En La Entrada Del Euro No Se Dieron Las Condiciones Idonias

La instauración de la moneda única en Europa, no dudo que responde a las mejores intenciones de crecimiento y bienestar. ¿Por qué entonces ahora la mayoría de los países estamos en recesión, endeudados y con medidas opresoras contra el ciudadano? Me temo que se ha empezado la casa por el tejado. Lo ideal sería que antes de la entrada en vigor del euro, se consiguiese un equilibrio igual o aproximado en riqueza y poder adquisitivo de los países europeos. Pero el desequilibrio es evidente, y así, si Alemania pide un préstamo para hacer una autopista de cuarenta kilómetros, necesitará menos años para saldar su deuda que por ejemplo, Portugal o España. Todos queremos avanzar en progreso y bienestar, y las políticas democráticas que se sustentan de las simpatías del electorado, confecciona programas atractivos al pueblo, a veces, desviados de la realidad financiera; es decir, que queda muy “guay” prometer el oro y el moro cara a las elecciones, pero si bien la autopista se autofinancia y beneficia en una mejor fluidez de personas, y mercancías, otras prestaciones bien pudieran estar destinadas a diversas extravagancias que lejos de autofinanciarse se queda muerto de risa con poco o nulo servicio y beneficio. Una fuerte deuda que debemos pagar durante tres o cuatro veces más años que otros bienes que se autofinancian.
Al llegar el euro, todos teníamos las mismas necesidades de progreso y bienestar, pero todos no partíamos de la misma meta; el dinero de unos y otros no valía lo mismo, el poder adquisitivo era diferente. Pero la moneda individual de cada estado constituía una clara referencia de su situación económica real. Si la peseta estaba a tal o cual valor en relación al marco o al franco, ¿cuál es el baremo que se utiliza ahora para conocer la riqueza exacta de unos países económicamente desequilibrados entre sí, pero que utilizan la misma moneda?
De otro modo, ¿Qué criterios sigue la CEE al conceder un préstamo a un país, para asegurar su devolución; exportación, importación, impuestos, sueldos, precios de mercado…? Si los estados a lo mejor fueron atrevidos o temerarios a la hora de pedir, la CEE pudo fallar en esos criterios de valoración económica. Lo cierto que todo el sistema se desmorona ante unas deudas descomunales “Algo se hizo mal”, y por todas las partes; estados, autonomías, municipios y hasta en la política financiera de la CEE.
Todos estos controles, requerimientos y demás sacrificios que ahora tanto nos duele, deberían haberse impuesto como requisito para la entrada a la zona euro, estableciendo unos valores determinados en la riqueza de cada estado, de esta manera, si no partiéramos de la misma meta, al menos nos aproximaría bastante, y controlando minuciosamente el fraude y las estafas, ahora estaríamos en una mejor situación, y los sacrificios serían menores.
Ahora estamos tan empeñados que se piden grandes sacrificios, no para procurar desarrollo y bienestar, si no, principalmente, para pagar las deudas, y así, por este camino, amigos míos, la filosofía de la CEE se va a la mierda, y nosotros con ella. Puede que nuestros nietos huelan mejores aires.