Foro Ángel o demonio
Te amare más allá del fin de los tiempos-3º temporada
#0
19/07/2011 03:55
Te amare más allá del fin de los tiempos - Capitulo 1
Frases inconexas de un cuento inacabado, podía sentir todavía el palpitar de su corazón tan cerca del suyo, su amado ser, su alma todo en un conjunto de esferas infinitas, hubo una despedida tan corta y desesperante como el más mínimo de los segundo, quería volar quería sentir de nuevo sus manos en las suyas, sus labios en los suyos, todo su ser, la cercanía, la lejanía, su nombre sonaba de una manera celestial en sus labios, tantos años preguntando, a cada minuto preguntando:
-Natael algún día volveré a verle. –su respuesta confusa. -tu tendrás que seguir tu propio camino.-sabia que no podía, pero siempre hacia lo mismo cogía el libro lo apretaba con fuerza contra su pecho mientras sentía de nuevo el palpitar de su corazón, no se podía volver en el tiempo pero ella volvía todas las noches al pasado aquella ultima noche, que estuvieron juntos escuchaba una y mil veces la misma frase:
-Te amare más allá del fin de los tiempos. –luego sintió de nuevo sus besos, sus labios en los suyos, aquel abrazo de despedida, no habían querido soltarse, deseaban de nuevo volar juntos, si querían de nuevo volar, sus alas en el viento, su pelo moviéndose por el movimiento, pero entonces sintió como una fuerza tiraba de ella para abajo, el propio Natael fue a buscarla enfadado, jamás se lo había perdonado, ella no quería volver quería estar para siempre con su amado, ser una luz, ser un alma blanca, ahora volvió abrazar el libro, volviendo de nuevo a la realidad, aquella realidad que dolía cada vez más, no quería la eternidad sin sus besos, si muchas veces pensaba que hubiera pasado si ella se hubiera ido al lado oscuro, como una vez le dijo Alexia, podría haber disfrutado para siempre del ser amado, las lágrimas caían por sus mejillas quiso morir ahora de nuevo, abrió de nuevo el libro, para ver a su familia, miro a Santi ahora mismo era un reputado abogado, su hermana pequeña a la que sus padres pusieron Nehira, ya que ella tubo que marcharse y dejarlos, ahora era una muchacha muy guapa como ella, tenia sus mismos ojos, y su pelo era de un color miel intenso, pero era bastante complicada tenia un carácter muy parecido al de ella, varias veces habían intentando tentarla el mal, pero siempre había estado ella para salvarla una y otra vez. Ahora acaricio su imagen en el libro mientras escucho una voz por detrás de la morada.
-Valeria. –ella se volvió y le miro la verdad que siempre le agradecería todo lo que había hecho por ella cuando, la había vuelto para atrás en el tiempo, había quitado de que hubiera hecho eso tan terrible a sus padres, pero no le perdonaría jamás, que la hubiera separado de él, prefería mil veces ser una luz que una eternidad sin su amor.
-Natael. –le dijo ella de mala gana mientras se levantaba dubitativa del suelo cerrando el libro.
-Tienes un alma que salvar. –Valeria puso la cara que ponía siempre de pura indiferencia, hacia mucho tiempo que aquel trabajo, la sobraba. Más de diecisiete años siendo un Ángel triste. Lo que nunca había querido ser, lejos de lo único que quería, allí estaba en el libro sólo en las noches dónde las estrellas brillaban de nuevo de una manera especial podía volver en el tiempo a verle. –Valeria me escuchas. –hizo un gesto de desesperación de nuevo muy típico de él, ella miro para otro lado mientras le quitaba de nuevo el libro a ella. –En este libro, en cada párrafo, esta Damián en él. –ella le quito el libro enfadada.
-Estará ahí siempre, como esta en mi corazón. –dijo mientras los ojos se volvían de nuevo un mal de lágrimas. –Ahora que quieres, desearía muchísimo que un día me clavaran la espada, o me mandaran al cielo para volver a estar con él.
-No digas eso muchas almas te necesitan aquí. –ella le miro a los ojos y por fin lo dijo deseaba tanto decírselo.
-Claro el deber primero no, como hiciste con Alexia. –él se fue muy enfadado al momento apareció, Gabriel que se acerco a ella para enseñarle su misión. Las dos miraron la pantalla, Iris como no estaba malmetiendo a una mujer para que matara a su pequeño recién nacido, la miro con odio, como odiaba a Iris. Cuanto le gustaría clavarle la espada, a esa bruja, si no piense eso pensó Valeria, tú eres una Ángel y debes amar a todos, ella acepto su misión y se fue.
Frases inconexas de un cuento inacabado, podía sentir todavía el palpitar de su corazón tan cerca del suyo, su amado ser, su alma todo en un conjunto de esferas infinitas, hubo una despedida tan corta y desesperante como el más mínimo de los segundo, quería volar quería sentir de nuevo sus manos en las suyas, sus labios en los suyos, todo su ser, la cercanía, la lejanía, su nombre sonaba de una manera celestial en sus labios, tantos años preguntando, a cada minuto preguntando:
-Natael algún día volveré a verle. –su respuesta confusa. -tu tendrás que seguir tu propio camino.-sabia que no podía, pero siempre hacia lo mismo cogía el libro lo apretaba con fuerza contra su pecho mientras sentía de nuevo el palpitar de su corazón, no se podía volver en el tiempo pero ella volvía todas las noches al pasado aquella ultima noche, que estuvieron juntos escuchaba una y mil veces la misma frase:
-Te amare más allá del fin de los tiempos. –luego sintió de nuevo sus besos, sus labios en los suyos, aquel abrazo de despedida, no habían querido soltarse, deseaban de nuevo volar juntos, si querían de nuevo volar, sus alas en el viento, su pelo moviéndose por el movimiento, pero entonces sintió como una fuerza tiraba de ella para abajo, el propio Natael fue a buscarla enfadado, jamás se lo había perdonado, ella no quería volver quería estar para siempre con su amado, ser una luz, ser un alma blanca, ahora volvió abrazar el libro, volviendo de nuevo a la realidad, aquella realidad que dolía cada vez más, no quería la eternidad sin sus besos, si muchas veces pensaba que hubiera pasado si ella se hubiera ido al lado oscuro, como una vez le dijo Alexia, podría haber disfrutado para siempre del ser amado, las lágrimas caían por sus mejillas quiso morir ahora de nuevo, abrió de nuevo el libro, para ver a su familia, miro a Santi ahora mismo era un reputado abogado, su hermana pequeña a la que sus padres pusieron Nehira, ya que ella tubo que marcharse y dejarlos, ahora era una muchacha muy guapa como ella, tenia sus mismos ojos, y su pelo era de un color miel intenso, pero era bastante complicada tenia un carácter muy parecido al de ella, varias veces habían intentando tentarla el mal, pero siempre había estado ella para salvarla una y otra vez. Ahora acaricio su imagen en el libro mientras escucho una voz por detrás de la morada.
-Valeria. –ella se volvió y le miro la verdad que siempre le agradecería todo lo que había hecho por ella cuando, la había vuelto para atrás en el tiempo, había quitado de que hubiera hecho eso tan terrible a sus padres, pero no le perdonaría jamás, que la hubiera separado de él, prefería mil veces ser una luz que una eternidad sin su amor.
-Natael. –le dijo ella de mala gana mientras se levantaba dubitativa del suelo cerrando el libro.
-Tienes un alma que salvar. –Valeria puso la cara que ponía siempre de pura indiferencia, hacia mucho tiempo que aquel trabajo, la sobraba. Más de diecisiete años siendo un Ángel triste. Lo que nunca había querido ser, lejos de lo único que quería, allí estaba en el libro sólo en las noches dónde las estrellas brillaban de nuevo de una manera especial podía volver en el tiempo a verle. –Valeria me escuchas. –hizo un gesto de desesperación de nuevo muy típico de él, ella miro para otro lado mientras le quitaba de nuevo el libro a ella. –En este libro, en cada párrafo, esta Damián en él. –ella le quito el libro enfadada.
-Estará ahí siempre, como esta en mi corazón. –dijo mientras los ojos se volvían de nuevo un mal de lágrimas. –Ahora que quieres, desearía muchísimo que un día me clavaran la espada, o me mandaran al cielo para volver a estar con él.
-No digas eso muchas almas te necesitan aquí. –ella le miro a los ojos y por fin lo dijo deseaba tanto decírselo.
-Claro el deber primero no, como hiciste con Alexia. –él se fue muy enfadado al momento apareció, Gabriel que se acerco a ella para enseñarle su misión. Las dos miraron la pantalla, Iris como no estaba malmetiendo a una mujer para que matara a su pequeño recién nacido, la miro con odio, como odiaba a Iris. Cuanto le gustaría clavarle la espada, a esa bruja, si no piense eso pensó Valeria, tú eres una Ángel y debes amar a todos, ella acepto su misión y se fue.
#81
02/10/2011 21:26
Valeria y Damián permanecían agachados ahora escuchando de nuevo aquel ser que no se sabia muy bien si era hombre o mujer.
-Bueno, Valeria te llamas verdad, que es lo que quieres y por que has venido aquí. –ella se levanto ahora se puso firme y por primera vez la miro sus ojos eran de un negro hielo que le helo la sangre su mirada tan profunda era como si la atravesara, pero seguía sin saber que ser era, si hombre o mujer, su melena hasta los hombros era de un color que no tenia nombre en la tierra, era entre un blanco y un dorado raro era como si el pelo lo tuviera iluminado.
-He venido por que amo a Damián, deseo que vuelva a la tierra conmigo, no soporto toda la eternidad, sin él. –la miro ahora profundamente a ella con autoridad.
-Todas las personas que están aquí tienen alguien en la tierra que los ama, pero por eso no pueden volver jamás, no es suficiente eso para que vuelvan, Valeria, tengo que decirte que tu viaje ha sido en vano. –la miro de nuevo con autoridad. –Damián esta aquí, por que hizo en su tiempo mucho mal. –ella le miro a él que ahora bajaba la cabeza dejando caer su flequillo tapando su cara y con resignación.
Pero… -ella no sabia que decir. –le necesito, le… -pero no la dejo terminar.
-Valeria hemos escuchado lo que tenias que decirnos, pero ahora yo te digo, Damián esta aquí, este es su lugar, él lleva muchos años aquí, aceptando su destino, lo siento pero no es lo suficientemente poderosa esa razón para volver a la tierra.
-Pero Damián salvo a la tierra de una epidemia mortal, su lugar es en la tierra, yo no le pido que le deje volver hacer una vida normal del todo, sino que vuelva conmigo para ser mi aprendiz, él será un gran ángel, yo le enseñare, así contrarrestara, todo el mal que haya podido haber hecho, pero por favor, no le deje aquí. Le necesito, sino puede volver, pido poder quedarme aquí con él. –él se levanto y se acerco a ella y hablo.
