ya os avisé. A Carla le basta una milésima de segundo para disparar. Es muy peligrosa. Y tan cruel, como certera en el disparo. No iba a matarte, solo quiere asustarnos...de momento. Sabe que está en desventaja, e intenta jugar con nosotros, sembrar el pánico para luego atacar.

[Gamboa] - Pero aunque venga a atacar, aquí hay elegidos, y son intocables.

[Sol] - Para Carla no. Hará cualquier cosa por sobrevivir. Carla no es del PA, pero tampoco del PH, al menos no lo será al final de todo esto. Su sed de poder es infinito. Tanto, que enloquece ante cualquier mínimo ataque en su contra. Ella estará en el PH, hasta que llegue Alexander. Cuando él llegue a la isla, lo matará y ocupará su lugar. Es lo que nos dice siempre.

[Estela] - ¿Alexander?

[Sol] - Tu padre. Él está detrás de todo esto, y cuando llegue, muchos moriremos.

Estela se sentó, en silencio, intentando asimilar lo que había escuchado. Mientras, algunos preparaban lo necesario para quitarle la bala a Vilma.

[Gamboa] - Carla está herida, y en una pierna, así que no puede correr. Es nuestra oportunidad. Después de quitarle la bala a Vilma, saldremos a buscarla.

[Sol] - Lo que no sé es si es una oportunidad para cazarla, o para morir. Ahora está herida en una pierna, sí. Pero eso no le impedirá defenderse. Al contrario, habéis herido su orgullo y su prepotencia disparándole. Ahora es cuando más hay que temerle.

[Ainhoa] - La verdad es que asusta lo que dices... ¿no estarás exagerando? ¿Tan mala es?

[Sol] - Peor que Alexander.

[Gamboa] - De todas formas, enfrentarla es inevitable.

Max, Ainhoa y Gamboa, salieron otra vez en busca de Carla. Y esta vez, tras horas buscándola, sí la encontraron. A unos metros de ella, la escucharon hablar. Tenía un walkie, y habían llegado tarde, Carla ya había avisado.

[Carla] - Ya te lo he dicho. Han descubierto la casa, tienen a Natalia y Pilar atadas. Yo me he escapado, y Sol no sé si finge estar de su lado para luego ayudarme, o está de parte de ellos.

Max apuntó, dispuesto a disparar.

[Ainhoa] - ¡Espera! Ya le ha contado todo. Veamos qué le contesta. Igual le dice cuánto tardarán en llegar a la isla, y eso nos interesa saberlo.

[Alexander] - Pues búscate la vida como sea para cambiar la situación. Nosotros no vamos a ir ahí ahora. Vamos a darle caza al Estrella.

[Carla] - Pero yo sola no puedo con todos. Son muchos y están armados.

[Alexander] - Busca la ayuda de Gamboa.

[Carla] - Gamboa no sé a qué coño está jugando, pero...

[Alexander] - A Gamboa lo tengo cogido por los huevos. No puede jugar a nada. Tengo a su hija.

[Carla] - Alexander, Gamboa no es...

Sonó un disparo. Gamboa no podía dejarla seguir. Si Alexander descubría que lo había traicionado, todo se complicaría. Tras recibir una bala en un brazo, dejo caer el walkie, y huyó.
#48
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01/03/2013 13:33
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[Ainhoa] - ¿Por qué no has disparado a matar?

[Gamboa] - No podemos matarla. Es tan prevenida, que tenía un walkie escondido en algún lugar del bosque, sin que sus compañeras lo supieran. Es tan astuta, que seguro que no lleva las llaves del sótano y de la caja fuerte con ella. Las habrá escondido, solo ella sabe dónde. Si la matamos, los prisioneros morirán, y nosotros no tendremos acceso a esas armas. Disparándole, solo pretendía callarla, para que Alexander no me descubra.

Contestó Gamboa, recogiendo el walkie que Carla había dejado caer al ser disparada.

[Ainhoa] - Tenemos que volver. Hay que avisar a mi padre. El submarino va a por el Estrella. Tienen que volver cuanto antes.

[Max] - Y Gamboa tiene que comunicarse con Alexander. Debes fingir que estás buscando a Carla sin que nosotros lo sepamos, que solo nos has seguido la corriente, que no pudiste controlar la situación, que ponerte del lado de ellas te hubiera descubierto ante nosotros, y prisionero no servirías de nada...cualquier cosa, pero tienes que convencerle.


Ya en la casa, los tres corrieron hacia la radio. No había tiempo que perder.

[Ainhoa] - ¡Papá! ¡Papá! ¡Tenéis que volver!

[Ricardo] - Mañana llegaremos al hotel. No pienso dar vuelta. ¿Qué pasa?

[Ainhoa] - El submarino va a por vosotros, y no será para nada bueno. Tenéis que volver, ya.

[Ricardo] - No voy a dejar a su suerte a los del hotel. No puedo volver sin ellos. Y lo sabes.

[Ainhoa] - No voy a convencerte, ¿verdad? ¡Da igual lo que te diga! ¿Y Valeria? Mi hermana...la estás poniendo en peligro. ¡Eres un inconsciente! No te voy a poder perdonar que pongas la vida de Valeria en peligro, su vida está por encima de la de cualquier otra persona.

En el barco...

[Ricardo] - ¡Ainhoa! Hija... ¿estás ahí?

Ainhoa había cortado la comunicación. Estaba enfadada, y tenía razones de peso para estarlo.

En la isla, mientras Max y Ainhoa se reunían con todos en el salón, Gamboa cogió el walkie de Natalia, y se comunicó con Alexander, explicándole la situación, fingiendo que no había escuchado a Carla momentos antes. Diciéndole que no daba encontrado a Carla, que las demás estaban prisioneras, que intentaría cambiar los papeles y hacer prisioneros a los tripulantes del Estrella, y que los encerraría en el sótano con los del barco ruso. En el salón, Vilma estaba recuperándose del incidente. Sol y Elena le habían extraído la bala, y Vilma ya se encontraba mucho mejor.

[Julián] - ¿Qué ha pasado? ¿A qué vino tanta prisa por ir a la radio?

[Max] - Carla tenía un walkie escondido en el bosque, ha avisado a los que están en el submarino.

[Natalia] - Estáis perdidos. Vendrán a por vosotros, y os matarán a todos.

[Max] - Te equivocas. Os han dejado solas. Van a por el Estrella, y no piensan venir.

[Julián] - ¿Qué? ¿A por el Estrella? ¿Habéis avisado a Ricardo?

[Ainhoa] - Sí. Pero no ha servido de nada. No cambiarán el rumbo. Irán al hotel a rescatarlos.

[Julián] - ¿Ricardo se ha vuelto loco? Sé que mi hijo está allí, pero estoy convencido de que sabrá defenderse. Valeria está en ese barco, es una niña, no puede ponerla en peligro.

[Ainhoa] - Pero lo va a hacer. Va a exponer a mi hermana al peligro. No pienso perdonarlo jamás.

Contestó Ainhoa, enfadada y preocupada por la suerte que correría su hermana.

[Ainhoa] - ¿Y tú? Me prometiste que no irían a por el Estrella aún. Me juraste que estabas seguro de que no les atacarían. Tú...tú también me has fallado.

[Max] - Ainhoa, yo...lo siento. Han cambiado los planes, y eso no podía saberlo. Te prometo que...

[Ainhoa] - ¡No! ¡No se te ocurra prometerme nada!

Gritó Ainhoa, totalmente fuera de sí. Y se fue.

[Max] - ¿A dónde vas? ¡Ainhoa! No salgas ahí fuera sola.

Pero cuando llegó a la entrada de la casa, Ainhoa ya se había perdido en el bosque. Max corrió entre los árboles, desesperado por encontrarla. No podía dejarla sola, tenía que encontrarla.

Avance:
Ainhoa estaba cegada por el dolor, y si se cruzase con Carla...cualquiera de las dos podría disparar antes que la otra. Y si Ainhoa disparaba antes, adiós a la posibilidad de encontrar las llaves. Y si Carla disparaba antes...Ainhoa desaparecería del mapa para siempre, para todos. Y la lucha de Max ya no sería por amistad con Roberto, o por proteger a Ainhoa, sería por venganza, para vengar la muerte del amor de su vida. Y ya sabemos que la energía que mueve el mundo y vence a todo es el amor, no la sed de venganza. Sin Max al frente, el Plan B se despedazará. Si Ainhoa muere, morirán todos. Uno detrás de otro.




Mientras Ainhoa se iba, furiosa...

[Estela] - Sol, ¿me puedes explicar qué pasa con mi padre?

[Gamboa] - ¿Te lo explico yo? Pasa que tiene a mi hija, y solo la quiere como donante de órganos, para asegurar su supervivencia. Pasa, que en cuanto pise esta isla, le mataré con mis propias manos. Así que no te hagas demasiadas ilusiones porque haya sobrevivido, no durará mucho vivo. Vete pensando de qué lado estás, con él o con nosotros.

[Estela] - No tengo nada qué pensar. Lo tengo claro.

En ese momento, Gamboa vio como Ainhoa se iba y Max salía detrás a su encuentro. Y Gamboa salió también tras ellos. Max corrió durante horas, hasta que no le quedaron más fuerzas, y dejó caer sus rodillas al suelo, rendido y rompiendo a llorar, ante el dolor y la impotencia de no encontrar a Ainhoa. Hasta que sintió la presión de un arma en su cabeza. Carla estaba justo detrás de él, apuntándole, y a punto de dispararle.

[Max] - ¿Y Ainhoa? ¿Qué le has hecho?

[Carla] - Nada...todavía. Gracias por avisarme que anda por ahí sola.

[Max] - No podrás con ella. Venga, mátame.

[Carla] - No dudes que lo haré, pero antes me vas a decir toda la verdad. ¿De qué lado están realmente Sol y Gamboa?

[Gamboa] - Del tuyo. Te he estado buscando.

Contestó Gamboa, que se acercaba a ellos por detrás, con un arma en la mano, pero sin apuntar a nadie. Carla se giró para verle, mientras Ainhoa aparecia frente a ellos. Dio dos disparos, primero a Carla, después a Gamboa, hiriéndolos en el brazo, ocasión que Max aprovechó para alejarse y apuntarles también. Y ahí estaban, a un lado Max y Ainhoa apuntando con sus armas, al otro lado Carla y Gamboa, pero Gamboa seguía sin levantar el arma.

[Gamboa] - No dispares, Carla. No es el momento. Vamos.

[Carla] - ¡Estás loco! Si dejamos de apuntar, nos matarán.

[Gamboa] - Tienes las llaves, no lo harán.

Carla accedió, y se fueron.

[Max] - Ainhoa...

Dijo Max, acercándose a ella, e intentando acariciarla. A lo que Ainhoa respondió retirando la cara, y apartando el brazo de Max con su mano.

[Ainhoa] - Ahora no. Volvamos a la casa. Ya se encargará Gamboa de conseguir las dichosas llaves.

Ya en la casa...

[Max] - Debemos prepararnos. Está oscureciendo, y es muy probable que esta noche Carla y Gamboa, vengan a por las armas. Nos acostaremos, fingiremos estar dormidos, y nadie se moverá hasta que yo lo haga.
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01/03/2013 13:34
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Horas después, cuando ya todos estaban acostados, Carla y Gamboa estaban delante de la casa, y tras comprobar a través de las ventanas, que todos dormían...

[Carla] - Están dormidos. En cuanto abra la caja, despertarán con el ruido. Pero tenemos tiempo suficiente para coger algunas armas y salir corriendo, dejando la caja fuerte abierta. Les dejaremos acceso a ellos para coger más armas también, pero no tenemos otra opción. Las necesitamos. Hay dos cajas fuertes, una con armas, y otra con munición. Abriré solo la primera.

Dicho esto, Carla entró en la casa, con Gamboa detrás. Y allí estaban todos repartidos por el suelo, en colchones y sacos de dormir. Ya dentro, Gamboa clavó la pistola en la cabeza de Carla.

