Pequeños relatos escenas Sara y Miguel (Francino boys)

Imos!!!!!!! Gracias, gracias!!!!!! Esto es lo que debimos ver después de la reconciliación, pero claro, nos tendrian que poner a la parejita 5 minutos hablando, y eso ya es mucho. Yo me hubiera conformado con la cuarta parte de todo lo que tú has escrito. Nos deben esa escena!!!! Es que no puede ser que no hayan hablado nada sobre todo esto!!! Muchas gracias por escribirlo, asi por lo menos, nos podemos imaginar la escena y pensar que sí ocurrió.
Gracias por la dedicatoria!!!!!!!!! Muaks!!!!!!

Mcfree... genial... me han dado ganas de aprender a montar a caballo, con eso te lo digo todo.. jajajjaja

Imos... gracias, gracias... síííííííííí, nos robaron esa escena pero tú nos la has devuelto!!! la escribiste tal cual debió ser... la he leído como si la viera... preciosa!!!

Allana, ahora no escurras el bulto... TÚ nos has puesto los dientes largos a todas pidiendo la escena barrotes... NOS LA DEBES!!! esta demostrado que los guionistas nos leen... así que aplicate que igual con suerte te plagian!! jajjajaa

Ayyy mcfree ese paseo a caballo ha sido de lo más sugerente y para acabar el día con los planes de boda, qué bonitoooooooooooo¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Imos, tienes toda la razón, nos falta una conversación en condiciones sobre lo que sintieron el tiempo que estuvieron separados, como casi siempre nos privan de escenas fundamentales, pero tú nos has cubierto ese hueco en la historia y de qué manera, por que lo has hecho maravillosamente bien!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

mcfree precioso cmo le ha pedido la mano i todo sin palabras
imos eso tenia quee haver pasado !!

Mcfree...imos...que preciosos relatos....Si, los guionistas nos debían esa conversación.....
Me encantan vuestros relatos...haste me estais "picando" para escribir uno....quizás me anime.....

mcfree hija mia que todavia tengo que aprender a montar a caballo, tu crees que miguelin me enseñara igual que a sara, si no es igual no quiero jejeje me ha encantado de verdad, de verdad XD,XD,XD,QUIEN SE DUERME AHORA

IMOS precioso tu relato, pues menos mal que es el primero que sino nos quedamos bobas perdidas, y sigue porfa que me encanta leeros a todas, ya que yo para esto no valgo, pues leo que es lo que me gusta historias de amor de nuestra parejita

Mcfree me ha encantado, los dos paseando a caballo y para remetar petición de matrimonio.

Imos, preciosa la conversación entre Sara y Miguel, has plasmado lo que todas hubiéramos querido escúchar pero que no vimos. Que de escenas desaprovechadas!!!

Allana, anímate con la escena de barrotes , he leído que estás por Madrid, bienvenida.

chicas son preciosos no dejeis de escribir porque es un placer leeros

Me encanta leeros...........gracias......

McFree...el paseo a caballo q bonito. Aunque da igual si Sarita está delante o detrás...pq el Teniente siempre está "contento" cuando ella está cerca. Me ha gustado mucho! Espero mas trocitos!!

Chicas, ya me he puesto al día, que es difícil, eh?, no paráis. Todos vuestros relatos, preciosos, como de costumbre, pero hoy el premio es para Imos por la reconciliacion que todas quisimos ver y que nunca nos van a dar. Muchas gracias, guapa.

mcfree, maravilloso relato.
Menudo paseo a caballo. Me ha encantado.

Imos, ¿ qué te digo ??
Antes que nada, enhorabuena. Lo has hecho fenomenalmente bien. ¿ Qué más ?
Que GRACIAS. MUCHAS GRACIAS. Necesitábamos esta conversción. No me cabe duda, de que si nos la hubieran puesto, sería tal y como la has narrado. Preciosa.

turia este relato es para tí, que sé que para ti el anterior fue desagradable, a ver si este te gusta:


LA CHARLA
Había pasado casi dos meses desde que Miguel Romero Reeves llegase al mundo revolucionándolo todo a su alrededor. Ese era el tiempo que llevaba el Chato viviendo en la finca Reeves. En su afán de proteger a su familia el teniente Romero había ofrecido al Chato quedarse en uno de los dormitorios del servicio. Cada día que pasaba el joven guardia civil se sorprendía conociendo un poco más al ex bandolero. Desde que hizo ese alarde de honor ayudándolos a capturar al Navajas no hacía más fijarse en el cambio de actitud del joven, quizá como bien dijo Sara en una ocasión solo necesitaba una oportunidad.
Y Sara se la había dado, otra mujer menos valiente hubiese rehusado a que un ex delincuente estuviese cerca suyo y menos aún de su bebé, pero ella al contrario, en sus ratos libres, enseñaba al joven a leer y escribir. No solo dejaba que el Chato se acercase al niño, sino que el ex bandolero se mostraba cariñoso con la criatura.
La noche había caído en Arazana, Miguel leía una novela policíaca que el Marqués de Benamazahara le había regalado de uno de sus viajes. Sara había dejado al bebé dormido en la cuna mientras ella se cambiaba para irse a dormir en el baño del dormitorio.
Escuchó la puerta cerrarse y a Sara salir con un fino camisón de lino que invitaba a imaginar que había debajo de la prenda. La maternidad no solo no había deformado la figura de Sara, que estaba prácticamente igual a antes de quedarse embarazada, sino que lo único que habían cambiado eran sus pechos que a causa de la lactancia habían aumentado considerablemente de tamaño, haciéndolos aún más apetecibles si cabían que antes. Ella apagó la luz de su lamparita, y se acostó dándole la espalda a su marido que la miró por encima del libro.
El joven evocó la primera noche que pasó con ella, fue la noche más especial de su vida. Sara no era la primera mujer con la que se acostaba, pero sí la primera con la que hacía el amor. Recordó la absurda excusa con la que fue a su habitación, beber jerez y comer queso. Lo hermosa que estaba ella, lo nervioso que estaba él cuando se decidió a declararse y como ella consciente de sus intenciones lo besó, dándole alas a que siguiese. La dejó marcar el ritmo, no quería presionarla, quería que fuese ella quién controlase la situación porque él no podía controlarse a si mismo. Sara se mostró decidida y audaz al principio para sorpresa de él mismo, respondiendo a sus besos y caricias sin titubeos, desnudándolo poco a poco, dejándose desnudar, mientras sus manos descubrían el tacto suave y aterciopelado de aquellas partes de Sara que nunca había tocado. Recordó como se sonrojó cuando lo vio desnudo por completo y como mientras él la besaba apasionadamente ella empezó a asustarse y como le susurró que era virgen. Como eso lo sacudió con una fuerza inusitada hacia la realidad, haciendo que cambiase su actitud. Paró un breve instante y vio en sus ojos una mezcla de miedo y deseo. La cogió de las manos y la besó dulcemente, ella respondió una vez más a sus besos. Él le sujetó las manos y se dejó caer en la cama, arrastrándola consigo pues ella estaba debajo. Le prodigó una infinidad de besos y caricias tiernas, dedicados a mitigar su nerviosismo y su miedo, la escuchó gemir y moverse bajo su cuerpo cuando supo que estaba lista. Entonces le susurró un “te va a doler”, lentamente entró en ella, empujando con fuerza, partiendo el himen, arrebatándole la virginidad. Entrando donde nadie había entrado entonces comprendió la magnitud del amor que sentía por ella, nunca antes le había importado que las mujeres con las que se había acostado fuesen o no vírgenes, pues una mujer que provocaba y se ofrecía a un hombre que sabía que no la amaba y que solo quería divertirse era improbable que lo fuese. Pero la virginidad que Sara le había ofrecido él la había tomado como un regalo muy preciado, pues a ningún otro hombre podría entregarle lo que le entregó a él. Ella dibujó una leve mueca de dolor, él la abrazó fuerte y le susurró tiernas palabras acompañadas de dulces y breves besos. Recordó que fue muy feliz y se sintió orgulloso de que una mujer como ella, lo hubiese elegido para su primera vez.
Ahora Miguel se sentía como aquella noche, pues Sara le había ofrecido algo que sin ella él no tendría jamás, un hijo, que era el mayor motivo de orgullo y felicidad que tenía. Un hijo que había nacido de las entrañas de la mujer que amaba, de la mujer que había escogido para que fuese la madre de sus hijos.
-Miguel….-musitó Sara muy bajito.
-¿Qué quieres mi vida?-preguntó Miguel dejando el libro encima de la mesilla y acercándose a su mujer.
-Ya no te gusto, ¿verdad?-dijo la joven dándose la vuelta, tenía en su rostro una expresión triste.
-Claro que me gustas, ¿cómo no vas a gustarme si eres la mujer más preciosa del mundo?-respondió Miguel cariñosamente-¿Porqué dices eso?
-Es que…..Miguel tiene casi dos meses y tú no……no te acercas, ni me tocas-contestó Sara apurada-Antes de quedarme embarazada siempre tenías ganas de hacer el amor conmigo, pero ahora no te acercas a mí…..así y creo que es que te doy asco o ya no te gusto, Miguel.
A Miguel se le partió el corazón cuando la escuchó, la realidad es que desde que supo que estaba embarazada se desvivió tanto por cuidarla y protegerla y desde que nació Miguel, primero había que respetar la cuarentena y como Sara había sufrido desgarros durante el parto, le daba miedo acercarse y hacerle daño y que ella se lo callase por temor a disgustarlo o porque quisiera complacerlo.