-No por favor no sabe lo que dice. –ahora él la cogió de los hombros la miro a ella. –Nehira te necesita no puedes quedarte aquí. –la cogió la barbilla, te necesita y lo sabes. –volvió hablar el ser superior.
-Lo siento Valeria pero es mi ultima palabra, Damián se quedara aquí este es su lugar, tu volverás a salvar almas, la razón que has dado no es lo suficientemente grande para que vuelva, esta es mi ultima palabra. –miro a Damián. –la acompañaras hasta los limites, ahí ella cogerá su camino y tu volverás aquí. –Valeria la miro se sumergió en la desesperación, las lágrimas cayeron por sus mejillas, escucho la frase de nuevo en la cabeza “una razón lo suficientemente” Damián le cogió el brazo ahora tirando un poco de ella, pero ella se soltó y se volvió de nuevo para aquel ser que no sabia muy bien que era o que era, pero que estaba en posesión de sus destinos, Damián quiso pararla ahora.
-Si tengo una razón lo suficientemente fuerte, para que vuelva. –sus ojos penetrantes la miraron ahora. –Quiero que conozca a nuestra hija Nehira…
Continuara…
Siento lo que he tardado en escribir, pero bueno este es un poco larguito, no sé si todavia seguis leyendome, aunque mientras tenga alguien que me lee, pues seguire escribiendo, un saludo.
-Bueno, Valeria te llamas verdad, que es lo que quieres y por que has venido aquí. –ella se levanto ahora se puso firme y por primera vez la miro sus ojos eran de un negro hielo que le helo la sangre su mirada tan profunda era como si la atravesara, pero seguía sin saber que ser era, si hombre o mujer, su melena hasta los hombros era de un color que no tenia nombre en la tierra, era entre un blanco y un dorado raro era como si el pelo lo tuviera iluminado.
-He venido por que amo a Damián, deseo que vuelva a la tierra conmigo, no soporto toda la eternidad, sin él. –la miro ahora profundamente a ella con autoridad.
-Todas las personas que están aquí tienen alguien en la tierra que los ama, pero por eso no pueden volver jamás, no es suficiente eso para que vuelvan, Valeria, tengo que decirte que tu viaje ha sido en vano. –la miro de nuevo con autoridad. –Damián esta aquí, por que hizo en su tiempo mucho mal. –ella le miro a él que ahora bajaba la cabeza dejando caer su flequillo tapando su cara y con resignación.
Pero… -ella no sabia que decir. –le necesito, le… -pero no la dejo terminar.
-Valeria hemos escuchado lo que tenias que decirnos, pero ahora yo te digo, Damián esta aquí, este es su lugar, él lleva muchos años aquí, aceptando su destino, lo siento pero no es lo suficientemente poderosa esa razón para volver a la tierra.
-Pero Damián salvo a la tierra de una epidemia mortal, su lugar es en la tierra, yo no le pido que le deje volver hacer una vida normal del todo, sino que vuelva conmigo para ser mi aprendiz, él será un gran ángel, yo le enseñare, así contrarrestara, todo el mal que haya podido haber hecho, pero por favor, no le deje aquí. Le necesito, sino puede volver, pido poder quedarme aquí con él. –él se levanto y se acerco a ella y hablo.
-No por favor no sabe lo que dice. –ahora él la cogió de los hombros la miro a ella. –Nehira te necesita no puedes quedarte aquí. –la cogió la barbilla, te necesita y lo sabes. –volvió hablar el ser superior.
-Lo siento Valeria pero es mi ultima palabra, Damián se quedara aquí este es su lugar, tu volverás a salvar almas, la razón que has dado no es lo suficientemente grande para que vuelva, esta es mi ultima palabra. –miro a Damián. –la acompañaras hasta los limites, ahí ella cogerá su camino y tu volverás aquí. –Valeria la miro se sumergió en la desesperación, las lágrimas cayeron por sus mejillas, escucho la frase de nuevo en la cabeza “una razón lo suficientemente” Damián le cogió el brazo ahora tirando un poco de ella, pero ella se soltó y se volvió de nuevo para aquel ser que no sabia muy bien que era o que era, pero que estaba en posesión de sus destinos, Damián quiso pararla ahora.
-Si tengo una razón lo suficientemente fuerte, para que vuelva. –sus ojos penetrantes la miraron ahora. –Quiero que conozca a nuestra hija Nehira…
Continuara…
Siento lo que he tardado en escribir, pero bueno este es un poco larguito, no sé si todavia seguis leyendome, aunque mientras tenga alguien que me lee, pues seguire escribiendo, un saludo.
#82
03/10/2011 16:53
me encanta sigelo porfavor me encanta
me paso todos los dias ver si escribes gracias
me paso todos los dias ver si escribes gracias
#83
03/10/2011 21:36
si si sigue porfavor nunca me cansaré de mirar todos los dias si lo pones :), gracias por ponerlos
#84
04/10/2011 20:03
fuera sale k sanhp a escrito algo nuevo pero voy hasta la ultima pagina y no me sale :(, k hago?
#85
09/10/2011 22:44
me encantto el beso denatael y alexia!!que paso despues????? por favor sigue escribiendo!!!
#86
12/10/2011 00:25
Espero os guste el capitulo, besis
Capitulo 11 La vuelta
Todos la miraron ahora, se acerco ahora hacia ella aquel Ángel llevaba en la mano una especie de hoja y en la otra como si fuera un verdadero rayo la miro a los ojos y vio que dentro de ellos había indecisión.
-Un caso raro ese por que los inmortales no pueden tener hijos, menos dos ángeles, pero por algo que no supimos explicar ocurrió.-Volvió hablar-El tiempo de Damián en la tierra se acabo, pero es cierto que esa es una razón muy poderosa, pero muchas personas mueren y no conocen a sus hijos, Damián, puede mirar Nehira desde aquí, hasta protegerla si desea, no tiene que expresamente volver con su forma humana a la tierra, sólo los ángeles como tu, tienen esa posibilidad hacerse pasar por los humanos, sólo para hacer misiones y salvar almas. –ella se acerco un poco mirándole ahora de nuevo desafiante.
-Nehira necesita a sus padres, el mal la acecha. –la miro pensativa ahora. –Damián se merece conocer a su hija y que ella le conozca a él, esto ha sido suficientemente castigo ya para él, estar lejos de su familia, su hija necesita un abrazo suyo.
-Solamente su hija. –levanto ahora un poco la ramilla mientras su alas hacían lo mismo ahora, miro para dónde todos los ángeles le ofrecían pleitesía, se arrodillaban, la hizo la señal que ella también lo hiciera, pero dirigió su mirada a Damián. –levantan té. –él se acerco dejando caer suavemente su flequillo, mientras no la miraba a los ojos. –Damián te concedo un tiempo limitado en la tierra, para que salves a tu hija, luego tendrás que volver y decidiremos cual será tu futuro, ahora acompañaras a Valeria de nuevo a la tierra y serás su aprendiz, aprenderás a ser un ángel, salvaras a Nehira. –él por fin la miro estaba emocionado aunque intentaba disimularlo, pero Valeria no podía aguantar la felicidad que sentía ahora.
Alexia caminaba de un lado al otro de la habitación ahora, se toco en el pecho desde que la había besado, no paraba de escuchar su corazón cada vez mas acelerado, hacia mas de quinientos años que no sentía nada, pero aquel beso, la hizo recuperar aquellos sentimientos, dios mío! Había vuelto a sentir lo que significaba aquella palabra que tanto utilizaban los mortales, que había llevado a su discípulo Damián a cambiar por amor, ahora cerro los ojos le veía de nuevo venir a besarla, sus labios en los suyos, lo había hecho para salvar aquella chica o por que deseaba besarla, su corazón se movía inquieto en su pecho, su respiración se volvía azarosa, necesitaba volver a verlo de nuevo, sentir todo aquello aunque sus palabras fueran de desprecio, sus besos decían cosas tan diferentes, si tenia que propiciar otro encuentro, si para Natael era tan valiosa aquella humana desdichada, hija de la parejita que tanta guerra le había dado.
Alexia… -dijo una voz repelente y chillona se volvió hay venia Duna con su terrible moño estilo años, muchos años pensó, que patético era su peinado, le habría dado un alisado total. –inútil, no te puedo mandar nada, no vales para nada, esa niña sigue viva.
Ya… -dijo con indiferencia, hacia aquel tema, ella no podía apartar su mente de sus besos, de sus ojos cerca de los suyos, de sus labios.
Alexia… -dijo de nuevo su nombre. –Sabes a quien han dado una oportunidad en la tierra. –levanto suavemente la ceja haciéndose la interesante. –Tu discípulo, Damián.
Si… -dijo ella con una leve sonrisa. –tengo una idea. –le dijo sonriéndose, como si todo ahora mismo estuviera bajo su control.
Capitulo 11 La vuelta
Todos la miraron ahora, se acerco ahora hacia ella aquel Ángel llevaba en la mano una especie de hoja y en la otra como si fuera un verdadero rayo la miro a los ojos y vio que dentro de ellos había indecisión.
-Un caso raro ese por que los inmortales no pueden tener hijos, menos dos ángeles, pero por algo que no supimos explicar ocurrió.-Volvió hablar-El tiempo de Damián en la tierra se acabo, pero es cierto que esa es una razón muy poderosa, pero muchas personas mueren y no conocen a sus hijos, Damián, puede mirar Nehira desde aquí, hasta protegerla si desea, no tiene que expresamente volver con su forma humana a la tierra, sólo los ángeles como tu, tienen esa posibilidad hacerse pasar por los humanos, sólo para hacer misiones y salvar almas. –ella se acerco un poco mirándole ahora de nuevo desafiante.
-Nehira necesita a sus padres, el mal la acecha. –la miro pensativa ahora. –Damián se merece conocer a su hija y que ella le conozca a él, esto ha sido suficientemente castigo ya para él, estar lejos de su familia, su hija necesita un abrazo suyo.
-Solamente su hija. –levanto ahora un poco la ramilla mientras su alas hacían lo mismo ahora, miro para dónde todos los ángeles le ofrecían pleitesía, se arrodillaban, la hizo la señal que ella también lo hiciera, pero dirigió su mirada a Damián. –levantan té. –él se acerco dejando caer suavemente su flequillo, mientras no la miraba a los ojos. –Damián te concedo un tiempo limitado en la tierra, para que salves a tu hija, luego tendrás que volver y decidiremos cual será tu futuro, ahora acompañaras a Valeria de nuevo a la tierra y serás su aprendiz, aprenderás a ser un ángel, salvaras a Nehira. –él por fin la miro estaba emocionado aunque intentaba disimularlo, pero Valeria no podía aguantar la felicidad que sentía ahora.
