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Como no me gusta la historia... voy y la cambio (Natalia y Roberto)

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Roberta72
Roberta72
27/04/2011 20:02
Como estoy bastante aburrida de que me tengan a Roberto entre rejas, aunque sean las rejas de cartón piedra del cuartel de Arazana, y de que nadie (excepto San Miguel) intente hacer nada... pues voy y lo saco yo misma.
Y como la historia parece que va dos pasitos pa´lante y tres pa´trás, pues voy y la cambio a mi gusto.
Y como a mi el que me gusta es el Rober... pues también cambio la historia.

Creo que me he metio en un ebolao del que no voy a saber salir pero bueno, todo sea por dar ideas a los guionistas de nuestros amores. Ya me direis...
_____________________________________________________________________________

Capítulo 1

Parecía un sitio tranquilo, alejado del camino, seguro que por allí no pasaba gente con regularidad. La hierba que tapizaba la orilla del río era alta y estaba sin pisar así que decidió desmontar y descansar unos minutos.
- No puedo estar ya muy lejos de ese maldito pueblo. ¿Es que no había un lugar más perdido donde esconderte Sara?- dijo en voz alta mientras ataba el caballo a uno de los árboles que extendían sus ramas sobre el agua.
Mientras estiraba los músculos, agarrotados después de tan larga jornada a caballo, vio su reflejo en el remanso que el río formaba a pocos metros de allí. Miró hacia ambos lados y, al no ver a nadie y comprobar que el caballo se alimentaba tranquilamente, sonrió y comenzó a despojarse de sus vestimentas hasta quedar en ropa interior. Se adentró en el agua hasta que ésta le llegó hasta la cintura, entonces extendió los brazos y se dejó caer hacia atrás. Movía los brazos y las piernas lo indispensable para no alejarse demasiado de la orilla y mantenerse a flote, sintiendo cómo la corriente masajeaba su cuerpo. Sabía que la ropa que aún llevaba puesta, al mojarse, dejaría al descubierto las formas de su cuerpo, pero le daba igual, además, sería demasiada casualidad que alguien pasara por allí en ese momento.
#1261
arunda
arunda
19/03/2013 11:04
Yo tambien Robertaangel para lo primero
para la de un final feliz
para todos.......................


Gracias
#1262
CHECHE
CHECHE
19/03/2013 16:54
Roberta Gracias...como me gusta la historia....
#1263
Roberta72
Roberta72
19/03/2013 18:23
Gracias a vosotras....
_________________________________________________________________

