• EL BARCO, El Origen • (Fanfic) ~ [II] ~ 2x05 (Pide un deseo) ~ Último capítulo antes de parón

¡Buenos días! Lo primero, siento mucho no haber publicado la parte final del capítulo antes, pero es que estaba en fase de 'relax', recopilando ideas sobre los próximos capítulos. Hoy vengo con esta nueva parte porque ya sé lo que ocurrirá en los siguientes, ¡y en los próximos del otro fic! Así que estoy muy contento.

Bueno, sin más dilación os dejo leerla, recordad que sólo queda un capítulo para el final de temporada, que os juro que será apoteósico.

Capítulo 8: Venganza (Parte III: Final)

[/h1][/u] ~ El último suspiro ~

Un armonioso y delicado sonido se escucha intensamente en la pequeña sala. Procede del piano, que está siendo tocado por la brillante Ainhoa. Ésta, que ni siquiera tiene que mirar la partitura, ya que se la sabe de memoria, esboza una amplia sonrisa mientras de mira de reojo a Gustavo. Hay algo en él que la atrae de una forma incontrolable. No lo puede evitar.

Está sentado a su lado, y entonces comienza a tocar las teclas junto a ella. Gustavo también le mira, feliz. Pasan varios segundos y sus manos se cruzan por unos instantes. Ainhoa se enrojece, hay algo en lo más profundo de su corazón que intenta salir a la superficie. Lo mira. Se acerca a sus labios, al igual que su profesor. Ambos cierran los ojos, en silencio. Sus labios se aproximan, pero de pronto... la puerta se abre.

Ainhoa retrocede tan rápidamente que se cae de espalda al suelo. Su madre, que acaba de aparecer, corre y le ayuda. Gustavo se levanta, no sabe qué decir. Ya se está yendo hacia la puerta cuando se vuelve.

Gustavo: Ah, se me olvidaba. Mañana no podré venir a darte clase, lo siento. Estaré tocando durante dos días en Ginebra. Bueno, hasta pronto.

El profesor se va, mientras Ainhoa recoge sus partituras en la mochila. Procura no mirar a su madre, aunque ésta, que venía pensando en sus hermanos, no se ha percatado de lo que había estado a punto de ocurrir.

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Llama a la puerta, al igual que un día antes, cuando se encontró con la hija de su hermano inconsciente. Pero ésta vez la voz de Alexander se escucha a través del timbre, mientras una videocámara comienza a parpadear.

Voz de Alexander: Vaya, hermanito, ¿Qué quieres?

Luis se queda pensativo durante unos segundos, midiendo cada palabra que tiene que salir de sus labios. Mejor que primero le abra la puerta y después interrogarlo.

Luis: Me alegro de que estés aquí. Eso significa que Estela está ya bien, ¿no? Tan sólo quiero hablar.

Voz de Alexander: Le han dado el alta. Es increíble lo que el dinero puede hacer, le han tratado mejor que a nadie, claro. En fin, pasa.

La puerta comienza a abrirse y Luis se apresura en acceder al recinto. Sube el sendero hacia la mansión de su pudiente hermano, mientras disfruta de los amplios jardines. Menudo lujo tiene que ser vivir ahí. Aunque la verdad es que a él no le va nada mal.

Llega a la mansión, la puerta también está abierta. Antes de acceder, exhala un último suspiro.

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Está sentada frente a la mesa, mirando sonriente a Max. Se esfuerza por ocultar lo que en esos momentos siente. La muerte de su madre no para de rondarle por la cabeza y está a punto de explotar. No puede seguir ocultando lo que pasó.

Algunos

Natalia está sentada en el suelo, con las piernas cruzadas y los ojos cerrados. Una mujer está parada junto a ella, contemplando la escena. Han pasado dos horas desde la muerte de su padre, pero ella sigue ahí, sentada. Su madre ha desaparecido, no ha vuelto de la compra. Ella, con tan sólo 17 años, se ha quedado sin familia.

Mujer: ¿Qué.. qué es lo que ocurrió?

La muchacha abre los ojos, después de tanto tiempo, y se da cuenta de que se encuentra en un horrible estado. Tiene los ojos húmedos, los labios mordidos y está empapada.

Natalia: Él... Le dije... que no se acercara. Cogí el cuchillo. Él... iba borracho.. Me miraba. No podía más. Se lo supliqué... Me pegó... Intenté huir pero... -en ese momento se le pasaron pensamientos por su cabeza. Si afirmaba que ella lo asesinó, y demostraban que no fue en defensa propia, ella podía pasar un tiempo en la cárcel. Pronto cumpliría 18 años. Debía mentir- entonces apareció mi madre. Me miró y vio lo que estaba sucediendo. No se lo pensó. Agarró el cuchillo que antes llevaba y se lo clavó repetidas veces. Después se fue corriendo.

Los ojos azules de Max estaban clavados en ella.

Max: ¿Natalia? ¡Oye!

Natalia: ¡Sí, lo siento! Estaba pensando en algo del trabajo. Me dolió que me mintieras para que viniera a Ginebra, pero ha sido lo mejor. Me encanta trabajar aquí. Y nosotros nos seguimos viendo a menudo. Bueno, ¿Qué me estabas diciendo?

Max: Sólo estaba preguntándote que querías tomar.

