Foro Sálvame
La television utilizada por los judíos para degenerar a los gentiles
#0
02/04/2016 21:51
La televisión ha producido una colonización mental, de modo que la sociedad ha perdido su capacidad de sorprenderse, dando por buenos comportamientos basados en la mediocridad.
Vivimos en la sociedad de la información, nada existe sin previamente haber pasado por alguno de sus filtros, tal es la relevancia que ha adquirido en los últimos tiempos, que algunos hablan ya de la televisión como de un cuarto poder, algo que coexiste en igualdad de condiciones con aquellos otros surgidos a raíz de La Revolución Francesa.
El mayor alienante mundial es la televisión, su perverso masaje mental causa adicción, esclaviza, idiotiza.
– La televisión fragmenta las familias, las incomunica, las individualiza radicalmente, las enmudece.
– En muchos hogares hay 4 , 5 o 6 televisores, aburriéndose el telespectador si no está frente a la pantalla casera.
– La programación de la televisión comercial manejada y diseñada por las trasnacionales sionistas de las telecomunicaciones estimula la violencia, el sexo fornicario, el esnobismo, el consumismo absurdo, el desprecio por lo autóctono.
– La televisión es un cáncer hipnótico que destruye a quien la consume a diario, es un veneno lento pero seguro, tal como está programada infernalmente, hoy dia por las trasnacionales judías sionistas, sus propietarias, en un noventa por ciento de los canales privados a nivel mundial.
– La televisión crea dependencia enfermiza, aguda, crónica, es una droga que disocia de todo cuanto acontece. – Son centenares de millones de personas adultos adolescentes y niños que se exponen a su bombardeo 5 o 6 horas diarias.
– El televidiota, el teleadicto, cree absolutamente en las emisiones de la gran dictadora, en la dañina ilusión programada por los demonios, engendros del poder y en todas las mentiras que inventan el sionismo, el “imperio” y el “gobierno mundial secreto”, que controlan la televisión mundial.
– El espectador, idiotizado se postra ante ésta especie de tótem divulgativo de la falsedad y la mentira y su voluntad y discernimiento se reducen al máximo. – La publicidad, las mamarrachadas y afectaciones de teleculebras, filmes y espacios “humorísticos”, denigrantes y cretinizantes programas de concursos y de “ayuda” sentimental, los programas de homosexuales, promoviendo el homosexualismo veladamente o abiertamente, la deformación informativa, todo el avasallante paquete diario de conductismo que masifica y celebra la estupidez, los programas para hacer idiotas, que muestran a verdaderos idiotas como seres normales, como el Chapulín colorado, el Chavo y otros programas televidiotas de programación obligatoria especialmente en los países del tercer mundo como nos llaman, es todo ese desastre, parte del plan sionista para volver a la masa humana, una masa amorfa, tarada y manejable.
– La finalidad es dañarles la mente a los no judíos y a los judíos de clase inferior, para que no sean creadores, para que sean un robot, al servicio del sionismo y para que los únicos creadores mentales, sean los judíos sionistas de élite.
“Desde nuestras logias masónicas secretas, nosotros planificamos y ordenamos y los gobiernos de los imbéciles cristianos cumplen y hacen cumplir nuestras ordenanzas”.
“Los gobiernos sean comunistas, capitalistas, liberales, conservadores, demócratas, socialistas, etc., cumplen todas nuestras órdenes secretas, que obedecen a nuestros secretos planes judío masónicos y nada más”. La estrategia principal de los judíos, es estar contra todo lo que no sea judío.
La televisión a menudo hace propuestas inadecuadas, basa su actuación en programas basura, donde se utiliza al espectador como objeto pasivo de la publicidad.
Como si de un producto se tratara, se nos vende la forma de entender la vida, se ofrecen pautas de conducta con falsos arquetipos y falsas formas de comportamiento; la televisión se erige en intermediaria entre la realidad de lo que somos y la ficción de lo que queremos ser, otorgándole al espectador la posibilidad de vivir vidas ajenas, sometiendo a la crítica más feroz las actuaciones de unos personajes creadas al efecto. La televisión es capaz de levantar o de hundir a cualquiera que se le ponga por delante, de subvertir el orden moral y la realidad de las cosas.
Fruto de todo esto, se ha producido una especie de colonización mental, la sociedad ha perdido la autonomía personal, su autoestima, la capacidad de sorprenderse, dando por buenos comportamientos basados en la mediocridad,cayendo inevitablemente en simplificaciones absurdas, en una subcultura y en una mentalidad invadida por la ordinariez y la zafiedad, ajena a todo o que se asemeje al buen criterio, arrastrando al espectador hacia un proceso de sedación, de ahormamiento y de sonambulismo, todo ello pensado y ejecutado con el solo propósito de ver cómo se incrementan sus índices de audiencia.
