Pequeños relatos escenas Sara y Miguel (Francino boys)

Este post, ni lo habia visto, mas terea pero debe de estar superbien, no consigo actualizarme

Hombre mcfrre,exactamente no se como lo voy a continuar...Si quuieres lo hago en un post aparte NO PROBLEM


EDITO:Cada noche intentare poner un trozito

A TRAVÉS DE LOS BARROTES (especialmente dedicado a ALLANA que lo ha pedido insistentemente desde el principio.... espero que os guste)

Miguel tenía esa tarde una misión, junto con Morales y refuerzos venidos de Comandancia Superior, dar caza al Navajas y su banda, se lo había comentado a Sara y ésta estaba sumamente preocupada, era una misión muy arriesgada, no podía permitir que le pasara nada, ella moriría si Miguel resultara herido de muerte.... no se podía arriesgar, así que se preparó para acudir, como tantas otras veces, junto con Marcial, Chato y el Marqués, al encuentro ….. estaría allí junto a Miguel por si la necesitaba.

Sara : Por favor Miguel cuídate mucho, no te arriesgues innecesariamente.
Miguel : No te preocupes mi amor, tengo la intención de envejecer a tu lado y ya sabes que soy muy cabezota, así que prepara una buena cena esta noche y antes nos daremos otro baño como el otro día, vale?? la besó con pasión …. aunque no quería demostrarlo tenía miedo de no volver, pero no quería que se preocupara.

Toda la guardia civil ya estaba en su sitio y por el camino apareció el Navajas y su banda, empezó el tiroteo …... en ello que Miguel vió a lo lejos al bandolero del rifle... qué hacía allí?? de parte de quién iba ?? le dijo a Morales que fuera por un lado y él iría por otro y entre los dos podrían acorralarlo y cogerlo.... Miguel estaba ofuscado por saber quién era ese misterioso bandolero.... le intrigaban sus acciones.... eran diferentes a la de otras bandas. Ambos se fueron acercando y cuando el bandolero misterioso quiso darse cuenta ya tenía a Miguel a la espalda. Miguel se fue acercando hasta estar prácticamente tocándolo.....pero éste se abalanzó sobre Miguel y forcejearon...... Miguel pudo hacerse con él... lo tiró al suelo ..... forcejearon más......ahora estaba Miguel encima de él ….. miró sus ojos ….esos ojos ….. no podía creer lo que estaba pensando …... era Sara ??? le quitó el pañuelo de la cara y ….... Sara ??? en ese momento se acercaba Morales y Roncero …

Morales : Teniente ….. Sara !!!
Roncero : Sara !!! …... háganla presa ….. ordenó

Miguel y Sara no podían hablar ….... sus miradas lo decían todo …. ambos con los ojos llorosos …. Miguel estaba abatido, confuso, por qué Sara ?? qué la había llevado a ser bandolera ?? su mente estaba en blanco, solo la veía a ella, sus fuerzas flaqueaban, las piernas apenas lo aguantaban, el mundo entero se le vino abajo.
Sara estaba conmocionada, llorando, sin poder apartar la mirada hacia Miguel, sentía haberle mentido..... sabía que en ese mismo momento lo había perdido para siempre ….. todo le daba igual, sin él su vida ya no tenía sentido ...…. su destino era lo de menos, lo que no podía soportar era el dolor que su alma sentía …. creía desfallecer.....

A Sara la encarcelaron y en breve la llevarían a Sevilla dónde la juzgarían ….. a Miguel le habían prohibido entrar en el cuartel, Roncero prefería no la viera presa, evitarle el sufrimiento y de paso evitar que por su amor pudiera hacer algo imprevisto como liberarla.
Pero Roncero no contaba con Morales ….... ese amigo fiel de Miguel..... él dejaría esa misma noche paso libre a Miguel para que pudiera despedirse de ella …... Morales los quería a los dos …. eran como de su familia y la desgracia de ambos lo hacían sufrir a él ….... dejaría que se vieran, por supuesto …. pero a través de los barrotes.

Sara estaba tendida en el camastro de la cárcel ….. llorando, cuando oyó la voz con la que siempre soñaba.

Miguel: Sara, por favor, escúchame....... necesito hablar contigo..... necesito unas respuestas
Sara:vete, vete.... ya te he hecho bastante daño
Miguel:No Sara, te lo pido por favor ….... levántate y háblame …... te lo suplico

Sara se levantó, se puso frente a Miguel, a una distancia …... lloraba con un dolor incontenible, jamás pensó que pudiera doler tanto, mejor era morir que vivir sin él.