[Gamboa] - ¡No te muevas!

Todos se levantaron. Max, Ainhoa, Piti, Ramiro y Julián la apuntaban de frente, mientras Gamboa seguía apuntándole por detrás. Estaba acorralada. No tenía escapatoria. Gamboa le quitó el arma, y la registró, mientras ella se reía. No había rastro de ninguna llave.

[Carla] - Ahora ya sé de qué lado estás. ¿Creías que iba a confiar en ti sin más?

Después de atarla junto a Natalia, Pilar y Sol, todos se reunieron al otro lado del salón. Carla no daba crédito, creía que Sol...pero no podía preguntar. Ellas tenían una cinta en la boca que les impedía hablar. Al rato...

[Julián] - ¡Chicos! Todos a dormir. Yo me quedo vigilando.

Y todos se acostaron. Todos, menos Elena, que se acercó a su hermana, y le quitó la cinta.

[Elena] - Todavía mantengo la esperanza de que cambies. No quiero perderte, hermana.

[Sol] - Pues espera sentada.

[Julián] - Elena, ponle la cinta a Sol y a dormir.

[Elena] - ¡No! No pienso permitir que la tengas toda la noche con esa cinta. Bastante me duele ya, verla atada.

[Julián] - Está bien. Como quieras. Mientras no hable, que esté sin cinta.

Y Elena se fue a acostar.


Julián estuvo durante horas al pendiente de las chicas que estaban atadas, para no levantar sospechas. Habían acordado con Sol, que ella pediría un vaso de agua, para que Julián se fuese por unos segundos del salón, lo suficiente para que ellas escaparan.

[Carla] - ¿Qué haces atada? Pero si yo te vi por las ventanas suelta.

[Sol] - ¿A quién viste? ¿A mí o a mi hermana?

[Carla] - No sé. La verdad es que no os vi a las dos juntas. Pero entonces... ¿por qué no te vi atada aquí, con Natalia y Pilar?

[Sol] - Me tuvieron encerrada durante horas en una de las habitaciones, intentando sonsacarme información. Supongo que esperaban que me ablandase, por mi hermana. Tenemos que librarnos de estas cuerdas y salir de aquí. Cuando me tuvieron en la habitación, durante muchos ratos me dejaban sola allí, y aunque estaba atada logré alcanzar un cuchillo. Pero como siempre hay alguien aquí, no doy conseguido desatarme.

[Carla] - En cuanto Julián no mire hacia aquí, pásamelo.

[Sol] - Prometes desatarme a mí también.

[Carla] - Lo prometo.

[Sol] - No me fío de tu palabra.

[Carla] - ¿Qué quieres? ¿Que me vaya sola y vuelva a la misma situación de antes? Necesito un aliado.

Sol le pasó el cuchillo a Carla, que parecía haberse tragado el anzuelo que Max le había puesto, por si el plan de Gamboa no funcionaba. Unos minutos más tarde...

[Carla] - Ya está. Tenemos que distraerle.

[Sol] - ¡Julián! Tengo sed.

[Julián] - Voy.

Julián se fue, y como habían planeado, cuando llegó de vuelta al salón, Carla y Sol salían por la puerta. Y ya lejos de la casa...

[Sol] - Debimos haber esperado. Podíamos pensar en otra cosa, algo que nos diese tiempo a liberar a las demás.

[Carla] - ¿Para qué? Natalia está herida de bala, y Pilar es tonta perdida. No nos sirven de nada.

[Sol] - ¿Y yo sí te sirvo? ¡Vaya! Me siento halagada.

[Carla] - Tú eres doña perfecta. Siempre tienes una idea para todo. Me serás útil.

En la casa...

[Gamboa] - ¡Qué poca confianza tenéis en mí! Arriesgo mi vida yéndome con ella, y mientras vosotros ideando otro plan.

[Max] - Era de suponer que Carla te pondría a prueba. No podíamos arriesgarnos. Teníamos que aprovechar la oportunidad de que estaba aquí. Esperemos que Sol sí se gane su confianza. Ainhoa, ahora sí. Tenemos que hablar. ¿Vamos a una de las habitaciones?

Ainhoa asintió, y siguió a Max hasta la habitación.

[Ainhoa] - No me digas que lo sientes, por favor. Soy yo la que lo siente. Me vine abajo al ver que mi hermana está en peligro y no puedo hacer nada, y pagué mi impotencia injustamente contigo. Tú no podías saber nada seguro, en cualquier momento podían cambiar sus planes. Además, aunque lo supieras, mi padre se habría ido al hotel igualmente. Perdóname.

[Max] - No hay nada que perdonar. Ven aquí.

Contestó Max, abriendo sus brazos, para recoger a Ainhoa entre ellos.

[Max] - Te quiero.

[Ainhoa] - Yo también te quiero.

[Max] - ¿Dormimos aquí?

[Ainhoa] - Eso ni se pregunta.

Contestó Ainhoa, sonriendo.

[Ainhoa] - Pero a dormir, que llevamos 2 días sin pegar ojo.

[Max] - No te prometo nada.

Ainhoa le miró con reproche.

[Ainhoa] - ¡Max! Tenemos que descansar.

[Max] - Ya... ¿pero tú que me dijiste hace unas horas? Que no te prometiese nada.

[Ainhoa] - Max, no me líes.

[Max] - No me prometas, no me líes... ¿va a negarme algo más, señora Delgado? No lo pienso cumplir, pero pide, así te desahogas.

[Ainhoa] - Que no me beses.

Contestó Ainhoa, riendo. A lo que Max respondió incumpliendo lo que Ainhoa pedía, pero cumpliendo lo que ambos deseaban, volver a besarse por fin. Tanta acción, no les había dejado tiempo para ellos, y al día siguiente volverían otra vez a lo mismo. Debían aprovechar cada instante de aquella noche, aunque ello significara otra noche sin dormir. Al fin y al cabo, no hay nada que fortalezca y renueve más, que amar y sentirte amado.
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01/03/2013 13:36
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Al día siguiente, cuando los primeros rayos de sol entraban por la ventana, ya todos estaban en el salón, listos para desayunar.

[Julián] - Y ahora que está todo más tranquilo... ¿alguien me va a explicar qué pasa aquí? ¿Quién me va a contar todo?

[Max] - A ver, es una historia muy larga. Lo importante ahora es que estamos en peligro, todos. La gente del submarino, liderada por Alexander, el padre de Estela, va ahora a por el Estrella, y luego vendrá a por nosotros. Debemos prepararnos para la lucha final. Necesitamos a los prisioneros, y las armas para defendernos cuando lleguen. Y resumiendo, hay 2 bandos, el de Alexander y el de Roberto, o Burbuja, como quieras llamarle. El PA es obra de Roberto, mi amigo. Luego Alexander ideó el PH, que vendría siendo algo así como el PA modificado a su gusto. A raíz del PH, Robertó ideó el PB, que es el Plan Burbuja, en el que incluyó cuatro personas de su entera confianza; Gamboa, Ainhoa, su novia Marimar y yo, para que actuáramos mientras él no podía por la burbuja. Pero hay cámaras en todos los barcos, en el submarino ven todo lo que hacemos y decimos estando en el barco. Así descubrieron que Roberto sigue vivo, y creen que finge su burbuja. A partir de ahí, el PH pasó a ser el PH anti-PA, ahora el objetivo es destruir la esencia del PA, utilizar a sus elegidos como esclavos en la isla, y de fallar, matarles también, pero sobretodo; matar a Roberto. Esto nos obliga a variar el PB, modificarlo y crear un... ¿PB anti-PH? Por llamarlo de alguna forma. Pero puestos a ponerle un nombre, mejor que sea el PS, Proyecto Supervivencia. Ese es el objetivo, y si queremos sobrevivir, tenemos que acabar con los integrantes del PH, antes de que ellos acaben con nosotros.

Julián no daba crédito, no entendía nada...bueno, sí entendía, pero no se lo esperaba, y mucho menos se esperaba lo que estaba a punto oír.

[Max] - Julián... ¿tú de qué lado estás, del de Alexander o del de Roberto? Y antes de contestarme rápidamente, porque crees que lo tienes claro, tienes que saber que tu hijo no está con Roberto.

[Julián] - ¿Qué? ¿Mi hijo es de los malos?

Julián miró a Ainhoa, tal vez con la esperanza de que ella lo negara.

[Ainhoa] - ¿Recuerdas a Dulce y los demás? ¿Recuerdas que nuestras vidas corrieron peligro con su aparición? Ulises conocía a Dulce, y estoy segura de ello. Max me dio a conocer una foto en la que los dos estaban en la misma cama. La conocía, venían a por nosotros, y calló.

[Julián] - ¿Por eso le dejaste? ¿Porque te enteraste de todo esto?

[Ainhoa] - Sí.

[Julián] - En cuanto le tenga delante hablaré con él. Intentaré que recapacite, porque como padre me siento en la obligación de intentarlo, pero si no desiste de sus intenciones, no me quedará más remedio que darle la espalda. Y yo creyendo que había subido al Estrella para conocerme...y tampoco entendía tu cambio tan repentino, Ainhoa. No entendía cómo podías dejarle, y de la noche a la mañana estar con Max y hasta casarte con él. Te juzgué mal, lo siento. Ahora me queda claro que sí lo amabas, pero su engaño fue lo que hizo que pasaras página tan rápido, porque la persona que amabas, no existía. Y aunque me parte el alma saber que mi hijo haya resultado ser así, me enorgullece ver que has sabido escoger bien.

Y tras decir esto, Julián abrazó a Ainhoa.

[Julián] - Bueno, se acabaron las revelaciones por ahora. No sé vosotros, pero por hoy, yo ya he tenido más que suficiente. ¡A desayunar!

Durante el desayuno...

[Vilma] - Piti, ¿te has parado a pensar? ¡Ayer disparaste a una mujer!

[Piti] - ¡De eso nada! La Carla esa no cuenta como mujer. Como mucho cuenta como bicho.

Y todos se rieron.

[Gamboa] - Voy a por el walkie de las chicas, para comunicarme con Alexander. Le contaré que he encontrado una solución. Que he ayudado para que Sol escapase con Carla, mientras yo sigo infiltrado aquí.

[Julián] - ¿Qué? Ya me perdí otra vez. ¿Puedes hablar con el submarino? Bueno, con el submarino ya sé que no, con Alexander quiero decir. ¿Cree que estás de su parte, o eso que le vas a decir va en serio? Pero no puede ir en serio, porque sino no nos lo estarías diciendo. Vaya lío me estáis montando.

Dijo Julián, totalmente confuso, con un millón de ideas revoloteando desordenadamente por su cabeza.

[Max] - Ve, Gamboa. Yo le explico. A ver, Julián, es normal que te hagas un lío. Todo esto es muy complejo. El PB de Roberto era infiltrarnos a Gamboa y a mí en el PH. Me escapé del submarino, me quedé en el hotel, y luego subí al Estrella con vosotros. Les traicioné...aunque solo a sus ojos, claro, porque realmente nunca he estado de su lado, así que no se le puede llamar traición. Pero siguen creyendo que Gamboa está de su lado, y lo mismo le hará creer ahora con Sol. Alexander tiene a la hija de Gamboa en el submarino, ya lo escuchaste ayer, cuando Gamboa se lo contó a Estela. Si él hizo todo lo que hizo, fue porque la vida de su hija dependía de ello, o eso creía él, hasta ahora que se enteró de que su hija no morirá aunque él desobedezca las órdenes que Alexander le impone, porque él solo la mantiene viva porque son compatibles genéticamente, y sería su donante de órganos en caso de necesitarlo.

[Julián] - Para, para. ¿Tú qué quieres, ayudarme a ordenar todo en mi cabeza, o liarme más? No me digas más. Es demasiada información junta. Será mejor que me la dosifiques, porque sino no me voy a enterar de nada.