Natalia: No tiene importancia. Me conformo con estar contigo. Eres lo mejor que me ha ocurrido en la vida. -se levanto un poco y le besó en los labios- Bueno, he pensado que podríamos ir mañana a ver a Gustavo Peñas. Es mi compositor favorito y actúa en el Recinto de Eventos de Ginebra. Me he adelantado y he comprado dos entradas. Así que no me digas que no. -en ese momento sacó una entrada de su bolso y se la entregó a su novio-

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Se despierta, aturdida. La sala está inmersa en la oscuridad. Parece que encuentra en un avión, o algo por el estilo, puesto que hay unas pequeñas turbulencias. Ella permanece atada de pies y manos, pero reptando, se acerca hasta la puerta. ¿Dónde está su hijo? Apoya su cabeza junto a la puerta.



Escucha un llanto al otro lado. Al menos, su hijo está vivo. Sabe a la perfección quién le ha secuestrado. Algún secuaz de Alexander, que quiere vengarse de ella. Pero sabe algo: no le hará nada a su niño, puesto que también es hijo suyo. De pronto, escucha sonar un móvil al otro lado, y la voz de un hombre.

Voz de hombre: Sí, todo ha salido a la perfección. Viajamos en el jet hasta el aeropuerto, muy pronto llegaremos. Claro, está preparado el vehículo para llevarla al centro del ECND. La esconderemos en el sótano.

De pronto, presiona sin querer el botón de 'Altavoz' sobre la pantalla táctil de su móvil. Éste se activa al instante, permitiendo a Alicia escuchar a Alexander durante unos instantes.

Voz de Alexander: Pero quiero una cosa, que la tratéis bien. Dejadla. Es para mí. Ya le tengo preparado algo. Ahora debo cortar la llamada. Hace cinco minutos que le dije a mi hermano que iba al baño. Más os vale no echar a perder el plan.

Se escuchó un pitido y se cortó la llamada.

buen cap, le doy un 9 porque a sido bastante corto... pero esta muy bien escrito

Pues por fin se te ve el pelo David,me alegra de que estos días te hayan servido para canalizar ideas para tus dos fics...Ainhoa y Gustavo apunto de besarse wow y su madre casi se da cuenta pero ella esta pendiente de sus hermanos..Luís apunto de entrar en casa de Alexander...¿Qué pasará ahora?¡Natalia culpa a su madre del asesinato de su padre!FANTÁSTICO.Y Max y Natalia,¿Novios? Pero verán a Gustavo..Ahí pasará algo o habrá trama para la segunda temporada...Y Alicia interpretada por Megan,me ha encantado jijiji..Y el título genial,El último suspiro antes del final jeje..Bueno sube pronto el final y espero que sea largo :) LE DOY UN 10

Lo primero decirte que siento muchisimo no haber comentado, perohe estado ocuapada y te leila desde el movil, lo siento :$
ahora te comento el capi:
esta genial, tiene mucho misterio, ainhoa y gustavo a punto de besarse, marisa y su hermano, puuuuuufff pinta genial, siguelo cuando puuedas!
intentare comentar mas a menudo
me encanta el fic!! como todo lo que escribes! :)

Me ha encantado, eso sí, muy corto para tu brillante imaginacion, jajaja. Marisa y su hermano, wtf... le doy un 9. GRANDE! :D

Gracias a todos por vuestros comentarios Veo que lo que menos os ha gustado es la longitud de la parte, procuraré hacerla más extensa en los siguientes capítulos, a ver como sale el último de temporada...

De nada David
Sube pronto y pásate por mi nuevo fic del Barco..
El final de esta temporada promete y mucho,y espero que no lo dividas en partes y que sea largo! :)

Después:

Voz de Javier: En anteriores capítulos de "El Barco. El Origen'

Roberto: Tienes que irte de aquí. Salomé, voy a hacer algo que pondrá en peligro mi vida. Pero no puedo dejar que eso a ti te afecte. Tienes que esconderte. Si me pasa algo, por favor, vete lo más lejos que puedas. Pero jamás digas que eres mi hermana. ¿Lo has entendido? ¡Jamás!

La mujer se queda quieta durante algunos instantes, recapacitando lo que su hermano acaba de decirle. Roberto da un sorbo a su chocolate caliente, pero está ardiendo.

Salomé: ¿Pero por qué me dices eso, qué vas a hacer? Me estás asustando.

Roberto: No puedo decirte más, eso te pondría en peligro a ti también. Recuerda lo que te he dicho, y vete cuanto antes.

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Ricardo: ¿Marisa, te ocurre algo? ¿Qué pasa?

Marisa: Sí, Ricardo... Anteayer me llegaron los resultados de mi análisis. Siento habértelo ocultado, pero no encontraba el momento para contártelo. Lo siento, de verdad, lo siento mucho.

Ricardo empieza a preocuparse. Le acaricia del pelo y le da un abrazo. Se teme lo peor. Si su mujer está así, es que es algo grave.

Marisa: Es... -hace una pausa de varios segundos, sin decidirse- leucemia.

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Gamboa sigue su camino, y cuando está a tan sólo diez metros del portal, escucha un frenazo. Inmediatamente se gira, en el momento justo para ver como un coche arrolla a su familia. Se escucha un grito que se le queda grabado en el oído.

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Ainhoa: ¿Por qué no contestabas? ¿Qué pasa? ¿Estás bien?

Ella se acerca hasta Manuel. Su cabeza está apoyada sobre la superficie del piano. Parece dormido. Le toca el brazo para despertarlo, y al moverle, Manuel Montalvo se desploma en el suelo, boca arriba. Tiene sangre en la comisura de los labios, y le brota un olor putrefacto. A su lado, hay un pequeño botecito de cristal, roto.