Capítulo 145

- Buenos días… ¡Qué extraño verte por aquí! – Pepe, el tabernero y alcalde de Arazana, se encontraba a la puerta de su establecimiento barriendo la calle, cuando vio aparecer por la plaza a Roberto. El joven iba distraído leyendo un periódico.
- Buenos días, Pepe. ¿Cómo va todo?
- Bien, muchacho, bien… sin novedad… Al que en este pueblo le pasan cosas interesantes es a ti, que te has hecho famoso en poco tiempo.
- No exagere que no es para tanto. – dijo el muchacho queriendo quitarle importancia.
- ¡Que no exagere! Espera, espera un momento… - Pepe dejó la escoba apoyada en la puerta de entrada de la taberna y entró en el establecimiento dejando a Roberto intrigado; segundos después salió de nuevo llevando entre sus manos un montón de papeles que agitaba en el aire. – Mira, ¿ves todo esto? Pues esto son los recortes que mi Julieta ha ido guardando sobre ti en los últimos meses. Todo esto ha salido publicado en los diarios…Yo ya le digo a mi hija que pone mucho afán en guardar cosas sobre ti. – Pepe se acercó a Roberto y le propinó un codazo de complicidad – Le tomo el pelo diciéndole si no se estará enamorando de ti… pero es en broma, parece que el teniente Garay va en serio con ella.
- Me alegro…
- ¿De qué? ¿De que no esté enamoriscada de ti o de que el teniente vaya en serio con mi Julieta? – preguntó Pepe.
- De que le vayan bien las cosas. – respondió Roberto tratando de salir del aprieto.
- ¿Y tú? ¿Qué haces con tantos papelotes?
Además del periódico que estaba leyendo, Roberto llevaba algunos libros y libretas consigo. Acababa de recibir una notificación del partido a través de la cual lo invitaban a participar en algunos mítines fuera de Andalucía y dudaba de si ir o no. En ocasiones se sentía apabullado ante el cambio que había experimentado su vida en poco tiempo, pero otras veces sentía que necesitaba sentirse útil y hacer cosas diferentes a las habituales para poder seguir adelante. Los viajes, los mítines, el conocer a nueva gente, lo sumergían en un torbellino que lo alejaba de su tristeza y sus pensamientos sombríos.
- Estoy leyendo que Carlos Marx murió hace escasamente una semana… Era un hombre con grandes ideas… no compartía opiniones con Bakunin pero…
- Alto, muchacho, ¿quién has dicho que ha muerto? – le interrumpió el tabernero – No me suena el nombre, ¿algún vecino de Villareja?
- No Pepe, Carlos Marx es un militante comunista alemán que ha defendido los derechos del proletariado.
- Acabáramos… un extranjero…
- Sí, un extranjero, porque por desgracia en este país no hay gente que le eche narices y se enfrente a los explotadores. – Roberto se exaltó.
- Tranquilo, tranquilo, a mi no me eches un sermón que bastante tengo con escuchar cada domingo los del padre Damián. Pero para eso ya estás tú, ¿no?
