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Como no me gusta la historia... voy y la cambio (Natalia y Roberto)

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Roberta72
Roberta72
27/04/2011 20:02
Como estoy bastante aburrida de que me tengan a Roberto entre rejas, aunque sean las rejas de cartón piedra del cuartel de Arazana, y de que nadie (excepto San Miguel) intente hacer nada... pues voy y lo saco yo misma.
Y como la historia parece que va dos pasitos pa´lante y tres pa´trás, pues voy y la cambio a mi gusto.
Y como a mi el que me gusta es el Rober... pues también cambio la historia.

Creo que me he metio en un ebolao del que no voy a saber salir pero bueno, todo sea por dar ideas a los guionistas de nuestros amores. Ya me direis...
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Capítulo 1

Parecía un sitio tranquilo, alejado del camino, seguro que por allí no pasaba gente con regularidad. La hierba que tapizaba la orilla del río era alta y estaba sin pisar así que decidió desmontar y descansar unos minutos.
- No puedo estar ya muy lejos de ese maldito pueblo. ¿Es que no había un lugar más perdido donde esconderte Sara?- dijo en voz alta mientras ataba el caballo a uno de los árboles que extendían sus ramas sobre el agua.
Mientras estiraba los músculos, agarrotados después de tan larga jornada a caballo, vio su reflejo en el remanso que el río formaba a pocos metros de allí. Miró hacia ambos lados y, al no ver a nadie y comprobar que el caballo se alimentaba tranquilamente, sonrió y comenzó a despojarse de sus vestimentas hasta quedar en ropa interior. Se adentró en el agua hasta que ésta le llegó hasta la cintura, entonces extendió los brazos y se dejó caer hacia atrás. Movía los brazos y las piernas lo indispensable para no alejarse demasiado de la orilla y mantenerse a flote, sintiendo cómo la corriente masajeaba su cuerpo. Sabía que la ropa que aún llevaba puesta, al mojarse, dejaría al descubierto las formas de su cuerpo, pero le daba igual, además, sería demasiada casualidad que alguien pasara por allí en ese momento.
#481
Mantecao
Mantecao
27/06/2011 22:34
Ay Roberta... Juan del Diablo!!!

La única serie al margen de Bandolera que realmente me ha tenido tan... tan... como lo denominaría...sí... tan AGILIPOLLADA fue "Corazón salvaje".

Pues Natalia, si eres consciente de lo dura que es tu vida, cambiala y quédate en Arazana con el Rober que además ahora va a ser un hombre con mucho parné...
#482
Allana
Allana
27/06/2011 23:04
uyyyyyyy ni me mentéis a mi Juan del Diablo que se me ponen los pelos como escarpias.

Estoy contigo Mantecao, hasta la fecha la única serie que me había tenido tan agilipollada era Corazón Salvaje.

Y efectivamente Roberta, con que a Roberto se le de la mitad de subir trepar por los balcones como se le daba a éste, que grandes momentos le va a dar a Natalia jujuju.
#483
arunda
arunda
28/06/2011 11:46
Perdoname roberta pero no me he podido resistir carcajada

comonomegustalahistoriavoyylacambionataliayroberto
#484
Roberta72
Roberta72
28/06/2011 17:54
Ni perdón ni nada Arunda, tu pon todas las que quieras.... y más
#485
Roberta72
Roberta72
28/06/2011 19:52
Chicas, que sepais que se agradece muchíimo vuestro apoyo.
Y, después de haber visto el besito unas 100 veces.... ainsssss