[Salomé] - Está bien saber lo que está pasando, cariño. Lo que no entiendo es por qué Roberto me mantuvo al margen de todo esto.

[Max] - No te mantuvo al margen. Si eligió el Estrella, fue porque tú estabas ahí, para salvarte. Y si no te contó nada, si se alejó de ti durante mucho tiempo, fue para alejarte del peligro. Roberto tuvo que alejarse de los suyos, para que no fueran a por ellos. Si sabían que él tenía una hermana, te hubieran secuestrado para hacerle hablar a él. Solo intentaba protegerte.

[Salomé] - Ahora entiendo por qué me pidió que no le dijese a nadie que eramos hermanos, que debíamos mantenerlo en secreto. Pero ahora decís que van a por él. El submarino va a por el Estrella. Le matarán, a él, y a Ricardo, Julia y la pequeña Valeria, también.

[Max] - Esperemos que lleguen antes al hotel, que todavía haya alguien allí, y que puedan defenderse. No podemos hacer otra cosa más que esperar.

[Julián] - Esperar, y hablar con Ricardo ya. Vamos a la radio.


Ya en la radio...

[Julián] - Ricardo, ¿habéis llegado al hotel?

[Ricardo] - Casi. Ya podemos verlo, en un rato llegaremos.

[Julián] - ¿Estás solo?

[Ricardo] - Sí... ¿a qué viene tanto secretismo?

[Julián] - Escúchame bien, y no me interrumpas. A ver si soy capaz de explicarme.

[Ricardo] - Julián...me estás asustando.

[Julián] - El submarino va a por vosotros, pero eso ya lo sabes, ya te lo ha dicho tu hija. Pero sigues empeñado en ir, aún arriesgando la vida de Valeria. Pero tú verás lo que haces. Eso sí, coge a todos los que puedas del hotel, y vuelve cagando leches.

[Ricardo] - Me sorprende que seas tú precisamente, el que me esté diciendo esto. Tu hijo está ahí, y puede estar en peligro.

[Julián] - Ricardo...mi hijo está con los del submarino.

[Ricardo] - ¿Los del submarino se han llevado a Ulises? ¿Y tú como sabes eso?

[Julián] - ¡Que no, coño! Que es de los malos, Ricardo. Que está compinchado con ellos. Así que ten cuidado con él.

[Ricardo] - Pero... ¿estás seguro?

[Julián] - Si tuviese la más mínima duda, por pequeña que fuese, no hablaría así de mi hijo. Le daría la oportunidad de esperarle y escuchar su versión.

[Ricardo] - Está bien. En unos minutos llegaremos al hotel. Me comunico en cuanto pueda, para deciros lo que nos hemos encontrado allí.
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01/03/2013 13:39
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Minutos más tarde, Ricardo entraba al hotel, solo. Si el submarino iba a por ellos, no podía dejar sola a Valeria, o tan solo con la protección de Burbuja. Ricardo recorrió todas las plantas del hotel. Parecía estar vacío. Solo le quedaba la azotea, y al llegar allí, había dos personas, nadie más. De 177 personas que habían dejado en el hotel, solo quedaba una, porque la otra persona que estaba allí, ésa no estaba en el hotel cuando el Estrella partió hacia tierra.

[Ricardo] - ¡Ulises! ¿Y los demás? ¿Qué ha pasado con ellos?

[Ulises] - Los han matado, capitán. A todos, menos a mí.

[Ricardo] - ¿Quiénes? ¿Y sus cuerpos? ¿Y esta chica? Ella no estaba en el hotel cuando nosotros nos fuimos.

[Ulises] - El barco francés. Mataron a todos y los tiraron al mar por las ventanas. Ella es Sandra, iba en el barco francés. La capitana, tras matar a todos, quiso dejarme aquí solo e irse, pero Sandra se quiso quedar conmigo.

[Sandra] - Sí. Ella quiso obligarme, pero le dije que o me quedaba, o me mataba, y...

[Ricardo] - Vale, vale. Ya me lo contaréis todo de camino a tierra. Recorred el hotel y amontonad en la planta más baja, todo lo que nos pueda servir, para llevarnos a la isla. Yo cogeré algo ahora también, para aprovechar el viaje hasta el barco.

[Ulises] - ¿Y a qué va ahora al barco? ¿No es mejor que se quede aquí y nos ayude? Así acabaremos antes.

[Ricardo] - Están preocupados, tengo que avisarles que aquí todo está tranquilo.

[Ulises] - Avíseles por el walkie.

Contestó Ulises, ofreciéndole el walkie que llevaba en un bolsillo. Pero a Ricardo no le valía eso. Necesitaba ir al barco sin Ulises para poner al tanto de lo que se había encontrado en el hotel a los que estaban en la isla.

[Ricardo] - ¿Aún no sabes cómo son las mujeres? Julia no se quedará tranquila hasta ver que vuelvo al barco. Empezaría a imaginar que estoy aquí retenido y que me han obligado a decir eso por el walkie, o yo qué sé que pueda llegar a pensar.

[Ulises] - Tiene razón. Iremos buscando nosotros. ¿Y por qué no ha venido Julia?

[Ricardo] - No sabía lo que me encontraría aquí, y no quería ponerla en peligro. Voy al barco, ahora vuelvo. Empezad a buscar todo lo que haya aquí y sea útil.

Ya en el barco...

[Ricardo] - ¿Julián? ¡Julián!

[Max] - Soy Max. ¿Ya has estado en el hotel?

[Ricardo] - Sí, he conseguido volver un momento al barco, pero no tengo mucho tiempo, sino Ulises empezará a sospechar. Pero tenía que hablar con vosotros antes de que él se suba al barco. Solo están él, y una chica que estaba en el barco francés, una tal Sandra. Dicen que a los demás los han matado.

[Max] - Sandra es la hija de uno de los que están en el submarino. Tampoco te fíes de ella. Súbelos al barco y tráelos a la isla. Disimula, haz como si no supieras nada, trátales bien, y no vuelvas a hablar de este tema con nosotros. No vale la pena arriesgarse a que te escuchen. ¿De acuerdo?

[Ricardo] - De acuerdo. Gracias, Max. Me voy.

[Max] - ¡Ricardo! No olvides hablar con Julia antes de volver al hotel. Con ellos dos en el barco, no debéis dejar sola a Valeria ni un segundo.

[Ricardo] - Sí, ya lo sabe. Antes, cuando termine de hablar con Julián, hablé con Julia y se lo conté...aunque por su cara, creo que ya sabía de qué lado estaba Ulises. Ahora está aquí conmigo, y lo ha escuchado todo. La cuidaremos, y no la dejaremos sola en ningún momento, dile a Ainhoa que esté tranquila. Y tú cuida bien de mi niña. Me voy, o sospecharán. Nos vemos en 3 días.

[Max] - Ainhoa estará bien, y no te preocupes, el enfado que tiene se le pasará. Hasta dentro de 3 días.

Ricardo volvió al hotel, entre los 3 llevaron al barco todo lo que pudieron , y se fueron de allí, camino a la isla. 3 días. 3 días en los que Ricardo y Julia, y los de la casa, estarían en vilo, sin saber si el submarino lograría su propósito de darle caza al Estrella.


En la isla, en algún lugar del bosque...

[Carla] - Idearemos un plan para entrar en la casa y liberaremos a Natalia y a Pilar. Cuatro podremos defendernos mejor que dos. Y luego, volveremos a entrar a por armas.

[Sol] - ¿Pero no habías dicho que ellas no nos servían para nada? Si entramos una vez, entrar luego una segunda, será muchísimo más difícil, y serán más útiles las armas que ellas. No nos hacen falta, tú y yo vamos sobradas. Entraremos en la casa, cogeremos las armas, y acabaremos con ellos.

Contestó Sol, intentando engrandecer el ego y el orgullo de Carla, para convencerla de no liberar a las otras, porque eso no convenía.

[Carla] - Está bien. Lo haremos las dos. Esta noche entraremos en la casa.

[Sol] - Pero nos estarán esperando. Saben que volveremos. Tendremos que pensar en algo, engañarlos de alguna forma.

[Carla] - La única forma que se me ocurre, es que finjas que te has ablandado, por tu hermana. Sí, eso haremos. Tú me atas, me llevas allí, y haces el papel de tu vida. Lloras y lo que haga falta, para que te vean arrepentida, y les das las llaves que supuestamente me has quitado a mí. Por la noche, te ofreces para ser tú la que nos vigila, y así podremos librar a las otras. Sé que no nos hacen falta, pero 8 manos cogiendo armas y munición, son mejor que 4, ¿no crees?

Dijo Carla, sonriendo con malicia.

[Sol] - No había pensado en eso. Y luego la de las ideas brillantes soy yo...pues tú no te quedas atrás. Hasta diría que me superas.

Contestó Sol, elogiando a Carla, y engrandeciendo así, todavía más el ego de Carla.

[Carla] - Vamos a por las llaves.

Al llegar al sitio, Carla cogió las llaves del hueco de un árbol. Al saber dónde las había escondido, Sol miró a su alrededor, viendo la cantidad de árboles que rodeaban la isla. Definitivamente, hubiera sido imposible encontrarlas, al menos no a tiempo de obtener las armas para luchar contra los del submarino, y mucho menos para salvar a los prisioneros.

Un tiempo después, en la casa, todos se sentaban para comer. Y en ese momento, la puerta de la entrada se abrió, y apareció Carla, atada, con Sol detrás de ella. Sol hizo lo que Carla creía que era un papel...y realmente lo era, porque ella no tenía que fingir arrepentimiento de nada, ella había hecho hecho las cosas bien siempre, había sido una mujer de buen corazón siempre. Algo que muy pronto, Carla descubriría, eso, y que esta vez, sí había caído en la trampa. La desesperación de verse sola ante todas aquellas personas, la sed, el hambre...la hicieron aferrarse a la ayuda de Sol sin dudar.

[Sol] - Perdóname, hermana. Estoy muy arrepentida, y sé que no creerás mis palabras, pero sí mis acciones. Aquí os traigo a Carla indefensa, y las llaves... ¡un momento!

Dijo Sol, cayendo en la cuenta de algo. Y riendo, siguió.

[Sol] - ¡Qué tonta! Me metí tanto en el papel, que seguía con él, soltando toda esa parrafada. Carla está atada, y las llaves en mis manos. ¿Para qué sigo fingiendo? Igual...porque sí estoy del lado de Carla...

Todos se quedaron inmóviles, sin saber cómo reaccionar a aquello, especialmente Elena. Y Ramiro...Ramiro bajó la cabeza, intentando esconder las lágrimas que se le escapaban sin poder evitarlo. Una vez más, se había enamorado de la persona equivocada.
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01/03/2013 13:41
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Tras unos segundos, cuando Sol advirtió la reacción de Ramiro, y sus lágrimas, habló.

[Sol] - ¡Era broma! Llevadla con las demás. Max, toma, las llaves. Hay que liberar a los prisioneros cuanto antes, necesitan comer y beber.

Pero a ninguno le había hecho gracia. Era una broma demasiado pesada. Sol se acercó a Ramiro, que se había dejado caer en el sofá, cabizbajo, todavía con lágrimas en su cara. Se sentó a su lado, acarició con dulzura su mejilla, y suavemente le fue girando la cara con su mano, para que él la mirase.

[Sol] - Lo siento. No debí bromear con eso. Nuestra vida pende de un hilo, no es el momento. Además, no caí en cuánto daño te podía hacer si creías por un momento que yo era como Pilar. Yo no soy así. No me tengas en cuenta esto, por favor.

[Ramiro] - Si me puse así, fue porque creí que estábamos perdidos, que liberarías a todas y los prisioneros seríamos nosotros. Por eso me vine abajo.

[Sol] - Y yo que me había ilusionado, creyendo que era porque sentías algo por mí...bueno, pues... ¿gracias por aclarármelo? Sí, eso es lo único que puedo decir, gracias, y ya no te molesto.