Ainhoa: ¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!

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Voz desconocida: De la Cuadra, el capitán Bermuda se retira… Y lo ha nombrado a usted como sucesor. Deberá presentarse en el Estrella Polar mañana a las 12:30 para aceptar o rechazar este gran honor.

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Mientras, Leonor se afana por alejarse del chalet sin que la vean. Desde la puerta trasera baja un pequeño sendero y atraviesa la zona de la piscina. Por suerte para ella, la valla no es muy alta. Ahora la espera un tortuoso camino: tiene que bajar una empinada ladera, ya que la unifamiliar está en el borde del monte. Corre todo lo que puede, pero al llevar zapatos de tacón, tropieza y cae al suelo. Rueda colina abajo durante algunos segundos y se desploma boca arriba, golpeándose en la cabeza. Unas pequeñas gotas de sangre se extienden alrededor.

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Alexander: Recuerda que ahora me debes un favor. Te he librado de unos cuantos años en la cárcel... Así que ahora me temo que tendrás que hacer todo lo que yo te diga, si no quieres volver a estar presa, claro.

Leonor: ¿Pero qué diablos estás diciendo? ¡Si me sacaste de allí es porque tu estás tan metido en esto como yo! Vale que yo le dí el barbitúrico, ¡pero bajo orden tuya! Así que no me ordenes nada, porque te juro que me envías otra vez a la cárcel y te arruino la vida.

El calvo prorrumpió en unas sonoras carcajadas. Leonor lo miró preocupada. Había veces que Alexander le infundía auténtico temor.

Alexander: No sabía que eras tan ingenua, mi querida Leonor. ¿Que quieres decirlo todo? ¡Dilo, por supuesto! A ver qué juez te creerá. A ver que juez creerá que un prestigioso empresario como yo, con dinero a montones, quisiera matar a un don nadie. No tienes pruebas. El bote de barbitúrico sólo tiene tus huellas. Ainhoa tan sólo te vio a ti... ¿Quieres que siga?

Después:

Estaba extrañado de que no hubiera nadie. Golpeó levemente la puerta. Estaba abierta. Eso aún era más extraño. Entró rápidamente y corrió por los jardines. Entonces se dio cuenta de que había alguien tirado en el suelo, junto a la piscina. Aumentó la velocidad y llegó hasta allí, su hijo venía corriendo tras él. Ambos se dieron cuenta: Estela estaba tirada sobre el suelo, inconsciente.

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Policía: Lo siento, hija. No puedes pasar... Es mejor que no lo hagas.

Marisa: ¿Pero qué ha ocurrido? ¡¡Dónde están mis padres!? ¡Quiero verlos! ¿Qué ha pasado?

La muchacha se rompe a llorar. Se imagina lo que ha podido ocurrir y un sudor frío le recorre cada centímetro de su cuerpo.

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Natalia: ¡No vuelvas a tocarme! ¡NO TE ATREVAS!

Su padre le agarra del brazo de nuevo, pero ésta vez para quitarle el cuchillo, riéndose. El rostro de Natalia cambia completamente. Su mirada es de odio, furia y resentimiento. Sin pensárselo, le clava el cuchillo en el pecho. Su padre cae al suelo, al instante, y comienza a desangrarse. La muchacha le apuñala varias veces más. Después su mirada vuelve a ser la misma y el cuchillo se le cae de las manos. Está empapada en sangre.

Se cae al suelo y se pone las manos en la cabeza. Se tambalea. Cierra los ojos.

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Le habían mentido. Antes de que sus padres murieran, o ella prefería creerlo así, su madre le había dicho que uno de sus hermanos había muerto, Carlos. Marisa se lo creyó, claro, ¿Por qué le iba a mentir? Meses después sus padres fallecieron y separaron a Marisa y Max (su único hermano, según pensaba ella) y los mandaron a casas de acogida diferentes.

Aquella hoja sólo podía significar una cosa: ninguno de sus hermanos falleció. Los dos estaban vivos, y ella debía encontrarlos. Se prometió a si misma no dejar de buscar hasta que los hubiera encontrado. A ambos. A Max... y a Carlos. Aunque como a ambos los habrían adoptado, ella no tenía ni la más remota idea de dónde podían estar. Incluso podrían tener un nombre distinto. Pero ella... los iba a encontrar.

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Está sentado a su lado, y entonces comienza a tocar las teclas junto a ella. Gustavo también le mira, feliz. Pasan varios segundos y sus manos se cruzan por unos instantes. Ainhoa se enrojece, hay algo en lo más profundo de su corazón que intenta salir a la superficie. Lo mira. Se acerca a sus labios, al igual que su profesor. Ambos cierran los ojos, en silencio. Sus labios se aproximan, pero de pronto... la puerta se abre.

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De pronto, presiona sin querer el botón de 'Altavoz' sobre la pantalla táctil de su móvil. Éste se activa al instante, permitiendo a Alicia escuchar a Alexander durante unos instantes.

Voz de Alexander: Pero quiero una cosa, que la tratéis bien. Dejadla. Es para mí. Ya le tengo preparado algo. Ahora debo cortar la llamada. Hace cinco minutos que le dije a mi hermano que iba al baño. Más os vale no echar a perder el plan.