Alexia caminaba de un lado al otro de la habitación ahora, se toco en el pecho desde que la había besado, no paraba de escuchar su corazón cada vez mas acelerado, hacia mas de quinientos años que no sentía nada, pero aquel beso, la hizo recuperar aquellos sentimientos, dios mío! Había vuelto a sentir lo que significaba aquella palabra que tanto utilizaban los mortales, que había llevado a su discípulo Damián a cambiar por amor, ahora cerro los ojos le veía de nuevo venir a besarla, sus labios en los suyos, lo había hecho para salvar aquella chica o por que deseaba besarla, su corazón se movía inquieto en su pecho, su respiración se volvía azarosa, necesitaba volver a verlo de nuevo, sentir todo aquello aunque sus palabras fueran de desprecio, sus besos decían cosas tan diferentes, si tenia que propiciar otro encuentro, si para Natael era tan valiosa aquella humana desdichada, hija de la parejita que tanta guerra le había dado.
Alexia… -dijo una voz repelente y chillona se volvió hay venia Duna con su terrible moño estilo años, muchos años pensó, que patético era su peinado, le habría dado un alisado total. –inútil, no te puedo mandar nada, no vales para nada, esa niña sigue viva.
Ya… -dijo con indiferencia, hacia aquel tema, ella no podía apartar su mente de sus besos, de sus ojos cerca de los suyos, de sus labios.
Alexia… -dijo de nuevo su nombre. –Sabes a quien han dado una oportunidad en la tierra. –levanto suavemente la ceja haciéndose la interesante. –Tu discípulo, Damián.
Si… -dijo ella con una leve sonrisa. –tengo una idea. –le dijo sonriéndose, como si todo ahora mismo estuviera bajo su control.
#87
12/10/2011 00:26
Los dos iban agarrados de la mano una oleada de ángeles seguía hasta los limites, como si fuera todo un acontecimiento despedirlos, se miraban de vez en cuando con miradas cómplices, allí era el final se volvieron a mirar a los ojos sonriéndose mutuamente, él jugo levemente con su mano derecha.
-Yo te traje hasta aquí Valeria, sólo tú puedes llevarme. –ella sonrió, poniendo su sonrisa mas dulce, ahora el comprendía por que la habían convertido en ángel, nadie como ella podía expresar en tan solo un mirada, en tan solo una sonrisa tanta paz. Ella se acerco ahora hasta que puso la cabeza en su pecho, podía escuchar el tintineo de su corazón, lo hacia con mucha fuerza, sabia que sólo lo hacia cuando los dos estaban así tan cerca, con tanta fuerza, puso una mano detrás de su cuello, abrazándose a él. Con su otra mano apretó su cintura contra ella mientras se fundían en un bello abrazo, la luz se hizo muy intensa, los dos desaparecieron, cuando Damián abrió los ojos vio la puerta roja. –Mi casa. –pero bajo la mirada triste. –la vendieron. –la dijo mirándola a los ojos.
-Por que no pruebas a llamar. –le dijo ella con una sonrisa. Se acerco muy lentamente dio suave con los nudillos, pero se apoyo a la puerta convencido de que nadie abriría. Pero de repente pasaron el pestillo hacia un lado, la puerta se abrió, le miro pero al principio dudo, habían pasado más de diecisiete años. –Papa. –se abrazo muy fuerte ahora mismo era la imagen mas preciosa que se podía ver, no había otro paisaje mejor, Valeria se toco suavemente la mejilla para limpiarse una pequeña lágrima. Mientras se abrazaba a si misma estaba tan feliz por él.
-Damián donde has estado, hace años me dieron la condicional, vine aquí no te encontré, los padres de Valeria me dijeron que os fuisteis juntos, pero no podía creerlo. –ahora miro a la chica, la sonrió. –pero si estáis aquí, es por que así es. Pasar. –los tres se sentaron en el sofá hablando, su padre le daba en la pierna no hacia nada mas que mirarlos. –pero estáis iguales. –toco la cara de su hijo, es como si no hubiera pasado ni dos días, hace mas de diecisiete años. –Damián miro para el fondo de la casa, allí estaba la puerta de su dormitorio, su padre le miro. –esta como la dejaste, tu habitación. –le dio con cariño en la cabeza. –ve a verla. –él le hizo con la cara que si. –chicos que hora es. –pero miro su reloj. –tengo que marcharme al trabajo, es vuestra casa. Por cierto hijo estoy trabajando en un periódico digital, ahora no bebo apenas, quería que lo supieras. –Damián se abrazo de nuevo fuertemente a su padre antes que se marchara, luego camino muy despacio hacia su habitación, la abrió suavemente, empezó a mirarla era como si no hubiera pasado el tiempo, como si fuera ayer cuando se marcho cuando se convirtió en una luz blanca, se acerco al escritorio allí todavía estaba la foto de ella, la cogió con la mano mirando la foto, luego poso la mirada en la original que permanecía enfrente mirándole a él, cerro un poco la puerta y señalo la canasta, él cogió un papel lo tiro en la canasta hizo como que caía, pero no fue así, justo entro, ella se volvió para de nuevo abrir la puerta, pero una mano la empujo para que se cerrara otra vez, la miro a los ojos de una manera tan abrumadora, él acerco su mano a su pelo cogiendo un pequeño mechón suavemente, jugo con él, ahora acerco sus manos a su chaqueta de cuero, dejándola caer suavemente por su espalda. Ella le miro y por fin dijo algo.
-Vas a ponerme otra toga. –él hizo un gesto de pillo mientras echaba un poco para atrás su propio flequillo que caía demasiado para su cara. Sonrió levemente.
-te acuerdas… -mientras jugaba con su pelo, acariciaba levemente su cintura, y sus labios traviesos ya buscaban los suyos. –Que te dije, que había que aprovechar cada minuto y cada segundo que tengamos. –ahora acerco la mano sobre la muselina de su camisa acariciando levemente su piel a través de la fina camisa que llevaba su amada, ella cerro suavemente los ojos sintiendo la caricia y la suavidad de sus dedos de nuevo por su piel, él acerco su nariz suavemente a su cuello cogiendo de nuevo el olor de su piel, ya que hacia mas de diecisiete años que no lo había sentido, todo lo que su presencia hacia que sintiera, el murmullo de su corazón, la brisa del mar, las estrellas fundiéndose en el infinito, su labios se acercaron a su cuello absorbiendo su sed, que sólo acallaba ya el contacto de su piel, de repente todo fue mas intenso sus manos traviesas con gran emoción empezó a desabrochar cada uno de los botones de su camisa. Ella hizo lo mismo, eso sin dejar de perder el contacto visual de sus ojos mientras sus labios sedientos de amor se fundían estrepitosamente por la pasión.
Natael caminaba enfurecido ahora tiro su gabardina no podía apartar su mirada de la suya. Gabriel apareció por el cenit mirándole.
¿Qué pasa? –se acerco a él, pero este se alejo como si le llevara el infierno. –hemos perdido a Nehira.
-No, ella esta bien. –la miro solemnemente.
-Hacia mucho tiempo que no te veía así, desde… -la miro ahora esperando la respuesta.
-si… -ahora se puso las manos en la cabeza. –Desde lo de Alexia, sucumbido a lo que yo creía que tenia enterrado hace mucho tiempo, he sentido lo que hacia mucho tiempo que no sentía, la he besado para salvar a Nehira, o por que yo lo deseaba… -se sentó pensativo en el suelo sintiendo su desesperación.
Valeria apretaba su cuello fuertemente mientras sentía el palpitar de su cuerpo desnudo tesándose encima del suyo mientras se miraban sentían el palpitar de sus corazones como se movían de una manera acelerada estrepitosa, sus piernas hacían el juego del amor, mientras sentía la calidez de sus muslos apretando los suyos, sus movimientos a veces suaves y otras veces demasiado fuerte, la hacían suspirar lo hacia de una manera suave a veces demasiado fuerte, su cuerpo fuerte vigoroso entre sus manos lo acariciaba una y otra vez mientras no deseaba que parara, ahora que la intensidad de la pasión estaba en el limite de todo lo humano y divino, era como si de nuevo volara, como si sus alas estuvieran extendidas y ascendiera de nuevo hacia aquel paraíso, se mordió suavemente el labio, mientras daba un suspiro, Damián acariciaba su barbilla con su lengua, mientras bajaba suavemente por su cuello, pegando suaves suspiros, que la hacían estremecer, le miro a sus ojos que tenían un azul profundo, tan profundo como era su amor, tan hermoso y duradero que eran sus sentimientos, gimió suavemente mientras sus labios besaron fuertemente los de él sacando hasta el ultimo rincón de su ser, fundieron sus lenguas suavemente mientras se fundían ellos mismos soltó de nuevo sus labios para sentir el aire por sus pulmones necesitaba respirar, necesitaba sentirlo todo otra vez, mientras fundía su mano con su nuca, sus movimientos acompasados también se fundían a si fuertemente, suavemente, cálidamente, mientras se sentía de nuevo otra vez después de diecisiete años uno sólo, y es que su amor perduraría mas allá del fin de los tiempos…
Continuara…
-Yo te traje hasta aquí Valeria, sólo tú puedes llevarme. –ella sonrió, poniendo su sonrisa mas dulce, ahora el comprendía por que la habían convertido en ángel, nadie como ella podía expresar en tan solo un mirada, en tan solo una sonrisa tanta paz. Ella se acerco ahora hasta que puso la cabeza en su pecho, podía escuchar el tintineo de su corazón, lo hacia con mucha fuerza, sabia que sólo lo hacia cuando los dos estaban así tan cerca, con tanta fuerza, puso una mano detrás de su cuello, abrazándose a él. Con su otra mano apretó su cintura contra ella mientras se fundían en un bello abrazo, la luz se hizo muy intensa, los dos desaparecieron, cuando Damián abrió los ojos vio la puerta roja. –Mi casa. –pero bajo la mirada triste. –la vendieron. –la dijo mirándola a los ojos.
-Por que no pruebas a llamar. –le dijo ella con una sonrisa. Se acerco muy lentamente dio suave con los nudillos, pero se apoyo a la puerta convencido de que nadie abriría. Pero de repente pasaron el pestillo hacia un lado, la puerta se abrió, le miro pero al principio dudo, habían pasado más de diecisiete años. –Papa. –se abrazo muy fuerte ahora mismo era la imagen mas preciosa que se podía ver, no había otro paisaje mejor, Valeria se toco suavemente la mejilla para limpiarse una pequeña lágrima. Mientras se abrazaba a si misma estaba tan feliz por él.
