Foro Bandolera
Nueva Historia - DIARIO de SARA REEVES y MIGUEL ROMERO -
#0
12/06/2011 01:40
Hola Forer@s!!
Después de ser una "yonki " de los relatos de este foro, hoy me ha venido la inspiración... y ha salido esto. Es la primera vez que escribo algo. Me gusta mucho leer pero ponerse a escribir... es otro cantar. Asi que os pido disculpas de antemano porque lo mio son las ciencias y no las letras.
Le encantaba aquella sensación de luz y calor. En Oxford el clima era muy distinto a Andalucía.
Allí estaba el cielo siempre encapotado y lloviznaba, por eso la tierra era muy fértil y había abundante vegetación. Pero en su conjunto, era una tierra de paisajes tristes, melancólicos…aunque no por ello poco bellos.
Desde que puso un pie en Cádiz al bajar del vapor se dio cuenta que Andalucía era tal y como la describían en las novelas que ella había leído durante su adolescencia.
Cádiz era bullicio de gentes, colores, alegría, calor, pero sobretodo luz y mas luz.
Qué estaba haciendo en España? Definitivamente se había vuelto loca. Su tío Richard no le iba a perdonar esta locura. Había aprovechado para irse de Oxford mientras su tío estaba ausente en un viaje de negocios y solo le había dejado una nota explicándole, que huía de Inglaterra porque no deseaba casarse con Albert, que se iba Andalucía a buscar sus raíces y su libertad, que le que quería mucho y sentía estar haciéndole esto, pero que no se preocupara porque ella iba a estar bien.
Pasó dos días en Cádiz los cuales aprovechó para comprar prendas de ropa mas ligeras, mandar un telegrama a su tío e informarse sobre las diligencias para llegar a Arazana.
Iba en una diligencia con destino a Sevilla, pero ésta se desviaría para acercarla a Arazana. Había decidido ese lugar como primer destino influenciada por todas las novelas de bandoleros que había leído. Le fascinaban esos hombres montados a caballo con trabuco en mano que vivían al margen de la ley, al margen de todo, porque eran libres. Libertad es lo que ella tanto ansiaba y esperaba encontrar lejos de su tío.
El viaje estaba resultando largo y pesado. Parecía que ya estaban llegando a las afueras del pueblo porque veía a jornaleros, mujeres, pastores…andando por el camino.
La diligencia se detuvo a la orilla de en un río. El cochero informó a Sara que solo le podía acercar hasta ahí ya que el pueblo estaba al otro lado y para bordear el río con el carruaje debía dar una vuelta muy larga. Ella cogió sus pertenencias , se despidió de la gente que viajaba con ella en la diligencia y anduvo por el puente de madera que cruzaba el río.
Era una tarde muy soleada, había niños jugando y bañándose en el río. Le apetecía meterse y refrescarse, era algo que una señorita como ella tenía prohibido. Un día de estos lo haría, pero ahora prefería buscar un alojamiento para pasar la noche, estaba cansada.
Una chiquilla se cruzó con ella por el camino y la miró con cara extrañada. Todo el mundo la miraba raro y cuchicheaban a su paso. Pensó que era normal, que a lo mejor por esas tierras no había muchos extranjeros.
Estaba absorta en sus pensamientos cuando de repente oyó unos cascos de caballo, se giró para ver por de donde venían. Lo vio. Vio a un caballo que galopaba desbocado hacia ella con un chico encima que gritaba que se apartara. Parecía que el chico era incapaz de controlar al caballo. Sara reculó hacia atrás pero algo pasó por su lado y le golpeó en la cara haciendo que cayera de bruces al suelo.
Después de ser una "yonki " de los relatos de este foro, hoy me ha venido la inspiración... y ha salido esto. Es la primera vez que escribo algo. Me gusta mucho leer pero ponerse a escribir... es otro cantar. Asi que os pido disculpas de antemano porque lo mio son las ciencias y no las letras.
Le encantaba aquella sensación de luz y calor. En Oxford el clima era muy distinto a Andalucía.
Allí estaba el cielo siempre encapotado y lloviznaba, por eso la tierra era muy fértil y había abundante vegetación. Pero en su conjunto, era una tierra de paisajes tristes, melancólicos…aunque no por ello poco bellos.
Desde que puso un pie en Cádiz al bajar del vapor se dio cuenta que Andalucía era tal y como la describían en las novelas que ella había leído durante su adolescencia.