Sol se levantó, decepcionada, mientras Ramiro la cogió de la mano para impedir que se fuera. Se levantó, se colocó frente a ella, y todavía cogiéndola de la mano, y acariciando su pelo con la otra, le habló.

[Ramiro] - No sé qué me dolía más...pensar que eras como Pilar, o que pudieras ser tú la que acabara con mi vida...sí, sí lo sé. Me dolería más que fueras como ella, y vivir para verlo. Hubiera preferido que me mataras. Sé que no te conozco, que no es lógico que te esté diciendo esto, pero siento que te conozco de siempre, siento que siempre has sido parte de mí y de mi vida. Tal vez lo siento así, porque llevo toda mi vida esperándote, porque la mujer que buscaba, eres tú. Y voy a lograr que tú sientas lo mismo, que me veas como tu otra mitad, cueste lo que me cueste.

[Sol] - No puedes. Imposible.

[Ramiro] - ¿Por qué lo dices con tanta seguridad?

[Sol] - Porque no se puede convencer a otra persona para sentir lo que deseas, aunque por suerte, lo que quieres que sienta, lo siento. No se puede luchar por lo que ya se tiene, y a mí, ya me tienes. Y ahora deja de hablar, que todo lo que me has dicho ya lo sabía, y bésame de una vez. ¿O ahora vas a intentar lograr que yo sienta el mismo deseo que tú por un beso? Porque eso ya lo has conseguido, nada más entrar por primera vez por esa puerta.

Contestó Sol sonriendo, a lo que Ramiro contestó con un beso, mientras todos les miraban, sorprendidos por la repentina pareja que se había formado...todos, menos Elena. Si alguien conocía bien a su hermana era ella, y sabía desde el principio de su interés por Ramiro.

Unos segundos después, se incorporaban al salón los prisioneros, ya liberados.

[Gamboa] - ¿Y ahora? ¿Cómo haremos para que Carla nos diga el código, para poder tener acceso a las armas? Me da que ésta no canta ni con palizas, ni con amenazas, ni con nada.

[Ramiro] - Carla no nos hace falta para eso. Yo puedo hacerlo, no sería la primera vez. Solo necesito tiempo, unas horas.

[Gamboa] - ¿No sería la primera vez? ¿Has atracado algún banco o algo así?

[Ramiro] - No. Pero he tenido una madre tan rara como estricta. De niño, me volvía loco el chocolate. Ella lo guardaba en una caja fuerte, para que no pudiese comer más de lo que ella me daba. Después de horas y horas durante meses, intentando dar con la clave, lo conseguí. Ahí fue cuando comencé a aficcionarme al mundo de la electrónica, y también continué practicando lo de averiguar las claves durante años. Y también fue cuando me metí un empacho de chocolate, y en aquella casa no volvió a haber ni una sola tableta más. Si mi madre hubiera sabido que el remedio a mi locura por el chocolate, era dejar que me hartara a comerlo un solo día...hoy no estaría aquí sabiendo lo que sé. Así que, aunque rara y estricta, donde quiera que estés, te doy las gracias mamá.

Todos se rieron con aquella curiosa historia. Y dejando allí a Ramiro en su tarea, todos se reunieron nuevamente en el salón, mucho más tranquilos.

Avance:
El peligro había cesado por el momento...o eso creían, porque una nueva sorpresa les rondaba, escondida. El peligro seguía ahí, en algún lugar de la isla.



Cuando Sol se fijó en los prisioneros, advirtió que algo no cuadraba. Había demasiados, muchos más de los que ella había visto meter allí.

[Sol] - Aquí hay prisioneros de más.

[Max] - ¿Crees que han metido prisioneros a algunos de los suyos, por si esto pasara?

[Sol] - No lo sé. Podría ser. Aunque...fíjate, algunos hablan francés. Atacaron el barco francés también. Pero yo no vi en ningún momento cómo los traían y los metían aquí. No sabía nada, pero la que estoy segura de que lo sabía es Carla. Ella siempre ha tenido todas las llaves, y era la que se encargaba de alimentarlos. Es imposible que no lo supiera. De todas formas, aunque haya tripulantes del barco francés también, no deberíamos descartar la posibilidad de que exista algún infiltrado de Alexander entre ellos. No podemos fiarnos.

[Max] - Entonces, los que atacaron el hotel, no han sido los tripulantes del barco francés, sino gente del submarino que se hizo con el barco.

[Ainhoa] - Por suerte, tú has estado en el submarino, Max. Tú sabrás reconocer a todos los que estaban ahí dentro. No podrán engañarnos.

[Max] - Ese submarino nuclear, tiene capacidad para 120 personas, y no llegué a ver ni la cuarta parte de ese número. De hecho, Sol, Natalia, Carla y Pilar, estuvieron también en el submarino, y nunca llegamos a cruzarnos. El submarino estaba dividido por zonas, y ni siquiera yo, cuando Alexander me nombró su mano derecha, tenía permitido cruzar más allá de mi zona.

[Ainhoa] - ¿Y nunca intentaste investigar las otras zonas? No me lo creo.

[Max] - Me hubiera costado la cabeza. No podía arriesgarme más de la cuenta, así que no, no lo hice. En aquel momento, no me pareció algo importante.

[Sol] - ¿Y ahora? No podemos fiarnos de nadie, ¿y si entre los prisioneros, que suponemos son tripulantes de los barcos, está alguien del submarino? Y si no podemos fiarnos de ellos, ¿cómo van a ayudarnos a luchar?

En ese momento, Cho se acercaba a ellos. Habiendo estado en el barco ruso, tal vez podría ser de ayuda.

[Cho] - Vengo de hablar con algunos prisioneros, y observar un poco a todos. Yo puedo deciros cuales son los del barco ruso, estuve allí con ellos. Me he fijado mucho, y todos los que no lo son, están hablando en francés. De todas formas, no podemos fiarnos. Aunque he convivido con algunos de ellos, tampoco podría asegurar que son de confianza. Sería mejor devolverlos al sótano, con Carla, Natalia y Pilar también. Luego ya veremos cómo descubrir si son de los nuestros.

[Max] - Tienes razón. Ahora mismo, les meteremos otra vez ahí dentro.

[Cho] - Cuando lo hayamos hecho, hay algo que os tengo que contar, algo que servirá para darnos tiempo cuando llegue el submarino.
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01/03/2013 13:47
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Tras meter a todos los prisioneros nuevamente en el sótano, y a las chicas que tenían atadas también, todos se reunieron en el salón para escuchar la idea de Cho. Aunque lo que Cho tenía que decir, era algo más que una idea para darles tiempo, también era una confesión, un secreto que sorprendería a todos, y nadie podría haberlo imaginado siquiera.

[Cho] - Antes de embarcar, Alexander le envió una carta a mi madre, en la que le ofrecía un puesto de cocinera en el barco ruso. Ellos se conocían de años atrás, y aunque distanciados, siempre habían mantenido el contacto. Pero, desgraciadamente, unos días antes de que el barco zarpase, mi madre falleció en un trágico accidente, en el que un conductor temerario la arroyó. Yo me quedé solo. Solamente tenía a mi madre, ningún otro familiar en el que apoyarme y superar aquella gran pérdida...al menos no un familiar que hubiera formado parte de mi día a día. Queriendo huir del dolor, y dejar atrás mi casa por unos meses para superarlo, subí al barco ruso ejerciendo el puesto que Alexander le había dado a mi madre. Y ahora que os he contado mi historia, os diré que tengo un plan para ganar tiempo. Cogeré algo de comida, un walkie y una tienda de campaña, y esperaré a mi padre en la orilla. Cuando llegue, os avisaré por el walkie, y luego le entretendré contándole que mi madre falleció y que él es mi padre.

[Estela] - A ver si lo he entendido... ¿te refieres a mi padre? ¿Él es tu padre también?

[Cho] - Sí.

[Julián] - Pero no sabemos cual será su reacción. Sería muy arriesgado para ti. Ni siquiera tienes pruebas de lo que dices, no va a creerte, y te matará.

[Cho] - Tengo una prueba, será suficiente para demostrarlo. ¿Veis esto?

Preguntó Cho, quitándose la camiseta, y mostrándoles a todos su espalda.

[Estela] - La marca de nacimiento en forma de trueno. Es idéntica a la de mi padre, y está exactamente en el mismo sitio. Eres su hijo...mi hermano. No hay mayor prueba que esa.

[Salomé] - Pero eso no nos asegura tener más tiempo. Solo unos minutos, desde que tú nos avises por el walkie, hasta que la gente de Alexander llegue aquí, mientras él se queda contigo para escucharte. Sería arriesgar tu vida por unos minutos de ventaja, porque aunque logres convencerle de que eres su hijo, podría darle igual, podría matarte de todas formas.

[Max] - Conozco bien a Alexander, no dejará que los demás vayan a la casa sin él.

[Elena] - Igualmente es un suicidio. Ya sabemos lo despiadado que es. Y Salo tiene razón, que descubra que eres su hijo, no nos asegura que no vaya a matarte.

[Estela] - Mi padre es el ser más despiadado que existe en la faz de la tierra. Lo sé, siempre lo he sabido. Y aunque no tiene corazón, sí tiene un talón de Aquiles, una debilidad. Su sangre. Y no por cariño, o porque nos quiera. Es algo así como una obsesión por perpetuar su "especie". Aquel que lleve su sangre, Alexander lo considerará inmediatamente superior e imprescindible. Además, aunque nunca me lo ha dicho, sé que hubiera preferido que yo fuese un varón. Si descubre que tiene un hijo, y ese hijo está de nuestro lado, no habrá arma más poderosa contra él, ni siquiera yo.

[Max] - ¡Eso es! Ahí está la clave. Lo que Roberto me ha dicho por la radio, era mucho más que para hacerme ver que sigue ahí, era también para darme la clave, el último apartado del PB. La energía que mueve el mundo es el amor. La única forma de vencer a Alexander, es utilizar el amor que él tiene por su sangre. No irás a esperarle, Cho. Liberaremos a los prisioneros, porque ya da igual de qué bando estén, ahora tenemos las de ganar. Y os retendremos a Estela y a ti en el sótano, con suficiente comida y bebida para varios días, y esconderemos la llave en la isla, como hizo Carla. Dejaremos nuevamente a Natalia, Carla y Pilar atadas en el salón, para que no corráis peligro por si lograsen soltarse estando ahí abajo con vosotros. Cuando Alexander llegue, le diremos que si matan a uno solo de nosotros, nadie le dirá donde está la llave. Eso nos mantendrá vivos a todos.

[Ainhoa] - ¿Dónde está la cámara? Tendremos que grabar a Cho y su marca de nacimiento, para demostrarle a Alexander que él es realmente su hijo.

[Vilma] - Está aquí. Pero no tiene batería.

[Ramiro] - Hay una forma. Si metemos la batería durante unas horas en ese congelador, se cargará...aunque muy poco. Pero será suficiente para grabar a Cho, y mostrarle después la grabación a Alexander. Es un truco que funciona, aunque poco recomendado, pero éste es un caso extremo.

[Max] - La primera parte del plan ya la tenemos, solo falta ultimar algunos detalles, y buscar un plan para la lucha final, la cual no podremos evitar.

En algún lugar de la isla, alguien más rondaba, alguien más intentaría complicarles las cosas. Cuando el submarino dejó a escondidas, los tripulantes del barco francés en el sótano, como bien sospechaban, habían dejado a alguien de los suyos...aunque no estaba entre los prisioneros, sino en otra casa, al otro lado de la isla. Pero nadie sabía que Phillipe estaba allí, e iría a rescatar a su nueva amante, Carla.


Por suerte para ellos, Phillipe había llegado cuando ya todas estaban prisioneras, incluida Carla. De haber llegado antes, Carla no estaría prisionera, y ellos no tendrían las llaves. Pero la casa en la que se alojaba Phillipe, estaba al otro lado de la isla, demasiado lejos para ir y volver todos los días. Y mientras Phillipe analizaba la situación rondando la casa, Ramiro llegaba al salón.