-Damián donde has estado, hace años me dieron la condicional, vine aquí no te encontré, los padres de Valeria me dijeron que os fuisteis juntos, pero no podía creerlo. –ahora miro a la chica, la sonrió. –pero si estáis aquí, es por que así es. Pasar. –los tres se sentaron en el sofá hablando, su padre le daba en la pierna no hacia nada mas que mirarlos. –pero estáis iguales. –toco la cara de su hijo, es como si no hubiera pasado ni dos días, hace mas de diecisiete años. –Damián miro para el fondo de la casa, allí estaba la puerta de su dormitorio, su padre le miro. –esta como la dejaste, tu habitación. –le dio con cariño en la cabeza. –ve a verla. –él le hizo con la cara que si. –chicos que hora es. –pero miro su reloj. –tengo que marcharme al trabajo, es vuestra casa. Por cierto hijo estoy trabajando en un periódico digital, ahora no bebo apenas, quería que lo supieras. –Damián se abrazo de nuevo fuertemente a su padre antes que se marchara, luego camino muy despacio hacia su habitación, la abrió suavemente, empezó a mirarla era como si no hubiera pasado el tiempo, como si fuera ayer cuando se marcho cuando se convirtió en una luz blanca, se acerco al escritorio allí todavía estaba la foto de ella, la cogió con la mano mirando la foto, luego poso la mirada en la original que permanecía enfrente mirándole a él, cerro un poco la puerta y señalo la canasta, él cogió un papel lo tiro en la canasta hizo como que caía, pero no fue así, justo entro, ella se volvió para de nuevo abrir la puerta, pero una mano la empujo para que se cerrara otra vez, la miro a los ojos de una manera tan abrumadora, él acerco su mano a su pelo cogiendo un pequeño mechón suavemente, jugo con él, ahora acerco sus manos a su chaqueta de cuero, dejándola caer suavemente por su espalda. Ella le miro y por fin dijo algo.
-Vas a ponerme otra toga. –él hizo un gesto de pillo mientras echaba un poco para atrás su propio flequillo que caía demasiado para su cara. Sonrió levemente.
-te acuerdas… -mientras jugaba con su pelo, acariciaba levemente su cintura, y sus labios traviesos ya buscaban los suyos. –Que te dije, que había que aprovechar cada minuto y cada segundo que tengamos. –ahora acerco la mano sobre la muselina de su camisa acariciando levemente su piel a través de la fina camisa que llevaba su amada, ella cerro suavemente los ojos sintiendo la caricia y la suavidad de sus dedos de nuevo por su piel, él acerco su nariz suavemente a su cuello cogiendo de nuevo el olor de su piel, ya que hacia mas de diecisiete años que no lo había sentido, todo lo que su presencia hacia que sintiera, el murmullo de su corazón, la brisa del mar, las estrellas fundiéndose en el infinito, su labios se acercaron a su cuello absorbiendo su sed, que sólo acallaba ya el contacto de su piel, de repente todo fue mas intenso sus manos traviesas con gran emoción empezó a desabrochar cada uno de los botones de su camisa. Ella hizo lo mismo, eso sin dejar de perder el contacto visual de sus ojos mientras sus labios sedientos de amor se fundían estrepitosamente por la pasión.
Natael caminaba enfurecido ahora tiro su gabardina no podía apartar su mirada de la suya. Gabriel apareció por el cenit mirándole.
¿Qué pasa? –se acerco a él, pero este se alejo como si le llevara el infierno. –hemos perdido a Nehira.
-No, ella esta bien. –la miro solemnemente.
-Hacia mucho tiempo que no te veía así, desde… -la miro ahora esperando la respuesta.
-si… -ahora se puso las manos en la cabeza. –Desde lo de Alexia, sucumbido a lo que yo creía que tenia enterrado hace mucho tiempo, he sentido lo que hacia mucho tiempo que no sentía, la he besado para salvar a Nehira, o por que yo lo deseaba… -se sentó pensativo en el suelo sintiendo su desesperación.
Valeria apretaba su cuello fuertemente mientras sentía el palpitar de su cuerpo desnudo tesándose encima del suyo mientras se miraban sentían el palpitar de sus corazones como se movían de una manera acelerada estrepitosa, sus piernas hacían el juego del amor, mientras sentía la calidez de sus muslos apretando los suyos, sus movimientos a veces suaves y otras veces demasiado fuerte, la hacían suspirar lo hacia de una manera suave a veces demasiado fuerte, su cuerpo fuerte vigoroso entre sus manos lo acariciaba una y otra vez mientras no deseaba que parara, ahora que la intensidad de la pasión estaba en el limite de todo lo humano y divino, era como si de nuevo volara, como si sus alas estuvieran extendidas y ascendiera de nuevo hacia aquel paraíso, se mordió suavemente el labio, mientras daba un suspiro, Damián acariciaba su barbilla con su lengua, mientras bajaba suavemente por su cuello, pegando suaves suspiros, que la hacían estremecer, le miro a sus ojos que tenían un azul profundo, tan profundo como era su amor, tan hermoso y duradero que eran sus sentimientos, gimió suavemente mientras sus labios besaron fuertemente los de él sacando hasta el ultimo rincón de su ser, fundieron sus lenguas suavemente mientras se fundían ellos mismos soltó de nuevo sus labios para sentir el aire por sus pulmones necesitaba respirar, necesitaba sentirlo todo otra vez, mientras fundía su mano con su nuca, sus movimientos acompasados también se fundían a si fuertemente, suavemente, cálidamente, mientras se sentía de nuevo otra vez después de diecisiete años uno sólo, y es que su amor perduraría mas allá del fin de los tiempos…
Continuara…
#88
12/10/2011 01:26
me encanto!!!!gracias por poder actualizar tan rápido!!estaré esperando ansiosa el próximo episodio gracias!!!!
#89
18/10/2011 22:03
Preciooso! De verdad eres muy buen@ escribiendo! Llevo siguiendo tu historia desde el principio, y es estupenda ;) Continua así.
#90
19/10/2011 03:21
Vivo en Miami acabo de encontrar este web site y lei todo lo que has escrito me a encantado ya que soy fan de la serie seguire pendiente de lo que escribas muchas gracias por darnos un poco mas de Angel o Demonio (aunque personalmente yo no queria que Valeria estuviera con Damian pienso que si algo paso con Natael era por algo no siemplemente confucion ) muchas gracias y esperare el proximo capitulo.
#91
24/10/2011 01:40
Capitulo 12 la sensación más bella del mundo
Su mano acariciaba su suave piel, mientras sus ojos se miraban de una manera arrebatadora, podía sentir todavía la unión de sus cuerpos, el cáliz de su ternura, la suavidad de su piel, sus ojos azules y penetrantes entrando dentro de ella de nuevo, su mano acariciaba su pecho, ahora otras veces su suave pelo rubio, era tan parecido al de Nehira, tan igual a la vez tan salvaje, sus labios se unían de vez en cuando suaves besos, después de todo lo que había pasado diecisiete años después, volvían esta juntos, Damián que tenia la mano en su hombro desnudo la apretujaba contra su pecho desnudo, dándole muestras de la pasión que aun sentía, ella movía la cabeza, ahora inquieta sintiendo el latido de su corazón, que volvía de nuevo a poner en calma, con la otra mano entrelaza en su pelo acariciaba una y otra vez, ahora ella se levanto de su abrazo, mirándole quería hablarle de todo contarle todo.
-Nehira ha sido lo mejor que me ha pasado en la vida, alejarme de ella uno de los golpes mas duros, se movió suavemente escurriéndose de la cama tiro de la camisa de él que estaba en el suelo y se la puso caminando hasta donde estaba caída su chaqueta y trajo una foto, a dónde él estaba, la foto ella estaba embarazada, con un peto vaquero que la hacia todavía mas hermosa, se arre cuco de nuevo en la cama, él la volvió abrazar en su pecho, mientras con la otra mano miraba la foto.
-he vivido todos estos momentos en la lejanía de no estar cerca de ti, de no poder abrazaros, no es la primera vez que veo esta foto, te acuerdas de nuestro lugar cerca del mar, perdiste las foto allí.
-Si. –dijo ella mirándole. -cada vez que lo recuerdo siento tanto dolor.-su mente volvió al pasado, aquella foto acariciaba su tripa mientras leía un poema, que le gustaba a Damián y a ella, pero se entristecía que él no estuviera cerca, su madre entro acaricio su tripa, se sentó enfrente de ella.
-Ya no queda nada, Valeria. –la sonrió ahora. –como la vas a llamar. –ella cerro el libro y se levanto ahora.
-Pues estado leyendo un libro de ángeles, leído un nombre que me gusta Nehira. –la miro a su madre. –que te parece.
-Bueno es un nombre raro pero si te gusta. –ella volvió de nuevo allí a dónde estaba se abrazo fuerte a su pecho el miro a los ojos.
-No es cierto lo que le dije a mi madre es verdad que lo mire en un libro, pero representaba la unión de dos ángeles para mi eso significaba Nehira, nuestra unión. –ella se le encharcaron los ojos ahora. –pero no pude disfrutar de ella mucho tiempo, todavía recuerdo aquel día.
Gabriel la miraba a Valeria, Natael había ido a buscarla y ella no entendía nada.
-Valeria te he hecho llamar, por que aunque has compaginado tu vida, con tus tareas de ángel, muchas veces cargando de trabajo a Natael, de lo que tu tenias que hacer, y el ocultando tu poco interés en tu verdadero trabajo no debes olvidar que eres un ángel y como tal tu misión en la tierra es salvar almas, no otras labores, ya no puedes estar mas en la tierra Valeria, tienes que renunciar a todo y vivirás en la guarida como todos los ángeles. –ella hizo con la cara que no.
-No voy abandonar a mi hija, no sólo me tiene a mí, no nunca quise ser un ángel. –le dijo mirándoles.
-Valeria no es que te pidamos que lo hagas te exigimos que lo hagas, es una orden directa, lo harás será mañana mismo, renunciaras a tu vida mortal serás un ángel total. –ella hacia con la cara que no.
-No voy abandonar a mi hija. –dijo con lagrimas en los ojos.
-Valeria. –le dijo Natael acercándose a ella y cogiéndola por los hombros. –cuando yo te di la oportunidad de ser un ángel te dije que algún día tendrías que renunciar a todo, cuando llegara el momento, me temo si no lo cumples tendré que volver para atrás en el tiempo, dejar que mates a tus padres, pero nada de lo que ha pasado, quedara en tu memoria, ni Damián, ni nehira. –ella hacia que no con la cara. –podrás verla siempre que quieras, tu puedes bajar a la tierra siempre que quieras, pero no podrás vivir con ella.
-No quiero separarme de mi hija apenas tiene dos añitos, yo no quiero renunciar, no. –dijo llorando. Pero solo con un pestañeo apareció al lado de su hija que jugaba con una piezas la cogió en brazos era preciosa tan parecida a su padre. –tenerte ha sido la sensación mas bonita del mundo Nehira. –llorando ahora mientras le cantaba una canción de cuna.