Miguel: Por qué luchabas como bandolera ? Por qué no me lo dijiste ? Te habría escuchado.....
Sara: Yo solo quería ayudar con las injusticias y no podía decírtelo, tu siempre has estado del lado de la ley por muy injusta que fuera ….... necesitaba salvar a Dionísio y con ello empezó todo …... después no pude parar.... allá dónde veía una injusticia mi corazón me llevaba a ir contra ella. A ti mismo te salvé dos veces y a Mateo....... robé a los poderosos y avariciosos para darlo a los pobres …... ayudar a los niños enfermos cuando aquel envenenamiento ….. y así me fuí involucrando hasta ahora que de nuevo había ido a cuidar de ti....... con todos mis compañeros …... somos bandoleros de parte de la justicia …... pero se que no lo entenderás nunca y nunca me perdonarás....
Miguel: Que poco me conoces Sara Reeves ….. que poco profesional me crees ….. he estado pensando en ello desde hace tiempo y por eso buscaba a ese bandolero ...... por su estilo de justicia …. lo que yo no podía hacer desde la ley, lo hacía él ….... tendrías que haber confiado en mi …... haber abierto tu corazón a mi …... cuando entenderás que te amo como a nadie, más que a mi mismo....... acércate por favor …....

Sara se acercó a los barrotes, no podía creer lo que estaba oyendo ….. que tonta había sido …... Miguel era muchísimo más de lo que imaginaba …... era inigualable …... aún lo quería más si ello era posible …... le estaba diciendo que la entendía....... pero ahora ya no había remedio ….. la ley iría contra ella. Se fue acercando lentamente a esos barrotes que los separaban.

Miguel: Ven, déjame tocarte …...

Ella se acercó ….Miguel le cogió la cara …... estaba asustada como una niña …. su niña …... el llanto le fluía sin parar …. sin ruido …. con un lamento callado desde su alma ….. se la veía tan perdida ….... Miguel la miraba con ternura ….. le acariciaba el pelo, las mejillas, la barbilla, la nariz …..... mientas la iba besando en los ojos absorbiendo las lágrimas que seguían cayendo ….... poco a poco la fue abarcando a toda ella con sus brazos ….. la atrajo hacía sí … solo los barrotes de la celda los separaba ….. la empezó a besar con pasión en los labios …... a los que ella respondió apasionadamente …. totalmente entregada ….. un fuego interno los invadía …... se amaban …... Sara sintió el perdón de Miguel en sus besos …. su pasión sin medida ….. y su corazón empezó a latir con más fuerza …... siguieron besándose y acariciándose con desespero ….... ni los barrotes importaban …... seguirían así el tiempo que fuera necesario.....

Morales estaba llorando al otro lado de la estancia …. los estaba oyendo y el dolor de ellos lo hacía suyo ….... entró sin que lo vieran ya que seguían entrelazados besándose y les abrió la celda ….... Miguel y Sara al oir el ruido de las llaves se giraron y con una mirada agradecieron a su siempre amigo el ofrecimiento ….... se irían de Arazana …... se irían a Oxford a empezar una nueva vida ….. esta vez sin ningún engaño ni malentendido de por medio …..... formarían una familia …... la suya ….. solo se tenían el uno al otro y así emprenderían el camino ….... por fin podrían darse el amor con plenitud y tener esos hijos que tanto ansiaban.

Mcfree, me encanta!! Está genial. Muy bonita la escena, sin ese gran enfado de Miguel que todas suponemos. Asi seria precioso.
Gracias.

Mcfree, que escena tan bonita has descrito, es un gustazo entrar en este post. Gracias.

Precioso mcfree, otra visión de lo que puede pasar, felices en Oxford!!!

Mcfree menudo escenon, gracias.

chicas enhorabuena, son preciosos todos los relatos, ahí va, lo escribí esta mañana cuando bajé a la playa.

