Europa no nos entiende, ¡enhorabuena Chikilicuatre!

Posiblemente, el eurofestival de anoche tuviese la audiencia española más concurrida de los últimos años. Yo no me lo perdí, desde luego: tenía ganas de ver la actuación de Chikilicuatre y la reacción del resto de paises ante nuestro representante.

Chikilicuatre hizo lo que tenía que hacer, muy correcta y dignamente: era su papel, y lo hizo de maravilla. Seguramente, habrá gente que se encandalice, y, a la vez, no lo haga por el bochornoso espectáculo que supone que el resultado de las votaciones de cada país los fuera dando por anticipado José Luis Uribarri, el locutor encargado de retransmitir el evento, porque todos los años es lo mismo. Si algo quedó claro anoche es que España tan solo cuenta con un "pais satélite": Andorra. Lástima, porque de haber contado con diez paises como Andorra, Chikilicuatre habría vuelto de Belgrado con el trofeo de ganador. Y no porque su canción sea de calidad, sino porque serían políticamente afines y, además, paises amigos (que para eso serían "satélites", hombre...).

Porque eso es exactamente lo que ocurrió con el ganador de tan magno espectáculo, Rusia. La canción, por cierto, me parece ñoña, hortera y aburrida, como otras muchas. La coreografía, con el del Stradivarius y el tipo patinando (dando por saco por enmedio), simplemente estúpida. Pero bueno, era Rusia, y esos sí que tienen "satélites"... Es decir, todo el bloque de paises del este hacen su festival, se ponen de acuerdo en votar a uno de "sus" paises... y punto. Nada de votar canciones de cierta calidad (que alguna había, después de todo...), nada de votar puestas en escena, nada de nada que tenga que ver con lo que se supone que se debe de tener en cuenta en un concurso como éste... ¿A quien le tocará el año próximo? ¿Serbia de nuevo, quizás?

No me preocupa en absoluto ni el pasado, ni el presente, ni el futuro de Eurovisión, allá sus organizadores. Pero como espectador del festival de anoche, agradecí la presencia en Belgrado de Chikilicuatre y su puntazo de ironía, como una molesta almorrana para los pulcros "eurofans" trasnochados, y agradecí que España, por una vez, se saliera por la tangente entre tanta eurogilipollez, entre tantísima y mal disimulada hipocresía, entre tanto crítico musical de tres al cuarto y tanto "entendido".

Mi agradecimiento personal a Chikilicuatre, que no es cantante, sino actor (su nombre es David Fernández) y que tuvo el valor para presentarse en Belgrado y seguir la broma hasta el final, la broma que miles y miles de españoles le encomendaron con sus votos, personas a las que el director de eurovision-spain.com califica como "rebaño de gilipollas" o "friki-chonis". Bien, con esas palabras se autodefine el director de marras, que podía dedicarse a hacer hoyos para oliveras en vez de tocarse los mismísimos durante todo el año y vivir de las subvenciones de la SGAE. Me alegro poder decirle a éste, y a otros tantos como él, que Chikilicuatre ha batido varios records: canción más radiada, más descargada en móviles, anuncios en televisión, discos,...¡¡todo eso antes del festival!!

Si eso no es un éxito, que alguien me defina la palabra.

¡Bien por Chikilicuatre! ¡Viva Andorra!

PERREA, PERREA

(Miguel Ll.)