Cádiz era bullicio de gentes, colores, alegría, calor, pero sobretodo luz y mas luz.
Qué estaba haciendo en España? Definitivamente se había vuelto loca. Su tío Richard no le iba a perdonar esta locura. Había aprovechado para irse de Oxford mientras su tío estaba ausente en un viaje de negocios y solo le había dejado una nota explicándole, que huía de Inglaterra porque no deseaba casarse con Albert, que se iba Andalucía a buscar sus raíces y su libertad, que le que quería mucho y sentía estar haciéndole esto, pero que no se preocupara porque ella iba a estar bien.
Pasó dos días en Cádiz los cuales aprovechó para comprar prendas de ropa mas ligeras, mandar un telegrama a su tío e informarse sobre las diligencias para llegar a Arazana.
Iba en una diligencia con destino a Sevilla, pero ésta se desviaría para acercarla a Arazana. Había decidido ese lugar como primer destino influenciada por todas las novelas de bandoleros que había leído. Le fascinaban esos hombres montados a caballo con trabuco en mano que vivían al margen de la ley, al margen de todo, porque eran libres. Libertad es lo que ella tanto ansiaba y esperaba encontrar lejos de su tío.
El viaje estaba resultando largo y pesado. Parecía que ya estaban llegando a las afueras del pueblo porque veía a jornaleros, mujeres, pastores…andando por el camino.
La diligencia se detuvo a la orilla de en un río. El cochero informó a Sara que solo le podía acercar hasta ahí ya que el pueblo estaba al otro lado y para bordear el río con el carruaje debía dar una vuelta muy larga. Ella cogió sus pertenencias , se despidió de la gente que viajaba con ella en la diligencia y anduvo por el puente de madera que cruzaba el río.
Era una tarde muy soleada, había niños jugando y bañándose en el río. Le apetecía meterse y refrescarse, era algo que una señorita como ella tenía prohibido. Un día de estos lo haría, pero ahora prefería buscar un alojamiento para pasar la noche, estaba cansada.
Una chiquilla se cruzó con ella por el camino y la miró con cara extrañada. Todo el mundo la miraba raro y cuchicheaban a su paso. Pensó que era normal, que a lo mejor por esas tierras no había muchos extranjeros.
Estaba absorta en sus pensamientos cuando de repente oyó unos cascos de caballo, se giró para ver por de donde venían. Lo vio. Vio a un caballo que galopaba desbocado hacia ella con un chico encima que gritaba que se apartara. Parecía que el chico era incapaz de controlar al caballo. Sara reculó hacia atrás pero algo pasó por su lado y le golpeó en la cara haciendo que cayera de bruces al suelo.
#101
19/07/2011 01:09
¡Me alegra que te guste la mia!
Yo hoy no he tenido tiempo...está mi prima en casa y necesita ''atenciónes'' , y para colmo tiene el pc toda la tarde-mañana y ni comentar ni nada...
¡Besos!
Yo hoy no he tenido tiempo...está mi prima en casa y necesita ''atenciónes'' , y para colmo tiene el pc toda la tarde-mañana y ni comentar ni nada...
¡Besos!
#102
19/07/2011 01:19
Piuii gracias
#103
19/07/2011 09:12
Me encanta Pituii, estos dos como los de la serie tienen problemas de comucnicación.
#104
19/07/2011 15:17
pituii!!!! me presento....Sara Romero Reeves una nueva fan de tu historia.....quiero másssssss estoy enganchada ;)
#105
19/07/2011 15:19
precioso, precioso, pero nena no tardes tanto, que lo dejas para mordernos las uñas, los pies, los pelos y todo lo mordible
#106
19/07/2011 15:25
pitui sigue cuando puedas esta mu bien
#107
19/07/2011 22:41
Está muy, muy bien,..................
#108
19/07/2011 22:55
pittui... qué bien vá tu historia, me encanta!... tu tranquila y cuando puedas ok!
Ayy qué rato más bueno he pasado leyendo historias tan distintas y maravillosas todas!. Gracias.
Ayy qué rato más bueno he pasado leyendo historias tan distintas y maravillosas todas!. Gracias.
#109
19/07/2011 23:32
Sin comentarios. (S. C.)
