Foro Bandolera
Como no me gusta la historia... voy y la cambio (Natalia y Roberto)
#0
27/04/2011 20:02
Como estoy bastante aburrida de que me tengan a Roberto entre rejas, aunque sean las rejas de cartón piedra del cuartel de Arazana, y de que nadie (excepto San Miguel) intente hacer nada... pues voy y lo saco yo misma.
Y como la historia parece que va dos pasitos pa´lante y tres pa´trás, pues voy y la cambio a mi gusto.
Y como a mi el que me gusta es el Rober... pues también cambio la historia.
Creo que me he metio en un ebolao del que no voy a saber salir pero bueno, todo sea por dar ideas a los guionistas de nuestros amores. Ya me direis...
_____________________________________________________________________________
Capítulo 1
Parecía un sitio tranquilo, alejado del camino, seguro que por allí no pasaba gente con regularidad. La hierba que tapizaba la orilla del río era alta y estaba sin pisar así que decidió desmontar y descansar unos minutos.
- No puedo estar ya muy lejos de ese maldito pueblo. ¿Es que no había un lugar más perdido donde esconderte Sara?- dijo en voz alta mientras ataba el caballo a uno de los árboles que extendían sus ramas sobre el agua.
Mientras estiraba los músculos, agarrotados después de tan larga jornada a caballo, vio su reflejo en el remanso que el río formaba a pocos metros de allí. Miró hacia ambos lados y, al no ver a nadie y comprobar que el caballo se alimentaba tranquilamente, sonrió y comenzó a despojarse de sus vestimentas hasta quedar en ropa interior. Se adentró en el agua hasta que ésta le llegó hasta la cintura, entonces extendió los brazos y se dejó caer hacia atrás. Movía los brazos y las piernas lo indispensable para no alejarse demasiado de la orilla y mantenerse a flote, sintiendo cómo la corriente masajeaba su cuerpo. Sabía que la ropa que aún llevaba puesta, al mojarse, dejaría al descubierto las formas de su cuerpo, pero le daba igual, además, sería demasiada casualidad que alguien pasara por allí en ese momento.
Y como la historia parece que va dos pasitos pa´lante y tres pa´trás, pues voy y la cambio a mi gusto.
Y como a mi el que me gusta es el Rober... pues también cambio la historia.
Creo que me he metio en un ebolao del que no voy a saber salir pero bueno, todo sea por dar ideas a los guionistas de nuestros amores. Ya me direis...
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Capítulo 1
Parecía un sitio tranquilo, alejado del camino, seguro que por allí no pasaba gente con regularidad. La hierba que tapizaba la orilla del río era alta y estaba sin pisar así que decidió desmontar y descansar unos minutos.
- No puedo estar ya muy lejos de ese maldito pueblo. ¿Es que no había un lugar más perdido donde esconderte Sara?- dijo en voz alta mientras ataba el caballo a uno de los árboles que extendían sus ramas sobre el agua.
Mientras estiraba los músculos, agarrotados después de tan larga jornada a caballo, vio su reflejo en el remanso que el río formaba a pocos metros de allí. Miró hacia ambos lados y, al no ver a nadie y comprobar que el caballo se alimentaba tranquilamente, sonrió y comenzó a despojarse de sus vestimentas hasta quedar en ropa interior. Se adentró en el agua hasta que ésta le llegó hasta la cintura, entonces extendió los brazos y se dejó caer hacia atrás. Movía los brazos y las piernas lo indispensable para no alejarse demasiado de la orilla y mantenerse a flote, sintiendo cómo la corriente masajeaba su cuerpo. Sabía que la ropa que aún llevaba puesta, al mojarse, dejaría al descubierto las formas de su cuerpo, pero le daba igual, además, sería demasiada casualidad que alguien pasara por allí en ese momento.
#261
30/05/2011 23:47
Eso mismo me pasó a mí. Yo también pensaba acabar la historia mucho antes, pero mi cabeza empieza a trabajar, y siento que tengo que escribirlo. Miedo me doy. Lo mismo acaba bandolera y sigo con la historia ( espero que no ) y cada vez que alguien vea el post, piense: ya está aqui otra vez la pesada que no sabe que bandolera terminó.
