Pequeños relatos escenas Sara y Miguel (Francino boys)

Miguel - Sara ¿Donde está Diego?
Sara - En casa de Albert y Lucy, han comprado a su hijo John un perro, está como loco jugando con el animal.
Miguel - Entonces me voy a pasear por el parque.
Sara - Espera no creo que Diego tarde en venir.
Esperó unos 10 minutos se levantó y se puso el abrigo.
Sara - Coge un paraguas Miguel y ponte mejor el abrigo.
Miguel - Gracias Sara, por preocuparte por mi, sino cogeria una pulmonia.
Sara - Llaman a la puerta será Diego de vuelta.
Albert - Sara, Miguel venid a casa, os invitamos a comer.
Sara - Ahora voy.
Miguel - Te espero abajo Sara.
Se cambió y se puso ropa de más abrigo, aunque vivian cerca hacia mucho frío.
Se fueron a casa de Albert y Lucy, Diego y John jugaban con el perro.
Diego - Papá has visto que bonito.
Miguel - Si precioso Diego, un Pastor Aleman.
Albert - Sabes de razas de perros.
Miguel - Si, en la academia trabajé con ellos, ayudan mucho a las personas.
Continuará

siguee

Albert - Miguel los perros parecen leer el alma de las personas.
Miguel - Eso parece Albert.
Lucy - ¿Te quedas a comer con nosotros?
Miguel - No gracias Lucy, ahora vienen familiares de Elena debo recibirlos.
Sara - Te sientes bien para ir solo.
Miguel - Regular, no hay momento que no me acuerde de Elena. Pero debo hacer un esfuerzo y recogerles.
Miguel se fué dejando en la casa de Albert a Diego y Sara.
En el puerto el barco atracó puntual, se bajaron 2 familiares de Elena, sus hermanas
Venian buscando conflictos, entraron en la casa querian sus ropas y sus joyas, a Miguel se derrumbó y empezó a llorar, Sara le abrazó y le levantó del suelo.
Sara - Sabia que no estabas preparado para esto.
Miguel - Gracias por venir. Vienen buscando dinero y las joyas.
- Vaya Miguel no has tocado el dinero ni las joyas.
Miguel - No me interesa el dinero ni las joyas.
- Entonces el testamento que tenemos en nuestro poder no te interesa, te da en herencia millones y casas en España.
Miguel - Si quereis renuncio a todo ahora mismo.
Sara leyó el documento, menuda familia de la pobre con razón se hizo amiga de ella, ayudaria a Miguel.
Sara - Miguel no puedes renunciar a la herencia, sus hermanas recibieron su parte al fallecer su madre, su padre un hombre mayor y enfermo las desheredó la fortuna pasó a Elena. El padre falleció hace un mes, y te nombra heredero de toda la fortuna.
Miguel - Vaya sabia que Elena tenia bienes pero no tanto.
- Miguel renuncie a todo le daremos un porcentaje razonable.
Sara - No renuncies Miguel, por lo que he leido las dos abandonaron a su padre en una residencia y pasaron de el, ni visitas ni nada.
Miguel - Lo siento ahora la herencia es mia.
- Adios Miguel nuestros abogados le destrozaran.
Miguel - Sara que hago, Elena era un ángel su padre me dijo que me llevaba a las más dulde e inocente de sus hijas.
Sara - Miguel en memoria de Elena lucha.
Continuará

Sigue !!