[Ramiro] - ¡Ya está! Tengo el código. ¿A que no adivináis cual es?

[Sol] - No te hagas el listo y déjate de juegos. Claro que no vamos a adivinarlo.

[Ramiro] - Pues yo sí lo he adivinado. Imaginaba que sería un código de 4 cifras, pero al probar me dí cuenta de que eran 9. Descifrar eso me habría llevado días. Pero entonces comencé a pensar en lo que había dicho Estela de su padre, lo de su sangre, lo despiadado que es, su egocentrismo. Y caí. Ha puesto su nombre.

[Sol] - Pero si el código son números. No puede ser su nombre.

[Ramiro] - Si lo escribes en un teléfono móvil, corresponde a las letras de su nombre. 253926337.

[Max] - ¡Hasta para eso! En fin...cogeremos un arma cada uno, y volveremos a cerrar la caja fuerte.

Tras estar todos armados, Max le entregó las llaves a Gamboa.

[Gamboa] - ¿Y por qué me las das a mí? ¿Soy el líder?

[Max] - ¡Más quisieras!

Contestó Max, riendo.
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01/03/2013 14:10
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[Max] - Te las doy porque Alexander cree que estás de su lado. También está Sol, pero intuyo que al ver a Elena en el Estrella a través de las cámaras, la confianza no será la misma que contigo. A ti cree tenerte dominado, porque tiene a tu hija. Cuando llegue a ti no te registrará y...

[Gamboa] - ¿Y si me pide las llaves a cambio de mi hija? ¿Qué te hace pensar que no se las daré?

Interrumpió Gamboa.

[Max] - Si me hubieras dejado acabar te habría dicho que sé que se las darás. De eso se trata. De que tengas algo para hacer un cambio y recuperar a tu hija. Cuando Alexander llegue, Estela y Cho ya estarán encerrados en el sótano, y la llave que lo abre estará escondida en el bosque. Le cambiarás las llaves por Evelyn, la vida de sus hijos a cambio de la de tu hija. Y cuando Evelyn ya esté contigo, le darás las llaves, y tras probar llave por llave, descubrirá que no está la del sótano, y solo abren dos cajas fuertes vacías, porque las armas, las llevaremos todas encima, en las manos, metidas por la ropa, donde sea.

[Gamboa] - Y no podrá atacarnos porque seguimos teniendo a sus hijos encerrados, y si no nos obedece jamás encontraría la llave, y sus hijos morirían en ese sótano...me gusta el plan.

[Ainhoa] - Pero...hay algo que... ¿y si nos sorprende? ¿Y si nos apuntan él y sus hombres y comienza a disparar? Con que quede uno será suficiente para que le diga donde está la llave. Tu plan es bueno Max, pero no asegura mantenernos con vida a todos.

[Max] - No, si le decimos que si mata a uno solo de nosotros, ninguno de los otros le dirá donde están. Le diremos que estamos dispuestos a convivir todos pacíficamente en la isla, pero con una condición; ni una muerte más.

[Estela] - Pero eso será mentira. El plan es matar a todos los del PH. ¿Y quién de vosotros será capaz de matar a sangre fría?

[Piti] - ¡Yo! La vida de Vilma y de mi hijo está en juego, si tengo que disparar, no pienso dudarlo. Aunque eso me convierta en egoísta, o en mala persona, ¡me da igual! Mi familia está por encima de todo, incluso por encima de mí mismo y mis principios.

[Gamboa] - Dí que sí. Yo también lo hice por mi familia, la única familia que me queda, mi hija.

[Piti] - ¿Voy a ser como Gamboa? ¡Lo que me faltaba!

[Ainhoa] - No quiero volverte a escuchar eso Gamboa. Todos nos hemos ido cogiendo cariño poco a poco, hasta aprender a querernos, con nuestras virtudes y nuestros defectos. Hemos convivido como una familia en el Estrella, y lo seguiremos haciendo en la isla. No quiero volver a oír algo así, ¿entendido? No estás solo, no tienes solo a tu hija. Nos tienes a nosotros. Somos una familia.

Contestó Ainhoa, emocionándose más a medida que iba hablando, y haciendo que a Gamboa se le empaparan los ojos al escucharla. Y tras terminar de hablar, le abrazó. Igual que todos, que conmovidos por las palabras de Ainhoa, se abrazaban unos a otros.

[Ainhoa] - Deberíamos hablarle a mi padre, y así cada ciertas horas, para comprobar que el submarino no les ha alcanzado. Bueno...deberíamos no, yo no pienso hablar con él.

[Max] - ¿Sigues enfadada? Tarde o temprano tendrás que perdonarle, Nhoa, es tu padre. Pero sí, debemos estar pendientes. El Estrella salió esta mañana del hotel, así que faltan 2 días y medio para que lleguen. Si ataca al Estrella, tardará casi la mitad de tiempo en llegar que el barco, puesto que el submarino casi lo dobla en velocidad. Si nos comunicamos ahora, y no logramos hablar con tu padre, significará que en poco más de un día, el submarino llegará a la isla.

Ya en la radio.

[Max] - Ricardo, ¿estás ahí?

[Ricardo] - Sí, Max. Nos hemos desviado. Ulises insistió en que no lo hiciéramos, ¿verdad, Ulises?

Dijo Ricardo, para advertir a Max que Ulises estaba escuchando. Ulises asintió, con el ceño fruncido. Estaba claro que no le había gustado que Ricardo no le hiciese caso, y mucho menos escuchar a Max, después de haber escuchado de los labios de Ainhoa, que estaba con Max.

[Ricardo] - Al ver objetos del hotel a la deriva, decidí seguirlos, por si hubiese algún superviviente.

Max entendió que ese desvío era una escusa para desviarse, e intentar despistar al submarino.

[Max] - ¿Os habéis desviado mucho? Contábamos que llegaríais a la isla en poco más de 2 días.

[Ricardo] - Y así será. Solo nos llevará unas cuantas horas más de las previstas, pero igualmente, pasado mañana estaremos ahí.

[Max] - Muy bien. ¿Todo bien por ahí?

[Ricardo] - Bien. ¿Y por ahí? ¿Dónde está la recién casada? ¿Estarás cuidando bien de mi hija, no?

La cara de Ulises, había pasado de un gesto notablemente molesto, a un gesto que lo delataba tremendamente jodido.

[Max] - Sabes que sí. Por aquí bien, todo tranquilo de momento.

Max miró a Ainhoa, que sí estaba allí, y ella, todavía enfadada con su padre, hizo gestos negándose a hablar con él, y al oído de le dijo a Max.

[Ainhoa] - Dile que no estoy aquí.

[Max] - Mi mujer está aquí, pero imaginarás que sigue enfadada y no quiere ponerse.

[Ricardo] - Lo sé, pero tenía que hacerlo. Espero que llegue a entenderlo.

[Max] - ¿Qué? No me mires con esa cara. No pienso mentirle a tu padre. Además, tu padre te conoce muy bien, y sabe de sobra que estarás aquí escuchando todo preocupada por su bienestar, porque por mucho que no quieras hablar con él, estás preocupada, aunque lo niegues.

Dijo Max a Ainhoa, ante la mirada de reproche de ella, por no cubrirla.

[Max] - No te preocupes. Con el tiempo, tal vez no lo entienda, pero lo aceptará. Eres su padre, te quiere, y eso ni ha cambiado ni cambiará. Todo volverá a la normalidad, solo dale tiempo.

[Ricardo] - Gracias, Max. Pero... ¿qué es eso? Un... ¡un iceberg! Max, te dejo, tenemos problemas. Más tarde os hablo.

[Ainhoa] - ¡Papá! ¡Papá! ¡No se te ocurra irte y dejarme así!

Gritó Ainhoa, después de arrebatarle el aparato a Max.

[Ricardo] - Hija...sigo aquí.

Contestó Ricardo, emocionado.

[Ainhoa] - ¿Cómo que hay un iceberg? ¿Es muy grande? ¡Salid de ahí ahora mismo!

[Ricardo] - Conforme estamos avanzando hay más. Parece que no son demasiado grandes, pero será difícil pasar entre ellos, sorteándolos. Pero no puedo dar vuelta, acabo de detectar a alguien que nos sigue. ¿Lo entiendes? Si doy vuelta nos cogerán. No tenemos más remedio que seguir por donde vamos. No nos pasará nada, cariño. No te preocupes.

[Ainhoa] - Ten mucho cuidado papá. Te quiero.

Dijo Ainhoa, que preocupada por la situación de peligro, había dejado a un lado su enfado.

[Ricardo] - Yo también te quiero, Ainhoa. En cuanto todo termine, os avisaré para tranquilizaros.

Tras cortar la comunicación, Ricardo se dispuso a cruzar aquel campo de minas. Había trozos de hielo por todas partes.
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Bea84
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01/03/2013 14:18
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[Ulises] - Es imposible cruzar por ahí. Debemos dar vuelta. Lo que nos sigue, no tiene por qué ser el barco francés. Ir por ahí sería un suicidio seguro. Demos vuelta, capitán.

[Ricardo] - Ulises...no me toques la moral. ¿Quién es el capitán? ¿Tú? No. Pues entonces te callas y acatas órdenes, y punto. He arriesgado mi vida, la de Julia, la de Burbuja y la de mi hija pequeña, por mi puñetero empeño en cumplir mi palabra y venir a salvaros. Lo último que necesito ahora es que un niñato me venga a decir lo que tengo que hacer. Sé perfectamente el pelib¡gro que corremos, tanto si seguimos, como si damos vuelta. Seguimos. Coge un walkie, y llévaselo a Burbuja. Dile que suba al mástil para que me vaya dando indicaciones.

[Ulises] - ¿Burbuja? ¿Indicaciones? ¿Qué quieres que embistamos a la primera? Subo yo.

[Ricardo] - Deja de coger el papel de héroe a la mínima oportunidad que se te presenta. Burbuja, aún con su burbuja, es más inteligente que tú y que yo juntos. Más de una vez nos ha salvado la vida con sus ideas brillantes, ideas que a nosotros no se nos ocurrirían ni en un millón de años. ¿Ya se te ha olvidado? Haz lo que te he dicho, no hay tiempo que perder...y menos en tonterías.

Ulises agachó la cabeza, y se fue en silencio, para cumplir la orden. Ricardo sabía que Ulises no podía sospechar, pero la situación lo superaba. La rabia al oír que Ulises insistía en que diesen vuelta, seguramente sabiendo de que ese sí sería un verdadero suicidio para él y para los suyos, le había sacado de sus casillas. No pudo reprimirse, tenía que poner a aquel niñato en su lugar.


Cuando ya quedaban muy pocos icebergs por esquivar, se toparon con un enorme muro de hielo, demasiado alto para saltarlo, demasiado largo para rodearlo. Burbuja, en lo más alto del barco, avisa al capitán, que todavía no puede ver ese muro desde el puente de mandos.

[Burbuja] - Capitán, al fi...final de los i...icebergs, hay un gra...n muro de hi...hielo.

[Ricardo] - ¿Ves donde termina? ¿Podemos rodearlo?

[Burbuja] - Pode...podemos girar el bar...co a la dere...recha, y seguir nave...gando, pero esto es un labe...laberinto de ice...bergs. Si nos aden...dentramos más, tal vez ya no poda...podamos salir.

[Ricardo] - Y lo que nos sigue está cada vez más cerca, yo diría que casi nos dobla en velocidad. No queda mucho tiempo, ¿qué hacemos, Burbuja?

[Burbuja] - En el mu...ro hay una grie...grieta, si nos me...metemos por ella, su ra...dar no nos detec...tectará. Aunque el ri...riesgo es muy alto, si la grie...ta no ti...tiene salida, queda...daremos atrapados den...tro del ice...iceberg, sin poder seguir, y sin espa...pacio para dar vuelta y sa...salir de ahí. Pero es e...so, o dejar que...que nos alcan...cen.