- Pepe, la explotación hay que erradicarla entre todos…
- Erradi… ¿qué?
- Acabar con ella… Hay mucha gente que no lucha, que no se levanta porque no sabe cómo hacerlo, porque no tiene a nadie que los guíe, que les abra los ojos y les muestre que hay otra vida más allá de deslomarse de sol a sol para que otros disfruten de los frutos de su esfuerzo.
- Así… así se habla. – Pepe dejó la escoba y se puso a aplaudir – Ni Castelar lo hace tan bien como tú…

- Buenos días.
Ni Pepe ni Roberto se habían percatado de que ya no estaban solos, momentos antes Eugenia Montoro se había acercado a ellos, acompañada por Margarita Guerra y el señor Ángel Guarda.
- Buenos días, señorita Eugenia… - saludó Pepe – señorita Guerra, señor Guarda… ¿Les apetece tomarse algo? – dijo señalando el interior de su establecimiento.
- No muchas gracias, señor alcalde. – respondió Eugenia por todos.
- Si vienen caminando desde el cortijo seguro que tienen la garganta seca. ¿Ni un vaso de agua siquiera? – insistió el hombre.
- Si es tan amable… - respondió Margarita dejando atónitos a los presentes. A todos menos a Roberto, que ya había descubierto que bajo la aparente timidez de la muchacha se escondía un espíritu fuerte.
- Por supuesto. – respondió el tabernero sin poder dar crédito a lo que estaba escuchando – Si lo prefiere, puedo traérselo aquí…
- Si, gracias.
- ¿Qué les trae por el pueblo? – preguntó Roberto cuando Pepe entró en su negocio.
- Eh… - Eugenia miraba a su amiga sin poder creer lo que había presenciado y tratando de asimilar además, que Roberto no había mostrado el menor asombro – Tenía que comprar algunas cosas… He estado de viaje – comentó intencionadamente – y he traído unos figurines con la moda de París. Voy a revisarlos y a mandar que me confeccionen algunos vestidos en base a unos diseños que he visto allí. ¿Sabías que he estado fuera de Arazana, Roberto?
- Sí, la señorita Guerra me dijo que habían partido de viaje. – el muchacho aparentó estar tranquilo y no importarle lo más mínimo si los Montoro había viajado o no y adónde. Sin embargo, se moría de ganas de saber si habían conseguido ver a Natalia.
- Sí, estuvimos en el norte…
#1264
MiLady14
MiLady14
19/03/2013 19:47
a sus ordenes mi capitana!! jejeje.
estoy deseando acabar todos lo examenes para poder dedicarme por completo a la lectura de tu historia. a ver si se deciden natalia y roberto y se encuentran de una .... vez.
#1265
arunda
arunda
20/03/2013 11:17
Roberto............ seguro que el señor guarda
tiene algo que contartesisisi

gracias Roberta
#1266
Esgara
Esgara
20/03/2013 13:07
Roberta te sigo leyendo ehhhhhhhhh, muy interesante que ganas tengo que se entere del nacimiento de su hijo David.
#1267
Roberta72
Roberta72
20/03/2013 14:04
Gracias por vuestros ánimos...