Miguel - Lo haré, me recomiendas un buen abogado.
Sara - Claro, a mi buen amigo Henry Dash es el mejor.
Salieron de la casa, Miguel llevaba dos maletas, una con ropas suyas y otra con la ropa de Elena.
Sara - Miguel dame una maleta, vas muy cargado.
Miguel - Toma es la maleta con mi ropa.
Llegaron a un convento y entregó las ropas de Elena a los pobres, se sintió un poco mejor al hacerlo.
En la casa de Albert, Diego estaba muy feliz jugando con John y el perro.
Sara - Diego venga despidete de John, es tarde y hay que cenar.
Diego - Voy mamá.
Albert - Miguel tienes a tu hijo, a Sara y a nosotros que somos tus amigos.
Miguel - Gracias Albert, tienes razón, mis cuñadas me han puesto mal cuerpo.
Sara - Miguel no pienses en esas interesadas.
Llegaron a la mansión, cenaron con apetito, a Sara el guiso le habia salido delicioso, y el bizcocho.
Diego - Mamá muy rico, eres una cocinera de 10.
Sara - Gracias hijo mio, pero que no se entere Doris.
Miguel - Doris cocina platos tipicos ingleses y tu cocina española.
Diego se durmió pronto en su cama.
En la biblioteca se quedaron Sara y Miguel.
Miguel - Sara crees que mis cuñadas se saldran con la suya.
Sara - No lo creo la ley está de tu parte.
Continuará

Siguee pro q tengan un acercamiento !!!

Miguel - No tengo tanta confianza como tu.
Sara - Mañana lo veras todo distinto, se te ve cansado vete a dormir.
Miguel subió a su cuarto se puso el pijama, olió la ropa, tenia el perfume de ella, las lagrimas salian de sus ojos sin poderlo evitar, recordaba los días que pasaban juntos, leyendo, hablando de cualquier cosa, la echaba de menos, se sentia vacio.
Toc, toc, toc.
Sara - Miguel estas bien.
Miguel - Pasa Sara, no es un momento de bajón al oler su perfume.
Sara - Miguel es normal que la recuerdes a cada momento, anda descansa te vendrá bien.
Salió del cuarto de Miguel y se fué al suyo, al ratito llamaron a la puerta, creia que seria Diego.
Sara - Pasa y cierra la puerta hace frío.
Miguel - Sara siento despertarte, pero no podia dormir, no dejo de pensar en esas viboras.
Sara - Miguel anda metete en la cama o te vas a enfriar.
Miguel se metió en la cama queria sentir alguien cercano, necesitaba cariño. No se acercó a Sara se conformaba con saber que estaba ahi, que no estaba solo.
Se durmió casi en seguida, por la mañana se despertó y vió que Sara seguia durmiendo, quiso volver a su cuarto, pero hacia mucho frío cuando se destapó.
Sara - Ni se te ocurra destaparme hace un frío que pela.
Miguel - No lo haré, no estoy tan loco.
Sara - Te atreves a encender la chimenea.
Miguel - Si no es tan dificil.
Encendió la chimenea con gran habilidad, normalmente se tardaba un rato.
Miguel - ¿Que tal? quieres más leña.
Sara - No perfecto, gracias.
Miguel se quedó mirando el fuego, le relaja.
Sara - Miguel te vas a resfriar, anda ven a la cama.
Miguel se metió en la cama, la verdad se estaba muy calentito.
Sara - Miguel que te pasaba anoche.
Miguel - Tenia que sentir a alguién cercano, que no estaba solo.
Continuará

sigue siguee !

Sara - Sabes que estaré aqui para lo que necesites.
Miguel - Gracias, necesitaria un abrazo.
Sara abrazó a Miguel, que sentia como temblaba, necesitaba mucho cariño, llevaba siempre una coraza para no sufrir pero era muy sentimental y era facil hacerle sufrir.
Sara - Estas mejor Miguel.
Miguel - Si gracias, supongo que soy un idiota sentimental, pero necesito calor humano de cuando en cuando.
Sara - No eres ningún idiota Miguel son tus sentimientos, nunca te avergüences de ellos.
Miguel - Y no lo hago, vuelvo a mi cuarto para vestirme, gracias por el abrazo.
Se vieron en el comedor para desayunar.
Miguel - Sara buenos días, han traido ese paquete a tu nombre.
Sara - Buenos días chicos, vamos abrirlo.
Escuchó un reloj en su interior.
Miguel - Sara me permites abrirlo, será mejor que os alejeis de mi bastante, no se que será.
Quitó en envoltorio muy despacio, y más aún levantó la tapadera de la caja, vió un reloj, conectado a algo, llamó a la policia.
- Señor Romero tiene enemigos muy peligrosos, tome esta nota.
Sara la leyó: "Dejad de pelear por la herencia".
Miguel - Vaya con las viboras. Contó todo a la policia y las denunció a las dos.
Sara - Sargento cree que lo intentarán de nuevo.
- Es posible, el juicio es en España ¿Cuando es?
Miguel - El proximo mes en Madrid.
- Disfrute de las fiestas en familia y cuando viaje tome precauciones.
En navidad cenaron con sus amigos los Richmond, los Pears , y los Dash.
Henry - Miguel ¿Cuando viajas?
Miguel - Henry, viajo despues de fin de año.
Henry - Haces bien, yo llegaré dos días antes del juicio.
Miguel habia ido al puerto a comprar su billete para Cádiz, en primera y su camarote reservado.
Sara le ayudaba hacer la maleta, y le decia.
Sara - Miguel no se te ocurra pelearte con esas, vuelve vale.
Miguel - Volveré Sara, estoy tranquilo, escribiré contando las cosas y un telegrama cuando llegue a Madrid.
Continuará