#262
30/05/2011 23:48
jajaj campanilla, mientras nos des buenos momentos de pareja.................que digan lo que quieran, jejeje
#263
30/05/2011 23:49
Bueno, eso es lo bueno del foro ,que saca esa otra u otras facetas nuestras que se quedan por el camino en el dia a dia por cuestiones diversas (cada una la que sea).
#264
30/05/2011 23:52
Campanilla, yo pienso seguir leyéndote, a tí, a Fandemi y a FichaRoja que son las 3 que sigo, me falta ponerme con las de Maki y Cris (creo que no me dejo ninguna) lo que pasa es que si leo más voy a terminar liándolas todas y me conozco....
Natalia y Julia luchando por el amor de...el Chato (Manuel)
Sara y su niña se vuelven a la cueva
Roberto y Miguel, abandonados, nos dan una escena en plan Brokeback Mountain
...y va a ser que no
Natalia y Julia luchando por el amor de...el Chato (Manuel)
Sara y su niña se vuelven a la cueva
Roberto y Miguel, abandonados, nos dan una escena en plan Brokeback Mountain
...y va a ser que no
#265
30/05/2011 23:53
Con todo mi respeto para los homosexuales y/o bisexuales del foro...............Miguel y Roberto liados, no XDDDDDDDDDDDD, jajajaja
EDITO: En los primeros capítulos Peralta pensó que Morales y el teniente tenían rollito un día que entró al cuartel y los vió "acarameladitos" jajajaja
EDITO: En los primeros capítulos Peralta pensó que Morales y el teniente tenían rollito un día que entró al cuartel y los vió "acarameladitos" jajajaja
#266
30/05/2011 23:56
JAJAJAJAJAA Roberta, tanto darle vueltas al triángulo... que si Sara con Miguel, que si Sara con Roberto... somos unas lerdas... la pareja... Miguel y Roberto. Orgullo gay en Arazana!!!
#267
31/05/2011 00:03
Pero esto que lo quereis ya
que salgan del armario pronto o lo dejamos para un final sorprendente
con la de vueltas que le hemos dado al triangulo esta es de las pocas que quedan
no deis ideas no deis ideas!!!!!!!!!
que salgan del armario pronto o lo dejamos para un final sorprendente
con la de vueltas que le hemos dado al triangulo esta es de las pocas que quedan
no deis ideas no deis ideas!!!!!!!!!
#268
31/05/2011 00:06
Y Alvarito es el que se viste por las noches de drag queen ??
O era Olmedo ?
Ya séeeeeee
La Paca no sale porque podríamos descubrir ( que somos muy listas ) que realmente es Pepe el tabernero
O era Olmedo ?
Ya séeeeeee
La Paca no sale porque podríamos descubrir ( que somos muy listas ) que realmente es Pepe el tabernero
#269
31/05/2011 00:25
Si salen del armario seguro que hay más de voluntaria dispuesta a "curarles" como iba a hacer Julieta con el Marqués
Me pido curar al Rober......
le iba a dar tratamiento de choque tres veces al día: mañana, tarde y noche
Me pido curar al Rober......
le iba a dar tratamiento de choque tres veces al día: mañana, tarde y noche
#270
31/05/2011 00:43
Yo me pediría a Miguel, si es que tuviera que curarle. Pero iba a tener tantas voluntarias para hacerlo, que casi que no. Que se quede como está, enamorado hasta las trancas de la sita. En cuanto al Rober, todo para ti.
#271
31/05/2011 10:03
Jajaja, veo que tuvistéis juerga anoche, muy bueno. Miguel y Roberto para vosotras, que yo me quedo con Rai, fiel que es una, jajaja.
Roberta, se ve que a las de ciencias puras nos da por la lectura para compensar tanta física, matemáticas, etc, porque yo me leo hasta las instrucciones del papel higiénico, jajajaja.
En fin, tu historia maravillosa, no la dejes, que da gusto leerla.
Besos.
Roberta, se ve que a las de ciencias puras nos da por la lectura para compensar tanta física, matemáticas, etc, porque yo me leo hasta las instrucciones del papel higiénico, jajajaja.
En fin, tu historia maravillosa, no la dejes, que da gusto leerla.
Besos.