(sigo)

(sigo)
-Mi amor tú siempre me has vuelto y me volverás loco-susurró Miguel besando el cuello de su mujer ávidamente, pues la necesitaba, eran demasiados meses sin ella, conformándose con recuerdos y con apaciguar sus sofocos con remedios de sacristán.
Ella respondió a sus besos con la misma pasión que él, besando su pecho, mientras él recorría sus piernas con las manos, instintivamente ahogaban sus gemidos en el oído del otro por temor a despertar a Miguel.
Sara y Miguel se incorporaron en la cama, acariciándose con la ansiedad de quienes se reencuentran tras un largo tiempo añorándose. Él le bajó las tirantas del camisón y se perdió en su escote, mientras ella revolvía el pelo del teniente con las manos. Dentro de ambos bullía una mezcla de sentimientos que mezclados eran imposibles de descifrar. El teniente sacó el camisón por arriba y comprobó cuán tersa y esbelta seguía siendo la figura de su mujer, se dejó caer encima de ella.

Un llanto enérgico los sacó de su ensimismamiento, Miguel como si tuviese un resorte se quitó de encima de su mujer, que buscó por entre las sábanas su camisón y se lo puso saliendo de la cama.
En la cuna Miguel Romero Reeves, lloraba porque estaba mojado, su llanto era frenético, su madre entró por pañales secos y una palangana con agua para limpiar a su bebé. Lo hizo con una destreza increíble mientras su marido lo observaba contrariado desde la cama, como si no hubiese asimilado tan inoportuna interrupción.
En cuanto estuvo seco, Sara dejó tumbado al pequeño junto a su padre, mientras ella retiraba las sábanas mojadas.
-Miguelito, ya te vale-dijo el teniente a su hijo. Miguel Romero Reeves, era un bebé de tres kilos que en dos meses había crecido mucho, tenía una mata de pelo tieso y rubio y unos ojos muy azules que miraban a su padre mientras sonreía a su progenitor ajeno a la situación que acababa de provocar-Has tenido a tu madre para ti solito ocho meses de embarazo y dos mientras se recuperaba. Ya podías dejar un poquito para tu padre, ¿no te parece?, que no pedía demasiado, solo unos minutitos tenías que esperar dormidito para que tu papi….eso Miguelito eso.
El niño seguía mirando a su padre y sonriéndole cuando el teniente escuchó risas contenidas que provenían del baño, pues Sara se estaba enterando de la conversación de Miguel.
-Ey Sara no te rías-dijo Miguel divertido-Déjame que estoy teniendo la primera charla de hombre a hombre con mi hijo…….
El pequeño se durmió finalmente en la cama de sus padres, agarrado fuertemente al dedo de su padre, de ese hombre que daría hasta la última gota de su sangre por él.

espero que os guste

Merry precioso, estas hecha una Artista!!! que oportuno Miguelito.

Mcfree que dia y que paseo a caballo tan maravilloso
Imos gracias por esa conversacion de la pareja
Merry cuantos sentimientos tan bien descritos
su primera conversacion hombre a hombre muy bueno........

Me encanta merry !!
Pues el niño muy oportuno, si. Pobrecito.
Y pobrecitos sus papis. Con las ganas que se tienen.
Gracias Merry

Muy bueno Merry, precioso!
Este niño me recuerda a cierta puerta que nos ha amargado más de una vez... jajajaja

al jamoncete, juice ??
Seguro que este es mucho más guapo

JAjajja no, no, Campanilla... a la PUERTA, me ha recordado a la puerta y a Morales! jajajajajaja vamos que ha dejado al padre tal y como lo dejo morales el día de "no quiero pensar en nada esta noche"..... armado y sin opción a disparar! jajajajja