sigueee

Sara - Manten el contacto, y no te dejes intimidar.
Miguel - Si no te preocupes.
Sara - Buenas noches Miguel hasta mañana.
Miguel - Buenas noches Sara, gracias por ayudarme.
Buscó a Sara y la abrazó, permanecieron un rato abrazados ninguno queria romper el momento.
Sara - Será mejor que descanses mañana madrugas mucho.
Miguel - No hay prisa, dormiré en el barco.
Se durmieron abrazados, Sara sentia el calor de Miguel, ninguno podia dormir tenian sentimientos que no podian controlar o entender.
Sara - Miguel cuando vuelvas tenemos que hablar.
Miguel - Si tienes razón.
Embarcó al día siguiente, se despidió de Diego en la casa y Sara fué a despedirle en el Puerto.
Sara - Que tengas buen viaje, cuidate mucho.
Miguel - Gracias, cuidate mucho tambien Sara.
El barco zarpó rumbo a Cádiz y Sara pensaba que al volver Miguel seria todo como al principio frío y distante.
Estuvo fuera 2 meses, el juicio era duro y largo, tras 2 meses de declaraciones y pruebas el juez dictó sentencia a favor de Miguel, la herencia era suya cumpliria los sueños que tenia Elena al respecto.
Embarcó con Henry una semana despues rumbo a Londres.
Al desembarcar sintió el frío ingles en su cara y sonrió, cada uno cogió un carruaje camino a su casa.
Llamó al timbre de la mansión, le abrió un lloroso Diego.
Diego - Papá has vuelto que alegria.
Miguel - ¿Porque llorabas pillin?
Diego - No quiero que Mary me bañe.
Miguel - Anda sube termina de bañarte, te espero abajo.
Sara - Hola Miguel felicidades por tu aplastante victoria.
Miguel - Gracias 2 meses muy duros, besos de mis chicas Madrileñas y de mi hombretón.
Sara - Han vuelto a Madrid, es mejor Salamanca.
Miguel - Si, están mirando universidad en los dos sitios, al final seguro vuelven a Salamanca.
Se dieron un abrazo y un beso en la mejilla.
Continuará

sigueee q hablen yaa !