Duerme, duerme y sueña a tener
Una vida sin la tentación
De delirios, de oro y poder
De juzgar, aunque exista razón
La avaricia es la esclavitud
Del alma y de la libertad
Que no te bese nunca la envidia
Que no te abracen el odio y el mal
Duerme, duerme y sueña con ser
De tu mejor tesoro el guardián:
El amor que yo en ti he volcado
De eso tienes mucho que dar
No te engrandezcas con la riqueza
Ni te apoques con la pobreza
Que ni la derrota ni el fracaso te impidan
Ver que mañana otro día será
Duerme, duerme, aquí estaré
Las nubes serán tu colchón
Que ni el viento ni la brisa te dejen
De acariciar, pues tú eres mi Don
Duerme, duerme y sueña a tener...
Su mano acariciaba su suave piel, mientras sus ojos se miraban de una manera arrebatadora, podía sentir todavía la unión de sus cuerpos, el cáliz de su ternura, la suavidad de su piel, sus ojos azules y penetrantes entrando dentro de ella de nuevo, su mano acariciaba su pecho, ahora otras veces su suave pelo rubio, era tan parecido al de Nehira, tan igual a la vez tan salvaje, sus labios se unían de vez en cuando suaves besos, después de todo lo que había pasado diecisiete años después, volvían esta juntos, Damián que tenia la mano en su hombro desnudo la apretujaba contra su pecho desnudo, dándole muestras de la pasión que aun sentía, ella movía la cabeza, ahora inquieta sintiendo el latido de su corazón, que volvía de nuevo a poner en calma, con la otra mano entrelaza en su pelo acariciaba una y otra vez, ahora ella se levanto de su abrazo, mirándole quería hablarle de todo contarle todo.
-Nehira ha sido lo mejor que me ha pasado en la vida, alejarme de ella uno de los golpes mas duros, se movió suavemente escurriéndose de la cama tiro de la camisa de él que estaba en el suelo y se la puso caminando hasta donde estaba caída su chaqueta y trajo una foto, a dónde él estaba, la foto ella estaba embarazada, con un peto vaquero que la hacia todavía mas hermosa, se arre cuco de nuevo en la cama, él la volvió abrazar en su pecho, mientras con la otra mano miraba la foto.
-he vivido todos estos momentos en la lejanía de no estar cerca de ti, de no poder abrazaros, no es la primera vez que veo esta foto, te acuerdas de nuestro lugar cerca del mar, perdiste las foto allí.
-Si. –dijo ella mirándole. -cada vez que lo recuerdo siento tanto dolor.-su mente volvió al pasado, aquella foto acariciaba su tripa mientras leía un poema, que le gustaba a Damián y a ella, pero se entristecía que él no estuviera cerca, su madre entro acaricio su tripa, se sentó enfrente de ella.
-Ya no queda nada, Valeria. –la sonrió ahora. –como la vas a llamar. –ella cerro el libro y se levanto ahora.
-Pues estado leyendo un libro de ángeles, leído un nombre que me gusta Nehira. –la miro a su madre. –que te parece.
-Bueno es un nombre raro pero si te gusta. –ella volvió de nuevo allí a dónde estaba se abrazo fuerte a su pecho el miro a los ojos.
-No es cierto lo que le dije a mi madre es verdad que lo mire en un libro, pero representaba la unión de dos ángeles para mi eso significaba Nehira, nuestra unión. –ella se le encharcaron los ojos ahora. –pero no pude disfrutar de ella mucho tiempo, todavía recuerdo aquel día.
Gabriel la miraba a Valeria, Natael había ido a buscarla y ella no entendía nada.
-Valeria te he hecho llamar, por que aunque has compaginado tu vida, con tus tareas de ángel, muchas veces cargando de trabajo a Natael, de lo que tu tenias que hacer, y el ocultando tu poco interés en tu verdadero trabajo no debes olvidar que eres un ángel y como tal tu misión en la tierra es salvar almas, no otras labores, ya no puedes estar mas en la tierra Valeria, tienes que renunciar a todo y vivirás en la guarida como todos los ángeles. –ella hizo con la cara que no.
-No voy abandonar a mi hija, no sólo me tiene a mí, no nunca quise ser un ángel. –le dijo mirándoles.
-Valeria no es que te pidamos que lo hagas te exigimos que lo hagas, es una orden directa, lo harás será mañana mismo, renunciaras a tu vida mortal serás un ángel total. –ella hacia con la cara que no.
-No voy abandonar a mi hija. –dijo con lagrimas en los ojos.
-Valeria. –le dijo Natael acercándose a ella y cogiéndola por los hombros. –cuando yo te di la oportunidad de ser un ángel te dije que algún día tendrías que renunciar a todo, cuando llegara el momento, me temo si no lo cumples tendré que volver para atrás en el tiempo, dejar que mates a tus padres, pero nada de lo que ha pasado, quedara en tu memoria, ni Damián, ni nehira. –ella hacia que no con la cara. –podrás verla siempre que quieras, tu puedes bajar a la tierra siempre que quieras, pero no podrás vivir con ella.
-No quiero separarme de mi hija apenas tiene dos añitos, yo no quiero renunciar, no. –dijo llorando. Pero solo con un pestañeo apareció al lado de su hija que jugaba con una piezas la cogió en brazos era preciosa tan parecida a su padre. –tenerte ha sido la sensación mas bonita del mundo Nehira. –llorando ahora mientras le cantaba una canción de cuna.
Duerme, duerme y sueña a tener
Una vida sin la tentación
De delirios, de oro y poder
De juzgar, aunque exista razón
La avaricia es la esclavitud
Del alma y de la libertad
Que no te bese nunca la envidia
Que no te abracen el odio y el mal
Duerme, duerme y sueña con ser
De tu mejor tesoro el guardián:
El amor que yo en ti he volcado
De eso tienes mucho que dar
No te engrandezcas con la riqueza
Ni te apoques con la pobreza
Que ni la derrota ni el fracaso te impidan
Ver que mañana otro día será
Duerme, duerme, aquí estaré
Las nubes serán tu colchón
Que ni el viento ni la brisa te dejen
De acariciar, pues tú eres mi Don
Duerme, duerme y sueña a tener...
#92
24/10/2011 01:41
Se quedo dormida en sus brazos por última vez, seco sus lágrimas, ahora mientras veía dormir a su pequeña, fue caminando muy despacio para afuera y su madre toco su hombro al encontrarla fuera, la miro las lágrimas ahora.
-¿Que te pasa Valeria? –pero no contesto en ese momento camino hacia su habitación para verla por ultima vez, pero su madre la seguía. –que pasa. –su madre le dijo muy seria.
-me marcho. –le dijo ahora mirándola.
-pero Nehira es muy pequeña, donde os vais a ir. –ella hizo que no con la cara mientras las lagrimas caían incesantes por sus mejillas.
-ella no viene. –su madre la cogió de los hombros.
-que estas diciendo Valeria, te has vuelto loca o que. –la dijo reclamándola. –no vas abandonar a tu hija, que te pasa.
-Damián me ha llamado, me ha dicho que vaya, esta muy lejos, pero no es sitio para ella, mama por favor sabes no puedo llevarla dónde voy no es sitio para ella. –la agarro ahora de los brazos. –quiero pedirte que la cuides mientras.
-pero Valeria, piensas volver claro. –ella le hizo con la cara que si.
-voy a preparar las maletas de acuerdo, me abrazas mama. –se fundieron un fuerte abrazo.
A la mañana siguiente Laia se levanto como siempre lo hacia muy temprano, fue caminando despacio hasta que llego al pasillo, vio un sobre que ponía su nombre. Abrió la carta.
Querida Mama:
Cuando leas esta carta estaré muy lejos, no es cierto no voy a volver, sé el sufrimiento que esto va a crear en mi hija, por eso te pido que la críes pensando que tu eres su madre, no hay madre mejor que tu, dónde voy estaré bien, con mi amado, aunque tengo que renunciar a un poquito de mi alma, mi pequeña, siempre estará en mi corazón, pero yo para ella seré su hermana Valeria, que se marcho con su gran amor, te pido que guardes este secreto, para siempre, no quiero que Nehira sepa la verdad, no quiero que sufra, quiero que sea una niña feliz, amala tanto como me amaste a mi, quiérela tanto como yo la querré siempre.
Te dejo mil colgante para ella, dáselo cuando sea lo suficiente mayor para apreciarlo tanto como lo he apreciado yo siempre.
Para siempre Valeria.
Metió la mano en el sobre, vio el colgante en sus manos mientras se balanceaba.
Continuara…
Espero os guste, muchas gracias por vuestros comentarios.
-¿Que te pasa Valeria? –pero no contesto en ese momento camino hacia su habitación para verla por ultima vez, pero su madre la seguía. –que pasa. –su madre le dijo muy seria.
-me marcho. –le dijo ahora mirándola.
-pero Nehira es muy pequeña, donde os vais a ir. –ella hizo que no con la cara mientras las lagrimas caían incesantes por sus mejillas.
-ella no viene. –su madre la cogió de los hombros.
-que estas diciendo Valeria, te has vuelto loca o que. –la dijo reclamándola. –no vas abandonar a tu hija, que te pasa.
-Damián me ha llamado, me ha dicho que vaya, esta muy lejos, pero no es sitio para ella, mama por favor sabes no puedo llevarla dónde voy no es sitio para ella. –la agarro ahora de los brazos. –quiero pedirte que la cuides mientras.
-pero Valeria, piensas volver claro. –ella le hizo con la cara que si.
-voy a preparar las maletas de acuerdo, me abrazas mama. –se fundieron un fuerte abrazo.
A la mañana siguiente Laia se levanto como siempre lo hacia muy temprano, fue caminando despacio hasta que llego al pasillo, vio un sobre que ponía su nombre. Abrió la carta.
Querida Mama:
Cuando leas esta carta estaré muy lejos, no es cierto no voy a volver, sé el sufrimiento que esto va a crear en mi hija, por eso te pido que la críes pensando que tu eres su madre, no hay madre mejor que tu, dónde voy estaré bien, con mi amado, aunque tengo que renunciar a un poquito de mi alma, mi pequeña, siempre estará en mi corazón, pero yo para ella seré su hermana Valeria, que se marcho con su gran amor, te pido que guardes este secreto, para siempre, no quiero que Nehira sepa la verdad, no quiero que sufra, quiero que sea una niña feliz, amala tanto como me amaste a mi, quiérela tanto como yo la querré siempre.
Te dejo mil colgante para ella, dáselo cuando sea lo suficiente mayor para apreciarlo tanto como lo he apreciado yo siempre.
Para siempre Valeria.
Metió la mano en el sobre, vio el colgante en sus manos mientras se balanceaba.
Continuara…
Espero os guste, muchas gracias por vuestros comentarios.