#272
31/05/2011 20:45
Al igual que en Bandolera, yo también os pongo un capítulo de transición
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Capítulo 24
Aquel iba a ser su último día en Sevilla, debían solucionar todo el papeleo antes de la hora de comer ya que la diligencia salía a las cuatro de la tarde; aún así, o precisamente por ello, tardaron en salir de aquella cama. Recorrieron una y otra vez con sus manos y sus bocas, todas y cada una de las curvas de sus cuerpos; como si fuesen chiquillos jugaron a provocarse mutuamente, aunque aquellos juegos distaban mucho de ser infantiles.
Cogidos del brazo caminaron lentamente por las calles sevillanas, deseaban alargar el tiempo de estar juntos lo máximo posible. Nadie se fijaba en ellos, eran una pareja de enamorados como cualquier otra, aunque Natalia pensaba que todo el mundo la miraba, todo el mundo debía darse cuenta de que algo había cambiado en ella, ya no era la joven de días anteriores, ahora era una mujer. Finalmente llegaron a la sede del banco, un edificio imponente en el centro de la ciudad.
- Estás en tu terreno, ¿verdad? – dijo Roberto intentando bromear, pero con cierto deje de dolor en sus palabras.
- Más o menos. ¿Vamos? – y Natalia se soltó de su brazo para cogerse de su mano. Sabía que Roberto se sentía fuera de lugar, pero no debía temer nada, ella iba a guiarle, a protegerle, igual que él había hecho la noche anterior por ella. Subiendo las escaleras de acceso al edificio entraron en él y se acercaron a una ventanilla; Natalia esperaba cerrar el trámite lo más rápidamente posible, notaba como Roberto se sentía incómodo.
- Buenos días – dijo Natalia al hombre que se encontraba tras una de las ventanillas.
- ¿Sí? ¿Qué quería? – preguntó con tono molesto.
- Deseamos retirar cierta cantidad de dinero, he recibido una transferencia de capital des… - comenzó a explicar ella.
- A mi no me cuente sus historias, rapidito que no tengo toda la mañana – Roberto se enfadó al oír el tono insolente del hombre, pero Natalia, que no perdía de vista sus reacciones, supo tranquilizarlo tomándole de la mano.
- Bien, he recibido esta notificación – dijo extendiendo el telegrama sobre la mesa. El tono de Natalia había cambiado, ya no era dulce y educado, seguía manteniendo las formas pero demostraba ser una mujer habituada a lidiar con situaciones parecidas – si me hace el favor, desearía retirar la cantidad íntegra y… rapidito, que no tenemos toda la mañana.
El hombre tomó el telegrama en sus manos con fastidio y se puso a leerlo, jamás había tenido en sus manos y de una vez, una cantidad tan abultada de dinero como la que señalaba aquel papel.
- No creo que sea posible entregar… - comenzó a decir, ya con otro tono.
- No me importa lo que usted crea, si es tan amable de hacer lo que le he pedido… - Natalia mantenía una sonrisa de cortesía en su cara, pero sus palabras eran duras. El cajero, pálido se levantó de su asiento y se alejó.
Natalia se giró hacia Roberto y su gesto cambió por completo, tenía una sonrisa radiante.
- Ya verás como ahora viene más calmadito…
- Pero te ha tratado… - Roberto seguía indignado.
- No importa, estoy acostumbrada a que no me tengan en cuenta al principio; lo cual es muy ventajoso y divertido.
- No te entiendo. - No pudieron seguir hablando, en ese momento el cajero se acercó seguido por otra persona, y ambos volvieron a poner cara de circunstancias.
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Capítulo 24
Aquel iba a ser su último día en Sevilla, debían solucionar todo el papeleo antes de la hora de comer ya que la diligencia salía a las cuatro de la tarde; aún así, o precisamente por ello, tardaron en salir de aquella cama. Recorrieron una y otra vez con sus manos y sus bocas, todas y cada una de las curvas de sus cuerpos; como si fuesen chiquillos jugaron a provocarse mutuamente, aunque aquellos juegos distaban mucho de ser infantiles.
Cogidos del brazo caminaron lentamente por las calles sevillanas, deseaban alargar el tiempo de estar juntos lo máximo posible. Nadie se fijaba en ellos, eran una pareja de enamorados como cualquier otra, aunque Natalia pensaba que todo el mundo la miraba, todo el mundo debía darse cuenta de que algo había cambiado en ella, ya no era la joven de días anteriores, ahora era una mujer. Finalmente llegaron a la sede del banco, un edificio imponente en el centro de la ciudad.