Miguel - ¿Que te pasa? ¿Porque tiemblas?
Sara - Por.... por nada cosas mias.
Miguel - Eeeehh, mirame que te ocurre.
Sara - En serio nada, despues hablamos.
Diego bajaba con Mary, despues de haberlo bañado.
Pasaron el día juntos y al llegar la noche, despues de acostar a Diego y el servicio haberse ido.
Miguel - Sara por favor no huyas de mi, no quiero hacerte daño.
Sara - Dime cuales son tus sentimientos para saber como actuar.
Miguel - Estoy muy confuso porque por un lado te veo como amiga y por otro como algo más.
Sara - Si me pasa lo mismo más o menos, pues ya se como tengo que actuar ¿Buenas noches?
Miguel - Eeeehhhh, otra vez huyes de mi.
Sara - No te das cuenta o eres muy inocente, te besaria y te arrancaria la ropa ahora mismo, pero soy sensata.
Miguel - Ehhhh, ejem, ¡guau! eso te provoco, pe......pe.....pero Sara.
Sara - No te preocupes duerme tranquilo no voy atacarte.
En el dormitorio Sara lloraba no habia reaccionado como esperaba, no sentia lo mismo que ella, bueno lo superaria al menos tenia su amistad.
Llamaron a la puerta, era Diego tenia una pesadilla, durmió con ella.
Por la mañana desayunando, Mary se ofreció a llevar a Diego a la guarderia tenia recados cerca.
Miguel - Sara siento la reacción de ayer, me cogió por sorpresa.
Sara - Estas perdonado, no te agobies los sentimientos no se pueden controlar.
Subió a su habitación, leia unos informes de gestorias para llevar el papeleo de la sociedad con Albert.
Toc, toc, toc.
Miguel - Sara puedo pasar.
Continua.

Sara - Mejor que no entres Miguel, hay que poner limites.
Miguel - ¿Cuales limites? vamos habla.
Sara - Vale, tu no entras en mi cuarto ni yo en el tuyo.
Miguel - Escuchame , eehhhhh, perdón por lo que voy hacer.
Entró en la habitación de Sara y cerró la puerta.
Miguel - Sara mirame a los ojos vamos.
Sara - No puedo porque me dejarias desarmada.
Miguel - Seria un cerdo si me meto en tu cama para tener solo sexo.
Sara - Te equivocas me he enamorado de ti, no tienes ni idea de cuanto. Que te crees que me resulta facil no demostrarte cuanto te quiero.
Miguel - Pues demuestramelo.
Sara se acercó lentamente a Miguel y le acarició la mejilla, se acercó y le besó los labios dulcemente con un minimo roce, Miguel se dejaba hacer, se acariciaban por encima de la ropa en sus ojos habia deseo, las ropas caian entre besos y caricias cada vez más apasionadas, desnudos se meterieron en la cama, Sara besaba y acariaba el cuerpo de Miguel que gemia cada vez más fuerte.
Miguel - Basta Sara me vuelves loco.
Sara - Ssshhhh, dejate hacer.
Continuó besando y acariciando el cuerpo de su amado, llevaba meses reprimiendo esos deseos ahora podria cumplirlos.
Miguel se giró y quedó encima de Sara la miró y empezó a besar y acariciar cada trozo de piel Sara gemia y se estremecia con cada beso de Miguel.
Sara - Miguel, te amo.
Miguel entró en Sara dulcemente sus movimientos eran lentos al principio hasta que la pasión los envolvió y los movimientos eran más rapidos hasta alcanzar el climax casi a la vez.
Miguel - Sara, te quiero.
Sara - Miguel te quiero.
Continuará

Olee !!! Te has superadoo siguee

Perdón si me he pasado un poco pero la imaginación me ha jugado una mala pasada.

Sara - Miguel, estas bien llevas mucho tiempo callado.
Miguel - Si estoy bien Sara.
Seguian Abrazados sin moverse solo se miraban.
Miguel - Sara ha sido increible, perfecto, jamas habia sentido nada igual. Mis sentimientos hacia a ti son más fuertes de lo que pensaba.
Sara - Miguel que hermosas tus palabras, no quiero precipitarme y que al minimo bache discutamos, vayamos paso a paso.
Miguel - Me parece bien, entonces me voy a mi cuarto, Diego viene a veces.
Sara - Esta bien vuelve a tu cuarto.
El día transcurrió como si estuvieran en una nube, querian tomarlo con calma saber si era amor o solo sexo.
Esa noche durmió cada uno en su cuarto necesitaban pensar, estuvieron así una semana.
Sara llevaba unos días extraña como ausente hasta se que se sentó hablar con Miguel.
Sara - Tengo claro Miguel que me he enamorado de ti, que mis sentimientos son muy fuertes, si no es correspondido dimelo.
Miguel - Sara, no se si mis sentimientos son igual de fuertes que los tuyos, se que te quiero y no quiero separarme de ti jamás.
Se besaron y se amaron tan apasionados como siempre.
Miguel - Cariño ¿Por que lloras?
Sara - Mi vida, soy tan feliz que hasta me duele.
Continuará