Capítulo 1x09: "Pura maldad" (Último capítulo de temporada)

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La portezuela del pequeño piso se abre y Natalia accede al mismo. Deja su chaqueta colgada en el perchero y camina hasta el salón. Ha venido para prepararse, puesto que luego ha quedado con Max para ir al concierto de Gustavo Peñas. Está muy emocionada puesto que nunca lo había visto en persona, jamás había tenido la oportunidad de acudir a ninguno de sus conciertos, sino que tan sólo lo había escuchado gracias a sus CD's.

Nada más entrar al salón se da cuenta de que hay un mensaje en el contestador. Asustada, corre hasta él y le da al botón. Entonces se escucha la voz de Luis:

Voz de Luis: Natalia, he encontrado algo. Sólo puedo confiar en ti. Me voy a meter en un buen lío, pero, he de avisar a los miembros del ECDN de que Alexander planea destruir el mundo. Y sólo para llenarse los bolsillos y ser el dueño del mundo. Ahora mismo voy a ir a pedirle explicaciones o darle un ultimátum, si no descarta este absurdo plan, lo contaré todo. Espero que reaccione. Bueno, me tengo que ir. Cuéntale todo esto a Roberto, por favor. Gracias.

Suena un pitido y la voz de Luis deja de escucharse. La tez de Natalia se vuelve completamente blanca. Unos recuerdos van pasando por su cabeza.

Flashback

Algunos meses antes

Alexander: Lo diré sin rodeos. Quiero que seas mis ojos y mis oídos en el centro del ECND en Ginebra. Quiero que me cuentes todo lo que oigas allí, y si alguien está planeando algo contra mí. Sé que en estos momentos tengo más enemigos que amigos, y cuando no estoy allí quiero que tú estés para descubrir lo que ocurre. No puedo permitirme ni una sola metedura de pata. Estoy totalmente implicado en este proyecto. ¿Lo has entendido?

Natalia: Claro que lo he entendido. Pero, ¿y qué beneficio saco de todo esto?

Alexander: Ninguno. Yo soy el jefe de esto, si no estás contenta, te largas por dónde has venido. Pero que yo recuerde no tienes a dónde ir. Pero vamos, si quieres, ahora mismo te firmo el finiquito y te largas. Más claro, agua.

Natalia: Está bien.. Te ayudaré. Pero no pienso hacer nada más que informarte. No me obligues a nada más. Ya tengo suficiente con ser una espía.

Alexander: Y sobre todo vigila a mi hermano. No sé si he hecho bien contratándolo aquí, pero bueno... Somos familia y necesitaba dinero. Bueno, sal de mi despacho. Deprisa.

En la actualidad

Tras aquellas imágenes que habían pasado rápidamente, Natalia tarda poco en reaccionar. Inmediatamente pulsa el botón de 'Borrar' y el mensaje queda eliminado del contestador.

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Luis: ¿Pero bueno, a dónde vas? Primero vas a beber agua y ahora otra vez... ¡Que tengo que hablar contigo!

Alexander: Sí, que es solo un momento. Espérame aquí.

El hombre sube las escaleras de nuevo, pero esta vez se dirige a la habitación de la criada. Abre sin llamar a la puerta. Allí se encuentra con ella, que está limpiando las paredes con un plumero.

Alexander: Claudia, haz el favor de irte. Voy a tener una charla bastante importante.

Claudia asiente, mientras sale de la habitación.

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Marisa camina tranquilamente por la calle, viene del médico. Las noticias son esperanzadoras. Han pillado a tiempo su leucemia y va a empezar un tratamiento de choque que puede resultar. Aunque es prácticamente experimental, quizás consigue que ella pueda seguir viva. Junto a su familia.

De pronto, escucha algunos ruidos provenientes de un callejón. Después, varios gritos y dos disparos, seguidos de un golpe seco. Instintivamente, la mujer corre todo lo que puede hasta alejarse de allí.

Flashback

Veinticuatro años antes[/b]

Entra por la puerta, acaba de llegar del colegio. Y como iba siendo habitual desde que nacieron sus hermanos, unos constantes gritos resuenan por toda la casa.

Voz de Mónica: ¡¡Deja de gritar de una maldita vez!! Vas a despertar a los niños, ¡con lo que me ha costado que se durmieran!

Voz de Ismael: ¡No me pienso callar! No tenemos un duro, no podemos darles de comer, ¡y todo porque me han despedido!

Voz de Mónica: ¿Y qué narices quieres que haga yo? ¡Tengo que quedarme todo el día metida en casa para cuidarlos y tengo que hacer milagros para que lleguemos a fin de mes! Maldita sea, ¡encuentra un puñetero trabajo ya!

En la actualidad

Dobla la esquina y continúa corriendo. Ya ve su casa desde lejos. Se gira y afortunadamente ve que nadie la está siguiendo. Pero aún así, se esfuerza aún más por alcanzar su hogar.

Flashback

Veinticuatro años antes[/u]

Está tumbada en la cama, pero después de muchas vueltas, no consigue dormirse. No tiene sueño. Mira el reloj. Las 02:20 de la madrugada. Suspira.
Entonces escucha el chirrido de la puerta de la casa al abrirse. Luego, los pasos de su padre y algo haciéndose añicos. Se levanta asustada y camina por los pasillos. Se esconde tras la esquina, pero escucha lo que ocurre. Tan sólo ha sido el ruido provocado por un florero al caerse.

Parece que su padre está borracho. De pronto, escucha nuevos pasos. Sale corriendo y se esconde en el baño mientras su madre pasa el pasillo, en pijama. Vuelve a su escondite.