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Roberto se encontraba sentado en la cama, con la espalda apoyada en el cabecero, y sostenía entre sus brazos a Natalia, la espalda de ella contra el pecho de él. Ambos mantenían los ojos cerrados y las manos entrelazadas. Hacer el amor se había convertido en una necesidad para ambos; cada noche, Natalia esperaba a que Roberto entrase por la ventana y, sin mediar palabra, se besaban y se acariciaban hasta que no podían más y acababan haciendo el amor. Después, cuando sus cuerpos quedaban satisfechos, se abrazaban, descansaban el uno en el otro y hablaban; en ocasiones de temas intrascendentes pero también de su pasado, de sus anhelos y preocupaciones, de lo que jamás hablaban era del futuro, de la posibilidad de un futuro en común.
- ¿En qué piensas? – preguntó Roberto depositando un beso en la cabeza de Natalia. El recibir ese beso hizo que Natalia se sintiese en el cielo y dejó escapar un ronroneo demostrando su satisfacción; él, al oírla, rió y acunándola en sus brazos insistió – Vamos, dímelo.
- En nada – dijo Natalia acurrucándose aún más en sus brazos, si es que ello era posible.
- No mientas…
- Pensaba en Eugenia. En cuando esta mañana has aparecido en la taberna acompañándola.
- ¿Estabas celosa? – dijo él soltando las manos de ella para poder acariciarla.
- No, - dijo Natalia en tono triste – no tengo ningún derecho a estar celosa.
Las manos de Roberto cesaron en su camino por la piel de Natalia. ¡Qué equivocada estaba! ¡Tan solo ella tenía derecho a estar celosa! Derecho, que no razones. Derecho porque ella era la única mujer que le interesaba y que le interesaría por el resto de su vida, derecho porque ella había robado su corazón, derecho porque nada ni nadie le importaba si Natalia no estaba a su lado; pero razones… ninguna, jamás tendría razones para dudar de él, para dejar de confiar en él, para dejar de amarlo.
- Pensaba – prosiguió ella – en lo duro que debe de haber sido para ella descubrir que el hombre del que estaba enamorada era quien también intentó agredirla. - Roberto la estrechó entre sus brazos, a ella eso nunca le pasaría; él jamás podría hacerle daño, sería como hacerse daño a sí mismo, como arrancarse una parte de sí mismo. – La entiendo perfectamente, yo también sé lo que es verse traicionada por la persona que amas y que crees que te ama. – Roberto se dio cuenta en aquel instante a quién se refería Natalia, no estaba pensando en él, pensaba en aquel maldito que se había burlado de ella años atrás. La duda que le embargaba era si no pensaba en él porque estaba segura de su lealtad o porque no lo consideraba importante en su vida.
- Es fuerte, se recuperará pronto – dijo él acariciándola de nuevo.
- Lo sé, espero que no tarde en encontrar a alguien que la ame de verdad, – dijo cerrando los ojos y pensó: alguien como tú – en serio que lo deseo de todo corazón.
- No hablemos más de ella, no pensemos más en ella ni en nadie que no seamos nosotros – dijo Roberto haciendo que se volviera hasta quedar frente a él y besándola apasionadamente.
Natalia volvió a entregarse como siempre lo hacía, con pasión, dulzura y amor pero no pudo evitar seguir pensando en Eugenia y en Roberto. Él cuidaría de ella, la protegería, le haría ver cómo es la vida real más allá del mundo fácil y cómodo en el que siempre había vivido; y ella le serenaría, le daría la oportunidad de mejorar socialmente, de cultivarse, de ser el hombre en el que ella deseaba verlo convertido.
#486
juicetv
juicetv
28/06/2011 21:59
Pero que me estas contandooooooooooooooooo??????????? asombrado
Lo he entendido mal, verdad? como estoy con el hot-shock que dice Xana... no rijo y no entiendo correctamente... pq Natalia no está pensando en que Eugenia es la ideal para Roberto y viceversa, verdaaaaaaaaaaaaaadddddd???? ouch
#487
Allana
Allana
28/06/2011 22:20
jajajajaja Roberta, Arunda, Xana.... hablando de Eduardo Palomo, de Corazón Salvaje y del capítulo de hoy de Roberta, con esas entradas de Roberto por el balcón y esa escena de Roberto apoyado en el cabecero de la cama con Natalia agarrada a su pecho me he dicho de repente, ostrasssssssssss, ya se yo que escena tenía Roberta en mente, jejejejejeje:

#488
Roberta72
Roberta72
28/06/2011 23:04
Juice.... has leido muy bien.
Allana, SIIIIIIIIIIIII y no solo esa sino también varios capítulos antes cuando se cuela en la habitación y terminan hiriendo a Mónica, lo que hace que se desencadene que ella deje la protección de Andrés y se vaya a vivir sola
#489
Allana
Allana
28/06/2011 23:21
jajajajaja Roberta, efectivamente no sabía si ponerte la que puse al final o la que comentabas tú. Tenía claro que cualquiera de las dos las tuvistes en mente jejejejeje. Pues nada, que Roberto siga sus pasos y nos darás un capítulos de infarto!!!!!!!!
#490
Roberta72
Roberta72
28/06/2011 23:41
¿Pero no teneis ya bastante?
En las demás historias son mucho más comedidos...
Claro, que las cochinadas las escriba la Robertista,
COCHINAS, MÁS QUE COCHINAS, jejejeje
#491
Mantecao
Mantecao
29/06/2011 00:07
Mala me estoy poniendo ¡Roberto y juan del Diablo en el foro!!! Lo dicho, mala, muy mala...

Me voy a por el extintor. carcajada
#492
arunda
arunda
29/06/2011 00:29
No me gusta nada que natalia piense que la felicidad de roberto es eugenia no
allana esa escena es maravillosa pero la que provoca esa situacion
que monica con la escusa de ver azucena habla con juan y culmina en ese beso
"hace tanto tiempo" y se besan y todo lo que le dice juan...........................
#493
Roberta72
Roberta72
29/06/2011 01:01
Vale, volviendo al foro de "Corazón Salvaje", jejeje

Recordemos:
Azucena le entrega a Juan la foto que Aimeé puso en la maleta de Mónica, bronca que te crió, Juan se marcha a la cantina del tuerto, Mónica va en su busca y le dicen "que no está solo". Pasan un par de días, Juan vuelve, aclaran las cosas y Juan le dice a Monica:
"No se qué me hiciste o que me diste, pero... me dejaría matar por tí". Intenta besarla y ella se aparta para poder ser quien lleve la iniciativa.

¿Qué os parece esta escena?

Y la mejor de todas... con la que conquistó a Monica: Si yo la hubiera tenido a usted, solo volviendome ciego, sordo o imbecil la hubiese cambiado por otra.

La verdad es que cada minuto de esa telenovela tiene frases para recordar.

Cuando acabe Bandolera comenzamos a ver Corazón Salvaje todas a la vez y seguimos con otro foro...
Me voy a dormir que el despertador suena a las 6:15
#494
Mantecao
Mantecao
29/06/2011 01:16
Ay Roberta, qué buena idea!!! Te imaginas si en aquella época hubiéramos tenido internet???
Buenas noches.
#495
arunda
arunda
29/06/2011 01:29
Cuenta conmigo
comonomegustalahistoriavoyylacambionataliayroberto
ni la muerte
#496
FichaRoja
FichaRoja
29/06/2011 21:25
Yo ví algunos capítulos sueltos de Corazón Salvaje, hace años, me encantaba Juan Palomo, era un hombre IMPRESIONANTEMENTE GUAPO, una pena que nos abandonara. Eso sí, no soportaba a la actriz que hacía de Mónica, una petarda.

Roberta, me encanta tu historia, pero de verdad, yo ya no veo en esta historia a Roberto con alguien que no sea Natalia. Para que se quede con Eugenia ya tenemos la serie.
Espero el siguiente fragmento, a ver como se toma el Rober los pensamientos de Natalia, que seguro que se lo explica.
#497
turia70
turia70
29/06/2011 21:38
ES una historia preciosa Roberta, pero por favor Natalia con Roberto.
#498
Roberta72
Roberta72
29/06/2011 21:42
AYYyyyyyyyyyyyyyy FichaRoja, ¿¿¿¿¿Juan PALOMO?????¿¿¿¿¿Yo me lo guiso yo me lo como?????
HAs mezclado el actor con el personaje... JUAN del Diablo- Eduardo PALOMO.