Vivimos en la sociedad de la información, nada existe sin previamente haber pasado por alguno de sus filtros, tal es la relevancia que ha adquirido en los últimos tiempos, que algunos hablan ya de la televisión como de un cuarto poder, algo que coexiste en igualdad de condiciones con aquellos otros surgidos a raíz de La Revolución Francesa.
El mayor alienante mundial es la televisión, su perverso masaje mental causa adicción, esclaviza, idiotiza.
– La televisión fragmenta las familias, las incomunica, las individualiza radicalmente, las enmudece.
– En muchos hogares hay 4 , 5 o 6 televisores, aburriéndose el telespectador si no está frente a la pantalla casera.
– La programación de la televisión comercial manejada y diseñada por las trasnacionales sionistas de las telecomunicaciones estimula la violencia, el sexo fornicario, el esnobismo, el consumismo absurdo, el desprecio por lo autóctono.
– La televisión es un cáncer hipnótico que destruye a quien la consume a diario, es un veneno lento pero seguro, tal como está programada infernalmente, hoy dia por las trasnacionales judías sionistas, sus propietarias, en un noventa por ciento de los canales privados a nivel mundial.
– La televisión crea dependencia enfermiza, aguda, crónica, es una droga que disocia de todo cuanto acontece. – Son centenares de millones de personas adultos adolescentes y niños que se exponen a su bombardeo 5 o 6 horas diarias.
– El televidiota, el teleadicto, cree absolutamente en las emisiones de la gran dictadora, en la dañina ilusión programada por los demonios, engendros del poder y en todas las mentiras que inventan el sionismo, el “imperio” y el “gobierno mundial secreto”, que controlan la televisión mundial.
– El espectador, idiotizado se postra ante ésta especie de tótem divulgativo de la falsedad y la mentira y su voluntad y discernimiento se reducen al máximo. – La publicidad, las mamarrachadas y afectaciones de teleculebras, filmes y espacios “humorísticos”, denigrantes y cretinizantes programas de concursos y de “ayuda” sentimental, los programas de homosexuales, promoviendo el homosexualismo veladamente o abiertamente, la deformación informativa, todo el avasallante paquete diario de conductismo que masifica y celebra la estupidez, los programas para hacer idiotas, que muestran a verdaderos idiotas como seres normales, como el Chapulín colorado, el Chavo y otros programas televidiotas de programación obligatoria especialmente en los países del tercer mundo como nos llaman, es todo ese desastre, parte del plan sionista para volver a la masa humana, una masa amorfa, tarada y manejable.
– La finalidad es dañarles la mente a los no judíos y a los judíos de clase inferior, para que no sean creadores, para que sean un robot, al servicio del sionismo y para que los únicos creadores mentales, sean los judíos sionistas de élite.
“Desde nuestras logias masónicas secretas, nosotros planificamos y ordenamos y los gobiernos de los imbéciles cristianos cumplen y hacen cumplir nuestras ordenanzas”.
“Los gobiernos sean comunistas, capitalistas, liberales, conservadores, demócratas, socialistas, etc., cumplen todas nuestras órdenes secretas, que obedecen a nuestros secretos planes judío masónicos y nada más”. La estrategia principal de los judíos, es estar contra todo lo que no sea judío.
La televisión a menudo hace propuestas inadecuadas, basa su actuación en programas basura, donde se utiliza al espectador como objeto pasivo de la publicidad.
Como si de un producto se tratara, se nos vende la forma de entender la vida, se ofrecen pautas de conducta con falsos arquetipos y falsas formas de comportamiento; la televisión se erige en intermediaria entre la realidad de lo que somos y la ficción de lo que queremos ser, otorgándole al espectador la posibilidad de vivir vidas ajenas, sometiendo a la crítica más feroz las actuaciones de unos personajes creadas al efecto. La televisión es capaz de levantar o de hundir a cualquiera que se le ponga por delante, de subvertir el orden moral y la realidad de las cosas.
Fruto de todo esto, se ha producido una especie de colonización mental, la sociedad ha perdido la autonomía personal, su autoestima, la capacidad de sorprenderse, dando por buenos comportamientos basados en la mediocridad,cayendo inevitablemente en simplificaciones absurdas, en una subcultura y en una mentalidad invadida por la ordinariez y la zafiedad, ajena a todo o que se asemeje al buen criterio, arrastrando al espectador hacia un proceso de sedación, de ahormamiento y de sonambulismo, todo ello pensado y ejecutado con el solo propósito de ver cómo se incrementan sus índices de audiencia.