#93
24/10/2011 22:54
Muchas gracias me has hecho llorar
#94
25/10/2011 22:00
me a gustado mucho, por favor sigue escribiendo!!!
#95
01/11/2011 21:10
Capitulo 13 engañada y utilizada
Nehira jugaba con el collar que llevaba colgado en su cuello, según su madre, Valeria se lo había dejado antes de marcharse para que la recordara, era bonito, pero ella lo usaba siempre para aplacar sus nervios sentía tantos nervios, la vio que se bajo de una moto ahora, estaba deseosa de contarle tantas cosas, apretó la carpeta contra su pecho mientras la veía venia con algún chico que seria su novio le tenia que contar todos los detalles al bajarse se volvió y le beso muy efusiva, ella sonrió, no le había contado nada de este nuevo novio, pero ella quería saber dónde le había conocido todos los detalles, ahora se dirigió hacia ella, le gustaba mucho su estilo era desenfadada, cuando entro en clase por primera vez hacia ya dos meses que la conocía, enseguida habían tenido mucha complicidad Silvia y ella eran el yin y el yan, ella era todo lo que Nehira quería ser, guapa atrevida, siempre decía lo que pensaba, los chicos se morían por ella, ella sin embargo era tímida, siempre le decía a ella que no se sacaba partido, que tenia unos ojos azules divinos que no potenciaba, cuerpo precioso, pero ella si lo hacia potenciaba que era muy sexy hasta caminando, la miro como se acercaba a ella venia toda presuntuosa, sabia su poder con todos los chicos, todos se sentían atraídos por su atrevimiento, la miro cuando paso por su lado, le guiño el ojo, ella se iba a volver, pero presto de nuevo atención al chico de la moto se quito ahora el casco y lo conoció, era aquel chico el que la había salvado en la piscina, el que la había atropellado, sus ojos se cruzaron pero ella desvió la mirada, esperaba que no la hubiera visto, no le soportaba aquel chico, ahora se quedo pensativo era novio de Silvia, su mejor amiga y ella no lo sabia, entro para adentro de clase y la dio ahora cariñosamente en el trasero como muchas veces le hacia Silvia a ella.
-Cuenta. –le dijo apretando la carpeta muy fuerte.
-Que quieres que cuente. –le dijo ahora tirando suavemente de un mechón de su pelo rojo.
-Desde cuando eres novia de ese chico, no me has contado nada. –esta otra sonrió un poco.
-Novia. –le hizo una cara de que dices chica. –somos amigos.
-pero si estabas comiéndole toda la boca, golfa. –le dijo Nehira riendo, mientras ella sonreía, siempre decían eso de todas las demás, ella decía siempre, Silvia ese comentario, y eso que no había dejado títere con cabeza, pero Nehira era su cómplice aunque a veces Silvia podía a llegar a ser cruel con ciertos comentarios que dolían Nehira, ella sentía adoración por ella y se dejaba demasiado llevar por ella.
-y tu de que le conoces, eh. –ella le miro ahora tímida.
-Pues…-de repente se hizo un silencio, ella apretó la carpeta contra su pecho. –me salvo la vida.
-Te mola, no. –dijo ahora poniendo una cara.
-Es tu novio. –dijo ella.
-te he dicho que somos amigos nada más… -ahora miro a uno de los chicos mas guapos del instituto, uno de los únicos que todavía no había seducido. –yo tengo muchos amigos, ya sabes.
-Si. –dijo ella riéndose y bajando la cabeza, ella se acerco, la levanto la barbilla, para arriba mirándola a los ojos.
-Si tú quisieras podrías tener todo lo que desearas, no te sacas partido, pero podrías tener a todos a tus pies, eres demasiado tímida diría yo. –la dijo ahora riéndose y mirando alrededor sintiéndose tan bella.
Natael estaba sentado en el banco esperándola hacia ya bastante rato, luego sintió su presencia después de tanto años era imposible que no pudieran sentirse el uno al otro sintió sus labios cerca de su oído ahora, que le susurraba.
-Todavía puedo sentir la humedad de tus labios en los míos, mi amado. –le dijo tan suave, él se volvió y la miro a los ojos, sus palabras ahora dolían, no sabia por que pero lo hacían.
-No volverá a pasar. –dijo bajando la mirada un poco y poniéndose tímido con el chubasquero lo cerro un poco con sus manos como si se tapara del mundo y de ella ahora. –Que quieres de Nehira, déjala en paz.
-No puedo, sabes que no puedo. –le dijo mientras se acerco demasiado cerca, él retrocedió un poco ahora huía. –ella hace que tu vengas, es lo mejor de este trabajo. –dijo mojando sus labios suavemente con su lengua como si le saboreara cada palabra supieran a él.
-No dejare que le hagáis daño. –ella sonrió.
-A ella o Valeria, que ves en esa niña que tanto la defiendes, sólo defiendes a la chica por que es la hija de la niñata esa, que no se sabe ni donde esta, pero tu ahí estas esperando que venga a ti, pues no… -dijo acercándose a él ahora cogiendo su brazo, pero él se puso a la defensiva. –No vendrá jamás por que sigue loca de amor por Damián, así que olvídate por que nunca tendrá nada contigo más allá de una amistad, pupila y maestro. –él se acerco ahora cerca de sus labios.
Nehira jugaba con el collar que llevaba colgado en su cuello, según su madre, Valeria se lo había dejado antes de marcharse para que la recordara, era bonito, pero ella lo usaba siempre para aplacar sus nervios sentía tantos nervios, la vio que se bajo de una moto ahora, estaba deseosa de contarle tantas cosas, apretó la carpeta contra su pecho mientras la veía venia con algún chico que seria su novio le tenia que contar todos los detalles al bajarse se volvió y le beso muy efusiva, ella sonrió, no le había contado nada de este nuevo novio, pero ella quería saber dónde le había conocido todos los detalles, ahora se dirigió hacia ella, le gustaba mucho su estilo era desenfadada, cuando entro en clase por primera vez hacia ya dos meses que la conocía, enseguida habían tenido mucha complicidad Silvia y ella eran el yin y el yan, ella era todo lo que Nehira quería ser, guapa atrevida, siempre decía lo que pensaba, los chicos se morían por ella, ella sin embargo era tímida, siempre le decía a ella que no se sacaba partido, que tenia unos ojos azules divinos que no potenciaba, cuerpo precioso, pero ella si lo hacia potenciaba que era muy sexy hasta caminando, la miro como se acercaba a ella venia toda presuntuosa, sabia su poder con todos los chicos, todos se sentían atraídos por su atrevimiento, la miro cuando paso por su lado, le guiño el ojo, ella se iba a volver, pero presto de nuevo atención al chico de la moto se quito ahora el casco y lo conoció, era aquel chico el que la había salvado en la piscina, el que la había atropellado, sus ojos se cruzaron pero ella desvió la mirada, esperaba que no la hubiera visto, no le soportaba aquel chico, ahora se quedo pensativo era novio de Silvia, su mejor amiga y ella no lo sabia, entro para adentro de clase y la dio ahora cariñosamente en el trasero como muchas veces le hacia Silvia a ella.
-Cuenta. –le dijo apretando la carpeta muy fuerte.
-Que quieres que cuente. –le dijo ahora tirando suavemente de un mechón de su pelo rojo.
-Desde cuando eres novia de ese chico, no me has contado nada. –esta otra sonrió un poco.
-Novia. –le hizo una cara de que dices chica. –somos amigos.
-pero si estabas comiéndole toda la boca, golfa. –le dijo Nehira riendo, mientras ella sonreía, siempre decían eso de todas las demás, ella decía siempre, Silvia ese comentario, y eso que no había dejado títere con cabeza, pero Nehira era su cómplice aunque a veces Silvia podía a llegar a ser cruel con ciertos comentarios que dolían Nehira, ella sentía adoración por ella y se dejaba demasiado llevar por ella.
-y tu de que le conoces, eh. –ella le miro ahora tímida.
-Pues…-de repente se hizo un silencio, ella apretó la carpeta contra su pecho. –me salvo la vida.
-Te mola, no. –dijo ahora poniendo una cara.
-Es tu novio. –dijo ella.
-te he dicho que somos amigos nada más… -ahora miro a uno de los chicos mas guapos del instituto, uno de los únicos que todavía no había seducido. –yo tengo muchos amigos, ya sabes.
-Si. –dijo ella riéndose y bajando la cabeza, ella se acerco, la levanto la barbilla, para arriba mirándola a los ojos.
-Si tú quisieras podrías tener todo lo que desearas, no te sacas partido, pero podrías tener a todos a tus pies, eres demasiado tímida diría yo. –la dijo ahora riéndose y mirando alrededor sintiéndose tan bella.
Natael estaba sentado en el banco esperándola hacia ya bastante rato, luego sintió su presencia después de tanto años era imposible que no pudieran sentirse el uno al otro sintió sus labios cerca de su oído ahora, que le susurraba.
-Todavía puedo sentir la humedad de tus labios en los míos, mi amado. –le dijo tan suave, él se volvió y la miro a los ojos, sus palabras ahora dolían, no sabia por que pero lo hacían.
-No volverá a pasar. –dijo bajando la mirada un poco y poniéndose tímido con el chubasquero lo cerro un poco con sus manos como si se tapara del mundo y de ella ahora. –Que quieres de Nehira, déjala en paz.
-No puedo, sabes que no puedo. –le dijo mientras se acerco demasiado cerca, él retrocedió un poco ahora huía. –ella hace que tu vengas, es lo mejor de este trabajo. –dijo mojando sus labios suavemente con su lengua como si le saboreara cada palabra supieran a él.
-No dejare que le hagáis daño. –ella sonrió.
-A ella o Valeria, que ves en esa niña que tanto la defiendes, sólo defiendes a la chica por que es la hija de la niñata esa, que no se sabe ni donde esta, pero tu ahí estas esperando que venga a ti, pues no… -dijo acercándose a él ahora cogiendo su brazo, pero él se puso a la defensiva. –No vendrá jamás por que sigue loca de amor por Damián, así que olvídate por que nunca tendrá nada contigo más allá de una amistad, pupila y maestro. –él se acerco ahora cerca de sus labios.
#96
01/11/2011 21:11
-Estas celosa. –ella le miro ahora, que puso las manos en su cintura.