- Estás en tu terreno, ¿verdad? – dijo Roberto intentando bromear, pero con cierto deje de dolor en sus palabras.
- Más o menos. ¿Vamos? – y Natalia se soltó de su brazo para cogerse de su mano. Sabía que Roberto se sentía fuera de lugar, pero no debía temer nada, ella iba a guiarle, a protegerle, igual que él había hecho la noche anterior por ella. Subiendo las escaleras de acceso al edificio entraron en él y se acercaron a una ventanilla; Natalia esperaba cerrar el trámite lo más rápidamente posible, notaba como Roberto se sentía incómodo.
- Buenos días – dijo Natalia al hombre que se encontraba tras una de las ventanillas.
- ¿Sí? ¿Qué quería? – preguntó con tono molesto.
- Deseamos retirar cierta cantidad de dinero, he recibido una transferencia de capital des… - comenzó a explicar ella.
- A mi no me cuente sus historias, rapidito que no tengo toda la mañana – Roberto se enfadó al oír el tono insolente del hombre, pero Natalia, que no perdía de vista sus reacciones, supo tranquilizarlo tomándole de la mano.
- Bien, he recibido esta notificación – dijo extendiendo el telegrama sobre la mesa. El tono de Natalia había cambiado, ya no era dulce y educado, seguía manteniendo las formas pero demostraba ser una mujer habituada a lidiar con situaciones parecidas – si me hace el favor, desearía retirar la cantidad íntegra y… rapidito, que no tenemos toda la mañana.
El hombre tomó el telegrama en sus manos con fastidio y se puso a leerlo, jamás había tenido en sus manos y de una vez, una cantidad tan abultada de dinero como la que señalaba aquel papel.
- No creo que sea posible entregar… - comenzó a decir, ya con otro tono.
- No me importa lo que usted crea, si es tan amable de hacer lo que le he pedido… - Natalia mantenía una sonrisa de cortesía en su cara, pero sus palabras eran duras. El cajero, pálido se levantó de su asiento y se alejó.
Natalia se giró hacia Roberto y su gesto cambió por completo, tenía una sonrisa radiante.
- Ya verás como ahora viene más calmadito…
- Pero te ha tratado… - Roberto seguía indignado.
- No importa, estoy acostumbrada a que no me tengan en cuenta al principio; lo cual es muy ventajoso y divertido.
- No te entiendo. - No pudieron seguir hablando, en ese momento el cajero se acercó seguido por otra persona, y ambos volvieron a poner cara de circunstancias.
#273
31/05/2011 21:20
Ay Roberta ¡qué mala perzona eres! Cómo te gusta dejarnos con la intriga...
#274
31/05/2011 21:31
¿De transición? Jajajaja, Natalia se va a merendar al cajero, al interventor y al director del banco. A Roberto le va a costar poder cerrar la boca cuando vea como se las gasta la niña. Muy bueno, Roberta.
#275
01/06/2011 00:15
Roberta la chica tiene personalidad
continuara........
gracias
continuara........
gracias
#276
01/06/2011 10:38
genial roberta
con ganas de leer mas
con ganas de leer mas
#277
01/06/2011 19:20
Hoy también transición, pero a partir de mañana vuelve el movimiento... ¿de qué tipo de movimiento estoy hablando? Ya lo veremos...
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- Buenos días, señores. Soy Agustín Álvarez, director de la entidad, si son tan amables de seguirme, pasaremos a mi despacho donde podremos hablar con más tranquilidad – dijo saludando cortésmente e indicándoles el camino.
Pasaron a un despacho, amplio, elegante, con una gran mesa de madera. Roberto había estado varias veces en el despacho de Germán Montoro y él suyo le parecía un despacho elegante y fino, pero en realidad no era nada en comparación con lo que en esos momentos tenía delante.
- Por favor, tomen asiento – dijo señalando dos grandes sillas frente al escritorio – Siento que la persona que les ha atendido no haya sido…
- No se preocupe, - cortó Natalia – creí entender que había algún problema para poder retirar mi dinero. Me resulta extraño, ya que fueron ustedes quienes me notificaron su disponibilidad.