Mónica: ¿Pero cómo vienes a estas horas… y en este estado? ¡No puedes permitirte el lujo de gastar el dinero en beber!

Ismael: …. Haré lo… que me dé la gana. Es… mi dinero –hip- y lo usaré –hip- como quiera…

Mónica: ¡Pues resulta que es nuestro dinero! ¡Es el dinero de tus hijos y no puedes gastártelo en bebida, por Dios! Eres un maldito borracho.

Ismael: No… te atrevas –hip- a decir eso…

Mónica: ¡Es la cruda realidad! Ni buscas trabajo ni das un palo al agua. ¿Te crees que soy tu criada? ¡Pues no! Estoy harta… Estoy harta. ¡Quiero que hagas algo de una maldita vez, borracho de mierda!

Marisa saca algo su cabeza para observar lo que ocurre y un estremecimiento recorre cada parte de su cuerpo. Ismael le propina un bofetón a su madre, lo suficientemente fuerte como para que ella esté a punto de caerse sobre la mesa. Ella se levanta, pero tropieza y se golpea con la puerta en la cercanía del ojo derecho, que comienza a quedarse morado.

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Alexander: Ya te dije que sólo mande crear ese protocolo por si acaso algo fallaba. Los miembros del ECND están al corriente de ello. ¿Por qué vuelves aquí para decírmelo?

Luis: Veo que no entiendes la situación. Ninguno de ellos lo sabe. Eso es una mentira como una casa. Además, he mirado tu despacho. Y me gustaría que me explicaras porque hay ingresos millonarios en tu cuenta. Sí, te dejaste el ordenador encendido. Y hay que ser tonto para no darse cuenta de lo que está ocurriendo. Los ingresos venían con el nombre de ‘Alejandría’. ¿No te sonará, por casualidad?

Alexander esboza una siniestra sonrisa. Parece que lo ha pillado.
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Se despierta de nuevo. En esta ocasión está sentada en la parte de atrás de una furgoneta que va a toda velocidad. Parece que le han dado algo para que se durmiera porque no recuerda haber llegado hasta allí. Alicia abre los ojos lentamente, mientras el vehículo va aminorando la velocidad, hasta pararse.

Pocos segundos después las puertas se abren de par en par y dos hombres la agarran en brazos y se la llevan corriendo, bajan unas escaleras, caminan por multitud de pasillos y la tiran a la cama de una celda. Después escucha el sonido de la puerta al cerrarse. Está encerrada.
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Alexander: ¿A mí…? No, no me suena nada. -se ríe durante unos segundos- ¿Y qué si he recibido dinero a escondidas? ¿Y qué si he mandado ordenar idear ese proyecto? ¿Acaso tú me lo vas a impedir?

Luis: Pues la verdad es que sí. No voy a permitir que destruyas el mundo porque a ti te dé la gana. O cancelas este absurdo plan, o lo cuento todo. Tú decides.
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Natalia se sienta en una butaca, al lado de Max, que mira expectante al escenario. Tras unos segundos en completo silencio, se baja el telón y un hombre camina hasta el piano. La muchacha se queda paralizada al verle. Mira de reojo a su novio, que tiene la misma cara que ella. Mientras una armoniosa melodía comienza a inundar la gran sala, muchos pensamientos corren a tropel por la mente de Max. Él… lo único que sabía de su familia es que sus padres lo habían muerto, y a él lo habían llevado a un orfanato, y que… tenía un hermano gemelo, que sus padres habían dado en adopción. Eso era lo que le habían dicho. Y acababa de encontrarlo, allí, junto a ellos. Gustavo Peñas.

Por un momento, los ojos se le empañan de finas lágrimas, y no puede contener la emoción. Natalia se abraza a él, comprende lo que está ocurriendo. Ella no tiene la suerte de tener hermanos, pero sabe cómo se siente Max.

Los segundos se pasan fugazmente, siguiéndole los minutos y muy pronto se había consumido la hora y media de duración. Unas explosiones multicolores indicaron que el concierto había acabado y unas bengalas se dispararon desde unos cañones. Bajo la atenta mirada de todos, una de las bengalas impacta con el telón, que poco después es pasto de las llamas. En un visto y no visto, el amplio telón de color magenta está siendo devorado por el fuego, mientras todos los presentes se afanan por correr hacia la salida. Es entonces cuando Gustavo repara en la presencia de Max y su mirada se clava en él. Corre a su encuentro y le da un único abrazo. Al igual que su hermano, él también sabe que tenía un hermano gemelo.

Pero no pueden intercambiar palabras, ni saludos, ni tan siquiera contar lo que les había ocurrido. No tienen tiempo. El escenario entero estaba ardiendo. Corren como pueden, pero, al ver una gran aglomeración en la puerta principal, se dirigen a la salida de emergencia. Una gran hilera de humo está abarrotando el lugar y las sirenas de los bomberos se acercan hacia allí. Pero de pronto, varios pedazos del techo se derrumban. Gustavo va el último de los tres, y entre aquella humareda, ambos ven como el recién llegado se desploma al suelo.
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Luis: Si es lo que has decidido, no tengo otro remedio. -dijo, a la vez que se levanta y se dirige a la salida-

Su hermano se levanta rápidamente del sofá y lo sigue hasta la puerta. No sabe qué hacer. Está metido en un buen lío. Luis abre la puerta y ya está a punto de salir, cuando Alexander le agarra del brazo.