Dentro de unas horas pongo otro fragmento; pero, ¿de verdad creeis que el "señor Guarda" va a contar el secreto de Natalia?
....
#1268
Roberta72
Roberta72
20/03/2013 17:51
Eugenia miraba alternativamente a Roberto y a su amiga, ¿qué le habría contado Margarita a su hermano? ¿Qué habría pasado entre ellos en aquellas semanas que ella estuvo ausente? Ángel permanecía ajeno a la conversación, era el único que estaba enterado de la verdad de Natalia y mantendría el secreto mientras ella lo considerara conveniente, pero ¿cuánto tiempo iba a ser eso? Tal vez ya hubiera dado a luz; cuando estuvo de visita en su casa no se atrevió a preguntarle, pero su vientre estaba muy abultado y hacía nueve meses que había dejado Arazana; probablemente Roberto ya fuera padre y él ni siquiera lo sabía. Recordó la primera vez que vio a Natalia, fue en la posada de la Maña, en la habitación de Sara, la joven los había descubierto hablando sobre los trabajadores que Olmedo tenía detenidos acusados de formar parte de la Mano Negra. Entró en la partida como un torbellino, diciéndoles que aquello era una locura, que debían luchar contra el capitán de otro modo y aceptando finalmente ayudarles. El joven pensó que sus caracteres habían chocado desde un primer momento, ambos eran de carácter fuerte, decididos y no les gustaba que les dijeran qué debían de hacer. Sin embargo la relación fue cambiando sin que ellos mismos se dieran cuenta y pasó a ser de respeto para con el otro. El encontrar a Natalia, días atrás en su casa, embarazada y sola, pero aún así llena de fuerza, hizo que además la admirara.
- Lo sé… - el tono de Roberto se ensombreció.
- ¿Has estado alguna vez allí? – Eugenia iba dejando caer las preguntas como al descuido, con fingida ingenuidad, pero en realidad lo único que pretendía era comprobar la reacción de Roberto.
- No nunca.
Pepe salió con una bandeja en la que había preparado vasos con agua para las muchachas y pajarete para los jóvenes.
- Gracias, señor alcalde. – dijo Eugenia tomando uno de los vasos – Pues deberías ir. – continuó volviéndose hacia Roberto - ¡Es un lugar tan distinto de Andalucía! Y allí también hay trabajadores a los que puedes dar uno de tus mítines… - Eugenia trataba de parecer tan ingenua que realmente estaba ridícula. Ninguno de los presentes se estaba creyendo el papel que la joven interpretaba pero nadie dijo nada, esperando que algún otro el primer paso.
- Yo no doy mítines – respondió Roberto enfatizando las palabras – donde me apetece, sino donde el partido piensa que son necesarios. Donde hay más injusticias, donde los trabajadores están más indefensos ante la explotación de sus patronos…
- De acuerdo, - acordó la joven con un gesto de hastío – pero el partido no será un ente… etéreo, como el Espíritu Santo del que tanto nos habla el padre Damián en sus sermones…
- Eugenia, por favor. – replicó Margarita escandalizada – Eso es una blasfemia…
- Margarita… es para que nos entendamos bien… Yo solo quería decir que el partido del que tanto habla Roberto estará formado por personas y a esas personas seguramente les dará lo mismo que acuda Roberto o cualquier otro a dar el mitin. Y si es así… bien puede ir Roberto al norte y salir de Andalucía y viajar un poco…
- Señorita Eugenia, - intervino Ángel – usted está hablando de viajes de placer, y Roberto no se dedica a visitar ciudades por diversión cuando sale de Arazana.
- Lo sé, lo sé… a mi padre le ocurre lo mismo. – Eugenia seguía interpretando el papel de niña tonta y consentida – Acabamos de volver de Bilbao y no ha tenido casi tiempo de acompañarme a visitar la ciudad, siempre reunido…
- No creo que sea posible que me aleje tanto de Arazana. – habló por fin Roberto – Cada zona tiene una realidad distinta, no tienen los mismos problemas los jornaleros andaluces que los mineros asturianos o los trabajadores textiles catalanes; por esa razón es normal que yo me quede aquí, hablando de lo que conozco que es el campo.
- ¿Y tiene previsto algún viaje en próximas fechas? – Margarita se animó a intervenir en la conversación. Se daba cuenta de que Roberto era consciente de que Eugenia trataba de provocarlo, pero la paciencia de todo el mundo tiene un límite y la joven Guerra tenía miedo de que la táctica de Eugenia se volviera en su contra.
- Sí, en diez días tengo que asistir a una reunión del partido que va a celebrarse en Madrid. ¿Es eso lo suficientemente lejos como para cubrir sus expectativas? – preguntó directamente a su hermana. Ángel y Margarita trataban de ocultar sus sonrisas fingiendo beber de sus vasos.
- Yo tan solo lo decía porque… - Eugenia no esperaba una respuesta así de Roberto por lo que por unos momentos se quedó sin saber qué decir, titubeante, pero rápidamente se recompuso – porque viajar es muy sano y muy edificante…
#1269
Roberta72
Roberta72
21/03/2013 19:17