[Ricardo] - Nos arriesgaremos, iremos por la grieta.

Aún con el riesgo que implicaba, nada comparado con que el submarino les diese caza. Ricardo llevó el Estrella hasta aquella grieta. La suerte estaba echada. Si aquella grieta tenía salida, se salvarían, si no la tenía...una vez dentro del iceberg, cualquier comunicación quedaría anulada por aquel gran muro de hielo, y el frío impediría que alguien saliese del interior a nado para comunicarse con un walkie, además de que sus cuerpos se congelarían hasta morir de hipotermia en pocas horas...si resultaba ser una grieta sin salida, sería el final de aquella travesía.

[Burbuja] - Esta...tamos dentro, capi...capitán.

[Ricardo] - ¿Ves salida?

[Burbuja] - No. No se ve ni sa...salida, ni fi...nal.

[Ricardo] - Lo que nos seguía está dando vueltas, seguramente buscándonos. Tenías razón, ya no nos detectan por el radar.

La grieta parecía no terminar nunca. La tensión aumentaba, la incertidumbre crecía a medida que seguían... ¿tendría salida? ¿O se encontrarían con un trayecto sin retorno posible?

[Burbuja] - Capi...capitán, ya veo el fi...final de la gri...eta.

[Ricardo] - ¿Ves la salida ahora?

Volvió a preguntar Ricardo, visiblemente impaciente y nervioso.

[Burbuja] - No...no hay salida. En unos segun...gundos, verá de fren...frente solo hielo.

Y así fue. Unos segundos después, Ricardo veía hielo...hielo de frente, a la izquierda, a la derecha...la única salida era retroceder, volver por donde habían venido, pero dar vuelta parecía imposible.

[Ricardo] - Estamos atrapados. No puede ser...estamos atrapados. Julia, Valeria...mi pequeña.

Dijo Ricardo, viendo cerca el final, rompiendo a llorar como un niño. En ese momento, Ulises llegó al puente de mandos, y miró el radar.

[Ulises] - El submarino se va. Les hemos despistado.

[Ricardo] - ¡Vaya! ¡Hasta que por fin te descubres! Sabías que lo que nos seguía era el submarino, y aún me animabas a que le esperásemos. Yo también sabía que era el submarino, y acabo de comprobar de qué lado estás. Y ni creas que por ser hijo de Julián, voy a tener piedad contigo.

Dijo Ricardo, mientras agarraba a Ulises por el cuello.

[Ricardo] - Si no salimos de esta, al menos me iré habiendo matado al culpable de la muerte de mi mujer y mi hija pequeña.

[Burbuja] - ¡Capitán! ¡Tenemos que parar el barco! ¡Ya! Hay una posibilidad.

Interrumpió Burbuja. Ya echadas las anclas, Burbuja explicó su idea. En el punto en el que estaban, el Estrella podría intentar girar, pero muy lentamente. Un giro brusco de timón no serviría, un pequeño giro tampoco. Tendrían que medir cada milésima de segundo, cada mínimo giro de timón. Para ello, Burbuja pidió unos minutos. Y en el puente de mandos, Ricardo y Ulises miraban atónitos cómo Burbuja calculaba cada paso en su mente, pronunciándolos en voz alta, y plasmándolos luego en una enorme hoja en forma de esquema. Al terminar...

[Burbuja] - Juga...garemos con las anclas. Uli...ses y yo subi...biendo y bajando an...clas de leva, uno en la de babor y o...tro en la de estri...tribor. Izamos las an...clas y en 5 segun...segundos exactos las volve...vemos a bajar. En esos 5 segun...gundos, el capi...tán girará 6 grados. Y así suce...cesivamente. Capitán, gire 6 gra...grados en 5 segun...dos, espe...pere 10 segundos, y así 30 ve...veces. En 11 minu...nutos y 15 se...segundos habre...bremos dado la vu...elta. Si lo hace...cemos bi...en.

[Ricardo] - ¿Has oído, Ulises? Hay que hacerlo tal y como Burbuja ha dicho. Recuerda que no tienes forma de salir de aquí, igual que nosotros. Si intentas ir a nado hasta el submarino, morirás de hipotermia antes de llegar.

[Ulises] - Lo sé.
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01/03/2013 14:21
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Unos minutos después, habían conseguido salir de una situación que parecía irremediable. Gracias a una idea brillante de Burbuja, una vez más. El Estrella, ya girado, podría salir de allí. No todo estaba perdido, solo faltaba volver a recorrer la grieta, para volver por donde habían venido. Pero aunque no había ni rastro del submarino en el radar, ni peligro aparente, no significaba que no lo hubiese. El submarino se había ido, tras dar vueltas buscándoles, pero solo aparentemente. En el radar del Estrella, Ricardo vio cómo se alejaba, hasta que desaparecía. Pero cuando desaparecieron del alcance del radar, el submarino desactivó la opción de ser detectado y volvió, colocándose frente a la grieta. Alexander sabía que se habían metido por allí, sabía que en cualquier momento podrían salir, y no estaba dispuesto a irse, no sin la carpeta roja. Algo con lo que Ricardo no contaba. Y ya saliendo del interior de aquel muro...

[Burbuja] - ¡Capi...capitán! Un bu...zo ha sali...lido a la su...superficie, y en unos se...gundos esta...tará en cubierta.

[Ricardo] - El submarino nos estaba esperando. La desesperación por salir de allí dentro, no me dejó pensar en la posibilidad de que siguiesen ahí sin permitir que los detectásemos.

[Burbuja] - Está su...subiendo al barco y...y ya está a...quí. Está descu...cubriendo su cara. Es...es Alexander.

Ricardo fue corriendo a cubierta con una pistola, seguido de Ulises, mientras Burbuja bajaba del mástil.

[Alexander] - Quiero la carpeta roja. O me la dais, o moriréis.

[Ricardo] - ¿Qué? No tenemos ninguna carpeta roja.

[Burbuja] - Sí la te...tenemos, aun...que no aquí. Se la...la di a Max. Si nos ma...matas ahora, Max ja...más te la da...dará.

[Alexander] - Volveré, podéis estar seguros de que volveré. Y la próxima vez, no saldréis vivos.

Alexander se fue, y Ricardo se apresuró a salir de allí, volviendo a cruzar los icebergs por donde habían venido, dirigiéndose otra vez a la isla.


Cuando aquel campo de minas, había quedado atrás, Ricardo contactó con los que estaban en la isla, para tranquilizarles.

[Ricardo] - ¿Estáis ahí?

[Ainhoa] - ¡Sí, papá! Aquí estamos todos, esperando noticias. No me he movido de la radio desde la última vez que hablamos. ¿Estáis bien?

[Ricardo] - Sí. El peligro ha pasado. Un tal Alexander quería una carpeta roja. Burbuja le ha dicho que la tiene Max. Van a por vosotros.

[Max] - ¿Y no os han hecho nada?

[Ricardo] - No. Burbuja dijo que si nos pasaba algo a nosotros, tú jamás le darías la carpeta. Y se fue.

[Max] - No lo entiendo. No entiendo por qué no os ha matado. Tenéis que volver. No os volváis a desviar, ya no corréis peligro. ¿Cuánto calculas que tardaréis?

[Ricardo] - Hemos perdido unas horas, recogiendo cosas de utilidad del hotel y huyendo del submarino. Eso retrasará la llegada hasta pasado mañana casi entrada la noche.

[Max] - Bien. Cualquier cosa que pase, avísanos.

Y al cortar la comunicación con el Estrella...

[Ainhoa] - ¿Tienes la carpeta esa?

[Max] - No. Burbuja mintió para que no les mataran, y para no tener que darle la carpeta. El submarino llegará mañana por la tarde. Tenemos que prepararnos, pero antes hay otra cosa en la que no habíamos pensado. Con tanto plan contra Alexander, hemos olvidado algo. En el barco francés, hay gente del submarino. Atacaron el hotel el día que llegamos a tierra, hace 3 días. Tienen que estar a punto de llegar...si es que no han llegado ya. Tal vez tengamos un poco más de tiempo, porque el Estrella no se ha cruzado con el barco francés, así que han tenido que desviarse para no ser vistos. Pero aún así, no deben tardar mucho más. Tenemos que pensar en algo... ¡ya!

[Ainhoa] - Gamboa, coge uno de los walkies con el que las chicas se comunicaban con Alexander, y vuelve a hablar con él. Dile que el plan no ha servido, que hemos capturado a Carla y a Sol, y que las llaves del sótano y de las armas siguen donde Carla las escondió. Pregúntale qué debes hacer, actuar o esperar por ellos. Igual dice algo que nos sirva.

Ya con el walkie...

[Gamboa] - Alexander...el plan ha fallado. Han capturado a Carla y a Sol. Solo quedo yo. ¿Qué hago? ¿Actúo o espero por vosotros?

[Alexander] - Creí que dejaba en la isla 3 inútiles y una infalible. Pero Carla resultó ser otra inútil. Al otro lado de la isla, hay otra casa, la verdadera casa. Cuando dejamos en el sótano a los del barco francés, Phillipe se quedó en esa casa. Búscale, y entre los dos haced prisioneros a los del Estrella.

[Gamboa] - Bien. Eso haré. ¿Cómo está mi hija?

[Alexander] - Bien.

Gamboa no pudo preguntar más, Alexander ya había cortado la comunicación.

[Max] - ¿Phillipe aquí? Esto se complica cada vez más. Phillipe en la isla, el barco francés está al caer, y mañana por la tarde llegará también el submarino. Y encima el Estrella que no llegará hasta pasado mañana, casi al entrar la noche. ¿Podría ir peor?

[Ainhoa] - Sí. Podría llegar el barco francés y el submarino a la vez. Podrían haber llegado sin que nosotros hubiéramos conseguido el código para armarnos todos, y sin tener la llave del sótano para llevar a cabo nuestro plan de encerrar a Cho y Estela allí. No lo tenemos tan difícil. Podemos hacerlo. Lo primero es encerar a Cho y a Estela ya. Ramiro, ¿crees que la batería de la cámara estará lista? ¿Podemos quitarla ya del congelador?

[Ramiro] - Para grabar a Cho y su tatuaje sí. Pero no creo que dé para más. Las quitaremos para grabarle, y luego las volveremos a meter para que vuelvan a cargarse un poco, para cuando llegue Alexander, poder mostrarle la grabación.

[Ainhoa] - Bien. Mientras unos graban a Cho, otros les dejaremos comida y bebida, suficientes para varias semanas. Les metermos casi todo lo que tenemos, y luego ya nos apañaremos nosotros. Cuando Estela y Cho estén encerrados, Max y Gamboa irán a buscar la otra casa, y de paso esconderán la llave del sótano.

[Max] - ¿Y tú te quedas? ¡No me lo puedo creer!

[Ainhoa] - Esta vez sí. El barco francés llegará en cualquier momento. Cuántos más nos quedemos aquí, mejor.

Unas horas después, tras haber escondido la lave del sótano en el bosque, Max y Gamboa salieron a buscar aquella casa.

[Gamboa] - Hay algo en lo que no hemos pensado. ¿Y si Alexander tiene una copia de todas las llaves? Si él tiene otra clave del sótano, nuestro plan no servirá de nada.

[Max] - Tienes razón. No había pensado en eso. Lo mejor será hacernos con el barco francés, meter ahí a Cho y a Estela, y que se alejen un poco de la isla. Pero para eso, tenemos que vencer al barco francés. ¡Vamos! Volvemos a la casa. Phillipe es solo uno, y podemos encargarnos después. La prioridad ahora es esperar ese barco.
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Bea84
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01/03/2013 14:22
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Mientras volvían a la casa, Philllipe llegaba a la otra casa para comunicarse con Alexander.

[Phillipe] - Las chicas han caído prisioneras.

[Alexander] - Ya lo sé.

[Phillipe] - ¿Y por qué no me has dicho nada?