-y tu… -dijo con un siseo antes de marcharse. –Te recomiendo que busques a tu pupila pronto, por que Nehira pronto será mía… -se produjo como un eco y se esfumo del todo. –Natael se concentro ahora, en algo era cierto que había dicho tenia que encontrar a Valeria ya sin falta, sobre todo necesitaba hablar con ella, tenían que idear un plan para salvar a su hija, cerro los ojos y empezó a dar vuelta a si mismo, pensando en un nombre Valeria, quería ir dónde ella estuviera, cerro los ojos y ahora los abrió, el sitio le sonaba era la casa Damián, camino por la casa hasta que escucho un murmullo que no sabia muy bien que era vio la habitación de Damián entre abierta, empujo suave la puerta, se quedo mirando la escena pero se sintió tímido enseguida intento quitar la mirada, pero no pudo evitar mirar un momento, los dos en ese momento se estaban amando, Valeria suspiraba fuerte, se movía suavemente encima de su amado que la correspondía, ahora besando sus labios, se volvía tumbar de nuevo, ella le empujaba una y otra vez su pecho mientras se sentía poseedora de la situación, quería ser quien llevara las riendas de la pasión que sentía, su cuerpo era puro fuego ahora y quería sentir todo, empaparse de la vida, de la pasión, del amor más puro, suspiro nuevamente mientras sus caderas se movían sigilosas y galopantes puramente atronadoras, como si fueran las que condujeran cada rincón de su alma, tanta pureza había visto en ese paraíso, que ahora quería liberarse de ella, ahora echo un poco para atrás su cabello que caía por su pecho, como amazona del Olimpo, subida a un Pegaso volador, él acerco la mano a su cintura, la apretó para que todo fuera mas intenso todavía, se levanto de nuevo, besando sus labios, suavemente, y ahora llevándose un poquito los suyos para sentirse todavía más unidos, pero quiso abrazarse al cuerpo de ella así hizo, abrazando sus cuerpos desnudos, él apoyo su cara en su hombro desnudo mientras apretaba su cuerpo contra el suyo, para sentir el intenso calor de su ser, pero su mirada se desvió y vio de refilón, al ángel allí parado mirando la escena, sintió un rubor, tal enfado, la miro a ella que estaba prácticamente desnuda a su mirada y bajo la mano buscando la sabana tapándola a ella, le dijo algo al oído a ella que paro, miro tímida a un lado, vio como salía de la habitación.
Él ángel estaba sentando en el sofá esperando que ella saliera de la habitación ahora. Ella ya vestida venia muy seria.
-Podías llamar a la puerta, no. –le dijo reprochándole. Él cruzo las manos en su pecho ahora.
-Es importante Valeria. –bajo la mirada ahora.
-Tan importante como para estar ahí mirando. –le dijo ella ahora mirándole a los ojos como si se lo comiera con la vista, como si quisiera darle una patada en el culo.
-No era mi intención, sólo estado un momento, ha sido muy extraño, lo siento. –ella ahora se acerco mas. -Nehira esta en peligro necesita ahora mas que nunca a su madre, creo que es el momento… -le dijo a ella en un gesto que hacia mucho hablando él, bajo de nuevo la mirada.
-El momento de que… -le dijo mirándole y abrazándose a si misma, por detrás salía Damián poniéndose un camiseta y mirando la escena pensativo.
-De decirle la verdad. –le dijo mientras se abrazaba a si mismo con el chubasquero.
-No, me odiara, que puede pensar de una madre que la abandonado, que la ha dejado, que la ha mentido. –una lágrima cayo por sus mejillas, Damián se acerco y la abrazo ahora estuchándola con su cuerpo y consolándola.
-Hola Damián… -le dijo el ángel. –se tu misión, me alegro que hayas vuelto. –le afirmo con la cara ahora.
-tenemos la misma edad. -apretó las manos de Damián en su cintura. –sus padres y ella podíamos ir juntos al instituto.
-No seria mala idea que estuvieras cerca de ella en el instituto esto la ayudaría más de lo que crees. –Damián bajo un poco la cabeza ahora su flequillo se movió inquieto para delante. –tengo que marcharme, piénsalo Valeria. –desapareció. –Damián la soltó echo su flequillo para atrás ahora mirándola muy serio quería decirlo y le quemaba.
-Para eso tiene que entrar en nuestra habitación mientras… -paro de hablar y se hecho el pelo para atrás. –sabes que pienso, tu no has visto su mirada, quería ser yo. –ella le miro. –quería esta debajo de ti.
-ya, no quiero hablar de eso, se muy bien la relación que tenemos Natael y yo.
-si él que no lo sabe soy yo. –dijo él, ella sonrió ahora, puso las manos en los bolsillos.
-Estas celoso. –le dijo ella abrazándole y él se dejo mimar ahora por ella. –no habido nada, nunca hubo nada, yo sólo te quiero a ti. –se acercaron a besarse, pero él paro el beso ahora.
-Me gustaría conocer a Nehira. –ella le miro sonriendo. –nuestra hija, que raro me resulta decir esta frase. –ella se apoyo en su pecho pensativa.
-No se como le vamos a decir la verdad, no se como se lo va a tomar, pero deseo tanto disfrutar de ella, aunque sea por un momento limitado, pero he soñado tanto volver a esta cerca de ella…
Silvia se pintaba ahora mirándose al espejo, de repente se reflejo en el espejo la pequeña Duna.
-Quiero Nehira, la quiero ya, me has entendido. –ella afirmo con la cara ahora, mientras seguía pintándose con el pintalabios.
Continuara…
-y tu… -dijo con un siseo antes de marcharse. –Te recomiendo que busques a tu pupila pronto, por que Nehira pronto será mía… -se produjo como un eco y se esfumo del todo. –Natael se concentro ahora, en algo era cierto que había dicho tenia que encontrar a Valeria ya sin falta, sobre todo necesitaba hablar con ella, tenían que idear un plan para salvar a su hija, cerro los ojos y empezó a dar vuelta a si mismo, pensando en un nombre Valeria, quería ir dónde ella estuviera, cerro los ojos y ahora los abrió, el sitio le sonaba era la casa Damián, camino por la casa hasta que escucho un murmullo que no sabia muy bien que era vio la habitación de Damián entre abierta, empujo suave la puerta, se quedo mirando la escena pero se sintió tímido enseguida intento quitar la mirada, pero no pudo evitar mirar un momento, los dos en ese momento se estaban amando, Valeria suspiraba fuerte, se movía suavemente encima de su amado que la correspondía, ahora besando sus labios, se volvía tumbar de nuevo, ella le empujaba una y otra vez su pecho mientras se sentía poseedora de la situación, quería ser quien llevara las riendas de la pasión que sentía, su cuerpo era puro fuego ahora y quería sentir todo, empaparse de la vida, de la pasión, del amor más puro, suspiro nuevamente mientras sus caderas se movían sigilosas y galopantes puramente atronadoras, como si fueran las que condujeran cada rincón de su alma, tanta pureza había visto en ese paraíso, que ahora quería liberarse de ella, ahora echo un poco para atrás su cabello que caía por su pecho, como amazona del Olimpo, subida a un Pegaso volador, él acerco la mano a su cintura, la apretó para que todo fuera mas intenso todavía, se levanto de nuevo, besando sus labios, suavemente, y ahora llevándose un poquito los suyos para sentirse todavía más unidos, pero quiso abrazarse al cuerpo de ella así hizo, abrazando sus cuerpos desnudos, él apoyo su cara en su hombro desnudo mientras apretaba su cuerpo contra el suyo, para sentir el intenso calor de su ser, pero su mirada se desvió y vio de refilón, al ángel allí parado mirando la escena, sintió un rubor, tal enfado, la miro a ella que estaba prácticamente desnuda a su mirada y bajo la mano buscando la sabana tapándola a ella, le dijo algo al oído a ella que paro, miro tímida a un lado, vio como salía de la habitación.
Él ángel estaba sentando en el sofá esperando que ella saliera de la habitación ahora. Ella ya vestida venia muy seria.
-Podías llamar a la puerta, no. –le dijo reprochándole. Él cruzo las manos en su pecho ahora.
-Es importante Valeria. –bajo la mirada ahora.
-Tan importante como para estar ahí mirando. –le dijo ella ahora mirándole a los ojos como si se lo comiera con la vista, como si quisiera darle una patada en el culo.
-No era mi intención, sólo estado un momento, ha sido muy extraño, lo siento. –ella ahora se acerco mas. -Nehira esta en peligro necesita ahora mas que nunca a su madre, creo que es el momento… -le dijo a ella en un gesto que hacia mucho hablando él, bajo de nuevo la mirada.
-El momento de que… -le dijo mirándole y abrazándose a si misma, por detrás salía Damián poniéndose un camiseta y mirando la escena pensativo.
-De decirle la verdad. –le dijo mientras se abrazaba a si mismo con el chubasquero.
-No, me odiara, que puede pensar de una madre que la abandonado, que la ha dejado, que la ha mentido. –una lágrima cayo por sus mejillas, Damián se acerco y la abrazo ahora estuchándola con su cuerpo y consolándola.
-Hola Damián… -le dijo el ángel. –se tu misión, me alegro que hayas vuelto. –le afirmo con la cara ahora.
-tenemos la misma edad. -apretó las manos de Damián en su cintura. –sus padres y ella podíamos ir juntos al instituto.
-No seria mala idea que estuvieras cerca de ella en el instituto esto la ayudaría más de lo que crees. –Damián bajo un poco la cabeza ahora su flequillo se movió inquieto para delante. –tengo que marcharme, piénsalo Valeria. –desapareció. –Damián la soltó echo su flequillo para atrás ahora mirándola muy serio quería decirlo y le quemaba.
-Para eso tiene que entrar en nuestra habitación mientras… -paro de hablar y se hecho el pelo para atrás. –sabes que pienso, tu no has visto su mirada, quería ser yo. –ella le miro. –quería esta debajo de ti.
-ya, no quiero hablar de eso, se muy bien la relación que tenemos Natael y yo.
-si él que no lo sabe soy yo. –dijo él, ella sonrió ahora, puso las manos en los bolsillos.
-Estas celoso. –le dijo ella abrazándole y él se dejo mimar ahora por ella. –no habido nada, nunca hubo nada, yo sólo te quiero a ti. –se acercaron a besarse, pero él paro el beso ahora.
-Me gustaría conocer a Nehira. –ella le miro sonriendo. –nuestra hija, que raro me resulta decir esta frase. –ella se apoyo en su pecho pensativa.
-No se como le vamos a decir la verdad, no se como se lo va a tomar, pero deseo tanto disfrutar de ella, aunque sea por un momento limitado, pero he soñado tanto volver a esta cerca de ella…
Silvia se pintaba ahora mirándose al espejo, de repente se reflejo en el espejo la pequeña Duna.
-Quiero Nehira, la quiero ya, me has entendido. –ella afirmo con la cara ahora, mientras seguía pintándose con el pintalabios.
Continuara…
#97
08/11/2011 22:22
Genial, continúalo! estoy impaciente por leer el próximo(:
#98
16/11/2011 00:02
madre que bien escribes sigue asi xq es la primera vez que entro y los e leido todods del tiron jejejje un besazo
#99
16/11/2011 17:45
sigue escribiendo porfavor me encanta :)
#100
20/11/2011 21:16
Capitulo 14 El álbum
Nehira caminaba por el pasillo de camino a clase, pero de repente alguien le tapo los ojos, quien soy pregunto ella sonrió, dijo su nombre.