El ángel de la guarda

Marcial terminaba el trabajo que los agentes de la guardia civil habían empezado, ayudaba a Sara a expulsar la bolsa donde su hijo había flotado durante los ocho meses que había estado dentro de ella. Había sido un parto muy complicado, la joven había sufrido desgarros que la tendrían dolorida y en reposo durante varios días.
En el baño Paca revisaba que el niño tuviese todos los deditos y todo en su sitio, el teniente la acompañaba para que Sara se quedase tranquila, pues aunque confiaba en ella era su niño, su pequeño Miguel y solo con ella y su padre estaría a salvo.
El teniente Romero observaba ensimismado como Paca miraba hasta el último resquicio del pequeño, que estaba cubierto de sangre y una extraña sustancia amarillenta.
-¿Sabe una cosa, teniente?-preguntó Paca, Miguel la miró mientras ella le entregaba al bebé-yo estoy convencida de que los bebés reconocen a sus padres desde antes de nacer y que solo en sus manos se sienten felices y protegidos.
-¿Está segura?-dijo Miguel sonriéndole a su hijo que movía lentamente las minúsculas manitas.
-Pues claro, si no mire-confirmó Paca señalando al bebé que se había agarrado a un dedo de su padre y no lo soltaba. El teniente la miró sonriéndole, no podía imaginar un amor más puro que el que sentía por ese pequeño-Así que teniente, va usted a ejercer de padre, y va a bañar a su hijo.
-¿Yo?-preguntó el joven-No, Paca puedo hacerle daño, yo no sé hacer estas cosas.
La mujer rió abiertamente al comprobar como un hombre decidido y valiente, que había arriesgado su vida en incontables ocasiones se asustaba ante la posibilidad de bañar a su propio hijo, y es que a pesar de que ni ella ni Morales habían sido padres sabía que el amor a un hijo y el temor a hacerle daño eran infinitos.
-¿Cómo van a hacerle daño, las manos que lo han traído al mundo?-animó Paca tocando el hombro del joven-Además, debe pensar que Sara tardará varios días en recuperarse del parto y hay cosas que solo un padre o una madre pueden hacer.
Esas palabras hicieron que Miguel se decidiese y bajo la atenta mirada y supervisión de Paca, sumergiese al niño en el agua de la bañera. Le frotó con suavidad con su esponja natural, hasta retirar los restos de sangre del pequeño. Luego lo secó y lo vistió con la ayuda de Paca.
Aunque esa era tarea de mujeres, Miguel nunca se sintió más hombre que en ese momento, ese bebé era su hijo, y la mujer que amaba estaba mal después de haberle traído al mundo al mayor regalo y el mayor motivo de felicidad que tenía en la vida. Era su responsabilidad cuidar de los dos en esos momentos, y si cuidar de los dos era bañar a su hijo o mimar a su mujer y facilitarle la vida en la medida de lo posible así lo haría. Además una emoción desconocida para él le embargaba el pecho cada vez que el pequeño Miguel le apretaba un dedo, o se acurrucaba contra él. Era tan pequeñito, tan frágil y vulnerable, que Miguel se sorprendió de que pudiese crear sentimientos tan grandes en él.
Paca y Miguel salieron del baño, a la habitación Marcial había terminado, y Chelo había ayudado a Sara a asearse, había cambiado las sábanas y borrado cualquier vestigio de lo que allí acababa de suceder.
Sara descansaba con un camisón rosa, estaba relajada por el laúdano que le había administrado Marcial, para ayudarla a soportar los dolores producidos por los desgarros que tenía. La joven giró la cabeza, y vio a su marido con su hijo en brazos, sonrió porque nunca había visto nada más bonito que ellos dos, los hombres más importantes de su vida juntos. Miguel, así se llamaba el amor para Sara Reeves.
Al tomar a su hijo en brazos, Sara comenzó a llorar suavemente, había ansiado tanto ese momento, el momento de poder abrazar a su pequeño. Había sufrido tanto para tenerlo, pero la mirada azul de Miguel, saber que iban a ser sus brazos quienes acogiesen a su hijo, la habían calmado, la había hecho ser valiente.
Miguel se sentó junto a ellos y agarró a su mujer por la espalda mientras la besaba en la frente, la visión de Sara acunando a su hijo era lo más hermoso que él había visto. No tenía palabras para demostrarle a la mujer que tenía al lado, lo mucho que la amaba y lo que le agradecía que le hubiese dado ese pequeño milagro, que lo hubiese elegido a él como compañero, que le hubiese dado un hijo, que hubiese sido tan generosa de entregarle una parte suya para que lo hiciese el hombre más feliz del mundo.
-Es muy guapo, ¿verdad?-dijo Sara sonriéndole.
-Es precioso y muy tranquilo, no llora nada-dijo el orgulloso padre, fijándose en su retoño que estaba abriendo los ojos y haciendo ruiditos.
Ambos se miraron sonriendo, al ratito, el pequeño Miguel empezó a llorar a pleno pulmón, asustando a su padre que se puso a dar paseos con él por toda la habitación mientras Sara se acomodaba y se desabrochaba el camisón. En cuanto se lo dio a su madre y los labios del bebé rozaron el pezón de su madre el pequeño instintivamente empezó a succionar calmándose por completo. Además lo hacía con ansia, tanto que un hilito de leche se le escapaba al pequeño por la boca. Cuando se terminó el primer pecho y su madre lo retiró el pequeño empezó a llorar nuevamente en señal de que aún tenía hambre.
-Miguelito, al final vas a resultar un pequeño glotón-sonrió Sara mirando a su hijo, de repente miró a su marido que miraba la escena embobado-Espero tener la suficiente leche para esta noche.
-¿Tú crees que no la tendrás?-preguntó Miguel preocupado, ante la posibilidad de que Sara no tuviese la suficiente leche para saciar al pequeño.
-No sé mi amor, llevo dos semanas tomando infusiones de cardo mariano, que me dijo Marcial que servía para producir más leche, pero no sé, más tarde lo comprobaremos-dijo Sara entregándole el pequeño a su padre-No lo tumbes mi vida, que puede devolver leche.