- Por supuesto, señorita Reeves, el dinero esta totalmente a su disposición, no faltaba más. Tan solo nos preocupa que siendo una cantidad tan abultada y siendo usted…nueva en la ciudad, sufra algún percance. ¿Desea instalarse en Sevilla y por eso requiere de semejante cantidad de dinero? ¿Va a comprar una casa?
El banquero no se había atrevido a decir lo que realmente pensaba, no lo hacía por ser nueva en la ciudad, se comportaba así porque era una mujer y joven además.
- No, no voy a comprar ninguna casa, tan solo es dinero para pequeños gastos personales. - dijo con indiferencia.
Roberto, a su lado, contemplaba atónito la escena, podía observar como el caballero estaba nervioso e incómodo ante la situación mientras que Natalia la controlaba con nervios de acero. ¿Qué cantidad había solicitado ella para que pensase que iba a comprar una casa?
- Bien, - comenzó titubeante – entonces voy a dar orden de que preparen la cantidad. Discúlpenme un momento – y salió del despacho dejándolos solos.
- ¿Me permites una pregunta?
- Claro – dijo Natalia, sonriente.
- ¿Cuánto dinero has pedido para que piense que vas a comprarte una casa? – dijo Roberto casi asustado. Sabía que Natalia era muy rica, ¿pero tanto?
- Demasiado, mucho más de lo que realmente vamos a necesitar, pero quien sabe… No importa, en este banco el dinero está seguro, no hay problema. Si está nervioso es porque no contaba con que realmente quisiera disponer de él y teme que tenga que cerrar durante el resto del día por quedarse sin dinero en efectivo.
- Y ¿vas a hacerlo?
- ¿Retirar el dinero? Solo lo que necesitas y un poco más para algunas compras que quiero hacer.
- Entonces… no entiendo por qué dejas que prepare toda la cantidad.
- Porque se trata de un servicio público y no nos han tratado como debieran. Los bancos trabajan con dinero que no es suyo para ganar dinero con el que finalmente sí se quedan. En la mayoría de los casos, el dinero es de familias que guardan lo poco que consiguen ahorrar con mucho esfuerzo en previsión de momentos de dificultad…
- Como mis padres.
- Como tus padres. Gente que confía en que los bancos van a cuidar de su pequeño capital, pero realmente para un banco no son más que un número, alguien sin nombre ni cara, que de vez en cuando les molesta porque quiere disponer de lo que es suyo.
El acalorado director volvió jadeante y nervioso, Natalia pensó que ya lo había hecho sufrir bastante y cambió de actitud.
- Bien, ya casi está. – dijo y volvió a tomar asiento al frente de su escritorio.
- Disculpe, desearíamos hacerle una pequeña pregunta. – El hombre se movió inquieto en su silla. ¿Qué querría ahora aquella maldita joven? Ya le estaba obligando a cerrar por el resto del día, había enviado a sus ayudantes a pedir ayuda a otros banqueros de la ciudad, pero aún así el descalabro era seguro, ¿cómo iba a seguir confiando la gente en él si tenía que cerrar por falta de liquidez? – El Señor Pérez, el caballero que me acompaña – dijo señalando a Roberto -, debe efectuar un pago por la compra de unos terrenos y nos preguntábamos si sería posible hacerlo a través de su entidad.
Natalia conocía perfectamente la respuesta, los pagos de cantidades importantes se realizaban habitualmente mediante transferencias de fondos entre bancos, ya casi nadie pagaba en efectivo grandes sumas de dinero.
- El señor no tiene, por el momento, cuenta en ninguna entidad sevillana, por lo que desearíamos utilizar este dinero para realizar el abono. – Roberto miraba alternativamente a Natalia y al banquero, estaba claro que la batalla la había ganado ella, el hombre respiraba más pausadamente. - ¿Es ello posible?
- Por supuesto, será un placer ayudarles en sus gestiones. Si me permiten los datos…
- Aquí tiene, - dijo Roberto tendiéndole una carpeta – en su interior podrá encontrar toda la documentación necesaria.
El hombre tomó rápidamente la carpeta en sus manos y comenzó a revisar los papeles que había en su interior. Se trataba de una suma de dinero no muy importante, pero al menos era algo lo que iba a dejar allí.
- Inmediatamente les hago un recibo de abono por la cantidad que debe satisfacer.