#110
19/07/2011 23:38
pituii yo tb soy fan de tu historia! me he llevado una alegría cuando he visto que la habías continuado! sigue plis!
#111
20/07/2011 00:06
Gracias a todas por los comentarios y por los sin comentarios, XDDDD!
Espero que os siga gustando...ya me direis. Intentaré poner mas a finales de semana.
besoss!! :)
Espero que os siga gustando...ya me direis. Intentaré poner mas a finales de semana.
besoss!! :)
#112
21/07/2011 12:40
pituii para cuando el siguiente ????
#113
23/07/2011 00:51
pituii k tenemos mono!
#114
23/07/2011 20:27
Jope lo siento!!! Hasta mañana por la noche no podré poner trozo nuevo. Pq para el primer finde q tengo libre dsp de muchos currando... Voy a aprovecharlo!!xd
Intentare mañana y si no el lunes sin falta! Muxos besotes y gracias por la paciencia!
Intentare mañana y si no el lunes sin falta! Muxos besotes y gracias por la paciencia!
#115
24/07/2011 19:05
11-.
Era un día muy caluroso, así que Sara decidió salir a pasear a última hora de la tarde cerca del río. Era un lugar que le encantaba. Se sentía en paz caminando por la orilla mientras escuchaba el sonido del agua fluyendo río abajo. También le relajaba el sonido de las hojas de los árboles golpeadas por la suave brisa de la tarde y el alegre canturreo de los pajarillos que sobrevolaban la zona.
Estaba ensimismada en sus pensamientos dándole vueltas a la cabeza en como se habría tomado su tío Richard que ella hubiera escapado a España. Seguro que no lo comprendería. Diría que no es un comportamiento apropiado para una señorita de su clase. Y tal vez tenía razón, era una locura, había huido literalmente de Oxford. Pero allí estaba muerta, y no se arrepentía en absoluto de su marcha. Durante los pocos días que llevaba fuera de Inglaterra había visto otra realidad, otra manera de vivir, que estando “prisionera” en su palacete de Oxford jamás habría conocido. Ahora se sentía viva, se sentía útil, quería hacer cosas para ayudar a la gente del pueblo, tenía ganas y muchos proyectos en mente. Tan sólo había un tema que le preocupaba mas que su tío…Miguel.
De pronto algo la salpicó. Hola Sara- saludó efusivamente alguien desde el río.
-Carlos! Qué susto me has dado! No te había visto.
-Lo siento, no quería asustarla.
-Qué haces ahí dentro?
-Bañarme. Qué pasa que las señoritas no se bañan?
-Claro que nos bañamos pero no el río donde todos te pueden ver.
-Y que tiene de malo que te vean? Aquí hay mas agua que en una bañera y es mucho mas divertido- dijo Carlos con una gran sonrisa.
-mmm…puede ser. Creo que tienes razón. Si debe ser mas divertido.
-Y por qué no se baña ahora y lo comprueba?
-Ni loca- dijo Sara riendo ante la propuesta.
-Carlos! Carlos! Dónde estás?
- Aquí Miguel!
- Ah, no sabía que usted estaba aquí- dijo mirando hacia Sara.
-Si, estaba paseando cuando por casualidad me encontré con su hermano en el río.
-Ah...ya veo. Carlos, por qué no sales ya del agua? No me gusta que andes sólo en el río a estas horas.
-No estoy solo, estoy muy bien acompañado como puedes ver- dijo burlonamente levantado las cejas en dirección a Sara.
-Venga Carlos, haz el favor de salir del agua e ir para la casa a secarte.
-Vale, lo que tu digas- dijo con tono de resignación.
Cuando Carlos ya estaba a una distancia prudencial Miguel se dirigió a ella
-Sara…yo…estaba buscando la ocasión para…para hablar con usted y disculparme.
-Pero… disculparse por qué?- preguntó Sara echa un flan. Aún no entendía por qué Miguel salió pidiendo perdón de su cuarto.
Miguel levantó las cejas en señal de asombro. Acaso no sabía ella porque él se disculpaba o es que quería que él se sintiera más avergonzado recordando lo ocurrido. Le examinó el rostro intentando descifrar su expresión y apreció sinceridad en su pregunta, no vio malicia ninguna, mas bien preocupación.
-Yo…quería disculparme por lo ocurrido el otro día en su cuarto.
Sara seguía con cara de no entender nada. Si alguien debía disculparse era ella por su comportamiento fuera de lugar.