Ambos cenaron en el dormitorio, Sara no podía levantarse sin sentir un fuerte dolor en el vientre. El pequeño Miguel dormía plácidamente con el estomaguito lleno. Tras la cena el silencio reinó en la casa y todos cayeron en los brazos de Morfeo que los condujo al mágico reino de los sueños.
Sara durmió sin sueños, el láudano la había sumido en un sueño profundo destinado a hacerla descansar después de un día agotador. Miguel se durmió abrazado a su mujer, susurrándole palabras hermosas, diciéndole que le había hecho el regalo más precioso que la vida pudo haberle dado y que nunca podría agradecerle eso lo suficiente.
En cambio cuando se durmió tuvo horribles pesadillas, soñó con el Navajas, tenía a Sara amordazada y había abusado de ella, y Miguel estaba en el suelo, llorando de hambre, Sara le suplicaba que le dejase que le diese de comer pero el Navajas la golpeaba hasta que ella quedó inmóvil en el suelo.
Miguel despertó sudoso con la respiración entrecortada, observó como Sara dormía tranquilamente, la besó en la frente y se levantó y fue hasta la cuna. Sonrió cuando vio a su niño boca abajo, dormidito, tapadito para no coger frío. Miguel lo sacó de la cuna, lo cogió en brazos y se metió en la cama, con su hijo recostado sobre su pecho, le gustaba sentir la respiración calmada de su hijo. Él dormía ajeno a la desazón de su padre.
(sigo)

(sigo)