[Alexander] - Porque me da igual lo que les pase. No iba a arriesgarme a que te cogiesen a ti por ayudarlas a ellas.

[Phillipe] - He ido a la cabaña. Allí estaba Cho, el que no encontramos en el barco ruso, el que subió después al Estrella. Le estaban grabando.

[Alexander] - ¿Y qué? ¿Para qué me cuentas eso?

[Phillipe] - No he podido escuchar nada...al menos nada entendible. Pero ese chico se quitó la camiseta, y tiene tu misma marca de nacimiento.

[Alexander] - ¿Qué?

[Phillipe] - ¿Podría ser tu hijo?

[Alexander] - Ahora entiendo por qué Naomi no estaba en el barco, y en su lugar estaba un chico, ocupando su puesto de cocinera. Será su hijo...y puede que el mío. ¿Estás seguro de que esa marca era igual a la mía?

[Phillipe] - No solo es igual, sino que está en el mismo lugar.

[Alexander] - Quédate en la casa, no te muevas de ahí. Gamboa sabe que estás ahí, e irá a buscarte. El barco francés está a punto de llegar, ellos se encargarán de los que están en la cabaña. No tienen las llaves, Carla las ha escondido en el bosque, así que no tendrán más que 5 o 6 armas. Será muy fácil que caigan prisioneros.

[Phillipe] - ¿Habéis dado caza al Estrella?

[Alexander] - El Estrella será el último en nuestra lista. Primero hay que conseguir la carpeta roja. La necesitamos.


En la cabaña...

[Ainhoa] - ¿Por qué habéis vuelto tan pronto? ¿Habéis encontrado la casa ya?

[Gamboa] - No. Pero hemos caído en que Alexander podría tener copia de todas las llaves. De ser así, no nos servirá de nada nuestro plan, y no podré recuperar a Evelyn. Tenemos que conseguir el barco francés. En él, Cho y Estela se alejarán un poco de aquí, lo suficiente lejos para que no sean vistos y el tiempo que necesitemos para que Alexander me devuelva a mi hija.

[Max] - Así es. Nuestro plan no sirve. Tenemos que idear otra cosa para frenar a Alexander. Algo que haga que los que van en el barco francés, no comiencen a disparar sin ton ni son, algo que les obligue a hablar con Alexander antes de hacerlo... ¿alguna idea?

[Ainhoa] - Ninguna. Pero sé de alguien a quien le sobran ideas...ideas brillantes.

[Max] - ¡Roberto!


Ya en la radio...

[Max] - Ricardo, ¿puedes pasarme a Burbuja?

[Ricardo] - Sí, Max. Aquí está.

[Burbuja] - ¿Max?

[Max] - Hola. ¿Quién está ahí contigo?

[Burbuja] - El capi...pitán, y Uli...ses.

[Max] - Diles que se vayan, quiero hablar contigo a solas.

Burbuja les miró, y ellos se fueron sin que Burbuja tuviese que decirles nada, ya habían escuchado a Max.

[Burbuja] - Ya esta...tamos solos.

[Max] - El barco francés está al caer, pero en el barco francés no están sus verdaderos tripulantes, sino gente del submarino. Sus tripulantes y los del barco ruso, están aquí con nosotros, aunque encerrados en un sótano que no podemos abrir. Las armas están en una caja fuerte que tampoco podemos abrir. Lo tenemos difícil... ¿eh, amigo?

Mintió Max, para no desmentir la versión que Gamboa le había contado a Alexander.

[Burbuja] - ¿Tie...tienes la carpe...ta bien guar...guardada?

Mintió también Burbuja, dándole a ver a Max que sabía de la existencia de las cámaras, a lo que Max respondió riendo.

[Max] - Sí, la carpeta está segura.

[Burbuja] - Max... ¿te he conta...tado alguna vez la his...historia del peri...periquito bobo?

[Max] - Creo que no.

[Burbuja] - Sus ami...migos le llama..ban PB. Él era muy lis...listo, y su me...jor a...amigo era el líder del gru...grupo. Un dí...a, un cohe...cohete estaba a punto de em...bestir contra to...todos ellos, y PB ideó la for...ma, para que su me...mejor amigo la lleva...vase a cabo. ¿Sa...sabes cuál fue la i...dea?

[Max] - No. ¿Cuál?

[Burbuja] - Suje...jetarse a un ultra...traligero que no pa...saba por allí por casu...casualidad, cerrar los o...jos, y confi...fiar en que sal...saldrían ile...sos.

[Max] - ¿Y se salvaron?

[Burbuja] - No lo sé, no conozco el final del cuento.

Max se rió.

[Max] - Pues vaya cuento me has contado, sin final. Pero está bien, sé que lo haces para animarme. Te lo agradezco.

[Burbuja] - Pero sí sé por...por qué te lo con...té. Yo no se...seré muy listo, pe...ro soy tu a...amigo. Por eso siem...siempre voy a ayu...darte, igual que tú a mí. Ahora te...tengo que ir...me.

Cortada la comunicación...

[Ainhoa] - ¿Periquitos? ¿Está a punto de llegar el barco francés y os ponéis con cuentos de periquitos? Yo es que flipo con vuestras conversaciones. Siempre termino con la boca abierta, sin enterarme de nada, y tú con una sonrisa de oreja a oreja.

Max no paraba de reírse. Ainhoa tenía razón, solo él podía entender los mensajes de Burbuja.

[Max] - ¿Te lo cuento traducido?

[Ainhoa] - Por favor.

[Max] - PB, es una pista, se refería al Plan B, o Plan Burbuja. El periquito bobo es Burbuja. Su mejor amigo, el líder del grupo, soy yo. El cohete es Alexander, el submarino o el barco francés, eso sí que no lo sé. PB, es decir Burbuja, ha ideado la forma de salvarnos, algo que yo tendré que llevar a cabo. Cuando llegue eso que él llama ultraligero que no tengo ni idea de qué es, que no pasará por casualidad, sino que lo hará por órdenes de Roberto, mi misión es convenceros de que tenemos que confiar y subirnos a él. Pero un ultraligero no puede ser, solo porta a 2 personas.

En el barco, Burbuja cortó la comunicación y fue corriendo a su habitación. Al llegar, quitó un aparato de debajo de la cama, y comenzó a emitir pitidos. No era el código morse, pero parecía que con esos pitidos estaba comunicando algo a alguien. Tal vez era un código personalizado.

Unos minutos después, en la isla, todos salieron de la casa al escuchar un ruido. Al salir, seguían escuchando aquel ruido, pero no veían nada. Algunos cruzaron el bosque hasta llegar a la orilla de la playa. Todos gritaban emocionados.

[Todos] - ¡Un avión! ¡Es un avión!

[Max] - No. Es un ekranoplano.

Todos se quedaron mirando a Max. Nadie sabía qué era eso.

[Max] - Roberto me había hablado de eso. Me contó que la URSS, junto con el proyecto del ekranoplano llamado Lun, se comenzó a construir otro denominado Proyecto 9037 "Spasatel", que significa "Salvavidas" o "Rescatador". Con capacidad para 150 personas, pero que en casos extremos podría llevar hasta 500 personas. Estaba destinado a ser un hospital volante para las tripulaciones de submarinos o navíos, pero jamás llegó a terminarse.

[Elena] - ¿Y cómo sabes que es este?

[Max] - Porque también me enseñó fotos de él, de lo que la URSS tenía construido, que era mucho, alrededor de un 90% de su estructura.

[Gamboa] - Pues parece que Roberto sí lo terminó en secreto.

[Julián] - Y es nuestra salvación.

[Salomé] - Salvavidas o Rescatador...lleva el nombre perfecto.

[Max] - Roberto ha pensado en todo. Nunca dejará de sorprenderme.

Y mientras esperaban a que la solución de todo llegase, todos se abrazaban, tranquilos, felices. No hacía falta que Max les convenciese de nada, todos estaban seguros de que aquel ekranoplano sería su salvación. Al menos, en él podrían escapar todos, hasta idear un buen plan con el que vencer a Alexander y los suyos.
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Bea84
Bea84
01/03/2013 14:36

PRESENTACIÓN DE LOS NUEVOS PERSONAJES QUE SE INCORPORAN A LA HISTORIA:




PERSONAJES QUE YA HAN SALIDO EN LA SERIE:



Leticia Dolera. Marimar, la novia de Roberto.
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Roberto, queriendo protegerla, le pidió a Max que Marimar fuese en el Rescatador. Max se encargó de mantener a Marimar viva, hasta que llegó el momento de irse. Una vez que subió al Rescatador, sus tripulantes la informaron de todos los detalles.


NUEVAS INCORPORACIONES:



Alfonso Bassave. Martín, hermano mellizo de Dani, y hermanastro de Roberto y Salomé, por parte de padre. Guerrero, luchador y con fuerte carácter a pesar de ser todo corazón. Novio de Raquel.
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Aitor Luna. Dani, hermano mellizo de Martín, y hermanastro también de Roberto y Salomé, por parte de padre. Alegre, divertido, y muy enamorado de su novia, Laura.
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Lana Parrilla. Raquel, novia de Martín. Carismática, valiente, y un tanto seria...hasta que coge confianza.
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Marta Torné. Laura, novia de Dani, y prima de Ainhoa. Laura y Ainhoa, convivieron siendo vecinas toda su infancia, eran inseparables. Pero un día, los padres de Laura decidieron mudarse al otro lado del país. Llevan varios años sin verse, ya que las dos vivían una muy lejos de la otra, y aunque habían quedado muchas veces en visitarse, finalmente no se dio la ocasión. Pero mantenían el contacto por teléfono e internet. Y por casualidades de la vida...o por capricho de Roberto, volverían a encontrarse. Laura aporta frescura allí por donde pasa, es la alegría personificada, siempre sonriendo, y haciendo sonreír a los demás. Muy amiga de sus amigos.
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Bea84
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01/03/2013 14:45
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Mientras El Rescatador se iba acercando más...

[Piti] - Vilma, ¿has visto ese elefante rosa volando?

Preguntó Piti, señalando al cielo, donde no había nada. Vilma no entendía nada. ¿Cómo iba a volar un elefante, y encima rosa? Esa broma tendría lógica entre niños, pero...no tenía gracia, al menos ella no se la encontraba.

[Vilma] - ¿Qué dices, anormal? Ups...te quiero.

[Piti] - ¿Y tú? Me llamas anormal, y luego me dices que me quieres. Quien te entienda que te compre.

[Vilma] - Eso prometí en nuestros votos. ¿Ya lo has olvidado? Si te llamaba algo, te diría justo después "Te quiero".

[Piti] - Es verdad. Lo recuerdo. Si ayer te hubiese dicho "Mira, un avión sobrevolando el mar" me habrías puesto exactamente la misma cara que has puesto ahora con el elefante rosa. Ahí está la gracia. Empiezo a pensar que no existen los imposibles.

Todos se echaron a reír. Piti tenía razón. Cada vez que llegaban a una situación límite, siempre había algo o alguien que inesperadamente, les salvaba. En ese momento, Max, que había ido a buscar la llave que Gamboa y él habían escondido en el bosque, para liberar a Cho y a Estela, se acercaba con ellos a la orilla.

[Max] - ¡Chicos! Ya estamos todos. Llevamos todas las armas encima, así que no necesitamos nada más. ¡Vamos! Subamos al Rescatador.

[Ainhoa] - Al menos tendremos que coger algo de ropa.

Max accedió, y a los pocos minutos, ya dentro del Rescatador...

[Martín] - Bienvenidos. Por fin Roberto nos ha dado orden para venir a buscaros. Lo estábamos deseando.

[Ainhoa] - ¿Laura? ¡Laura! ¿Eres tú? ¡No me lo puedo creer! Creí que nunca volvería a verte.

Dijo Ainhoa, emocionada y corriendo a abrazar a su prima.

[Laura] - ¡Claro que soy yo! Ni el fin del mundo acabaría conmigo. Ven aquí, prima.