Es un gran cumplido que pienses que no ves al personaje de Roberto con nadie que no sea Natalia, de verdad MUCHAS GRACIAS.

Dentro de un ratillo, pongo el siguiente trozo. Igual te sientes defraudada.... porque no sale Roberto. Vamos a dejar a las primas hablando un poco.
#499
FichaRoja
FichaRoja
29/06/2011 21:54
Ufff, si es que tengo fatal la neurona, debe ser el hot-shock del traje del Francino, que me ha dejao KO.

Aunque no salga Roberto seguro que nos encanta, de hecho, a mí la que más me gusta es Natalia, que es una mujer de las de rompe y rasga.
#500
Roberta72
Roberta72
30/06/2011 00:00
De las de rompe y rasga, pero de puertas para afuera. El corazoncito....

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Capítulo 34

Natalia y Sara se encontraban en la imprenta, los rostros de ambas mostraban tristeza y dolor. Natalia no podía dejar de pensar en la conversación mantenida con Roberto la noche anterior, y en la visita de Eugenia Montoro y Margarita Guerra. No estaba bien que siguieran viéndose, que siguieran amándose; en menos de una semana ella emprendería su vuelta a casa, saldría definitivamente de la vida de Roberto, no debían seguir adelante, enredándose en una historia a sabiendas de que no tendría un final feliz. Debía negarse a continuar, debía rechazar sus besos, sus caricias… pero no tenía la fuerza de voluntad suficiente como para poder hacerlo.
- ¿Qué te ocurre? Ya es la tercera vez que se te cae la libreta – dijo Natalia. A pesar de su dolor se había dado cuenta de que Sara no se encontraba bien, estaba despistada, se le caían las cosas de las manos y le brillaban los ojos, parecía estar a punto de llorar.
- No es nada – dijo girándose mientras ocultaba el rostro.
- ¿Ahora lloras sin ninguna razón? – Natalia desterró sus problemas de la mente y se concentró en su prima, ¿para que pensar en algo que no tenía solución cuando Sara estaba allí y la necesitaba?
- No estoy llorando – dijo Sara mientras sus hombros subían y bajaban entre sollozos.
Natalia se acercó a ella, tomó su mentón con una mano y la obligó a mirarla; dos gruesas lágrimas surcaban el rostro de Sara.
- He discutido con Miguel – dijo antes de echarse en brazos de Natalia.
- Cuéntame, ¿por qué ha sido? – Jamás podría decirle que no se preocupase, que tan solo había sido una tontería; en aquellos momentos para Sara era una tragedia.
- A causa de Olmedo – explicó Sara – le dije que no sabía cómo podía seguir acatando sus órdenes, que no tenía personalidad, que era un pelele – Sara se cubrió la boca con las manos, consternada al recordar las palabras dichas la noche anterior – Me dijo – prosiguió – que no podía hacer nada, que tenía las manos atadas, que Olmedo era muy inteligente a la vez que malvado y peligroso, que lo mejor era seguir aguantando hasta tener pruebas para poder deshacerse de él con todas las de la ley.
- Y tiene razón. – dijo Natalia – Lo sabes, ¿verdad?
- Sí, lo sé, pero estaba tan furiosa - continuó Sara – que no le dejé explicarse, y para terminar de empeorar las cosas le dije que los únicos que hacían algo por las gentes de Arazana eran los bandoleros – Sara comenzó a llorar desconsoladamente.
- ¡Oh, Sara, qué has hecho! – Natalia la abrazó hasta que los sollozos dejaron de agitarla – Tranquila, algo idearemos para que te perdone.
- No lo va a hacer, nunca me perdonará, se marchó de madrugada y no lo he vuelto a ver – A Sara no lo importó expresar de manera tan explícita el tipo de relación que mantenía con Miguel, en aquel momento en el que pensaba que todo estaba perdido ya nada importaba.
- Nunca me ha gustado esta expresión, pero… te lo dije, Sara. Habla con el gobernador, plantéale los hechos tal y como los ves, coméntale todo lo que has descubierto sobre Olmedo, los abusos que ha cometido sobre la gente de Arazana. Es el único modo de salir con bien de este desaguisado. – Natalia trató de animarla, de hacerle ver las opciones que tenía.
- ¿Y Miguel? – preguntó asustada. Nada le importaba, ni que se descubriera su relación con los bandoleros, ni que Olmedo tratara de vengarse cuando ella lo acusara; lo único que importaba era arreglar el desastre que había causado con sus palabras, conseguir que Miguel la perdonase.
- Eso va a ser lo más difícil, – comenzó a explicar Natalia. Al oír sus palabras, Sara se desanimó, pero Natalia continuó – difícil, que no imposible. Miguel te adora, y está muy bien que expreses tus sentimientos, que habléis de vuestras ideas, pero no puedes ofenderle como lo hiciste ayer. Vas a tener que pedirle disculpas y el mejor modo de ello, es empezar por demostrar que estabas equivocada, pedir ayuda al gobernador y hacerlo todo bien. Cuando Miguel compruebe que estás arrepentida y que, no solo con palabras sino también con hechos demuestres que él tenía razón, porque la tiene y tú lo sabes, entonces es cuando podrá perdonarte. Pero hasta entonces… creo que tendrás que hacer méritos. – dijo sonriendo – Anda, sécate esas lágrimas – prosiguió tendiéndole un pañuelo – no he visto en toda mi vida un hombre más enamorado que Miguel.
- ¿Tú crees? – preguntó Sara recobrando algo de tranquilidad.
- No lo creo, estoy segura. – afirmó rotundamente su prima.
- ¿Y tú?
- ¿Yo qué? ¿Me estás preguntando si estoy enamorada de Miguel? - preguntó Natalia extrañada. – Si lo dices porque me he puesto de su parte es porque…
- Te pregunto si estás enamorada de Roberto.