Alexander: Tú no lo entiendes. Quiero poder. Sé que no recuperaré nunca a mi amada Sonia, pero al menos quiero llenar ese vacío con dinero y poder. ¡Quiero ser el dueño del mundo, maldita sea! ¿Tan difícil es de entender?

Luis: Pero… ¿No te das cuenta de que asesinarás a miles de millones de personas inocentes? A costa de qué… de nada. No puedo entenderte, porque nadie te entendería. Lo siento, pero no voy a permitirlo.

Diciendo estas palabras, va a salir de la casa, pero Alexander le empuja con todas sus fuerzas. Luis mira a los ojos de su hermano durante unas milésimas de segundo, hasta que se desploma de espaldas, y cae hasta la última escalera. Unas manchas de sangre tiñen las baldosas de mármol.

Gran capítulo..Lo leí en mi coche a las seis.
El reencuentro entre Max y Gustavo por fin! Que pena..¿Morirá Gustavo?
Y la extraña pelea de los padres de Marisa..la madre se golpea pero..me suena a mi que utilizará ese moratón para decir que su marido la maltrata..¿Y por qué se asusta Marisa de esos ruidos del callejón? Luego está lo de en anteriores capítulos y la voz de mi personaje..¡La criada de Alexander es la hermana de Leonor,seguro que en la segunda temporada hará algo!Alexander tira por las escaleras a Luís(MI PADRE XD) Hijo de puta..Me gustaría que Luís muriese y así mi personaje maduraría y se vengaría jeje..¡Espero el estreno de la segunda temporada! Le doy un 10..He echado de menos a mi personaje..

Uff que emocionante!!! Capitulo de 10, he estado en tension todo el tiempo, magnifico!
El reencuentro de Gustavo y Max ha sido impresionante y esperado, pero me da pena que muera Gustavo, si esque muere,
Y Luis, muerto? Que interesante
Espero la siguiente temporadaaaa!! que sera igual de impresionante que esta
Me encanta el fic!! :D

Me encanta, esta super interesante ¿Habrá muerto Gustavo?, me encantan los flashback de Marisa, y lo de Luis.... le doy un 10
Por cierto cuando estrenaras la 2 temporada

¿Cuando subiras algun avance de la nueva temporada? ¿Cuando estrenaras?

Novedades

● Nuevos personajes ●

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Irene Montalá como Julia Wilson.

Christophe Miraval como Philippe.

Marina Salas como Vilma Llorente.

Javier Hernández como Pedro Gironés.

Alba Ribas como Sol y Elena Torres.

Entre otras incorporaciones.

● Argumento del primer capítulo de la 2ª temporada ●

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Ha pasado un año desde entonces, pero casi parece cómo si hubiese ocurrido ayer. Es imposible describir lo que sintió Javier al descubrir que su padre había quedado en coma. Pero el sufrimiento ha sido eterno. Un año más tarde, la situación es prácticamente la misma.

Marisa ha finalizado su tratamiento contra la leucemia y todo parece indicar que ha superado el cáncer. Ella así lo desea porque ni siquiera le ha contado a Ainhoa su enfermedad.

Natalia está sufriendo con todo lo ocurrido. El accidente en Ginebra le ha hecho recordar lo ocurrido años atrás. Y no puede más. No puede contener sus sentimientos. Se siente incapaz de ignorar sus pensamientos y olvidar su pasado. Pero ya no hay vuelta atrás.
Ahora se siente mal por haber mentido a Roberto. Le ha mentido sobre Alexander. Le ha dicho que no hay nada raro en el Proyecto y que no hay nada por lo que preocuparse. Pero ella sabe que está empezando a sospechar.

Después del "accidente" de Luis, el doctor Schneider ya no se fía ni de su sombra. Sabe que algo ocurre en aquel centro del ECND y quiere mantenerse al margen de todos los chanchullos. Cumplirá su promesa de ayudar en el Proyecto pero después se irá para no volver.

Mientras tanto, la pobre Alicia sufre un incesante martirio en el sótano del centro de Ginebra. El sádico Alexander la mantiene prisionera, apartada de su hijo y haciéndole sufrir. Quiere verla morir lentamente.

●

Luis (Hugo Silva) se incorpora a 'El Estrella Polar' como personaje protagonista. Aparecerá en el último capítulo de la tercera temporada, y durante la mayor parte de la cuarta. De momento se desconocen las causas de su aparición, ni si estará de parte del Estrella Polar.

Tan sólo puedo desvelar que sus tramas serán paralelas con 'EL BARCO. El Origen' y su incorporación vendrá con otro de los personajes de la misma historia.

Si quieres descubrir sus historias y disfrutar con sus tramas, ¡no te pierdas el último capítulo de 'Estrella Polar' y la 4ª temporada!

Estrella Polar

Graacias!jajaja necesitaba una noticia..Voy a comentar..

Capítulo 2x01 (10): 'Remordimientos, una prisionera y un beso prohibido'

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5 de Febrero de 2009

Ya había pasado un año desde aquel fatídico día, pero nada parecía haber cambiado. Su padre seguía en aquella cama, inerte. En un profundo sueño del que no era capaz de despertar. En un estado parecido al sueño, pero más cerca de la muerte.

Y para Javier, cada hora que pasaba en aquel hospital era una tortura. Todavía no se había hecho a la idea de que quizás, su padre jamás despertaría. No quería ni pensarlo. Quería que abriera los ojos, que le sonriera y que se levantara de aquella maldita cama. Que lo acompañara a casa y que juntos celebraran su cumpleaños. El primer cumpleaños que iba a pasar sin su padre.