Tras abrazarla, Ainhoa pidió a Vilma que se acercase.

[Ainhoa] - Ella es Vilma, mi mejor amiga. Mis dos mejores amigas conmigo...no me lo creo. Espero que os llevéis bien, eh.

[Laura] - Por mi parte, seguro.

[Vilma] - Y por la mía.

[Martín] - ¿Quién es Max?

[Max] - Soy yo.

[Martín] - Estás al mando. Seguiremos tus órdenes.

[Gamboa] - ¿Y no toca cambiar? Líder en tierra, líder aquí...

Dijo Gamboa, sonriendo, en broma...bueno, medio en broma.

[Max] - Anda Gamboa, que ser segundón no te viene mal. Se te ha subido a la cabeza tener tanto control en el Estrella.

Contestó Max, dándole unas palmadas en la espalda a modo de consuelo.

[Max] - Las órdenes, de momento solo serán dos. Que me digáis donde puedo comunicarme con el Estrella, y dirigirnos hacia sus coordenadas.

[Ainhoa] - Tendrás que ingeniártelas para hablar sin decir nada. Aunque eso a Burbuja y a ti se os da de maravilla. Están las cámaras, no deberíamos arriesgarnos a decirles que vamos a buscarles en esta cosa.

[Max] - Hablaré con ellos, pero más tarde. Y no hace falta avisarles de nada. Roberto ya lo sabe. Ahora tenemos las de ganar, cariño. El submarino casi dobla en velocidad al Estrella, pero el Rescatador dobla en velocidad al submarino. Cuando nos vean, aunque den vuelta para ir a por el Estrella, no podrán llegar antes que nosotros.

[Dani] - ¿Y cómo sabes que el Rescatador dobla la velocidad del submarino? ¿Sabías que Roberto se había hecho con él?

[Max] - No. Pero sí me habló de él y de sus características. Calculo que tardaríamos unas... ¿16 horas en llegar?

[Dani] - ¡Exacto! ¡Qué crack tío!

[Martín] - Antes de nada, hay algo que tenéis que saber. Sentaos.

Mientras todos se iban sentando, Martín se acerco a su hermano Dani, y comenzó a hablar.

[Martín] - Dani y yo somos hermanos, mellizos para ser exactos.

[Piti] - No se supone que deberíais ser iguales. Un aire tenéis, pero iguales como Sol y Elena, como que no.

[Dani] - Esos son los gemelos. La gente suele confundirse con eso. Los mellizos no tienen por qué ser iguales.

[Martín] - Seré directo. Tenemos dos hermanastros por parte de padre...Roberto, y tú, Salomé.

Salomé se levantó, quedándose paralizada durante unos segundos. Cuando lo asimiló y pudo reaccionar, caminó hacia ellos.

[Salomé] - Tendréis que contarme qué paso, o al menos lo que sabéis. La verdad es que no entiendo por qué mi padre tuvo una aventura, parecía tan feliz con mi madre...pero eso ahora es lo de menos. Tengo dos hermanos. En medio del fin del mundo, da gusto encontrarse con que tienes más familia que ha sobrevivido. ¿Un abrazo?

Y se abrazaron los tres. Unos minutos después...

[Martín] - Deberíamos cenar algo y descansar. Mañana por la mañana llegaremos al Estrella.
#60
Bea84
Bea84
01/03/2013 14:50
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~DÍA 136~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~


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Con los primeros rayos de sol, a una hora del Estrella, y cuando ya no había peligro de que en el submarino se enterasen de todo, Max se comunicó con el barco.

[Max] - Buenos días.

[Ricardo] - Buenos días, Max. Ya queda menos para que lleguemos.

[Max] - Lo mismo digo. Ya queda menos para que lleguemos.

[Ricardo] - ¿Cómo? ¿Para que lleguéis a donde?

[Max] - Al Estrella. En una hora estaremos ahí. Luego te lo explico. Solo te digo que estés tranquilo, que está todo bien. Preparaos para salir de ahí. Pero coged solo lo imprescindible.

Cortada la comunicación, Max se reunió con todos para desayunar.

[Martín] - Hay algo que no os conté ayer durante la cena. Hay otro pedazo de tierra, pero no es para habitar. Solo son poco más de 50 metros cuadrados. Lo utilizamos como pista de aterrizaje, y almacén. Allí hay 6 búnkeres enormes bajo tierra, donde guardamos antes del fin del mundo, cosas imprescindibles...y otras que no lo son tanto. En un búnker hay armas y munición, en otro medicinas y hasta equipos quirúrgicos de todo tipo, y otro con alimentos y agua potable, y otro más con ropa y calzado de todas las tallas y números. Luego hay dos extras. Un búnker con cosas de niños; un parque para montar con su tobogán, su columpio y más cosas, pañales, toallitas, cremas, polvos de talco, sillitas de paseo, triciclos, bicicletas...todo lo necesario para criar a los bebés que están o estarán por llegar. Para que no les falte de nada, y puedan disfrutar de todo lo que el fin del mundo les ha privado. Porque si alguien pierde con todo esto, son los niños.

Vilma y Salomé se miraron una a la otra, completamente emocionadas. A sus bebés no les faltaría de nada.

[Martín] - En el último, hay cosas a las que nos ha costado renunciar. Chocolate, café, tabaco, galletas, coca-colas, caramelos...de todo, incluso disfraces.

Todos hablaban unos a otros, emocionados, felices por saber que podrían disfrutar de algunas cosas con las que no contaban, y que podrían dejar de preocuparse por otras, como por ejemplo qué ponerse cuando la poca ropa que tenían se gastara.

[Raquel] - ¡Un momento! Hay más. Primero decir, que esos búnkeres están escondidos bajo 2 metros de arena, para que nadie los pueda ver a simple vista. Ese terreno, lo utilizamos para "aparcar" el Rescatador. Al lado de esos búnkers, en el otro lado de la isla, hay dos edificios de cristal opaco, por el que no se puede ver nada desde fuera, e imbatible, es imposible romperlo para entrar. Para entrar se necesitan, al igual que en los búnkeres, varias llaves y varios códigos también, además de una huella. Solo lee la huella de Roberto, de Martín y de Max. Así que es impenetrable. Esos edificios de cristal, son como un invernadero, solo que con más pisos. Los cristales dejan que pase la luz, para que no muera lo que hay dentro. En un invernadero hay plantas, algunas de ellas medicinales, y frutales, y en el otro animales para alimentarnos, y también algunos animales de compañía.

[Piti] - ¿Hay más islas? Porque a este paso, va a resultar que hay un montón, y hemos estado navegando más de 4 meses, justo por donde no teníamos que hacerlo.

Todos se rieron.

[Laura] - No hay más. Al menos, Roberto no nos ha hablado de ninguna más.

[Max] - Falta poco para llegar. Subiremos a todos al Rescatador, y nos iremos al almacén, para que Roberto nos diga qué debemos hacer.

[Salomé] - Pero... ¿Burbuja sabrá qué hacer?

[Max] - Cuando suba aquí lo sabremos.

En el Estrella Polar...

[Ricardo] - En menos de una hora, vendrán los que están en la isla. Todavía no entiendo cómo han conseguido llegar hasta nosotros tan rápido. Ni el submarino podría llegar desde la isla hasta nosotros en tan pocas horas.

[Julia] - ¿Nos sacarán de aquí para llevarnos ya a la isla?

[Ricardo] - Sí, os sacarán.

[Julia] - ¿Cómo? ¿Estás diciendo que tú te quedarás?

[Ricardo] - Sí. Soy el capitán de este barco, y no pienso abandonarlo. Pero quiero que vayáis los demás, no quiero arriesgar vuestras vidas.

[Julia] - ¿Y la tuya sí? ¿Estás de broma, no? Si el submarino los ha visto a ellos venir hacia aquí, podría dar vuelta y venir a por ti. ¡Vas a arriesgar tu vida por un puñetero barco!

[Ricardo] - Julia, no es un puñetero barco, es el Estrella, mi casa. Será solo por unas horas. Mañana por la noche llegaré con el Estrella a la isla, y todo volverá a la normalidad. Mi familia estará allí esperándome. Ainhoa, Valeria y tú.

[Julia] - ¿Ah, sí? ¿Tú crees? ¡Pues no estés tan seguro! Ahí te quedas. En ¡TU! casa, con ¡TU! familia. Si crees que te voy a esperar, después de la decisión que acabas de tomar, ¡vas listo!

Julia se fue de allí, más enfadada que destrozada. No podía creer que Ricardo se arriesgase a dejar sola a su familia por un simple barco. ¿Su hogar era más importante que su familia? Porque si era así, Julia empezaría a replantearse muchas cosas.

Avance:
Mientras Julia asimilaba lo que acababa de escuchar, el Rescatador estaba a unos minutos del Estrella. Pronto Ainhoa y los demás, descubrirían las intenciones de Ricardo. ¿Cómo reaccionará Ainhoa? ¿Cambiará el capitán de idea? En unos minutos, también disfrutarían de muchos reencuentros...aunque de otros no tanto. Ainhoa con su padre y su hermana pequeña, Roberto con Salomé, sus hermanastros y Marimar, Ulises con Ainhoa, Max y Carla...la acción de armas se había pospuesto por un tiempo más, pero no por ello la acción brillaría por su ausencia. Todos tenían muchas batallas emocionales y sentimentales por librar. Y tenía toda la pinta de avecinarse una fuerte tormenta.




Poco después, el Rescatador ya había llegado al Estrella. Todos en el barco esperaban en cubierta; Ricardo, Valeria, Julia, Burbuja, Ulises y Sandra. En el Rescatador, Raquel, Laura y Marimar, les explicaban a todos cómo funcionaba el aparato para hacerles bajar al Estrella, y luego subir nuevamente al Rescatador.

[Raquel] - El dispositivo para ascender y descender, es muy similar al de levar y bajar anclas de un barco. Una roldana con una cuerda que vamos soltando para bajar, o recogiendo para subir.

[Laura] - Solo que ésta va automáticamente. Hay 4 botones. Encender, apagar, bajar y subir. Así de simple.

[Marimar] - Los que bajen, lo harán de uno en uno. Solo hay que sujetarse a la cuerda, y al llegar a cubierta, la soltáis, para que nosotros podamos recogerla, y que pueda bajar el siguiente. ¿Sabéis ya quiénes bajarán?

[Max] - Sí. No debemos bajar demasiados, ya que perderíamos mucho tiempo. Julián, Salomé, Gamboa, Ainhoa y yo. Los demás no os apuréis, en unos minutos estaremos aquí, y podréis reencontraros con Roberto.

[Julián] - Max, si no te importa, yo prefiero no bajar.

[Max] - Bien, como quieras.

La primera en bajar fue Salomé, que nada más tocar con sus pies la cubierta, soltó la cuerda y corrió a abrazar a su hermano. Tras ella, bajó Max, que se reunió con el capitán, y mientras Ricardo le informaba de su decisión, bajó Gamboa. Ulises, miraba extrañado hacia la parte superior de la cuerda. Le faltaba alguien porque bajase por esa cuerda, y ese alguien no era precisamente Ainhoa, que ya estaba bajando por la cuerda. Cuando Gamboa se acercó a él y a Sandra, que estaba a su lado, preguntó.

[Ulises] - ¿Y mi padre? ¿No viene?

[Gamboa]- No. Tú te vienes conmigo. Y tu chica también.

Y cuando ya estaban al lado de la cuerda, terminaba de bajar Ainhoa.

[Ulises] - Ainhoa...tenemos que hablar.

[Ainhoa] - Yo no tengo nada que hablar contigo.

[Ulises] - ¿Ni siquiera me vas a dar la oportunidad de explicarme?

[Ainhoa] - Si fueras de los nuestros, sí, te la habría dado.

Contestó Ainhoa, indiferente, mientras daba por zanjada esa no conversación, caminando hacia su padre y su hermana.
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