- Natalia, por Dios. Acabas de dar a luz. – Nieves se cruzó de brazos mientras su amiga revisaba documentos sin parar.
- ¿Y? – respondió Natalia sin levantar la vista de la carpeta que acababa de tomar en sus manos.
- ¿Cómo que y? – Nieves se acercó hasta ella y le arrebató los documentos que estaba revisando. Sin alterarse lo más mínimo, Natalia tomó otra carpeta y continuó con sus quehaceres – Que no puedes matarte a trabajar, hace escasamente una semana que nació David.
- Y ya estoy totalmente recuperada del parto. – Natalia dejó la documentación que tenía entre manos, apoyó los antebrazos en la mesa y miró a su amiga a los ojos – Esta misma mañana ha estado el doctor revisándome y me ha dicho que estoy muy bien.
- Te ha dicho que estás muy bien para haber tenido un hijo tú sola, sin ninguna asistencia médica, – rectificó su amiga – hace tan solo ocho días. Natalia… he estado con el doctor antes de venir.
- Pues mira tú qué bien… - la muchacha lanzó la pluma sobre el escritorio y se dejó caer hacia atrás en su sillón, cruzando los brazos sobre el pecho; estaba visiblemente enfadada - ¿Dónde ha quedado la confidencialidad médico paciente?
- No te pongas así que no he ido a preguntarle, tan solo me he encontrado con él en la puerta, cuando entraba esta mañana.
- Aún así…
- ¿Por qué te molesta tanto que nos preocupemos por ti? – Nieves acercó una silla y se sentó frente a ella, al otro lado del escritorio.
- No me molesta…- Natalia se incorporó en el sillón, tomando una postura más erguida – lo que pasa es que tengo mucho trabajo atrasado de estos meses…
- Es tan solo trabajo, Luis y toda la gente que tienes contratada lo puede realizar. – Nieves seguía mirando a su amiga, esperando que explicara la verdadera razón por la que se encontraba así.
- Pero es mi obligación estar al tanto de todo… - se excusó.
- ¿Y tienes que ponerte al día a esta velocidad? Natalia, – Nieves se estiró y tomó una de las manos de su amiga entre las suyas – por una u otra razón, llevas un año delegando tu trabajo en otras personas, ¿por qué precisamente ahora tienes que ponerlo al día?
- Ya estoy aquí. – la puerta se abrió y se escuchó una voz.
Luis entró en el despacho seguido de uno de sus secretarios, ambos llevaban los brazos llenos de carpetas que contenían informes que debían ser revisados y aprobados. La vida comenzaba a volver a la normalidad en casa de Natalia, su dormitorio había vuelto a ser tan solo eso, un dormitorio y era ella la que se trasladaba al despacho situado en la planta baja o a la biblioteca, para despachar sus asuntos. David permanecía en el dormitorio, bajo la constante vigilancia de alguna de las doncellas o de la propia Mariana, y su madre y sus padrinos, pues Luis y Nieves iban a ser los padrinos del bebé, subían a cada rato para comprobar si seguía bien o por el simple hecho de mirarlo.
- Tú siempre tan oportuno. – Nieves, por primera vez en su vida, no se alegró de que su marido apareciera frente a ella; el hombre tenía el don de la oportunidad y, una vez más, había interrumpido una importante conversación entre las mujeres.
- Yo… - Luis atónito, no entendía el modo en el que su esposa le estaba dando la bienvenida, sin embargo se tranquilizó al ver que ella se acercaba y lo besaba tranquilamente. El secretario esquivó a la pareja, dejó la documentación en una mesita y se retiró al exterior de la estancia; el hombre se dio cuenta de que acababan de interrumpir una conversación importante y no quiso importunar, además en aquella casa trataban muy bien a las visitas. Pronto descubrió que en la cocina siempre había lista una taza de café y algún dulce para él y que las doncellas de la señorita Reeves eran unas muchachas muy amables y muy bellas.
- Natalia estaba a punto de contarme porqué tiene tanta prisa por ponerse al día en los negocios. – Nieves siguió abrazada a su esposo mientras miraba desafiante a su amiga.
- Porque soy una mujer responsable que sabe cuales son sus obligaciones… - respondió la joven Reeves tomando de nuevo la pluma.
- Esas obligaciones son las mismas desde hace años, Natalia….
- Y siempre me he hecho cargo de ellas, hasta estos pasados meses en los que he estado imposibilitada. – la conversación empezaba a tener un cariz serio pero Luis por el momento se mantenía al margen, expectante ante la reacción de su esposa. Nieves nunca había interferido en los asuntos de trabajo de su esposo y su amiga, era consciente de que para ellos el trabajo nunca terminaba y las horas nunca eran suficientes, pero jamás se había quejado por ello.
- ¿Y piensas recuperar todo el tiempo en un día?
- No quiero que todo siga manga por hombro…
- Muchas gracias. – intervino Luis finalmente – Es muy gratificante saber que está todo manga por hombro, así se lo haré saber a tus trabajadores.
- ¿Por qué me hacéis decir cosas que no pienso?
#1270
arunda
arunda
21/03/2013 22:58
Natalia nerviosa???????
y Roberto viajero
y david tranquilo