Pero sus sueños no se cumplían, y Luis, no despertaba. Recordaba aquel día con claridad. Él estaba tumbado en el sofá, viendo una serie de televisión, cuando el teléfono comenzó a sonar. Se levantó rápidamente y lo cogió. Aquellas palabras se le quedaron marcadas en su memoria. Las palabras de una recepcionista que le contaba que su padre estaba ingresado en el hospital, en coma. El teléfono se le cayó de las manos y echó a correr al hospital, sin siquiera cerrar la puerta.

Observó por última vez el cuerpo inmóvil de su padre, y salió al pasillo, cerrando la puerta. Se secó una lágrima del ojo y caminó hacia las escaleras.

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Natalia: Sigo diciendo que creo que te lo estás imaginando todo. ¿Por qué iba a ocurrir algo raro? Fue un terrible accidente... Luis se precipitó por las escaleras de aquella casa... ¿O acaso estás insinuando que Alexander pudo haberlo tirado?

El doctor Schnneider se giró un momento para mirarla.

Roberto: No... Yo no estoy insinuando tal cosa. Sólo digo que me parece algo extraño que ocurriera aquello. No sé... Hay algo que me huele mal en todo este asunto. Quizás Alexander esté escondiendo algo. Pero, ¿El qué?

Natalia: Creo que deberías dejar de darle tantas vueltas a la cabeza. -decía mientras tragaba saliva- No creo que ocurra nada raro aquí.

Roberto suspiró brevemente y se sentó junto al escritorio, mientras la muchacha salía, cerrando la puerta a sus espaldas. Estaba sudando y le dolía la cabeza. No aguantaba más la presión. Por un lado, no soportaba los recuerdos que no cesaban de aparecer en su mente. Aquellas imágenes que ella misma se había esforzado tanto en borrar de su memoria. Ella jamás iba a poder dormir tranquila, pero sabía que aunque fue un acto imperdonable, ya no había vuelta atrás.

Flashback


Algunos años atrás...

La policía asintió levemente con la cabeza y quitó el brazo de su hombro. Se levantó y habló durante algunos segundos con otros dos compañeros. Después regresó y se sentó de nuevo, junto a Natalia.

Policía: Hemos puesto en busca y captura a tu madre. No creo que tardemos en enc...

Pero no pudo terminar la frase, ya que la puerta del pequeño piso se abrió y una mujer de mediana edad, que lleva en sus manos dos bolsas llenas. La mujer entró al interior muy tranquila, pero al observar a los policías, las bolsas se le cayeron de las manos. Rápidamente, dos de ellos se acercaron hasta ella y le colocaron las esposas.

Mujer: ¿Pero qué ocurre? ¿Qué es lo que ha pasado? ¿Por qué me detienen? ¡Yo no he hecho nada!

Miró por unos segundos a los ojos de su madre, mientras veía cómo dos policías se la llevaban detenida. Algunas lágrimas cayeron de sus ojos.

Por otro lado, ella se había convertido en la espía de Alexander, y eso no le hacía ninguna gracia. Pero trabajar en la construcción del acelerador de partículas se había convertido en un sueño para ella, y no quería que todo se echara a perder. Si no seguía sus ordenes, la despedirían. Así que ella estaba obligada. Pero en el fondo, sabía o intuía que Alexander había tirado por las escaleras a Luis. Él mismo le había contado que había descubierto algo sobre todo aquello, y que le iba a dar un ultimátum a su hermano. Y justo el mismo día cae repentinamente por las escaleras de la casa de su hermano y se queda en coma. Era demasiado obvio.

Abrió la puerta del portal y subió las escaleras hasta su apartamento. Pero se sorprendió al ver a un hombre parado junto a la puerta. Se acercó hasta allí, y lo reconoció. Llevaba traje y sombrero, sin duda, no era Max. Era Gustavo.

Natalia: Pero bueno, Gustavo.. ¿Qué estás haciendo aquí?

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Revisó el correo, buscando alguna carta que le llamara la atención. Entonces observó una, la que le enviaban desde el hospital. La abrió sin dudarlo y la leyó lo más rápido que pudo. El papel se le calló al suelo, mientras saltaba de emoción. La puerta de la cocina se abrió, ante tanto griterío, y Ricardo se acercó hasta ella.

Ricardo: ¿Pero qué es lo que pasa? -dijo sorprendido al verla así de feliz, y entonces vio una carta en el suelo-

Marisa: El tratamiento contra mi leucemia ha sido eficaz y... todo indica que la he superado. ¡La he superado!

Corrió y la agarró entre sus brazos, para después acercar sus labios a los de su mujer. Ambos se fundieron en un apasionado beso.

Ahora que todo había pasado, ya podía dedicarse a algo que también le importaba. La búsqueda de sus hermanos.

Veinticuatro


Vuelve a casa, ebrio, como la mayoría de noches. Su mujer comienza a gritarle, pero esta vez él no le contesta, se dirige a la habitación. Algo mareado, se agacha y saca una escopeta de debajo de la cama. Normalmente la usa cuando se va de cacería, pero sus pensamientos no son esos. Con sangre fría, apunta a su mujer, que da un grito y se aleja hacia la puerta. El ruido de un disparo resuena en las finas paredes de la casa, mientras la mujer cae al suelo, muerta.