- Verá Sara, yo fui a la posada para hablar de mi hermano. Pero…no se lo que me pasó que de repente la estaba besando. Quiero pedirle disculpas por eso, por mi comportamiento inapropiado. No quiero que piense que no respeto a las mujeres o que alguna vez me he sobrepasado con alguna, pero no se que me pasó. Ya sé que no es excusa, pero créame que no quería hacerle daño ni ofenderla.
Dios! Cómo podía si quiera pensar que le estaba haciendo daño u ofendiéndola? Miguel tenía un corazón demasiado noble, por eso pensaba así. Si supiera lo que ese beso significó para ella… aún sentía escalofríos al recordarlo. Y tener a Miguel solo a dos pasos de ella…no ayudaba demasiado a olvidar.
-Lo sé Miguel, créame que lo se. Usted sería incapaz de hacerme daño, se lo noto en la mirada, usted nunca me haría daño- le dijo Sara tocándole levemente el brazo.
-Si, yo jamás haría nada que pudiera herirla. Antes me moriría que hacerle daño a usted- le dijo mientras cogía la mano de su brazo y entrelazaba los dedos con los de ella-. Pero quiero reiterarle mis disculpas, me siento muy mal por lo ocurrido. Podrá perdonarme?-preguntó en tono suplicante.
-Si, Miguel. Lo mejor es que nos olvidemos de lo ocurrido. Le parece?-dijo Sara con una amplia sonrisa y dándole un apretón en la mano haciendo ver que no pasaba nada malo, pues Miguel estaba muy abrumado.
-Gracias Sara- dijo mirándola a los ojos. Le prometo que no volverá a tener queja de mi.
-Se está haciendo tarde, creo que debería irme.
-Si, la acompaño.
-No, no es necesario. He venido sola y puedo irme igual, me gusta pasear.
-A mi también, así que la acompaño-dijo con una preciosa sonrisa y poniendo el brazo en jarra para que ella se agarrase.
-Está bien, como quiera Teniente- dijo mientras aceptaba su ofrecimiento y se acoplaba a su brazo. Parecían una pareja de novios así cogidos, no lo eran, pero se sentía muy bien a su lado. Por algo que no sabía explicar ahora se sentía totalmente relajada en su compañía.
Era un día muy caluroso, así que Sara decidió salir a pasear a última hora de la tarde cerca del río. Era un lugar que le encantaba. Se sentía en paz caminando por la orilla mientras escuchaba el sonido del agua fluyendo río abajo. También le relajaba el sonido de las hojas de los árboles golpeadas por la suave brisa de la tarde y el alegre canturreo de los pajarillos que sobrevolaban la zona.
Estaba ensimismada en sus pensamientos dándole vueltas a la cabeza en como se habría tomado su tío Richard que ella hubiera escapado a España. Seguro que no lo comprendería. Diría que no es un comportamiento apropiado para una señorita de su clase. Y tal vez tenía razón, era una locura, había huido literalmente de Oxford. Pero allí estaba muerta, y no se arrepentía en absoluto de su marcha. Durante los pocos días que llevaba fuera de Inglaterra había visto otra realidad, otra manera de vivir, que estando “prisionera” en su palacete de Oxford jamás habría conocido. Ahora se sentía viva, se sentía útil, quería hacer cosas para ayudar a la gente del pueblo, tenía ganas y muchos proyectos en mente. Tan sólo había un tema que le preocupaba mas que su tío…Miguel.
De pronto algo la salpicó. Hola Sara- saludó efusivamente alguien desde el río.
-Carlos! Qué susto me has dado! No te había visto.
-Lo siento, no quería asustarla.
-Qué haces ahí dentro?
-Bañarme. Qué pasa que las señoritas no se bañan?
-Claro que nos bañamos pero no el río donde todos te pueden ver.
-Y que tiene de malo que te vean? Aquí hay mas agua que en una bañera y es mucho mas divertido- dijo Carlos con una gran sonrisa.
-mmm…puede ser. Creo que tienes razón. Si debe ser mas divertido.
-Y por qué no se baña ahora y lo comprueba?
-Ni loca- dijo Sara riendo ante la propuesta.
-Carlos! Carlos! Dónde estás?
- Aquí Miguel!
- Ah, no sabía que usted estaba aquí- dijo mirando hacia Sara.