Miguel - Pequeña mia ven mirame, despues de hacerte mia, señorita Reeves ¿Quieres casarte conmigo y llenar esta casa de hijos?
Sara - Si quiero Miguel, ¿De cuantos hijos hablamos?
Miguel - Pocos una docena.
Sara - Jajajajaja, no se si tendremos tantos pero te prometo que serán muchos.
Miguel - Con los que vengan seré muy feliz.
Se amaron para confimar su proyecto de vida en común.
Sara - Miguel cariño promete que nunca volveras a dejarme sola o alejarme de mi.
Miguel - Escucha pequeña nunca más, cuando vuelva a la Guardia Civil haré trabajo de despacho.
Sara - Gracias amor.
Se vistieron y fueron por Diego a la guarderia, comieron en un restaurante cercano a la casa.
Sara - Diego, ¿Que te pasa?
Diego - Nada las niñas son tontas.
Sara - ¿Que ha ocurrido?
Diego - Me dijo que era muy guapo como mi papá, y que su mamá queria cazar a mi papá.
Miguel - Sabes Diego a mi la única mujer que me gusta es mamá.
Diego - ¡Que bien!, Papá esa mujer es mala no te acerces a ella nunca.
Miguel - Eso no pasará, hijo.
Continuará

Me encnata !!! Siguee

El pequeño estaba encantado con la boda de sus padres, en la guarderia habia varias solteras que estaban rabiosas de no haber podido conquistar a Miguel.
Diego - Papá no me gusta como te miran.
Miguel - Voy a casarme con Mamá, significa que por mucho que miren no caeré en la trampa.
Volvió a la casa llamó a la Embajada queria reincorporarse a su trabajo pero en un despacho como cualquier Capitán.
Sara - Amor cuando regresas a la Embajada.
Miguel - La semana que viene y desde mi despacho le organizaré la agenda al Coronel Arnedo es mayor necesita ayuda.
Sara - Entonces me quedo tranquila cielo, volveras a casa sano y salvo.
A la siguiente semana se presentó en su puesto en la Embajada, el Coronel Arnedo era un señor mayor encantador, le habian dicho que el Capitán Romero estaba para aliviarle trabajo y evitar las reuniones largas y aburridas.
Arnedo - Capitán Romero pase por favor, esa será su mesa, trataremos de dirigir esta sección con trabajo duro.
Miguel - Coronel estoy a su disposición.
En la mañana ordenó su mesa, y organizó los expedientes de los Guardia Civiles a su mando.
Cogia el telefono y el correo.
Arnedo - Buen trabajo Capitán ¿Se viene a comer conmigo?
Miguel - Si Coronel, no me da tiempo volver a casa.
Arnedo - Tiene familia muchacho.
Miguel - Si Coronel, esposa en breve y un hijo.
Arnedo - Venga a mi casa muchacho, mi mujer cocina como los ángeles.
Almorzaron en la casa del Coronel, tenia mujer y 5 hijos.
Sus hijos fueron llegando, 3 varones estudiantes universitarios y 2 muchachas universitarias.
Mal educados con el invitado y con sus padres.
- Mamá me sirves la comida, tengo prisa.
La mujer sirvió a sus hijos, Manuel se levantó para ayudarla, y Miguel también.
- Vaya que muchacho tan guapo no te habia visto por la Embajada.
Arnedo - Hijas el Capitán está prometido y tiene un hijo. Capitán regremos al trabajo.
Miguel - Señora Arnedo gracias por la comida estaba muy rica.
Silvia - Gracias Capitán muy amable.
Al volver a casa su familia le esperaba.
Sara - Amor que tal el día.
Miguel le contó todo lo sucedido en la casa del Coronel Arnedo.
Continuará