-Te tengo un notición me han invitado a una fiesta salvaje. –dijo sujetándose la cintura provocativa. –vendrás. –ella hizo con la cara que no. –seguro, vendrá mi amigo el de la moto, te mola verdad. –ella la miro.
-No me mola, cada vez que veo a ese chico me pasan cosas raras, paso, por cierto que clase toca ahora. –ella la miro.
-Se supone que latín pero, yo no creo que pueda asistir, aparte de eso, esa clase últimamente no la dan como no hay profe, me voy, verdad que vienes es a las diez, en esta dirección. –le dio un papel. –no me fallaras verdad. –ella miro la dirección y se quedo pensativa, siguió caminando por el pasillo hasta la clase, empezó a mirar sus apuntes de la clase anterior, hasta que vio entrar al director. Toda la clase miro extrañada, pidió silencio y empezó a hablar.
-bueno como viene siendo habitual la clase de latín, hoy no iba a ser, pero os tengo una buena noticia, hoy se ha presentado un profesor para la nueva vacante, así que. –miro para la puerta y le hizo la señal, que entrara. –os presento a Damián Lucena. –Nehira le miro, mientras un murmullo de las chicas de la aula generalizado, miraban al nuevo profesor encantadas, ya que parecía no muy mayor, pero unos ojos también se posaron en ella ahora, nunca había estado en su presencia sus miradas se cruzaron y él le dedico una sonrisa ahora.
-Pues encantado chicos que tal si nos ponemos a ello, tenéis vuestros libros. –les dijo ahora echando un poco para atrás su flequillo, mientras abría su libro. Cuando termino la clase Nehira recogía sus cosas, ante la atenta mirada del nuevo profesor, la verdad no entendía por que de tantos alumnos que había en la clase, él no paraba de mirarla se acerco ahora para decirle adiós, pero una voz la hizo mover la mirada, vio a su hermana Valeria justo en el cenit de la puerta, vio su mirada cómplice con el nuevo profesor, se acerco ahora a él que la cogió por la cintura mirándola.
-Nehira, este es. –ella comprendió todo, el famoso Damián.
-Vaya, él es la persona por la cual olvidaste que tenias una familia que te quería. –cerro el archivado lo apretó contra su pecho, se marcho dejándoles muy apesadumbrados, Damián cogió su barbilla la de su amada para que le mirara, su mirada era de tristeza.
-Me odia Valeria, que vamos hacer. –ella le hizo con la cara que no sabia, bajo la mirada un poco triste.
-Aprenderá a quererte, ahora estas muy cerca de ella. –él cerro los libros y los guardo en su cartera, ella sonrió un poco ahora mirándole. –yo nunca tuve un profesor tan guapo. –él se acerco cogiéndola por la cintura achuchándola y la dio un beso en la frente.
Nehira se miraba al espejo, siempre tan buena, pensó siendo correcta en todo, siendo muy buena, por un momento quiso ser todo lo demás incorrecta, no ser buena hija, ni buena estudiante, ni buena hermana diferente, como era su amiga Silvia, de repente sonó un mensaje en el móvil, miro el nombre de su amiga.
No me falles t espero, ponte mona, sexy, t voy a presentar unos chicos, t harán perder el sentido.
Ella se acerco al armario saco un vestido que apenas se ponía que un día vio a Silvia puesto era uno negro con la espalda al aire, y cogido al cuello, ella la miro y la dijo lo quieres es tuyo. Pero lo tiro a la cama nunca se lo ponía era demasiado sexy.
Natael y Grabiel estaban muy preocupados sabían que Nehira estaba demasiado cerca del abismo, como podrían salvarla, Valeria la única persona que era la mas cercana a ella permanecía demasiado lejos, ni siquiera se acercaba a ella.
-Natael tenemos que poner todo en nuestra parte para que no ocurra lo que esta predestinado, crees que podremos salvarla, yo lo veo muy complicado. –él le hizo que no lo sabia.
Valeria llego a su casa, quería hablar con Nehira intentar por lo menos llegar a estar mas cerca de ella, no podía ser que ella se alejara tanto, se acerco a su habitación, olía a perfume había bastante vestidos encima de la cama, debía de haber salido algún sitio, camino por su habitación, hasta que vio un álbum de foto sintió tantos deseos de ver sus fotos de pequeña, abrió el álbum empezaba con fotos de muy pequeña, unas pequeñas lagrimas cayeron por sus mejillas ahora, siguió pasando fotos cuando tenia unos siete años, o algo así, siguió pasando fotos con doce años en su comunión, de adolescente, hay ya se acaba el álbum, pero había una foto sin pegar debía de ser tan moderna que todavía no lo había puesto en el álbum, le dio la vuelta, sus ojos se quedaron congelados, era Nehira con otra chica, se levanto con la foto salió al pasillo, empezó a gritar el nombre de su madre, mama decía hasta que apareció por el pasillo.
-Mama quien es esta chica, que tiene que ver con Nehira. –su madre miro la foto, echo una leve sonrisa.
-Silvia, su mejor amiga. Es mas hoy quedo con ella, iban a una fiesta o algo asi.–ella casi se sienta en el sofá, le temblaba todo su cuerpo. Solo una palabra salió de sus labios, pero su madre no lo comprendió.
–Iris…
Continuara…
Gracias chicas por vuestro comentarios
Nehira caminaba por el pasillo de camino a clase, pero de repente alguien le tapo los ojos, quien soy pregunto ella sonrió, dijo su nombre.
-Te tengo un notición me han invitado a una fiesta salvaje. –dijo sujetándose la cintura provocativa. –vendrás. –ella hizo con la cara que no. –seguro, vendrá mi amigo el de la moto, te mola verdad. –ella la miro.
-No me mola, cada vez que veo a ese chico me pasan cosas raras, paso, por cierto que clase toca ahora. –ella la miro.
-Se supone que latín pero, yo no creo que pueda asistir, aparte de eso, esa clase últimamente no la dan como no hay profe, me voy, verdad que vienes es a las diez, en esta dirección. –le dio un papel. –no me fallaras verdad. –ella miro la dirección y se quedo pensativa, siguió caminando por el pasillo hasta la clase, empezó a mirar sus apuntes de la clase anterior, hasta que vio entrar al director. Toda la clase miro extrañada, pidió silencio y empezó a hablar.
-bueno como viene siendo habitual la clase de latín, hoy no iba a ser, pero os tengo una buena noticia, hoy se ha presentado un profesor para la nueva vacante, así que. –miro para la puerta y le hizo la señal, que entrara. –os presento a Damián Lucena. –Nehira le miro, mientras un murmullo de las chicas de la aula generalizado, miraban al nuevo profesor encantadas, ya que parecía no muy mayor, pero unos ojos también se posaron en ella ahora, nunca había estado en su presencia sus miradas se cruzaron y él le dedico una sonrisa ahora.
-Pues encantado chicos que tal si nos ponemos a ello, tenéis vuestros libros. –les dijo ahora echando un poco para atrás su flequillo, mientras abría su libro. Cuando termino la clase Nehira recogía sus cosas, ante la atenta mirada del nuevo profesor, la verdad no entendía por que de tantos alumnos que había en la clase, él no paraba de mirarla se acerco ahora para decirle adiós, pero una voz la hizo mover la mirada, vio a su hermana Valeria justo en el cenit de la puerta, vio su mirada cómplice con el nuevo profesor, se acerco ahora a él que la cogió por la cintura mirándola.
-Nehira, este es. –ella comprendió todo, el famoso Damián.
-Vaya, él es la persona por la cual olvidaste que tenias una familia que te quería. –cerro el archivado lo apretó contra su pecho, se marcho dejándoles muy apesadumbrados, Damián cogió su barbilla la de su amada para que le mirara, su mirada era de tristeza.
-Me odia Valeria, que vamos hacer. –ella le hizo con la cara que no sabia, bajo la mirada un poco triste.
-Aprenderá a quererte, ahora estas muy cerca de ella. –él cerro los libros y los guardo en su cartera, ella sonrió un poco ahora mirándole. –yo nunca tuve un profesor tan guapo. –él se acerco cogiéndola por la cintura achuchándola y la dio un beso en la frente.
Nehira se miraba al espejo, siempre tan buena, pensó siendo correcta en todo, siendo muy buena, por un momento quiso ser todo lo demás incorrecta, no ser buena hija, ni buena estudiante, ni buena hermana diferente, como era su amiga Silvia, de repente sonó un mensaje en el móvil, miro el nombre de su amiga.
No me falles t espero, ponte mona, sexy, t voy a presentar unos chicos, t harán perder el sentido.
Ella se acerco al armario saco un vestido que apenas se ponía que un día vio a Silvia puesto era uno negro con la espalda al aire, y cogido al cuello, ella la miro y la dijo lo quieres es tuyo. Pero lo tiro a la cama nunca se lo ponía era demasiado sexy.
Natael y Grabiel estaban muy preocupados sabían que Nehira estaba demasiado cerca del abismo, como podrían salvarla, Valeria la única persona que era la mas cercana a ella permanecía demasiado lejos, ni siquiera se acercaba a ella.
-Natael tenemos que poner todo en nuestra parte para que no ocurra lo que esta predestinado, crees que podremos salvarla, yo lo veo muy complicado. –él le hizo que no lo sabia.
Valeria llego a su casa, quería hablar con Nehira intentar por lo menos llegar a estar mas cerca de ella, no podía ser que ella se alejara tanto, se acerco a su habitación, olía a perfume había bastante vestidos encima de la cama, debía de haber salido algún sitio, camino por su habitación, hasta que vio un álbum de foto sintió tantos deseos de ver sus fotos de pequeña, abrió el álbum empezaba con fotos de muy pequeña, unas pequeñas lagrimas cayeron por sus mejillas ahora, siguió pasando fotos cuando tenia unos siete años, o algo así, siguió pasando fotos con doce años en su comunión, de adolescente, hay ya se acaba el álbum, pero había una foto sin pegar debía de ser tan moderna que todavía no lo había puesto en el álbum, le dio la vuelta, sus ojos se quedaron congelados, era Nehira con otra chica, se levanto con la foto salió al pasillo, empezó a gritar el nombre de su madre, mama decía hasta que apareció por el pasillo.
-Mama quien es esta chica, que tiene que ver con Nehira. –su madre miro la foto, echo una leve sonrisa.
-Silvia, su mejor amiga. Es mas hoy quedo con ella, iban a una fiesta o algo asi.–ella casi se sienta en el sofá, le temblaba todo su cuerpo. Solo una palabra salió de sus labios, pero su madre no lo comprendió.
–Iris…
Continuara…
Gracias chicas por vuestro comentarios