Aquella pregunta tomó a Natalia totalmente de improviso. Jamás hubiera pensado que Sara pudiera preguntarle algo así, que pudiera siquiera sospechar la relación que mantenían. Antes de su viaje a Sevilla, la relación entre Roberto y ella había estado marcada por las confidencias y las desavenencias, por los encuentros y los desencuentros; y después, fuera de la habitación de la posada tan solo se habían visto con motivo del incendio de las tierras de Eustaquio y en la taberna. En ambas ocasiones habían estado rodeados de gente, se habían comportado con normalidad, o al menos así lo creían ambos. ¿Qué sería lo que les había delatado?
- ¿Yo? – preguntó Natalia disimulando - ¿Qué te hace pensar que yo pueda estar enamorada y mucho menos de Roberto Pérez?
- Puedes fingir todo lo que quieras – comenzó a decir Sara – pero yo sé la verdad y mientras no me la confieses no pienso decirte qué es lo que os ha delatado.
- No hay nada que confesar. – comenzó diciendo Natalia. Tenía apoyada la espalda en el mostrador así que apoyó también sus manos y de un salto consiguió sentarse sobre él. Los pies le colgaban muy por encima de la tarima del suelo y comenzó a balancearlos, parecía una niña columpiándose. Nerviosa se mordió el labio inferior y continuó hablando – de verdad que no sé de que me hablas.
- Muy bien, voy a cerrar la imprenta y no te voy a dejar salir hasta que no me cuentes lo que pasa por tu cabeza y, sobre todo, por tu corazón. – Sara comenzó a avanzar hacia la puerta.
- Ya te he dicho que no hay nada que confesar.
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