Él vuelve a la realidad y corre hasta ella. Comienza a llorar. Se arrepiente de lo que ha hecho, y agarra de nuevo la escopeta. Esta vez se apunta a la sien. Un último disparo se escucha en la casa, y un golpe seco en el suelo es seguido de un silencio total

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Llama al timbre y espera a que la valla se abra. Con gran pesar, entra por los jardines y sube la escalinata en dirección a la mansión. Desde que su padre entró en coma, Alexander se ha estado haciendo cargo de Javier. Por llamarlo de alguna manera. Porque lo trata como si fuera escoria. Lo mantiene castigado cuanto quiere, y viviendo en unas condiciones en las que lo único que no le falta es agua, comida y ropa.

Pese a llevarse mal con Estela desde pequeños, ambos han pactado una tregua. Ya no es tan mala con él como lo era antes. Ella comprende la situación de su primo, y en cierta forma, le ha empezado a dar algo de pena. Si pudiera, ella misma se largaba de aquella casa con tal de perder de vista a su padre.

Entró al vestíbulo y caminó en busca de Estela, con la que a veces hablaba, para matar el tiempo. En ocasiones le daba, a escondidas, algunos libros y juegos para que se entretuviera, pese a que Alexander se lo había prohibido tajantemente. De pronto su tío atravesó el vestíbulo, dijo unas palabras y siguió caminando.

Alexander: Claudia ya te ha preparado la cena. Está en la mesa.

El muchacho se dirigió a la cocina, mientras Alexander subía las escaleras. Se dirigía hacia el baño, con intención de tener un baño relajante, pero Claudia le paró por el camino.

Claudia: Alex.. ¿Puedo llamarte así, no? -decía mientras jugueteaba con su corbata- Llevo trabajando aquí más de tres años y jamás hemos mantenido una conversación. Ni siquiera nos hemos tomado un par de copas..

Se le quedó mirando, extrañado ante aquella reacción, pero finalmente le invitó a pasar a la terraza, mientras él iba a por las bebidas.

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Se quitó el sombrero y se sentó en el sofá, junto a ella. La miró a los ojos durante unos instantes.

Gustavo: Aquel día, en el hospital... Nos dimos un beso. Y sé que sentiste algo. La verdad, he estado pensando en aquello durante todo este tiempo. Y no puedo más. Sé que estás con mi hermano, pero... Nosotros tenemos mucho más en común.

Dijo esto y con rapidez, se acercó hasta ella y comenzó a besarla. Natalia no se apartó, sino que le devolvió el beso, mientras comenzaba a quitarle el traje.

Un


El médico atraviesa la habitación y se acerca hasta ellos. Lleva en sus manos una libreta, pero no parece tener cara de preocupación.

Médico: Se ha roto algunos huesos, y ha permanecido sin oxígeno durante demasiado tiempo, pero no tiene secuelas. Lo más probable es que se recupere en un par de semanas y le demos el alta. Por cierto, no podéis estar aquí los dos, sólo se permite una visita al paciente.

Natalia: Yo, ahora mismo me tendré que ir a trabajar, así que... ¿Por qué no pasas después tú, Max?

Éste asintió y le dio un beso en los labios, para después salir de la habitación. La puerta se cerró y tras esto, Gustavo comenzó a abrir lentamente los ojos, despertado por el ruido.

Natalia: ¿Sabes qué tengo un montón de CD's llenos de tu música en casa? Y hasta ahora no te había conocido... Y justo ahora que lo hago, casi te mueres. No sé que hubiera hecho entonces. En cierto modo, yo ya te conocía gracias a tu música...

Ambos se miraron a los ojos y de repente, Gustavo levantó la cabeza y le besó en los labios.

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Una mujer guapa, con coleta, y morena, se acerca hasta un hombre trajeado, que permanece parado junto al centro del ECND.

Mujer: Philippe, ¿Seguro que tengo un trabajo aquí? No quiero trabajar en el ECND sólo porque tú me hayas enchufado...

Philippe: No es por eso, no digas tontegías, Julia. -le contestaba con un marcado acento francés- He hablado con Robegto y me ha permitido traerte. Seguro que se alegra de volveg a vegte.

Julia sonríe y camina junto a su novio, en dirección al centro del ECND.

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Se despertó y se levantó de aquella cama, tirada sobre el suelo. Bueno, no era una cama, tan sólo un colchón corroído y una única sábana encima. Hiciera frío o calor, no le daban nada más. Alicia se acercó hacia los barrotes de la celda, al ver como un hombre se acercaba hasta ella. Sostenía una vela en el brazo derecho, y en el otro, un tazón de sopa y un vaso de agua. Metió una llave en la cerradura, entró en el interior de la celda, y dejó el tazón y el vaso junto a ella.

Gamboa caminó hasta fuera de la celda y la encerró de nuevo. Se alejó de la celda y ésta volvió a quedar inmersa en la oscuridad. Ya casi no tenía fuerzas, tan sólo, ganas de morir.

Un 10! Inicio de Temporada a la altura de la otra temporada...Javier,pobre de mí.El personaje de Estela me encanta ahora,gracias por ayudar a Javier ajjaja^^Natalia y Gustavo,le estoy tomando asco a Natalia.Marisa curada,Luis en coma profundo,flashback(que me han encantado)Y Pobre Alicia..Me gusta las nueva incorporaciones de Phillippe y Julia...Y su pareja!^^
Sigue pronto..Y a ver JUEGO DE TRONOS!:D