que lejos estan aun............el uno del otro

y sara y miguel????????angelangelangelpor tanta pregunta

gracias Roberta
#1271
Roberta72
Roberta72
22/03/2013 07:29
Pues sí.... Natalia nerviosa, Roberto viajero y David dormidito... ¡qué familia!

Sara y Miguel.... creo que los dejamos arreglando sus cosas, ¿no?

GRACIAS a vosotras

Ningún problema porque preguntéis lo que os apetezca, otra cosa es que yo cuente algo... hay que mantener la intriga guiño
#1272
Roberta72
Roberta72
22/03/2013 19:02
Natalia se levantó de su asiento, enfadada, y caminó hasta una de las ventanas que daban al jardín. Tomó una de las delicadas cortinas entre sus manos y la descorrió lo suficiente como para poder mirar al exterior. Francisco había realizado un trabajo excepcional, los estragos de las tormentas del invierno habían desaparecido y el jardín estaba listo para la primavera. Los árboles estaban recién podados y los nuevos brotes comenzaban a despuntar; los rosales habían perdido sus hojas y parecían simples ramas secas, seres sin vida, sin futuro, aunque tan solo estaban dormidos esperando su oportunidad.
- ¿Y por qué no nos dices lo que realmente piensas? – Luis besó a su esposa antes de caminar hasta el lugar donde se encontraba su amiga.
- Porque tal vez no sé ni lo que pienso… - dijo ella en voz baja.
- ¿Y qué sientes? – Nieves se acercó a su marido y lo tomó del brazo.
- Siento que estoy perdiendo el tiempo, que no debería estar aquí hablando con vosotros o revisando papeles. – Natalia hablaba muy lentamente, su vista se fijó en un pajarillo que se posó entre los rosales, con el pico escarbaba en el terreno buscando algún insecto con el que alimentarse – Siento que le estoy robando a David un tiempo precioso, me siento culpable por que ahora mismo no esté con su padre…
- Natalia, no puedes pensar así, no es culpa tuya que… - dijo Nieves tratando de animar a su amiga.
- ¿Y si no es mía de quién va a ser? ¿Del propio David?
- No, no es culpa de nadie… han sido las circunstancias. – intervino Luis.
- Las circunstancias… ¡qué bonito eufemismo! – Natalia dejó de mirar al exterior cuando el pajarillo alzó el vuelo tras encontrar su sustento – Las circunstancias las creamos nosotros mismos, por lo tanto…
- ¿En qué estás pensando? – Nieves intuía lo que pasaba por la mente de su amiga, pero deseaba oírselo decir.
- Creo que ya sabes qué es lo que pienso… Debo volver, debo… cerrar esa etapa de mi vida. –ni la misma Natalia sabía a qué se refería con lo que acababa de decir. Era plenamente consciente de que Roberto debía conocer a David; después de lo que había sufrido al descubrir que Tomás no era su padre, no podía torturarlo aún más negándole el derecho a saber que tenía un hijo. También pensó en su hijo, ¿qué iba a hacer al respecto? Faltaba mucho tiempo aún para que David le preguntara por su padre, pero aquel día llegaría, llegaría el día en el que el niño quisiera saber porqué él era el único niño que no tenía padre.
- ¿Y por eso estás trabajando tantas horas? – preguntó Nieves - ¿Porque quieres dejarlo todo listo antes de volver a Andalucía?
- Sí.
En realidad, Natalia no había pensado en ello. Sabía que debía darle la noticia a Roberto, sabía que debía enfrentarse a él y comunicarle que había tenido un hijo suyo, pero no pensaba en hacerlo tan pronto. En realidad, había utilizado el trabajo para no pensar, para no tener que plantearse todas las cuestiones que aquella conversación estaba sacando a flote, pero la pregunta de Nieves le hizo ver que era mejor no seguir alargando el asunto. Las cosas no iban a solucionarse solas; aquello no era un mal sueño como tantas veces había deseado, un mal sueño de que despertaría en brazos de Roberto, era la triste y cruda realidad y era mejor aceptarla de una vez por todas.
- Pero aún estás convaleciente, - Nieves se dio la vuelta y caminó hacia uno de los sofás que amueblaban el lugar - no te has recuperado y pasarán varios meses antes de que…
- No, no puedo esperar varios meses. – Nieves detuvo sus pasos al oír las palabras de su amiga.
- Pero no puedes viajar… - dijo Luis – Sigues débil por el accidente y el parto…
- Me recuperaré pronto. – dijo una sonriente Natalia plena de confianza – No perdí casi sangre en el parto y los guisos de Luisa son capaces de hacer revivir a un muerto.
- ¿Y David? – preguntó Nieves desde su asiento - Porque estoy segura de que te lo llevarás contigo.
- Por supuesto, no voy a separarme de él por nada en el mundo.
#1273
arunda
arunda
22/03/2013 19:13
snifsnifsnifsnifsnifsnif

Roberta ahora natalia .............valiente???????????

volver a Andalucia...............

gracias
#1274
Roberta72
Roberta72
22/03/2013 20:29
Pero no me llores..... que me pongo triste..... y luego escribo cosas más tristes aún.
#1275
arunda
arunda
23/03/2013 10:47
No angelangelangel
fuera la tristeza
ahora alegria y felicidad