A la mañana siguiente Miguel se fue a trabajar habiendo dejado al bebé vestido con un batón blanco, pues sabía que Sara recibiría visitas que acudirían a conocer al primogénito de la familia Romero-Reeves.
Al llegar al cuartel, el capitán Roncero le dio la enhorabuena por su paternidad y porque la noticia de que el teniente Romero había atendido el parto de su mujer había corrido como la pólvora. Se acercó a la imprenta y puso un cable, no dejaba de darle vueltas al sueño, ahora Sara y Miguel, estaban solos en casa.
Pidió a Morales que lo acompañase a Villareja a inscribir al niño en el Registro Civil, de ahí trasladarían la partida de nacimiento a Málaga. Durante el trayecto ambos guardias hablaron de cómo Sara y el bebé habían pasado la noche. Morales quería verlos, para él había sido muy emocionante ver nacer a esa criatura.
En el registro civil, Miguel presentó su partida de nacimiento, la de Sara, la partida de matrimonio y el certificado de nacimiento.
Quedando registrado Miguel Romero Reeves, varón, hijo de Miguel Romero Vázquez, casado de 30 años y Sarah Reeves, casada de 23 años y nacionalidad británica. Certificando el nacimiento el doctor Marcial Buendía López, en la villa de Arazana provincia de Málaga el 22 de mayo del año de nuestro Señor Jesucristo de 1883.
Miguel recogió la copia de la partida de nacimiento y acudió con Morales a una taberna donde tomarían un chato de vino para calmar su sed.
-Bueno teniente, ya está todo hecho, el pequeño Miguel ya consta como ciudadano español-dijo Morales-Brindemos por el pequeño, teniente, y por sus padres que ha sido muy valientes.
-Bueno Morales y por usted que nos ayudó muchísimo-dijo Miguel sonriendo-en realidad brindemos por nosotros porque mi hijo crezca sano y nosotros podamos disfrutar de él.
Dicho esto brindaron y se bebieron lo que quedaba en los vasos, el teniente pagó y salieron de la taberna.
-Como se nota que lo espera su retoño en casa, anda que no tiene prisa-rió Morales.
Miguel lo miró serio.
-No es solo eso Morales-dijo preocupado el teniente-Es que me da miedo que están solos y Sara está muy dolorida. No dejo de pensar en las amenazas del Navajas. Están indefensos y si les pasa algo me muero.
-No piense en eso teniente-aconsejó Morales-El Navajas no ha vuelto a atacar a Milady, por cierto ¿puedo hacerle una pregunta personal?-El teniente asintió con la cabeza-¿teniente tanto se quiere a un hijo?
Miguel sonrió.
-Morales, Miguel es para mí el centro de mi universo-contestó el joven-podría vivir sin todo el mundo incluso sin Sara, pero no sin él. Ayer cuando lo cogí entre mis manos, cubierto de sangre, supe que mi vida había cambiado para siempre. No imaginas que se siente cuando lo bañé, y él me agarró el dedo, ni cuando por la noche me dormí sintiendo como respiraba, tranquilamente y feliz. Morales es el amor más grande y puro que se pueda sentir.
Morales le devolvió la sonrisa, aunque con un deje de tristeza , él ya nunca sabría que era eso, su mujer tenía una edad en la que era imposible que se quedase embarazada.
-Busque alguien que los proteja de los bandoleros, alguien que sea realmente bueno, no estamos hablando de cualquier delincuente, teniente y piense que la prioridad es la seguridad de su mujer y su hijo-dijo Morales, comprendiendo la desazón de su jefe, para él ese pequeño era ya una parte muy importante de su vida, era el primer niño que veía nacer y quería a sus padres con locura.
Miguel asintió con la cabeza, comprendiendo entonces que esa tarea solo podía realizarla alguien que en un momento dado pudiese estar a la misma altura que el Navajas.
-Morales siga le espero en el cuartel-dijo Miguel volviéndose en mitad del camino.
El agente asintió y siguió su camino, mientras el teniente se alejaba nuevamente en dirección a Villareja, iba a galope tendido. Llegó a los campos de los Méndez, unos terratenientes de Villareja, aminoró la marcha de su caballo, a la orilla de unos olivares lo vio, era difícil no reconocer la figura que había sido parte de sus pesadillas.
-Hola Chato, te estaba buscando-dijo Miguel a un jornalero, desgreñado, con barba que estaba vuelto de espaldas.


espero que os guste

Merry, escribes genial y el relato precioso XDDD

Chic@s, acabo de ponerme al día.

IIMPRESIONANTES, todos los nuevos relatos son impresionantes, llenos de ternura ,de amor, de buenos deseos, ¡¡que maravilla¡¡

No hay manera de salir de este foro, menuda adicción...........

Merry que preciosidad de relato , ya te imagino toda inspirada escribiendo en la playa

merry q potito! Me imagino a al teniente con su Miguelito en brazos...y se me cae la baba

continua pliss

Mcfree maravilloso tu relato y morales
Merry que bonito" carnecita de gallina" con esta letra de martinez ares me emocione tanto como tu relato del nacimiento de miguel romero reeves

arunda me encanta la chirigota jajaaj y la letra kita el sentio como no si son de cadi

no creas que no me sirvió de inspiración, soy forofa de martínez ares, los piratas es la comparsa por antonomasia, pero calabazas, el vapor y la revolución son dignas de ser escuchadas atentamente aunque a mi como andaluza la que más me llega es esta



aunque una comparsa mágica fue "el circo", suave y musicalmente mágica y delicada, digna tambien de ser escuchada y no caer en el olvido, y es que es en febrero cuando los gaditanos se hacen voz de andalucía y el resto, callamos y aprendemos, a decir las verdades con arte

MERRY, McFREE.... que chulos vuestros relatos!!!!!!!!!!!!!!!!!!