- ¡Ah, otra cosa! – dijo Natalia – Estoy pensando que tal vez no necesite todo el dinero en este momento, – comenzó a fingir que hablaba para sí misma – no, decididamente no lo voy a necesitar todo. – La respiración de aquel hombre se serenaba poco a poco, aunque crecía su enfado hacia la joven por el mal rato que estaba haciéndole pasar. - ¡Ya lo sé! ¿Sería posible abrir una cuenta a nombre de ambos?- dijo señalando alternativamente a Roberto y a ella – Me voy a tener que ausentar y no quiero viajar con mucho dinero…
Roberto no tenía la menor idea de lo que Natalia tramaba, no le había comentado nada al respecto, pero esperaría a quedarse solos para preguntarle, seguro que su anfitrión volvía a salir del despacho al menos un par de veces más y él podía aprovechar la ocasión.
- Por supuesto, señores, por supuesto…
- ¿Me vas a explicar qué estás haciendo? – dijo Roberto cuando, de nuevo, el banquero salió a buscar unos formularios. – No es de mi agrado el deberte dinero, pero no que queda otra opción – el tono de su voz denotaba enfado - ¿pero esto?
- Luego te explico, por favor confía en mí.
_____________________________________________________________________
Os adelanto que no nos vamos a enterar tan pronto de para qué quiere dejar el dinero Natalia, pero el hecho de que haya pedido que lo pongan a nombre de ambos... va a caldear la situación; eso si que lo veremos en el próximo trocito
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- Buenos días, señores. Soy Agustín Álvarez, director de la entidad, si son tan amables de seguirme, pasaremos a mi despacho donde podremos hablar con más tranquilidad – dijo saludando cortésmente e indicándoles el camino.
Pasaron a un despacho, amplio, elegante, con una gran mesa de madera. Roberto había estado varias veces en el despacho de Germán Montoro y él suyo le parecía un despacho elegante y fino, pero en realidad no era nada en comparación con lo que en esos momentos tenía delante.
- Por favor, tomen asiento – dijo señalando dos grandes sillas frente al escritorio – Siento que la persona que les ha atendido no haya sido…
- No se preocupe, - cortó Natalia – creí entender que había algún problema para poder retirar mi dinero. Me resulta extraño, ya que fueron ustedes quienes me notificaron su disponibilidad.
- Por supuesto, señorita Reeves, el dinero esta totalmente a su disposición, no faltaba más. Tan solo nos preocupa que siendo una cantidad tan abultada y siendo usted…nueva en la ciudad, sufra algún percance. ¿Desea instalarse en Sevilla y por eso requiere de semejante cantidad de dinero? ¿Va a comprar una casa?
El banquero no se había atrevido a decir lo que realmente pensaba, no lo hacía por ser nueva en la ciudad, se comportaba así porque era una mujer y joven además.
- No, no voy a comprar ninguna casa, tan solo es dinero para pequeños gastos personales. - dijo con indiferencia.
Roberto, a su lado, contemplaba atónito la escena, podía observar como el caballero estaba nervioso e incómodo ante la situación mientras que Natalia la controlaba con nervios de acero. ¿Qué cantidad había solicitado ella para que pensase que iba a comprar una casa?
- Bien, - comenzó titubeante – entonces voy a dar orden de que preparen la cantidad. Discúlpenme un momento – y salió del despacho dejándolos solos.
- ¿Me permites una pregunta?
- Claro – dijo Natalia, sonriente.
- ¿Cuánto dinero has pedido para que piense que vas a comprarte una casa? – dijo Roberto casi asustado. Sabía que Natalia era muy rica, ¿pero tanto?
- Demasiado, mucho más de lo que realmente vamos a necesitar, pero quien sabe… No importa, en este banco el dinero está seguro, no hay problema. Si está nervioso es porque no contaba con que realmente quisiera disponer de él y teme que tenga que cerrar durante el resto del día por quedarse sin dinero en efectivo.
- Y ¿vas a hacerlo?
- ¿Retirar el dinero? Solo lo que necesitas y un poco más para algunas compras que quiero hacer.
- Entonces… no entiendo por qué dejas que prepare toda la cantidad.