y la lagrima son de emocion
#1276
Esgara
Esgara
23/03/2013 11:21
Roberta72 ¿Se encontraran en Madrid o en Arazana? y asistir a la boda de Sara con Miguel seria super hermoso. Gracias por tu historia.
#1277
Roberta72
Roberta72
23/03/2013 20:56
Puede pasar de todo... de todo.
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- ¿No has pensado en lo cansado que puede ser el viaje para él. – cuestionó su amiga – Aún es muy pequeño para viajar…
- El viaje no es tan cansado, es largo pero bastante cómodo. Hasta Madrid tan solo he de tomar un tren y después hacer un trasbordo hasta Sevilla, – Natalia pensó en su último viaje en tren, el mismo viaje que estaba planeado en aquellos momentos, pero en el sentido contrario. Un viaje del que casi no guardaba recuerdos, lo había realizado en un completo estado de aturdimiento que le había hecho no darse cuenta de las ciudades que iban dejando atrás y los paisajes que pensó jamás volvería a ver – después un coche de caballos hasta el pueblo.
- Estás pensando en el viaje que pueda realizar un adulto pero… - intervino Luis. El hombre hablaba en voz baja, con un tono pausado, tratando de convencerla, aunque sabía que nada conseguiría, si algo se le había metido en la cabeza a Natalia era mejor hacerse a la idea de que iba a llevarlo a cabo – David es un bebé y necesita más cuidados.
- No os preocupéis por nosotros, - sentenció Natalia – no me importa tardar más en realizar el viaje, lo haremos en etapas, en varios días… pero necesito ponerme en marcha lo antes posible.
- Está bien. – Luis claudicó, conocía a Natalia y sabía que aquella había sido su última palabra, lo único que podían hacer ellos era tratar de que el viaje fuera lo más cómodo posible – Por cierto, ten. – Luis buscó en el interior del bolsillo de su chaqueta y extrajo un sobre que tendió a su amiga – He pasado por la consulta del doctor y me lo ha entregado.
- ¿Qué es? – preguntó Nieves. ¿Qué podía contener aquel sobre? El doctor bien podía habérselo entregado a la misma Natalia durante la visita que realizó en la mañana para comprobar el estado de la madre y el hijo.
- La documentación relacionada con el nacimiento de David certificando su lugar y fecha de nacimiento. – explicó Natalia mientras abría el sobre y echaba un vistazo a los documentos que éste contenía.
- Son para inscribirlo en el registro. – aclaró Luis – Puedo ir mañana a cualquier hora, ya he hablado con el secretario del registro.
- Gracias, Luis. – Natalia dobló los documentos y volvió a introducirlos en su sobre. Se acercó a su amigo y lo tomó del brazo – Gracias por tu ofrecimiento, pero voy a ir yo.
- Esos trámites no los suelen hacer las madres de los bebés sino los padres… - Luis y Natalia caminaron cogidos del brazo hasta el lugar donde se encontraba Nieves, allí Natalia se soltó, conminó a Luis a sentarse junto a su esposa y siguió caminando sola hasta un sillón, donde se acomodó.
- En este caso es complicado que lo pueda hacer el padre. – dijo con media sonrisa.
- ¿Y cuándo te pregunten…? – Nieves tomó la mano de su esposo entre las suyas e hizo la pregunta mirando directamente a su amiga a los ojos.
- ¿El nombre del padre? – inquirió Natalia. Al ver el gesto afirmativo que hizo su amiga con la cabeza, Natalia se recostó en el sillón, cruzó las piernas y sonrió de nuevo – Voy a decírselo, no esperarías que fuera a decirles que fue el Espíritu Santo, ¿verdad? No creo que me creyesen…
- ¿No puedes tomarte nada en serio? – Luis sonrió, pero a Nieves no le hizo ninguna gracia la respuesta de su amiga y le preguntó disgustada.
- ¿Y tú no puedes tomarte las cosas un poco menos en serio? – el disgusto de Nieves era real, por lo que Natalia optó por ponerse seria de nuevo y dejarse de bromas – Roberto Pérez Saura. – dijo con lentitud – Ese es el nombre del padre de David y ese es el nombre que aparecerá en el registro.
- ¿No te harán preguntas… comprometedoras? – preguntó Nieves inquieta.
- Pueden hacer las preguntas que consideren oportunas, – respondió Natalia – que yo las responderé del modo que crea conveniente. – todos sabían que, aunque el registro civil era un órgano oficial del cual no podía filtrarse información, en el momento en el que se supiera que Natalia Reeves había inscrito a un hijo suyo, la noticia correría como la pólvora.
- Roberto Pérez Saura. – dijo Luis para sí mismo - ¿De qué me suena a mí ese nombre? – finalmente había descubierto el nombre completo del hombre por el cual Natalia estaba sufriendo tanto.
#1278
arunda
arunda
24/03/2013 00:50
A Luis le suena ese nombre.................de que???????
de leer algo de sus mitines en el periodico ???????