McFREE gracias por la dedicatoria de esos barrotes jejejejejejejeje, aunque he de decir que en mi fuero interno espero que me den una escena así en la serie pero en la que Miguel muestra muchíiiiiiiiisimo más su genio... vamos, que empieza recriminándola, con un cabreo brutal para lugar pasar a comerse con la mirada, con las manos... con toooooodo.

Este post me tiene totalmente enganchada
Mcfree, tu escena tras los barrotes me ha encantado. Me los imagino a los dos y la verdad, es una escena como para que no nos privaran de ella. Maravillosa la escena y tu manera de contárnosla. No ha faltado detalle.
Merry, qué ternura tu relato. Fantástico. Es que la verdad, me imagino al teniente bañando al niño, y mirándole con esos ojos y me encanta, como me encanta que vaya a confiar la seguridad de su familia, lo que más quiere en el mundo al Chato. Inmejorable elección.
GRacias a las dos !!!!

Mcfree, Merry!!!! Muchas gracias!!!! Esa escena barrotes, maravillosa. Y ese Miguel ejerciendo de padrazo, me mata de dulzura. Qué bonito!!!

No puedo mas

sara:buenos dias
miguel:señorita reeves
sara:miguel por favor no me llames asi
miguel:y como quieres que te llame si eres una completa desconocida para mi...............despues de todo lo vivido y con todo lo que siento................en estos momentos eres alguien en quien no confio
sara:por eso estoy aqui necesito que hablemos........ necesito explicarte muchas cosas
miguel:cosas que para mi las tienen, me has utilizado,usado con palabras bonitas y besos............
vete sara el cuartel no es lugar para que hablemos de esto se me olvida que soy guardia civil
y si no es por lo que sien.................deveria detenerte
morales:buenos dias teniente (se cuadra) milady
miguel:descanse morales
morales:veo que necesitan seguir hablando porque no pasan a los calabozos que se que no es el mejor lugar y alli aclaran sus cosas
sara sonrio
miguel:la señorita reeves ya se iba
sara:NO venia a decirte unas cuantas cosas y no me ire sin decirtelas despues de una semana sin verte no me voy sin que me oigas
miguel vio a sara decidida la cogio por el brazo y pasaron a los calabozos
morales:por mi hablen,hablen lo que quieran yo a lo mio y por roncero el nunca viene tan temprano
miguel:que quieres volverme loco lo estoy.........por ti por tu amor pero eso no me impide ver que te has saltado la ley si has ayudado a los demas a mi a mateo lo que quieras pero acostarme y levantarme con quien para mi es la mujer que quiero y confio y descubrir que eres TU sara a quien por tanto tiempo busque.........
sara se acerco
miguel la rechazo
sara:no puedo mas te necesito te añoro tus besos tus caricias
miguel:todo eso no lo fingiste
sara:NO como puedes pensar eso......... yo te quiero
sara se volvio a acercar a miguel por su espalda permanecio cerca de el y con voz susurrante
sara:miguel no soporto este distanciamiento tu frialdad tu indiferencia te echo de menos
si me dejaras te explicaria todos mis motivos y razones por los que actue con carranza
si me quisieras escuchar
sara empezo a acariciarle la nuca
miguel se giro
se miraron
sara:como echaba de menos esa manera de mirarme
miguel:no no
sara le cogio la cara y se miraron
sara:no que
miguel:me volveras loco
sara:de amor
miguel:no sigas por que tenemos mucho que hablar
sara:hablaremos todo lo que tu quieras pero este no es el mejor lugar..........esta noche te pasas por la casona y hablamos(le beso en la mejilla) aclaramos (le beso en la nariz) todas tus dudas
(se acerco a su boca...)
morales:teniente, roncero en la plaza
miguel:gracias morales
sara:entonces esta noche
miguel asintio con la cabeza y sonrio
sara:me alegro de volver a ver tu sonrisa y esta noche espero verla mucho mas
cuando sara estaba cerca de la puerta se acerco a miguel y le dio un pequeño beso en los labios
sara:si tu pones el jerez yo pondre el queso rondeño y mas de estos
miguel se quedo con una sonrisa

un poco de tension y luego una bonita reconciliacion
espero que os guste