- Porque se trata de un servicio público y no nos han tratado como debieran. Los bancos trabajan con dinero que no es suyo para ganar dinero con el que finalmente sí se quedan. En la mayoría de los casos, el dinero es de familias que guardan lo poco que consiguen ahorrar con mucho esfuerzo en previsión de momentos de dificultad…
- Como mis padres.
- Como tus padres. Gente que confía en que los bancos van a cuidar de su pequeño capital, pero realmente para un banco no son más que un número, alguien sin nombre ni cara, que de vez en cuando les molesta porque quiere disponer de lo que es suyo.
El acalorado director volvió jadeante y nervioso, Natalia pensó que ya lo había hecho sufrir bastante y cambió de actitud.
- Bien, ya casi está. – dijo y volvió a tomar asiento al frente de su escritorio.
- Disculpe, desearíamos hacerle una pequeña pregunta. – El hombre se movió inquieto en su silla. ¿Qué querría ahora aquella maldita joven? Ya le estaba obligando a cerrar por el resto del día, había enviado a sus ayudantes a pedir ayuda a otros banqueros de la ciudad, pero aún así el descalabro era seguro, ¿cómo iba a seguir confiando la gente en él si tenía que cerrar por falta de liquidez? – El Señor Pérez, el caballero que me acompaña – dijo señalando a Roberto -, debe efectuar un pago por la compra de unos terrenos y nos preguntábamos si sería posible hacerlo a través de su entidad.
Natalia conocía perfectamente la respuesta, los pagos de cantidades importantes se realizaban habitualmente mediante transferencias de fondos entre bancos, ya casi nadie pagaba en efectivo grandes sumas de dinero.
- El señor no tiene, por el momento, cuenta en ninguna entidad sevillana, por lo que desearíamos utilizar este dinero para realizar el abono. – Roberto miraba alternativamente a Natalia y al banquero, estaba claro que la batalla la había ganado ella, el hombre respiraba más pausadamente. - ¿Es ello posible?
- Por supuesto, será un placer ayudarles en sus gestiones. Si me permiten los datos…
- Aquí tiene, - dijo Roberto tendiéndole una carpeta – en su interior podrá encontrar toda la documentación necesaria.
El hombre tomó rápidamente la carpeta en sus manos y comenzó a revisar los papeles que había en su interior. Se trataba de una suma de dinero no muy importante, pero al menos era algo lo que iba a dejar allí.
- Inmediatamente les hago un recibo de abono por la cantidad que debe satisfacer.
- ¡Ah, otra cosa! – dijo Natalia – Estoy pensando que tal vez no necesite todo el dinero en este momento, – comenzó a fingir que hablaba para sí misma – no, decididamente no lo voy a necesitar todo. – La respiración de aquel hombre se serenaba poco a poco, aunque crecía su enfado hacia la joven por el mal rato que estaba haciéndole pasar. - ¡Ya lo sé! ¿Sería posible abrir una cuenta a nombre de ambos?- dijo señalando alternativamente a Roberto y a ella – Me voy a tener que ausentar y no quiero viajar con mucho dinero…
Roberto no tenía la menor idea de lo que Natalia tramaba, no le había comentado nada al respecto, pero esperaría a quedarse solos para preguntarle, seguro que su anfitrión volvía a salir del despacho al menos un par de veces más y él podía aprovechar la ocasión.
- Por supuesto, señores, por supuesto…
- ¿Me vas a explicar qué estás haciendo? – dijo Roberto cuando, de nuevo, el banquero salió a buscar unos formularios. – No es de mi agrado el deberte dinero, pero no que queda otra opción – el tono de su voz denotaba enfado - ¿pero esto?
- Luego te explico, por favor confía en mí.
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Os adelanto que no nos vamos a enterar tan pronto de para qué quiere dejar el dinero Natalia, pero el hecho de que haya pedido que lo pongan a nombre de ambos... va a caldear la situación; eso si que lo veremos en el próximo trocito
#278
01/06/2011 19:29
Roberta cuanto suspense
movimiento espero que sea del bueno
lo del dinero................. caldeado
esperaremos al proximo trocito
movimiento espero que sea del bueno
lo del dinero................. caldeado
esperaremos al proximo trocito
#279
01/06/2011 23:02
Pues no sé yo si a Roberto le va a gustar esta situación...
#280
01/06/2011 23:09
Gracias Roberta, sigue cuando puedas.....................