-Si, estaba paseando cuando por casualidad me encontré con su hermano en el río.
-Ah...ya veo. Carlos, por qué no sales ya del agua? No me gusta que andes sólo en el río a estas horas.
-No estoy solo, estoy muy bien acompañado como puedes ver- dijo burlonamente levantado las cejas en dirección a Sara.
-Venga Carlos, haz el favor de salir del agua e ir para la casa a secarte.
-Vale, lo que tu digas- dijo con tono de resignación.
Cuando Carlos ya estaba a una distancia prudencial Miguel se dirigió a ella
-Sara…yo…estaba buscando la ocasión para…para hablar con usted y disculparme.
-Pero… disculparse por qué?- preguntó Sara echa un flan. Aún no entendía por qué Miguel salió pidiendo perdón de su cuarto.
Miguel levantó las cejas en señal de asombro. Acaso no sabía ella porque él se disculpaba o es que quería que él se sintiera más avergonzado recordando lo ocurrido. Le examinó el rostro intentando descifrar su expresión y apreció sinceridad en su pregunta, no vio malicia ninguna, mas bien preocupación.
-Yo…quería disculparme por lo ocurrido el otro día en su cuarto.
Sara seguía con cara de no entender nada. Si alguien debía disculparse era ella por su comportamiento fuera de lugar.
- Verá Sara, yo fui a la posada para hablar de mi hermano. Pero…no se lo que me pasó que de repente la estaba besando. Quiero pedirle disculpas por eso, por mi comportamiento inapropiado. No quiero que piense que no respeto a las mujeres o que alguna vez me he sobrepasado con alguna, pero no se que me pasó. Ya sé que no es excusa, pero créame que no quería hacerle daño ni ofenderla.
Dios! Cómo podía si quiera pensar que le estaba haciendo daño u ofendiéndola? Miguel tenía un corazón demasiado noble, por eso pensaba así. Si supiera lo que ese beso significó para ella… aún sentía escalofríos al recordarlo. Y tener a Miguel solo a dos pasos de ella…no ayudaba demasiado a olvidar.
-Lo sé Miguel, créame que lo se. Usted sería incapaz de hacerme daño, se lo noto en la mirada, usted nunca me haría daño- le dijo Sara tocándole levemente el brazo.
-Si, yo jamás haría nada que pudiera herirla. Antes me moriría que hacerle daño a usted- le dijo mientras cogía la mano de su brazo y entrelazaba los dedos con los de ella-. Pero quiero reiterarle mis disculpas, me siento muy mal por lo ocurrido. Podrá perdonarme?-preguntó en tono suplicante.
-Si, Miguel. Lo mejor es que nos olvidemos de lo ocurrido. Le parece?-dijo Sara con una amplia sonrisa y dándole un apretón en la mano haciendo ver que no pasaba nada malo, pues Miguel estaba muy abrumado.
-Gracias Sara- dijo mirándola a los ojos. Le prometo que no volverá a tener queja de mi.
-Se está haciendo tarde, creo que debería irme.
-Si, la acompaño.
-No, no es necesario. He venido sola y puedo irme igual, me gusta pasear.
-A mi también, así que la acompaño-dijo con una preciosa sonrisa y poniendo el brazo en jarra para que ella se agarrase.
-Está bien, como quiera Teniente- dijo mientras aceptaba su ofrecimiento y se acoplaba a su brazo. Parecían una pareja de novios así cogidos, no lo eran, pero se sentía muy bien a su lado. Por algo que no sabía explicar ahora se sentía totalmente relajada en su compañía.
#116
24/07/2011 19:10
Gracías por tu magnifico relato, pero no te hagas mucho de rogar por fis
#117
24/07/2011 19:24
Gracias Pituii por ponernos otro trocito!!!
#118
24/07/2011 19:34
Me encanta tu relato, pituii.
Muchas gracias por deleitarnos con él.
Muchas gracias por deleitarnos con él.
#119
24/07/2011 20:13
Aayy qué bonito pittuii!... me encanta cómo has continuado, después de lo ocurrido en el cuarto... Gracias, y hasta el próximo trocito que esperamos con ansias... Ya sabes lo pedigüeñas que somos por estos lares!
#120
24/07/2011 21:05
Del brazo del teniente,seguro que tienen una agradable conversacion
gracias pituii
gracias pituii