david es muy pequeño para viajar tan lejos...................mejor un punto intermedio


gracias Roberta
#1279
Roberta72
Roberta72
24/03/2013 14:56
¡Qué lectoras más inteligentes y atentas a los detalles tengo!
Así da gusto escribir....
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- ¿Qué es lo que es edificante? – preguntó una voz a espaldas de Roberto.
- Según la señorita Eugenia… viajar – respondió Roberto – Tú tienes experiencia en eso, ¿cuál es tu opinión?
Era Sara quien había realizado la pregunta, ella y Miguel estaban aprovechando el día libre que tenía el guardia civil para pasear y, al ver el grupo de gente charlando, decidieron acercarse a saludar.
- Mi opinión es que viajando puedes conocer a gente maravillosa. – Sara se asió con más fuerza al brazo de su novio y lo sonrió
- Eso mismo es lo que estábamos comentando. – intervino Eugenia – Estaba contándoles que acabo de volver de viaje y que fue muy instructivo visitar lugares tan distintos a Arazana.
Sara y Miguel, atónitos ante las palabras de la joven, miraron a Ángel; sabían que los Montoro habían estado en Bilbao y que incluso habían tratado de visitar a Natalia, pero que no lo habían logrado. A su vuelta, Ángel les había contado la historia que acordó con Natalia, mantener la mentira de que la joven se encontraba de viaje y que ella apoyó con el posterior telegrama.
- ¡Oh! – exclamó Sara mirando a Roberto y a Margarita.
- Sí, - continuó Eugenia - y Roberto nos estaba diciendo que tiene previsto ir a Madrid en unos días por algo de su política... – la joven movía las manos gesticulando alegremente.
- Bien... – Miguel también contemplaba atónito la escena. Ninguno de los presentes sabía cómo responder a Eugenia de modo que la conversación no fuera por derroteros imprevistos.
- ¿Ya está todo listo? – preguntó Roberto de improviso dirigiéndose a Sara.
- ¿Listo? – preguntó ella aún pensando en las palabras de Eugenia Montoro.
- Para vuestra boda. – respondió Roberto. Era evidente que los problemas entre Sara y Miguel se habían solucionado, caminaban cogidos del brazo y se los veía sonrientes. Eugenia hizo un mohín, su hermano acababa de cambiar de conversación dando al traste con sus planes de seguir hurgando en la herida para ver su reacción.
- Casi… - afirmó Sara - aún quedan algunos detalles pendientes, pero espero que de fácil solución.
- Seguro que todo sale a pedir de boca. – aseguró Roberto. Sonreía al pensar en lo angustiada que había estado Sara tan solo unos días antes, pensando que su relación con Miguel había terminado definitivamente. ¿Qué habría ocurrido para que Sara pensase aquello? Era evidente el amor en la mirada de Miguel, nada podría acabar con aquella pareja.
- ¿Tendremos de nuevo a su prima entre nosotros con motivo de tan deliciosa ocasión? – Eugenia encontró el modo de reconducir la conversación por donde ella quería sin ninguna dificultad. Todas las cabezas se giraron hacia ella y Margarita pellizcó su brazo tratando de hacerla callar.
- No… no lo sé… - Sara titubeaba – no lo creo… Pero nada me gustaría más que tenerla a mi lado. – Sara miró al suelo al decir esto último, deseaba con todas sus fuerzas estar junto a Natalia, pero sabía que sería muy duro para ella volver a encontrarse con Roberto, tampoco se atrevió a mirar a los ojos al muchacho mientras hablaba, no quería que pensara que le echaba la culpa de que su prima no estuviera a su lado en un momento tan importante.
- Todo estará bien, no te preocupes. – medió Miguel – Seguro que piensa en nosotros el día de nuestro matrimonio.
- No, - replicó Sara dándose cuenta de algo – no lo hará. Natalia no sabe que nos casamos… He de comunicárselo, – Sara se giró hacia su prometido – al menos quiero que lo sepa, aunque no pueda venir…
- Sí, claro… - le dijo Miguel – Si nos disculpan…
Tomados de la mano, Sara y Miguel dejaron a sus amigos y se dirigieron a la imprenta; Margarita también tomó a Eugenia del brazo y murmuró una disculpa llevándose a la joven casi a la fuerza.
- En una cosa tiene razón la señorita Eugenia, - Ángel se quedó atrás, esperando a que las señoritas reanudaran su paseo y se acercó Roberto para hablarle en voz baja - nunca está de más viajar y conocer otras realidades…
#1280
arunda
arunda
25/03/2013 11:02
Gracia Roberta

Roberto escucha a Angelguiñoangel
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